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Sherlyn Stark

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Todo lo publicado por Sherlyn Stark

  1. .::: Peter Sulfer – Periodista. Las horas transcurrían de una manera fugaz, ya que ya era tarde y todavía no había conseguido la entrevista que deseaba. Miró a todos lados del Callejón Diagón tratando de encontrar el negocio que tanto estaba buscando. Por lo que tenía entendido uno de los propietarios del local sería Seba Granger, allegado de Darla Potter Black, ambos trabajaban en el departamento donde alguien realizó la denuncia contra Adryanie Gryffindor. Luego de caminar un par de metros más, se encontró con un edificio llamado “House of Books”. Era muy amplio y sus paredes impresionaban a cualquiera que decidiera pasear por aquella zona. El cartel verde reposaba firmemente encima de la puerta principal. Peter estaba seguro que podía mantener una lectura pacífica y comprar varios libros, si no fuese porque llevaba demasiada prisa y debía entregar ese artículo lo más pronto posible. — Disculpe, ¿se encuentra aquí el señor Granger? —indagó a uno de los elfos que se mantenían cerca de la puerta. No estaba muy seguro de la ocupación que ejercía en el establecimiento, pero pensaba que sea cual fuese el asunto, el pequeño iría tras el buscado, o era lo que creía. Sin embargo, la prisa no le impidió verificar si en las estanterías no se encontraba algún libro que fuese de su interés. En ese tiempo sólo estaba sumergido en la idea de encontrar trabajo, y nada más que eso, aunque no estaría nada mal introducirse en una aventura literaria.
  2. Hacía tiempo que no caminaba por las amplias y tranquilas calles del Callejón Diagón. La navidad se hacía visible en varias vidrieras de los locales, como así también en las túnicas de magos y brujas que decidían hacer sus compras para el fin de semana. Ella pensaba que sería muy bonito regalarle algo pequeño a cada uno de sus amigos, aunque creía que lo mejor era esperar y ver si después tenía tiempo. En esos momentos se estaba sintiendo culpable por no haber estado a cargo de Aethonan’s House por varias semanas, pero sabía que su amiga estaba pendiente de él. Se detuvo sobre el lujoso establecimiento para apreciarlo por unos instantes. Le gustaba mucho como estaba, a pesar que le faltaba un toque navideño. Si veía a la Evans le propondría decorar el sitio con luces y árboles navideños. Tenía tantas cosas que plantear en ese lugar, y lo haría. Al entrar pudo ver a Helen junto a un cliente, quien se trataba Ben, uno de los chicos que había sido su alumno en su primera clase de Cuidado de Criaturas Mágicas. Esperaba estar presentable, ya que aquel día decidió vestirse de una larga y cómoda túnica para protegerse del viento fresco que corría en el exterior, el cual desordeno un poco su cabellera lacia. Deslizó una de sus manos por ella, tratando que se mantuviera peinada y redujera el friz formado por la humedad del día. Antes de acercarse a ellos escuchó las últimas palabras que intercambiaban los jóvenes; al parecer Helen también lo conocía y le preguntaba por Brandon. — Buenos días —saludó la bruja amablemente—. Siento mucho si me estoy entrometiendo —lamentó, aunque suponía que si eso estaba sucediendo ella tenía el plan de ir a la planta superior para verificar la salud y estabilidad de las criaturas.
  3. Muy bien, no sé por qué no me había pasado por acá antes, pero como ahora tengo la intención de activarme en la zona de Ottery empezaré con visitarlos a ustedes. *-* En realidad, tenía pensado visitar a mi Fengari, pero sería genial si alguien más se deseara unirse, pero dejaré rol más tarde. o/ Sólo eso, espero poder llenar todas las líneas posibles. • Nombre: Kirara ruak • Cumpleaños: 20 de agosto. • Nick del personaje: Kirara Ruak. • Link a la Ficha de personaje: http://www.harrylati...ficha-de-kirara • Link a la Bóveda: http://www.harrylati...howtopic=101718 • Parentesco con la familia:Visitante. • Inclinación de bando: Orden del Fénix. • Relación con la familia: Amistad. • Mascotas/elfos que posea y desee que aparezcan en la lista: Blondie - Elfina; Gusamoco, pueden quedarse acá, ¿no? • Actividad que puedes aportarle a la familia: Media. • Correo electrónico/Skype/Facebook: Ya todos lo saben. U.u • Negocio en el Callejón: Aethonan's House.
  4. Bueno, yo no esperaba ganar nada, pero sin embargo lo hice y estoy feliz. jajaj la verdad que no sé con qué rellenar las líneas. ¡Felicidades por la gala! y, a todos ellos que se ganaron un cambio de nick, les quedó fantástico. *-* Aunque no participé tanto como en otras debido a la cantidad de actividades muggles que tengo en estos momentos, pero espero que pueda disfrutar más la de Navidad. ¡Besitos!
  5. http://i.imgur.com/gVL1Gmh.gif Sentía como el panorama, a medida que el tiempo transcurría, iba volviéndose cada vez más tenso y abrumador. Su corazón latía a mil por hora, a causa de tener miedo por lo que estaba o podría llegar a suceder. Resultaba bastante desesperante no tener alguna respuesta de su jefe, además que desconocía el por qué los gritos de sus compañeros que se encentraban en la planta posterior. No tenía en claro el funcionamiento de un zombie, ni jamás mostró interés en saberlo pero, haciendo memoria, recordó que ellos eran capaces de comer cerebros. Cuando esa reflexión pasó por su mente, seguidamente, un escalofrío corrió por su espalda, provocándole más temor del que ya estaba sintiendo. — No sé lo que sucede, chicas —mencionó con una voz preocupante y llena de pánico—, pero yo prefiero regresar al departamento —no esperaría la respuesta de Matt, puesto que de igual manera, no pensaba soportar más estar allí. — Vámonos, Romina —le dijo a la aprendiz, extendiendo su mano para sujetarla y llevarla hacia el exterior. Debía destacar que Kirara siempre había creído en todo tipo de seres fantásticos y no le gustaban las películas, y por esa razón se vio obligada a no responder la interrogación de la bruja. Antes de que pudiese darse media vuelta, sintió como su piel tornaba una tez blanquecina y el tacto del mismo era frío, muchísimo más de lo común. Soltó la mano de su compañera y corrió hacia la salida. No tenía ni la menor idea de lo que podría estar pasándole y, por supuesto, necesitaba saberlo lejos de sus demás compañeros para que no se asustaran. Quizás, a causa de las pociones sucedían ciertas situaciones fuera de lo común. Próximamente se dirigiría al departamento, si es que su falta de conciencia se lo permitía.
  6. http://i.imgur.com/gVL1Gmh.gif Era agradable ver como la pelirroja terminaba de escalar la cuerda de manera satisfactoria, ya que hasta ese momento no se le había cruzado por la cabeza la posibilidad de que se cayera. Hubiera sido terrible que le sucediera eso a su compañerita tan querida, aunque a penas la conocía. Por su parte, procuraría mantenerse cerca de Hayame y Romina, y una distancia amplia del agujero del suelo, tal como lo estaba haciendo Xell, quien próximamente, a gatas, se encaminó hacia allí. Desconocía lo que podría estar sucediendo debajo, y no quería saberlo después de los comentarios hechos por las demás chicas. No entendía el propósito de por qué se mordían y se preguntaba si alguno de ellos podría tratarse de un vampiro o alguna otra condición humana que provocaba que actuaran de esa manera, por lo tanto, para eso tendría que haber una explicación—, ¿cómo que están desnudos, Xell? —preguntó la castaña, ya que obviamente, no era la hora de la siesta ni el momento para ducharse. — Están muy locos —comentó, y luego observó el traje que les ofrecía la Vladimir—, ¿por qué ésta vestimenta? —volvió a interrogar a la jovencita, mientras esperaba tener una buena respuesta ante el tema. Quizás, su compañerita estaba demasiado preocupada por lo que trascendía, por lo que le fue completamente imposible escuchar los comentarios de los demás. A fin de cuentas, la joven se retiró de la clínica luego de mencionar sobre su respectiva novia. — ¿Dónde está Matt? —hacía rato que no escuchaba la voz de su jefe, y sentía intriga por saber lo que le había sucedido a Heliké. Esperaba que la Rambaldi se encontrara en buen estado. Y fue allí cuando escuchó una voz lejana que provenía de la vampiro, quien advertía sobre la presencia de un zombie—, oh, no, un zombie —exclamó asustada y retrocediendo unos pasos, como si de esa manera impediría que esa criatura, que al parecer estaba en la planta de abajo, se acercara. — Quiero irme, ¡¿dónde está Matt?! —preguntó nuevamente, esperando que él apareciera lo más pronto posible, ya que no se podía retirarse sin permiso. Aunque, con un poco de imaginación, supondría que él podría haberse caído por el agujero a salvar a su princesa Heliké, y que allí abajo era Wonderland, y por ese motivo Xell se había retirado de la escena, ya que presentaría su papel como Alicia. También, existía la posibilidad de que el resto que quedaba de las pociones estuviera haciéndole efecto a ella y a su manera de pensar.
  7. http://i.imgur.com/gVL1Gmh.gif El término de gelatinizar resultaba muy curioso por la castaña, pero próximamente le causó muchísimo temor por lo que se podía tratar. Si bien, no conocía muy bien a la bonita pelirroja, no sabía si era capaz de causar algún accidenten mal intencionado o sus intenciones eran terminar con todos sus compañeros del departamento, y eso le hacía surgir dudas. Tal vez, había estado demasiado preocupada con ese tema como para no prestar atención a la ida de Xell a la primera planta y la delgada chimenea que la jefa de renvenciones había invocado, la cual provocó que gran parte del techo de la clínica fuese derribado. Le costaba entender el porqué de la reacción de la Adler, aunque fácilmente podía creer que ella necesitaba aire fresco. Como era de esperar, la aparición de aquella chimenea hizo que el suelo se desprendiera al estar en una situación crítica y débil. En esos momentos, estaba perdiendo por completo la ubicación de sus compañeras de oficina, y no las lograba encontrar por ninguna parte, o por lo poco que las buscaba. El suelo temblaba cada vez más deprisa, por lo tanto mantuvo las palmas de sus manos sobre sus ojos para no ver lo que estaba sucediendo, aunque era inevitable escuchar los gritos de Sean y Amya, cuyos gritos eran bastante notorios. De pronto, logró escuchar la voz de Xell que llamaba a Romina, y la de ¿Matt? En aquellas circunstancias resultaba estupenda la presencia de su jefe, ya que podía poner alguna solución ante aquel tema o al menos para que estuviesen más organizados en cuanto al labor. Estaba dispuesta a enfrentarse a la realidad, por lo tanto, despegó sus palmas de los ojos. El panorama no era el que había preferido, ya que sobre el suelo se hallaba una amplia grieta, y cerca de esta la joven nueva sujetaba una cuerda por razones desconocidas. Decidió acercarse rápidamente, ya que estaba su jefe presente y, por supuesto, pensaría que no estaba haciendo un buen trabajo, además que las indicaciones habían sido simple: cuidar a Romina. — ¡Oh, no! —exclamó—. ¿Qué haces Romina?—y cuando al fin se mantuvo a una distancia considerada, vio a Hayame tratando de subir por la cuerda. Debajo también estaban Sean y Amya, quienes conversaban en voz alta. Quizás, el transcurso le había provocado diversos problemas en la noción del tiempo, porque no se había percatado de que su jefe ya no estaba cerca de ellas. — ¿Te encuentras bien, Haya? —indagó a su compañerita.
  8. Siempre le había agradado pasear por el callejón Diagón, y más para realizar una buena acción. Lo esencial ese día era repartir invitaciones para que los habitantes de la sociedad mágica se divirtieran en un campamento que realizarían en “Moon River”. A pesar que se acercaban fechas que podían considerar “escalofriantes”, estaba segura que sería un evento encantador y simpático, como las distintas fiestas que presenció, cuyos organizadores eran miembros de la Orden del Fénix. Admiró un precioso local, el cual estaba a cargo de Darla Potter Black y su compañero, Seba. Jamás había podido pasar a estudiar el lugar más de cerca, porque no había tenido tiempo o, simplemente, se concentró mirando otros negocios, también, bonitos. “House of Books” vendía libros, o algo así se rumoreaba según la Ruak. Tenía pensado repartir el cartel para que los demás pudieran informarse sobre el tema, pero quién le impedía pasar un bonito tiempo en ese lugar. Se aproximó en una de las vidrieras que estaba en frente de ella, y pegó el bello cartel que, al parecer, lo había creado una persona con mucha creatividad y buen gusto. No podía resistirse a tanta belleza, haciendo referencia al local y los libros que eran parte de éste. Tal vez sólo compraría un par y seguiría repartiendo. También, debía averiguar si, en un lugar tan pacifico como aquel, existía algún centro de lectura. http://i.imgur.com/aESAJJq.png
  9. Sería muy interesante conocer los artículos en venta porque había perdido el pergamino donde registraban todos los ingresos del mes. La última vez que había estado allí, no pudo resistirse a contemplar todos los fantásticos y diversos juguetes para cesar el aburrimiento de las mascotas, ni tampoco las delicias golosinas saludables que tenían para cada especie. Estaba muy satisfecha de que existiera un sitio así, donde todos podían mimar y pasar un bonito día con sus animalitos. Antes de escuchar la respuesta de la agradable chica que estaba en frente suyo, apareció un hombre quien se decía ser un nuevo empleado. No tenía idea si Helen sabía algo al respecto, tal vez si y no se lo había comentado, aunque hacía tiempo que no sabía nada sobre su amiguita. Estaba por responder y comentarle que ella era una de las encargadas, pero la otra propietaria apareció sorpresivamente. Curvó una leve sonrisa y se dedicó a mirar a la jovencita, cuya presencia era muy bonita y agradable. No hizo falta que transcurrieran muchos minutos para darse cuenta que la Evans se conocía con Fokker, tal vez eran hermanitos o eran casados, pero recordaba haber escuchado ese nombre en distintas ocasiones. Era posible que en otro momento se sacara la duda, ya que creía que aquel instante no era el indicado para realizar interrogaciones. Mientras su compañera hablaba con el recién llegado, Kirara sacó de su bolsillo un luminoso cartel sobre el Campamento que se organizaría dentro de “Moon River” que organizaban sus compañeros de la Orden del Fénix. — ¿Quién es Noyta? —se dispuso a preguntar con mucha curiosidad, atreviéndose a entrometerse en la conversación. Debía ponerse al día con los asuntos del local. http://i.imgur.com/aESAJJq.png
  10. http://i.imgur.com/gVL1Gmh.gif Reconocía que con la presencia de su jefe dentro del establecimiento, la situación podría moderarse un poco, o al menos ella sabría de qué manera actuar ante la situación, contando también que estaba al lado de una nueva empleada. No se percató que Hayame, quien estaba cerca de Heliké, le había sonreído de forma nerviosa y como si estuviese ocultando algo muy misterioso. Tal vez eran inútiles especulaciones que se hacía debido al mal olor que sentía al soltar su mano de su nariz. Era algo que odiaba de ella, ser tan sensible al percibir olores, ya sean agradables o grotescos, éste último describía perfectamente al ambiente de la clínica. Era bonito escuchar la voz de Amya, la cual preguntaba por Matt y le daba la bienvenida a la muchacha reciente. Al girar a un lado para verificar si Romina estaba junto a ella, frunció el ceño y, a la vez, sintió preocupación. Menos mal que le había dicho que se quedara cerca. El pánico iba aumentando, haciéndose cada vez más potente que su propio ser. Temía por que le pasara algo malo en donde sea que se destinó. Se detuvo y dejó que el resto de sus compañeros pasaran, lo mismo que, al parecer, había hecho Sean, o eso le pareció a la castaña. Lo había visto como un de caballerismo, y muchos decían que resultaba ser una persona de la que debían tener cuidado. Esperaba que su compañerita estuviera abajo. Desconocía el momento en que se retiró, y en ese momento tampoco veía Hayame. Le molestaba mucho la idea de que alguien las hubiera secuestrado para comérselas o venderlas en algún negocio ilegal y muggle, ya que en una sociedad mágica era imposible que alguien consiguiera créditos por tal acto. Retiró la mano de su nariz dejando su rostro en descubierto, lo que permitía oler el terrible olor que se sentía en el sitio. Antes de descender las escalaras, pudo percatarse que sus compañeras regresaban hacia donde estaba el resto de sus compañeros. Hablaban sobre un conjuro para gelatinizar los líquidos, aunque ella jamás había escuchado hablar sobre un tema similar—. ¿Dónde estaban? —indagó Kirara, sorprendida y, a la vez, seguía la preocupación—. Y, ¿cómo es eso de gelatinizar? —añadió teniendo curiosidad por el tema. — Espero que Matt no tarde en llegar —comentó y volvió a mirar, nuevamente, hacia el frente. Se olvidó por completo del fuerte olor, pero no tardó mucho en volver a percatarlo.
  11. http://i.imgur.com/gVL1Gmh.gif Le emocionaba la idea de pensar que Romina sería compañera de Hayame y ella. Tenía muy buenos pensamientos para un futuro, y creía la joven se divertiría muchísimo en esa planta. Seguía tapando su nariz para que ninguna partícula extraña ingresara a su interior y le provocara la muerte, o algún síntoma que terminara siendo fatal. Hubiera sido más bonito explicarle de qué iba al trabajo estando en el departamento, tomando un té y tranquilas, pero sería en otra ocasión. — Mantente cerca de mí, Romina —pidió. En esos momentos estaba viviendo lo que era la responsabilidad ante una persona, ya que si le pasaba algo a la nueva muchacha caería toda la culpa en ella. Recordó que no debían hablar, por lo tanto, volvió a tapar su nariz y su boca para seguir ascendiendo por las escaleras. No aguantaba estar con su nariz tapada por mucho tiempo, así que cada tanto, por unas milésimas de segundos, separaba sus dedos para respirar un poco. A medida que avanzaban, el olor se iba haciendo más frecuente y poderoso. Por un instante, pensó en tomar el brazo de la aprendiz y llevarla hasta el Hall para esperar a Matt, aunque no serviría de nada, ya que ella podía mantener la situación controlada, o eso era lo que creía. Además, estaban delante de la jefa de desmorizadores y, al creer eso, se tranquilizó un poco, y siguió mirando hacia el frente. Desconocía por completo cuál era la sala donde cayeron las pociones. Optó por no preguntar cuánto faltaba, porque correría el riesgo de ser afectada por la mezcla de olores.
  12. http://i.imgur.com/gVL1Gmh.gif No podía imaginar cómo Romina no conocía a los globitos Parlanchines, aunque creía que cuando los viera personalmente quedaría tan fascinada como ella. Aquel asunto le hizo olvidar por completo lo que imaginaba segundos atrás acerca del asesino de animalitos que corría en la sociedad mágica. Solía tener una excelente memoria pero ese tema prefería callarlo y actuar como si nunca lo había nombrado en su vida. Quizás, si mantenía en secreto las acusaciones podría resolverlo más rápido. Se giró hacia Xell quién estaba detrás de ella. Tenía millones de preguntas que hacerle a la rubia sobre su visita a Wonderland, pero le fue imposible iniciar una, ya que en ese instante llegó Hayame preguntando sobre el jefe Matt. Era de la mala educación no saludar. Frunció el ceño. Estaría unos minutos enojada con la pelirroja por pasar de largo de todos los presentes, y no darle la bienvenida a la nueva trabajadora de la oficina. Al instante también llegó Heliké, la cual saludó diciendo que se alegraba de verlos. Por lo que recordaba, no le había hablado nada bonito a ella. No deseaba ser rencorosa, pero ciertos puntos no podía dejarlos pasar. Pensaba en resignarse y dejarlo pasar, hasta que sintió la fulminante mirada que le dedicaba Sean, quien decía que Perenela no era su novia. Era una lástima que no lo fuera, ya que hacían una bonita pareja y pronto se casarían, o al menos la castaña no dejaba de imaginarlos en su cabeza. Quizás, utilizaría un vestido turquesa, ya que el bordo le era muy fuerte y no le gustaba para una boda. Volvió a despertar al darse cuenta que no había saludado a Heliké—. Buenos días —aunque ya se la había cruzado ese día y no resultó muy bonito su trato. Era mejor dejarlo pasar. Se percató que sus compañeras estaban conjurando el hechizo «Casco Burbuja», y optó por hacer lo mismo para protegerse de cualquier magia oscura o peligrosa que pudiese ocurrir en ese lugar donde las pócimas invadían. Escuchó a alguien decir que el piso se estaba deteriorando, por lo tanto tenían que tener mucho cuidado al pisar por aquella zona. Los minutos transcurrían a un paso muy rápido, por lo tanto no se había dado cuenta que sus demás compañeros ya habían tomado rumbo hacia las escaleras—. Romina, por favor, espérame —pidió, recordando que estaba a cargo de ella mientras Matt no estaba. Llegó justo en el momento en que Hayame decía que se tapen la nariz por los efectos que podían tener las pociones—. Tápate la nariz, Romi, además que esto causa un olor tremendo —advirtió repitiendo lo mismo que su compañera, e hizo ella también lo mismo—. No hables, Haya, que puedes hacerte daño —añadió, dándose cuenta que para sí misma también iba la recomendación. Aun no le había contado a la chica nueva acerca de los guantes de piel de dragón, y no tardaría en hacerlo.
  13. ¡Hola! ^^ Felicidades por la familia, Haya. :3 Bien, viendo que estoy aburrida y con ganas de rolear pero sin ningún tipo de inspiración, empecé a revisar el foro y me encontré con esto. *-* Por supuesto que me encantaría ser parte de esta familia, como amiga si se me permite o, de lo contrario voy a ir a molestar igual, u.u y compulsear con mi pelirroja favorita, Hayame, será genial. o/ ¿Y, me aceptás igual con plumitas? :c En fin, estoy media seca, así que espero llenar las líneas correspondientes para que no suban la advertencia. xD ¡Besitos! ^^
  14. Hacía días que no visitaba su pequeño local dentro del Callejón Diagón, lo que era completamente una irresponsabilidad, ya que había muchísimas mascotas que necesitaban de la atención del personal del establecimiento. Su trabajo en el ambiente ministerial y el bandista le dejaba poco tiempo para ocuparse con la veterinaria que llevaba a cargo junto a su compañera Helen, a la cual no la veía desde su desaparición por la campanilla. Sabía que Blondie le guardaba mucho aprecio, y por eso creía que la habrían encontrado a la muchacha. Suspiró y luego abrió la puerta. Esperaba que los empleados lograran mantener todo el negocio de pie, como intentaba que estuviera cada vez que estaba presente en el sitio. Al llegar se encontró con una joven que buscaba una veterinaria, quizás la pobre empleada estaba bajo presión de mucho trabajo. Siempre había considerado contratar más profesionales para ocasiones críticas. — Buenos días, señorita —saludó alegremente a la cliente—, lamento mucho la demora —se disculpó, deseando que ella no haya estado esperando mucho tiempo—, ¿en qué la puedo ayudar? —preguntó, y observó a su alrededor para verificar si todo estaba en orden, al parecer sí. Era muy extraño que su Blondie no merodeara por esos lugares como solía hacer, ¿estaría muy ocupada con el asunto de la campanilla? Por un lado sentía mucha culpa por no poder ayudar. — Tenemos muchos artículos en venta, ¿desea verlos? —indagó, desando que la respuesta fuese alternativa, aunque se arrepentía no haber esperado su respuesta por andar despistada.
  15. http://i.imgur.com/gVL1Gmh.gif — ¡Qué olor tan terrible! —mencionó. Sin embargo, el aroma del contenido de las pociones con el antiséptico natural de la clínica, no hacían una buena combinación en el ambiente. Desconocía cómo sus compañeros no lo había percatado antes. Intuía que ellos aún no confirmaban la situación, ya que al ser así, no estarían parados en la recepción, a no ser que llegaran pocos minutos antes que ella o esperaban a los jefes. Sonrió al escuchar las palabras de Romina, segura que la joven había tenido que dar su discurso de presentación muchas veces en el día—. Así es, y nuestro jefe de oficina se llama Matt Blackner —contó, recordando las palabras dichas por él y Sagitas antes que bajara al Atrio—, ¿ya lo conoces? —suponía que no, pero no descartaba que pudieran haber tenido un trato lejos del ámbito laboral—. Él no tardará en llegar con la directora —dijo, sin dar más información. — Permítanme —pidió al resto de los empleados—. Ven Romina —llamó, agarrando suavemente el brazo de su nueva compañera y llevándola hasta un lateral—. El departamento es un sitio muy bonito y agradable, sólo que tienes que tener mucho cuidado con quien tratas —le susurró para que nadie más que ella escuchara; sin embargo, estaba insinuando sobre el asesino de Globos Parlantes y el joven que ella sospechaba que podría ser ese personaje—, porque puede venir una persona malévola, cuya identidad desconoces, secuestrarte y, ¡vender tus órganos! —este último comentario garantizaba que se hubiese escuchado sin voluntad de que lo sucediera—, además de llevarte a todas tus mascotas y hacer cosas malas con ellas —añadió bajando un poco su voz y haciendo una pausa. Dio un vistazo para ver al resto de sus compañeros sin dejar de esperar la respuesta de la chica para esperarla con atención, y después regresó a ella—. No es mi intención asustarte, para nada, sólo advierto que tienes que resistirte cuando alguien te saca del departamento sin esperar tu consentimiento siquiera —prosiguió un poco ofendida de lo que ocurrido, al ser ella quién quería explicarle todo el funcionamiento del departamento—, más si es alguien desconocido y con aspecto peligroso —no tenía intenciones de seguir hablando del tema, ya que pensaba que ella sabía comportarse—. Tenemos ocho Globitos Parlantes y otras mascotitas en nuestro trabajo, estoy segura que te encantarán —fue en ese instante en que recordó lo que pasaba en el establecimiento—. Los conocerás cuando solucionemos el problema de la clínica, por supuesto —luego de lo dicho, le invitó a volver con el resto. PD: Creo que exageré un poquito. u.u'(?)
  16. http://i.imgur.com/gVL1Gmh.gif Fue menos incomodo tener que pasear por un lugar mágico con la túnica, ya que no llamaba la atención, hasta se podría decir que lo disfrutaba. Solía ser agradable observar a las distintas personas que paseaban por el Callejón Diagón para comprar diversos objetos que necesitaban o, simplemente, una tarde rodeada de gente querida. Sin embargo, no siempre todo era como ella quería, las personas, al vivir ocupadas en sus respectivos mundos, tenían mucha prisa, provocando choques a causa de la irreflexión. Se alegró al ver la puerta de cristal de la "Clínica Santos Mangos", no sólo porque le parecía maravillosa, sino que a través de esta se podían distinguir las figuras de sus compañeros de departamento hablando con la recepcionista. Suponía que todos estarían en una crisis de nervios por lo que aparentemente sucedía con las opciones. Repentinamente su rostro cambió a gestos de preocupación al recordar la problemática. No lograba concentrarse para obtener una idea para cesar lo que las pociones causaban. — ¡Buenos días! —saludó a Romina y, saludaría a la recepcionista pero se fue segundos antes de que ella llegara. Pudo distinguir un tono distinto en el rostro de la Vladimir y, no creía que fuese porque alguien la amenazaran. Era bonito ver que Sean también participara en apoyo a la clínica, aunque se preguntarían si los preparativos de la boda estaban listos—. ¿Cómo está Perenela, Sean? —preguntó la castaña, suponiendo que él sabría—, ¿ya viven juntos?—añadió, creyendo que sería una linda noticia que aquello sucediera. — Dime que ese será el traje que utilizarás en la boda —mencionó, refiriéndose a la vestimenta que el joven llevaba. Al rato se percató que aún no se había presentado a la nueva aprendiz del departamento. Se giró hacia la chica—. Lo siento mucho. Mi nombre es Kirara y trabajo en la Oficina de Uso Indebido de la Magia —se presentó e de inmediato, su rostro se tornó de un color rosa, producto por la incomodidad y a que estaba interactuando con una persona que recién conocía. Dio un vistazo a su alrededor para distraerse de la escena—. ¿Ya confirmaron lo sucedido?
  17. Se le hacía imposible llegar a compadecerse de las intenciones que podía tener una persona de corazón frío y seco a la hora en que se relacionaba con criaturitas inocentes. Con tan sólo imaginar que estaba enfrente de algún maleante, sentía intensiones de retirarse lejos de donde el individuo, por no brindarle ni el mínimo de confianza. Aunque tenía la pequeña esperanza de que Adrián podía cambiar o, al menos, intentaría transformar el parecer que creía que el sujeto sostenía. No se había dado cuenta del cambio de escenario hasta que los elfos comenzaron a tocar. Giró hacia ellos, sin dejar de esperar con atención la respuesta del desmemorizador. Las pequeñas criaturitas estaban sincronizadas de una manera exitosa, además que el ambiente era encantador y fantástico. Era de esperarse sabiendo que se trataba de un local que tenía la temática artística. El decorativo era hermoso, casi tanto como la música que se podía escuchar a través de las interpretaciones, del cual era testigo en ese instante. Alejó su vista de su compañero. A pesar de haber escuchado miles de veces y atentamente cada una de las palabras que nombraba él como forma de defensa, no le creía. Ella estuvo presente en la hora en que él amenazó a Krumito y pensaba que no había lo mismo podía hacer con otros animalitos sino tomaba conciencia de que estaba mal tratarlos así. Consideraba que, tal vez el sujeto no se había dado cuenta que lastimaba los sentimientos de alguien a la hora de maltratarlos. No quería ni pensar lo asustado que podría estar la mascotita de Eledhwen cuando este lo amenazó. Todos extrañaban a la jefa de desmemorizadores. Nadie debería tocar mascotas ya fueran de alguien o si tenían dueño, todas tenían derecho que las trataran igual y con respeto, pero igual, entendía lo que quería decir el joven. Por su parte, tampoco tocaría a Fenrir, más porque era la mascota de alguien que le guardaba mucho aprecio, y aquello incluía que jamás se atrevería a secuestrar al lobo, aunque ganas de lo último no le faltaban. — Son muy bonitos y encantadores —admiró. La canción cambió a una que nunca en su vida había escuchado, pero sonaba bastante bonita, mientras seguía observando a las criaturas. Quizás, Adrián quería de verdad a sus maravillosos elfinos, después de todo, ¿quién no sería capaz de apreciarlos? Aunque no descartara que debiera controlar su temperamento cuando trataba con otras mascotas, por más que una persona estuviese nerviosa, no quedaba bien. — Comprendo lo que dices, Adrián —comentó la bruja—, yo creo que te conviertes en una mala persona con el simple hecho de haberles gritado y maltratado en una ocasión —seguía sosteniendo la idea de que lo dicho por el joven había sido una equivocación—. Lo siento, pero no puedo tener un concepto bueno de ti —lamentó con un poco de exageración en lo que pronunciaba—. ¿Le has pedido disculpas a Krumito? —indagó, esperando que la respuesta del joven fuese afirmativa. Era fácil mentir, y más si alguien estaba dentro del ámbito de la actuación, a pesar que no tenía ni el menor conocimiento del brujo—. Estaría bien que con ellos no manifiestes tus molestias a través de ellos, porque no tienen culpa de nada —aunque, quién era ella para dar sugerencias.
  18. http://i.imgur.com/gVL1Gmh.gif Una de las posibilidades era que, la poción le había dejado somnolienta debido a su condición humana. Se preguntaba si los demás también le había hecho efecto tan rápido o si la habrían sentido, porque mínimo del olor penetrante tendrían que haberse percatado, o era lo que suponía ella. De un instante a otro, sin saber si a causa del sueño, perdió el rastro de su jefe. No lo encontraba a su alrededor por más que se dedicaba a buscarlo atentamente. Tampoco era el mismo escenario, producto de que ella había estado caminando dormida durante todo aquel rato. Observó con atención el panorama para orientarse, aunque no logró percatarse de la presencia de alguna persona. Era peligroso seguir en ese estado. Si era tan potente para ella, no quería ni siquiera saber cómo era para los muggles que llegaron a la clínica y para sus compañeros del departamento. Habían transcurrido muchos minutos desde la última vez que escuchó la voz de algún conocido, sería alguna secuela que le había dejado la poción asquerosa. No tenía idea de por qué alguien tenía intenciones de matarlos, pero suponía quién podría ser el que estaba detrás de todo eso. Lo adecuado era salir de la clínica y dirigirse al Ministerio de la Magia, al menos para ver si los demás estaban allí, y así advertirle sobre la situación actual que trascendía. Podría ser un peligro mortal para los pacientes actuales que visitaban el establecimiento. Todos se preocuparían mucho e irían en busca de una solución. Creía que Matt también había salido, por ahí dormido o sin darse cuenta, pero eran sólo suposiciones de ella. El aire fresco le hacía recuperar su conciencia. Ahora podía pensar y ver con más claridad. ~ Salida.
  19. Se había supuesto la respuesta del elfino, ya que era de esperarse que un local de esas características ofreciera tantas alternativas en su menú. Prefería el zumo de uva sin leche porque quién sabía de qué provenía esta; aunque el propietario se adelantó e hizo el pedido antes que pudiese llegar a afirmar. Aun así, ella no iba dar tantas vueltas al asunto porque no deseaba molestarse por algo tan insignificante, además era de esperarse siendo una persona como ella creía que era él. Por más que el panorama de la azotea fuera pacífico y hermoso, no dejaba de estar al tanto por si veía alguna cosa extraña y fuera de lugar. Recordaba la vez en la que visitó a Heliké para darle una charla acerca de la importancia de los animalitos, tanto en la sociedad mágica como en la muggle. No le quedó muy en claro qué sucedió y cómo terminó ese día, le dolía la cabeza al intentar memorizar. Quizás podía hacer lo mismo con aquel chico, contarle sobre los animalitos para que dejara de matarlos, amenazarlos y torturarlos, como ella creía que lo hacía el “Asesino de Globos Parlantes”. Aquel establecimiento no dejaba de sorprenderla, o al menos eso pensó al ver la arquitectura tanto de la mesa como los asientos que estaban sobre el lado externo. Le costó unos instantes darse cuenta que el sujeto había pedido uno “bollos de la casa”, y esperaba que no se tratara de lo que se imaginaba. Por ahí podían ser partes de alguna criatura inocente que él había matado. Su desconfianza disminuyó al ver que en la bandeja del empleado que traía el pedido había croissants. — Te lo agradezco mucho —dijo al elfino que hacia su trabajo de forma tan eficaz. Acercó zumo hacia ella, pero antes de probar, esperaría a que el chico lo hiciera primero y de allí saber si no estaba intoxicado—. Sería muy bonito —asintió. Le daba curiosidad saber cómo tocaba el grupo en vivo, por lo que no sería bueno rechazar la propuesta — Las criaturas son seres maravillosos, no entiendo cómo puede ir alguien y despedazarlas sin piedad —fue una indirecta hacia el joven que tenía adelante y, por supuesto, no dejaba de ser un comentario al aire que puede o no responderlo—, es algo que jamás sabré —no le importaba si era de mala educación, sólo necesitaba ver su reacción y deducir si era culpable, pero consideraba que el tipo podía fingir bien.
  20. Blondie ~ elfina de Kirara. No era la primera vez que le hacía un favor a su ama. Le encantaba ayudarla porque ella era muy buena persona y daba recompensas, además del cariño incondicional que le entregaba cada día. La mayoría de las veces le compraba muñecos de osos de color marrón y corazones rojos en el medio. Era un detalle maravilloso de su parte, ya que le indicaba lo mucho que Kirara se preocupaba por hacerla sentir bien. Quería demasiado a su acompañante, como bien decía ella para hacer referencia a la amistad que las unía. Sostenía la invitación de la próxima fiesta de la academia que comenzaría a partir de septiembre. Desconocía en qué se basaría, pero creía que todos se iban a divertir muchísimo, al menos así era, bajo el punto de vista de una elfina, las reuniones que hoy en día hacían los jóvenes para pasar el rato. Llegó hasta un local muy bonito, llamado “El Refugio Mágico”. Tenía una arquitectura maravillosa y acogedora, ya que era sencilla. Blondie amaba los lugares con ese tipo de características. Llegó hasta la entrada para colgar el cartel: -http://i.imgur.com/hAf22GQ.png Paso siguiente, se retiro. Planeaba recorrer otros negocios para repartir invitaciones, incentivar a la sociedad y, así, podían asistir al proyecto tan emocionante que estaba por iniciar.
  21. http://i.imgur.com/gVL1Gmh.gif Podía pensar tranquilamente que el terrible olor provenía de un somnífero, pero se le hacía muy extraño que su jefe Matt no sintiera nada o al menos que sobre él no se pudiera observar ningún tipo de efecto. Otra de las posibilidades era que alguien había echado un encantamiento apropósito o no, y le había apuntado a ella. Era imposible de creerlo, puesto que no tenía ningún tipo de pruebas. No tenía ganas de pensar en ese mismo instante, sólo creía que irse a su casa sería lo más oportuno después de aquel día tan cansino. Si era por haber inhalado el aroma que tiraba alguna poción, tardaría unos minutos en terminar de hacerle el efecto por completo; pero aún no se había detenido a pensar que podría tratarse por esa causa. Claro, todo lo pronosticado sucedería si alguien no se desmayado por el ambiente que la mezcla de las pociones había producido. Tapó su nariz, esperando que pronto se ventilara la zona, porque tal vez no había desagotado los baños, quién sabía—. ¿Quién crees que haya realizado cierto acto? —preguntó. En realidad sus palabras iban perdiendo el sentido por el sueño. — Me pregunto cómo estarán los globitos —mencionaba con un aire confuso en su tono de voz—, ¿sabes que me ama el Rosita? Seré su dueña dentro de muy pronto, o mejor dicho, mi compañero de aventuras —añadía. Tal vez lo indicado sería callarse, pero su mente bloqueada la empujaba a seguir con su discurso—. ¡Todo será color de rosa! —.
  22. http://i.imgur.com/gVL1Gmh.gif Bastó unos minutos para darse cuenta que ya no había rastros de muggles en la saga, y por eso se le ocurrió pensar que podrían estar deambulando por toda la clínica o tal vez ya se habían ido a sus hogares para disfrutar de su vida cotidiana con sus familiares y mascotas. Y pensar que alguno de ellos tenía responsabilidades en su vida, como estar a cargo de una familia o tener animalitos que alimentar. Bueno, las personas despiadadas no consideraban nada, ya que mientras más seres sufrían, era más gustoso para ellos, o al menos eso se imaginaba. Esperaba a que su jefe le diera pronto una respuesta acerca de la daga, para poder tener una idea de cómo reaccionar sí le tocaba una situación como esa, pero por los nervios no sabría bien qué haría. Tal vez había sido una mejor idea preguntárselo en la oficina de indebidos porque en ese instante lo único que le interesaba era saber dónde se habían metido los pacientes muggles. Un olor penetrante, el cual no sabía de dónde provenía, impidió que preguntara a Matt si sabía algo del tema de las victimas del secuestro. — ¿Sientes ese olor, Matt? —comentó, antes de mirar hacia atrás—, es terrible —añadió. Agradecía que sus globitos parlantes no estuvieran ahí para presenciar la escena, ya que aún no le quedaba claro si ellos podían sentirse mal al percibir un olor fuerte, y creía que podía dejarles secuelas. No pasó mucho rato hasta escuchar a una persona gritar sobre pociones que se rompían. No entendía bien a qué se debía tanto alboroto, aunque había tomado la decisión de quedarse parada en ese lugar. Sus energías se iban agotando de a poco, y no tenía voluntad de realizar algún movimiento en ese entonces, sólo de dormir. — Tengo mucho sueño —informó, tapando su boca con la mano para dar su suave bostezo. Quería decirle a su jefe que dejaría la misión ministerial, si así podría llamarse ya que esta ese momento no había tenido ordenes de nada, para otro momento. Necesitaba ir a su respectiva casa para descansar, pero el sueño se iba apoderando más de ella a medida que transcurrían los segundos.
  23. http://i.imgur.com/gVL1Gmh.gif Al escuchar la respuesta de Matt, no le quedó dudas de que Sagitas era muy eficaz para resolver problemas, como lo de la daga en el sótano de la mansión Rambaldi. Era una pena no haber estado en esos momentos para poder ayudar aunque sea en algo, o aprender cómo se detenía esa magia de cierto objeto. Luego se lo preguntaría a su jefe para que se lo detallara. Suponía que los daños habían sido muy graves, como para terminar en la sala de urgencias, pero esos datos prefería omitirlos. Examinarían la daga en cuanto llegaran a la Oficina de Indebidos, bueno eso si se lo permitían. Sería interesante conocer y examinar a la causante del incidente, aunque no ocultaba que también le guardaba un poquito de miedo por lo que podía llegar a hacer. En la Habitación Blanca estaría bien asegurado por Pipo para que ningún accidentoso entrara y lo agarrara. En ese momento recordó a la cerradura que no le había respondido la última vez que estuvo en el departamento. Recordaba al libro de magia oscura que estaba en el suelo de ese lugar tan escalofriante. Era mejor que se almacenaran en la habitación blanca, ambos artículos malvados, y así no hacia ningún tipo de daño a la sociedad mágica. Esperaba poder capturar una gran cantidad de artícu.los de esas características. Escuchó lo que decía su jefe. Era como lo había pensado, Sean desmemorizó a una gran parte de muggles y Amya los envió a sus respectivos hogares. Era una buena noticia, sólo quedaban los que estaban en la sala. — ¿Cómo detuvieron la magia oscura de la daga? —se detuvo a preguntar, para sacarse aquella duda.
  24. Pensaba que hubiera sido lo indicado negar la propuesta, pero salir corriendo de problemas no era lo suyo y debía sacarse una duda, porque tal vez el sujeto criaba animalitos en cautiverio sobre la azotea para después comérselos o matarlos despiadadamente; a pesar que era demasiado y costaba creerlo. Además, era injusto que ella culpara a alguien sin ningún tipo de pruebas. Quizá, no era tan malo como parecía, sino todos ya lo odiarían muchísimo, tanto como para mandarlo a alguna cárcel para personas malévolas y de corazón frío. Lo siguió hasta las escaleras, no le interesaba tener que gastar el tiempo en subir por ellas o cansarse, ya que podría ser entretenido y apreciaría más la arquitectura del local. Los escalones eran bastante amplios, lo que ayudaría a mantener el ritmo continuo mientras iba subiendo. Ella era de fascinarse con facilidad cuando se trataba de decoraciones y colores, por eso le fue agradable ver como las puertas se diferenciaban utilizando ese método, y se le hacía inevitable escuchar las indicaciones que su compañero explicaba, por supuesto, porque era de su interés conocer el funcionamiento de ese negocio. Observó con atención la segunda planta que se dedicaba a la academia. Todo el negocio era amplio, al menos para ella, que era la primera vez que lo visitaba. Se quedó maravillada al ver las puertas de cristal intactas y reflejadas por la luz del sol veraniego. Al cruzar el umbral pudo ver de lejos como un bonito elfo que estaba detrás de una barra, por lo que le fue fácil pensar que trabajaba en relación con las bebidas. Admiró cada detalle del sitio, era encantador y lo sería aún más cuando lo visitaran los clientes. No había pruebas de que allí encerraran animales. — Es bonita —comentó mirando su alrededor. De pronto, escuchó la pregunta. No lo aceptaría, a ver si era una trampa para drogarla y lavarle el cerebro y, además, no tenía mucha sed. Miró al elfino que esperaba su respuesta y le provocó compasión. Se sentiría mal que perdiera clientes—. Sí, me encantaría tomar agua o zumo de uva —añadió dudando un poco por este último—, ¿sabes si los zumos contienen leche? —indagó-.
  25. Hace mucho que no pido cambios en mi ficha, pero estos serás muy breves. jajaj Pensaba en cambiar la historia de mi personaje y renovarla, pero leyéndola me doy cuenta que esta bastante bien. xD no puedo creer que eso lo escribí hace más de un año. u.u Tal vez el mes siguiente la renueve de nuevo. o/ Y no, no le voy a aumentar la edad a mi personaje, ya que creo que así está bien xD no sé qué poner para rellenar líneas. :c pronto voy a pedir edición en mi bóveda también. ~ Lo que cambiaré son las siguientes zonas: Familia(s): ● Familia 1 Familia Atkins ● Familia 2 Familia Rambaldi Padre(s) Sanguíneo: Leah Atkins Padre(s) Adoptivos: - Cualidades Psicológicas: Kirara, la personalidad de esta muchacha puede llegar a ser un verdadero enigma para muchos. Es valiente como temerosa y tan orgullosa como insegura. Intentar descifrar cada faceta es como querer armas un rompecabezas de más de mil piezas, lleva tiempo y dedicación. Aunque para ella es la dulzura y la ternura personificada. Una bella persona, con un corazón enorme, el cual no llega a caberle en el pecho. Literalmente, carente de cualquier sentimiento malvado. Ella no tiene maldad, ni brotes psicóticos. Siempre intenta hacer todo lo que está en sus manos por cualquier ser humano, ya sea malo o bueno. Es bastante empática con las personas, y por eso se le da bien lidiar hasta con los más hostiles. Sabe cómo tiene que actuar en todo momento, y si se equivoca no duda en pedir perdón. El poco orgullo que deba tener en su interior, se lo traga la humildad enseguida. Y es que prefiere hablar las cosas, y pedir disculpas, a encararse con nadie para luego llevarse un buen disgusto y estar horas arrepintiéndose de lo que haya podido hacer o decir. Chica alegre, pero introvertida. Tímida y observadora. No le gusta será el centro de atención. Es el miedo lo que hace que Kirara se acobarde ante muchas cosas. Es de esas personas que si las miras fijamente y mal, no duda en dar un paso hacia atrás. Tal vez, hasta se ponga a correr para escapar de ahí. Siempre fue bastante nerviosa, pero interiormente. Cara al público es una adolescente sumisa y muy tranquila. La calma suele seguirla a todos lados. Pero por dentro, es un manojo de nervios. Y eso hace que le de muchas vueltas a las cosas. Formándose su propia película así por que sí. Aunque luego no tenga nada que ver con la realidad. Exacto, es joven y soñadora. Ya sea despierta o dormida. Frágil como una copa de cristal. Necesitada siempre de alguien que la proteja, que la cuida, y la mime. Independientemente de si esa persona es menor o mayor que ella. No siente timidez a la hora de aferrarse a alguien con fuerza para no caer. Porque lo necesita de verdad, y eso ha sido desde siempre. Desde bien pequeña fue dependiente, y sobretodo vulnerable. Momentos en los que puedes entonces manejarla a tu antojo, pues a veces no parece saber dónde está la línea que separa el bien del mal. Es influenciable, y aunque ella lo sabe, e intente cambiarlo, parece no salir de ese agujero sin fondo. Así que si no tiene nadie a su lado que la lleve de la mano, se pierde totalmente en el camino. Eso demuestra que aunque sea madura, y tenga una fortaleza interior la cual sale a relucir muy pocas veces por no decir nunca, es una niña de diez años. Enamorada de la literatura y de la naturaleza. De los pequeños detalles que la vida le brinda. Nunca dirá que no, a menos que tenga el valor de hacerlo. Porque vale, puede ser del tono influenciable, pero no quiere decir que siempre vaya a serlo. Que toda su vida vaya a ser alguien tan frágil. Y muchas veces ella lo piensa, y cree fervientemente que podrá salir de ahí. Y que algún día tendrá la oportunidad de demostrar el mundo que ella vale mucho más que eso. Porque en su interior, en su profundidad, aunque nadie lo sepa, hay una chica valiente. Fuerte y luchadora. De las que no se rinden. Aunque eso solo es muy en el fondo. Al fin y al cabo siempre ha estado llena de miedos y preocupaciones. Cosa que ha hecho que sea así de dependiente. Angustia que la ahoga. Que no la deja respirar y ver las cosas con claridad. No es pesimista, pero tampoco optimista al cien por cien. Es mucho más optimista con las demás personas, que con ella misma. Previsora y ordenada, le gusta que las cosas tengan su sitio, además de que tiene un sentido del deber y la moral bastante desarrollado. Confía en las personas, si ellas le dan pie a hacerlo. No es egoísta, y siempre dará su brazo a torcer, aunque a veces la duda el llegué desde lejos. Dudas que también influyen en su vida sentimental. Desde siempre. Por supuesto que se ha enamorado. Por supuesto que cree que algún día encontrará su príncipe azul. Al fin y al cabo ese aire infantil que suele salir a la luz cuando está en confianza, es lo que le da pie a pensar esas cosas. A soñar despierta. A pensar que aunque haya relaciones que no acaban bien, siempre hay otras que si lo hacen. Aun así es cierto que sigue siendo inocente y torpe en ese campo. Como en todos en realidad. Y siempre le pasa que sus mejillas se ruborizan al igual que sus orejas cuando escucha algo fuerte salido de los labios de algún amigo o amiga. Por regla de tres, al ser sumisa no suele enfadarse. Pero alguna vez si ha saltado sin más dejando a todos boquiabiertos. Tal vez ese sea el comienzo de su cambio de personalidad y carácter. Es que el mundo se viene abajo y ella está dentro, o eso parece. Un rasgo de ello sería las ganas de vengarse de aquellos que una vez le hicieron sentirse mal. Como alguien que no valía nada por ser quien era. Por haber crecido en un mundo diferente al de ellos. Y no es que se enfade. Pero puede llegar un día, y de bote pronto. Aun así, debe de estar muy alterada para que eso suceda. Historia: Kirara nació en Inglaterra. Era una noche de tormenta, en donde el cielo solo se podía ver un color negro intenso, y los relámpagos eran las únicas luces que reflejaban la noche. Ella jamás conoció sus padres, ni tampoco la historia principal de su vida, y pocos datos pudieron encontrar sobre su pasado. Desde pequeña fue criada en un orfanato en el ámbito muggle, desconociendo totalmente la sociedad mágica. El orfanato se encontraba en malas condiciones, muebles rotos y poco personal de limpieza, el particular castigo del establecimiento era limpiar el lugar; estaba acostumbrada a estas situaciones, había pasado por ellas un centenar de veces. Era normal que un niño tuviera ciertas complicaciones al hacer una tarea hogareña, pero con el tiempo, ganaba experiencia y cada error que hacía mal iba suprimiéndose. Asistió a un colegio muggle, sus primeros años fueron regulares, debido a que ocultaba completamente su vida privada, en ese entonces, tenía su círculo de amistad totalmente completo, y sus calificaciones eran altas. Los años fueron pasando y su secreto fue revelado, convirtiéndose en un fuerte rumor, y así siendo prejuzgada. En poco tiempo sus amistades se fueron disminuyendo, solamente quedaban vínculos frágiles con el resto de sus compañeros, en ese instante, descubrió en vida propia como la gente cambiaba y daba la espalda cuando uno más necesitaba. El pasado es aquello que nos crea como personas, elige nuestro grupo social y nuestro tipo de sangre. El pasado es eterno, cada segundo que vivimos es un segundo pasado, esa es la época eterna y llena de conocimientos.[/i] Los años transcurrían mientras sus heridas sanaban en soledad; en aquel momento se independizó, y se dio cuenta que las cosas solo dependían de uno mismo. No volvería a envolver su vida en una inmensa angustia, era un capricho de niña pequeña. Las cosas pasaban por algo, de esa manera era, su persona fue estructurándose y su personalidad era distinta: Introvertida y reservada, hablaba poco con las personas, temiendo ser prejuzgada. Este hecho fue haciéndose diminuto cuando encontró una carta de aceptación en una Academia de Magia y Hechicería, esto le desconcertaba por completa. En ella nombraba las instrucciones de cómo llegar al lugar destinada, y a qué se refería. Su primera intuición se dividía en dos partes: creía que se trataba de una broma de mal gusto, o que los datos que describían la carta era verdaderos. Por otra parte, la ansiedad de descifrar su incógnito pasado se hacía más frecuente cada año. Sin embargo, le apenaba que los únicos registros que la autoridad del establecimiento pudo sacar fuera su nombre, y su fecha de nacimiento, entre otros datos sin mucha importancia. No podía seguir de aquella manera. Creía ella, quería saber más a fondo sobre aquel pasado que tanto le incomodaba. La inquietud invadía totalmente cada parte de su ser, eso fue lo que la empujo a dar un paso hacia adelante, e idear un plan para sacar más información. Su objetivo sería entrar a la oficina de documentaciones cuando nadie estuviera allí, coger los papeles, los cuales hablaban sobre ella. Resultó algo bastante simple y fácil, la puerta no tenía llave. Además en cierta hora no había nadie transitando por el pasillo, ni dentro de la oficina. Mediante esa maniobra pudo averiguar sobre hechos actualizados que eran muy significativos para ella. El paquete que sujetaba tenía dentro muchos documentos que hacía referencia a Kirara. El más actual mostraba una petición de adopción hecho por Brandon "Aziid" Tonks Delacour. Era algo que su atención capto de inmediato. El por qué todavía no se había presentado ante ella. Para su suerte debajo de la firma se mostraban los datos de la calle donde vivía aquel hombre. Fue muy bienvenida en aquella vivienda, era una familia bastante amplia. Su estadía en el orfanato terminó, de tal manera que ahora podía escoger quedarse en la hacienda Tonks con su padre adoptivo o vivir en la mansión; pero, su decisión está por verse. El presente es efímero, dura micro-segundos, en el momento que das un saludo, pasa a ser pasado. Al terminar la academia de Magia y Hechicería, optó por apoyar a la Orden del Fénix, ya que seguía sus ideologías desde que comenzó la academia. El señor, ahora llamado Aziid, al irse de la Hacienda Tonks ya no era su padre adoptivo. Estuvo meses sin saber qué residencia le pertenecía. En las semanas en que descubrió que Paú Gryffindor no era su madre biológica, le llegó la carta que le informaba la existencia de Leah Atkins como familiar materno. Actualmente está viviendo en el Castillo Atkins. En cuando el tema con su prima Heliké Rambaldi está por definirse. Cronología de cargos: ● Estudiante de la academia. (Desde Julio 2013 - Octubre 2013) ● Aspirante Fenixiana. (Desde Julio 2013 - Octubre 2013) ● Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes. Oficina Contra el Uso Indebido de la Magia. Aprendiz. (Desde Agosto 2013 - Octubre 2013) ● Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes. Oficina Contra el Uso Indebido de la Magia. Empleada. (Octubre 2013 - Actualidad) ● Initié de la Orden del Fénix (Desde Octubre 2013 - Febrero) ● Encargada de la Legión Aldebarán. (Enero - Febrero) ● Encargada de Alas del Ejercito (Enero - Febrero) ● Initié de la Orden del Fénix (Julio - Actualidad)

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