Thomas E. Gryffindor

¡Hola chicos del Concilio! Vengo por el mismo motivo y petición de Sally. Necesito que actualicen mi perfil de comprador en la Web #114 ya que está desactualizado desde: el nombre, rango social y los otros rangos también xD Lo otro, me di cuenta que si sumo el Total de Puntos hasta este momento; me faltan 20 puntos; pensando... creo que pueden tratarse de los puntos de la Varita Mágica que nos regalan al comienzo del juego de rol ¿Es así? ¡Aps! Y lo último dice relación con el registro de dos productos que compré y que aún no pasan por mi bóveda trastero, pero sí están incluidos ya en el perfil de la web (alguien los debe haber subido para tener el conteo de los productos), los cuales son: Orejas Extensibles y Anteojos Alfa. Creo haber visto que Jank se llevó esas compras, las pasó por Gringotts para el descuento y aún no lo hace por la trastero, por si le pueden avisar... quizás se le olvidó xD Eso sería chicos; muchas gracias por la ayuda ¡Un abrazote!

Era una tarde bastante cálida y poco habitual a lo que estaba acostumbrada la población de ciudadanos londinenses en pleno invierno; quizás se debía a la pronta llegada de la bella primavera o simplemente a un fenómeno climático que pocos se podían explicar. El astro sol brillaba con fulgor en lo más alto del firmamento cuando el Gryffindor se dispuso a ordenar su bolsa con hechizo de expansión indetectable con todo lo que podía llegar a necesitar en el aula de la Universidad, puesto que debía acudir puntualmente a su clase de conocimiento del mes de Marzo: “Transformaciones”. Cuando le llegó la notificación de aceptación por parte de la Dirección del establecimiento educacional de postgrado, no dejó de llamarle la atención que su nueva cátedra sería impartida en conjunto con la de Estudios Muggles; hecho que le produjo una pizca de emoción, debido a que tenía cierta curiosidad en los artefactos que los “sin magia” utilizaban en su diario vivir, sobretodo aquéllos que funcionaban con fuentes de energía alterna como: la electricidad y la fuerza mecánica. Vestido con: una camisa manga corta de tonalidad azul rey, jeans algo desgastados por el tiempo, un cinturón negro alrededor de su pelvis, y un par de deportivas níveas muy ligeras; decidió aventurarse por las escaleras de la mansión de su familia con el propósito de llegar al umbral de salida de tal notable residencia. Fue así que luego de despedirse de su madre con un tierno beso en la frente; Thomas corrió por el sendero de los jardines de su casa hasta finalmente desaparecer a través de aquella desagradable sensación de vacío que segundos más tarde lo materializó en la sección del Ateneo en donde debía estar sin rodeos ni cavilaciones. -Espero que sea muy divertida la clase aunque… ¡Estoy convencido que así será!- dijo en voz baja, con la intención de que nadie por los alrededores del pasillo que circulaba lo oyese y pensara mal de su actitud tan positiva; ya que había gente que no compartía ese estilo de vida. -Con permiso… ¿profesores? Perdonen la molestia… pero ando buscando la disciplina mixta de Transformaciones junto a Estudios Muggles… ¿Es aquí?- preguntó el pelirrojo luego de asomarse por la puerta de la sala; aula en donde se encontraba: un hombre, una mujer y un elfo con una caja misteriosa que le intrigó desde que sus orbes esmeraldas se clavaron en ella. -Ehhh… soy un alumno de la Universidad… ehhh… ¡Eso!- agregó con algo de nerviosismo, porque se percató que el ambiente era un tanto infrecuente a lo que comúnmente estaba acostumbrado.

El nuevo anuncio del aumento de stock en el Magic Mall, motivó inmediatamente al Poulain; el cual con una pizca de ansiedad avanzó entre el tumulto de gente para direccionar sus pasos con rapidez hacia la segunda planta de la tienda comercial. Deseaba poder comprar algunas pociones para su colección, en especial aquellas más costosas que le brindaran mayor experiencia como mago dentro de la sociedad londinense. Esperaba que los nuevos productos recién llegados alcanzaran para la mayoría de los pobladores de Ottery, pues estaba consciente que muchos tenían el deseo de poder contar con los exclusivos brebajes que rara vez llegaban a la botica mágica de renombre mundial. Tras pisar con firmeza en las dependencias del segundo nivel, Elros avanzó hasta el mostrador y tomó entre sus manos una vez más el catálogo de pociones, sonriendo tranquilamente al ver que su compra podía hacerse realidad si en esta oportunidad no erraba con los datos. -Buenas noches. Perdone las molestias... Mi pluma está algo extraña ultimamente- manifestó el mago inefable, al mismo tiempo que le tendía el formulario arreglado con los datos necesarios al empleado que le estaba atendiendo con cautela; anhelando que todo estuviera correcto esta ocasión y sin ningún error de formato. ID: 113082 Nick: Thomas E. Gryffindor Nivel Mágico: 11 Link a la Bóveda Trastero: Bóveda #107620 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda #93543 Fecha: 2016-03-04 Nombre del producto: Veritaserum Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: 160 puntos Precio: 8000 G Precio total: 8000 G Total de Puntos: 160 puntos

Fugazmente se dirigió hasta la segunda planta del Magic Mall para averiguar si el stock de las pociones había sido renovado efectivamente. Elros deseaba poder comprar algunos de los brebajes que aún no tenía en su colección; pócimas de alto valor monetario que le darían un buen golpe a su bóveda personal en Gringotts, pero aquello no le importaba demasiado, pues su ambición por poseerlas era mucho mayor. Gracias a la bondad de Merlín, él ya era propietario de muchas de éstas, pero aún le faltaban un par de pociones mágicas que quería lucir con orgullo en la vitrina que había organizado en su habitación y en la bóveda trastero que cobijaba gran parte de sus bienes fuera de manos curiosas que quisieran robarlos. Al llegar a su lugar de destino, tomó el catálogo de la tienda y corroboró que todo estaba en orden y la información del comentario que había escuchado en el Ministerio, era cierta. -¡Hola! Vengo por la compra de pociones. He sabido que el stock ha sido renovado, y no quiero quedarme sin la posibilidad de comprar los brebajes que deseo. Espero que todo esté correcto con este formulario- expresó Thomas con seriedad, al mismo tiempo que le tendía el pergamino con su compra al empleado que le atendía amablemente tras el mostrados; sólo codiciaba que su pedido fuera visado para poder gozar de las bondades de las pócimas. Off: Edito de nuevo por error en el formato. Mi celular estaba algo extraño... lo odio xD Perdonen, no es intencional. ¡Gracias por las molestias chicos!

Un nuevo aviso del Concilio de Mercaderes había llegado a oídos del Gryffindor, el cual salió rápidamente de su tranquila morada en Ottery St. Catchpole y se encaminó, luego de vestir su capa camaleón, hacia los dominios de la tienda comercial de mayor renombre en Londres. A pasos firmes avanzó entremedio del tumulto de gente que ya comenzaba a hacer colas interminables con el propósito de hacerse acreedores de algún producto de stock muy limitado; y Thomas también quería poder adquirir los objetos que le faltaban para su gran colección en su bóveda trastero y en la mansión de su familia. Tras orientar su rápido andar hacia la primera planta, optó por revisar el catálogo antes que nada y cerciorarse que el anuncio que había escuchado era el correcto; por lo que no dudó en tomar entre sus manos el libro que especificaba todo lo que arribó a las instalaciones del Magic Mall aquel día. -¡Hola! Vengo por una compra concreta. Espero que no exista mayor inconveniente con el stock y el límite de productos que puedo adquirir. ¡Aquí tiene el pergamino!- expresó el mago británico, al mismo tiempo que tendía el formulario correctamente rellenado al empleado que le atendía con gentileza tras el mostrador de la primera planta; anhelando que no hubiese problema alguno con aquello que deseaba poder llevar a casa para su dominio. ID: 113082 Nick: Thomas E. Gryffindor Nivel Mágico: 11 Link a la Bóveda Trastero: Bóveda #107620 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda #93543 Fecha: 2016-03-04 Nombre del producto: Gema de la Desaparición Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AAAA Puntos por unidad: 80 puntos Precio: 4000 G Nombre del producto: Armario Evanescente Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: 160 puntos Precio: 8000 G Precio total: 12000 G Total de Puntos: 240 puntos

El Gryffindor caminó serenamente por la planta de pociones, esperando que no pasara nada extraño con la compra que deseaba realizar aquel día. Sabía que tendría que ser precavido y tomar firme su pluma para anotar, sobretodo aquel día, en donde la misma estaba algo rara y dejaba manchas de tinta por doquier. No quería peder su poción, por eso mismo se aseguró de tomar una pila de pergaminos en el caso de que la ocasión así lo ameritaba, ya que su mala suerte últimamente lo perseguía a diario. Al llegar a la botica miró en todas direcciones, dándose cuenta que no estaba tan llena como esperaba; hecho que le aseguró avanzar en la fila hasta poder quedar delante del mostrador. -Buenas tardes. Vengo por una compra. Espero que todo esté de maravillas- manifestó el mago inefable, al mismo tiempo que le tendía el formulario con los datos necesarios al empleado que le estaba atendiendo con cautela; anhelando que todo estuviera correcto.

Un nuevo aumento de stock en la planta de objetos mágicos le había sido comunicado por un elfo de la mansión Gryffindor; hecho que instó a Thomas a acudir inmediatamente a las instalaciones del Magic Mall con el propósito de hacerse acreedor de algunas cosas que éste deseaba tener en su bóveda trastero hace algún tiempo atrás. Fue así que apareció en las cercanías del Callejón Diagón, y avanzó a paso firme hasta el primer nivel de la institución comercial; acercándose hasta el catálogo de ventas con el afán de observar bien los productos que habían llegado durante aquella jornada. Pensaba en que tal vez era hora de comprar nuevos bienes, pese al costo de éstos; pues los galeones iban y venían de manera constante y los podía recuperar con horas de trabajo ministerial durante algunos meses de labores. -Buenas tardes, he venido por una transacción. Espero que esté todo el orden- expresó el Poulain, al mismo tiempo que le tendía el pergamino al vendedor que estaba tras el mostrador y que le atendía con amabilidad y gentileza; anhelando que no hubiese ningún inconveniente con los datos de la compra. ID: 113082 Nick: Thomas E. Gryffindor Nivel Mágico: 11 Link a la Bóveda Trastero: Bóveda #107620 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda #93543 Fecha: 2016-03-04 Nombre del producto: Gema de la Desaparición Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AAAA Puntos por unidad: 80 puntos Precio: 4000 G Nombre del producto: Armario Evanescente Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: 160 puntos Precio: 8000 G Precio total: 12000 G Total de Puntos: 240 puntos

Edmund era un buen duelista, y lo estaba demostrando de una excelente manera al enfrentar al Gryffindor con tamaña destreza y osadía; simplemente el chico era astuto y comprendía a la perfección el motivo principal de su estadía precipitada en aquella calle de Londres que los cobijaba durante dicha fría noche invernal. El Browsler, sin pensarlo dos veces, movió ligeramente su varita con tal de transformar un banco de piedra en un águila real adulta hembra que logró interceptar el hechizo de desarme justo a tiempo, quedando brevemente aturdida por el impacto que le provocó el rayo del pelirrojo. -¡Hey Ed! Parece que te han comido la lengua los ratones, porque no hablas nada- exclamó el mago inefable con una pizca de simpatía; tratando de amenizar la batalla que ambos contendores libraban con una serie de admirables movimientos y perseverancia innata de un odefo. <<Demonios… Es que acaso estas olas malnacidas no se acabarán jamás>> se dijo para sí mismo cuando el conocido sonido del agua se hizo presente una vez más en el escenario; percatándose que su rival se dispuso a subir rápidamente por las escaleras de emergencia de un edificio cercano. -¡Morphos!- gritó el hijo de Elvis, apuntando directamente a un autobús londinense de color rojo que estaba aparcado muy cerca de su organismo, el cual se transformó en un ejemplar de rinoceronte blanco que se ubicó prontamente delante de él para protegerlo. -Engorgio- fue lo que dijo a continuación sin dejar de señalar al animal; por lo que éste aumentó su tamaño hasta tres veces, convirtiéndose en una verdadera muralla con vida. -¡Vamos Thomas! Saldrás de esto- repetía una y otra vez, al mismo tiempo que se agachaba con los ojos cerrados tras el rinoceronte que recibió de lleno el impacto frontal del agua. Fue así que, tras abrir sus orbes, se encontró con el autobús atravesado por un fierro; seguramente la ola acarreó material y sedimento que terminó por incrustar el trozo de metal (que parecía una estaca bien afilada) en el cuerpo de la criatura, que ahora era solamente uno de los medios de transporte más utilizado en Gran Bretaña. -Por lo menos estoy con vida- se dijo el alquimista, mientras avanzaba por la calle al encuentro de Edmund con su Anillo Detector de Enemigos brillando en cada zancada que daba hasta quedar frente al hombre; dándose cuenta que el águila real sobrevolaba el cielo nublado muy cerca y frente de su creador; y justo cuando ésta se preparaba para elevarse, fue interceptada por Elros. -¡Oppugno!- decretó el Gryffindor apuntando al ave cuando planeaba libre muy cerca de su oponente, luego de que éste cayera hábilmente desde el tercer piso del edificio. Fue así que el efecto se manifestó espontáneamente y logró concretar el mandato que su nuevo amo le había ordenado… “Atacar a Edmund directamente en el rostro”, hiriéndole gravemente con su pico bien ganchudo y sus fuertes patas terminadas en garras desarrolladas; junto con obstaculizar su visión por la envergadura de las alas, provocando que el rayo de tonalidades verdes saliera disparado hacia un lejano ventanal del lado derecho del Browsler que estalló en miles de astillas que cayeron al suelo desde un segundo piso. -¡Morphos!- pronunció a continuación el ojiverde, apuntando con su varita de Pirul al zapato negro derecho de su contrincante, el cual se transformó en una letal araña del rincón que subió fugazmente por el interior de la túnica azabache con el propósito de picarle en el cuello; y lo consiguió.

<<¿Qué está pensando este chico?>> se dijo Thomas a sí mismo tratando de analizar la rara conducta que su adversario estaba teniendo en medio del duelo que libraba contra él por el mandato de los Uzza; pareciéndole un completo despreocupado al estar pendiente del resto de sus compañeros en vez de concentrarse en lo que debía de ser más trascendental para él, que era la demostración de sus habilidades obtenidas con los conocimientos que tendría que haber asimilado con la clase o aventura previa que tuvo en el otro grupo de estudiantes que habían estado en un sitio diferente a la cueva de la Polinesia. <<Otra vez no>> fue la frase que a continuación floreció en su mente tras notar que una nueva ola venía en su dirección luego de dar la vuelta a uno de los altos edificios que estaban en la transitada calle inglesa que los albergaba en plena batalla. -¡Bingo!- exclamó con alegría mientras el brillo azulado de su Anillo Detector de Enemigos iluminaba su pálido rostro; ya que muy cerca logró ver a una manada de tres hipogrifos que sobrevolaban la zona, lo que despabiló su inteligencia. <<Orbis Bestiarum>> pensó rápidamente, provocando un anillo dorado que envolvió en un abrir y cerrar de ojos a una de las criaturas aladas que en un santiamén aterrizó a su lado con el propósito de ayudarle a sortear la masa de agua. -¡Muchas gracias!- manifestó el Gryffindor luego de hacer una reverencia para acercarse hasta el animal fantástico, el cual se lanzó a volar por los cielos nubosos, logrando capear la ola sin problemas. -¡Cuídate! Ve con tus amigos- expresó finalmente el mago inefable, dejando libre al hipogrifo para que éste retornase con su manada y se perdiera de vista entre las nubes del firmamento. Fue en eso que, una vez más, recordó a Edmund; pero a favor de su integridad personal, el chico había conseguido escapar del agua y neutralizar su hechizo hemorrágico con un único y genial movimiento con su varita; a ciencia cierta utilizando el Salvaguarda Mágica. -Eres un buen contrin… ¡Silencius!- vociferó el alquimista del futuro apuntando a su rival, no alcanzando a terminar su elogio, debido a que el Browsler se había atrevido a levantar su varita en su contra para atacarlo inmediatamente, no dando un margen lógico de minutos para respirar luego de la ajetreada huida ante la maniobra ofensiva del agua. -Vaya, vaya, vaya… sí que aprendes rápido eh. Pensé que jamás te enfocarías en lo que nos corresponde en este lugar. Hagamos de esto… una buena experiencia- comentó el Poulain, esperando que el ojiazul no se frustrase por no haber logrado concretar su embate. -Expelliarmus- agregó tajantemente, invocando un rayo de color escarlata que salió de Lion directamente hacia su contendiente con el afán de desarmarlo de su varita; la cual volaría hacia su flanco derecho a unos tres metros de distancia del punto fijo en donde estaba su cuerpo mortal.

-¿Dónde demonios estamos?- fue la pregunta que afloró desde los labios del pelirrojo una vez que sus verdosos orbes recuperaron el brillo tras aquella luz cegadora que encontró al cruzar aquella pared de piedra en la cueva hawaiana junto a su grupo de compañeros. No sabía muy bien dónde se encontraba, pero su instinto le decía que se trataba de una de las calles londinenses más concurridas por la población británica, Oxford Street. -¿Y el anillo que los Uzzas buscaban?- le consultó al Ministro Malfoy, al mismo tiempo que su centro de atención se desviaba dubitativamente hacia otro conglomerado de magos y brujas que había aparecido en las cercanías de su punto de arribo, cuestionándose acerca de las verdaderas y poco ortodoxas intenciones de los guerreros que pretendían enseñarles sobre los poderes de los libros de hechizos. Las indicaciones de los maestros no se hicieron esperar demasiado y, luego de separarlos en dos tropas (quedando el Gryffindor en un cuarteto de duelos), optó por avanzar junto al contrincante que le había sido asignado, Edmund Browsler. -Nos vemos papá- exclamó hacia la figura de Elvis, sonriéndole de medio lado con seguridad. -¡Suerte!- le susurró a su rival antes de caminar lentamente y separarse de éste a unos siete metros de distancia, posterior a que el Browsler se dignara a pararse del banco de piedra que lo alojaba desde que empezaron a dar las instrucciones de la prueba final. Aún vestido con ropa muy ligera de peso (al encontrarse antes en una playa), desenvainó a "Lion" desde el bolsillo de su derecha y se dedicó a contemplar el escenario. Tal parecía que la noche no estaba del todo tranquila, especialmente por el viento frío que corría como buena jornada de invierno; sumando a aquello las nubes negras que cubrían la luna y las estrellas. Fue en eso que su Anillo Detector de Enemigos comenzó a emitir una luz azulada, y una enorme ola se hizo presente en la escena, provocando que el mago inefable no se diera segundos de pensar en lo que haría para esquivarla. <<Salvaguarda Mágica>> pensó fugazmente, volviéndose intangible para traspasar la poderosa masa de agua que por poco lo azota contra el suelo. <<¿Y Ed?>> se dijo para sí mismo, respondiéndose al instante tras corroborar que el hechicero estaba a salvo ahora a unos seis metros de distancia frontal. -¡Sectusempra!- gritó, lanzando un rayo carmesí que de impactar, provocaría varias heridas sangrantes en la piel del Browsler, ocasionando una pérdida de conciencia súbita de no curarse a tiempo.

<<¿Qué fue lo que le pasó al enano?>> pensó para sí mismo con incertidumbre, tras notar que éste cambiaba su actitud exaltada hacia una muy silenciosa, inclusive serena. Era muy evidente que había sido hechizado por su amigo Niko, quien retornó a la forma humana a través del ágil cuerpo del puma que antes le había llamado la atención; corroborando así y auto-respondiéndose acerca de la condición de animago del Dumbledore. A continuación otra explosión se hizo presente en la cueva, en esta oportunidad causada por un rayo que impactó en el cielo adornado de estalactitas por sobre la cabeza del basilisco, el cual no logró reaccionar a tiempo y pasó a ser víctima de aquel desagradable golpe producto del desprendimiento de rocas y sedimento. -¿Atravesar el piso? Quizá a dónde vamos a llegar con todo esto… ¿No es mejor tratar de subir a la superficie?- preguntó Thomas aún algo adolorido, pero ya más fuerte gracias a las lágrimas de fénix. -Concuerdo con Evarela y con el Ministro… debemos salir de acá. Hay que buscar una vía de escape lo más expedita posible. No sabemos con quién o quiénes nos podemos encontrar en esta caverna malnacida. Hay que ser inteli…- fue lo que alcanzó a decir, debido a que la intervención de Elvis le dejó descolocado y algo perplejo. -Profesor… entiendo. Cuente con mi ayuda entonces- prosiguió, recordando que el escocés desde muy pequeño le enseñó e inculcó el valor del coraje y la lealtad, y como buen hijo y Gryffindor debía dar el ejemplo y colaborar con el deseo del Director de Hogwarts. -¡Vamos!- fue la arenga que le alentó para tomar la iniciativa de atravesar la pared de roca que tenía por delante con el hechizo Salvaguarda Mágica como aliado. Corrió tan rápido como pudo y cuando logró cruzar hacia su destino; fue una luz blanquecina muy fuerte la que le cegó por completo. Resplandor que estimuló que el pelirrojo se llevase ambas manos para tapar sus orbes de tonalidad esmeralda con tal de no encandilarse demasiado; no pudiendo observar lo que estaba ahora frente a su organismo y, seguramente, a los de sus compañeros y docentes.

Otro empleado no tardó en contestar la interrogante que el Gryffindor le consultó a Lyra, quedando satisfecho con la respuesta que éste le dio en relación a que los coches voladores estaban siendo negociados desde las mejores fábricas europeas. -¡Ah! Entiendo. No hay problema en comprender que es asunto confidencial del propio Concilio, pero me alegra saber que quizás pronto veamos automóviles de alta tecnología mágica en la primera planta del Magic Mall… creo y presiento que serán grito y galeones para los empresarios de esta tienda comercial. Se llenará Diagón con los aficionados a las tuercas- comentó Thomas con una sonrisa dibujada en su rostro, al mismo tiempo que revisaba una vez más el catálogo que tenía entre sus manos; percatándose que se llevaría dos productos más solamente y, luego de eso, abandonaría las instalaciones de la institución para ir a descansar a su hogar. -¡Bueno! Anóteme estas dos cosas más para mi compra. Con esto estamos listos por hoy. Hasta que nuevamente suba el stock de otros productos o lleguen cosas nuevas. Espero que todo esté correcto con el formulario- expresó mientras le tendía el último pergamino al empleado, anhelando que la transacción se concretara pronto para así desaparecer rumbo a los dominios de Ottery St. Catchpole con el propósito de arrojarse a su cama a dormir. ID: 113082 Nick: Thomas E. Gryffindor Nivel Mágico: 11 Link a la Bóveda Trastero: Bóveda #107620 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda #93543 Fecha: 2016-02-26 Nombre del producto: Orejas Extensibles Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AA Puntos por unidad: 20 puntos Precio: 1000 G Nombre del producto: Anteojos Alfa Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AA Puntos por unidad: 20 puntos Precio: 1000 G Precio total: 2000 G Total de Puntos: 40 puntos

-¡Claro! Cuando me veo con la posibilidad de comprar más cosas para mi colección personal, no me importaría gastar los galeones de mi bóveda, querida Lyra. El dinero va y viene constantemente. Habrá que trabajar duro por un tiempo para lograr recuperar todas las ganancias que invertiré… porque es eso; una inversión- comentó el Gryffindor ante la acotación de la jefa del Magic Mall, la cual le atendía amablemente en la primera planta de la institución comercial. Posteriormente Thomas se corrió del mostrador con el catálogo para analizar la oportunidad de poder llevarse otros objetos que no tenía; percatándose que por lo menos había cuatro más que desearía adquirir en esta ocasión nocturna. -Me llevaré estos dos primero. Espero que estén disponibles- expresó el pelirrojo, al mismo tiempo que le tendía el pergamino con el detalle de la compra que anhelaba concretar a la persona que estaba maniobrando el quehacer de prestar oído al público compulsivo. -¿Por casualidad usted sabe cuándo llegarán al Mercado los automóviles voladores?- le preguntó. ID: 113082 Nick: Thomas E. Gryffindor Nivel Mágico: 11 Link a la Bóveda Trastero: Bóveda #107620 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda #93543 Fecha: 2016-02-26 Nombre del producto: Reloj Mágico Familiar Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AA Puntos por unidad: 20 puntos Precio: 1000 G Nombre del producto: Cámara de Fotos Mágica Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AA Puntos por unidad: 20 puntos Precio: 1000 G Precio total: 2000 G Total de Puntos: 40 puntos

Estaba listo con su primera compra de pociones, pero lamentó profundamente que el stock de éstas se hubiera acabado tan rápido; ya que los magos y brujas habían corrido desde sus moradas con tal de quedarse con algún ejemplar de tan codiciadas pócimas que rara vez se veían en el comercio de Magic Mall. Por su parte, Thomas estaba tranquilo; debido a que sabía que en algún momento el Concilio aumentaría nuevamente el stock y alcanzaría a adquirir aquellos brebajes que no pudo conseguir por la demora. Fue así que se dedicó serenamente a revisar el catálogo una vez más, con el propósito de analizar si por alguna casualidad se le escapaba algo más dentro de la segunda planta que no estuviera a simple vista por parte de los compradores compulsivos de la tienda comercial de renombre. -Creo que tal vez me podré llevar esto. Espero que no haya problemas- expresó el Gryffindor con algo de preocupación; ya que pensaba que quizás alguien más se le podía haber adelantado con la adquisición. ID: 113082 Nick: Thomas E. Gryffindor Nivel Mágico: 11 Link a la Bóveda Trastero: Bóveda #107620 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda #93543 Fecha: 2016-02-26 Nombre del producto: Poción Incorpórea Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAAA Puntos por unidad: 80 puntos Precio: 4000 G Precio total: 4000 G Total de Puntos: 80 puntos

Sus pasos se enfilaron fugazmente hasta la primera planta del Magic Mall, con el afán de revisar el catálogo de objetos por si había llegado nuevo stock en algo que no poseía actualmente dentro de sus bienes en la bóveda trastero de Gringotts. Solamente esperaba no llegar demasiado tarde para poder comprar algo, pues no tenía dentro de sus planes el hecho de perder el viaje desde su hogar en plena noche de invierno. Leyendo minuciosamente cada detalle de los objetos, logró percatarse del arribo de uno de ellos que había estado con ansias de tener, así que sin pensarlo dos veces, cogió un pergamino y se dispuso a anotar. -¡Buenas noches! He venido por un producto que ha llegado con stock. Espero que esté todo perfecto con los datos- expresó el Gryffindor, al mismo tiempo que le tendía el formulario al empleado que lo estaba atendiendo amablemente tras el mostrador. ID: 113082 Nick: Thomas E. Gryffindor Nivel Mágico: 11 Link a la Bóveda Trastero: Bóveda #107620 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda #93543 Fecha: 2016-02-26 Nombre del producto: Pensadero Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AAA Puntos por unidad: 40 puntos Precio: 2000 G Precio total: 2000 G Total de Puntos: 40 puntos

Un nuevo paseo por Magic Mall había sido el destino ideal para el Gryffindor durante aquella jornada nocturna, pues muchas veces habían jornadas de ventas que no se efectuaban en el transcurso del día, sino cuando los magos y brujas de Ottery se encontraban descansando en sus habitaciones con tal de levantarse temprano al otro día para ir a trabajar. Ya había decidido no dormir, en vez de revisar algunos catálogos por si habría llegado stock de algún producto que le llamase la atención para su colección personal, y esta ocasión optó por comenzar su recorrido por la planta de las pociones mágicas. Tras observar detenidamente en el segundo nivel, se percató del arribo de ejemplares que no tenía, por lo que no dudó en tomar un pergamino en blanco y empezar a anotar sus dos primeras adquisiciones. -¡Buenas noches! Vengo por estas dos pócimas. Espero que queden en stock- dijo el pelirrojo mientras le tendía el formulario al encargado de la botica, anhelando que los datos estuviesen correctos y así la compra fuera validada sin ningún inconveniente. ID: 113082 Nick: Thomas E. Gryffindor Nivel Mágico: 11 Link a la Bóveda Trastero: Bóveda #107620 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda #93543 Fecha: 2016-02-26 Nombre del producto: Felix Felicis Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: 160 puntos Precio: 9320 G Nombre del producto: Zumo de Mandrágora Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: 160 puntos Precio: 8000 G Precio total: 17320 G Total de Puntos: 320 puntos

* Nick de Personaje: Thomas E. Gryffindor * Enlace a Bóveda: Bóveda Trastero #107620 * Modificaciones: ¡Hola modes! Bueno me paso por acá para avisar mi reciente cambio de Nick gracias al premio de la Gala de SV. Por lo mismo vengo con la intención de pedirles si pueden cambiar el nombre del título de mi bóveda trastero, ya que ésta dice actualmente: Bóveda Trastero de Enrick W. Ryddleturn, y ahora debiera decir: Bóveda Trastero de Thomas E. Gryffindor De antemano, muchas gracias por el favor.... y como es una "actualización" por cambio de Nick, espero que no sea tomada en cuenta como la modificación mensual xD porque estoy planeando poner un banner bonito al comienzo de ésta en un corto tiempo más. Un saludo a quien tenga el agrado de atender mi solicitud

¡Hola foreanos! Bueno, vengo a reclamar mi premio en este tópico. Muchas gracias a todas las personas que votaron en el Concurso de Cartas de San Valentín y valoraron mi participación con su gesto. También aprovecho de felicitar a quienes ganaron los lugares del jurado; la competencia estaba muy reñida... muchos textos muy buenos, y sobretodo que llegaban a tocar esa fibra sensible que todos tenemos; algunos más escondida que otros xD Yaps, paso a dejar la notificación. ¡Saludos! Y gracias al equipo de hl.org por la organización de la Gala... lo único que me faltó fue un Mercado Público o una Subasta jajajaja ¡Abrazos! * Cambio de Nick: Nick Actual: Enrick W. Ryddleturn Nick Nuevo: Thomas E. Gryffindor Premio obtenido: Premio del Público Concurso de Cartas de Amor * Cambio de Subtítulo: Subtitulo deseado: The Alchemist of the Future Premio obtenido: Premio del Público Concurso de Cartas de Amor

<<Toma, bebe esto. No podemos darnos el lujo de perder gente>> fueron las palabras que de alguna manera resonaron en su mente divagada y sin sentido; cuya voz logró reconocer inmediatamente al tratarse de su padre. -Gra… gracias profesor- manifestó con problemas, luego de beber un líquido dulce que él supuso que serían las poderosas lágrimas de fénix; ya que sus energías comenzaron a florecer nuevamente mientras Elvis lo cargaba aferrado a su cuerpo en contra de su voluntad en dirección al trío de brujas que se cubrían las espaldas, unas a otras. Su ropaje estaba absolutamente empapado, y la herida que yacía en su hombro izquierdo parecía haberse curado al igual que el veneno, el mismo que ya no circulaba por su sangre mortal. Rápidamente lanzó una ojeada a todo lo que le rodeaba en ese entonces, distinguiendo que el enano de apariencia nórdica colgaba de uno de sus talones a unos dos metros del húmedo suelo de la caverna, moviendo sus extremidades en todas direcciones y hablando un lenguaje extraño que quizás fuera el nativo de su raza. El basilisco estaba muy desconcentrado gracias a aquella águila que no parecía ser un simple animal, puesto que se desenvolvía muy bien con la criatura mágica, como si tuviera razonamiento. -Elvis… ¿Es un animago?- le preguntó a su padre, apuntando hacia el sagaz planeador que luchaba sin cesar contra el Rey de las Serpientes. -¿Y ése también?- añadió el inefable, señalando al puma que cercaba el perímetro de la zona con suma cautela. Su docente del Libro de la Fortaleza… Mónica, también estaba allí; pero, a diferencia de los demás, su vestimenta estaba más sucia. <<¿Se habrá caído?>> se preguntó incauto el mago de cabellos rojos, al mismo tiempo que sujetaba una vez más a "Lion" entre los dedos de su diestra en caso de tener que usarla para maniobras ofensivas o defensivas. -¿Qué fue eso? Vino en aquel sentido- expresó el Gryffindor, desviando su mirada esmeralda rumbo a una abertura que estaba cerca del grupo de aventureros, la cual se cerró de golpe. Segundos más tarde, el piso que los cobijaba comenzó a moverse cada vez más fuerte; tanto así que varios de ellos no lograron mantenerse en pie, cayendo precipitadamente al terreno de la cueva; a su vez las estalactitas del cielo se mecían de un lado a otro con ansias de desplomarse sobre sus cabezas en un abrir y cerrar de ojos. <<Salvaguarda Mágica>> invocó para sus adentros con tal de volverse intangible frente a los primeros derrumbes que se desprendieron dentro de la característica gruta, notando que su padre hacía lo suyo junto a él. -¿Qué haremos? Hay que salir de acá, pero el anillo…- dijo con cavilación, esperando la respuesta de Elvis.

<<¿Novio de Joana? Todos están locos… DEMENTES. No sé cuándo tuve la ocurrencia de ingresar a estudiar Maldiciones a la Universidad>> pensó el Gryffindor tras escuchar atento la presentación que su profesora realizaba ante el agente de Cooperación Mágica turca, no gustándole mucho toda la información que ésta le brindaba innecesariamente, sobretodo eso que decía relación a su vínculo afectivo con la Macnair. -Así es señor Chadud. Necesito llegar a tiempo a Inglaterra. Tengo una reunión con la Reina para tratar asuntos privados de seguridad muggle y control de atentados en la comunidad londinense- explicó Thomas con seriedad, luego de dejar que Cissy diera tranquilamente los esclarecimientos del caso. Fue en eso y tras cuestionar en qué nos podría brindar una mano, que su docente desenvainó su varita fugazmente y lo hechizó en milésimas de segundos frente a sus orbes esmeraldas; lo que provocó un desenfoque en la mirada del obeso que cesó con el rayo paralizante que le dejó inmóvil e inconciente en la silla tras su escritorio. -Ehhh… ¿Profesora? ¿Usted quiere y sugiere que yo me transforme en esta… “cosa”? ¡Olvídelo! ¡Jamás! ¡Mírelo por favor! Es un tipo asquerosamente gordo y con manos rechonchas como pezuñas de cerdo- comentó el pelirrojo con fastidio, al mismo tiempo que sellaba la puerta del despacho del diplomático. -Ahí hay un ropero de tres cuerpos… Estoy seguro que este hipopótamo entra- indicó a continuación el mago; observando que Niko sacaba de su maletín una botella con la poción Multijugos que debía beber para salir de ahí con éxito. Fue así que mientras él obtenía un mechón de cabellos lisos negros del islamita, y las chicas quitaban las ropas del agente para que él se las pusiese; el Dumbledore se le acercó con sigilo, abriendo el frasco en donde había un brebaje de consistencia gruesa parecido al barro y que burbujeaba lentamente. -Se supone que debo introducir estos pelos… ¡Puaj!- manifestó, percatándose que la pócima adquiría una tonalidad verde pistacho. -Espérenme aquí… salgo enseguida- agregó una vez que se hubo quitado sus prendas (quedando en ropa interior) e ingresó al mueble con la botella en la mano. Posteriormente, y en cosa de dos minutos, salió del armario el mismo mofletudo que yacía en el piso de la oficina; sonriendo ingenuamente. -Por lo menos no sabía a moco de troll, sino a marrasquino con doble porción de miel. Quizás este hombre debe tener un buen corazón- pronunció mientras se vestía con las túnicas del musulmán (el mismo que ahora derrumbaban sus compañeros en el clóset). -¿Qué hacemos ahora Cissy? Tenemos una hora para que el efecto se acabe- preguntó; esperando la respuesta de la bruja.

-Claro que no pretendo llamar la atención, Joana; pero si continúas reprendiéndome como a un niño de menos de cinco años... créeme que pensaré en la patética opción de hacerlo para que todos nos ganemos una hermosa celda en Azkabán… ¿Qué te parece la idea?- bufó el mago hacia su compañera, al mismo tiempo que se acomodaba el gorro que ésta le había tendido con tal de ocultar su rojiza y ondulada cabellera; y también las gafas que se habían corrido unos centímetros luego de que la Macnair le tomara del brazo por sorpresa. Fue en eso que un nuevo estornudo alérgico brotó exageradamente, instando a la bruja de mirada penetrante para que se corriera de su lado por lo dramatizado que resultaba ser el proceder del inefable ante el incienso que impregnaba todo el ambiente de la embajada. <<Suena muy convincente>> pensó tras oír las explicaciones que Niko le daba a la recepcionista, esperando que la mujer no demorase mucho tiempo en darles el pase para platicar con el agente de Cooperación Internacional, pues las horas pasaban y el período de resguardo del templo se agotaba frente a sus narices. <<¿Pero qué es lo que dice este idio…>> meditó para sus adentros cuando el Dumbledore comunicó a la secretaria acerca de la supuesta identidad del Gryffindor y un nexo directo con la Corona Británica. -Es todo cierto- se limitó a decir, incentivando a que la bruja comprendiera la situación. -Gracias a Merlín- exclamó una vez que la señorita decidió guiarlos hasta el asesor, quien era el próximo blanco del grupo de magos. -Cissy… ¿Qué sigue ahora? Yo no quiero que me den esa cosa asquerosa para beber, ni menos tener que hacerme pasar por un tipo que seguramente es un gor…- alcanzó a susurrar hacia su profesora; ya que la mujer que les había permitido el paso ahora les abría la puerta del hombre a quien buscaban; humano que claramente era adicto al shawarma y todas esas cosas grasosas que a ciencia cierta le habían hecho subir unos cuantos kilos. -La obesidad es mala compañera- masculló en dirección a Joana, no pudiendo evitar soltar una risita burlona al analizar de cerca la inflada figura de quien los escucharía en unos segundos. -Buenas tardes… soy Nabih Chadud, agente de Cooperación Mágica de Turquía. Tomen asiento… ¿En qué puedo ayudarles?- manifestó el regordete tras el escritorio que cubría parte de su enorme panza, al mismo tiempo que se rascaba su acentuada narizota que probablemente le permitía olfatear hasta el más mínimo detalle de la comida antes de lanzársela a la boca de un único mordisco.

¿Qué era lo que estaba pasando allí? ¿Quién era aquel hombrecillo de apariencia vikinga que le hablaba del otro lado de la celda refiriéndose a él como un intruso? ¿Qué clase de anillo era el que usaba el tipo en su mano? Eran las preguntas que afloraban en la mente del Gryffindor cuando su captor se acercó hasta a él para platicarle con una pizca de rencor por todo el ajetreo que el grupo de magos estaba llevando a cabo en sus dominios. -¿Crees que no me he dado cuenta que hay más de ésos como tú en esta cueva subterránea?- le dijo a continuación el nórdico, al mismo tiempo que Thomas observaba a lo lejos cómo el brutal basilisco se deslizaba inquieto por los rincones circundantes de la húmeda caverna, tirando al suelo algunos preciados tesoros de oro que se aglomeraban por montones. -No sé a qué te refieres tú. No sé quién eres ni te conozco… ¡Sácame de aquí!- exclamó con rabia, notando que su Anillo Detector de Enemigos perduraba brillando azuladamente y le vibraba cada un lapso de tiempo, avisándole acerca de un inminente ataque. -Ahora sabrás lo que es sufrir, hereje manipulador del tiempo- agregó el enano mientras realizaba un chasquido de dedos, el que hizo que la herida penetrante del pelirrojo volviera emerger en su hombro izquierdo; yaga que le indujo un dolor inmenso producto del veneno del Rey de las Serpientes, llevándole al piso. Apresuradamente su visión empezó a ponerse borrosa y, poco a poco, la tóxica y poderosa ponzoña lo convirtió en una persona somnolienta a la espera de su futura muerte. El sudor se volvía cada vez más frío, la boca se le secaba y tercianas invadían todo su cuerpo… su deceso era inevitable en cuestión de minutos. En eso un águila apareció surcando el cielo lleno de estalactitas de la prisión, lanzándose contra la letal criatura mágica con el objetivo de hacerle frente; hecho que instó al moribundo mago a usar su Anillo de Amistad con las Bestias para tratar de entender la actitud de aquella sagaz ave, pero éste no funcionó. <<¿De quién se trata?>> se cuestionó en su divagada mente, concluyendo que dicho pájaro no era un animal común y corriente. Acto seguido aparecieron sus compañeros de travesía junto a un puma que resguardó a una maltratada Mónica, la cual recibió de lleno un coletazo de aquel espécimen de escamas verdes y ojeada mortífera. -A…ayuda- suplicó el ojiverde, tratando de arrastrarse por el empedrado hasta los barrotes de la celda; convocando silenciosamente el Salvaguarda Mágica con tal de atravesar esos metálicos hierros con los restos de energía que se alojaban en su organismo mortal muy malherido; consiguiéndolo con éxito. -Pa… padre- fue la última sílaba que salió desde los labios del alquimista, pues su corazón (que latía ferozmente) se tornó muy débil y su respirar se volvió inconstante. Si alguien no hacía algo rápido, el hijo de Elvis fallecería indudablemente, porque no tenía vitalidad alguna ni siquiera para realizar una Curación con tal de prolongar su vida por más tiempo antes que el veneno del basilisco le indujera una septicemia. En aquel instante, el enano de la caverna había decidido atacar a los intrusos, elevando sus brazos para ejercer algún tipo de magia muy extraña con el agua estancada proveniente de la cascada, suspendiéndose en el cielo como un monumental puño preparado para aplastar a sus compañeros de cátedra del Libro de la Fortaleza. ¿Qué harían ahora los magos y brujas que estaban luchando? ¿El tipo tenía noción sobre el Andvarinaut que los Guerreros Uzza buscaban? Nadie lo sabía aún.

¡Hola! Buenas tardes. Yo vengo con la misma consulta de Mary. Hay compras que aún no son informadas en mi bóveda trastero y que fueron realizadas antes que aquéllas que Leah ya certificó... También ya se han descontado los galeones de mi bóveda personal de Gringotts. Quizás hubo un desface de información... aprovecho de dejarles mi inquietud. Muchas gracias chicos Estos productos son: 1) Hipogrifo - Billywig (Link descuento) 2) Duendecillos de Cornualles - Gorros Rojos (Link descuento) 3) Quaffle del Mundial de Quidditch de 1994 - Protectores de Quidditch (Link descuento) 4) Streeler - Cangrejo de Fuego (Link descuento) 5) Doxy - Glumbumble (Link descuento)

¿Estaba muerto? ¿Qué había sucedido con él? Eran las preguntas que afloraban por la mente del Gryffindor mientras su cuerpo mortal yacía tendido en el piso frío y húmedo de un lugar más sombrío en comparación a donde estaba previamente con el grupo de la clase que era guiado doctamente para adquirir el conocimiento del Libro de la Fortaleza. Tal parecía que el basilisco lo había apretado fuertemente en el hombro izquierdo, pero no inyectó su ponzoñoso veneno a favor de la gracia de Merlín, lo que solamente produjo una herida penetrante que al parecer habría sido curada por alguien usando ¿lágrimas de fénix?, pues no lo sabía. Permanecía inconciente en medio de la nada y sin saber mayores detalles sobre su funesto paradero, pero siendo observado cuidadosamente por una entidad que el mismo desconocía… tal vez aquel ser le había sanado su nociva lesión, quizás él es quien manejaba a la serpiente gigante y había mandado a la tropa de trolls para salvaguardarse de los magos y brujas intrusos que ingresaron a la cueva hawaiana. -Ahhhhhhhh… ¿Dónde estoy?- preguntó Elros cuando despertó tirado en el suelo de lo que parecía ser una celda, quejándose por el dolor que le causaba la herida en su hombro debido a la potente mordida del basilisco. Lentamente se levantó del lugar, apoyándose sobre unos gélidos barrotes que estaban delante de él, encerrándolo y dejándole aislado del resto de la caverna en donde ahora permanecía. Para asombro del alquimista, se hallaba en una hermosa gruta bañada por una cascada subterránea que quizá emergía de aquélla que él había visto en la superficie cuando Mistify traspasó la roca descendiendo repentinamente hasta el área en donde fueron atacados por dichas trampas y criaturas mágicas. También había mucho oro por doquier: lingotes, cálices, monedas, joyas y objetos; todo el perímetro que rodeaba lo que su vistazo esmeralda podía observar, estaba teñido de un fulguroso dorado. -¿Hay alguien aquí?- inquiría, al mismo tiempo que posaba la palma de su mano derecha (como acto reflejo por el malestar) en la región de la roída reptileana. La única respuesta que recibía era el sutil sonido del agua que se apozaba en un pequeño lago cristalino en donde desembocaba la cascada; pero para sorpresa de él no era el ruido natural del choque de la vertiente vertical sobre la capa horizontal, sino más bien el chapoteo de lo que parecía ser un pez de color escarlata, muy rechoncho y grande, de forma muy similar a un Plimpy pero de tonalidades rojas. <<Precioso>> fue lo que se le cruzó por la mente tras ver cómo el animal acuático disfrutaba alegremente de su ambiente; pero no todo podía ser bueno y alegre, debido a que el pez en un santiamén dio un brinco en el aire y se transformó en una persona… ¿persona? No, no era un simple humano… sino más bien un enano de barba carmesí muy larga y crespa, y atuendo nórdico muy relacionado a la vestimenta que usaban los antiguos vikingos. -Intruso… Hasta que despertaste- dijo su captor mientras se acercaba hasta la prisión en donde estaba Thomas; el cual no despegaba la mirada del tipo que había aparecido de la nada frente a él, especialmente de un anillo muy peculiar que permanecía en el dedo índice de la mano derecha de éste… ¿sería un animago aquel diminuto ser?

Las palabras de su profesora Mónica le tranquilizaron al saber que ella había traído de regreso a Evarela, ya que para Elros no había motivo que le instara a abandonar a alguno de sus compañeros en medio de la travesía que estaban librando gracias a los malditos y pocos corteses designios de los Guerreros Uzzas. <<Colusión>> fue la palabra que emergió en su mente con la explicación que su maestra le daba a Mistify en relación al nexo que existía entre el Ministerio y los poseedores de los conocimientos de los Libros; meditando que quizá existía un pacto de simbiosis entre ambas entidades, todo por el poder y el vil dinero que movía a la gran parte de la comunidad mágica que sucumbía en la avaricia. Ashley seguía atrapada al otro lado de los escombros, y el resto del grupo miraba perplejo a los docentes en busca de alguna solución que éstos les brindasen con el nuevo problema que había surgido post aquel derrumbe; y justamente fue Mónica la que le hizo a un lado de aquella pared y luego de susurrar el “Salvaguarda Mágica” desapareció tras el concreto. -Una mujer de armas tomar- comentó el pelirrojo con asombro, observando dubitativo a su padre en un rincón de aquel escueto pasillo que los albergaba como cucarachas encerradas en un rincón a punto de ser exterminadas por un tóxico acaba plagas. -Juro solemnemente que mis intenciones… son buenas- agregó tras oír las amenazas de la Malfoy posterior de lograr cruzar con la señorita Atkins con vida desde el otro lado del muro de piedra que había brotado desde el cielo de la caverna; preguntando a continuación por si alguien de los allí presentes enclaustrados tenía alguna otra consulta que hacerles. -Yo tengo una duda… quisiera saber qué es lo que los trolls proteg…- fue lo que alcanzó a decir tras ser interrumpido por Elvis, el cual comentó que alguien se acercaba desde la dirección de donde habían llegado. -¿Escuchar qué Mistify?- le cuestionó el ojiverde a su acompañante, cuando ésta alzó la voz entre todos, oyendo curiosamente cada uno de los vocablos que salieron de la boca de la rubia, especialmente los interactuados con Mónica con un peculiar sonido siseante. -No puede ser posible- manifestó con desazón, luego de corroborar lo que la Malfoy alumna decía tras ver una pequeña hilera de arañas que escapaban del área en una fila unidireccional que se perdió en un agujero sobre sus cabezas. Fue en eso que se sintió un fuerte estallido de tierra y rocas producto de un golpe bestial proveniente del lado de donde Ashley se había quedado atrapada (hecho que le hizo cerrar los ojos inmediatamente); y como el Gryffindor era quien estaba más cerca de aquella pared, fue la víctima idónea de una potente mordida en la zona superior izquierda entre su cuello y el hombro. Agarre que no terminó en eso, sino en que el basilisco lo tomó entre sus fauces y lo azotó fuertemente contra la muralla con tal de aturdirlo y, finalmente, se dio la media vuelta con intenciones raptarlo del lugar... ¿Se lo llevaba para la cena? o ¿Estará obedeciendo órdenes de alguien más? Nadie lo sssssabía...