The Masquerade Ball

[Noeline Malfoy McFarlan]

 

 

 

La atmósfera del salón se impregnaba de un ambiente animado y jovial, mientras Belmont y Ada disfrutaban de la velada. Continuaron conversando sobre el deporte que ambos amaban. Para Belmont, era como estar en su elemento, compartiendo su pasión con alguien que apreciaba el deporte tanto como él. Entre risas y anécdotas, el tiempo pasaba volando como un buscador sobre su escoba. 

La charla se volvía cada vez más amena. Y Belmont escuchaba con admiración, fascinado por cada palabra que salía de la boca de la Ministra francesa. Ya la admiraba con anterioridad, primero por ser la Ministra del país que lo había acogido hace tantos años y luego por ver lo buena compañera y deportista que era en el campo de juego. Ahora la conexión que se había establecido iba más allá del deporte; era el inicio de una amistad que prometía perdurar en el tiempo.

Y así, en medio de esa mágica velada, brindaron por un futuro prometedor, lleno de encuentros deportivos apasionantes y una amistad que, al igual que el quidditch, volaría alto y sin límites. Pero en la conversación se había percatado de algo y le cosquilleaba la duda, Belmont había visto la chispa en los ojos de Ada cuando hablaba sobre sus hazañas en el quidditch. Con una sonrisa alentadora, tomó un momento para expresar sus pensamientos.

―Ada,― comenzó Belmont con entusiasmo, ―escucharte hablar sobre el quidditch y ver la pasión que aún arde en ti es verdaderamente inspirador. No hay límite para lo que puedes lograr en el campo de juego. El deporte nos brinda la oportunidad de conectarnos con nuestra esencia más auténtica y vivir la emoción de desafiar nuestros límites. Imagina la satisfacción de surcar los cielos nuevamente, la adrenalina de cada gol y la camaradería con tus compañeros. El quidditch te espera con los brazos abiertos, Ada. Sé que tienes el coraje y la habilidad para regresar y brillar aún más. ¿Qué te detiene?

Y considerando que así como le pedía a ella que le contará sus asuntos personales y con un toque de inquietud y ligera vergüenza en su expresión, Belmont continuó: ―Por cierto, Ada, me entusiasma mucho estar aquí esta noche. Pero debo admitir algo que me hace sonrojar un poco. Cuando entré, no estaba del todo seguro si necesitaba una invitación previa o algo por el estilo. Me guié más por la emoción de unirme a este evento y compartir buenos momentos que por cualquier formalidad. ¿Sabes si hay algo más organizado para esta noche? Me encantaría aprovechar al máximo esta experiencia.

 

@ Ada Camille Dumbledore

Editado 29 de Septiembre del 2023 por Noeline Malfoy McFarlan