✿.｡.:*El refugio Mágico*.:｡✿* (MM B: 102601)

[Seba Granger]

Abrí mas los ojos al ver que estos dos sinverguenzas intentaban hacerme la desconocida después que había consultado por su madre, sin dudas en nada bueno andaban y Galedra no debía saber donde estaban estos pillines, ¿Pero como hacerle saber sin que estos dos sospecharan?.

¿Que les pasaba a estos dos? moví mi cabeza sin entender nada, ¿Se golpearon en la cabeza? pense por un instante mientras los veía serios, (de cual estan fumando tus hijos )

-¿Cuenten en que se metieron?, ¿Que hicieron que no quieren que su madre se entere?- interrogue a los chicos, aunque recién nos estábamos conociendo tal vez podrían confiar en mi.

Me acerque mas a los chicos separandolos un poco del elfo que nos atendía para que el no escuchara si era ahí donde estaban haciendo las travesuras.

(ok necesito leer mas sobre historía el único coloso que conozco son los que se usan en el campo hermanita, jajaj )

http://i.imgur.com/DyUzqqQ.png

[Lestat Rambaldi]

…Flash back…

 

Su piel inundaba mis sentidos con cada toque entrelazado con mi cuerpo, sus besos y su dulce aroma era el néctar que enloquecía cada célula del cuerpo vampírico del Myrddin, jugueteaba con su cuerpo y su cabello, mientras las velas una a una fueron dejando su cera esparcida y derretida como aquellos que se fundían entre sabanas de seda morada.

 

El amor, la seducción, la pasión y la lujuria se unían en uno solo, para los dos jóvenes; convirtiendo aquel momento como único en sus vidas, entre el sudor de sus cuerpos aquellos collares se volvieron a encontrar, de igual manera aquella magia que una vez había comenzado, había tomado forma…

 

Dos mitades que se unían y dos cuerpos que se entregaban para así demostrar el gran amor que se tenían, sus labios satisfechos de pasión recibían el agua de sus amoríos…

 

…Fin del flash back…

 

El castaño, sintió la luz del día que empezaba a bañar el cuarto, filtrándose por una de las ventanas, aquel sueño con Laimi era la verdad muy lindo, no quería despertar pues el mismo pensaba que aquello no podía haber sido cierto.

 

Abrió lentamente los ojos, <<—Sabía que no tenía que tomar, dios que dolor de cabeza—>> pensó, y abriendo los ojos completamente y viendo el techo de aquélla habitación, sintió el aroma de las velas apagadas y consumidas; al virar la cabeza a un lado y tomando conciencia completa de todo su cuerpo y su alrededor, sintió el cálido abrazo de su chica que rodeaba su cintura.

 

Sonrió ampliamente y comprendió que todo aquello había sido de verdad, la miró y besando sus parpados aun cerrados, le dijo: —Despierta mi princesa—

 

La miró a los ojos que lentamente abría y con ojos anonadados, se acercó a sus labios dando un beso tierno y vespertino.

Editado 20 de Octubre del 2013 por Lestat Rambaldi

[Laimi Evans]

Hacía ya mucho tiempo que no soñaba con Lestat y menos de esas forma como lo había hecho esta noche, quizás el alcohol y la grata conversación con él había generado en mí que todos los recuerdos volvieran a relucir no estaba segura del todo pero no quería despertar y encontrarme sola en mi cuarto y descubrir que todo había sido un sueño nada mas.

 

Moví con suavidad mi mano y sentí un suave contacto seguido de unos hermosos besos en mis parpados acompañados de una suave y maravillosa voz, abrí los ojos con lentitud y lo primero que vi fueron aquellos hermosos ojos verdes que pertenecían a mi amado y respondí su beso completamente anonadada mientras le abrazaba fuerte.

 

-Pensé que todo había sido un hermoso sueño – le susurre a mi amado mientras me aferraba fuertemente a él, amaba estar a su lado y si fuese por mí no me separaría jamás. Intente acostumbrar mis ojos a la luz que bañaba el cuarto aunque eso me causaría algo de dolor, fije mis ojos en el reloj de pared el cual marcaba las 10:45am.

 

Me levante algo sobresaltada y observe a Lestat perpleja, sabia que mi hermana llegaba siempre a las 11:15am...- Amor mi hermana no tarda en llegar creo que deberiamos irnos – le dije mientras me levantaba de la cama y comenzaba a alistarme para emprender el viaje de salida. Observe a mi amado sonriendo ampliamente todo era completamente perfecto aunque de seguro ahora cada cual tendría que emprender su viaje a sus respectivos castillos llevaríamos este sueño como un hermoso y celado recuerdo.

 

Le extendí mi mano cuando vi que ya estaba listo y lo sujete con fuerza y suavidad a la vez mientras que con mi mano libre abría la puerta, debíamos abandonar aquel nido de amor que nos había revuelvo todo aquello que habíamos dejado atrás.

[Helene Eloise Bellerose]

Xenix, elfo encargado de la recepción

 

El elfo observaba cada vez más confundido a los presentes. Todavía se escondía detrás del escritorio, esperando que nadie hubiese reparado en sus fachas (? pero nadie parecía prestarle atención, puesto que empezaron a hablar (esos gemelos parecían estar un poquito pasados de copas) y luego estaba el amante de la madre que resultaba ser el tío no reconocido o.O sí que había sido un día extraño.

 

En una charla que trataba de hermanas difuntas, y Kalos que no eran Kalos sino Carlos y Avriles que no eran Hugos sino Algiz (? Xenix empezó a recorrer la lista de huéspedes con timidez, sin querer interrumpir la reunión familiar no planeada que estaba teniendo lugar en el hall del refugio. Notificó que una habitación se encontraba ocupada, y el resto de las habitaciones vacías. Últimamente no habían muchos magos que se quedasen más de un día o dos en las instalaciones del refugio, puesto que se quedaban solamente para liberarse de malas vibras y regresar con renovadas energías a la cotidianidad del mundo mágico y sus diferentes responsabilidades y oficios. Xenix por su parte, se pasaba todos los días de su jornada en aquel precioso lugar, peleando con Windy aveces, o tratando de eliminar hasta la última molécula de polvo, debido a su trastorno obsesivo compulsivo con la limpieza.

 

Esperó a que su ayuda fuese necesaria, dejando a los magos continuar con su amena charla.

[Adryanie]

http://i.imgur.com/UU8wjAy.png

 

-Ay Dios.

 

Ponía los ojos en blanco y reía al ver a su padrino Lestad con su esposa o novia o lo que fuese. Si bien ella era unida a su padrino, nunca se había sentado y tenido una conversación acerca de las vidas de cada cual, así que aún no le preguntaba si Laimi era su esposa o su novia lo importante era que parecían quererse mucho. No era la primera vez que se los topaba en algún negocio del Callejón, de hecho recordaba alguna vez en su empleo de Magic Coffe donde le habían pasado por alto, pero bueno pasado era pasado.

 

Ahora se encontraba solo de pasada por aquel lugar, sabía que el propietario era fenixiano por lo que no tenía que ir armada ni nada por el estilo. Aunque ¿cual era la única arma que tenía el mago aparte de la varita? Y deporsi donde más iba a llevar una varita si lo único que traía puesto era un vestido liviano blanco flojo y por supuesto unas sandalias a juego. De cualquier manera conocía el lugar ya que había estado allí con anterioridad y era un lugar preparado para ataques. Tomo un sorbo de café mirando hacia las afueras, donde daba a las calles. Deporsi hacía mil que no veía rastro de los mortífagos ¿Sería que al fin se habían rendido ante lo inevitable?

 

Poco le importaba ella seguía con su vida normal. Estaba desempleada en el ministerio, su subconsciente sabía que tenía que ir rápido a buscar algún empleo pero ya luego lo haría le estaba dando largas al asunto, llevaba tiempo sin trabajar y volver a la rutina del ministerio le daba algo e flojera, dentro de poco su padre le iba a comenzar a presionar y ella iba a tener que ceder.

 

-Le gustaría otra taza de café.

 

Chillo aquel elfo, blandiendo el termo trasparente que llevaba en su mano.

 

-Claro.

 

Dijo acercándole la taza ya casi vacía al elfo y viendo como este la rellenaba hastael tope de nuevo

[Mica Gryffindor]

Llevaba la máscara en su rostro cuando apareció en las afueras de aquel lugar, a la espera de presencia fenixiana en el sitio. Su cuerpo vestía una túnica negra y larga. Sostenía la varita en su mano izquierda, pero la cambió antes de levantar la manga de su antebrazo para tocar con el mágico instrumento el oscuro tatuaje, llamando a los demás miembros de su bando que estuviesen a la espera de un rato animado...

 

- Veamos qué tenemos por aquí- se dijo a sí misma, abriendo de un empujón la puerta e introduciéndose en el lugar, paseando sus tranquilos ojos ambarinos por el recinto al que llegaba.

 

Iba descalza, cuestión que no le importaba en absoluto, y llevaba el cabello recogido con una hebilla de plata que mantenía sus perfectos bucles ordenados y presos. Acababa un elfo de servirle un café a la víctima que decidió tomar para la ocasión.

 

- Adryanie... hola- susurró en tono siniestro y divertido al mismo tiempo.

[Zack Ivashkov]

La marca tenebrosa en el antebrazo del Nigromante ardió tan prfundamente que este se sobresaltó y le fue casi inevitable llevar la mano del brazo contrario para intentar calmar la molesta sensación. Después de tanto tiempo sin nada de acción en asaltos parecía que el día había llegado, solo esperaba que se tratara de eso. Rápidamente tomó su túnica negra para cubrir la desnudez en su cuerpo y se calzó unos zapatos a juego con la prenda superior. Luego de aquello giró sobre sus talones y desapareció.

 

Segundos mas tardes su cuerpo se materializó a las afueras del local "El Refugio Mágico" ya con varita en mano y una mascara plateada que protegía su identidad. Notó como Agatha se adentraba a dicho negocio y él hizo lo mismo siguiéndole de cerca. Una vez dentro, apuntó con su varita a Adryanie. Ahora entendía perfectamente por qué estaban en ese lugar. Zack se alejó a diez metros de cualquier persona u objeto y esbozó una sonrisa macabra.

 

-¡Al fin! Espero divertirme- Murmuró por lo bajo esperando que su compañera soltara el primer ataque hacia el objetivo del momento que se encontraba pidiendo un café.

[Rías W. Loveless]

Sonrió tras su mascara, su paso lento y calmado iba hacia adelante, los pocos transeúntes se habían apartado del sitio, el ver mortifagos nunca era buena premonición, eso era algo lógico, hasta para un odefo se le tenían que aparecer las señales, con altivez obvia y su varita en mano llego hasta el lugar que parecía ser el "indicado" el refugio mágico, un sitio feo y de mal gusto, como la odefa que ese día irían a atacar.

La marca aun dejaba aquellos rescoldos en su antebrazo después del llamado, aquello no desaparecería en un buen rato, estaba segura, y como estaba segura de eso había optado por un atuendo casual, sin zapatos, sin blusa y sin ropa mas que su capa, técnicamente, una capa de luz, un simple truco pues no llevaba nada que cubriera su cuerpo mas aquella luz tan parecida pero tan diferente a la que ocultaba la identidad de sus enemigos.

-¡¡Ya llegue!!- canturreo, acercándose a unos metros de donde ya se encontraban sus compañeros, lista para atacar con varita en mano y curiosidad al saber que ocurriría luego.

[Gyvraine C. Sullivan]

Apenas había puesto un pie en casa cuando sintió cómo es que su marca tenebrosa comenzó a arder, la punzada se le antojó tan extraña que por un momento no supo lo que en verdad significaba. Bastaron un par de parpadeos para cerrar su mano en un puño y en éste se materializó su varita de arce, con la que hizo una elaborada floritura, haciendo aparecer una máscara para cubrir su identidad y una delgadísima túnica negra.

 

Soltó un suspiro y giró sobre su propio eje, desapareciendo en medio de zarcillos de oscuridad que la transportarían hasta el lugar de donde provenía el llamado. Al abrir los ojos, se encontró de frente al local de "El refugio mágico" y sin ninguna emoción, casi con aburrimiento, Gyvraine avanzó hasta adentrarse al local y situándose a diez metros del objetivo levantó su varita.

 

- ¿Qué? No llego tarde ¿verdad? - preguntó a nadie en especial, mirando a sus compañeros que ya estaba dispuestos a asesinar y capturar a la fenixiana.

[Melrose Moody]

Mis fuerzas estaban declinando en los últimos días. La actividad mortífaga había descendido dramáticamente, sin embargo, era evidente que no se detendrían de manera tan simple. Por eso, no me sorprendió ver, en mis rondas habituales, como habían conseguido interceptar a una compañera de bando. Adryane estaba tomando un café tranquilamente cuando el par de enmascarados irrumpieron en el local. Lo bueno, era que dentro de sus planes estaba segura que no figuraba que apareciéramos.

 

–Expecto patronum

 

El collar de la hermandad del rayo brilló a la par que un montón de quetzales surgían de mi varita para mandar un corto y simple mensaje: Adryane necesita nuestra ayuda. El Refugio Mágico es el blanco de un ataque mortífago. Acudir, por favor, en ayuda de nuestra camarada. Así, las aves salieron volando y yo encaré al par que tenía a siete metros delante de mí.

 

–Diviértete solo, mortífago –escupí con desprecio– y deja en paz a esta pobre civil –me volví hacia Adryane– huye, señorita.

 

En cuanto así lo hizo, me volví hacia el par, dispuesta a lanzar el primer hechizo…