^ High Flights ^ (MM B: 87651)

[Sagitas E. Potter Blue]

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Rol Ministerial:

Caso del Avión Siniestrado

 

Abrí los ojos en cuanto sentí el click de las hebillas abriéndose. Me había quedado dormida. Respingué. No recordaba cuando me había metido en aquel camastro. Y lo peor, no recordaba cuando se había ido Krum. Me mordí los labios, en un gesto nervioso. No iba a contar a nadie, A NADIE, la conversación que habíamos tenido, y agradecía que el barco hubiera entrado en escora y hubiera tenido que ir al puente. Me había sentido muy indefensa allá, negociando con aquel rudo hombre de mar. Pero al menos lo había conseguido (y otra cosa que no contaría A NADIE lo que había tenido que ceder yo para que lo concediera) el permiso de reunión de los empleados.

 

Me levanté lo más rápido que pude y comprobé mis ropas. Arrugadísimas. Pero no se podía pedir otra cosa después de haber estado lo que para mí eran horas atada en aquel sitio. Tendría que cambiarme pero...

 

-- ¡Permiso! ¡Entra el capitán! -- sonó una voz en el exterior tras dos leves golpes. La puerta se abrió y entró sin que le diera permiso para ello.

 

-- Buenas noticias, Sagitas. Ya hemos alcanzado el Mar del Norte y nos acercamos al lugar indicado.

 

Sonreí, nerviosa ante su mirada y lo que traía en la mano.

 

-- Hem... Sí, buenas noticias. ¿Cuándo llegaremos a...?

 

-- En breve, después del almuerzo.

 

-- ¡Ohh! ¿Tanto aún? -- se me escapó.

 

Su mirada se hizo oscura antes de contestar.

 

-- En realidad ya estamos en la entrada a la Colonia Sirenia. Pero no voy a abrir las escotillas hasta que almuerces conmigo. Lo prometiste.

 

-- ¿Eh? ¡Ah, sí, claro! -- repuse, aún mirando lo que traía en la mano derecha. -- ¿Quieres que... me... ponga eso?

 

El capitán dejó la bolsa encima de la cama que acababa de abandonar.

 

-- Te lo dejaste en mi armario hace mucho tiempo.

 

-- Sí, bueno, esto... Sí... Ya me parecía que lo ... conocía.

 

Ay, Krum era un hombre rencoroso, se me había olvidado cuando le había pedido el favor.

 

-- Bueno, es que... Deberíamos bajar lo antes posible para... el avión muggle... habría que saber si...

 

-- No abriré escotillas hasta que hayamos almorzado -- contestó en forma muy tajante. Dio media vuelta y se dirigió a la puerta. Al abrirla, pude ver al marinero que había puesto delante de mi puerta, tal vez para impedir que me escapara, como si eso fuera posible. -- En cinco minutos, Harold te sacará del camarote y te llevará con ese vestido puesto a mi camarote para almorzar.

 

Su tono era tan duro que estaba segura, aunque no lo hubiera dicho, que le había dado orden a aquel marinero de ponérmelo él mismo si no lo había hecho yo.

 

-- Al menos les darás de comer a... mis empleados...

 

-- Por supuesto, Sagitas. En diez minutos serán conducidos al comedor con el resto de la tripulación, no sufras por ello. Te dije que cuidarías de ellos mientras accedieras a ...

 

Le hice un gesto de silencio. Ya sabía lo que le había prometido. En cuanto bajara a la colonia, intentaría que mis empleados encontraran otro medio de transporte para volver a casa. Seguro que los sirenios nos permitían sacar el avión y, con un poco de suerte, también podrían volver en el avión. Lo que fuera, antes de seguir en manos de aquel vengativo capitán. Y todo porque un día desaparecía de su lado para ir a vivir al Circo. Hay gente que recuerda durante años las cositas chiquititas sin importancia.

 

-- Señores invitados -- sonó en el aire. -- Hemos llegado a destino. En diez minutos se abrirán las puertas y serán acompañados al comedor para disfrutar del almuerzo con el resto de la tripulación. En nueve minutos se abrirán..."

 

¡Leñe, a mí ya sólo me quedaban 3 minutos para cambiarme de ropa y ponerme aquel vestido...

[Amya An]

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ROL MINISTERIAL

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CASO DEL AVIÓN SINIESTRADO

 

 

 

INSTANTES PREVIOS ... mientras cada cual vive su experiencia particular en su propio camarote (?).

 

Pues a diferencia de Cye, Amya_An fue como automáticamente arrullada al hacer contacto, su mejilla derecha, con una de las muy sexys pompis del marinero que le toco (!).

 

Como gatito ronroneando ¿extasiado?, la muy atrevida, fuera de darle de palmasos en el trastero o de plano, tratar de morderle la nacha al hombrote ... o.O se fue a abrazar completamente, cabeza abajo por supuesto, a su cintura. Sí, una postura muy poco ¿correcta? para una Jefa ministerial pero las oportunidades como aquella no podían ser desperdiciadas (¡?).

 

Se estuvo quietecita y calladita mientras que a todas en conjunto eran conducidas a sus alojamientos. En trance profundo y todo O.K. hasta que llegó el momento de ...

 

0.0 Por mas que el marinerito trató de bajar al mono que tenía enganchado en las espaldas, ¬¬ no lo logró ... no en los primeros intentos.

 

El hombresote se dobló hacia adelante para intentar que la bruja cayese ¿gentilmente? en su camastro, pero no pudo ... estaba adherida como una garrapata!!!

 

- Oiga, Ud. ... ya llegamos, suéltese ...

 

Dijo de forma seca pero cordial, pero la Adler no despertaba de ese estado de suspensión de sus sentidos con respecto al mundo exterior (?).

 

El marinero empezaba a perder la paciencia porque aunque Amya_An era debilucha, físicamente, demostraba una resistencia extraordinaria aferrándose de su cintura. Trató, él, de desenganchar los dedos entrelazados de la adleriana mas no lo consiguió.

 

- Pero sra. no ve que ya está muy crecidita para estos comportamientos infantiles ...

 

Trataba de argumentar, sacudiéndose ya un poco a ver si así se liberaba de ésta ... pero nada.

 

- No le haga ... suéltese que Ud. no es de mi tipo.

 

¡?

 

Qué no era de "su tipo"???

 

Ahora sí que la Adler armaba un Gran alboroto sentimental OwO!!!

 

Nah! Amya_An tampoco tenía ese tipo de caráter (?).

 

- Pero, qué se atrevido Ud.!!!

 

Incluso se atrevió, Ella, a ¿recriminar?

 

Está demás decir que se soltó de inmediato y se dejó bajar al suelo en pie, sin embargo, disque ofendida (sí, ahora se hacía la fina) pretendió salir como si nada por la puerta del camarote.

 

- Oiga! no puede ...

 

La bruja en verdad tenía serios problemas dentro de la cabeza (?).

 

- Cómo que no puedo, yo puedo porque se me da la gana y si trata siquiera de intentar detenerme yo ... yo ... le pateo la entrepierna y veremos si aún así no puedo!

 

¿?

 

Ahora sí que los arrojarían al mar por una escotilla.

 

 

 

TIEMPO MAS TARDE ... ya llamando al ¿almuerzo?

 

 

Pos nop, Amya_An definitívamente no habría podido contra el marinerito aquel, quien de una, como chiquita de 5 o 6 años, levantó en peso y la sentó de golpe en éso que llamaban cama y para "asegurarse" de que no se le moviera de allí ... o.O le puso un grillete con una enorme bola de cañón en uno de los tobillos.

 

Incluso, llevaba como un temporizador ... quizás con la hora en que se solito se le quitaría o tal vez con alguna clase de dispositivo que da shock eléctrico si te portas mal (?).

 

 

<< Señores invitados ; Hemos llegado a destino. En diez minutos se abrirán las puertas y serán acompañados al comedor para disfrutar del almuerzo con el resto de la tripulación. En nueve minutos se abrirán ... >>

 

- Sí, si, cómo nó ... "sres. invitados" ...

 

Refunfuñaba Amya_An sentada sobre el camastro con las piernas y los brazos cruzados ... y a un lado, el bonito adorno que le habían prendido para que se portara como niña buena.

[Eledhwen]

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Rol Ministerial:

Caso del Avión Siniestrado

 

Tenía que reconocer que el viaje no había sido tan desastroso. El camastro, una vez que se hacía hueco en él, resultaba pasable, y las correas que ataban sus piernas, de tan prietas que estaban, dejaron de hacerle sentir daño en un ratito. Así que se durmió.

 

La despertó una voz por megafonía, que anunciaba que el almuerzo se celebraría en unos minutos.

 

Eledhwen estiró sus piernas, y descubrió que las ataduras habían desaparecido. Se asomó al ojo de buey, y descubrió una profunda oscuridad, aunque según sus ojos se acostumbraban a ella, le pareció que había luces, a lo lejos. ¿Sería aquello el poblado sirenio? Como la voz había dicho que habían llegado ya...

 

Tras ponerse en pie, y acicalarse un poco, pensó en que debían agradecer al capitán que les diese de comer, ya que no sabía que tipo de alimentación llevarían los sirenios. Pero a ella las algas no le gustaban.

 

Intentó abrir la puerta de su camarote, pero todavía estaba cerrada. Se quedó callada, intentando escuchar algún posible ruido...

[Xell Vladimir Potter Black]

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Caso del Avión Siniestrado

 

Estaba mirando el agua oscura cuando sentí el golpe de los nudillos. Giré la cabeza hacia la puerta, pero sentí que se abría la de al lado. Alguien había entrado en el camarote. Alguien había dicho que era el capitán.

 

- ¿Será el camarote de Sagitas? - me pregunté.

 

Me alejé de la ventana y corrí a la puerta. Ya no se oía nada. Intenté abrirla pero no pude. Aquello no era lógico. Si íbamos en una misión ministerial importante, ¿por qué nos encerraban? Sentía murmullos en la habitación de al lado pero a pesar de pegar la oreja en el frío metal, no sentía nada. Pero sí oí que se abría la puerta. Y por allá si que se entendían las voces.

 

- ¡Ooohh! - dije, al sentir la voz dura del Capitán.

 

- En cinco minutos, Harold te sacará del camarote y te llevará con ese vestido puesto a mi camarote para almorzar.

 

¿Qué estaba pasando? Aquella voz había sonado amenazadora.

 

- En diez minutos serán conducidos al comedor con el resto de la tripulación, no sufras por ello. Te dije que cuidarías de ellos mientras accedieras a ...

 

No llegué a oír como acababa la frase. Pero ese "mientras" me disgustó. ¿Es que el capitán estaba obligando a algo a Sagitas?

 

Casi al momento sonó la voz en el aire que decía que en diez minutos se abrirían las puertas. Pero si a Sagitas le había dicho cinco minutos... Me até las zapatillas y me puse ropa de abrigo, se notaba el frío en aquel lugar y conté los 10 minutos, 9 minutos, 8 minutos... No había manera, yo lo contaba más deprisa y parecía que la espera duplicaba el tiempo.

 

Cuando por fin se abrió la puerta salí corriendo al pasillo. Allá había varios marineros. Uno de ellos dijo en voz alta:

 

- Dejen las varitas en sus camarotes. No las van a necesitar para comer.

 

¡Aquello era el colmo! Busque a la tía Amya o a Eledhwen. Ellas eran jefas, seguro que sabían que pasaban. Por cierta intuición, estaba segura que Sagitas no estaría con nosotros.

[Eledhwen]

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Rol Ministerial:

Caso del Avión Siniestrado

 

Tras esperar nerviosa, sintió un ligero clic proveniente de la puerta. Se abalanzó hacia ella, y cuando estaba a punto de girar la manilla, escuchó una voz que hablaba en el pasillo:

 

- Dejen las varitas en sus camarotes. No las van a necesitar para comer.

 

Eledhwen frunció el ceño y murmuró:

 

- Y una leche...

 

No es que usase mucho su varita, pero no le gustaba que nadie le dijese dónde tenía que dejarla. Así que se agachó, se arremangó la pernera del pantalón, se estiró sus calcetines de montaña, que le cubrían toda la espinilla, y metió en su interior la varita. Después, se recolocó la pernera, y salió al exterior del pasillo.

 

Miró hacia los lados; algunos marineros la miraban con seriedad. Descubrió a Xell, y se acercó hasta ella.

 

- ¿Estás bien? - le preguntó, tras recordar que un marinero la había alzado en volandas.

 

Miraron alrededor, ¿dónde estaba el resto de la gente?

[Adrian Wild]

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Adrian Wild, desmemorizador.

ROL MINISTERIAL: Caso del Avión Siniestrado.

 

Las ataduras parcieron aflojarse un poco para permitir la movilidad del cuerpo. ¿Cómo estarían los demás? Seguramente cada uno estaría tumbado igualmente en sus respectivos camarotes. El descenso a las profundidades oceánicas no fue muy largo, pero algo angustioso. No poder moverme casi, y ver por el ojo de buey como cada vez el azul se tornaba más y más oscuro me inquietaba. No era muy acuático, y todo lo que pudiese hacer en tierra y en aire mejor que bajo el agua, aunque debía reconocer que me intrigaban mucho los misterios del mundo submarino.

 

- Menos mal, nos van a dar de comer.

 

Al fin las malditas ataduras se soltaron y pude incorporarme, estirándome por completo. Comprobé que mi varita estaba en el bolsillo del forro polar y la saqué, guardándomela en un fino bolsillo que tenía por dentro el pantalón, en el lateral derecho, junto al muslo. Allí estaría segura, y no me la podrían quitar. Y menos mal que me la había puesto allí, porque cuando salí para que me condujeran a almorzar, los marineros nos prohibieron llevar varitas.

 

- Hola chicas, ¿qué tal el viaje? -me coloqué tras mi jefa-. ¿Y Sagitas?

[Amya An]

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ROL MINISTERIAL

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CASO DEL AVIÓN SINIESTRADO

 

 

 

Berrinchuda.

 

Así se hallaba Ella ... una bola de cañón "amarrada" a su tobillo no era precísamente con lo que hubiese querido pasar el tiempo en el camastro, pero en fin.

 

Sintió movimiento por fuera de su camarote pero con la puerta aún cerrada no pudo distinguir las voces.

 

La puerta hizo click y la bruja quiso entender que por fin les levantaban el encierro a sus "invitados".

 

Molesta, sin moverse ni un milímetro en donde la habían puesto, ni siquiera descruzar piernas y/o brazos, se le antojó gritar en pura provocación.

 

- Y cuándo me quitarán esta bola a mí!!!

 

Estaba con ganas de "meterle" la bola al capitancito ése por donde el que menos se imaginaría (!).

 

- Me quejaré con un Kraken marino ¡ya verán! tengo buenas relaciones con el Calamar Gigante de Hogwarts!!! así que no duden que podré seducirme a uno de sus parientes del alta mar!?!

 

La Adler estaba totalmente desquiciada.

 

No fue por tan ridícula amenaza pero el aro que aprisionaba su tobillo se abrió, liberándola finalmente de la endiablada bolota.

 

La bruja insensata, aún sabiendo que la cosa esa era de puro metal compacto, le lanzó el pie por un lado. En realidad, usó la planta del pie pero ni así hizo que se moviera ni un ápice.

 

- Ahhhhh!

 

Gritó mas furiosa porque lo que había querido es hacer "volar" a la bola como si patear una pelota de fútbol fuese (!).

 

Mas encolerizada entonces empujó con ambas manos, incluso se ayudó apoyándose en la pared junto al camastro, o mejor dicho poniéndole fuerza con los pieces en este.

 

Despacito y con mucho esfuerzo para la escuálida bruja, al fin hizo rodar ... muy perezosamente, el esférico hasta el borde de la cama directamente hacia el suelo.

 

Con un par de gotas de sudor sobre la frente y casi la cara toda colorada por el enorme esfuerzo, asomó su cabeza hacia abajo disque satisfecha pero reaccionó de forma opuesta inesperadamente.

 

Se le empalideció el rostro y ahora ya no era calor lo que sentía por todo el cuerpo, sino frío. Se estremeció.

 

La bola con toda y su cadena había atravesado todo el piso!!!

 

- Por Dios!

 

Exclamó asustada no creyéndose lo del hueco.

 

Se bajó de un brinco de la cama. Dio un par de vueltas sobre sí misma no sabiendo qué hacer exactamente hasta que no se le ocurrió "mejor" cosa que halar de lo que tendría que ser el cobertor del camastro y echarlo encima de agujero como tapete, incluso le echó encima la otra cosa de allí, es decir, la especie de almohada (?).

 

Luego sin decir nada, se engancho la varita en la cabellera como si no fuese mas que uno de esos adornos femeninos para sujetarse la melena (truco que le había visto hacer a Sagitas infinidad de veces).

 

Calladita salió hacia el pasillo y se reunió con los demás accidentados.

 

Les sonrió, llevaba los ojos algo asustados (no para menos?) y de cuando en cuando, volvía la mirada hacia atrás, hacia la puerta de su camarote.

 

Ni siquiera procesó bien con quienes estaba ya.

 

- Saben que habrá en el menú chicos?

 

Preguntaba como casualmente.

[Eledhwen]

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Rol Ministerial:

Caso del Avión Siniestrado

 

A los pocos minutos Adrian se unió a las dos mujeres. El Wild tenía mejor aspecto que la última vez que Eledhwen le había visto, totalmente mareado por el viaje en el autobús. Se alegraba que el mareo hubiese cesado, al viajar en barco había posibilidades de que le hubiese ido mejor, pero si las correas de su camastro le habían sujetado tan fuerte como las del camastro de Eled, lo más seguro es que ni se hubiese balanceado.

 

- Los he tenido mejores - comentó Eledhwen, tras la pregunta sobre cómo había ido el viaje - y de Sagitas no sé nada, desde la última vez que se coló en mi camarote, antes de la inmersión. Parecía que huía de alguien...

 

También se acercó Amya, que parecía tener un tic nervioso y cada segundo giraba el cuello, mirando hacia su camarote. Preguntó por el menú.

 

- ¿Será sushi? - intentó bromear la Hufflepuff, aunque se notaba tensión en el ambiente.

 

Los marineros les miraban con seriedad, al parecer no estaban muy contentos de tenerlos a bordo.

[Xell Vladimir Potter Black]

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Caso del Avión Siniestrado

 

Eledhwen fue la primera en aparecer. Miré su mano y no traía la varita. ¿La habría dejado en el camarote, como habían ordenado?

 

- No estoy bien. Eschuché que...

 

No pude añadir más, uno de los marineros se acercaba y nos indicaba una puerta. En vez de ir a ese lado, me acerqué más a mi prima. Después apareció mi tío Adrian, quien parecía estar bien y preguntó por Sagitas. Pero no pude decir lo que pensaba, los marineros parecían impacientarse y nos empujaron hacia la puerta abierta.

 

- ¡Eh, sin empujar! Sé caminar solita - me enfrenté, aunque era porque estábamos en grupo. Solita no hubiera hecho nada. - Lo que menos me preocupa es le menú, tía Amya. Tengo que deciros que...

 

Los marineros no parecían dispuestos a dejarnos hablar y nos hicieron pasar por pasillos tan estrechos que yo apenas pasaba, así que a ver como se apañaba...

 

- ¡John! ¡Falta John! ¡¡Falta John!! ¿Qué le habéis hecho a John? - grité.

 

Estaba a punto de ponerme a llorar. La presencia del muchacho brillaba por su ausencia, y era tan alto que no era fácil de perder de vista. ¿Se lo habrían llevado como a Sagitas? Me empujaron otra vez y llegamos al comedor. Me estrujé las manos y procuré sentarme entre Amya y Eledhwen, para sentirme protegidas por ellas. Guardé silencio hasta que nos dejaron la comida en la mesa.

 

- ¿Y los cubiertos? - exclamé.

 

- Con las manos - gruñó uno.

 

- ¡Oh! Somos civilizados, en su país tal vez coman con las manos pero en Inglaterra comemos con cubiertos desde hace muchos siglos - protesté. Un marinero me quitó el plato. - Vale, vale, ya como con las manos.

 

Tomé el plato antes de que desapareciera, aunque el contenido era algo... insustancial.

 

- No sé qué creen que vamos a hacer con una cuchara.

 

En cuanto se alejaron un poco, bajé un poco la cabeza y la incliné hacia todos.

 

- Han secuestrado a Sagitas. Lo oí desde mi camarote. Ese capitán la está coaccionando con algo. Shhh, no saltéis. Dijeron que cuidarían de ellos mientras ella accediera a algo. Así que...

 

miré a los lados por si alguien nos escuchaba. ¿Y John? Le echaba de menos.

[Amya An]

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ROL MINISTERIAL

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CASO DEL AVIÓN SINIESTRADO

 

 

 

- Sushi ^^ ! estupenda elección! ¬¬ andando, andando accidentosos que el sushi no espera ...

 

Apuraba Ella a todos los presentes ; Eled, Xell y Adrian, aunque no era muy necesario aquello porque los hombres del Krum ya los arreaban cual ganado.

 

- Pero dónde está el resto? los muy "dormilones" ... a levantarse, vamos, vamos ... quien llega de último, lava los platos ^^ !

 

Por unos instantes se separó del grupo con habilidad por entre los hombrotes para ir a tocar la puerta tanto de John como de Cye ... no iban a dejarlos sin comida, no a sabiendas que necesitarían de una buena nutrición para la misión en territorio sirenio.

 

- A levantarse se a dicho, John? John? despierte "belo durmiente" ...

 

Dijo tocando y abriendo la puerta de su camarote pero sin irrumpir dentro, la dejó abierta para que se apresurara a acompañarlos ... el revertor de 2 metros (apróx.) podría ser buen disuasivo visual a los marines de Krum por si quisieran meter a las brujas dentro de barriles de pescado por bulleras (=que hacen bulla, alboroto).

 

- Cye, arriba! arriba! ... si no te levantas no comes ...

 

Éso sí que era una muy buena amenaza para la mayoría de accidentosos (?)

 

De igual manera, tocó a la puerta del camerín de la Indebida y la dejó abierta para luego volver a unirse al grupo.

 

Esta vez, los bichos super-desarrollados, digo, tripulación no trataron de contenerla ... quizás ya habían procesado la información de que con Ella, era mejor dejarla obrar y así ahorrarse la rabieta.

 

- Sagitas ya va vestida?

 

Preguntó en voz alta al grupo. ^^ Y no pregunten cómo la hermana adleriana se imagina que la mana-jefa pudiera estar para ese entonces ... ¿desvestida?

 

- A Comerrrrrr! ándenle pelmazos de agua salada, llévennos pronto a la comidilla porque mi tripa chiquita está que se engulle a la otra sin piedad alguna ...

 

Definitívamente, Amya_An, cuando de comida se trataba ... cambiaba por completo (?), si Xell se sintió "empujada" hacia el comedor, su jefecita andaba a sus anchas ... hasta importante se sentía al verse así de resguardada por unos gorilones que quizás, tal vez, con una buena rasurada y unas 10 perfumadas, podrían estar mas pasables (?).

 

Eledhwen ya tomaba asiento, tan serena (cómo rayos le hacía???) y cuando la Adler haló de la que pretendía fuera la suya ... ¬¬ alguien se le coló delante.

 

A Amya_An no le quedó de otras que tomar la siguiente después de ésa.

 

- Xell ...

 

Murmuró aunque no realmente enfadada con su sobrina.

 

- Cangrejo y Langosta con mucha salsa por fa ... pero ... pero, qué co-o-sa se supone que es ésta ... ? mala-agua (=medusa) en consomé o qué diantres!!!

 

Ya protestaba Ella sin soltar el plato para que no se lo levantaran de la mesa.

 

- Cuchara?!? DENME MEJOR UNA CAÑITA!!! (=popote, sorbete) ... marineros de agua dulce ¬¬

 

Refunfuñaba muy a su estilo (?).

 

- ... Qué dices Xell? Sagitas secuestrada? co-acta?

 

Amya_An no pudo evitar sonreirse ... ya se alucinaba la clase de obligación a la que sería sometida.

 

- Un traje de conejita playboy muggle de seguro ...

 

Dijo en voz alta y después carcajeó.