El secreto de los Centauros

[Ashley Emily Black Lestrange M.]

[Cillian Haughton]

[Melrose Moody]

[Cillian Haughton]

En medio de la desesperación, el rubio había comenzado a lanzar hechizos a diestra y siniestra contra las arañas que estaban más cerca del grupo, con la intención de mantenerlas al margen. Tenían que salir vivos de ahí, tenían que hacer todo lo posible para seguir avanzado y lograr descubrir aquella profecía que los Centauros le estaban ocultado al gobierno mágico. Argon avanzaba cada vez más rápido y el grupo estaba ya un tanto desesperado, pero aún así se mantenían firmes en su intento de salir de ahí.

— Miren, lo estamos logrando…

Un pasadizo secreto comenzaba a abrirse justo en frente a ellos, lograrían salir de ahí si seguían a ese ritmo. ¿Cómo es que lo habían descubierto? La verdad es que ni ellos mismos lo sabían, pero seguro que el MACUSA se había encargado de poner ese pasadizo ahí, así como de implantar la información sobre el mismo en alguna parte de la memoria del grupo. Demasiado loco, sí, pero en aquel momento al rubio no se le ocurría ninguna otra forma en que aquello fuera posible.

— Esta abierto, lo logramos… Venga Ashley, tú primero. Melrose tu después de ella y después Ludwig, al último iré yo.

¿Por qué había elegido ir el al último si siempre intentaba no hacer nada peligroso? Desde que se había unido a los paladines, se había vuelto un poco más valiente y siempre tenía un extraño sentimiento de querer proteger a todos a su lado. Espero hasta que todos salieron de aquella cueva y al final lanzó un hechizo de fuego hacia las arañas, esperaba que eso sirviera para no tener que enfrentarse de nuevo con ellas más adelante. Pero estaba seguro de que no sería así, quizá volvería tener que enfrentarse a ellos.

Una vez que salió por el pasadizo secreto, llegaron a un nuevo claro del cual deberían partir en busca de los Centauros. ¿Sería acaso que los encontrarían con facilidad o sería todo lo contrario?

[Melrose Moody]

Melrose asintió con agrado en dirección a Ashley ante la bienvenida y se volvió hacia el sonido que algunos ya habían señalado como extraño. Ludwig Malfoy se colocaba protectoramente junto a su prometido y Cillian Haughton también parecía tener su propia dosis de preocupación. Al escuchar con mayor intensidad, notó el crujido de algo como unas pinzas o unas tenazas...

Lo siguiente que supo, era que estaban cada vez más, rodeados de arañas. Al inicio, llevados por la intriga y la necesidad de avanzar, el grupo decide seguirlas. Melrose se despide de la posibilidad de tener cena y cierra la comitiva siempre observando por encima del hombro. La noche cobra vida con sonidos como ululares y pares de ojos que los espían desde la espesura pero a medida que se van adentrando más en el bosque, de cara a las montañas que antes lucieran lejanas y la brisa arrecia, Melrose se da cuenta de que las cosas no andan bien. Las arañas crecen en tamaño y también parece crecer ese murmullo incesante de molestia. Las arañas normales no hacen ese tipo de sonidos, tan similar al siseo de unas cuerdas vocales.

La bruja intenta no darle importancia, pero se descubre así misma invocando la daga del sacrificio y jugueteando con ella mientras el cúmulo de arañas acrecenta. La marea de arañas los guía hacia algo muy similar a una guarida y es entonces cuando se presenta la acromántula. Empezaron a rodearlos y Melrose se dio cuenta de que en el grupo corría un aire de resignación. Eso la alarmó todavía más que la situación en sí misma, por lo que sus sentidos se agudizaron todavía más: era la reacción de la bestia, siempre dispuesta a plantar batalla cuando la cosa se ponía peliaguda.

—Creo que Cillian tiene razón.

La bruja traza un arco en el aire: es fuego. Las arañas retroceden con quejidos furiosos, los numerosos ojos desorbitados. Lanza la daga de sacrificio de lleno hacia la acromántula para distraerla pues no está segura de que la cuchilla funcione de otro modo en criaturas. Sabe que existen hechizos y magia Uzza más efectivos pero no es momento de ponerse a convocarlos o detenerse a evaluar el más adecuado y ya tiene la daga en la mano. Mientras tanto, realiza lo que Cillian advirtiera: un pasadizo secreto.

Es una jugada arriesgada. Podría no resultar, podría ser simplemente algo que no sirva pues la piedra puede ser más consistente o tal vez no haya forma de trazar una ruta. Lo realiza de todos modos y apresura a los demás a través del agujero en ángulo cerrado. Melrose se desliza por la lisa superficie trazada de manera antinatural y como es ella quien cierra la marcha se encarga de dejar caer las pesadas piedras de lo que antes fuese el suelo sobre las acromántulas que intentan seguirlos. Pregunta en voz alta si todos se encuentran bien, se incorpora, tose a causa de la tierra que se ha levantado por el derrumbe, se sacude la ropa y enciende la varita. El pasillo que creó, es oscuro pero la piedra es lisa y no será difícil caminar.

—Bueno, ahora solo nos queda una dirección.

Los escombros detrás de ellos cerraron la entrada por completo.

[Cillian Haughton]

— Estamos a salvo.

La lucha contra las arañas había sido pesada, Melrose había puesto todo de su parte para aligerarla, así como Ashley y Ludwig, pero aún así aquella situación casi les había costado la vida. Si bien el había pedido a los demás que fueran por delante, al final había sido aquella chica a la que conocía poco la que había tomado de alguna forma el liderato y la verdad es que lo agradecía. El pasadizo secreto por el cual tenían que escapar era oscuro, pero al parecer no sería tan difícil avanzar por él por lo cual se adentró sin pensarlo, esperando a que todos lograran escapar con vida.

Cuando el pasadizo se cerró detrás de ellos no tenían más opción que un tenebroso sendero que los terminaría por llevar a otro claro donde los esperaba el segundo gran reto de esa noche. ¿Lo harían bien? No lo sabía, pero agradecía tener a Melrose en su grupo. Comenzó a caminar lentamente, esperando a que los demás hicieran lo mismo.

— ¿Cuál creen que sea ese secreto que están ocultando los Centauros? Al parecer es un tipo de profecía, pero no tengo ni idea de que pueda tratarse.

Se puso a la misma distancia que Melrose y comenzó a caminar a su lado. Aquella chica estaba relacionada con Pandora, ¿no? Por lo menos eso es lo que pensaba y recordaba. A cada paso que daban, el camino se iba a cerrando más y más lo cual era una señal de que nada bueno les esperaba al final del camino. ¿Se encontrarían por fin con los Centauros? ¿Tendrían que luchar contra alguna otra extraña criatura en su camino hacia el próximo claro?

— Tu conocías a Pandora, ¿no? —comenzó la conversación, esperando volver aquella misión un tanto más ameno, aunque no sabía bien si aquella chica era de las que les gustaba conversar mientras su vida estaba en peligro. El tampoco sabía si era ese tipo de persona, aquella era la primera vez que lo intentaba.

[Melrose Moody]

Tenía que admitir que, de no haber sido por la idea de Cillian, en ese momento podrían haber estado peor que muertos. La bruja se siente aliviada de oír que todos se encuentran a salvo: no es extraño que ella terminara cayendo al último a pesar de haber sido Cillian el último en entrar al túnel: Melrose había tenido suerte de que el mago fuera más rápido que ella o de otro modo podría haberle echado las piedras encima.

—Honestamente, no tengo idea.

Solo cuentan con las luces de las varitas para caminar pero no avanzan tan lento. Es cierto que podrían abrir más luz pero ¿y si terminan atrayendo algo todavía más grande y desagradable que las arañas? Melrose prefiere mantenerse con aquella pálida iluminación. Mientras tanto, también se cuestiona respecto a lo que Cillian ha señalado con prudencia: los centauros. Ella sabe que han venido a develar algo que se encuentra vinculado a ellos pero no tiene idea de qué puede tratarse. A pesar de que en teoría ya estuvo allí una vez, es poco o nada lo que recuerda y eso la inquieta ¿sucederá otra vez? ¿Y cómo puede ser de utilidad para el MACUSA si las personas al salir no recuerdan nada? ¿O solo le sucede a ella?

Por el hecho mismo de haberse quedado ensimismada con la primera pregunta de Cillian, es también que se queda sorprendida de la segunda. Si bien sus lazos con la familia Evans McGonagall han crecido muchísimo, no mucha gente suele preguntarle por Pandora. Sabe que la bruja fue líder de la Orden del Fénix y estuvo estrechamente vinculada con Catherine pero para ella es...

—Su cuadro descansa en el pasillo de honor de la Familia Evans McGonagall —le explica—. Ellsa me invitó a acudir al castillo de esa familia, me dijo que hablase con Elessar para poder formar parte de ella.

La bruja no sabe que más agregar en ese momento. Sabe que hubo una situación difícil e inusitada vinculada con esa bruja, con Madeleine y con Catherine pero desconoce los detalles. De todos modos, agrega:

—Para cuando yo llegué a Londres ella ya había muerto. Uhm... —sus pensamientos se quedan congelados por un instante—. Catherine fue a visitarla al mundo de los muertos y eso es todo lo que sé. De todos modos, su cuadro es bastante agradable. 

Había conversado muchas veces con él, en sus incontables visitas al castillo familiar. Era una bruja curiosa, a veces parlanchina, a veces somera. 

El pasillo parece ensancharse a medida que avanzan ¿será una buena señal?

[Cillian Haughton]

Aquel camino se volvía cada vez más oscuro a cada paso que daban, pero de un momento a otro eso comenzó a revertirse. En lugar de volverse más angosto, el sendero comenzó a ensancharse lo cual quería decir que quizá estaban por llegar a su siguiente destino. Dejó escapar un suspiro, sabía que Pandora había muerto, pero no sabía mucho más que eso, aunque lo cierto es que su relación con aquella bruja tampoco había sido realmente algo relevante.

— Tengo demasiadas cosas que agradecerle a los Evans McGonagall, ¿sabes? En el pasado me han ayudado bastante a revolver pequeños problemas en mi vida, bueno algunos no eran del todo pequeños —observó como Ludwig y Ashley caminaban delante ellos, tomando en aquel momento la primera guardia—. Aunque lo cierto es que mi relación con Pandora nunca fue realmente algo estable, con quien tenía una relación realmente estrecha es con Bel. La conoces, ¿no?

Lo último que había sabido de ella es que había perdido sus poderes y que se había confinado en el castillo de su familia. ¿Estaría todavía ahí? Quizá y cuando aquella misión terminara sería bueno visitarla y ponerse un poco al día. En su avanzada varias criaturas inofensivas se cruzaron por su camino, por suerte no habían tenido que enfrentarse a un nuevo reto, aunque estaba casi seguro de que las acromántulas no serían las últimas criaturas peligrosas contra las que tendrían que pelear.

— Fuimos compañeros de Departamento en el Ministerio de Magia hace un par de años, cuando se podría decir que todo estaba bien —dejó escapar un resoplido, ¿qué todo estaba bien? El mundo mágico tenía bastante tiempo yéndose al ca***o solo que en esos últimos años todo se sentía un poco más fuerte—. La última vez que la vi fue hace un par de meses, pero desde entonces he perdido todo el contacto con ella.

Con ella y con casi todas las personas que habían sido parte de su pasado.

[Melrose Moody]

Melrose asintió. La bruja pelirroja, ahora desprovista de magia, a pesar de su situación de desbarajuste seguía siendo el engrudo familiar, manteniendo a los volátiles Evans McGonagall en cierto grado de unión. Melrose se dio cuenta también de que, si conocía a algunas personas del círculo social londinense, era en mucho gracias a ella. 

Mientras intenta pensar en algo relevante qué decir, quizá alguna noticia respecto al estado de Bel, Melrose se distrae un poco con las criaturillas que husmean desde la oscuridad. No son amenazantes: tímidos escarbatos, pequeños gusarajos y un topo. Intentaba devanarse los sesos para tener algo que informar pero lo cierto es que ella misma vivía algo desconectada no solo de las noticias de su familia, si no del mundo en general. Era el precio a pagar por la ocupación que tenía: muchas veces, las noticias que tenía para compartir eran solo de su ámbito de expertise. 

—Bel es una matriarca dedicada —dijo entonces, pensando en que podía hacer un esfuerzo por decir algo de mayor importancia—. Estoy segura de que estaría encantada de recibirte en el castillo —Melrose pensó en la bruja, en cómo atendía su pequeño huerto y la forma en que los bowtruckles poblaban ese cuadrilátero del castillo en abundancia—. Aún sin magia, es una anfitriona muy capaz.

Quiso agregar que también resultaba que tenía muchos asuntos en Londres a pesar de su retiro pero antes de que pudiera decirlo, alcanzaron un claro otra vez. Melrose no estaba segura de si habían salido al otro lado de la montaña o era solo parte de la engañosa magia del bosque pero decidió que eso no importaba de momento. Dejó su varita encendida, estiró los brazos y respiró el aire puro de la noche. Se volvió para explorar el abrigo rocoso de la montaña pero no había señal de las acromántulas, así que suponía que no podrían rastrearlos hasta allí.

—¿Ahora qué?

[Ludwig Malfoy]

No podía creerlo no tenía idea de donde habían salido tantas acromantulas ni cómo siquiera habían sido tan fuertes como para derrotarlas a todas, bien sabía que la fuerza de todos se había incrementado con el tiempo, ya no eran los mismos magos que alguna vez fueron, todas las aventuras y experiencias habían forzado que todos maduraran y ahora tuvieran la fuerza necesaria para derrotar a aquella clase de criaturas y aún así se sentía impresionado con ver sus resultados puestos en práctica, una vez que esas arañas fueron derrotadas corrió hacia su novio y prometido y lo abrazó y besó como si no lo hubiera hecho en muchos años.

- ¿Estás bien, no te lastimaron? - decía mientras inspeccionaba a Cillian y pues a cabeza esperando encontrar algún rasguño o herida pero aparentemente todo estaba en orden, se alegró y siguió con las indicaciones del Haughton quien había tomado el liderazgo de la misión. El pasadizo se abrió frente a ellos y comenzaron a caminar en línea con varita en alto y sin perder por un solo momento la vista y todos los demás sentidos en el camino. Estaba seguro que si aquellos centauros querían proteger algo lo harían de una manera celosa y terrible así que no debían confiarse en ningún momento.

Mientras avanzaban Cillian y Melrose empezaron a platicar sobre asuntos del pasado que si bien el rubio no conocía del todo, le causaban interés en cualquier caso prefería mantener la distancia y observar, tampoco quería que Ashley estuviera sola hasta en frente así que prefirió cambiar de posición con ella - creo que yo debería ir en frente en cualquier caso yo sería el primero en ver o recibir ataques y tú estarás a salvo - colocó a su hija a su espalda y continuaron caminando - sea lo que sea que estén ocultando debe ser algo muy peligroso o escandaloso, los centauros son criaturas muy inteligentes y no actúan solo porque si, algo los motivó a guardar aquel secreto y no nos lo revelaran tan fácilmente, debemos estar preparados para pelear en caso de que sea necesario - dijo a su equipo interrumpiendo la conversación de Melrose y su prometido.