.: Castillo Triviani :. (MM B: 78361)

[That is not my name]

1d7

Ishaya invoca al Señor del Caos...

[That is not my name]

Sonreí de inmediato cuando mi hermana apareció afuera de la casa para enfrentarse directamente contra mi, un movimiento que ya había previsto anteriormente y eso provocaba en mi ganas de seguir en ese enfrentamiento tan peculiar por lo que, sin pensarlo dos veces invoqué mi salvaguarda mágica para ser intangible y que la presión de su cuerpo (y daga) no me hiciera daño y levantarme rápidamente mientras aparecía un cíclope en esos momentos que me ayudara en mi defensa.

 

- Anda, que bien sabes que no me interesa un anillo como ese cuando tengo muchos en mi poder que me ayudan a mejorar mis habilidades mágicas.

 

Solté una carcajada mientras mi mercenario se avalanzaba con fuerza para intercambiar unos cuantos movimientos en contra de mi querida familiar para que la mantuviera entretenida unos momentos, con una danza típica irlandesa que la mantendría ocupada mientras ingresaba al castillo y proteger a mis queridos varones Triviani. ¿Acaso dejarían que la loca de la matriarca tomara poder en ese lugar sin hacer nada? No, debía de enseñarles como se hacían las cosas.

 

Invoqué un sonorus al entrar azotando las puertas de la entrada. - Atención caballeros de esta noble casa, ¡¡¡defiéndanse de las damas que en estos momentos quieren tomar poder sobre nosotros, alcen sus varitas y saquen sus trucos más relevantes para tomar nosotros el control del lugar!!!

 

Candela no sabía a quien se estaba enfrentando. O quizás sí y por eso estaba provocando ese desorden. Era tiempo de jugar como era debido.

 

 

@ @ @ @ @ @@Susan V. Goldstein @ @@Candela Triviani

[Matthew Black Triviani]

La llegada de una persona nueva en los predios del Castillo hizieron que la Triviani se enfureciera, solo dio una mirada descarada a Matthew con ningun tipo de interes ante las palabras que habia recitado anteriormente.

Un estruendo se escucho dentro del mismo salón, no podía creerlo, de pronto comenzó a garuar tan terso que parecía arte en su totalidad. El joven Lycan se encontraba completamente seco, pero, las mujeres presentes no habían tenido la misma suerte. Una risa flemática emano de el, no pudo controlar lo que sintió en ese momento, tapo su boca con rapidez, sabría que eso causaría problemas.

-Uhm, no me controlen, ¡Miren una ardilla!- Grito y corrió hasta la cocina en busca de algo apetecible. No entendía porque habría una ardilla dentro del castillo, tan solo sabia que no iban a quebrantar una orden de la matriarca. << Cosas malas han de suceder a quienes osan incumplir sus caprichos >> Como una voz del mas aya le hubiera hablado.

El desconocido que había lanzado el conjuro dentro del castillo advirtió que ellas jugarían un papel en nuestra contra, solo quedaba defenderse, pero que clase de estrategia estaban pensando ellas, era difícil de saber... Mientras todos estaban en el recinto Matthew pensaba en algo que pudiera ayudarlo

¿Nos matara a todos? Candela estaba loca, por donde se la contemplara.

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Editado 5 de Abril del 2018 por InsaniK

[Eobard Thawne]

Se aprovecharon de que me fui a ver mis series ;o;

 

Aplaudo sus métodos para llevar a la gente ante ella. De verdad, si no les rompe el cuello antes, al menos les da tiempo para suplicar por su vida.

 

Medio contuvo un bufido de ironía. Se encontraba cruzado de brazos, metido en un embrollo que ni siquiera él, siendo un imán para los problemas, había solicitado. ¿Acaso era tan fácil que un anillo de ese tipo se perdiera así sin más? De antemano, sabía que era inútil que el ladrón hurtara ese tipo de magia, dada la naturaleza de la habilidad de la que se trataba.

 

No lo inmutó aquel arranque de violencia contra el recién llegado que había saludado en la puerta, o la presencia del torrencial aguacero que sólo afectaba a las mujeres presentes. Ya no digamos, el estruendo causado en los jardines del lugar. Parecía que había elegido el peor día para presentarse en el castillo de los Triviani.

 

¿Ishaya? ladeó la cabeza, mirando a quien había ingresado. Su voz, amplificada por magia, era inconfundible. Al parecer, medio mundo estaba ahí. Entonces es un motín, ¿eh? Me apunto, desde luego. Necesito desempolvar viejas técnicas.

 

Todos estaban quietos, como si en ese instante, el tiempo se hubiese detenido. El castaño, sin pensarlo, deslizó su varita hasta que ésta reposó sobre sus dedos. Pensó en un conjuro que había utilizado ya una ocasión para defenderse sin depender tanto del fragmento de nogal negro.

 

De a poco, una sustancia vaporosa, de tonalidad azabache, comenzó a salir por la punta de la varita; era similar al efecto de intangibilidad, pero para él, era más bien una forma de atacar. Intentó apresar el humo, el cual adoptó la forma de un mangual, como los utilizados por los no mágicos en un periodo temporal que él ignoraba.

 

La corte entra en sesión.

 

Ya se esperaba el primer golpe pero, ¿de quién vendría? Una pena. Sobre todo, por la exquisita decoración del hall, que probablemente quedaría reducida a añicos.

 

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[Jeremy Triviani]

Jeremy le sonrió a su tía en respuesta a su pulla por sus músculos, segundo antes de que esta desapareciera y volviera a aparecer con un niño. Si algo tenía en claro es que nadie que le robara su anillo y le hiciera montar semejante escándalo, escaparía ileso. Cruzo mirada con Eobard antes de notar por el rabillo del ojo que se asomaba Saori, otra de sus tías.

 

- ¡Nadie tiene tu anillo! -Le grito tratando de sonar seguro, frunció el ceño cuando una idea se le cruzó por la mente -¿Seguro no lo escondiste para tener una excusa de torturarnos?

 

No era probable que la bruja lo hubiera perdido de la nada. Seguramente lo hubiera escondido para armar escándalo. El rubio se rió en voz alta al ver la lluvia que empapaba a las brujas. Golpeo con la mano abierta la baranda de madera donde estaba apoyado, festejando el agua que correría varios rímeles en el camino.

 

Ishaya había venido a ayudarlos y Candela no tardó en atacarlo. Sin dudarlo un segundo, Jeremy arrancó uno de los bastones de madera de la balaustrada de la escalera y descendió para ponerse detrás de Rhaella. Le pasó la madera por el cuello a la bruja aprisionándola contra él, para que no pudiera moverse sin ahorcarse.

 

-¡Quieta! Si es que quieres seguir respirando, bonita - Le advirtió apretando un poco más fuerte - Deja tus manitos pegadas al cuerpo, si no quieres quedarte sin ellas.

 

El vampiro le hizo una señas con la cabeza a Insanik, para que se encargará de Zoe o Susan, tendrían que reducirlas antes de que se volvieran un problema. ¿Dónde estaba el maldito anillo de Candela?

 

@ @ @@That is not my name @@Susan V. Goldstein @ @ @@Candela Triviani @

 

Edito que me olvide de etiquetar a Paula, y porque a Cande le gustan las dobles notificaiones xD

Editado 5 de Abril del 2018 por Jeremy Barton

[Matthew Black Triviani]

Estaba de mal humor, luego de la repentina llovizna dentro del castillo, avisan que habrá una guerra intrafamiliar -¡Demonios!- Se quejo Matthew, realmente tenia hambre. Salio de la cocina para volver al recinto, con una bandeja de nada, si, no había nada en esa maldita cocina para el Licántropo.

-¡Valla que era tiempo!- se alivio que el joven apareciera en un momento tan oportuno.

Un gesto fue suficiente para entrar en acción, rápidamente el mago soltó un Incárcerus apuntando a la esbelta mujer de cabello negro. -Así puedo apreciar mejor tu belleza.- Bromeo arqueando su ceja. -Digamos que, te asientan bien las cuerdas.-

No tenia muy en claro como funcionaba esto, si la idea era matarse entre todos o solo causar el mínimo dolor, o mejor, torturar alguno de los presentes. Por lo que podía observar el muchacho rubio tenia de manera bastante hostil sujetada a la dama. -Bueno, creo que no se dio cuenta de un detalle... si, lo va a atacar.- Murmuro y dejo que las cosas siguieran su curso.

Solo quedaba desarmar a la próxima, la desconocida de piel pálida. Su puntería no era tan buena, tenia mucho tiempo que no practicaba hechizos así que lo mas seguro que no pudiera con ella. Se la veía muy audaz y segura, pero eso no lo haría titubear. Un movimiento de su varita y pensó en un hechizo punzante para la cadavérica.

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[Susan V. Goldstein]

¿Cuando el hall se había llenado de tantas personas?

 

Susan lo había ignorado todo, inclusive el hecho de quedar empapada por un hechizo que vino de la nada. Su atención apenas se había movido cuando Matthew y su tío Joseph habían entrado a escena. Ottery era un lugar pequeño y un mundo lleno de casualidades, no le sorprendería que alguno de ellos tuvieran aún más lazos con ella. Susan se había aburrido de la situación, tanto que consideraba ir a cambiarse e irse de allí en cuanto estuviera lista.

 

Pero la voz de Ishaya estremeció sus pensamientos ¿Tomar el control? ¿Acaso su ego masculino se sentía amenazado? Fue suficiente para los hombres de la sala, les dio impulso para inclusive atacar a una de nosotras. Esto sí era interesante, una lucha con los hombres del castillo me daría de que hablar por días. Sin embargo, ni siquiera su vestimenta era para la ocasión y sus ganas de un duelo no eran las más altas.

 

Quería seguir la iniciativa de Jeremy, atacar de forma física y directa sin la necesidad de su varita. Captó la imagen de Rhaella, algo injusta ya que eran dos hombres contra ella. Susan no pretendía hacer justicia, sólo divertirse, le importaba un bledo el anillo de Candela.

 

—¿Es que acaso no saben tratar a una dama? —Se mofó— Accio bate.

 

En unos instantes un bate traspasó el vidrio de la ventana para luego parar en la mano de la bruja, esta se acercó a Jeremy por la espalda y con un fuerte impulso golpeo la parte trasera de su rodilla. Nada resiste un golpe de esos allí. Miró Jeremy caer apartando a Rhaella de su agarre. Miró a su hermano, quien había hecho uso de la magia y o apuntó con el bate.

 

—Mamá no esta aquí para protegerte Matthew, pero estoy yo para enseñarte.

 

Miró a sus compañeras con una sonrisa impregnada de emoción. No tenía idea de quien le había robado el anillo a la matriarca pero ese era un genio.

 

—No sé ustedes, pero yo no quiero ser niñera y menos de a quienes le sobra vello. —Miró a su tío lejos de todo— Querido tío, nada personal, no sé que haces aquí, pero no quiero a furia de mi abuela por golpear a su hijo. Hay que charlar después de esto.

 

 

@@That is not my name @@Candela Triviani @ @ @ @InsaniK @Jeremy Barton @

[Brendon Ravenclaw]

Observó todo paralizado en la entrada del hall. Hace poco que estaba por tierras inglesas, llegó para quedarse por un buen tiempo y no podía dejar que su padre adoptivo no lo supiera. Sus intenciones al ir al castillo eran clara, visitarlo y hablar con él todas las cosas que alguna vez le contó por cartas. Estaba preparado para la primera impresión que daría el castillo, Brendon venía de una pequeña aldea llena de nieve en Suecia. Dormía en una cama en donde sus pies quedaban a la deriva y caminaba por una casa en donde debía agachar la cabeza para cruzar por las habitaciones.

Pero, ni el cambio de residencia ni aquel castillo podía contra eso. Tuvo la osadía de entrar sin permiso al castillo en el instante en que una voz conocida incitaba a rebelión, brujas y magos estaban en plena sala con intenciones de matarse ¡¿Qué diablos?! Estaban tan concentrados en sus ganas de atacar que jamás se dieron cuenta de la presencia del nórdico, y lo peor de todo es que él suponía que eran familia. Podía entenderlo de los salvajes del pueblo ¡Hasta de él mismo! Pero más lo creyó de los refinados ingleses.

Uno de los magos dio el primer paso atrapando a una e inmovilizándola, era una escena tan bizarra, ya que todas parecían de porcelana, inclusive la que vestía ese traje muggle tan raro. Apenas le nació hacerles daño ya que creía que solo serían capaces de rasguñar y lanzar hechizos como locas. Pero una demostró lo contrario. La bruja de traje raro había conseguido un bate y eso le bastó para liberar a su amiga, sin magia y a lo bestia. Los orbes grises del sueco centellaron, esas no eran simples damas inglesas.

La bruja con el bate amenazó a todos pero aún no se daba cuanta de la apariencia del vikingo, ya comenzaba a ofenderse. Soltó una risa casi audible, nunca fue de los que les hacia daño innecesario a mujeres pero su padre había dado una orden y ellas estaban demostrando dar la talla. Ya tenía una excusa por si se pasaba de la raya. Recogió su cabello e ignorando las miradas de todos lo demás se acercó a la bruja tal cual como lo había hecho con el mago, en un acto rápido se inclinó lo suficiente como para pasar su brazo por el cuello de la bruja y presionarlo.

—¿Y a ti no te enseñaron a comportarte?

Dicho eso el sueco se enderezó causando que la bruja separara los zapatos del suelo, el rostro se enrojeció mientras sus ojos lo miraban con ira. En un instante Brendon decidió quitarle el bate y dejarla tiara en el suelo jadeando..

—Le daré mejor uso. —Dijo girando el bate en su mano— Soy Brendon, hijo de Ishaya... —Paró el bate en su hombro— Nada personal, solo sigo ordenes. —Se burló.

@@todos @perdonen @la @tardanza @y @la @futura @agresividad.

[Zoella Triviani]

Susan, Rhaella y Jeremy aparecieron al rato de que Candela gritase, estábamos todos desconcertados por la actitud de la gitana. Por el umbral de la puerta aparece un mago que recordaba de las reuniones de los mortífagos, y tras el se veía la figura de lo que parecía un hombre el cual no tardo en ser arrastrado por Candela. Sintiendo el leve empujón causado por el acercamiento de mi madrina frunzo el ceño sin comprender su reacción.

 

Su anillo de Nigromancia estaba desaparecido, escuchando eso cruzo miradas con Rhaella dedicándole una mirada cómplice, días atrás me había contado su plan de llegada a la mansión y sin pensarlo dos veces me decidí por ayudarle una vez llegara a los terrenos Triviani. El desconocido se atrevió a hablar mientras esperábamos que el ladrón reaccionara - cosa que sabia yo no pasaría - mientras de un costado llegaba una bruja con rasgos orientales que veía por primera vez.

 

Sintiendo caer gotas sobre mi, subo la mirada percatándome de que bajo el techo de la mansión había aparecido un fenómeno meteorológico empapándome toda. Exprimiendo mi cabello mientras escuchaba a Candela salir veo que solo yo, Susan, Candela, Rhaella y la otra bruja estábamos empapadas. Viendo a otro mortífago atravesar la puerta me percato de que esto no terminará nada bien.

 

Sonriendo por toda aquella situación, estaba a la espera del primer ataque hacia mi, Jeremy bajo las escaleras con un barrote del barandal y aprisionando a Rhaella, haciendo una señal a la peliblanco con la mano le dije que era el momento perfecto de meter el anillo en el bolsillo del rubio. Escuchando el hechizo del castaño me volteo en su dirección - Impedimenta - Me apresuro a conjurar evitando que las cuerdas me atrapen - Me gustan las cuerdas, pero siento decirte que no es el momento ni el lugar - suelto regalandole un guiño.

 

Susan neutralizo a Jeremy con el bate haciéndole soltar a Rhaella, agarrando el candelabro que se encontraba en la estantería a un lado de donde me encontraba me acerco al castaño y le golpeo en el estomago - No te lo tomes a personal - sonrió inocente. De reojo otra figura aparece, un joven alto de cabellos largos qué atacó a Susan, girando mi cuerpo le lanzo el candelabro que tenia en la mano golpeándole en la frente haciéndole caer sentado y soltar el bate.

 

 

 

@@Candela Triviani @ @ @@Susan V. Goldstein @ @ @@That is not my name y @QuienFalte

Editado 6 de Abril del 2018 por Zoella

[Mentita]

Le había parecido ver una figura nueva en el castillo. Lo que le llevó a pensar que, probablemente, todo aquel barullo había sido planeado. No era normal que, de la nada, empezara a llegar gente que, incluso, ella no había visto jamás. O bueno, los había visto en algún momento de su vida, pero jamás se imagino que ese sería el momento en el que los encontraría. ¿Casualidades? Lo dudaba mucho. Más aún cuando su anillo estaba desaparecido.

 

— ¡Silencio! —ordenó a su hermano, pero éste ya había hecho su movimiento invocando a cíclope. Los ojos de la matriarca centellearon de rabia cuando lo vio deshacerse de su agarre.— ¡Contradices tu propio argumento! —le gritó cuando Ishaya se alejó.

 

La Triviani sabía que era inútil hacer algo en contra de aquella criatura, sólo tendría que esperar para que desapareciese. Pero mientras tanto, le daría un poco de distracción para que ella pudiese huir.

 

— ¡Morphos! —le aplicó el hechizo a la estatua de la fuente. Ésta se convirtió en un enorme oso que entretendría al cíclope.

 

La gitana se escabulló de la presencia de la criatura invocada por su hermano, porque ella es así, usa ese tipo de magia... gitana (?); y llegó al castillo donde todos parecían estar ocupados, unos contra otros. Los cimientos retumbaron una vez más, provocando el desequilibrio físico de muchos de los presentes, y Candela aprovechó para subirse encima de un tipo greñudo (igual que ella) y muy alto, que acababa de llegar al lugar.

 

Estaba tentada a morderle una oreja y arrancársela, pero se conformó con aprisionarle la cabeza y tirar de sus pelos, como una demente.

 

@@Brendon Ravenclaw @ @@That is not my name @@Rhaella Triviani @@Susan V. Goldstein @ @ @ @ @No recuero quién falta e.e