Aventura Mortífaga 15 — Choque de Clanes

[Mael Blackfyre]

La magia era mucho más complicada de lo que comprendían las brujas y magos. Aquel juramento que había hecho con Mica nos conectaba más que las promesas que habíamos hecho, así que era lógico que ante la necesidad de llamarnos, pudiéramos llegar al otro sin problema. Había aparecido cerca de los terrenos de la Potter Blue, caminé hasta la entrada para llegar a aquel patio de armas que presentaba a la mansión y fue donde apareció Mica, tan repentina que me recibió con un pequeño empujón. Emití una sonrisa. ¿Alguna vez había visto a alguien tan torpe? Pero perceptiva.

— ¿Cómo lo sabes? Arya no apareció nunca más. Y no encontramos la mitad de la calavera de kaiser que nos encomendaron encontrar —la miré detenidamente. Ella era la primera que habían enviado y que misteriosamente jamás la había llevado. Desde aquel entonces Sagitas no había aparecido y ahora había un gran problema dentro de la Marca —. Los líderes de los clanes están discutiendo sobre quién debe ser el nuevo líder tras la desaparición de Arya. Sagitas no está y no logramos resolver lo de aquel objeto de kaiser. Estoy seguro que todo está relacionado, así que eso es lo que podemos encontrar en la Potter Blue. ¿Crees que es algo muy loco de pensar?

Hasta aquel momento nadie de los que se habían presentado en la Fortaleza Oscura me había seguido los pasos. No estaba seguro si era porque no les interesaba o les daba miedo pero estaba en lo cierto si pensaba que cualquier decisión que tomáramos dentro de la Marca podría traer consecuencias severas. Los clanes siempre habían sido equilibrados al igual que quien llevaba el liderato. Así que le hice una seña a Mica para adentrarnos en la mansión. Aquel gran patio era hermoso pero lo dejamos atrás cuando decidimos entrar. Había una gran sala en la que en el fondo se podía ver vida vegetal. ¿Escaleras arriba que había? “Allí” le señalé a Mica para subir e ir a lo que parecía una biblioteca. ¿Qué podriamos encontrar? Aquel sitio estaba realmente vacío.

@ Mica Gryffindor

[Sagitas E. Potter Blue]

 

Ese agradable momento en el que todo está en silencio, el niño con su hermano de paseo, viviendo en la otra mansión; los elfos a sus cosas y yo, deseando una taza de té verde y unas gotitas de limón, con muchos azucarillos, mirando por la ventana y añorando el fresco del día en la piel, algo que se agradecería por el calor que solía hacer aquellos días... Pues sí, fue un agradable momento el que se vislumbró en mi mente hasta que sentí la entrada de extraños.

En mi mansión.

En la "Ojo Loco".

Me hubiera gustado apretar la mandíbula, pero en esta existencia, no me era posible. ¿Quién se atrevía a entrar en mi casa sin ser invitado? Pero entonces, sentí la voz, mejor dicho, la esencia inconfundible de mi compañero de bando. De Gondor. Eso alteró toda la calma con la que había conseguido sobrellevar aquella situación, tras lo sucedido en la búsqueda de la calavera de Kaiser, cuando, de alguna manera... desaparecí.

¡Maldito Kaiser y maldito cuervo que tenía pegado en ella! No puedo explicar cómo sucedió aunque sí el porqué: porque no estábamos unidos. Los clanes se estaban alejando desde que Arya había desaparecido como líder. La fuerza de los dos LT no era suficiente para mantenerles unidos, aunque sí hacíamos de una especie de aglutinante que los manteníamos juntos, a la espera que, de un momento a otro, apareciera la fuerza común para volver a ser unidad.

Por ello, ver llegar a Mael con una de las compañeras de bando, Mica Gryffindor, me llenó de esperanza. Con un poco de suerte, "me encontraría" y me sacaría de donde estaba confinada, en aquel ser-noser-noestar en la que había caído y en la que me encontraba atrapada.

-- ¡¡Mael, Mael!! ¡Estoy aquí! ¿Me ves?

Por mucho que golpeaba la supuesta pared de mi cuarto, yo sabía que no existía en este plano y que nadie me veía, nadie me oía, nadie sabía que había desaparecido. Bueno, eso tal vez sí, tal vez fuera el motivo por el que Mael venía a la mansión "Ojo Loco". Tal vez supiera cómo sacarme y volverme al mundo de los que están con él, en el bando, no en aquella Nada.

 

(🐍)

[Mica Gryffindor]

Como siempre, la presencia de Mael le infundía una tranquilidad difícil de poner en palabras. La hacía sentir mucho más fuerte y confiada a la hora de indagar y expresar sus intuiciones. No estaba segura de a qué se debía, pero sí de que tenía que ver con que él había sido el único que demostró, a su tiempo, que no la dejaría caer pasase lo que pasase. No dependía del juramento entre ambos, de la magia que habían decidido los uniría para no herir el uno al otro. Magia que ya no tenía sentido, encontrándose ambos del mismo lado del camino, pero que resignificaba su vínculo de un modo que solo ambos conocían.

Tomó la información que le dio Mael sin saber bien si tenía relación alguna con lo que estaba sintiendo. No dijo nada, comprendía el caos en que estaba entrando el bando en ese momento y que lo mejor sería intentar calmarlo si no querían que ese fuese el fin de la Marca Tenebrosa y todas sus metas. Hombres y mujeres con el espíritu de los mortífagos y tan distintas intenciones, sedientos de poder y nublados por la oscuridad, podían llegar a causar estragos, más aún luchando entre ellos. 

Se mordió el labio inferior y negó con la cabeza lentamente, la situación se parecía mucho a la de la Orden del Fénix, a fin de cuentas. La oscuridad estaba en ambos lados y la misma sed de poder podía reconocerla entre sus ex compañeros sin dificultad alguna. 

Ingresó detrás del Lugarteniente en la mansión Potter Blue... "La Ojo Loco" como la había conocido en sus años de juventud. Podía recordar momentos vividos allí, compartidos con la ex ministra cuando la vida parecía ser tan diferente... No era ajena al manto de oscuridad que lo cubría todo. Con cada paso se sentía más segura de que una maldición extraña estaba presente en esos terrenos.

Asintió ante la indicación de su compañero, tomando la senda hacia esa especie de biblioteca. ¿Los demás dónde estaban? ¿Acaso Mael no los había convocado?

-¿Dónde está Sagitas? -sentía como si en cualquier momento la matriarca los fuese a sorprender, indagando sobre su intromisión. Miró alrededor, casi segura de estar siendo observada por alguien más. No estaban solos, aunque eso parecía, lo intuía, lo sentía... 

@ Sagitas E. Potter Blue  @ Mael Blackfyre

[Kahlan Blackthorn]

 

—Intente hacerlo, pero no se me tomo en cuenta—respondió sin darle más atención al asunto. No se le antojaba entrar en dimes y diretes con Mael. Ya el tiempo se encargaria de acomodar las cosas en el sitio que le correspondía. El tema de la calavera de Káiser captó de inmediato su atención, el hacerse con un objeto que perteneció a un antiguo líder era algo de sumo valor y no precisamente se encaminaba por el monetario.

Posiblemente una maldición o conjuro reposaba en ella y desencadenó ese conflicto entre los líderes de los clanes. Hoy en día nada podía desecharse ante la situación que aquejaba al bando tenebroso, disputas que poco a poco abrían una brecha más grande e imposible de sellar sino se tomaban cartas en el asunto. 

—Vayamos con Sagitas, pues...—encogiéndose de hombros, accedía a trabajar en equipo. Asra confiaba en la Ángel Caído, depositando en ella el poder que poco a poco tomaba forma a través del navío que tenía tatuado en el cuerpo. Las olas del mar eran oscuras, sinuosas y desconocidas, para aquellos que no conocían los secretos que pertenecían a los Senescales de Caronte desde hace años. 

Las almas eran sus fieles compañeras, demonios se arremolinaban entorno a sus cuerpos—Los veré ahí, tengo algo que resolver antes—dibujándose en sus labios una lóbrega sonrisa. Encaminó sus pasos hacia la salida, desapareciendo al poner un pie fuera de ese lugar, alejándose de miradas indiscretas que comenzaban a causarle un malestar bastante incómodo. 

Las ruinas del Necrofago tenían su historia, leyendas que relataban las proezas de los antiguos líderes de la marca tenebrosa. Trayendo a su presente aquel fragmento que leyera en un tomo de hojas amarillentas y tapa roida por el tiempo—Káiser, Seamus, Nomak, Crazy—esos nombres brotaron de sus labios como lo hace la ponzoña de los colmillos de una serpiente. Dirigiendose hacia la torre más antigua, confiaba en que ahí existía parte de la calavera de Káiser.

Alguna pista o señal que indicara quien la hurto y ¿Por qué razón la llevó consigo a lucifer sabe donde?. La interrogante quedó flotando en el aire como las hijas secas de los árboles muertos que yacían dentro de la zona donde reposaban los restos de los mortífagos caídos en el campo de batalla, héroes que ayudaron a preservar el legado que dentro de poco tiempo volvería a tomar el control total del mundo mágico. 

@ Mael Blackfyre  @ Sagitas E. Potter Blue  @ Anthony Ryvak Dracony  @ Mica Gryffindor  @ Datura

[Mael Blackfyre]

No tardamos demasiado tiempo en llegar a aquella biblioteca. No le tenía nada que envidiar a la biblioteca de la noche de los nosferatu. Aquel sitio era claramente digno de la mansión, incluso lo hallaba más cómodo que el de la Gryffindor. Nos adentramos con Mica y me agradó la tranquilidad que manejaba aquella muchacha. No se había alterado en ningún momento y era la única de todo el grupo que me había seguido, que le interesaba solucionar algo de todo lo que ocurría. ¿Al resto podía considerarlos traidores? Esperaba que no.

Giré la cabeza de golpe en cuanto Mica preguntó por Sagitas. ¿Ella también lo había sentido? Parecía como si alguien estuviera vigilándonos desde las sombras. Miré hacia un lado y el otro pero no había nada ni nadie.

— ¿También lo has sentido? —le pregunté para estar seguro de lo que ocurría, aunque eran muchas cosas. Saqué mi varita, no sentía algún peligro inminente pero sí adrenalina. Respiré profundamente y miré detalladamente todo. ¿Qué ocurría? Tal vez lo que estaba haciendo era demasiado incoherente pero tenía que intentarlo. Moví la varita de un lado a otro, apuntando a una pequeña mesita donde había un velador. Era un encantamiento invocador simple. Claramente me estaba aprovechando de mis poderes como lugarteniente al invocar la primera mitad de la calavera de Kaiser que había encontrado Eterno y había logrado resguardar en la Fortaleza Oscura—. Tengo que intentarlo. Es una corazonada.

Le expliqué a Mica volviendo a enfocarme en esa primera mitad de calavera. La observé. Alguien había logrado obtenerla y mientras intentábamos encontrarla, no solo la había partido a la mitad, sino que se la había llevado a otro sitio. Murmuré una especie de conjuro que intuía que servía. “Puri Rioma Taero Grafnal”. La calavera brilló con una tenue luz dorada y a unos metros, detrás de unos libros en una de las biblioteca se movieron y salieron expulsados en el aire y cayeron al suelo, mostrando un objeto que sobrevolaba la distancia y aterrizaba al lado de la otra. La otra mitad de la calavera. Dentro de la Potter Blue. Me quedé atónito, creyendo que aquello no iba a funcionar.

— ¿Sagitas? —murmuré. Cerca de aquella misma biblioteca una silueta claramente de una bruja de cabellos violetas aparecía. Un acto seguido del otro.

[Mica Gryffindor]

Él preguntó si "lo había sentido" y supo, entonces, que no había sido solo impresión suya. Asintió, muy desorientada, aún sin detectar desde dónde los veían. 

No dijo nada más, mientras Mael se encargaba de hacer movimientos con su varita, sin explicarle qué estaba haciendo. Confiaba en él, se sentía segura. Contempló cómo aparecía aquella primera mitad de la calavera, sospechando que se trataba de aquella que le habían encargado con anterioridad. Sintió la tentación de acercarse a tomarla, a tomar ese objeto que tanto había dañado su reputación en el bando y hacerla añicos... pero algo más estaba pasando.

-¿Y sentir "corazonadas" sí puedes? -se permitió bromear, mientras lo veía moviendo la varita al tiempo que pronunciaba aquellas extrañas palabras. Fue instantáneo y confuso: la mitad de la calavera empezó a destellar, al tiempo que estruendosamente caían varios libros desde una repisa. La otra mitad de calavera llegó junto a la ya encontrada, uniéndose frente a sus ojos. 

La voz de Mael la hizo sobresaltarse, embobada como estaba en ese suceso. ¿Sagitas? ¿Dónde? Giró para ver a la pelivioleta, de pie a pocos pasos, muy cercana a la ubicación en desde donde había sentido que alguien los vigilaba. ¿Acaso había usado una capa de invisibilidad o algo similar?

-¿Qué está pasando? ¿Esa cosa estuvo siempre aquí? ¿Me inculparon? -su mente empezaba a unir la información con que contaba.

[Kahlan Blackthorn]

 

Un bombardeo furtivo de recuerdos de agolpó en su cabeza, semejando ser una flotilla de barcos de guerra. Ni los corsarios que solían protagonizar las historias que leía a altas horas de la noche se mostraban tan organizados y preparados para lanzar un ataque sin dar espacio a que se pudiera defender de aquello— La época dorada, no es más que una postal que ha quedado arrumbada dentro de un librero apolillado y polvoriento—soltaba sin una sola expresión detrás de la máscara. Hysy era la viva imagen de lo que no se podía expresar con palabras o gestos, ni la más elaborada gesticulación delante de un espejo daría con lo que pensaba o intentaba expresar en esos instantes.

El verse ahí sin la menor idea de donde estaba escondida la Calavera de Kaiser y peor aún desconociendo el rumbo que tomaría el bando al perteneció desde que llego al mundo mágico. Naciendo de la oscuridad más pura y atemorizante, envolviéndose en un manto de exigencias que para ella era la máxima más grande que regía su nexo con el bando tenebroso— A saber, donde demonios se ha metido esa dichosa calavera o la han ido a refundir—refunfuño con los ojos clavados en la varita que descansaba en su surda. Sintiendo de nueva cuenta sobre ella ese par de ojos curiosos tentada a sacarlos de sus cuencas con un tenedor y dárselos como merienda a sus dragones. 

Meleys aguardaba junto con Syrax fuera de las ruinas del Necrófago, escuchando a lo lejos el rugido del resto de sus dragones. Al parecer habían encontrado algo con lo que darle forma a la búsqueda que emprendería— Dejaremos para otro momento la visita a la mansión de Sagitas, prefiero ir en busca de la dichosa reliquia a dejar que ande en manos equivocadas dando tumbos por todo Londres—acariciando con las yemas de sus dedos el amuleto que le ayudaba a tener control sobre esas hermosas criaturas. Estás no tardaron a responder al llamado de la Ángel Caído, montándose en el lomo de Syrax le ordenaba a Meleys permanecer como guardián en todo momento.

El cielo era oscuro en esa zona de los terrenos de la marca, jamás de había colado, ni por error ni un rayo de sol. Le agradaba el ambiente lúgubre que predominaba en todo momento en esa zona que eligió para pasar la mayor parte de su tiempo en ella— Vayamos por esas pistas—cubriendo su dorada cabellera con la capucha de su capa de viaje se camuflajeaba con las nubes que le acogieron sin mayor dificultad. Perdiéndose del radio de visión de ese curioso que desde que inicio la reunión de los lideres de los clanes, no dejaba de llevar agua a su molino de manera descarada y sin remordimiento alguno.

[Sagitas E. Potter Blue]

Alumnos

CABALLEROS DE WALPURGIS

Conocimiento 1 : Cambiaformas

@ Mica Gryffindor ==> APROBADO

 

SENESCALES DE CARONTE

Conocimiento 4 - Fuego de Tártaro

@ Kahlan Blackthorn ==> APROBADO

 

DISCIPULOS DE NOSFERATU

Conocimiento 1: Poder de la Sangre

@ Matthew Black Triviani ==> SUSPENSO
@ Datura ==> APROBADO

@ Helike R V PB ==> SUSPENSO

Conocimiento 4: Taumaturgia 

@ Mael Blackfyre ==> APROBADO