● Ars & Vita ● (MM B: 94346)

[Ela Karoline]

—¡Demonios!— profirió Cye ante la expresión de Sagitas y lo que le decia de efectivamente sus sospechas eran ciertas, el mago estaba en poder de los mortífagos.

 

—Yo si sé a dónde lo llevan— vamos ella también podía hablar con cierta libertad porque como suponía se sentía Sagitas, estaban entre familia.

 

—Y no la debe estar pasando precisamente bien, son tan molestos esos mo… enmascarados— bien, nada, estaban torturándolo, lo habían matado y lo revivían solo por el placer de torturarlo y así buscaban respeto, vaaa, siempre lo mismo, que de original ya no tenían nada. Pero al parecer el cuartel de aurores era negligente en su misión de atraparlos, siquiera de encontrar pistas, y no lo decia por Matt, no, que sabía que el chico trabajaba bien, pero siendo honestos ¿Cuántas denuncias se ponían? Y ¿Cuántos resultados habían? Algo pasaba allá adentro.

 

—La verdad es la primera vez que veo que acuden tan rápido los aurores, a ver si esta vez da algo de resultado, lo siento Matt, no es nada personal, es solo que se dicen… cosas sobre tu departamento y su asociación con quienes cometen estos vandalismos—

[Adrian Wild]

Wilmo, elfo personal de Adrian Wild

 

- Sí, perfecto -bajaba junto a Saburns por las escaleras-. Esperemos que Bolinda llegue antes que... ¡O no!

 

¿Qué había pasado allí? Todo el hall estaba destrozado, y algunas personas se encontraban cerca del mostrador de información, vacío. Corrí hasta aquellas personas, que resultaron ser Cye, un muchacho al que no conocía y la hermana de mi amo, la señorita Sagitas. Estaba alterado. Había estado con Saburns preparando la azotea para la fiesta que se iba a celebrar dentro de poco en el Ars & Vita, y haciendo pruebas de sonido con Mark en la mesa de mezclas no me había enterado de nada.

 

- ¿Qué es todo esto? -abrí los ojos como platos-. Ay, por mi difunta y querida madre... ¡Están todos los cristales rotos! Y esa lámpara... ¿Qué ha pasado?

 

Miré a Cye, luego a Sagitas y por último al chico que no conocía. Parecían estar investigando sobre los sucesos allí acontecidos. Me di en la frente con la palma de la mano. Tonto, tonto, tonto... Tenía que haberme quedado al cuidado del hall y dejar a Saburns y a Mark a cargo de los preparativos. Entonces recordé que Adrian se había ido en busca de su hermana Sagitas...

 

- Señorita Sagitas... Si usted está aquí, y mi amo la había ido a buscar... -tragué saliva-. ¿Dónde está Adrian? Y, ¿quién es este caballero que las acompaña?

[Matt Blackner]

Investigación Auror

 

Sabía que a Sagitas no les gustaba qeudarse detrás, que si por ella hubiera sido, hubiera pasado delante, haciendo de madre protectora. Pero ya tenía bastante con vigilarlas a ella y a Jesse como para dejar que pasara delante y arriesgarme más.

 

Fue entonces cuando escuché un ruido, pisadas. Me giré con la varita en alto, pero era Cye preguntando por el tío. Sagitas y ella se quedaron hablando detrás, y le informó de lo que pasaba.

 

Adrian no estaba y el local estaba que daba pena.

 

- No te preocupes Cye, somos pocos en cateos, demasiado pocos. - dije, sonriendo levemente, cansado. En realidad estaba solo, Seba era mi jefe pero el debía dirigir a los de Cateos, y ultimamente no estaba bien de salud.

 

De pronto apareció un elfo, que se puso nervioso al ver los destrozos. Asumí que debía ser un elfo de Adrian, pues parecía reconocer a Cye y se dirigía con cierta femiliaridad a Sagitas, aunque a mi no me conocía. Le sonreí, intentando que no se espantara.

 

- Soy Matt Blackner, auror y sobrino de Adrian. Intento investigar que ha pasado para encontrarle. No sabemos donde está - dije. No hacía falta recalcar de quien era obra aquello, pues resultaba evidente.

 

Avancé unos pasos y me giré hacia Sagitas.

 

- Podrías contarme lo que pasó, e indicarme donde fue exactamente? quiero estar seguro de donde buscar - pedí.

[Sagitas E. Potter Blue]

La situación era horrible, sin saber nada de mi hermano y encima ser la que tenía que dar la noticia a su elfo y a mi cuñada. La sorpresa de ambos había quedado bien marcada en sus expresiones.

 

-- ¿De verdad sabes donde los llevan? ¿Y entonces por qué no lo chiváis al Ministerio? En Aurores estoy segura que desearán saber...

 

Frené mi verborrea. ¡idi***, era una idi***! Claro que a Aurores le interesaría saber eso. Quien lo sepa es de bandos y, para nuestra desgracia del pueblo en general, era un departamento que supuestamente estaba plagado de mortífagos. Ir a decir eso era como señalarse con el dedo de ser del bando contrario.

 

-- ¡Demonios! -- exclamé, enfadada. Encima ahora tendría que rogar para que Matt no se diera por aludido y exigiera más información de la necesaria sobre la cárcel mortífaga. Estuve a punto de darle un puntapié para que no preguntara nada sobre el tema.

 

Pero Wilmo se deshacía en llanto así que no pude dedicarme a mi hijo, me arrodillé a su lado y le acaricié la cabeza.

 

-- No te preocupes por los destrozos, soy buena y seguro que lo arreglo en un momento. O quien venga de mi departamento, por eso no te preocupes. Quiero que te tranquilice, elfito. Adrian... ha sido secuestrado y este señor es del Cuartel de Aurores, va a buscarlo. Y es bueno, es mi hijo, Adrian es su tío. Ten por seguro que hará todo lo posible para que aparezca.

 

Matt también se presentaba y le decía lo mismo que yo. Me levanté, compungida por los lloros del elfo. Mi mirada se encontró con la de mi hijo, suspiré.

 

-- Yo me aparecí en la entrada, porque en el Circo me habían dicho que Adrian se había hecho daño con un foco y vine a ver como estaba. Aquí, ¿Ves? Aquí lo encontré y nos pusimos a hablar. Y entonces, tras decirme que se encontraba bien, me invitó a subir a la azotea, para tener más tranquilidad y mejores vistas.

 

Cerré los ojos y me moví un poco por el lugar, con las dos manos en alto, para visualizar lo sucedido.

 

-- Entonces entraron varios de ellos: una mujer con máscara plateada, con vestido azul oscuro y capa negra; fue la que le llamó por su nombre y le dijo que tenían una celda con su nombre, para llevarlo allá. Después entró una chica de máscara dorada y túnica negra. Ésta también le llamó por su nombre y añadió que la celda sería fría y con dos dementores. Una tercera, también de máscara planteada, dijo algo de que quería jugar. Eso fue horripilante.

 

Tragué saliva y me seguí moviendo por el lugar, intentando recordar como había sido todo.

 

-- La siguiente también llevaba una máscara plateada y dijo que él era su víctima. Después llegó la que más me sorprendió. Era una mujer vestida con un iromuji y una máscara negra en forma de mariposa, y llevaba un Unicornio a su lado.

 

Ahora abrí los ojos. Ese detalle me había quedado muy grabado. Amaba a los animales y ese ejemplar era maravilloso.

 

-- Entraron más, en total eran 7 enmascarados, pero estaba tan abstraída por aquel unicornio que ya no me fijé tanto en ellos. Y le vi caer, con el cuerpo ensangrentado, aquí, ¿ves el charco?

 

Me pasé la mano por la frente y me sorprendí al verla seca, yo estaba sudando.

 

-- No recuerdo mucho más, una de ellas dijo a otra algo de "Derek", pero no sé si era su nombre o el de una tercera persona. La que cargó con él se lo llevó me dijo algo que eso recordaré toda mi vida.

 

Tomé aire y lo solté:

 

-- "Lo siento Sagitas, en unos días, con suerte, lo tendrás de regreso. Piensa que tu marido no estará muy feliz que andes en las azoteas con otros hombres, te hacemos un favor". Su tono era burlón y parecía conocerme. Eso me dio mucho miedo -- confesé.

[Matt Blackner]

Cye y el elfo de Adrian estaban muy sorprendidos de su captua, y entre otras cosas, escuché que sabían donde estaba l prisión a la que lo habían llevado. fruncí el ceño, pues esa información podía ser muy útil. Quería preguntar, saberlo para poder ir a rescatarle.

 

Y luego caí. Si hacía eso me pedirían explicaciones acerca de donde había sacado la información para encontrar la prisión. y eso significaría señalarnos como fenixianos, cosa que no podía hacer.

 

Por eso guardé silencio, a pesar de la mirada amenazadora de Sagis, que seguramente llegaba a la misma conclusión que yo.

 

Sagis se agachó para consolar al elfo, pero el pobre estaba muy triste. Me sentía mal por el, pero lo único que podá hacer era investigar.

 

Hice aparecer un pergamino y una pluma, con la que apuntaba lo qeu me decía.

 

 

La denunciante Sagitas E. Potter Blue, hermana del dueño del local Adrian Wild, desaparecido durante el ataque, apareció en el local para hacer una visita a su hermano.

 

la vi cerrar los ojos, recordando el ataque, los detalles.

 

Suberon a la azotea del negocio para tener privacidad en su conversación, cuando aparecieron 7 mortífagos, de los cuales se puede identificar la vestimenta de algunos de ellos:

- Mujer, vestido azul oscuro, capa negra y máscara plateada. Llamó al desaparecido por su nombre y le amenazó con una celda con su nombre.

- Mujer, tunica negra y máscara dorada, también usó su nombre y añadió que la celda contaba con dos dementores.

- Mujer, vestia con un iromuji y máscara negra con forma de mariposa. Llevaba un unicornio a su lado durante el ataque.

 

Sagis me miró, aquello realmente la había sorprendido. Asentí, entendía que se hubiera quedado absorta con el animal.

 

Los 7 enmascarados atacaron a Adrian, hasta qeu cayó con el cuerpo ensangrentado. En el suelo del negocio hay un charco de sangre como prueba de ello.

 

Una de las atacantes usó el nombre "Derek" aunque no podemos precisar aun a quien o qué se refería.

 

Quien cargó con el cuerpo del desaparecido dijo esta frase a la denunciante en tono de burla:

 

 

-- "Lo siento Sagitas, en unos días, con suerte, lo tendrás de regreso. Piensa que tu marido no estará muy feliz que andes en las azoteas con otros hombres, te hacemos un favor".

 

 

Tendí el pergamino a Sagitas para que lo leyese, por si algo se me había pasado o si estaba conforme con lo escrito. Mientras tanto, tomé mi varita y me encaminé hacia la entrada, repitiendo el camino eu me había descrito, lanzando y murmurando hechizos en busca de maldiciones, objetos, cualquier cosa qeu hubieran podido dejarse escondida tras el ataque.

[Sagitas E. Potter Blue]

Una cosa es hablar y decir lo que había sucedido y otra diferente es la de leerlo. Mientras Matt se iba a comprobar sus cosas, eso que hicieran los aurores en los lugares que investigaban, yo repasé lo que aquellas notas decían. Me parecía irreal, hasta hubo un momento en que desconecté y pensé quién sería aquella Sagitas de la que hablaba el pergamino. Tuve que poner mucha fuerza de voluntad para volver a la realidad y seguir leyendo.

 

-- ¿Tengo que firmarlo? -- dije a Matt al fin.

 

Él hacia movimientos con la varita en los lugares del ataque. Suspiré, esperando que acabara. El elfo estaba callado, supongo que el saber lo ocurrido le había dejado mudo durante unos instantes.

 

-- ¿Crees que... Adrián... estará bien....?

 

Pregunta idi***, estaría siendo atacado por esos... Me mordí la lengua y miré más allá.

 

-- ¿Cuándo sabremos algo del unicornio? No puede ser tan difícil encontrar a los dueños de ese animal. No te olvides de mirar en la Reserva, no vayan a alegar que los robaron de allá o vete a saber qué. Dudo mucho que haya mucha gente con ese tipo de animales. Creo recordar que El Profeta sacó una lista de agraciados con ese tipo de animales en Navidad. Si en Criaturas no te quisieran dar los nombres de los dueños diciendo que no pueden, ve al local del Periódico y pide copia de ese artícule. Te será de mucha ayuda.

 

Me crucé de brazos, tenía ganas de que todo acabara.

[Ela Karoline]

Bolinda Elfina de Cye

 

Bolinda, la elfina de Cye, se había demorado más de lo normal en regresar al local, es que su ama le había encargado unas zapatillas de ballet y no las encontraba, vamos que encontrar zapatilla de lunares blancos y magenta era extraño, sin embargo alla estaba de regreso con las zapatilla que estaban atadas entre si y colgadas al cuello de la elfina.

 

Apenas entro se topo con una escena algo inusual, además de la presencia de su compañero Wilmo y de de dos brujas y un mago, su ama era una, la otra su cuñada Sagitas y el caballero, era sobrino del dueño que no estaba.

 

—¿Que ha pasado? Oigan si no les gustaba la decoración podían ponerlo en el buzón, siempre estamos atentos a él, pero esto es…— se quedo callada ante la mirada de Cye, quien le dijo “ni una palabra más” claro estaba interrumpiendo a la bruja de cabellera violeta que parecía haber entrado en un transe y describía un ¿ataque? o promoción de ¿celdas? En algún lugar que no mencionaba.

 

—¡Por la estatua tuerta de la sala de profesores! ¿se llevaron al amito Adrian?— pregunto al fin cayendo en cuenta de lo sucedido, se acerco como pudo a Wilmo buscando la empatía del elfo y también algún detalle más.

Editado 16 de Febrero del 2013 por Cye Lockhart

[Matt Blackner]

Mascullaba aqui y allá, agitaba la varita y avanzaba por los lugares del ataque. No parecían quedar maldiciones residuales, ni escondidas, ni trampas...tan solo la sangre y los restos del ataque contra Adrian.

 

Miré a Sagis, qeu me preguntaba si debía firmar el pergamino o no.

- No hace falta, solo quería que revisaras si estaba en orden o no. Te dejaré una copia por si acaso, guárdala con la denuncia.

 

La miré, dudando sobre que decirle. Había mucha sangre y estaba claro qeu los agresores no habían ido alli para jugar.

- No puedo decir que estará como en un hotel pero...normalmente los mortífagos mantienen vivas a sus victimas...

 

No eran los mejor ánimos, pero no sabía que otra cosa decirle.

 

- No te preocupes, llevaré esto a Seba y luego iré a criaturas para intentar sacar la lista con los nombres. Sino...pues buscaré n el Profeta, es una buena idea.

 

Guardé la varita.

- Ya está, es seguro. No hay nada escondido, ni objetos, ni maldiciones, ni nada residual. Solo queda ordenarlo todo

[Amya An]

http://i1028.photobucket.com/albums/y348/AmyaAn/Ministerio%20de%20Magia/DAMyC/02_RMyEM/Insignia%20Revertores/InsigniasDePrueba/z_Am.png

ROL MINISTERIAL ;

Atención del Caso

DAMyC-ERMyCEM 100522-108/4464123 (

*

)

 

 

A la pobre bruja aún le costaba esfuerzo sobre llevar el trabajo de campo. No, no era porque no le gustase sino porque trasladarse de un lugar a otro sin los medios mágicos que los demás magos y brujas acostumbran (?), era ^^ cosa como tortuosa!

 

- Un día de estos, ¬¬ aprobaré esa examinación de Aparición ...

 

Se repetía como siempre ^^ , aunque lo mas seguro era que o.O se decidiera por el Vuelo en Escoba que por lo otro (!)

 

Llegaba a las proximidades del Ars & Vita desde una de las callejas mas o menos concurridas. Por poco y se distrae en el camino con un par de ofertas expuestas en dos que tres aparadores.

 

- No, no ... primero el trabajo luego el disfrute ^^ !

 

Se decía resistiendo a la gran tentación y continuando, hasta que al fin llegó al negocito en cuestión. Lo primero que hizo fue quitarse el "sobre-todo" ya que el clima por fuera aún no permitía andar con prendas mas ligeras (?)

 

- Hola? Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes ... Equipo de Reversiones Mágicas, se puede pasar?

 

Se anunciaba dándole el primer vistazo alrededor a lo que habría que levantar.

[Matt Blackner]

Escuché rudo en la entrada y como un resorte me giré, varita en alto, apuntando a quien hubiese entrado, listo.

 

Pero al momento me relajé, era Amya que venía para arreglarlo todo. Reí levmente y bajé la varita, algo avergonzado por mi reacción.

 

- Lo siento tia Amya. Todo esta bien, no hay nada peligroso oculto. POdeis empezar a arreglar cuando querais. - le dije.

 

Me volví hacia Sagitas.

 

- Supongo que te quedas en buena compañía y no me necesitas más, asi que me marcho a criaturas vale? ya te contaré como va todo.

 

Y con un beso y un abrazo para Sagis y otro para Amya, salí a la puerta y desapareci rumbo al ministerio.