.: Castillo Triviani :. (MM B: 78361)

[Jeremy Triviani]

Cuando Patricia desapareció en medio del festín de elfos. Jeremy perdió el interés en seguir bebiendo de sus cuerpos para fomentar aún más la rebelión. Ya las cosas parecían haberse calmado lo suficiente como para muchos Chuck estuvieran limpiando el desastre que ellos mismos provocaron. Juntaban a sus muertos y apagaban las llamas que estaban consumiendo la cocina con unos manteles floreados.

 

-Limpien todo -Ordenó de forma innecesaria antes de irse de allí.

 

El camino hacia donde estaban todos fue de los más cortos. Ni se enteró cuando llego. Una silla lo golpeó y lo lanzó al suelo con violencia. No le importo. Ignoro a Zoella, pasando por su lado. Los ojos avariciosos del vampiro estaban puestos en el lindo auto volador de su madre. Era perfecto. Ya podía verse volando por todo Londres haciendo pipi por la ventana sobre la mansión de los Delacour. Aquella visión hermosa lo hizo sonreír mientras se ponía de pie.

 

-¡Que precioso auto, Madre! -Le dijo a Candela mientras se le acercaba - ¿Podemos dar una vuelta en él?

 

La pregunta era inocente. Pero no habría ni un pelo de inocencia en lo que harían arriba de él. Y no… no estaba hablando de su evidente Edipo (Nooo, que se me bloquea), sino de sus ganas de pasar tiempo de calidad con su familia. ¿Alguna vez se les había cruzado por la mente, visitar a su tía Alyssa, que aún estaba alcoholizada en la caballeriza? ¿Cenar intercambiando anécdotas divertidas de asesinatos y torturas?

 

-Bienvenida, soy Jeremy -Saludo con un ademán de la cabeza a la nueva víctima del clan.

 

No demostró que le parecía raro que su hermano engendrara niñas por todos lados a los que iba. ¿Sería el lado de Patricia? ¿Era lesbiana? Debería empezar a investigar con más atención a sus hermanos. Los genes Triviani, por algún motivo, anulaban la dulzura del ser que producían al nacer. ¿Alondra sería la excepción a la regla?

 

-Tienes sangre en los labios, hermana -Le dijo a Zoella, limpiándole el labio con el dedo pulgar - Algo me dice que estás satisfecha de comida -Intentó bromear.

 

Tenían una hermosa vista del jardín delantero con su imponente fuente de mármol italiano. Jeremy en serio esperaba que su madre no se olvidara de cerrar aquel agujero. Ya se acercaba el invierno y la mansión por más elfos que quemaran en las chimeneas, no conseguían calentar el ambiente por completo.

 

 

 

@@Candela Triviani @ @ @@Alondra L. Santoro

[Matthew Black Triviani]

A veces pasa que la vida les pesa, pasar el sueño en el que se pierden dentro de un laberinto noche tras noche mientras el cansancio persigue a la luz del sol... Mientras tanto, las situaciones cotidianas de la familia parecían simplemente no ayudar. De vez en cuando se cansaba de tantas emociones o de decepciones, y con tanto pasado en su vida, había decidido mostrar algo de empatia ante las palabras de Alondra. A fin de cuentas, no era la primera vez, que alguien pedía su ayuda y quizás, la de los demás también.

 

Podrías decirme, ¿de que murió exactamente? toco su barbilla Gia. movió su diestra con el vaso en ella y suspiro.

 

Se encogió de hombros pero su propia sonrisa había desaparecido por culpa de esa tensión palpable que flotaba en el ambiente. Sabia que estaba por intentar tomar las riendas en la vida de una joven bruja, primeriza en las calles de Londres, por lo que carraspeó y miro en otra dirección que no fuese hacia Alondra. ¿Era ya la hora socialmente aceptada para presentar a los demás? un ápice de preocupación, pero aun asi no buscaba hacer sentirla incomoda con los locos a rienda suelta dentro del castillo. Amá parecía estar disfrutando su nuevo coche y dentro del Castillo.

 

Chasqueo los dedos de su mano libre y Termidor apareció, su elfo personal, si ahora tenia uno, pero le daba buen uso al decir verdad, y le ordeno inmediatamente que le otorgara algo de beber a la muchacha de orbes claros, no había pedido nada, pero aun asi. Estaba un poco sorprendido sobre sus palabras, parecía que Gia le había dado buenas referencias sobre el gitano, ademas de los modestos modales que cargaba con ella, parecía ser alguien bastante normal y peculiar, aun levantaba sospechas para Triviani, pero todo saldría con el debido tiempo... O una poción.

 

Esta familia no es trigo limpio, querida. torció la boca en forma de sonrisa Pero puedes quedarte el tiempo que desees aquí, es tu primer día ¿no? inquirió Bueno, ven conmigo que te mostrare un poco más de serca el caos que están llevando en este momento dentro de la cocina... Es un día normal, como cualquier otro en nuestra familia, ahora, tú, familia también.

 

Se levanto del sofá he invito a Alondra que lo siguiera hasta pasar tres pilares de marmol importado desde Italia tallado con diversas figuras en delicados hilos de oro y plata. Un paso más serca de todo, Matthew se paro en el umbral de la cocina mientras la muchacha asomaba.

 

Desde este momento seras mi protegida, y portaras el apellido Triviani... Aquello podría traerte mucha fama que se tergiversara con el tiempo y también mucho control, si sabes aprovecharlo. volvió su mirada a la cocina Ellos, son tu familia. observo a Zoella mientras rompía una silla en la espalda de Jeremy he intentaba comerse los elfos, una pequeña carcajada se le escapo.

 

 

 

@@Alondra L. Santoro @ @@Candela Triviani @

 

 

PD: ¿Patricia es Lesbiana? JAJAJAJA #LaPatriATR.

[Mentita]

― Si tocas mi auto, te corto las manos y te pongo unas de goma. Quiero ver cómo resuelves tus asuntos con una gelatina... ―amenazó la gitana a Jeremy.

 

Candela había dejado estacionado el auto en el vestíbulo. El intentar atropellar elfos parecía una tarea un poco compleja, considerando el espacio en el que se encontraban. Sí, había logrado ensanchar la entrada, pero a veces era un poco más difícil hacerlo con toda una estancia y, más aún, cuando ésta no se prestaba a los favores.

 

La Triviani se detuvo unos momentos para observar a Zoella, la menor de todos sus hijos y arrugó la nariz por lo repulsivo que se le antojaba la escena. Estaba segura de que ella no era el mejor ejemplo para sus vástagos, de hecho dudaba que fuese ni siquiera el peor, pero no sabía por qué habían resultado de esa forma todos. No, no, para nada ella se hacía cargo. Candela tenía una negación total a su propia naturaleza, mental o lo que fuere.

 

― ¿Alguno sabe si se han cenado a Alyssa ya? ―preguntó al aire mientras se dirigía con rapidez a la cocina. En el camino se encontró con algunos Chuck que insistían en mantener su rebelión.― Quiero el dato de si ya puedo disponer de la bóveda de forma unilateral.

 

Pateó un par de elfos, haciendo que uno de ellos cayera a los pies de la recién llegada, Alondra. La matriarca se giró unos segundos y le guiñó un ojo. No la conocía, claro, pero creía haber escuchado a Matthew ofrecerle posada. Y Candela pensó que no podría ser más vil de su parte, cuando la niña tenía aire inocente, involucrarla de esa manera, en un hogar más en desorden que cualquier otro.

 

PD: Los amo, no me abandonen

[Alondra L. Santoro]

Las palabras del Triviani parecieron calmar un poco los miedos de Alondra, pese a aquel caos que reinaba a su alrededor, aquel hombre tenía una mirada limpia, la joven bruja siempre había confiado en su sexto sentido, y mas aun en los juicios de su madre, por lo cual decidió darle una oportunidad a su anfitrión o mejor dicho dársela a ella misma y tener un lugar donde alojarse, al menos por un tiempo. Escuchó la pregunta del mago con respecto a su madre y sintió como su corazón se estrujaba, respiró profundamente para no quebrarse antes de responder.

 

-Mis padres murieron hace poco, en un accidente de auto, íbamos de vacaciones y bueno algo salio mal - le informó con un aire de tristeza marcado en su voz, mientras sentía como sus ojos se nublaban, parpadeó un par de veces y carraspeo intentando deshacer el nudo que se había formado en su garganta.

 

Triviani asintió suavemente mirándola, para después chasquear los dedos y hacer que uno de sus elfos apareciera con un vaso de agua fresca para intentar hacerla sentir mejor. Alondra agradeció con una suave sonrisa aquel amable gesto. El hombre le explico lo peculiar de su familia, y la bruja pareció entender que quizás su madre no la había mandado a aquel lugar por casualidad, probablemente ella sabía que su hija necesitaba un toque de locura para poder sobre llevar su vida nueva. Matthew le ofreció su casa y tomarla bajo su protección gesto que Alondra agradeció completamente, no tenía idea de que hubiera hecho de no ser así, quizás hubiera tenido que alojarse en un hotel.

 

--Muchas gracias...- dijo sinceramente mientras la primer sonrisa completa se dibujaba en aquellos finos labios de color rojo.-Espero no darte problemas ni a ti ni a la familia.- puntualizo aun algo apenada por haber llegado en aquel inoportuno momento. La invitó a acompañarlo a la cocina desde donde provenían los gritos, Alondra dudo un segundo, pero no podía ser descortés después de que desinteresadamente y de todo corazon Triviani le estaba abriendo las puestas de su hogar aun sin mayor referencia,

 

Apenas pusieron pie dentro de la cocina pudo ver a una mujer golpeando a un hombre con una silla y un elfo rodó a sus pies, de inmediato se dispuso a ayudarle, ante la sorprendida mirada de los presentes, quizás aquel comportamiento no era peculiar entre los magos, pero ella le tenia especial afecto a su elfina personal, Noah que le seguía unos pasos atrás. La bruja frente a ella le sonrió con simpatía, Alondra correspondió a la sonrisa sin estar segura de como comportarse.

 

-Buenas tardes, mi nombre es Alondra y creo que ahora somos familia...- dijo levantando la mano para saludar e intentando sonreír mientras el lío seguía frente a sus ojos grises.

 

@ @Jeremy Askar Triviani @Candela Triviani @Zoella Triviani Yaxley

[Jeremy Triviani]

-No tocaré el auto, Amá -Se apresuró a responder el vampiro para que Candela guarde las garras. (est****a xD) - No lo tocaré si no estás arriba de él.

 

Se quedó allí parado sonriendo, esperando el bofetón de Yocasta, que nunca llegó…tal vez porque todos se dirigieron a la cocina para terminar de eliminar elfos. Jeremy antes de seguirlos, aprovecho y saco del bolsillo de su pantalón, una burundanga que le tiró en el rostro a Zoella para que duerma. Logro atraparla antes de que se rompiera contra el suelo, y la colocó en uno de los sillones. Luego chistó para que aparezca Marimar, su nueva elfa con olor a pescado.

 

-Duerme un rato, princesa -Le dijo a Zoella dándole un beso en la frente antes de dirigirse a la elfina -Llévala a mi cuarto y no la dejes salir de ahí hasta que yo vaya.

 

Con la orden dada, se unió a su familia en la cocina. Los Chuks de allí estaban siendo pateados por su madre. Algo habitual solo que esta vez los pateaba hacia la nueva integrante. ¿Estaría celosa la Matriarca? Jeremy se dio cuenta que no le sorprendería de algo así de su parte. Entender a Candela les llevaría años de terapia psicológica. Y nunca pagarían por aquel lujo.

 

-Creo que la tía Alyssa ha sido secuestrada por lo Chuck. Deben de tenerla en algún lugar del castillo -Retomó el tema del paradero misterioso de la segunda Matriarca - Es posible que en algún momento tengamos que intervenir para que la suelten. Pero piensa que no sería muy beneficioso ahora mismo… ¿Que necesitas de Gringott, amá? Estoy a tu servicio. xD

 

El Askar había heredado el puesto de su madre en aquella institución. Así había un Triviani en cada puesto importante del Ministerio. Conscientemente estaban pudiendo lograr aquellos objetivos. No pararían hasta conquistar el mundo mágico. Bueno, no, tampoco tanto. Eso era mucho trabajo, se conformaban con hacer cosas ilegales y cubrirlas. Por ahora.

 

Se percató que la niña nueva con cara de inocente le hablaba con voz tranquila. Parecía tan dulce como para comerla en el desayuno con el café. ¿Cómo había hecho Matthew para crear algo así? Con la maldad que tenía en el alma. Era un caso muy extraño. Le sonrió esperaba que de manera amable, aunque le salió una cara de vampiro hambriento apunto de atacar a su presa.

 

-Bienvenida a la familia, Alondra -Respondió el saludo -Ahora somos familia, así es. -”Veamos cómo manejas eso, niña” pensó al mismo tiempo.

 

 

@@Alondra L. Santoro @@Candela Triviani @ @

Editado 3 de Abril del 2019 por Jeremy Askar Triviani

[Keaton Ravenclaw]

―SI, ¿HOLA? ―Llegó Keaton al Castillo Triviani casi casi que tirando la puerta, porque claro, lo primero que hizo después de aparecerse en los jardines con su hija Isabella, había sido ir corriendo a la puerta y darle un patadón que seguro despertó a los que estaban durmiendo y a los que no, seguro que los espantó (?).

 

En la boca llevaba un cigarrillo de una hierba que no precisamente era tabaco, a últimas fechas le estaba pegando duro a la mandrágora, por lo que no era raro que le die dieran a veces ataques de euforia, que eran un efecto secundario de consumir de esa manera la planta... En fin, que en esos momentos estaba todo loquito (más de lo normal) y quería besar locamente a su marido y echárselo al plato en donde fuera, pero también tenía hambre... ¿qué tal sabría a la brasas? Matthew con papas sonaba bien...

 

—¿QUE NADIE ME VA A VENIR A RECIBIR? ¡El Arrimao ha llegado con su hija la bastarda! —Dijo con sonoridad y volteó a ver a Isabella —No te lo tomes personal, querida, ya sabes que me gusta hacer dramas —Le comentó a su hija —Ya verás que Matthew te cae bien, debes de pensar que si no fuera bueno, no lo hubiera escogido —Añadió.

 

Hacía muchísimo tiempo que no se paraba por el Castillo Triviani, de hecho, no recordaba cuándo lo había hecho, seguro había dejado a alguien plantado allí como era su costumbre. Comenzó a caminar por la zona, con la esperanza de ver a su marido, a su suegra, a alguno de sus cuñados... Los quería a los malditos, aunque fueran una bola de bullers.

 

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[Matthew Black Triviani]

Sarcasmo, evidentemente, nadie podía divertirse en un lugar asi. El castaño aparto su mirada por la ventana, el anochecer estaba llegando, dejando al descubierto su hermoso manto negro y una delgada capa de neblina que dedicaba a causar aquel efecto encantador en los terrenos de la familia. No obstante, sus ojos amenazantes presagiaban una tormenta si la situación no valía la pena.

Matthew solamente apoyo su mano derecha sobre el hombro de Alondra, le dedico una mueca y la incito a seguirlo un poco más adentro de la cocina, a veces era abrumador para el gitano escuchar que los magos y brujas del mundo mágico fallecía, y no era por causa de su varita ni de sus malas intenciones. Levanto el vaso y lo roso con sus labios, dio un vistazo en el y se dio cuenta que no tenia nada dentro. Ya se había terminado su bebida.

No tienes nada que agradecer, llegara tu momento... Por ahora, espero que puedas acoplarte a la familia y participes deliberadamente en sus actos ilícitos dentro del Ministerio. acoto Aquí, cada cual ocupa un cargo dentro de el y lleva sus funciones... señalo con su cabeza al rubio Él es Jeremy, tu tio. Trabaja en Gringotts, desviando galeones a la bóveda familiar, de la cual Candela no nos da nada. torció la boca Pero nosotros obtenemos nuestra parte igual. le guiño

Chuck había caído ante los pies de Alondra, luego de que Amá pateara unos cuantos para liberar su camino, tenia el auto en el medio estacionado como si esto fuera un centro comercial. Rodó los ojos y levanto la ceja al ver que la muchacha se haba ofrecido para ayudarlo, cerro su puño y lo golpeo sobre la mesa, intento detenerla, pero no quería corromper aquella bondad que habitaba en su interior, una chica con aires de inocencia y dulzura; Matthew prefirió que se mantuviera asi.

Quizás con el correr del tiempo ella logre entender que los Chucks solo funcionan con malos tratos, chasqueo la lengua con molestia y guardó la carta entre los pliegues de su capa. Iría, pero no con todo el gusto que buscaban. Su clase del Libro había comenzado y llegaría tarde, como costumbre...

Me he quedado sin bebida, creo que revisare la bodega de adelante.

Con sangre y un poco de muertes, luego de escuchar como alguien pateaba la puerta y gritaba como niña al querer entrar a la sala principal, pero no era nada fuera de lo común. No todos los miembros eran iguales y sus gustos eran muy distintos, pero estaba claro que lo que se estaba organizando era lo que desataría una guerra, de nuevo. ¡Se habían cenado a la tía Alyssa! gruño tras sus pensamientos, mientras alguien seguía golpeando Triviani estaba con calma revisando la estantería de Candela, buscaba algo de beber, quizás un whisky... Ya que el agua no era una opción.

Keaton... Su esposo había entrado a la fuerza y comenzó a gritar, no noto la presencia de él. Cuando escucho su voz el castaño se golpeo la cabeza contra la repisa, llevo su diestra para sobar la parte trasera y ahí lo recibió, junto a él estaba una muchacha que nunca había conocido ¿Otra de sus hijas? pensó.

Se acerco solamente con el motivo de regalarle un beso lleno de reproches.

Pasen, estamos en la cocina cocinando lo que ha quedado de la tía Alyssa... los miro, tras su comentario ¡Era broma!

PD: OFF: Chicos tengo que curar el Libro de la Sangre y un Conocimiento, asi que, quizás tarde un poco en contestarles. De igual manera pueden seguir y luego me acoplo a la trama, Alondra, no tengas miedo (?) solo corre si quieren morderte xDD

(Me voy antes de quedar como una estopida.) xD

@@Candela Triviani

@@Keaton Ravenclaw

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@@Alondra L. Santoro

@@Isabella Hawthome

[Dante De Angelis]

Después de haberme enterado de los secretos de mi madre en su lecho de muerte, me había dispuesto a encontrar a mi verdadero "padre", la sola mención de aquella palabra me ponía tenso, después de haber vivido la vida entera sin el, creyendo ser hijo de otro hombre, el cual me había dado su cariño y educación, me era difícil hacerme a la idea de que ahora tenía uno biológico. De no ser por que le había prometido a mi madre buscarlo, hubiera omitido aquella información y seguido con mi vida.

 

Había viajado hasta Londres para buscarlo sin saber que esperar, tenía la impresión de que no seria muy bien recibido, ya que según el relato de mi madre, el tampoco estaba enterado de mi existencia, lo cual reducía mis posibilidades de éxito. Aun que a decir verdad no tenía claro que era lo que esperaba de aquel encuentro, no necesitaba que tomara bajo su amparo, yo era prácticamente ya un adulto, con una buena fortuna herencia de mis padres.

 

Quizás era mas mi curiosidad por conocerle lo que me había impulsado a ir en su busca. Me había esmerado en verme a la altura de la circunstancia, siempre había creído que la primera impresión era fundamental, por tanto quería estar impecable. Un pantalón oscuro, una camisa gris a cuadros habían sido la elección.

 

Y finalmente estaba ahí frente a la puerta de aquella impresionante edificación, después de haber visto palacios y castillos, aquel pueblo no era precisamente pintoresco, por el contrario parecía estar lleno de lujos y opulencia. Unos pasos adelante un hombre y una joven esperaban, probablemente a que les abrieran la puerta, me quede un segundo mirándolos cuando esta se abrió y ambos entraron, apresuré el paso para evitarme la llamada y entrar junto con ellos al castillo.

 

No parecieron notarme entre saludos, por lo que tuve que saludar para llamar su atención. - Buenas tardes, quisiera saber si vive aquí Jeremy Askar Triviani...

[Mentita]

Candela se fijó en la reacción de Alondra, como se hubo presentado posteriormente, para con Chuck e intentó disimular la repulsa con una sonrisa; aunque lejos estaba de parecer sincera, era más bien forzada. Un poco tétrica, tal vez. Le dolía las comisuras de los labios y se los frotó con el índice y el pulgar, para quitar la sensación que le había dejado.

 

― ¡Familia! ―de repente ya no le parecía buena idea mostrarse simpática. Es que a la matriarca esa palabra le generaba repulsa.

 

Fulminó con la mirada a Matthew, quien se escapó a la bodega en el preciso momento en el que la gitana estaba por saltarle a la yugular y hacerle una traqueotomía con una pluma sucia, que acababa de sacar de uno de los compartimentos de su maltratado vestido (la est****a sacó las garras). Respiró hondo, quizás la chica no tendría la culpa, pero bien le podría servir para alguno de sus experimentos.

 

― Por cierto, ¿dónde están las otras niñas? ―se había enterado que había más niñas, y tenía planeado llevarlas a conocer a Green. El pobre basilisco debía estar hambriento y furioso por la espera, pero Candela no podía aparecerse sin bocadillos, ¿cierto? ― No importa, bienvenida, Alondra. Intenta no morir mientras te quedas en el castillo, ¿quieres? Y no seas muy amable con los Chuck. Consejo, te arrancarán los ojos si te descuidas. ―no era cierto, pero la recién llegada no lo sabía.

 

Dio un chasquido y todo en la cocina quedó limpio. Los elfos habían desaparecido 'en paz', al menos así lo era para los ojos de los presentes. Lo que pasaba, en realidad, era que estaban compartiendo mazmorra con Pyro, el dragón de Alyssa. Sólo unos cuantos Chuck quedaron en la estancia, con los ojos abiertos de par en par, sin saber si esperaban órdenes o una muerte lenta y dolorosa. Sin embargo, uno de ellos fue mucho más inteligente.

 

― Ah, ahora es cuando empiezan a consentirnos. De vez en cuando son muy chulos, estos elfos. ―se acercó a la mesa, que estaba ya servida con todo tipo de comida, y arrancó una pierna de pollo asado al que le dio un inmediato mordisco, mientras salía de la cocina a recibir un poco de los gritos de cierto individuo.

 

La Triviani no tuvo tiempo para responderle como era debido al arrimao, Matthew se le había adelantado pero, además, un joven preguntaba por Jeremy, el más adulador de sus hijos. Sí, sí, al que había prometido ponerle unas manos de goma.

 

Tragó.

 

Se miró los pies desnudos y luego el deteriorado vestido, la pieza de pollo en la mano e imaginaba su melena rebelde como de costumbre. Sintió que desentonaba con el muchacho de pantalón oscuro y camisa gris. El aspecto de la matriarca debía ser el de una salvaje.

 

― Vive, pero es un mueble más. ―respondió al chico― Escoge el que quieras y clávale una daga. Si grita, es quien buscas. Sino, posiblemente lo encuentres en la cocina. ― >, pensó.

 

Seguido, dirigió la mirada mercurio a Keaton y su acompañante.

 

 

PD: Llegó mucha gentecita *o*

[Jeremy Triviani]

-Shh, hermano, si cuentas mis secretos a tu nueva niña, tendré que cocerle la boca para que no lo repita en otros lados -Agregó detrás de Matthew con una sonrisa de maldad.

 

La chica era una recién llegada y debían de mostrarle cómo funcionaban las cosas en aquel mundo gitano. La voz de Keaton interrumpió todas los murmuros de los demás. ¿Nadie era normal en ese castillo? ¿Tenía que patear la puerta y entrar como un troglodita? Parecía que si. Por lo que el ex Askar se movió tranquilamente hacia el lado de su madre.

 

Los chistes con ella no estaban llevándolo a ningún lado en su intento de conquistar su corazón. Si es que tenía. Por eso decidió cambiar de táctica. Se mostraría brutalmente molesto con arranques violentos. Tal vez así, la gitana lo tendría en cuenta a la hora de firmar los papeles de la herencia. Los macabros pensamientos fueron evaporados por la calidad bienvenida de Candela hacia Alondra. ¡Si hasta parecía buena onda! Lo dejo momentáneamente en shock.

 

Estaba por hacer un comentario gracioso sobre la cocina limpia y la gitana descalza con aspecto salvaje, cuando un hombre apareció por la misma puerta que Keaton había roto. Estaba vestido de traje y parecía muy educado a simple vista. Muy sospechoso. El vampiro secundo a la Matriarca con sus comentarios.

 

-¿Para qué busca al mueble? -Preguntó con seriedad- ¿Le debe alguna apuesta perdida?¿Es usted cobrador? ¿Cómo es su nombre, joven?

 

Era mejor no darse a conocer primero sin saber las intenciones del muchacho. Si era un cobrador, la misma casa lo expulsaría de un soplo y sino, los Chuck lo servirían como postre detrás del festín que pintaba ser la tía Alyssa.

 

 

@@Candela Triviani @@Dante De Angelis @ @@Keaton Ravenclaw @@Alondra L. Santoro