El secreto de los Centauros

[Cillian Haughton]

— ¡Ludwig! Por fin llegas —al ver a su prometido acercarse no pudo evitar acercarse a él y darle un largo beso y un fuerte abrazo—. ¿Por qué has tardado tanto?

Si bien el Malfoy había explicado que se había quedado dormido, lo cierto es que quizá y solo se debía a una simple broma, por lo cual insistió un poco más aún cuando no tuviera sentido alguno ahondar en el tema ya que lo que realmente importaba es que estuviera ahí. Cuando el abrazo terminó, le dedico una mirada bastante larga, le encantaba como se veía en ese momento.

— No sé cómo es que he tenido tanta suerte… —Le encantaba el cuerpo de su prometido, cada que lo veía no podía reprimir el impulso de lanzarse sobre él y arrancarle toda la ropa, pero sabía bien que esa acción no estaba del todo bien vista en algunas situaciones—. Me encantas.

Volvió a besarlo y acto seguido se separó un poco de él, si seguía demasiado cerca de él terminaría por lanzársele encima y seguro que Ashley no le gustaría demasiado el presenciar aquella escena, sobre todo cuando la había citado en aquel lugar justo para algo completamente diferente. Una vez que estuvo de nuevo en posición de espera, desvió su mirada hacia todos lados esperando a que Melrose apareciera como por arte de magia justo en ese momento.

— Creo que se ha perdido un poco, pero estoy casi seguro de que no debería tardar demasiado en llegar. ¿Has visto lo que te envié? ¿Sabes que estamos aquí para intentar descubrir un extraño secreto que los Centauros nos han estado ocultado durante los últimos días?

No sabía exactamente que tanta repercusión tendría ese secreto a nivel mundial, pero debía ser realmente importante si es que el MACUSA quería saberlo con tantas fuerzas. Y entonces de nuevo un extraño ruido se escuchó a lo lejos, ¿qué estaba pasando? Ni siquiera se habían adentrado realmente en la selva y al parecer el peligro acechaba ya en aquel lugar.

[Ludwig Malfoy]

Los besos y abrazos de Cillian causaron que Ludwig se sintiera mucho más a gusto, con sus manos comenzaba a recorrer su espalda hasta detenerse en su cintura, en verdad lo amaba y no podía desprenderse de el, incluso también pensó en llevárselo a la maleza y hacer toda clase de travesuras en aquella salvaje área, después de todo ese tipo de actividades al aire libre causaban en el rubio una gran excitación, juraba que de no ser por la presencia de su hija no se hubiera contenido de tal manera, terminó dándole una ligera mordida al cuello de su prometido para finalmente prestarle un poco de atención al asunto

-El suertudo soy yo querido – dijo sonriendo – de no haberte encontrado aquel día no se donde estaría ahora, seguramente hubiera regresado al pasado en el evento del ministerio de magia – recordó con dolor aquella batalla y la manera en que Laura y Mack le habían mostrado la verdad sobre su desaparición – en fi, ¿hija estás bien?

Vio a Ashley quien había apartado un poco la mirada y comenzaba a sentirse un poco incomoda con la situación tan empalagosa de los prometidos, se disculpó al respecto y procuró no actuar tan afectivamente en aquella situación después de todo la selva guardaba secretos que estaban por descubrir – seguramente ya llegará – dijo refiriéndose a la situación de la demora de Melrose con quien no había interactuado mucho pese a pertenecer al mismo bando -  ahora, me gustaría saber más sobre el motivo que nos ha traído aquí – dijo nuevamente mirando a su prometido – se que el MACUSA siempre tiene sorpresas para los que aceptan sus misiones pero no me puedo imaginar sobre el motivo que nos trae hasta acá.

Comenzó a caminar por el territorio tratando de reconocer la presencia de magia oscura o peligros que pudieran causarles daños y pese a que tenía sus poderes de la orden oscura prefirió no usarlos ya que no quería invocar presencias ajenas al lugar.

[Cillian Haughton]

Y entonces un nuevo ruido llamó su atención, algo parecía estar esperándolos dentro de la selva así que debían estar preparados para cualquier cosa. ¿Serían los centauros? Tendría sentido que lo fuera ya que era a ellos a quienes estaban pensando visitar. Escuchó lo que Ludwig tenía por decir y se sentía bien al saber que pensaba de esa forma, ya que al parecer el destino se había encargado de reunirlos y ahora ellos estaban ahí listos para apoyarse el uno al otro.

— Sí, estoy seguro de que ya no debe tardar, pero igual debemos seguir esperando. Siento que si nos adentramos en la selva sin estar completos al final sería bastante difícil el terminar de reunirnos.

La charla los llevó de nuevo a hablar sobre el MACUSA, nadie entendía en realidad porque el gobierno americano era el encargado de lanzar todas aquellas misiones, pero no tenía sentido averiguar demasiado. Podría decirse que lo que importaba era que las misiones estuvieran ahí y que existían recompensas por cumplirlas con éxito. Le indicó tanto a Ludwig como a Ashley que no sé separaran demasiado del grupo, a cada segundo que pasaban en aquel lugar se sentía un tanto menos seguro. 

Parecía ser que todo el poder que residía en aquella selva se estaba concentrando en ellos como tratando de advertirles del peligro al que se enfrentarían si terminaban adentrándose a la selva. Pero en aquel momento ya no había vuelta atrás, por lo menos para Cillian que había decidido llegar tan lejos como le fuera posible en aquella misión. Descubriría lo que aquellos Centauros ocultaban y cobraría la recompensa costará lo que le costará.

— Esperaremos un poco más, Melrose nunca queda mal o por lo menos eso es lo que creo.

Lo cierto es que no la conocía tanto como le gustaría, pero confíaba en ella aún así. ¿Por qué no hacerlo?  Al fin y al cabo estaban en el mismo bando y estaban ahí para apoyarse.

[Melrose Moody]

Melrose recibe el mensaje sin estar segura de qué esperar pero apenas se pone al tanto de la situación, su cabeza se inclina un poco mientras, desde la cocina, le llega el agradable olor de la cena. Richard está parloteando con Catherine y Ellie, si bien la última no luce muy cómoda en presencia del brujo. Melrose intenta no sentirse tentada a ser arrastrada por ese cálido ambiente familiar. Tiene que pensar.

Aprovechando la ventana abierta, salta hacia el exterior. Su familia ya está acostumbrada a su actitud inusitada así que aún si han escuchado algo, no le dicen nada. Melrose piensa en el mensaje que le ha enviado el patronus de Cillian varias veces, evaluando sus posibilidades. La cuestión es que, en lo que a ella concierne, está segura de haber visitado ese bosque antes. En sus memorias, acudió allí con Richard y habían más personas (¿acaso no había estado allí Hessenordwood, ese pálido hombre inglés al que Richard le tenía tanto encono, o cuanto mínimo desconfianza?). Sin embargo, sus memorias son difusas, no es capaz de recordar con claridad.

Vuelve la cabeza hacia la cabaña y decide que será mejor no tener cena. Su estómago ruge enseguida como si quisiera quejarse pero ella se limita a convocar su faltriquera para los snacks. Luego, se escabulle hacia la cabaña de las pociones, donde encuentra sus libros y anillos Uzza. Pensándolo mejor, no parece buena idea mantenerlos allí ya que esa construcción está en constante amenaza de explosión pero es algo que tendrá que corregir al volver. Considera avisar a su familia pero al final decide que será mejor no hacerlo. Se cala la mochila y abre el portal uzza para partir. 

Por precaución, decide aparecer en una distancia prudente al bosque y correr desde allí. Supone que será la última en llegar, puesto que el patronus debe haberse tomado algún tiempo en llegar hasta su residencia en Luss, a menos claro que hubiesen más personas del grupo que viviesen en el extranjero. De todos modos, apura el paso y pronto está cruzando los oscuros linderos. Ha caído la noche por completo. En Alemania no se aprecia el cálido atardecer que había tenido en Luss si no que es noche cerrada. Melrose se extraña de que sus compañeros no hayan hecho ningún fuego. Es probable que sea para no atraer miradas indeseadas pero también dificulta su búsqueda.

Al final, termina por tropezar con ellos casi de improviso en medio de su alocada carrera. No habían avanzado mucho desde los linderos y se encontraban vagando muy cerca de un bonito claro que no tiene demasiada vegetación pero sí un agradable círculo de piedras que ellos no parecían haber notado. Se encontraba en la parte más cercana a los linderos. Poco más allá, el bosque vuelve a abrirse hacia el claro que Melrose viera mientras buscaba.  

—Hola.

Melrose puede escuchar un sonido de sorpresa pero no quién lo produjo. De todos modos, sonríe y se aproxima con cautela luego de realizar un lumus. Les explica que su mensaje tardó por encontrarse en el extranjero y que podrían acomodarse unos momentos en el claro que ella viera antes, para cenar. No es demasiado expresiva ni tampoco cerrada; no ha tenido oportunidad de tratar mucho ni con Malfoy ni con Haughton ni tampoco con la muchacha Dumbledore de quienes reconoce aspecto y nombre por misiones pasadas pero no demasiado sobre ellos mismos. Supone que debe haber un motivo por el cual fue invitada así que su ánimo permanece jovial mientras aguarda una respuesta. 

[Cillian Haughton]

— ¡Melrose! Hola…

Se acercó hasta la chica y extendió su mano para saludarla. No sabía mucho sobre ella, pocas veces se habían cruzado, pero sabía que podía confiar en ella. El recuerdo más reciente que tenía con ella era en París, durante aquella noche en que se habían vuelto en aquel extraño juego entre bandos en el que se dedicaban a intentar conquistar los lugares más emblemáticos de la capital francesa. Habían hablado poco en esa ocasión también, solo durante la reunión principal en la que se habían puesto de acuerdo para saber exactamente lo que harían durante las próximas horas.

— Te estábamos esperando, me alegro de que hayas llegado —seguramente en aquel momento la chica se estaba preguntando porqué es que la habían llamado, era la única en el grupo que se podía considerar extraña, pero de alguna forma para él no lo era. No la conocía, pero por lo menos lo parecía y eso lograba que sintiera de alguna forma alguna extraña conexión con la Moody—. Tenemos aún un poco de tiempo antes de comenzar con la avanzada, sabes por qué estás aquí, ¿no?

Bueno, sabía lo básico, lo que él le había explicado en su llamado pero seguro que en aquel momento estaba igual que todos los demás presentes en el lugar. Sabían que había un secreto, que tenían que adentrarse a aquella extraña selva para descubrirlo y que sin duda tendrían que enfrentarse a diversas y peligrosas criaturas mágicas hasta llegar a lo que serían posiblemente su enemigo final; los Centauros.

— Bueno, creo que solo el MACUSA sabe realmente lo que hacemos aquí… Y bueno, en realidad nosotros solo somos un tipo de conejillo de indias que no les importa sacrificar para conseguir lo que ellos quieren —lo decía en broma, pero no tanto.

Cuando terminó de hablar el ruido que se venía escuchando desde hacía ya un par de minutos volvió a surgir. ¿De dónde demonios venía y por qué aquel que los vigilaba estaba siendo tan descuidado al hacer tanto ruido a su paso?

[Ashley Emily Black Lestrange M.]

Ashley escucho cada una de las recomendaciones que Cillian le estaba dando, y tenia gran razón si ellos se movían del lugar tal vez Melrose y su Padre tardarían más en dar con ellos - Es verdad, es mejor esperarlos y estar atentos por cualquier criatura extraña que quisiera atacarnos -. Después de decir algunas palabras Ashley giro la mirada al lado contrario de Cillian para estar vigilando cada ángulo posible, en aquel momento lo que faltaba eran ojos para cuidar gran parte del bosque oscuro.

Mientras el Rubio y la ojiverde estaban en guardia, la figura de un hombre se visualizo a lo lejos, en un instante Cillian ya no estaba cerca de Ashley esté se encontraba ya dando la bienvenida al recién llegado que se trataba nada más y menos que el Padre Ludwig, la bruja un poco nerviosa por aquella escena amorosa de los prometidos giro su mirada al otro extremo para darles un poco de privacidad. Empezó a juguetear con su pie derecho con el poco de tierra, los tórtolos empezaron a decir algunas palabras lo que hizo que la Malfoy girara la mirada.

- Hola, padre - fue lo primero que dijo - Estábamos un poco preocupados. - Estaba por terminar su frase cuando la figura de Melrose se apareció en el lugar,  el equipo estaba completo - ¡Melrose bienvenida!, me alegra que llegaron los dos. - Después de dar la bienvenida a su Padre y a Melrose, Cillian dio la información con la que contaba de sobre la misión, estaba relacionado con un secreto el cual estaba guardando los centauros.

El momento de partir para iniciar su aventura estaba por iniciar, Ashley se alisto mientras escuchaba atenta cada una de las palabras de Cillian, que era él que estaba guiando aquella misión. La cabeza de la joven solo estaba dando vueltas que secreto podrían guardar aquella criaturas mágicas, ella sabia que los Centauros eran seres astrólogos, con mentes profundas y totalmente inteligentes.

- Estoy lista, para iniciar la aventura - Dijo Ashley alzando su mano derecha con mucha actitud.

[Cillian Haughton]

— Creo que estamos todos listos.

Todos a quienes había llamado estaban ya reunidos en aquel claro de la selva negra alemana. ¿Hacía donde debían avanzar? No lo sabía con exactitud, el MACUSA no le había dado tanta información sobre el tema así que al parecer tendrían que ir un poco a oscuras en todo aquello de descubrir donde era que los Centauros se ocultaban.

— Entonces, creo que es hora de ponernos en marcha —comentó un tanto inseguro de lo que estaba diciendo—. ¿Lo han escuchado?

De nuevo aquel extraño ruido que lo había estado inquietando desde hacía ya varios minutos. ¿Qué sería aquello que los estaba observando desde la oscuridad de la selva? Negó, sabía que sería peligroso pero la opción más obvia a tomar era dirigirse hacia donde aquel extraño ruido surgía. ¿Qué los estaría esperando ahí? No tenía ni idea, aquella selva podría estar llena de un montón de distintas criaturas mágicas y estaba seguro de que serían bastante pocas las que serían realmente buenas.

— Creo que debemos ir hacia allá. Hacia donde van las arañas.

No lo había notado, pero de un momento a otro el claro se había llenado por completo de arañas que parecían querer indicarles hacia donde debían ir. ¿Y por qué tenían que ser arañas? No le gustaban las arañas y seguro que no era el único en aquel grupo que no gustaba de aquellas pequeñas criaturas.

— ¿No les parece esto un tanto conocido? Creo que al trío le paso algo parecido durante su estancia en Hogwarts… Y si es así, creo que no nos va a gustar lo que encontraremos en el lugar hacia donde nos dirigimos.

Pero tenían que ir hacia ahí, no había otra opción, aquella era su única opción en aquel momento a tomar y donde seguro comenzaría su aventura en aquella selva. Por un momento pensó en qué si todo aquello valdría la pena al final, esperaba que fuera así realmente. Le pidió a el grupo que lo siguiera, el tomaría la delantera.

[Ashley Emily Black Lestrange M.]

El grupo estaba completo y podrían iniciar aquella travesía, Melrose era una de las nuevas que se integraban al grupo por otra parte tanto como Cillian, Lugwig y Ashley ya tenia varias aventuras juntos y estaba segura que aquella seria una gran aventura, estaba por iniciar a caminar cuando nuevamente se escucho aquel sonido que escuchado Cillian y Ashley cuando estaban a la espera de los otros dos integrantes, la bruja confirmo moviendo la cabeza, laque ruido parecía estar un poco más cerca de ellos, el primero el hablar fue el Dumbledore sugiriendo que debían seguir las pequeñas arañas que estaban a un costado del caminos, aquellos animales eran tan pequeños que apenas y podían verlos.

-¿Arañas?- Pregunto la ojiverde después de escuchar al rubio comentar sobre la historia de trio en su épocas de estudiantes en el colegio de Hogwarts - Si la historia es algo parecido, estoy segura que algo no anda bien - dijo dando un gran suspiro, pero bien sabia que tenían que seguir aquellas criaturas ya que les darían respuesta para poder resolver aquel secreto, motivo que los llevo aquella selva. Ashley se coloco justo atrás de Cillian que ya seguía las arañas, para ser una bruja era uno de los animales a los cuales Ashley les temía y más por algunas leyendas que escucha de pequeña.

EL Cuarteto de aventuremos avanzaron gran parte del camino las pequeñas arañas ya no era miniaturas ya eran de gran tamaño, fue entonces que Ashley dijo - Creo que no debimos seguirlas, me temo que la historia del trio es muy similar a esta, o es un dejavú - Dijo mientras apuntaba a todos, empezaban a salir de una pequeña cueva grandes arañas que los miraban como un tipo de comida y era evidente que el ruido tal vez provenía de aquella cueva.

- Debemos irnos y buscar otro cam...- La Malfoy no pudo terminar su frase anunciando la retirada del lugar cuando una gran araña estaba justo enfrente de ellos, era enorme, un par de colmillos que sobresalían dando temor a sus presas, pero esto no era todo la acompañaban un ejercito enorme de arañas que estaban siguiendo y protegiéndola en caso que alguno de nosotros pudiéramos atacar.

[Cillian Haughton]

El avance del grupo fue lento, seguían a las arañas con cuidado de no dañarlas. ¿Los llevarían hasta su nido? Aquel donde se encontrarían sin duda con una acromántula. Tomó la mano de Ashley que se había posicionado justo detrás de él durante el camino hacia aquella extraña cueva a la cual se dirigían las arañas.

— Creo que es demasiado tarde para eso —murmuró una vez que escucho las palabras entrecortadas de Ashley—. No podemos regresar por donde hemos venido, tenemos que buscar una salida alterna… O moriremos aquí.

Si bien durante el camino las arañas habían ido aumentando gradualmente de tamaño, nada los había preparado para aquello que estaba en ese momento frente a sus ojos. ¿Argon? ¿Sería la misma araña a la que el trío dorado había tenido que enfrentarse durante sus años en Hogwarts? Negó, tenían que hacer algo rápido. ¿Qué debían hacer ahora? No tenían hacia donde escapar y la única forma de hacerlo era invocar algún tipo de pasadizo secreto.

La gran araña comenzaba a moverse poco a poco, al parecer los habían llevado hasta ese lugar para convertirlos en el alimento de aquella criatura y si no actuaban con rapidez así terminaría siendo. Cada vez el circulo donde el cuarteto se encontraba se iba a haciendo más y más pequeño. Y la acromántula estaba cada vez más cerca de ellos, aunque su avance era realmente lento.

— Creo que la única forma de salir de aquí es invocar algún tipo de pasadizo secreto que nos permita irnos sin más… —Dejó escapar un suspiro, nunca había hecho algo de ese tipo—. Pero no un portal cualquiera, supongo que eso no lo podríamos hacer aquí y lo más seguro es que necesitemos combinar nuestro poder para lograr algo que nos sea realmente de ayuda.

Y ya tenían poco tiempo para hacerlo, las arañas los tenían completamente rodeadas y Argon se encontraba ya a solo un par de metros de distancia lista para devorarlos completo.

[Ludwig Malfoy]