Kiosko: Una mordida rapidita (MM B: 95066)

[Akiza Ravenclaw H.]

Estaba en un sueño oscuro, muy tenebroso, no entendía que era lo que pasaba, sentía que por mi garganta pasaba un líquido caliente, sin embargo no podía mover mi cuerpo, sin embargo después de unos minutos sentía cómo todo mi cuerpo comenzaba a sentirlo, la pesadez de los ojos se estaban yendo, así pude abrir los ojos, todo estaba borroso ante mis ojos, luego sentí el olor feo que estaba invadiendo la cocina, y miré a mi elfina doméstica que estaba a lado mío muy preocupada. Me levanté despacio, sacudiendo mi cabeza, que fue mala idea ya que me dieron ganas de vomitar todo lo que no tenía en mi estómago.

 

-¿Qué pasó?- pregunté levemente con voz baja a mi elfina. Traté de levantarme, sin embargo mi cuerpo no respondía muy bien. Mi elfina trató de ayudarme.- No...no debo seguir aquí, sentada, dame unos segundos...gracias por hacer la poción.- comenté con un leve suspiro.

 

-Por usted ama lo que sea.- dijo ella preocupada, mientras apagaba el horno y trataba de dispersar el olor por la ventana.- Al menos no llamamos la atención.- comentó con una leve sonrisa, yo sabía que estaba preocupada por mi, no era normal que me sienta tan mal, o al menos trataba de disimular.- Gracias Christine.- me levanté lentamente y verifiqué que mis piernas puedan soportar el peso de mi cuerpo.- Christine, iré a descansar, te dejo a cargo me avisas si pasa algo importante, dile cualquier cosa a Seba, nos vemos mas tarde.- así que lentamente fui a la puerta de atrás caminé algunos pasos para poder desaparecer, y me dirigí a la mansión Black a descansar.

[Gabrielle Delacour]

La Black caminaba tranquila; su instinto de madre le decía que ella se encontraba bien pero como buena madre el preocuparse era su hobby. Hacía días que no sabía de su hija y era hora de jalar orejas ¿Ni una maldita lechuza?

 

Observó el local a lo lejos y apresuró los pasos, la luz estaba prendida y sabía que debía estar dentro. Se encogió de hombros tratando de que el cuello alto de su gabardina blanca le cubriera el viento (lo que era en vano), sus cabellos rubios revoloteaban con el viento, ya habría tiempo de recogerles y evitar verse desalineada.

 

– ¿Akiza? - murmuró al entrar al local. – Akiza.

 

Sus ojos miel se pasearon por el lugar esperando alguna señal de su hija; su mano lentamente recorría la barra y jugueteaba a usar sus dedos índice y corazón como si fueran piernas que caminan por el lugar. Habría tiempo de platicar y por mientras aprovecharía el tiempo libre para echar una ojeada al lugar.

 

 

 

@@Akiza Ravenclaw H.

[Akiza Ravenclaw H.]

Christine, Elfina de Akiza

 

Luego que se fue mi ama, me dirigí a la parte trasera del lugar, a seguir limpiando los ingredientes que utilicé en la poción para poder ayudar a mi ama, estaba trapeando, haciendo caras de mal gusto ya que el olor era insoportable, cuando escuché una voz distinta que entraba al local, era la primera vez que escuchaba, aquél tono. Me dirigí con el trapeador en mi hombro derecho para descubrir quién era aquella persona. Seguí mi paso lento hasta que vi a una rubia, con diferentes rasgos que Akiza, sin embargo tenían mucho en común...¿Era su madre?, no podía creerlo.

 

-Buenas tardes, escuché que buscaba a mi ama Akiza, en estos momentos no está, sin embargo, puedo llamarla y puede estar en unos cinco minutos, solo se sintió un poco indispuesta, ya llegará en breve.- dije haciendo una reverencia exagerada, en el cual casi lleno de trapeador los pies de la cliente.- Mientras espera, ¿no desea algúna botana del local?-pregunté sin quitar mi postura.

 

Esperé a ver que era lo que decía, bajé el trapeador, y limpié un poco más el sucio que estaba ahí, mientras Gabbs estaba viendo alguna opción o ver si se iba del lugar, esperé que no, porque la joven Akiza no la ha visto hace mucho tiempo, sólo que en esos momentos se encontraba un poco mal, suspiré, no podía creer que tantas cosas han pasado en poco tiempo.

 

@@Gabrielle Delacour

[Gabrielle Delacour]

– Disculpa... ¡Hola!

 

La voz de la elfina le hizo voltear la mirada y al verla en reverencia se sintió incómoda. Su mano se dirigió a su frente ¿Cómo hacía que la elfina se levantara de nuevo? Casi estaba en contra de sus principios ¿Qué hacía?

 

– Está bien, gracias, no hay necesidad de reverencias, gracias querida. – sonrió amable y continuó – ¿Indispuesta? ¿Pero está bien? Dios, qué clase de madre soy... ¿Está en el castillo Black? No le vi ahora que salí de la casa...

 

Caminó casi en círculos y en lo que se aclaraba la mente. Estaba confundida y se dejó caer en una silla, tal vez era algo menor pero de igual manera, y como buena madre, la preocupación dejó que la cegara. Se tenía que calmar a lo que volvió la mirada a la elfina y sonrió un poco más tranquila.

 

– Le puedo esperar si no hay problema.. o ¿Crees que llegue? Digo puedo irla a buscar a la casa...

 

 

 

@@Akiza Ravenclaw H.

[Akiza Ravenclaw H.]

Christine, elfina de Akiza

 

Vi que era una persona diferente a las que estaban en el lugar, se nota que es respetuosa con todo el mundo, inclusive con nosotros o eso era la impresión que dejaba con su sola presencia, se notaba que era alguien importante para la ama Akiza. Suspiré, di un jugo de naranja a la chica, y desaparecí para ver a mi ama, y ver como se encontraba. Al llegar a la mansión, pude observar que estaba tapada los ojos, normalmente como se sabía poner. Me acerqué a ella. -Estimada ama, creo que su madre la está buscando en el Kiosko, me preguntaba si está en condiciones de ir a recibirla o mejor decirle que venga a verla acá.-

 

Akiza se levantó enseguida, miré que ese encontraba mejor, al menos un poco de su color volvió a su rostro.- Si...ya voy para allá, vamos, no quiero que sospeche que me esté pasando algo extraño- dijo mi ama con voz segura aunque un poco débil, y desapareció para ir al kiosko, yo hice lo mismo...

 

Akiza Black Ivashkov

 

Aparecí en el kiosko, respirando profundamente, lejos de mi madre, para que no se de cuenta de lo "mal" que me pudiera pasar. La miré y estaba confirmando que ella era Gabbs, mi madre y no pensé verla en este lugar. Sonreí y lentamente fui hacia ella, tratando de no mostrar ningún signo de debilidad ante ella, realmente ella no sabía nada de lo que me pasaba, era lógico. Ya que esto me pasó cuando estaba aprendiendo otro tipo de conocimientos que no se implantaban en el Mundo Mágico. Suspiré un poco más, y fui hacia ella, por lo visto estaba un poco preocupada, no sabía que le contó Christine, sin embargo no iba a pensar en eso en estos momentos.

 

-Madre, que sorpresa que estés aquí.- dije con una sonrisa en el rostro, retiré un poco mi cabello que estaba un poco sudado por lo que pasó, Era increíble que lo que pasó fue solo apenas hace unas horas, aunque para mí fue ya mucho tiempo, o esa era mi percepción.- Ven que quieres que te sirva, pide lo que quieras, hoy la casa invita.- sonreí más.

 

@@Gabrielle Delacour

Editado 10 de Febrero del 2017 por Akiza Ravenclaw H.

[Gabrielle Delacour]

– ¡Hija!

 

Gabrielle se levantó de golpe, la silla golpeó con la pared trasera pero a la Black le importó poco, al menos sabía que su única hija cuerda estaba viva. Sonrió al verla y caminó hasta donde se encontraba Akiza, le observó curiosa y frunció el ceño. Podría llamarse instinto maternal o ser observadora pero el sudor en su frente no le daba buena impresión.

 

– Sí, sí. - dijo contestando vagamente a la cordialidad de su hija pasando a segundo plano aquella ofrenda .– He venido porque tienes días desaparecida.

 

La mano de la Delacour acomodó los cabellos de su hija detrás de su oreja y pudo comprobar el sudor en su rostro. No le sintió tan caliente para alarmarse de una posible calentura pero sus ojos miel se clavaron en el azul de su mirada, un poco consternada. Pocas veces se preocupaba por alguien y quienes tenían la dicha a veces solía tornarse un poco hostigador en vez de enternecer.

 

– ¿Todo bien hija? – levantó la ceja, el frío del exterior aún le calaba los huesos y el que su hija estuviera sudando no le daba buena impresión. – ¿Corriste mucho?

 

 

@@Akiza Ravenclaw H.

[Akiza Ravenclaw H.]

Sonreí ante el comentario de mi madre, sentía que ella estaba preocupada por el famoso instinto maternal que en esos momentos sentí que apareció en esos. Coloqué una mano en su hombro para que se tranquilice al menos un poco.- Si estoy bien, no te preocupes, tuve un poco de mareo hace poco, además me sentía indispuesta tenía náuseas, no entiendo el motivo, por eso estoy así.- luego al mencionar eso, me reí nerviosamente, ya que esperaba que no piense que esté...- No pienses mal por favor mamá- comenté riéndome un poco nerviosa.

 

-Si, mamá he estado alejada un poco del Castillo, generalmente eso hago, pero ya voy a ir allá nuevamente, me disculpo y en serio quiero que sepas que estoy bien, así que, mejor celebremos nuestro encuentro con unos ricos manjares que vendemos aquí.- chasqueé los dedos y dos elfos comenzaron a llegar con algunas cosas, hamburguesas, hotdog, papas fritas y una jarra grande de té verde, al menos para bajar las calorías que nos íbamos a comer, o quizás solo lo haga yo, pese a todo me moría de hambre.

 

-Y tú mamá, ¿has visto a los demás de la familia?- pregunté tomando una hamburguesa para comer.

 

@@Gabrielle Delacour

[Alexander Fox]

Su estomago estaba gruñendo, llevaba todo el día en una situación de correr y caminar por todo los callejones, siempre se levantaba temprano y esa ocasión no fue la excepción por lo cual, había desayunado temprano, y ahora debía buscar un sitio para comer, su madre podría regañarlo por estar comiendo mucho en la calle, pero no podía evitarlo, le gustaba aventurarse.

 

"Kiosko: Una mordidita rápida"

 

Sus ojos se fijaron en ese pequeño local, le pareció bastante curioso, y el nombre le sonó y era extraño, debido que le parecía bastante original, quizás alguien ya se lo había recomendado, pero no recordaba bien, como era su costumbre acomodó su cabellera roja y entró sin dudar.

 

Entró y se percató que el lugar era muy diferente a lo que había visto ante, ahora le provocaba bastante curiosidad saber, quien resultaría responsable de aquella decoración y comida que tenía un olor apetitoso. Se sentó en un lugar para averiguar como salvarse de morir de hambre, sus orbes dorados se movían de un lugar a otro para poder hacer su pedido.

 

-Disculpen, para pedir... necesito sobrevivir un día más por lo menos- habló con una sonrisa divertida, esperando ser escuchado.

 

@@Akiza Ravenclaw H. (me morire de hambre T-T jajaja)

[Akiza Ravenclaw H.]

Estaba con mi mamá, disfrutando el momento, disfrutando los banquetes traídos, charlando animosamente, de pronto miro a un chico que acababa de entrar al local, me pareció curioso, ya que sentía que le conocía desde hace mucho, sin embargo no recordaba en donde. Me pareció extraño es más, que pudiera estar aquí, aunque un leve recuerdo fue que volvió a mi, si no me equivocaba se llamaba Alexander, pero nada más, me excusé un momento con mi madre, tenía que averiguar, si era él y el motivo de su visita.-Mamá no me demoro, ya regreso.- dije con un abrazo y un beso en la mejilla.

 

Me encaminé hacia el chico, hasta que escuché sus palabras, y sonreí, por lo visto tenía hambre y quizás haya llegado a este lugar por coincidencia, sin embargo quería averiguarlo, fui a la cocina, en el cual estaban haciendo una pizza de jamón con extra queso, así que cogí un pedazo, agregué papas fritas, y un refresco, esperé que le gustara, así que fui hacia él. Le coloqué en la mesa la comida, quedándome en su visión, esperé que me reconociera y ver que me pudiera decir.

 

-Hola...¿Cómo estás?, espero que te guste la pizza.-dije con una sonrisa.- eres Alexander ¿verdad? Tengo el presentimiento de conocerte.- comenté sin embargo era para mi más que para él, negué la cabeza y volví otra vez hacia el muchacho.-Un placer de que vengas a este negocio, una pizza por cortesía de la casa, disfrútalo.- dije y esperé cualquier indicio de ver si me recuerda, o conocía a otra persona.

 

@@Alexander Fox (listo muerte evitada (?)XD)

[Alexander Fox]

Estaba esperando pacientemente a que le contestaran aunque no sabía quien lo iba hacer, parecía que los meseros estaban concentrados en otra cosa y el olor de la comida de verdad le estaba abriendo el apetito, esperaba poder disfrutar todo, de ser así seguramente invitaría a sus amigos a venir y así podrían pasar un buen rato comiendo pizza o algo.

 

-¿Eh? - preguntó susurrante al ver que habían colocado comida en su mesa, fijó su vista en la joven de cabellera rubia y unos hermosos ojos azules que había traído su comida, guardó completo silencio, sentía que conocía a la joven dama, su mente comenzó a trabajar, a pesar que la dama le llamó por su nombre, todavía no recordaba.

 

- Señorita Akiza - susurró más para si mismo, agradecía que su labios se hubieran movido, porque consideraba que estaba siendo descortés - oh, lo siento, estoy siendo maleducado - se disculpó levantándose respetuosamente, para sonreírle gentilmente.

 

- Debo admitirle que no le recordaba, aunque el azul de sus ojos me ha traído su nombre a mi mente - habló sin quitar la sonrisa - me alegro verle ¿como sigue? - preguntó interesado, aunque luego sintió como su estomago sonaba, sintió su cara arder, e intentó ocultarlo.

 

-D-disculpe jajaja, Muchas gracias por la comida- habló un poco apresurado - pero usted... ¿gusta sentarse? - preguntó gentilmente, esperando a que le acompañará aunque esperaba no molestar.

 

@@Akiza Ravenclaw H.