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Melrose Moody

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Todo lo publicado por Melrose Moody

  1. http://i.imgur.com/n1t3R3w.png Estimada Zoella Triviani: Se le informa que la compra realizada en el Evento Sortilegios Weasley el 02.05.2020 ha sido debidamente certificada, por lo que ya puede gozar de los bienes adquiridos. La certificación corresponde a: 1 - Droobles | A | 10 P | 500 G 1 - Varitas Mágicas de Broma | A | 10 P | 500 G 1 - Plumas de Azúcar | A | 10 P | 500 G 1 - Dulces de Fiebre | A | 10 P | 500 G Puntos en criaturas: -- Puntos en objetos: 40 P Se solicita a moderación que se actualice la ficha y el perfil con las modificaciones. Atentamente, Melrose Moody Logia Eligentium Concilio de Mercaderes
  2. http://i.imgur.com/n1t3R3w.png Estimado Eobard Thawne: Se le informa que la compra realizada en el Evento Sortilegios Weasley el 04.05.2020 ha sido debidamente certificada, por lo que ya puede gozar de los bienes adquiridos. La certificación corresponde a: 1 - Detonadores Trampa | AA | 20 P | 1000 G 1 - Turrón Sangranarices | AAA | 40 P | 2000 G 1 - Surtido Saltaclases | AAAAA | 160 P | 8000 G 1 - Salvajes Magifuegos Weasley | AAAAA | 160 P | 8000 G Puntos en criaturas: -- Puntos en objetos: 380 P Se solicita a moderación que se actualice la ficha y el perfil con las modificaciones. Atentamente, Melrose Moody Logia Eligentium Concilio de Mercaderes
  3. http://i.imgur.com/n1t3R3w.png Estimada Mackenzie Malfoy: Se le informa que la compra realizada en el Evento Sortilegios Weasley el 02.05.2020 ha sido debidamente certificada, por lo que ya puede gozar de los bienes adquiridos. La certificación corresponde a: 1 - Surtido Saltaclases | AAAAA | 160 P | 8000 G 1 - Salvajes Magifuegos Weasley | AAAAA | 160 P | 8000 G Puntos en criaturas: -- Puntos en objetos: 320 P Se solicita a moderación que se actualice la ficha y el perfil con las modificaciones. Atentamente, Melrose Moody Logia Eligentium Concilio de Mercaderes
  4. Beatriz Bouligny Lo que se manifiesta desde las sombras, no es lo que Bea espera. Es una criatura que no tiene signos de ser viviente. Es una máquina. Puede notar que está imbuida de un tipo de magia distinta a la que ella conoce, puede percibirlo por la forma en que mueve y como sus junturas y la conformación de su estructura parece ir en contra de las leyes físicas. De otro modo no podría tenerse en pie ni moverse a esa velocidad. Luce desgastada, como si hubiera tenido tiempos mejores pero Beatriz percibe con claridad la fuerza aletargada, que podría despertar en cualquier momento. Solo esta un poco adormecida y oxidada... El grito hace que por poco se caiga del techo, lo que no sería tan difícil porque todavía le cuesta dominar el phantom. Sin embargo, se queda pegada allá arriba, mirando. La criatura se mueve hacia ellos pero al fondo, ahora que sus ojos empiezan a acostumbrarse a la luz tenue, alcanza a notar fluctuaciones; bultos más pequeños, que se mueven nerviosamente de un lado al otro, como si estuvieran confabulando en silencio. Está pensando justamente en qué podría hacer al respecto, cuando escucha nuevamente la voz del regaño pero esta vez en su cabeza. Ella no sabe cómo contestar de la misma forma, así que cuando contesta, poniéndola al día acerca de sus averiguaciones, lo hace en voz alta, como para que todo el mundo lo oiga. Lo que es poco común es que es como si las criaturas también lo oyesen, pues de pronto dejan de moverse intranquilas y se instala una quietud extraña, a pesar de que el mecanismo sigue moviéndose y atacando. Bea se mueve hacia un lado, en la pared y se impulsa para encajar una patada de prueba. Intenta hacerlo lo más rápido y limpio que puede y nota cómo la superficie se mella pero también cómo su pie empieza a dolerle cuando se aleja. Se aproxima a la líder de la comitiva y le dice en voz baja lo que acaba de ver desde arriba, de cómo esas criaturas se quedaron quietas cuando ella voceó que podía verlas moverse. Quizá pueda sonar prejuicioso pero no es muy alentador que sean inteligentes y parezcan predispuestas a ocultarse o intentar pasar desapercibidos, o incluso engañarlos, actuando y pensando como lo haría un humano. A veces, enfrentarse a ese tipo de entes puede resultar demasiado problemático. @@Ellie Moody
  5. Richard Moody >>Cuídalo por un tiempo ¿Eh, Moody? A tí te gustan estas cosas ¿no? De seguro sabrás sacarle provecho...<< la expresión de codicia en los ojos del chico había sido evidente pero también algo que Richard había reconocido como burla. Sabía que Richard quería el libro y Richard había juzgado, además, que lo había creído incapaz de lidiar con ello. Richard se había guardado para su fuero interno sus propias réplicas y le había contestado con una sonrisa. Que sí, que le encantaría quedarse con el libro. Había pagado la suma acordada y el muchacho había salido a la carrera. Una sospecha enfermiza se instalaba ahora en el pecho de Richard ¿Y si se había equivocado todo ese tiempo? ¿Y qué si, en realidad, no era que no lo había creído capaz de lidiar con el libro si no que el libro en sí mismo era algo completamente distinto? Si el artefacto le guardaba alguna clase de lealtad... Richard se movió muy rápido, quizá demasiado rápido para Scavenger. Una cosa era que tuviese que lidiar con alguna clase de maldición y otra muy distinta que tuviera un espía en su tienda. Lo primero no era más que un inconveniente habitual, mucha gente había intentado maldecirlo a lo largo de su abultada existencia y al final siempre terminaba encontrándole la utilidad a eso. Un espía en tiempos de guerra (con la caída del estatuto del secreto), era, sin embargo, algo que no podía permitirse ni siquiera por el aliciente de poder utilizarlo para su beneficio en algún momento. Fue una cosa de segundos. Tomar el tridente que se encontraba apoyado en la pared. Clavarlo con fuerza sobre el libro, volcar frascos de tinta, pergaminos y el libro mismo y aplastarlo contra el suelo con ademanes agresivos, despiadados. Hundir el tridente para atravesar las páginas casi con placer. Ver la sangre negra manar y manar y un gemido de dolor... Estaba tan concentrado en la tarea que ni siquiera prestó atención a la reacción que eso podría provocar en Scavenger. Era como matar a un bicho horrible, del que no se conoce el nombre pero que se encuentra un día pegado a la pared junto a la cama o escurriéndose por el suelo; una sensación violenta sí, pero cargada de alivio. Qué era esa cosa, si animal, bestia o alguna clase de ente individual, no quería saberlo. Solo saber que no iba a espiarlo más. Por supuesto, el tridente no era un objeto cualquiera, así que Richard sabía que esa cosa no se movería más. @@Scavenger Weatherwax
  6. Mel se siente un tanto debilitada cuando se da cuenta de que el espacio a su alrededor se está constriñendo. No solo porque la casa se sacude si no porque es capaz de oír la voz de Benjamin en sus pensamientos. No puede evitar sonreír ante lo que le dice. No es normal, porque luego de lo que Sauda dijera, Mel se había dado cuenta que el hombre no le desagrada: le causa cierta ternura y lástima y también un poco de miedo. Que alguien sea capaz de provocarle tantos sentimientos encontrados no es habitual y Mel achaca su repentina forma de englobar todas esas emociones a la clase en la que se encuentra. Está segura de que hay algo muy feo detrás de ese espacio del que él se la sacudió con violencia. Algo de lo que Benjamin mismo está aterrado. La actitud de Mel es prudente y decidida. Sentada en el suelo de la cabaña con las piernas recogidas, se da cuenta de que no es solo la influencia de Benjamin. La arcana también les ha hecho saber que se encuentra observando, lo nota cuando las paredes se vuelven plateadas pero Mel no es el tipo de licántropo que tenga debilidad por los artilugios de plata o balas hechas de plata, si bien había sido un emplasto de polvo de plata y díctamo lo que la había salvado de morir a causa de la mordedura que había sufrido de adolescente. Sin embargo, a medida que la casa empequeñece, Mel entiende que el refugio no es una opción. Se cala los guantes de dragón en los que había estado pensando y se abre camino a través del agujero de la puerta que ya es mucho más pequeño que antes, hacia el exterior. El aire frío le golpea la cara. Agita una varita que no es Meows y el cubo que es ahora su casa, sus pensamientos, "sus secretos" (aunque en realidad ella no siente que tenga muchos dignos de mención) vuela hacia su mano y lo guarda en el bolsillo de su capa. Empieza a caminar y luego toma una saeta de fuego que está apoyada contra un tronco. Sube a la escoba y le hace un símbolo grosero a Benjamin al pasar sobrevolando apenas por encima de las copas de los árboles. No suele ser infantil pero lo hace porque le causan gracia sus reacciones exageradas, ver cómo se indigna al ver que puede ser sobrepasado en ingenio (o provocado) por una "simple provinciana". Lo cierto, es que irónicamente, el que ella sepa algo de él y él sepa algo de ella los ha empujado a tener una cercanía inusual repentina, que no había pedido pero que tampoco puede evitar. Así que, como en muchas cosas, Mel decide simplemente aceptarla y pasar a lo siguiente. "Lo siguiente" es Hades y la arcana. Mel pasa volando luego de ver a Benjamin alejarse por sus propios medios -quizá a diferencia de ella no había descubierto que podía crear con su mente cosas en ese lugar o quizá porque siente que eso es "no tener estilo"- y llega al lugar en donde Hades se encuentra ante su fogata. Desciende como si apenas momentos antes no hubiese intentado irrumpir en su mente por orden de Sauda, se quita los guantes de piel de dragón, los guarda y se coloca frente a él, sentándose sobre una roca aplanada y chata que oportunamente está allí ya a disposición cuando decide posar su trasero sobre ella. A Sauda no la ve por ninguna parte pero supone que debe tener ya pensadas más pequeñas pruebas como esa o tal vez alguna otra más grande, así que no se preocupa. Al contrario: de su bolsillo, extrae su imaginario paquete de salchichas (¿será que realmente llenarán su estómago? Está segura de que no, al fin y al cabo, es un espacio entre mentes) y clava las primeras dos en un palito, incrustándolas al borde de la fogata, para que se pongan crujientes antes de hincarles el diente.
  7. Madame Zulema La bruja constreñida en su esquina alza la vista. El mago que le dirige la palabra tiene un acento curioso, no es uno que reconozca. Su rostro denota interés y amabilidad pero eso es algo que se puede fingir. Los ojos vidriosos de Zulema ni siquiera tienen energías para fijarlos por un buen rato. Todo lo que hay en su mente son dos cosas: ¿cómo puede escapar? ¿Y dónde está Gregory? Poco después, se suman a una tercera preocupación que no había surgido antes ¿Ya le informaron a Gené que la chica que consiguió por el puesto es una traidora? ¿Está pagando él el precio que ella no paga, constreñida entre esa pared y los tres cristales? Mas, en el fondo de su mente, sabe que el muchacho le ha preguntado algo que no tiene nada que ver con eso. Cómo está. Ni siquiera su padre le había preguntado eso alguna vez. No es del todo significativo porque él no sabe lo que está preguntando. Solo quiere información. —Quiero una varita. Su voz suena rasposa por la falta de uso. Le pica la garganta. Escucha claramente el bufido que recibe como respuesta. Había sido por ese primer intento que había recibido esa herida de la frente. Le habían dado una varita pero había sido una trampa, para ver cómo la usaba. Ella había intentado volar la prisión. La habían constreñido a golpes luego de eso y varios hechizos que no conocía; algunas marcas se habían quedado, como la de su frente. No había podido recordarlo hasta ese momento, lo que hace que se pregunte si es a causa de un hechizo desmemorizante que funciona de manera temporal o porque se está volviendo loca. También podría ser porque el mundo ya no tiene ningún sentido. Se siente cansada. Ni siquiera le dirige la mirada a Whisper. Sabe lo que quiere y no tiene idea de por qué ha traído al muñeco Ken consigo para eso. Se incorpora con dificultad y se muerde el dedo pulgar con fuerza. Es un movimiento súbito y rápido. Luego, se vuelve hacia la pared y empieza a escribir: Bladback - Este Okvya - Oeste Lugluk - ? Knockler- Oeste Apenas ha terminado de colocar el punto del signo de interrogación, tacha el nombre de Kler. Le consta que está muerto porque lo habían usado de cabeza de turco la última vez que el ministerio se había acercado a los negocios demasiado. Habían corrido el rumor de que Bladback había muerto. Total, para los magos del ministerio todos los duendes eran iguales. No tenían identidad. Una vez ha abierto las compuertas, es difícil parar. Recordar, pensar en los que se fueron y en los que quizá ya no queden. Llora y escribe una y otra vez el nombre de Gené en la pared, hasta que pierde la consciencia. Ojalá eso sirva de algo de verdad, ojalá los maten a todos. Ojalá todos mueran y ella también.
  8. Beatriz Bouligny Sus manos están en el aire y forman una cuadrícula que ajusta cada vez. Al observar a través de ella, su magia le permite observar como si el objeto de su interés estuviera más próximo o más lejano. Es un juego que ha hecho desde niña, magia descontrolada y sencilla que retuvo desde épocas infantiles, sin varita; la aprovecha para espiar insectos que se deslizan por el techo. Está tirada sobre una alfombra deslucida y tiene hambre pero no detiene su exploración todavía. Lleva haciendo eso más o menos una hora, porque es experta en perder el tiempo y esa actividad suele ser una de sus favoritas para malgastarlo. Espiar cosas tiene sus peligros y también sus ventajas. Ahora mismo, son todo beneficios. Por ejemplo, que la maraña de dreads marrones junte un poco más de polvo, para que el mechón lila a un lado de su cara destaque más, o que su sapo parezca contento de banquetearse mientras tanto con los bichos que no había podido darle en otros lugares. Había estado trabajando para viejos acaudalados últimamente y llevarlo consigo había sido un error. Por eso tiene demasiados galeones en la bolsa de lona que descansa en el sofá. El pobre Tobías en cambio, había pasado mala vida. Si podía decirse algo sobre anfibios esmirriados... Es entonces cuando escucha los pasos sin que ellos se detengan a oírla a ella. Se incorpora con prontitud, pega la oreja a la puerta que da al salón. La Fortaleza Errante tiene muchos espacios como esos pero no demasiados y los pasos hablan de una comitiva considerable. Parece interesante, así que decide pisarles los talones. Al fin y al cabo, es una oscura también. Su curiosidad no hace más que incrementarse cuando nota que se dirigen al subsuelo. Ciertamente, no es una excursión que realizaría por su cuenta, Bea no es de ánimo depresivo o suicida pero como estarán allí varios al mismo tiempo pone todo de sí para que sus zapatillas y los pantalones cargo no hagan ruido y los alarmen. Sus dreads van constreñidos en una media coleta con un rodete y el mechón lila suelto. Eso le da la apariencia de una vieja enloquecida a pesar de que en realidad es joven. No es que eso importe tampoco. Lo importante es que nadie la mira, lo que le permite ahorrarse explicaciones y quizá hasta ataques gratuitos, porque a la gente no suele agradarle mucho cómo se ve. Descienden, descienden, y eso parece no tener fin. Hasta que, de la nada, siente como los pasos se detienen y hace lo mismo justo a tiempo. Una varita se ilumina primero, seguida de otra. Bea se concentra en la primera y es ésta efectivamente la que termina avanzando hacia adelante y las luces se esparcen. Luego, la mujer se ha vuelto rápidamente y... ya está, la ha visto, mas no parece querer comentar nada. Ni siquiera frunce el ceño o hace alguna señal de reconocimiento. Bea no sabe si sospecha de ella o quizá es que ya la ha visto deambulando por la fortaleza en alguna ocasión. El punto es que no la ataca ni hace algún comentario desdeñoso y ya está de vuelta al negocio que la llevara allí en primer lugar (en realidad, le agrada esa clase de actitud de la mayoría de los miembros del clan, una característica apreciable). Bea todavía no sabe por qué están allí pero se da cuenta de que es alguna clase de almacén. <<No... almacén no, est****a, bóveda>> piensa poco después. Están allí y nada parece pasar, hasta que... pasa. La muchacha que abriera la comitiva parece estar buscando algo y apenas ha empezado con su inspección cuando Bea escucha lo que no debería. Malditos oídos sensibles. No es una experta en el clan, todo lo contrario, no ha hecho más que realizar misiones pequeñas y ocasionales y muchas veces solo holgazanea por la fortaleza antes de realizar misiones propias que no molesten a nadie pero sabe que eso que suena no es buenas noticias. Varios de los presentes también lo notan y, antes de que pueda detenerse a sí misma, Bea esta en la esquina superior de la habitación. Pegada al techo, con las palmas sujetas a la misma esquina y sin caerse, aprovechando que la luz alcanza ese espacio. Es así que la muchacha observa lo que se desarrolla allí abajo. Esa cosa parece avanzar hacia ellos y, sin embargo, no se revela a la luz. Bea lo observa desde arriba porque su reacción instintiva es un eco de su realidad: que no soportaría observar con ambos pies en tierra, sabiendo que esa cosa deambula al mismo nivel.
  9. Excelente Fue un placer llevar a cabo con ustedes estos juegos Agradecimientos especiales a Jank Dayne, que estuvo ayudando todo el tiempo con los juegos desde las sombras También a Zoella y Sagitas que se pasaron a echar una mano en medio de apuros Esperamos que el spam siga vivo en sus corazones MEL OUT
  10. @@Hessenordwood Crouch tenemos un ganador o/ Déjanos por aquí el premio que deseas
  11. Buena suerte a todos excepto Goderic https://www.jigsawplanet.com/?rc=play&pid=2f1ca285ba25
  12. ¡Bienvenidos! Al quinto y último de los juegos programados del evento que esperamos que sea de su agrado. REGLAS Se permitirá realizar spam hasta la página Pasado dicho límite, se cerrará el topic temporalmente. Una vez se reabra, inicia el juego y los post que no estén vinculados al mismo serán susceptibles de advertencia. El usuario que postee la captura del rompecabezas primero, incluyendo en dicha captura el tiempo de resolución, gana. Si eres Emily Karkarov o Goderic Slithering, lo siento pero se tiene el límite de un máximo de dos premios por persona (juegos + búsqueda). Sin embargo, son super bienvenidos al spam /o/. OBSERVACIONES No se permite editar, posteo editado = posteo inválido. PREMIO Ganador: Objeto a elección *** ¿Listos? A spamear
  13. @@Hessenordwood Crouch compras aceptadas o/ STOCK A 30 unidades Plumas de Azúcar --- 23 Dulces de Fiebre --- 21 Droobles --- 18 Varitas Mágicas de Broma --- 19 AA 20 unidades Pastillas Vomitivas --- 12 Plumas de Azúcar de Lujo --- 10 Detonadores Trampa --- 5 AAA 15 unidades Turrón Sangranarices --- 8 Bombones de Desmayo --- 3 AAAA 10 unidades Fantasías patentadas --- 7 AAAAA 5 unidades Surtido Saltaclase --- 7 Salvajes Magifuegos Weasley --- 8
  14. @Melrose Moody @@Adrian Wild compras aceptadas (? Adrian, Matt lo decía porque tu compra tiene el formato de letra verdana, que sale en el primer post de este mismo topic porque es la letra del Mall. Lo que pasa es que normalmente, cuando llenas tu ficha, también tienes que asegurarte de quitarle todo tipo de formatos, con la goma de borrar que está en tu caja de respuestas basta Así que te acepto la compra por ahora, pero trata de eliminarle todos los formatos para la siguiente. Si aún así no se borra, pues entonces luego de pasarle la goma de borrar puedes aplastar el botón de la esquina superior izquierda para ponerlo en code por un momento y cuando lo retornes a la normalidad el formato ya debería de haberse borrado. STOCK A 30 unidades Plumas de Azúcar --- 24 Dulces de Fiebre --- 22 Droobles --- 18 Varitas Mágicas de Broma --- 19 AA 20 unidades Pastillas Vomitivas --- 12 Plumas de Azúcar de Lujo --- 10 Detonadores Trampa --- 5 AAA 15 unidades Turrón Sangranarices --- 8 Bombones de Desmayo --- 3 AAAA 10 unidades Fantasías patentadas --- 7 AAAAA 5 unidades Surtido Saltaclase --- 7 Salvajes Magifuegos Weasley --- 8
  15. ID: 110981 Nick: Melrose Moody Link a la Bóveda Trastero: 105643 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 90471 Fecha: 2020-05-04 Objeto: Pluma de azúcar de lujo Puntos por unidad: 20 Precio: 1000 Objeto: Detonadores Trampa Puntos por unidad: 20 Precio: 1000 Precio Total: 2000 Total de puntos: 40
  16. ID: 110981 Nick: Melrose Moody Link a la Bóveda Trastero: 105643 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 90471 Fecha: 2020-05-04 Objeto: Surtido Saltaclases Puntos por unidad: 160 Precio: 8000 Objeto: Fantasías Patentadas Puntos por unidad: 80 Precio: 4000 Precio Total: 12000 Total de puntos: 240
  17. —No, no lo veo del todo. No tiene rostro. "Entonces funciona" Sus pensamientos parecen fluctuar cuando Benjamin habla de que le teme a los "hombres del bosque". Eso significa que su treta funcionó porque ella no sentía miedo de ellos, si no por ellos. Es una especificación que no vocea, por supuesto, ni física ni mentalmente pues justamente Sauda interrumpe. Parece preocupada por el intercambio que acaban de tener. Les había ordenado que descansen, así que Mel lo hace un tanto aliviada, pensando en nuevas formas de detener ese torrente que había visto y que representaba la mente de Sauda. Sin embargo, se da con la sorpresa de que no será eso lo que harán a continuación, si no algo que no había esperado para nada. Sobre todo porque parece ser un poco contradictorio respecto a la última advertencia que acaba de hacerles, respecto a Benjamin y a ella misma pero no discute. Supone que si ahora se siente con la confianza para ordenárselos, es porque ese espacio blanco al que son conducidos, es más seguro para intentar ese tipo de cosas por las propiedades que ha mencionado y porque se da cuenta de que al fin y al cabo, en algún punto tendrían que hacerlo. Pensar en defenderse de Hades y de Benjamin la deja un poco intranquila pero no se permite arredrarse. Tan solo les echa un rápido vistazo a los dos, antes de asentir. Después, han salido de ese espacio tranquilo y Mel se encuentra en medio del bosque, con la ventisca cayendo. Quizá, inconscientemente al observar por la ventana, había deseado estar entre los árboles y no en parte llana y nevada o en otra zonas de ese espacio. Entonces, se da cuenta de que, siendo ese un espacio entre mentes, tiene que ser altamente influenciable a sus pensamientos. Posa una mano en el tronco de un grueso árbol y fija su mente en la imagen de la choza de los Moody en Ottery y, casi como si fuese algo instantáneo, la tiene ante sí. Suelta una carcajada e ingresa, calentándose del frío encendiendo fuego con su varita en los leños de la chimenea. Bueno, puede esperar cómodamente allí; al fin y al cabo, ha podido materializarla con su mente y no le da ganas de salir con la ventisca pero sabe que Sauda no les ha dejado solo eso de tarea. Pronto, se da cuenta de que la niebla está entrando por las rendijas. Se da cuenta de que esa presencia no es la de Sauda ni la de Benjamin, porque ambas mentes ya se han encontrado dentro de ella y puede identificarlas: eso solo deja a Ragnarok. Mel no intenta sacarla si no que deja que vagabundee por el recibidor. Allí, constreñidas, se encuentran esas escasas memorias que ya todos conocían de todas maneras pero se da cuenta de que, aislando el resto, se permite proteger las memorias. Además, al materializar su mente con la forma de una casa, se ha permitido detectar las intrusiones de manera visual y no sólo eso, si no que también le da más espacio y ámbito de acción para bloquearlas. Está exultante. Quiere poner a prueba esa nueva modalidad. Así que, pensando nuevamente en el laberinto que había creado antes, nota que las paredes de la cabaña se vuelven blancos una vez más. Así, la cabaña está también disimulada bajo la nieve y todo parece ser más uniforme De todas formas, percibe a Benjamin llegar y, por supuesto, él ya tiene esas preciosas memorias de antes, así que no será tan fácil engatuzarlo de irse sin más. Mel nota la niebla entrar una vez más al recibidor pero en aquella oportunidad hay allí también algo más: una aspiradora. Es un objeto muggle pero el que Mel recrea en su mente es uno que es un poco más que eso. Primero absorve ese material, y luego lo expulsa fuera de la cabaña ¡Éxito! Pero entonces, recuerda que se supone que ella también debe inmiscuirse ¿Y qué se supone que deba averiguar? Mel está intrigada. No parece que Hades hiciera realmente un gran esfuerzo por invadir su mente y no está segura de que Benjamin vaya a volver o no, así que tiene que estar pendiente de ambas cosas. Además, Hades los amenazó de muerte, aunque Mel por poco lo había olvidado. Entonces, una pequeña Mel aparece a su lado. Es una personita que le llega a la cintura, junto a ella, a quien observa con curiosidad y sorpresa. Ambas asienten al unísono y la Mel pequeña sale a cuatro patas y observa el espacio, trepando a un árbol. Sí, después baja y se da cuenta que ha estado evaluando el terreno. Es así que encuentra la presencia de Hades y Benjamin. La Mel pequeña desaparece y la más grande, todavía dentro de la cabaña, se tumba pensativa en una butaca. Aproximarse a Hades no es sencillo pero se obliga a hacerlo sin estar segura de qué es lo que va a encontrar. El mago está junto a un fuego pero, en una observación más cercana, encuentra que hay una fuerza que intenta sacarla de allí. Así que se desliza, esquiva, como puede y se desprende con fuerza, hasta que es golpeada por una oleada de dolor y rabia: están expresadas y transfiguradas, por la pérdida del ser amado, por la frustración de no haber sido suficiente en el pasado, para proteger. Mel intenta bucear todavía un poco más y entiende que no se trata de un familiar, si no un ser amado más cercano, una pareja y logra robar un par de nombres: Latil y Artemis, aunque no sabe quiénes son. Entonces se da cuenta de que Hades es un cazador y no es capaz de ir más allá, contra su propio instinto; no era solo que el dolor es demasiado intenso como para obligarse a sentirlo, si no también que esa sensación drámatica y terrible está configurada con un odio intenso e imperecedero, que la expulsa. Mel supone que el rencor debe estar avocado hacia el asesino o tal vez hacia "el destino" pero no va más allá y se aleja en dirección a Benjamin, concentrándose en él ahora. Mientras tanto, la cabaña permanece quieta todavía pero Mel entiende que Benjamin, sintiendo su presencia, se ha girado hacia ella también y ahora la pugna se recrudece. Mel alcanza a ver no solo al chico sin rostro, si no un abrazo; además, alcanza a notar que ese abrazo no es algo que Benjamin mismo considere triste si no inapropiado ¿por qué? Porque su idea del apego y el aprecio son muy distintas a los de Mel. La bruja no puede evitar sentir un poco de rechazo pero se mentiene firme. Ese encuentro se dio en... <<La casa calendario>> Sudor frío recorre su cuello, lo que no debería ser posible, porque eso es tan solo ese espacio entre mentes o su mente misma. La figura dentro de la cabaña en los bosques tiembla pero la presencia alrededor de Benjamin no flaquea, si no que busca encontrar la fuente de donde proviene la idea de esos pensamientos "prohibidos". El rostro del muchacho no aparece pero sí un Benjamin en la Oficina del Ministro y un escándalo. Entonces, Mel se da cuenta que pareciera haber pisado un terreno que no debería, porque rehuye instintivamente las consecuencias. Está de nuevo en la cabaña y puede sentir que el contraataque llega y... ¡Boom! Las paredes de la cabaña se agitan cuando una fuerza invisible las golpea, pero no flaquean y pronto Mel estaba cerrando las puertas y la niebla que entra en el recibidor se ve expulsada por un fuerte viento y no ya la aspiradora que se le había ocurrido al inicio. El viento rehuye a la niebla, si bien no a la perfección, sabe que lo suficiente como para cubrirse, porque al explorar las mentes ajenas, había dado con uno o dos trucos.
  18. Melrose Moody

    Videncia

    Catherine se mantiene impasible, pensando cómo en el pasado su proceder había sido muy distinto pero sin lamentarlo o pensar en su situación actual como penosa. Toma del té y da largas bocanadas del aroma que desprende. No está precisamente relajada si no más bien pensativa. No reacciona cuando el arcano menciona su nombre: ni siquiera lo nota. Piensa en lo que él está diciendo acerca de su poder y asiente. Disfruta del aire tibio y le vuelve a dar un trago al té, teniendo cuidado de no quemarse y soplando levemente de rato en rato. Cuando está lista, deja el té sobre el platillo en la mesilla y sigue al arcano. En esa habitación de San Petesburgo, todo está a media luz. Cuando Mel corre una vez más las cortinas de terciopelo y se da cuenta de que es porque ella ha estado allí antes y porque dentro es oscuro para el vampiro que la acompaña en su viaje: Armand. Los rayos de sol no alcanzan el espacio en el que ambos se mantienen charlando en voz baja pero Catherine no está interesada, de momento, en el contenido de la conversación, porque lo conoce bien. No está viendo precisamente el futuro todavía, si no el pasado. Entonces, pasa algo una vez más, algo que no ha visto. Abre la puerta de la habitación y sale al pasillo; no solo eso, sigue de largo y se retira hasta la plaza roja. De a ratos, puede ver a un ave quieta, posarse por aquí o por allá cerca. Se pregunta si ese será el arcano. Puede percibir la presencia de Sajag con ella pero no puede especificar dónde o cómo. También pasa una caravana de turistas y se pregunta si Sajag estará disfrazado como uno de ellos, o tal vez de músico itinerante. Al final, es obvio que eso no es tan importante, así que se sacude la sensación de intranquilidad e intenta centrarse. En la plaza roja se va a desarrollar un concierto, como el que ella había presenciado con Káiser. Sin embargo, sabe que ese no es el motivo por el que está viendo eso. Por momentos, puede percibir una voluntad, guiándola para un lado o para el otro. Entonces, de pronto, se da cuenta, de que está observando a Káiser, apenas a pocos metros de ella. La mayor parte de los asistentes no presta atención pues Mel no se encuentra en la zona donde están dispuestos los asientos y algunos agentes de seguridad ni siquiera parecen ser concientes de la presencia de él. Un Káiser que no es el individuo cruel y ajeno, que ella conocía. Está perdido, no tiene memoria, está enloquecido, puede verlo en sus ojos sin siquiera asegurarse. Siente lástima. Eso explica por qué había visto lo que había visto, por qué todo en sus visiones fatalistas parecía precipitarse a la nada. Porque la mente de Káiser ahora es la nada, como lo fuera la suya alguna vez. Armand está allí, porque ya es de noche. Káiser inclina la cabeza y lanza una maldición asesina, que no acierta a alcanzarla. Sus ojos son como los de un animal, no guardan mucho rastro de humanidad. Es una carcasa. Un cuerpo que contiene algo muerto, que hace mucho abandonó la existencia y la capacidad de razonar. Catherine ni siquiera puede sentir rechazo. La visión se desvanece, junto con sus miedos infundados y también con una sensación agridulce. La bruja no está segura de por qué vio eso específicamente pero sí se da cuenta de que lo habría encontrado de todos modos, con ayuda o sin ella, quizá tan solo tomándose más tiempo de no haber estado Sajag allí guiándola. Respira y vuelve a la mesa, con su té <<¿ahora qué?>> es todo lo que puede pensar.
  19. Chicos, recordar de tener cuidado con los posteos, solo necesitaba el de Emily ahora Se cierra el topic ahora, gracias por su participación y los esperamos en el siguiente juego acorde a calendario :3
  20. ¡Felicidades Emily! Dime el premio que deseas de entre los productos del evento /o/

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