✿.｡.:*El refugio Mágico*.:｡✿* (MM B: 102601)

[Zack Ivashkov]

Una vez aseguraron el objetivo, Zack miró la máscara de su compañera como esperando recibir una señal y justo en ese momento la puerta principal se abrió nuevamente dando paso a otra Mortífaga. De alguna u otra manera al Nigromante le agradó saber que llegaba más gente, después de todo el bando estaba muy animado tras los ingresos de recién graduados. Pasó su varita entre los dedos y cuando creyó correcto, soltó su primer hechizo.

-Celerus- Murmuró – Confundus- Pensó finalmente provocando una severa confusión en Adryanie. La fenixiana quedaría totalmente aturdida por unos provechosos minutos. Mientras el efecto del poderoso hechizo pasaba, no tendría oportunidad de realizar hechizo o acción alguna. Al menos no lograría huir.

-Expelliarmus- Inquirió apuntando con su varita a la mujer que se encontraba a diez metros de él. El rayo escarlata salió expulsado con tal velocidad que en cuestión de segundos podría impactar en Adryanie en caso de que no hiciera nada para protegerse. De no ser así, su varita saldría volando a dos metros. Perder tu arma mágica no era para nada provechoso, menos estando rodeado de magos tenebrosos.

-No tienes oportunidad- Soltó el vampiro en cuanto notó que Gyvraine se sumaba a la captura. –Expectro Protego- A continuación, cientos de hilos comenzaron a brotar de la varita del mago para luego formar un enorme hipogrifo adulto. La criatura tenía por orden proteger a su invocador de cualquier ataque que se le enviara. Más adelante el Black se aprovecharía de las filosas garras de la bestia.

[Mica Gryffindor]

Era el momento de actuar, ya no se encontraba sola en aquel ataque. El saberse respaldada por sus compañeros la hacía sentir una fortaleza poco común, era algo común cuando estaba en un bando como aquel, en el que grandes luchadores se unían con un objetivo común.

 

- Muy bien, es hora de empezar- murmuró con calma a su compañero, pasando nuevamente su varita a la mano izquierda para lograr mejores resultados. - Celerus séneca- dijo tranquilamente, concentrada en la confusa joven (Adryanie). - Fuego Maldito- se apresuró en agregar, con voz clara y segura. Dos leonas de fuego se materializaron enseguida, corriendo hacia su víctima para alcanzarla en décimas de segundo.

Las felinas de fuego iban coordinadas, una por el frente y otra por la espalda, con el objetivo de que el ataque fuese más eficaz. Se mordió el labio pensando cuál sería la mejor forma de finalizar, y escogió la más llamativa de entre las que se cruzaron por su mente.

 

- Káidan- anunció, enfocando su mirada en la de la joven (Adryanie), sabiendo que le causaría un profundo temor que limitaría su accionar bastante.

[Adryanie]

Tomó otro sorbo de su café recién servido. Las puertas del local se abrieron de par en par asutandopor supuesto a todos los presentes. Adryani e por supuesto ni se inmutó, sabía que algo así podía pasar eran tan predecibles en ocasiones.

 

-¿Estrenando bases?

 

Dijo marcando una sonrisa en su rostro dirigiéndose al mortífago más cercano (zack). Realmente no sabía con seguridad si lo que había preguntado era cierto, pero luego de algunas pocas batallas con los mismos individuos reconocía quienes eran los mismos y quienes no, aún sin saber su identidad. En sus manos escondidas detrás de la espalda sintió la frialdad de un objeto posado en sus manos, como había mencionado el local estaba más que preparado para aquellos ataques, hasta los elfos estaban preparados y sabían que hacer exactamente.

 

-Si querías divertirte señor (Zack) deberías ver videos de mortífagos dueliendo entre ellos, suelen ser bastante divertidos.

 

Se levantó con elegancia y dijo : Avis- Y unas doe lechuzas volaron de su varita recién entregada , rodeándola por completo. Y denuevo apuntando justo al sofá donde se encontraba sentada-Morphos- Y un perro grande adulto se poso frente a ella enseñándolos colmillos de aquellos que osaban robarle su tranquilidad aquel día.

[Rías W. Loveless]

- Densaugeo- el conjuro provocó en la fenixiana ( adr ) el excesivo crecimiento de los dientes incisivos, lo que lo que le impediría casi en su totalidad el habla, por lo que sus hechizos no podían ser dichos de manera clara o al menos de forma que resultaran atendibles para los demas, haciendo inútiles sus esfuerzos al hacerlos ya que no podrían funcionar. -Sectusempra- un rayo verde, tan o mas verde que su cabello, salio de Gumi para impactar en el pecho de la odefa (adr) que en aquel instante se encontraba de civil en las instalaciones del Refugio Mágico, las heridas empezarían a verse de inmediato, una herida tan grande y tan roja, roja como los tomates que Darth Vader había comprado para ella el fin de semana pasado, esos tomates habían estado geniales. Rápidamente empezarían las hemorragias por el impacto y su muerte lenta a pesar de que si se cubría, aquello no sucedería.

-Creo que es hora de divertirnos o de morir, de cualquier caso hoy no se desperdiciara el día- la alegría de Koa era indiscutible pese a la apariencia poco usual que mantenía en aquellos instantes. Aun mantenía su varita alzada, nunca la bajaría si se mantenía con vida.

[Gyvraine C. Sullivan]

- Genial, si vinieron - dijo casi con alegría la mortífaga haciendo que su varita de arce girara entre sus dedos - Séneca - susurró para que de inmediato la garganta de Pandora comenzara a deshidratarse al grado de dejarla sin voz después de decir una palabra más. La Mortífaga había visto como hilos de luz se formaban en un hechizo, suponiendo que pronto vendría muchos más.

 

Un pensamiento bastó para que un par de manos fantasmales aparecieran frente a ella, dispuestas a defenderla tanto si había hechizos que intentaran dañarla de frente como si venían por la espalda o cualquier costado. Esas necrohand serían su guardaespaldas personal.

 

Gyvraine simplemente sonrió, hacía mucho que no se encontraba en una situación tan estresante.

[Aimé.]

Sentía una terrible jaqueca, algunos le habian contado que era a causa de su estado pero se negaba a ir al médico. Lo cierto era que su rostro presentaba una palidez casi moribunda. Aimé llevaba un par de días así y por ello no se había dejado ver, sin embargo sabía que un poco de poción la mantendría bien, incluso lo suficiente para llevar a la perfección aquel día. Minutos después ya se encontraba como nueva, a excepción de los cabellos despeinados y la ropa desordenada que consistía en una pijama simple.

Recibió un patronus y ni corta ni perezosa se levantó de un salto. Acomodó su cabello en una coleta y se maquilló de una manera simple, para que no se notase mucho en el festejo de la redada que había estado enferma, aquello daría vida a regaños y maltratos por parte de sus lideres. Colocó la luz en su rostro, de manera sencilla, simplemente en el area de sus ojos. Desapareció rumbo a Ottery, al lugar que conocía demasiado.

-Diablos.- murmuró al ver donde se encontraba, aquel negocio era propiedad de su hija y de otras amigas. Pronto entro al refugio y llego hasta donde se encontraban el resto de los miembros colocandose siempre a siete metros de cualquier mago tenebroso. Era hora de comenzar el juego dentro del refugio mágico.

[Melrose Moody]

–Claro que la tiene, pedazo de idi.ota –solté sin poder contenerme, antes de agregar– Ardius Aqueora

 

Adryane al instante se vio protegida por una capa de agua que la rodeó por completo. Además de resguardarla de los ataques físicos, rayos y ciertas invocaciones que pudieran lanzarle, la chica sería beneficiada por un episkey. Así, la protegió del sectusempra de Koa y la curó del fuego maldito de Agatha.

 

 

–Confundus

 

Uno de los mortífagos (Zack) se vio envuelto en una estela de desconcierto, producto del hechizo que acababa de echarle. Así no podría atacarnos ni defenderse y estaría inhabilitado para realizar acción alguna hasta que el efecto se detuviera.

 

 

[Balderik Von Alexandros]

Solo ardio bajo su manga, su brazo se calentaba y ardia por lamarca, emitio una sonrisa de malicia y rapidamente Kritzai salio de su habitacion en el castillo, llevaba el usual traje formal, camisa blanca y saco negro, con pantalon negro y zapatos negros, mientras caminaba con paso veloz tomo una tunica negra de un perchero, con su varita en el bolsillo mientras daba un gesto de molestia por el llamadode su brazo llego a la salida del castillo, se coloco la tunica sobre si y tomo su varita de sicomorro, y con paso veloz llego a una zona sin proteccion, al instante desaparecio sin mas hacia su destino.

Llego al callejon Diagon, se coloco una mascara con tono rojizo metalico, con su varita en mano, ahora estaba listo mientras avanzaba hacia un negocio llamado "El Refugio Magico", con paso ligero pero con prisa noto a un compañero suyo avanzaba detras de unachica, el castaño por dentro estaba emocionado, pero por fuera solo daba debajo de su mascara una sonrisa maliciosa, todo aquello que habia esperado, todo lo deseado se cumplia, llegaba a tener por fin un privilegio de pelear a lado de su bando, los mortifagos.

Entro en el lugar lento mientras observaba el lugar analizando cada detalle, pateo lejos una silla y avanzo colocandose cerca de sus compañeros —¡y uno de Mohka por favor...¿se dice asi?...la escoria y su palabreria— lo dijo alzando su varita hacia el objetivo.

[Zarco Bulche Haigh]

Cuartel auror

 

La noche en el cuartel de la orden es tranquila, con tranquilidad leo un libro sobre magia antigua, y al fondo el suave crujir de la madera quemándose en la chimenea. Bebiendo un poco de vino, apresuro la última copa, para que después toda calma y tranquilidad se vea interrumpida por el patronus de Pandora, un Quetzal irrumpe en la estancia para susurrar unas palabras en mi oído, con impresionante rapidez visto con una gabardina negra mi corpulencia vampírica, poniendo además de la capucha una luz con la punta de mi varita por debajo, para cubrir mi identidad. Con determinación desaparezco inmediatamente, integrándome al silencio y las sombras

 

Tienda “Refugio Magico” , Callejon Diagon

 

Con soltura y agilidad aparezco en el callejón, entrando al local. Puedo reconocer a otras siluetas con luces, “debe ser…” definitivamente, la que había convocado el patronus. Este sería una defensa interesante.

[Laimi Evans]

Al ver aquel patronus no pensé dos veces en ir en ayuda de un compañero en aprietos por lo que saque mi varita de mi bolsillo para apuntar mi cara para colocar en ella una tenue luz de color azul verdoza y comencé a correr por los pasillos de aquel lugar la respiracion la llevaba agitada tanto por los nervios como por estar corriendo pero aun asi no deje de hacerlo hasta llegar a mi destino, por suerte conocía bien la tienda por lo que llegue al lugar del suceso en pocos minutos.

 

No se si era suerte o mala suerte encontrar allí, esperaba mi ayuda fuera útil aunque sea daría lo posible por salvar a quien fuese necesario. Los rayos y todas las cosas pasaban con rapidez por mi cabeza los pensamientos se agolpaban y no sabia que hacer , el tiempo trancurria lento como en cámara lenta y esperaba que todo terminara bien.