Jump to content

Thomas E. Gryffindor

Magos Expertos
  • Mensajes

    1.240
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    8

Todo lo publicado por Thomas E. Gryffindor

  1. <<Vaya… estamos de mal humor parece>> meditó el Gryffindor para sus adentros tras ver que Badru ni siquiera le saludó como debía y, en vez de eso, le tendió una flor de tonalidad similar a la lava de un cráter volcánico; lo que le hizo pensar en que ésta podía tratarse del lirio de fuego que muy bien nombrado estaba en el Libro del Druida. -Lyra- dijo luego el pelirrojo con cortesía, realizando una pequeña reverencia en dirección a la bruja que antes no había visto, debido a su constante expectación en la clase. A continuación, Thomas se dedicó a escuchar atentamente las explicaciones del Uzza en relación al ejemplar que ahora él estaba sosteniendo en su mano derecha; comprendiendo inmediatamente todos los costes y beneficios que traía el polen de aquella especie extraña que inaudita vez se hallaba. -Hola Mei… ¿Cómo has estado? Te noto… ofuscada. Creo que la jaula de ahí te dejó tus cabellos como la melena de un león estresado- manifestó sonriendo el Gryffindor, al mismo tiempo que corroboraba que su amuleto contra defensas carcelarias estuviese colgando de su cuello en ese preciso instante; aunque dentro de todo agradecía no haber sido él el cautivo de esos barrotes metálicos, pues el aro dorado podría servirle más adelante sin la necesidad de tener que esperar una luna completa con tal de volver a utilizarlo a su favor. -Buenas, profesora Weasley… no nos vemos desde Ames ¿Lo recuerda?- expresó hacia Lisa, la cual no estaba muy radiante que digamos, o eso era lo que aparentaba su ceñida nariz frente al entrenzado. La noche poco a poco los embriagaba a través de bajas temperaturas que se hacían notar en medio del desierto, pese a que la arena se mantenía cálida y las llamaradas anaranjadas que flotaban en el perímetro cercano, iluminando el área de entrenamiento, les entregaban otra fuente de emanación de fervor que mantenía sus cuerpos con buena sensación térmica. Fue así que Badru se explayó con creces al encomendar a sus alumnos la primera misión; ésta consistía en extraer el polen de los lirios de fuego y reservarlo en los frascos pequeños que venían junto a los materiales del Druida para su posterior uso. Sin pensarlo dos veces y, tras oír lo que el guerrero le requirió a Lisa, optó por encaminar sus pasos a la zona posterior de la tienda carmesí que se enaltaba perfectamente a sus espaldas; con el propósito de ubicar un sitio de serenidad en donde poder ejecutar lo solicitado sin las complicaciones del viento que brotó junto a la maravillosa luna que emprendía su viaja hacia las estrellas. -Mei, si gustas puedes acompañarme… Creo que Lyra se quedará acá- exclamó, observando que la Selwyn se había sentado en la arena en solitario a hacer su cometido. -Accio frasco- dijo apuntando con su varita al interior de su bolsa, ocasionando que un recipiente del cristal más fino y translúcido saltase hasta sus manos. -Ahora bien… A trabajar- se animó el mago con ganas de lograr su objetivo, volviendo a señalar con su arma, esta vez rumbo al lirio, no sin antes activar su “anillo de salvaguarda contra miradas indiscretas”, con el objetivo de garantizar la privacidad de Mei y la suya, alejados de la ojeada intrigante de su institutor de erudición incomparable. -Wingardium Leviosa- pronunció, haciendo flotar por los aires a la flor con el hechizo de levitación y, posterior a aquello, susurró un “Engorgio” que aumentó el tamaño del lirio al triple de lo que naturalmente son. <<Como no tengo mascarilla y para no aspirar el polen debo… veamos… Ya sé… “Casco Burbuja”>> pensó, emergiendo alrededor de su cabeza una burbuja mágica que le sirvió como medio de aislamiento efectivo. Luego, con ayuda del extremo distal de su varita, se acercó hasta uno de los enormes pistilos y se envalentonó a barrer cuidadosamente el polvillo hacia el interior del frasco, tal como si fuese un hilo muy delicado, a modo de cascada, que caía sutilmente en su recipiente sin desparramar nada al piso ni a sus ropajes azabaches. -¡Muy bien!- suspiró aliviado cuando el polen llegó al tope de la minúscula botella, incentivando a Mei a que también lo hiciera. Gracias a sus conocimientos en Herbología, pudo sortear aquel obstáculo; pero sabía que Badru era un maestro distinto a sus antiguos profesores; debía ser cauto y actuar con prudencia. Diez minutos habían transcurrido desde que Lisa partió, y el Uzza continuaba afuera de la carpa a la espera de que las llamaradas se extinguieran por completo. -¡Vamos Delacour! ¡Tú eres capaz de esto!- alentó a su Líder con entusiasmo.
  2. Cancelo mi Postulación No voy a competir con tamaña hechicera que además me enseñó Pociones a mí xD * Nick: Thomas E. Gryffindor * Conocimiento que quiere dar: Pociones * Motivo: Empatía con la asignatura y ganas de enseñar. Tengo visión pedagógica al haber sido docente en mi universidad muggle. Y en relación a este conocimiento, le tengo bastante cariño, ya que fue uno de los primeros que cursé en el foro cuando salí de la antigua Academia. Lo importante es que me gusta el concepto de las pociones, tanto así que elaboré un tópico de rol en el Ministerio en base a Pócimas ligadas a los 7 Pecados Capitales. Soy responsable y de buen trato con los estudiantes. * Cargos y responsabilidades desempeñadas con anterioridad y actualmente en el foro: - Trabajos en el Ministerio de Magia en Transportes, Cuartel Auror, Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica (Aprendiz, Empleado, Jefe de Oficina, Director de Departamento) - Ex. miembro del Claustro de docentes como titular del conocimiento de Primeros Auxilios - Experiencia en cursos de postgrado en la Universidad (Ateneo Conocimiento, Habilidades y Magias Guerreras) * Estado del plan de estudio: Enviado
  3. -¡JaJaJaJaJa! No me hagas caso, Athena… Creo… sí creo… que el alcohol me está pasando una mala jugada a estas alturas de la noche. Suelo ponerme así cuando estoy ebrio, pero no es día para recriminaciones, amiga… Estoy feliz y me gusta sentirme en familia- comentó el fenixiano con cierta dificultad evidente al hablar, ya que empezaba a trabársele la lengua con todo el licor que ya había bebido durante la inauguración de su taller mecánico. Tal era el efecto del amaretto, que de pronto todo se le comenzó a nublar, veía a dos chicas Rouvás y la ornamentación del salón de eventos giraba en un único eje axial que estaba comandado por su cabeza enloquecida y atestada de brebajes exóticos. -¡Sí, querida! Ése es el araucano. Es una exquisita bebida con excelentes propiedades “digestivas”. Preparado en base a 23 hierbas y semillas de la región sudamericana próxima a un país llamado Chile. Es un tónico un tanto amargo, pero muy fino y elegante para el paladar. Si gustas… encantado me tomo uno contigo eh- agregó el pelirrojo mientras cogía uno de los vasos con líquido de extraña tonalidad y aroma peculiar; sonriendo tras percatarse que su compañera de juerga también se había envalentonado para efectuar un “indiscreto” brindis. -¡Salud Athena! ¡Este farol no alumbra… no alumbra este farol! ¡Póngale! ¡Póngale! ¡Póngale eh!...- exclamó Thomas en el instante preciso en que posó sus labios a orillas del recipiente de cristal; tragando una vez más todo el contenido que estaba al interior de éste. Verdaderamente el Gryffindor no iba a terminar nada de bien; estaba combinando muchos tragos y su estómago, tarde o temprano, le pasaría la cuenta; ganándose una resaca mañanera que colmaría la paciencia de los elfos de la mansión de los leones de Ottery. -Como te decía… ¿Qué estábamos platicando? ¡Ah sí! Que a mí me gusta estar rodeado de mi familia, amiga mía. Ya vez ahora… estamos tú y yo… mis padres (?), Misty… Espera un momento… ¿Dije mis padres? Ehhh… claro… mis padres… ¡Míralos! Se ven tan, pero tan tiernos juntos… ¿No lo crees?- le preguntó a la auror, señalando con su diestra a Elvis y Annick que estaban próximos a una mesa de bocadillos. -Yo… yo estoy orgulloso de ellos. Pero… me da tanta tristeza de que estén muertos… por mi culpa… por mi miedo- sollozaba Elros, lanzándose precipitadamente a los brazos de su acompañante. Ahora la pobre Rouvás tendría que lidiar con el sentimentalismo de un veinteañero que arrojaba palabras al viento sin medir el real peso de éstas, pues la griega estaba lúcida y claramente quedaría muy, pero muy confundida con todas las frases que el legilimago le transmitía entre lamentaciones de niño; utilizándola como pañuelo de lágrimas. -Señor Gryffindor… ¿Se encuentra bien? Si gusta le puedo preparar un café- preguntó la secretaria algo temerosa; acercándose hasta su jefe al verle en desfavorables condiciones. -Yo… yo no quería que ellos murieran, Athena. Soy un mal hijo… soy un cobarde… Eso es lo que soy… ¡Y NO QUIERO CAFÉ!- bufó molesto; aguantando las ganas de vomitar frente a todos.
  4. ¡Hola Concilio y Moderación! Me sorprende la información que entregan, ya que será una tarea larga y compleja; también porque hace poco salió un anuncio sobre la compra de productos muggles y la nueva forma de facilitar la ficha de adquisición a los empleados de Magic Mall. Pero bueno, no me queda otra que desearles éxito y suerte al equipo que realizará toda esta batahola mágica en las fichas y bóvedas... incluyendo a los duendes de Gringotts que cada vez suman más trabajo... Dentro de mis pertenencias muggles tengo: 2 anillos, 1 perro y 1 lechuza (esta última leí que no la quitarían ¿O sí?) Saludos * Nick completo: Thomas E. Gryffindor * ID: 113082 * Link a la Ficha: #93537 * Link a la Bóveda Trastero: #107620 * Link a la Bóveda de Galeones: #93543
  5. -Te entiendo Athena. A veces las personas son distintas por más parentesco que tengan. Así que mi tío fue director del Cuartel auror antes que mi prima… ¡Vaya! Debe haber sido uno de los mejores cabecillas del Ministerio… y no lo digo porque él esté presente, sino por la forma que tiene de trabajar Elvis… es muy metódico y responsable… a ciencia cierta, Ley debe haber heredado eso de su padre. Sé que mi prima es muy trabajadora también- expresó el inefable en una primera instancia; remojándose sus labios con la lengua disimuladamente ante la sed que le embriagaba minuto a minuto. -Los ciudadanos de Londres ya no confían en el sistema de denuncias ni de cateo por sospecha. Es así de simple, amiga. Al no existir una cárcel en donde puedan pagar sus culpas… toda recriminación y acto vandálico queda impune ante la sociedad mágica más “moderna”. Los enfrentamientos entre los bandos, los saqueos en el Callejón Diagón, los robos en Gringotts y en el Magic Mall, las colusiones de la Universidad con el Ministerio… ¿Te sigo nombrando Rouvás?- agregó el pelirrojo, en el mismo santiamén que cogió su vaso de cristal con amaretto y se percató que la griega no le recibió la bebida alcohólica a la Day. -Me imagino que el primer ministro muggle debe de estar muy molesto con todo esto. También creo que los accidentes más sangrientos han sido por obra y gracia de La Marca Tenebrosa... - finalizó enrabiado. -A todo esto… este licor añejado está exquisito… No entiendo el porqué de tu rechazo. Una copa más no le hace mal a nadie ¡JaJaJaJa! Lo malo es emborracharse… ¡Todos brindando YoJó!- manifestó el veinteañero alzando su trago segundos antes de beberlo completamente y dejar vacío el vaso que Misty recién le sirvió. -¡Otra ronda Finnigan! Esta noche el taller mecánico más famoso de Gran Bretaña… lanzará sus instalaciones por la ventana- exclamó sonriendo felizmente, sin despegar su mirada esmeralda (ya brillante) de Athena. -Dígame, señorita… ¡Ah! Se me olvidaba que no debía decirte así… ¿Hay confianza o no? ¿Somos amigos o no somos amigos eh? ¡Por supuesto que somos amigos y de los buenos! ¡JaJaJa! Por eso vas a acompañar con un “copete” a este gitano loco sabí. O te ganarás un pailazo y te mandaré afuera de mi chara ¡Debla! Estoy hablando en romané ¡JaJa!- pronunciaba el legilimago mientras volvía a realizar otro ademán con su mano a Misty, con el propósito de que ésta nuevamente se acercara hasta ellos con la bandeja de plata servida de bajativos de variados sabores, en donde se vislumbraban: almendrado, araucano, manzanilla y menta.
  6. -Claro… concuerdo contigo con respecto al hecho de pedir ayuda a un tercero. No lo había pensado de esa manera antes. Sólo espero que si alguna vez requiero auxilio, sea una bruja o un mago adiestrado en Primeros Auxilios, y no termine por perjudicar todo… así como lo iba a hacer el padre del niño accidentado en la ilusión mental que tú forjaste en mí- expresó Thomas, asintiendo ante cada una de las explicaciones que la Black Lestrange le brindaba a su alumno sin discriminación social ni subjetividad alguna. -Fue lo primero que hice dentro de la simulación de práctica… creo que lo notaste… Yo también sé que hay que observar el entorno que nos rodea para resguardarnos a nosotros mismos antes de tratar de colaborar de buena forma con alguna maniobra de rescate en donde hallan heridos de gravedad- fue con lo que continuó su frase el Gryffindor, recordando todo el caos que vivió en aquella ciudad devastada que fue azotada vigorosamente por un terremoto y luego por una ola que emergió de manera inesperada ante el colapso de las grietas de la represa cercana al pueblo. -Eso es absolutamente cierto, querida. Nadie anda con un equipo de emergencias en el bolsillo, ni en una bolsa con hechizo de expansión indetectable en el caso de nosotros. Por eso la gran medida para afrontar una circunstancia así… es la precaución y el afinamiento de todos los sentidos al servicio de la razón y el entendimiento- agregó calmosamente, al mismo tiempo que cogía el pergamino que Jessie le tendió con gentileza en sus propias manos; formulario en donde la docente de la Universidad certificaba la aprobación del inefable en su cátedra. -¡Muchas gracias! Ha sido una gran doctrina… Eres experta en lo que haces… y por eso te has ganado mi admiración como estudiante. No olvidaré ningún dato; lo aprendido aquí se va a quedar grabado en mi cerebro como información valiosa y privilegiada. Y bueno… sí, nos vemos en el Departamento de Misterios o en la mansión Granger ¡Cuídate!- expresó el ojiverde segundos previos a que la profesora de Conocimientos se perdiese entre los tantos y escuetos pasillos de la Universidad tras cruzar el umbral de la estancia; quedando total y absolutamente congelado con las mejillas sonrojadas al sentir el calor de la palma de chica en su rostro impávido y juvenil. <<Mujeres>> suspiró para sí mismo mientras bajaba los hombros al exhalar, para después encaminarse en solitario hasta los jardines de la casa de estudios de postgrado más famosa de Inglaterra y, una vez allí, desaparecer tras una blanca voluta de humo que cubrió cada rincón de su esculpido cuerpo y se lanzó a volar por el cielo hacia las inmediaciones de la morada de los leones de Ottery.
  7. -No seas irrespetuosa estando en mi propia casa, Stabolito… Tienes que tener más decoro a la hora de referirte así a uno de los patriarcas de esta familia- refunfuñó el chico sin dejar de mirar fijamente a los orbes grisáceos de Jessie, la cual le hablaba de forma altanera y sin un mínimo de acatamiento bajo el techo londinense que le pertenecía por mérito. -¿Sofía es tu madre? ¿Cómo es eso? Yo… o sea… yo no sabía nada de eso… que tú y yo…- fue lo que pudo balbucear en dicho santiamén dentro del vestíbulo de la mansión, pues la francesa no tardó en aparecer tras su vasta espalda con tal de recibir a su nueva huésped. -¡Claro que he decidido aceptar tu ofrecimiento! Para eso estoy justamente aquí… querida- respondió a la vampiresa de forma concisa, debido a que ésta mandó a llamar a Hipólito para que el elfo le preparase a Jessie la habitación contigua a la de los gemelos en la morada. -Y sí, yo soy un Granger como tú… compañera de trabajo. En parte me alegra saber que vamos a pasar más tiempo juntos del que compartimos en el Departamento de Misterios; y por lo mismo va a ser necesario que aprendamos a convivir bajo el mismo umbral. Dentro de estas cuatro paredes soy tu patriarca y… me debes respeto… al igual que yo a ti- dijo dirigiéndose a la recién llegada; la misma que estaba jugando con una canina samoyedo nívea muy tierna que parecía estar feliz con la aparición de nuevos integrantes a la residencia. -¿Destruyendo la casa como aquel terremoto que forjaste en mi mente en tu clase magistral de Primeros Auxilios? ¡Por amor a Merlín, Jessie! Seamos civilizados… somos personas ya maduras que pueden entenderse bien. Mira a la perrita… ella te demuestra amor y cariño de forma desinteresada… Son animales de afecto… al igual que los humanos. La base de una buena convivencia familiar es el apego entre sus semejantes. No te digo que nos abracemos y declaremos a las orillas del lago que somos los mejores amigos del mundo… pero sí nos debemos respeto el uno al otro ¿Estamos de acuerdo?- pronunció sinceramente, para luego desviar su centro de atención hacia la reportera del periódico mágico por excelencia; ya que los miraba perpleja en medio del salón de recibimiento. -No te preocupes Sofía. Sabremos y aprenderemos a congeniar con el tiempo… Te lo doy por firmado… Ahora bien… Me ha de gustar mucho la idea de que me enseñes mi nueva recámara dentro de la mansión… Si puedes, obviamente- expresó ya más calmado de la impresión que se llevó gratuitamente con el arribo inesperado de la Black Lestrange en los terrenos de los perdidos y caídos de Ottery.
  8. -¿Hablas de Craigavon? ¡Claro que estuve por allá! El lago que delimitaba perfectamente con el campamento… era espectacular… digno de salir a mirar por las noches cuando la imponente luna se reflejaba en sus tranquilas aguas. También recuerdo la carrera de escobas en donde las familias competían… fui espectador de varios de los juegos, ya que mi linaje no acudió al llamado. Estuve yo junto a mi her… o sea, mi prima… Luna- contestó el mago en una primera instancia, observando pacientemente a la Rouvás y cada uno de los gestos que ésta realzaba al referirse a su ineptitud y falta de entrenamiento con la saeta. -¿Chocaste contra las gradas? ¡JaJaJaJaJa! Así que eras tú quien colisionó contra dos sujetos. ¡Vaya! Es bastante chico el mundo cuando te pones a reflexionar sobre tus cometidos- agregó con una sonrisa dibujada en su pulido rostro; al mismo tiempo que tomaba un pequeño rollo bañado en chocolate que tenía dulce de leche en su interior, lanzándoselo a la boca de una mascada frente a su amiga y sus padres. -Si gustas podemos practicar juntos. Yo no soy perito en las maniobras más arriesgadas, pero fui parte del equipo de Quidditch de Hufflepuff cuando mi barba aún no crecía del todo. Recuerdo gratamente aquellos momentos en la escuela mágica londinense, y en especial a mis compañeros de casa- propuso el Gryffindor, esperando que Athena no se negase a su invitación aérea. -Está bien amiga… creo que cuando el presupuesto esté terminado, iré a dejártelo a tu local “Coffe Artist” dos cuadras debajo de mi Vulcanización. No tardaré mucho en tener un buen veredicto acerca de tu escoba… es más… siento que tardaré minutos. Si ésta tiene poco uso de tu parte y… Magic Mall no te la vendió descompuesta… sería fijar el precio en galeones por los trabajos extras a la mantención periódica del medio de transporte- pronunció con un tono de voz bastante carismático, mientras su mirada esmeralda volvía a fijarse en las caras curiosas de los patriarcas y luego en el tímido semblante de Misty, quien estaba limpiando todos los desastres que los globos de Antoni produjeron tras reventarse con el calor que se estaba asomando por todos los rincones del salón. -Señor Elvis… Señora Annick… ¿Han de querer algo más para servirse? Tenemos licores europeos de bajativos- preguntó la Day cuando sus pies se detuvieron delante del matrimonio fenixiano. -¡Hey Finnigan! Trae aquí dos amarettos… Uno para Athena y otro para tu jefe- exclamó Elros a la distancia mientras levantaba su mano derecha con tal de que la secretaria le pegase una fugaz ojeada a fin de tomar en cuenta su pedido. -¿Cómo va el trabajo con Ley en Aurores? Entiendo que mi herma… o sea… mi prima y madrina es muy buena directora- volvió a consultar a la joven griega, anhelando una pronta respuesta de su parte.
  9. Thomas E. Gryffindor

    Videncia

    El joven Gryffindor había acudido el viernes muy temprano por la mañana a las facultades de la Universidad con tal de realizar el trámite de inscripción a su siguiente habilidad luego de haber aprobado satisfactoriamente la destreza de Legilimancia junto a Rosália Pereira y, debido a eso, llevar siempre consigo en su dedo meñique derecho el Aro esmeralda como una enredadera salvaje que se confundía con el brillo singular de sus ojos. Mr. Pippin no se percató, de buenas a primeras, sobre su identidad al estar ensimismado en sus formularios y pergaminos; pero cuando Thomas alzó la voz, ésta resonó en las cuatro paredes de la vasta sala universitaria, llamando inmediatamente la atención del venerable anciano. Antes que el longevo empezara a manifestarle las ansias de narrarle algo de historia acerca de su maestro de raíces hinduistas, el mago inefable le hizo callar caballerosamente al solicitarle la tarjeta de rotulación, por lo que Pip no logró consagrarse con el relato bíblico que comúnmente le gustaba mencionar a los alumnos que osaban en acudir a sus inmediaciones con el coraje y la valentía de querer subyugarse a las enseñanzas de un Arcano. -¡Muchas gracias por todo el papeleo, Mr. Pippin! Mi padre se lo agradecerá- expresó el fenixiano, segundos previos a salir de la habitación del recepcionista, cerrando la puerta tras su ancha espalda con intenciones de orientar sus pasos hacia la residencia de su familia para descansar durante el fin de semana... Tenía que meditar con la almohada acerca de su nuevo camino. Estaba más tranquilo que la vez pasada, pues sabía que tenía una buena base para enfrentar todos los desafíos que se ponía por delante; en el fondo de su corazón se reconocía como un digno heredero de los leones de Ottery, y por ende no debía demostrar cavilación ante todos los retos que él mismo tomaba por intrepidez. Tenía plena consciencia que el arte de la gran Videncia era muy difícil de aprender, pero no iba a desechar sus convicciones, debía ser un tipo con agallas, capaz de imponerse ante las adversidades y, sobretodo, ante su destino. Ya era lunes por la mañana cuando Elros se lanzó de su cama y acudió al cuarto de baño con el afán de tomar una cálida y refrescante ducha. El agua era un elemento noble que reiteradas oportunidades le ayudaba a concentrarse, y esa vez no fue la excepción. Luego de colocarse sus prendas de vestir acorde al clima que dominaba en Gran Bretaña a esas alturas del año: una sudadera azul marina, bermuda de jeans algo desgastada y un par de deportivas níveas de peso ligero para realizar actividad física al aire libre; el legilimago decidió por bajar las escaleras desde el tercer piso de la morada hasta la cocina con el objetivo de desayunar la merienda que Tanis le había preparado con esmero. Fue así que mientras tomaba el zumo de naranjas endulzado con miel; aprovechó de revisar todo lo que llevaba dentro de la bolsa con hechizo de expansión indetectable, corroborando que estaba todo en su lugar; inclusive su varita que reposaba fielmente en un estuche de cuero bruno a su costado zurdo. Al acabar de efectuar todo lo que debía dentro de su casa; el ojiverde salió hacia la fachada del domicilio y desapareció a través de aquella desagradable sensación de vacío que, luego de escasos segundos, le materializó en las proximidades de la Universidad. Ya poseía en sus manos las indicaciones precisas para llegar al punto de reunión exacto; por lo que Elros se encauzó serenamente hasta la vivienda ubicada en una de las alas para el profesorado de la noble casa de estudios británica. Cuando sus pies palparon piso firme en una pieza de la cual emanaba un fuerte aroma a infusión y tras mirar por última vez el mapa que Mr. Pippin le entregó la semana pasada; se inclinó por tocar en tres oportunidades la puerta e ingresó por aquel umbral que lo impregnó de una paz interior que inhaló sin dificultades. Dentro de la alcoba se hallaba un hombre de apariencia cercana a los cincuenta años, con una barriga prominente, de piel dorada y cabello castaño oscuro que le llegaba casi a los hombros; sin lugar a dudas se trataba de su nuevo maestro indostánico. -¡Buen día! ¿Arcano Sajag? No es mi intención molestarle en medio de su lectura, pero… soy Thomas… su nuevo aprendiz y discípulo. ¿Le incomoda que conversemos?- preguntó gentilmente el adolescente de orbes estoicos ante la expectación del momento, anhelando que el vidente de elegante kurta diese comienzo a la plática que ambos debían de tener antes de abordar los temas más profundos relacionados con la Habilidad que el patriarca Granger quiso instruirse voluntariamente.
  10. El joven Elros había dudado hasta el último minuto en presentarse a la clase del Libro del Druida que adquirió en el Magic Mall la semana pasada, pues tenía entendido que la cátedra ya no iba a ser llevada a cabo por un grupo reducido de docentes, sino que por uno de los guerreros Uzza que había forjado los conocimientos base de las magias guerreras; lo que de cierta forma le intimidaba su resto. Pero un Gryffindor no se podía acobardar ante nada, así que dejó los prejuicios atrás y optó por marcharse lo antes posible a las inmediaciones en donde se realizaría la disciplina enseñada por Badru. Instantes previos a desaparecer desde los terrenos de la mansión de su familia; el pelirrojo se dirigió hasta la alcoba de sus padres con tal de entregarle un cálido abrazo a cada uno y dejarse orientar por los consejos que tanto el Director como su esposa le brindaron a modo de ayuda. Conceptuaba que no olvidaba nada de lo que necesitaría durante aquel día de primavera, por lo que rápidamente salió hacia la fachada de la morada fenixiana y desapareció a través de aquella sensación de succión que segundos más tarde lo materializó de cuerpo completo en las cercanías de la Universidad y, sin cavilaciones que le atormentaran, fijó su rumbo hacia la Plaza del Árbol de Fuego, área de reunión que su nuevo maestro nefir había escogido sabiamente para ponerle a prueba desde que su semblante se plasmara por los alrededores. Luego de recorrer un tramo corto, el inefable dio con el lugar exacto que buscaba; pero lo que distinguió a través de su mirada casi inexpresiva de asombro fue lo que más le dejó perplejo y con ansias de comenzar lo antes posible con el adiestramiento. -Espero que no le incomode mi aparición repentina en medio de su clase, Badru. Vengo a subyugarme a sus enseñanzas y convertirme en su discípulo, señor- manifestó con un dejo de preocupación, al mismo tiempo que una sensación extraña le embriagó su ser tras percatarse de que se estaba dirigiendo a un chico de trenza que no aparentaba más de veinticinco años. El Uzza parecía disfrutar de la tranquilidad que le obsequiaba la escena de Mei y Lisa en una jaula; tanto así que no se inmutaba desde su posición sedente sobre el suelo cruzado de piernas, ni por la ola de calor que sofocó al patriarca Granger desde que sus pies se aproximaron al docente de conocimiento ancestral. -Usted me dice y yo obedezco. Estoy aquí para aprender- agregó en un sutil susurro que únicamente Badru escucharía, esperando que éste pronto contestara a sus palabras con una frase o, simplemente, con ademanes que le indicaran los siguientes pasos que debía realizar con tal de sumarse al grupo de estudiantes que denotaba no llevar mucho más tiempo que él junto al hombre de pañuelo ambarino que cubría parte de su rostro. -Thomas Elros Gryffindor, mucho gusto- finalizó.
  11. Las respuestas que la profesora le había brindado en relación a las dos interrogantes que el pelirrojo formuló hipotéticamente, le satisficieron por completo; verdaderamente Jessie era una entendida en el tema en cuestión, por lo que no le fue difícil dejar a su alumno contento con las explicaciones certeras, simples y concisas sobre los casos analizados por el inefable de orbes esmeraldas. Tanto la asfixia por inmersión como la fractura expuesta de hombro le quedaron esclarecidas; hecho que contribuyó a que Thomas no tuviese nada más que decir ni refutarle a la bruja testaruda y melodramática que, hasta aquel instante, había comandado su clase a la perfección. -Volviendo a la plática acerca de tu fijación conmigo; sería notable batirse en un duelo “amistoso” más adelante. Por mí no hay problema, Stabolito- manifestó el mago con una sonrisa a flor de labios, al mismo tiempo que su mirada expresiva seguía a la hechicera de un lado a otro desde que ésta se paró de su asiento hasta que volvió a posar sus nalgas sobre la cubierta superior del escritorio, cruzándose de piernas justo en el minuto en que empezó a lanzarle las dos preguntas de autoevaluación individual. -¿Errores en la simulación? Ehhh… es difícil hallar deslices de uno mismo; sobretodo al ser yo quien ejecutó… pensando antes, obviamente,… todo lo que viste a través de mi mente al elaborar tu prueba práctica de la doctrina de Primeros Auxilios. Pero bueno, nada de lo que se hace es perfecto ¿O no? Así que dentro de los traspiés te nombraría: no haber pedido la colaboración de nadie con más experiencia, no haber dimensionado la magnitud ni la fuerza con que el agua de la represa colisionó contra las infraestructuras, y no haber buscado una zona de seguridad más cercana a la ciudad… con esto me refiero a alguna área con fácil y expedito acceso para todos… no solamente para mí- respondió el alquimista del futuro, no sin antes escarbar en sus recuerdos lo acontecido anteriormente en su cerebro. -Y si yo me hubiese quedado con el papel del “lesionado”… lo primero que haría sería pedir ayuda, ya que al tratar de moverme puedo agravar mis heridas y complicar aún más mi salud- añadió tranquilamente, esperando que la Black Lestrange emitiera su opinión personal en relación a su perspectiva como docente de la Universidad; debido a que ella era la que poseía todo el conocimiento y la última palabra acerca del desempeño real de su alumno dentro del aula y de su consciencia.
  12. Gracias a la bondad de Merlín, un empleado del Mall había atendido su compra en la trastienda; por lo que el Gryffindor volvió a tomar otro pergamino que estaba apilado sobre el mostrador de la estancia y, luego de corroborar en el catálogo el stock de las criaturas mágicas, enaltó su pluma de sello europeo y dio "riendas sueltas" a la seguidilla de letras que, poco a poco, se materializaron en el papel que el Concilio tenía a la disposición de sus clientes. Sólo esperaba de que su transacción se hiciera efectiva y así podría regresar tranquilamente a su morada en Ottery. Además debía descansar, pues tenía bastante trabajo acumulado en Misterios y tendría que ponerse al día antes de fin de mes, era su obligación como inefable del Ministerio de Magia. -¿Está todo en orden?- preguntó el pelirrojo, segundos previos a entregar el formulario al encargado del lugar; esperando que no hubiese error alguno en los datos que registró serenamente en la ficha de compra. ID: 113082 Nick: Thomas E. Gryffindor Nivel Mágico: 20 Link a la Bóveda Trastero: Bóveda #107620 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda #93543 Fecha: 2016-05-20 Nombre del producto: Runespoor Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXXX Puntos por unidad: 80 puntos Precio: 4000 G Precio total: 4000 G Total de Puntos: 80 puntos En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Orden de la Cruz Dorada
  13. Un nuevo Libro de Hechizos... será otra gran aventura ¡Saludos Directores! °(^.^)° Espero poder unirme a tiempo al grupo de Katara, Mei y Lisa... sin que me mate el Uzza xD Nick: Thomas E. Gryffindor ID: 113082 Libro de Hechizos: Libro del Druida Justificante de compra del Libro: Bóveda Trastero N°107620 Rango Social: Orden de la Cruz Dorada Nivel de Magia: XX (20) Fecha aproximada de aprobación EXTASIS o de salida de la Academia: Octubre / 2011 Link a la Bóveda: Bóveda Personal N°93543 Link a la Ficha: Ficha #93537
  14. ¡Hola chicos! Mando mi nueva inscripción de Conocimientos del mes de Junio. Veo que tendré compañeras ¡JeJeJeJe! Será divertido; Tauro & Leah xD Saludos * Nick: Thomas E. Gryffindor * ID: 113082 * Conocimiento: Historia de la Magia * Nivel de Magia: XX (20) * Link a la Bóveda: #93543 * Link a la Ficha: #93537
  15. ¡Hola! Buenas noches Universidad Hubo subida de niveles hoy... ¡Yupi! Así que vengo por mi segunda habilidad mágica Espero que todo vaya excelente en esta nueva aventura con los Arcanos ¡Saludos a todos! Muchas gracias por su colaboración y paciencia Nick: Thomas E. Gryffindor ID: 113082 Habilidad: Videncia Rango Social: Orden de la Cruz Dorada Nivel de Magia: XX (20) Fecha aproximada de aprobación EXTASIS o de salida de la Academia (versión anterior): Octubre 2011 Nº de conocimientos que se poseen: 7 Link a la Bóveda: Bóveda N°93543 Link a la Ficha: Ficha #93537
  16. Aquel día había optado por visitar la Trastienda del Magic Mall, pues deseaba corroborar que todas las criaturas existentes en la planta baja y que pudieran ser parte de su colección personal, estuviesen ya dentro de los terrenos de la familia Gryffindor. Elros era un buen conocedor del cuidado de seres increíbles, y era por eso que gustaba de tener un ejemplar de cada uno para aprender más sobre las cualidades, hábitos e intereses de las especies más recónditas del mundo. Apurando su andar por la entrada del edificio comercial, encaminó sus pasos hacia la trastienda con el afán de leer el catálogo de criaturas por si podía llegarse consigo alguna nueva que no fuera repetida. El entorno era maravilloso, mucho color verde acompañado de árboles frutales y pequeña lagunas en donde vivían los peces y anfibios. -¡Hola! Necesito comprar Espero que el pergamino esté bien rellenado- comentó Thomas con gentileza mientras le tendía el formulario a la persona que le atendió en la planta baja; observando de reojo que todos los datos proporcionados en la ficha estuvieran correctos sin ningún detalle fallido que lanzara su eventual adquisición por el basurero del edificio. ID: 113082 Nick: Thomas E. Gryffindor Nivel Mágico: 20 Link a la Bóveda Trastero: Bóveda #107620 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda #93543 Fecha: 2016-05-19 Nombre del producto: Fénix Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXXX Puntos por unidad: 80 puntos Precio: 4000 G Nombre del producto: Kelpie Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXXX Puntos por unidad: 80 puntos Precio: 4000 G Precio total: 8000 G Total de Puntos: 160 puntos En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Orden de la Cruz Dorada
  17. -¡JaJaJaJaJaJa! Te intimidas muy rápido, Stabolito… pero sería bueno librar un duelo para ver quién de los dos termina muerto antes- comentó en tono bromista, al mismo tiempo que se separaba unos metros de la bruja con el afán de dejarle respirar más aliviada. -Muy bien. Comencemos con mis dudas entonces. Bueno… La verdad es que no tengo mucho sobre qué preguntarte, Jessie… sobretodo porque hiciste un excelente simulacro mental. Es cierto que yo sé algo de Primeros Auxilios, pero siempre es bueno corroborar tus destrezas con un enfoque más… “pedagógico” que digamos… y con alguien más experta en el tema… como tú. Pero mi primera interrogante tiene que ver con el agua- empezó diciendo el Gryffindor, observando que su profesora se colocaba detrás de su escritorio. -Si una ola de aquéllas de la represa le hubiese dado de frente a un ciudadano… causándole una asfixia por inmersión. ¿Cuáles serían los pasos a seguir para que un tercero intentara rescatarlo? Me refiero a que si siempre es útil y estrictamente necesario el realizar reanimación- consultó el pelirrojo en el instante en que la Black Lestrange le incentivó a ser más expedito por cuestiones rígidas en base al tiempo con el que ambos disponían para terminar la cátedra en la Universidad británica de renombre. -Y mi segunda interrogación antes de que comiences a la brevedad con tu interrogatorio o “examen” final, dice relación con el manejo ante una fractura expuesta. ¿Qué es lo primero que yo debo hacer en el caso de que… el mismo niño que atendí… en vez de haber tenido una luxación de hombro… hubiese sufrido una fractura de éste? ¿Detengo la hemorragia y contengo la zona para que no la mueva después? O ¿Inmovilizo y luego paro el sangrado? Me gustaría saber en ambas situaciones hipotéticas qué es lo que debo hacer con y sin el uso de magia… ya que es bueno tener nociones de Primeros Auxilios sin el empleo de una varita… pues es fácil realizar un par de hechizos o beber una que otra poción ¿No lo crees de esa forma?- finalizó el ojiverde mientras sus pies se detenían justo frente a la silla que estaba al otro lado del mesón de la inefable; tomando asiento tranquilamente a la espera de las respuestas de la más entendida en el contexto de salud.
  18. Luego de mucho pensarlo y meditarlo con la intimidad de su almohada; Thomas se decidió por ir a comprar el nuevo ejemplar del libro de hechizos al cual tenía acceso tras haber dado una excelente participación en su predecesor curso en el Ateneo de magias guerreras. Sabía que en esta oportunidad el costo sería considerablemente más elevado, pero estaba al tanto sobre lo oneroso que era tomar la instrucción ancestral de los maestros Uzza cada vez que ibas pasando las vallas y los obstáculos de los conocimientos anteriores. Aquella mañana, algo más fría que las habituales, el pelirrojo se encaminó desde su taller mecánico en el conocido Callejón Diagón hasta las instalaciones de Magic Mall, a pasos firmes y ágiles entremedio de la muchedumbre compradora compulsiva que ya estaba apostada en dichas puertas desde muy temprano. Ya más calmado ante el bullicio del exterior, el mago inefable cruzó el umbral de madera olvidada y arribó al cuarto de servicio en donde se hallaba, como siempre borracho y pasado a whisky, Fergus; a quien saludó caballerosamente con un par de palabras y un ademán de cabeza, segundos previos a encajarse en el elevador con la pintura a maltraer que en reiteradas oportunidades había pisado. Posterior a introducir la clave entregada en la recepción de la tienda comercial y responder al cuestionario; el chico de personalidad extrovertida apareció instantáneamente en la tercera planta del área, la que rezaba: “Objetos Peligrosos y Potencialmente Mortales”. -¿Ya te vendrás al lado oscuro de la fuerza? ¿Qué dices Gryffindor?- manifestó Voldemort desde el mural matizado de diferentes colores. -¡Buenos días! He venido por una adquisición. Espero que le formulario esté correcto- dijo el ojiverde, al mismo tiempo que le entregaba el pergamino a la persona que se le aproximó tras el mostrador de la estancia hexagonal de lujoso mármol níveo. -Tal parece que esta planta no tiene tanto movimiento como las otras… Es un alivio venir a comprar acá, debido a que es verdaderamente caótico cuando anuncian stocks nuevos en objetos, criaturas o de las pociones más raras- comentó de manera de romper un poco con las formalidades, anhelando que pronto le visaran su transacción. ID: 113082 Nick: Thomas E. Gryffindor Nivel Mágico: 17 Link a la Bóveda Trastero: Bóveda #107620 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda #93543 Fecha: 2016-05-18 Nombre del producto: Libro del Druida Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: -- Precio: 15000 G Precio total: 15000 G Total de Puntos: --
  19. ¡Hola duendes de Gringotts! Vengo a actualizar la bóveda familiar, debido a una reciente alta dentro de la familia. Bueno, espero que estén muy bien y les deseo una buena semana en general. ¡Saludos a todos! *dejo dulces* Formulario para solicitar ediciones * Nombre de la Familia: Familia Granger * Link y N° de la Bóveda del Familia: Bóveda #86794 * Trámite a Realizar: Actualización en el Árbol Genealógico. En la 2da. Generación bajo el hijo de Annick colocar: Hija de Sofía Elizabeth Granger G: Jessie Stabolito // Bóveda
  20. ¡Hola duendes de Gringotts! Vengo por una actualización de mi bóveda de negocio. Espero que estén muy bien y que tengan una buena semana en lo muggle y lo mágico. De antemano muchas gracias a quien atienda mi solicitud de edición de la misma. Esto de tener que rellenar las líneas para no hacer Spam es fastidioso xD pero quizás ya estoy justo con las palabras *deja una caja de chocolates rellenos de todos los sabores* ¡Un abrazo! Formulario para solicitar ediciones Nombre del Negocio: Vulcanización Mágica Link a la Bóveda del Negocio: Bóveda N°108116 Trámite a Realizar: Actualización en el apartado 4: Quitar a Laimi Evans y sus respectivas familias. Modificar la información: * Thomas E. Gryffindor: Familia Gryffindor #93427 // Familia Granger (Patriarca) #86692 También actualizar en el apartado 5: * Thomas E. Gryffindor: Bóveda Gryffindor N°104490 // Bóveda Granger (Patriarca) N°86794
  21. -Sí, sí señor. Muchas gracias por su ayuda, de verdad- contestó el niño, entregándole una retribuida sonrisa al mago; el cual estaba satisfecho con lo que había realizado con tal de colaborar ante el sufrimiento del menor. En eso, las palabras de Jessie volvieron a resonar en su mente con ansias de terminar con la experimentación que ésta creó para ver al chico desenvolverse con sus propios conocimientos acerca del tema en cuestión. <<¿Si yo estoy listo para acabar? Bueno… Tú eres la maestra, Stabolito… Tú sabrás cuando pasamos a la siguiente fase de tu clase>> respondió psíquicamente a su profesora, quien se mantenía a la expectación sobre los designios del joven pelirrojo que estaba demostrando toda su fuerza y potencial en la escena ficticia que la Black Lestrange pensó para él. Fue así que Thomas se dio el deleite de volver a analizar todo el entorno que le rodeaba; los sobrevivientes a dicha catástrofe natural, su actual ubicación en aquella colina para refugiarse de las aguas rápidas de la represa que estalló en mil pedazos ante el sismo, algunos animales escondidos tras las faldas de sus amos y otros encumbrados en las diferentes copas de los árboles; el caos ya se había esfumado y la batahola de la población cesó en cuanto muchos de ellos perecieron en el intento de salvar sus vidas y las de sus familias. Pero el Gryffindor tenía su consciencia en paz, pues él dio todo lo humanamente posible para remediar lo acontecido. Tan pronto como cerró sus verdosos orbes y los volvió a abrir, su figura ya no se hallaba en la ciudad devastada sino dentro de la sala de clases que la joven Stabolito había preparado a su alumno con el objetivo de llevar adelante la cátedra de Primeros Auxilios. La inefable se veía gratamente sorprendida en una de las esquinas de la estancia académica, mientras él volvía a retomar el control de su mente estando sentando en la silla frente al escritorio de la malhumorada Granger. -¿Todo bien Jessie? Me diste un gran susto allá. No quiero siquiera imaginarme de a dónde sacas tanta imaginación. Estoy seguro que los muggles se pelearían por ti como guionista de una película en Hollywood- expresó el initié con simpatía mientras se levantaba y empezaba a caminar por los contornos de la habitación con el afán de estirar sus piernas, debido a que no tenía noción acerca de cuánto tiempo pasó sumergido en sus propios pensamientos a causa de la ilusión de la muchacha de mirada grisácea. -Creo que es hora de que comiences con la teoría… o simplemente abras el plenario para resolver todas las dudas que tengo… ¿No es así?- comentó una vez que su semblante estuvo parado justo enfrente del rostro impávido de su docente; esperando que ésta diera camino a su siguiente bloque dentro de la doctrina médica que estaba enseñando en la Universidad; ciencia de la salud que tanto le interesaba a Elros para complementar sus destrezas.
  22. -Me duele papá… me duele mucho- exclamaba el menor, el cual estaba en los brazos de su padre, quien le estaba conteniendo emocionalmente; debido a la magnitud notoria de dicha lesión articular. -Buenas… Quizás yo pueda tenderles una mano… No soy especialista en traumatología ni mucho menos… pero sé hacer un buen cabestrillo- expresó el pelirrojo de buenas intenciones luego de acercarse hasta donde estaba el infante sollozando. Lo primero que hizo fue verificar que el entorno que los rodeaba, tanto a él como al niño fuese un sitio seguro que no le trajese mayores inconvenientes de los que ya tenían. Luego de eso le pidió al adulto que dejara al chiquillo en el piso, junto con solicitarle a éste que no se moviera ni un centímetro más, pues debía evitar realizar maniobras perjudiciales. Tras explorar todos los signos vitales (corroborando su “normalidad”) y evaluar secundariamente otros aspectos más específicos a través de preguntas sencillas como: sensación de dolor, posibilidad de movimiento, comparación entre extremidades, acortamientos musculares y deformaciones; Elros valoró el pulso distal radial para descartar una posible hemorragia interna; la cual no se logró percibir a favor de la víctima del terremoto. -Tal vez sea bueno que recoloque el hombro con fuerza… mi padre me enseñó cuando fui a la guerra- comentó un preocupado padre que miraba expectante la labor del fenixiano. -¡No, señor! Por ningún motivo haga tamaña aberración. Puede agravar aún más la lesión de su hijo- respondió tranquilo el initié mientras sonreía al darse cuenta que el chico no padecía entumecimiento o parálisis por debajo de la localización de la “salida del hombro”, descartando tajantemente la existencia de sufrimiento a nivel vascular o nervioso que pudiese haber empeorado todo. -Debemos inmovilizar el área para prevenir o minimizar complicaciones de estructuras anatómicas vecinas. Necesito que te quedes tranquilo, niño… Esto es por tu bien ¿Ya? No te puedes mover ¿Estamos de acuerdo? ¡Sé que eres valiente! ¡Temerario como un león! Yo provengo de una familia en donde nuestro emblema es un león… por eso te lo digo- dijo el mago inefable, pudiendo sacar una sutil sonrisa del malherido muchacho. Dejando el brazo del menor tal cual lo encontró; Thomas le pidió la camisa al padre y empezó a confeccionar el vendaje que utilizaría en aquella ocasión, cerciorándose que el miembro superior dañado del pequeño quedase descansando de manera cómoda contra el pecho con las puntas de los dedos expuestas al ambiente. -¡Muy bien! Creo… que cubrí apropiadamente las áreas por encima y por debajo de la parte lesionada. Ahora quiero que te recuestes. Te levantaré un tanto los pies ¿Te parece?- manifestó un aliviado ojiverde, al mismo tiempo que ponía una mochila de base en los pies del afectado y posteriormente lo resguardaba con un abrigo de piel que una mujer les facilitó cordialmente. En eso, el veinteañero vio a un tipo que traía una lata de cerveza en su mano; por lo que rápidamente se acercó hasta él para saber si ésta estaba fría como de costumbre. Al acertar en su predicción, el Gryffindor le pidió el objeto al sujeto y lo envolvió en un trozo de su propia polera que rasgó, y así colocó la compresa helada sobre el hombro del niño con el objetivo de aliviar su dolor y la hinchazón. -¿Te sientes mejor?- consultó simpáticamente al mismo tiempo que revolvió, muy a la ligera, los cabellos del infante que respondía al nombre de William.
  23. -Perdona… Athena. Estoy tan acostumbrado a las formalidades que a veces las digo sin pensarlas… aunque un dejo de caballerosidad en mí me obliga a no perder el decoro, en especial con las chicas. Uno puede ser pobre, pero nunca dejar de ser un “gentleman” ¿No lo crees así?- comentó sonriendo el mago de cabellos revueltos, al mismo tiempo que le guiñaba su ojo izquierdo a la griega en señal de complicidad y camarería. -¡Claro! Me fue casi "misión imposible” rentar una ubicación en la arteria principal del Callejón Diagón. Tú sabes que la competitividad entre los comerciantes, hoy en día, es grande. Creo que antes que se demoliera la infraestructura antigua… había una tienda de antigüedades con un título extranjero… no lo recuerdo bien, pero sí a su dueño… un tal… ¿Enrick Ryddleturn? Por lo que me dijo la corredora de propiedades mágica… el muchacho falleció en un accidente, o eso es lo que ella me relató… También es cierto que los rumores corren como liebres sueltas en la pradera cuando de inexactitudes se trata- agregó el ojiverde, al mismo tiempo que se servía otro poco de whisky de fuego doble en su vaso de cristal; sin olvidar decirle a Tanis que le trajese más cerveza de mantequilla a la Rouvás, además de unos bocadillos dulces de los que tanto le gustaban. -También, en cuanto a “publicidad”… Sofía Elizabeth Granger me pidió una entrevista en las dependencias del periódico “El Profeta”. Me imagino que se debe a mi vulcanización y todo el apogeo que nos ha traído este primer día de puertas abiertas al público… aunque no me deja de incomodar la ausencia del resto de mis familiares y amigos… pero bueno; nadie se puede meter en el reloj de los demás, así como también en los bolsillos ajenos- expresó segundos antes de lanzarse a la boca un mini pastel de chocolate con avellanas. -¿Rico el canapé? Tengo unas bolitas de carne al merkén y salsa de soya también. Diré que las sirvan antes de que se enfríen… ¿Tía Annick? ¿Tío Elvis? ¿Cómo lo están pasando?- consultaba el veinteañero, instantes previos a solicitar que sirvieran las mini albóndigas con las salsas que les colaboraban de acompañamientos. -¿No te gusta volar? Pues… podrías aprender mejor si te decides a tomar Maestría en Escobas… o te compras una moto. Una de dos ¡JaJaJaJa! O si no quieres ambas opciones… esperas que lleguen los autos voladores. Estoy seguro de que el Concilio no tardará en negociar su ingreso al país desde las automotoras extranjeras de mayor renombre mundial. Y en cuanto a tu escoba… en menos de una semana, terminada la inauguración, te enviaré el presupuesto por lechuza a tu negocio… ¿Coffe Artist verdad? No quiero errar en el correo- concluyó amablemente.
  24. -¿Desde cuándo Stabolito está tan empecinada conmigo?- musitó el Gryffindor para sí mismo mientras analizaba bien el perímetro que le rodeaba en medio de aquella catástrofe natural que había azotado a aquella ciudad que desconocía por completo. -Pero qué demonios- dijo consternado cuando una nueva réplica del terremoto, en esta ocasión más fuerte, empezó a abrir una grieta bajo sus pies; tan profunda que Elros no tuvo más remedio que quitarse de la trayectoria que estaba recorriendo la fisura en un espacio que parecía ser una de las fallas geológicas que provocaban un desprendimiento de tierra producto del choque constante de las placas tectónicas. <<Pobre niños… se quedaron sin sus juegos>> caviló al ver que todas las estructuras metálicas de los armazones de diversión infantil comenzaban a caer, rápida y precipitadamente, en un agujero que se conformó igualmente en dicha zona. -Ahora es el turno de los árboles… podrían cobrar vida como en Narnia- susurró con discreción, viendo que varios ejemplares coníferos se derrumbaban por todos lados, quebrajándose sus troncos y rompiéndose sus ramas llenas de hojas; dificultando una vía de escape segura para aquel pelirrojo que no paraba de sorprenderse con todos los accidentes que se estaban suscitando. En eso, un fuerte sonido de una explosión retumbó en sus tímpanos; oyéndose a la distancia que la muchedumbre exclamaba que la represa cercana al poblado había estallado ante el daño que ésta recibió con el sismo de gran escala que no cesaba de dar problemas. <<Ya nos veremos las caras… Black Lestrange. Ésta me las has de pagar con sangre eh>> pensó el mago inefable hacia su profesora una vez que las palabras de la bruja volvieron a resonar en su mente, dejándole la interrogante acerca de cómo se libraría de los nuevos obstáculos que se manifestaron en su contra y de toda la ciudadanía. Sin pensarlo dos veces, Thomas se dio a la fuga entre las barreras físicas que le entorpecían su huida; saltando a través de los árboles, cruzando las grietas en el piso lleno de sedimento con el uso de objetos que le sirviesen de puente, observando todo el contorno para que ningún poste de alumbrado ni cable eléctrico cayese sobre su cabeza, y tratando de indicarle a las personas con quienes se topaba en su camino acerca del peligro que les asechaba el “maremoto” formado de litros y más litros de agua potable estancada en el viejo dique. Fue en eso que divisó una bicicleta que estaba apostada contra un muro y, luego de verificar de que éste no se desplomara en su cuerpo, optó por tomarla “prestada” y empezar a pedalear fugazmente hacia una pequeña cuesta que le serviría de ayuda para capear la ola que se avecinaba. Aceleró por breves y escasos minutos hasta que arribó a la cima de la colina; y desde ahí (junto a un grupo de gente un tanto malherida y lesionada) examinó cómo el agua terminaba de destruir el resto de la localidad, llevándose consigo a humanos desafortunados y escombros. Pero fue el llanto de un niño, de a lo más diez años de edad, el que le sacó de aquel estado de preocupación; ya que tras acercarse hasta él, pudo percatarse de una luxación de su hombro derecho.
  25. Tan pronto como aquel resplandor violeta hubo cegado sus expresivas esmeraldas; Elros se sintió atraído por una fuerza descomunal que le condujo apresuradamente hacia una brecha témporo-espacial, similar a un agujero negro, que absorbió su cuerpo a través de una turba eólica que le desmaterializó por completo de aquella habitación lumínica en donde se había enfrentado a sí mismo frente al mítico espejo de Oesed. Su espíritu estaba satisfecho con el logro que consiguió gracias a su coraje y perseverancia, demostrando que era digno del arte de la Legilimancia al igual que su amado padre. Quizás eso era lo que más le enorgullecía en el fondo de su corazón, el saber que Elvis estaría con el pecho enaltado tras enterarse en la Universidad que su primogénito había obtenido el Aro de la habilidad y que al igual que él, su pequeño pelirrojo de cabellos revueltos ostentaría el título noble de legilimago. Aún estando con sus ojos cerrados, sintió el cierre de golpe de una puerta tras su vasta espalda; hecho que le instó a despejar paulatinamente su visión y así darse cuenta que estaba, una vez más, dentro de la Sala Circular de la Pirámide del Ateneo. Su nuevo anillo vibraba con evidente poder y majestuosidad en su dedo meñique derecho, emitiendo destellos verdosos por toda la estancia, los cuales se reflejaban con algunos diamantes que yacían incrustados en las paredes de piedra de la legendaria habitación del Ouroboros. En eso, un pensamiento se transmitió claramente en su mente, recitando: “Thomas es más fuerte de lo que creía”; lo que le causó cierta gracia al reconocer la fuente cardinal y primordial de aquellas sabias palabras… su erudita maestra. <<Señorita Rosália>> caviló con paz en su interior, endosándole aquel mensaje cerebral a su mentora, quien le estaba esperando impaciente alrededor de la serpiente que se comía su propia cola. Una vez que la Arcana se dio vuelta, el joven veinteañero le sonrió complacido y le mostró a la distancia su nuevo anillo que se acomodaba, como enredadera a la viga, en el dedo más pequeño de la mano en la que comúnmente manipulaba su varita. -Creo que he logrado salir ileso de la prueba, maestra… También recuerdo todo- manifestó el inefable, al mismo tiempo que encaminaba sus pies (ahora no descalzos) hacia la ubicación de la mujer brasileña, con el objetivo de acortar la separación entre ambos y poder así mirarla frente a frente sin mayores obstáculos ni barreras. -Fue algo… extraño, pero sentí su energía pura; alentándome a ser valiente… a no derribar mis brazos… Muchas gracias por confiar en mí y hacerme su discípulo. Me siento afortunado de haber contado con sus enseñanzas- añadió serenamente, sin dejar de contemplarla concisamente a las avellanas ambarinas que tanta curiosidad le causaron en un comienzo de la aventura. Finalmente Elros cogió, gentilmente, la mano izquierda de la Pereira y besó su dorso con caballerosidad; instantes previos a que éste orientara su andar hasta la salida de la sala de la estrella de cinco puntas en el suelo del cuarto mítico de las Siete Puertas. <<¿Hora de irnos?>> preguntó el carismático mago usando su habilidad, no sin antes darse la media vuelta en el umbral de la pirámide para vislumbrar la silueta femenina y encantadora de Rosália por una vez más, antes de partir hacia su nuevo y desconocido destino.

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.