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Isabella Hawthorne R.

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Todo lo publicado por Isabella Hawthorne R.

  1. Bajé las escaleras de dos en dos y justo cuando iba a doblar en el pasillo sentí que alguien me pegaba contra la pared de forma brutal. Antes de que pudiera reaccionar ya estaba completamente inmóvil sobre esta. El rostro de Matt estaba casi pegado al mío, tanto que podía sentir su respiración acelerada. Era obvio que estaba enfurecido por el golpe que le había dado con anterioridad. Traté de separarme pero el apretaba fuertemente mis manos sobre mi cabeza; traté de patearlo pero se había pegado tanto a mi cuerpo que me dejaba inmovilizada casi por completo. Sentí sus dientes contra el lóbulo de mi oreja y poco después sentí la humedad de su asquerosa lengua. <<Si crees que todo saldrá como quieres estás bastante equivocada, haz despertado mi peor parte y te sugiero que no me provoques, puedo ser bastante bueno pero cuando mi sangre vampirica despierta... ¡Temed!>> Decía maliciosamente en forma de susurro en mi oído, lo escuché reír y lo miré de reojo apretando con fuerza los dientes haciendo que una venda de mi frente se saltara hacia afuera. Pegó sus sucios labios sobre mi cuello, sentía ganas de asesinarlo, a penas lo conocía y ya lo odiaba. Su boca se fue abriendo lentamente y antes de lo pensado enterró sus dientes en mi cuello. Solté un grito desgarrador, sentía como succionaba mi sangre y a su vez la piel me ardía. Al parecer le molestaban mis gritos porque estampó sus labios en los míos. Sentí el sabor de mi propia sangre, eso me dio rabia. Abrí los labios y lo mordí con tanta fuerza como para clavarle los dientes. La escalera rechinaba por el peso de los cuerpos que pasaban a través de ella. Matt me soltó repentinamente y se volteó con brutalidad para poder toparse con la figura de mi hermana Athena y la de Sev. Coloqué mi mano en mi cuello, no pasó mucho para que esta se llenara de sangre. El muy maldito no se iba a salir con la suya. Athe empezó con sus “discursos”. Empezó por retarlo a Matt y un segundo después le dio una cachetada que le dio vuelta la cara. Solté una risa burlona. Mi hermana estaba bastante cabreada como para hacerla enojar aún más, por lo que decidí obedecerla y sentarme al lado de Sev en el sillón.- Yo te voy a decir lo que pasó. Estábamos en mi habitación cuando este loco apareció diciendo que me amaba junto con otras porquerías, las cuales ni su abuela le cree, de la nada me besó y me tiró a la cama y me empezó a manosear como si YO fuera de su propiedad. Se molestó porque le patee las bolas y me hizo esto -. Concluí apuntando sobre mi herida sangrante. Para ese entonces mis manos y mi blusa blanca estaban teñidas por el rojo de mi sangre.
  2. Las películas que más me gustaron fueron las ultimas tres, siempre tengo que volver a verlas porque son geniales, me encantan, los efectos especiales, son tan atrapantes *o* la otra que me gusta es Harry Potter y la Piedra Filosofal es increíble el rejuvenecimiento de Albus xDDD aunque debo admitir que Harry Potter y las Reliquias de la muerte parte 2 me hice llorar como loca... es que.. todo acabó T_T y yo no quería Amo HP siempre que TNT hace maratones me paso las 24 horas del día pegada a la pantalla +.+ aunque no se por que TNT me pasa las películas con doble audio ¬¬.... y se le entrevieran las palabras ññ
  3. Sus ojos cambiaron lentamente y su expresión se puso sombría, sabía perfectamente que eso no era nada bueno, conocía a Issa y eso pasaba cuando su lado vampírico se revelaba de dentro de su ser. Sonrió con picardía y pude ver sus conillos asomarse por las comisuras de sus labios. Lo miré seriamente, mis ojos color plata resplandecieron y negué lentamente. No sabía que reacción iba a provocar el lado oscuro a Matt, y algo me decía que pronto lo sabría. Se acercó a mí lentamente, su silencio me asustaba. Sin previo aviso me tumbó sobre la cama y se me subió arriba. Traté de quitarlo de encima pero se encargó de que apenas pudiera moverme. Yo era más inteligente de lo que él podía imaginar, sabía que esperaba que tratara de zafarme me cansara en intento y que él pueda llegar a completar sus pervertidos objetivos. Pero no, no le iba a dar el gusto de ser tan predecible… él no me conocía como creía que lo hacía. Ni la misma Issa me conocía lo suficiente como para advertirle de mis preciados dones. Uno de mis dones era poder fingir y que nadie se diera cuenta; hasta mis sonrisas más forzadas se veían convincentes. Una sonrisa traviesa apareció en mis labios, lancé un suave jadeo.- Yo nunca miento, cariño-. Le susurré poniendo una de mis piernas sobre las suyas. Sentía su cuerpo más relajado que antes, eso me convenía; sin pensarlo dos veces comencé a sacar su camisa de adentro se sus pantalones dándole suaves tirones. Mordí sin piedad y de una manera sexy una de sus orejas mientras la acariciaba con mi lengua. Enredé mis dedos en su cabello castaño y devoré sus labios de manera frenética. Esto me asqueaba pero aguanté la expresión de repulsión, no me quedaba otra opción. Al separarme jalé su labio inferior con mis dientes mientras clavaba mis ojos en los suyos. Lo solté completamente y lamí mis labios. Unos segundos después él volvió a atacar mi cuello. Acaricié su torso sobre la camisa que traía puesta. Había conseguido más movilidad por lo que metí una de mis piernas dentro de las de él. Le regalé otro de mis profundos suspiros. Giré mi cabeza lentamente para que no se diera cuenta y contemplé sus ojos cerrados. No pude reprimir una sonrisa burlona y sin piedad levanté la rodilla con brutalidad que impactó en sus partes débiles. Soltó un alarido y rodó hacia un lado mientas yo aproveché la distracción para salir corriendo en dirección a Sev. Lo tomé del brazo y lo arrastré a toda velocidad hasta el largo pasillo. Lo solté y bajé corriendo las escaleras.
  4. Mis músculos se fueron relajando a medida que se alejó de mí, no me gustaban las muestras de cariño cuando venían de parte de desconocidos o de personas que no me agradaban y claramente él no me estaba cayendo para nada bien. Mencionó que me conocía bien, por favor nadie me llegaba a conocer completamente y eso de <<Ángel>> me sonó verdaderamente patético ya que yo era todo lo contrario a una criatura como esa. -Primero, no te engañes a ti mismo, no me conoces cómo dices. Segundo, si eres hermano de Issa significa que somos hermanos- continuaba diciendo mientras contaba con mis dedos que era más alargados y huesudos que el resto de mi cuerpo.- Tercero, ni siquiera sabes lo que me pasa, y llorar no es malo en algunas ocasiones. Cuarto, antes de que lo digas, no te contaré lo que acaba de suceder. Quinto, estas en lo sierto, no te creo ni una palabra de lo que dices. Ignoró completamente lo que había dicho, parecía que actuaba como los robots y no pensaban antes de actuar. Me abrazó nuevamente y rodé los ojos con fastidio pero antes de que pudiera quejarme me levantó y me cargó hasta mi cama. Lo que me faltaba… seguro Issa le dijo que era una pobre lisiada y no podía moverme por mis propios medios. Acarició mi mejilla y noté en sus ojos un poco de ¿deseo? Su sonrisa me aterraba, se veía tan pícara que me hacía dudar cada instante, tenía ganas de salir corriendo. Me sentía verdaderamente incómoda con todo lo que estaba pasando, mis mejillas se ruborizaron y mis pensamientos me distrajeron tanto que apenas pude percibir su beso. -Estas completamente loco, borracho, drogado… no sé algo-. Dije alzando la voz y tratando de soltar nuestras manos pero sus dedos ya se habían entrelazado con los míos. Me puse de pie mientras él seguía arrodillado con la cabeza inclinada hacia atrás, bajé la mirada y me encontré con sus ojos azules.- Por favor… seguro eso se lo dices a todas las chicas que ves por la calle, no soy est****a ¿sabes? Sólo me quieres porque de seguro Issa te mostro fotos y viste mi gordo trasero.- Dije conteniendo las ganas de reir.
  5. Mis ojos rojos como el rubí vagaron por toda la habitación, mis manos temblaban casi frenéticamente, levanté las rodillas y las rodee con mis brazos. Mi tez estaba tan blanca como la nieve. Vi a mi hermana atravesar la puerta, la miré fijamente con una expresión de pánico en mi rostro. Tenía miedo, me dolía la cabeza; sentía que iba a estallar en cualquier momento. Seguí cada uno de sus pasos con la mirada, se había acercado lo suficiente a mí como para poder mirarme a los ojos. Las cosas pasaron verdaderamente rápido, no llegaba a comprender lo que estaba pasando a mi alrededor era como si estuviera anestesiada y estaría por caer en un profundo sueño. En un abrir y cerrar de ojos apareció Antoni y me dijo muchas cosas que no llegué a comprender, la elfina de Issa entró diciendo que alguien se encontraba afuera y estaba gritando como loca en busca de mi padre; mi hermana bajó a atender y por un segundo volví a quedarme sola en mi habitación. A los pocos segundos vi a Sev atravesar el umbral de la puerta, al verlo me sentí más calmada, pero los ojos se me volvieron a llenar de lágrimas. Sentí su mano en mi espalda, fue como una suave caricia que le trajo a todo mi ser un poco más de calma. No tenía ganas de hablar y al parecer él no estaba interesado en hacer preguntas. Me acurruqué a su lado y apoyé mi cabeza sobre su hombro. Inhalé profundamente y su perfume de menta inundó dentro de mis pulmones, me sentía mucho más relajada y cómoda a su lado. Tomé su mano suavemente y entrelacé nuestros dedos. Mis ojos abandonaron ese color rubí y lentamente se fueron poniendo del mismo color gris de siempre. Las píldoras poco a poco iban surgiendo efecto, me sentía cada vez más “dopada” los ojos se me cerraban lentamente y me acurrucaba más entre sus brazos. Unos pasos hicieron que me sobresaltara. ¿A caso no podían dejarme en paz? Antes de que pudiera levantar la mirada, un hombre de cabello castaño se acercó a mí, toó mi mentón y lo levantó para que lo mirara a los ojos. No entendía lo que estaba pasando, nunca en mi vida había visto a ese hombre y él hablaba como si me conociera de toda la vida. Estoy alucinando. Me dije a mi misma; con el rabillo del ojo miré a Sev quien lo miraba fijamente y con expresión dura, entonces caí en la cuenta de que no lo estaba imaginando y que de verdad estaba pasando. El susodicho me abrazó, mi cuerpo se puso rígido, el temor me invadió nuevamente y las preguntas se me arremolinaban en mi cabeza. Apreté la mano de Sev con la poca fuerza que me quedaba y ahogué un grito. ¿Erick había conseguido un cuerpo humano? Eso era prácticamente imposible…-¿Co...- comencé a decir pero estaba completamente atónita que ni siquiera las palabras me salían en ese momento. Tomé una bocanada de aire y traté de proseguir- ¿Cómo sabes mi nombre? ¿Te conozco? ¿Me conoces? ¿Podrías dejar de abrazarme? Agradezco tu preocupación pero… ¿Quién sos?- Dije mirándolo a los ojos aún en sus brazos.
  6. Estaba desesperada, apenas podía subir las escaleras, necesitaba mis pastillas ¿Dónde demonios se había metido Hugo? Al parecer nunca estaba cuando de verdad lo necesitaba, pero el temor era más fuerte que el enojo en ese momento. Solté varios sollozos y caminé por el pasillo en dirección a mi habitación. Becan por suerte se había entretenido jugando con mis cabellos y no se había percatado de lo que estaba ocurriendo. Me prendí por la baranda de la escalera, me sentía mareada, con ganas de vomitar. La vista se me nubló, pestañé varias veces para poder fijarle, pero no había caso. Respiré profundamente, ya había dejado de llorar, me acerqué al pasillo y traté de volver a la biblioteca, pero estaba más cerca de mi habitación y necesitaba esas malditas pastillas. Me recorrió un escalofrío espectral que hizo que la piel se me erizara, me quedé inmóvil, sentía una vista clavada en el cuello. Estaba aterrada. El pánico se me había extendido por todo el cuerpo. Nada será igual, pensé, me aferré a Becan lo más que pude y aún con esa sensación de alguien observándome seguí avanzando sin mirar hacia atrás. Recorrí el pasillo que estaba completamente oscuro, sentía unos pasos que se aproximaban cada vez más a mí, me eché a correr para acelerar la marcha. Las manos me sudaban, traté de abrir la puesta pero el picaporte se me resbalaba. Tanteé en mis bolsillos en busca de la maldita llave.- Demonios-. Dije en voz baja buscando desesperada la llave, hasta que al fin la encontré. Sentí una leve respiración en mi cuello que me hizo estremecer, metí la llave dentro de la cerradura y me escurrí por la abertura de la puerta. Una vez dentro dejé a Becan en la cuna, corrí al baño y busqué dentro del tocador el frasco que contenía las píldoras de hierro que mi cuerpo tanto necesitaba. Me metí dos en la boca y me las tragué sin agua. Caí sentada en el suelo del baño, suspiré aliviada, por alguna extraña razón me sentía segura ahí adentro. Cubrí mis ojos con las palmas de mis manos y comencé a llorar. Pasaron un par de minutos mis ojos se habían tornado rojizos, y mis rasgos se habían oscurecidos. Tocaron la puerta dos veces y escuché la tierna voz de mi hermana. Me incorporé con dificultad y arrastré los pies hasta la salida del baño- Puedes pasar-. Murmuré con la voz aún quebrada y me senté sobre la cama. Sentía que ya no podía más con todo esto…
  7. Estaba atontada, el miedo me había paralizado, quería salir corriendo de ese lugar pero las piernas no me respondían, las bibliotecas me traían un terrible recuerdo a mi mente. A penas me percaté del beso que Tadeo me había dado en la mejilla, se alejó un poco y me jaló de la mano en dirección a la puerta de entrada. ÉL estaba jugando con mi mente, yo lo sabía, me torturaba con su presencia, sabía que le temía, sabía que en estos momentos era vulnerable, que estaba débil y que no me resistiría a sus órdenes. Los ojos se me llenaron de lágrimas, pero no iba a derramarlas, ya había llorado mucho por su culpa y después de tanto tiempo ya estaba verdaderamente cansada de esto. Escuché una voz femenina proveniente del pasillo, sabía perfectamente quien era, pero antes de que pudiera abrir yo misma la puerta la abrió mi acompañante. Al ver a Issa cargando a Becan el pánico, solté la mano de Tadeo y me abalancé sobre ella. No me había dado que había comenzado a llorar hasta que sentí una lágrima caliente deslizándose pos mi mentón. Tenía la mandíbula rígida, las palabras no me salían, estaba verdaderamente aterrada por lo que estaba pasando. Tomé a becan entre mis brazos y salí hacia el pasillo, no quería esta ni un segundo más ahí adentro.
  8. Hola, quisiera hacer un par de cambios en mi ficha de personaje, aquí se los dejo: http://i.imgur.com/ekbEva3.png http://i.imgur.com/3UGQxje.png http://i.imgur.com/UU4f5CP.png Nombre del personje: Isabella Essined Ravenclaw Sexo: Femenino Edad: Joven, 20 años Nacionalidad: Británica Familia(s): *~ Ravenclaw *~Crowley Padre(s) Sanguíneo: *Byron Ravenclw Padre(s) Adoptivos: * Fokker Trabajo:--- http://i.imgur.com/plKoN6w.png Poderes Mágicos: Rango Social:Aprendiz Bando:Neutral Rango dentro del Bando: Nivel de Poder Mágico: Puntos de poder en objetos: 20 Hechizos adicionales: Puntos de poder en criaturas: Habilidades Mágicas: Conocimientos Especiales: http://i.imgur.com/jhyRaP8.png Raza: Demonio Aspecto Físico: Es una mujer de estatura baja, con contextura delgada y rasgos afinados, su piel es blanca pero no al extremo, en el sol se muestra de un tono bronceado quitándole el aire fantasmal. Su rostro es alargado, sus ojos son de color plata que parecen estar completamente vacíos debido a su color apagado. Su cabello es rubio platinado, largo hasta por debajo de su cadera y lácio. Sus labios son carnosos ni tan gruesos ni tan finos, con forma de corazón, tienen un color rosado natural que le da a su rostro un poco de suavidad y perfección. Ama usar maquillajes, el rímel, delineador y labial nunca le faltan; en ocasiones especiales suele usar sombras de todo tipo. Acostumbra a vestir siempre a la moda le encantan los accesorios y la bisutería, no es una chica que pasa de ser percibida, es muy atractiva a la vista de cualquiera. Le encantan los vestidos de dos piezas, las faldas cortas y los tops. Posee varios tatuajes en su cuerpo, un par de alas con la frase “some angles are destined to fallen” en la parte trasera de su cuello y el contorno de un corazón en el dedo meñique. Sus ojos cambian de color cuando ella quiera y del color que más desee, esta cualidad se le despertó luego de ser revivida por su padre en el castillo Ravenclaw. Cualidades Psicológicas: Es narcisista, se cree superior a toda mujer, de corazón duro y frío; no le importan lo que los demás piensen de ella, a pesar de todo eso la gente no la desprecia. Odia hablar sobre su oscuro pasado, es muy reservada y no le gusta ser afectiva con todas las personas. Con sus seres queridos es un poco más amable, aunque no deja de ser reservada. Es manipuladora, se basa en el chantaje ya que se acostumbró a conseguir todo lo que ella desea a la hora que lo desea, está dispuesta a conseguir lo que quiere, aunque esto signifique que deba pasar sobre otras personas. No le gusta tratar bien a la gente, es arrogante, egoísta, presumida, le encanta gritarle al personal doméstico; excepto a su elfo Hugo, quien lo acompañó desde toda su infancia, el cual la ama. Hugo es sumamente celoso y sobreprotector con Isabella, odia que individuos del sexo masculino se le acerque, aunque eso es verdaderamente inevitable. Es muy observadora y perfeccionista, mira hasta los detalles más pequeños de las personas, animales u objetos que la rodean. Odia el desorden. Le encanta tomar largos baños por la noche. Ama el chocolate, lo come de forma compulsiva cuando está depresiva. Aunque poca gente lo crea y aunque ella lo niegue está enferma, padece de anorexia, aunque está controlado, toma contantemente pastillas de hierro para poder vivir una vida normal. Atentó con su vida varias veces, trató de ahogarse en una bañera, se cortó las venas pero estos intentos fallaron. Hace poco lo logró se aventó desde la azotea del Castillo y en consecuencia de esto su hermano gemelo, Franco, también murió. Gracias a las habilidades de su padre, logró revivirlos a tiempo, pero su alma ya está quebrantada y el demonio, Erick, se aprovecha de la situación para poseerla. Historia: Isabella nació un 7 de Diciembre para invadir con su luz aquel helado invierno que cubría a Inglaterra. Junto a su hermano gemelo Franko con quien siempre ha sido muy unida. A demás de ser su hermano gemelo es su mejor amigo y confidente en todas las travesuras. Su madre, quien había dado a luz sola en un bosque murió a las pocas de dar a luz, ya que no había recibido la atención adecuada. A los gemelos los separaron, la familia Crowley le abrió los brazos a la pequeña recién nacida. Su padre adoptivo fue Fokker, quien la cuidó hasta la adolescencia. Esta etapa fue bastante dura para Isabella, el hombre que para ella era su padre no resultó serlo, tenía un hermano gemelo de la que había sido separada durante muchos años. Todos estos acontecimientos acarrearon problemas para su salud, dejó de comer, su salud empeoraba cada vez más. Esto llevó a Fokker a mandarla a internado de rehabilitación en Francia. En ese internado pasó más de cuatro años, el aumentar de peso se le volvía cada vez más difícil, cada vez que subía uno bajaba dos y así sucesivamente. Estaba tremendamente deprimida, no tenía amigos, su carácter le jugaba en contra, cada vez que un muchacho con buenas intenciones se le acercaba ella lo insultaba. No quería a nadie cerca. Un día apareció un chico nuevo en la “ronda de convivencia” que hacían, esas rondas consistían en contar los problemas de cada uno, conocerse mejor y compartir en grupo para hacer nuevos amigos. El chico se llamaba Scott, era el único chico que había llamado la atención de Isabella, sus historias era bastantes parecidas, tenían problemas similares los cuales los unía. A los pocos meses los jóvenes se habían emparejado, se ayudaban mutuamente y se brindaban el apoyo y cariño que su familia no podía darles. Pasaban los años y los jóvenes eran inseparables, cuando cumplieron su mayoría de edad se comprometieron para pasar el resto de sus vidas juntos. Se mudaron a una mansión en la ciudad, sus familias los frecuentaban y todo era “normal”. Ella al poco tiempo quedó embarazada de una pequeña niña, todo era perfecto hasta un día. Ese día común y corriente, el cielo estaba soleado, no se asomaba ni una nube, por alguna extraña razón Isabella se sentía bastante incómoda cuando se quedaba sola en casa, y ese día estaba sola... Decidió ir a la biblioteca que tenían en el sexto piso, necesitaba distraerse, la ansiedad la estaba matando necesitaba que su esposo llegase pronto, pero nada podía hacer para que eso pase, ya que estaba en el Ministerio, trabajando. Recorrió la biblioteca en busca de algo interesante y encontró un libro titulado “La Curiosa” hacía referencia a una niña que había sido poseída por un demonio. La lectura estaba interesante hasta que escuchó el tintineo de las llaves de la casa, pensó, inocente, que era Scott. Sonrió y miró fijamente la puerta de entrada de la biblioteca en la cual se hallaba. Los pasos se dirigieron hacia la habitación, la puerta rechinó al abrirse y una figura demoniaca se asomó por esta con una sonrisa perversa en su rostro. El príncipe demoniaco poseyó a la muchacha haciéndola adaptar una figura diferente. Sus ojos se tornaron completamente negros hasta la esclerótica, su cabello se tornó negro opaco y su piel tan blanca como la nieve. Erick, reclamó la vida del muchacho a cambio de la de ella y de la criatura que traía en su vientre, Scott no se negó y se entregó al príncipe, quien devoró su alma en cuestión de segundos. Pero no todo lo que había prometido era verdad, ya que también se llevó con él la vida de la pequeña niña. Isabella despertó en San Mungo un par de días después, desde ese momento ya nada será igual para ella. Desde entonces ha viajado al Inframundo, se ha convertido en demonio y aún es perseguida por el príncipe demoniaco. http://i.imgur.com/0KWNyKO.png Objeto Mágico Legendario: Objetos Mágicos: ~Objeto 1: Varita Clasificación: AA Puntos de poder: 20 ~Objeto 2: Clasificación: Puntos de poder: Mascotas y Criaturas: Criatura 1: Clasificación: Puntos de poder: Criaturas en la Reserva: ~Criatura 1: Clasificación: Puntos de poder: Elfos: *~ Elfo 1: Hugo: elfo doméstico, con ojos color verdes y grandes, muere por cumplir todos los deseos y caprichos de su ama. *~ Elfo 2: -- http://i.imgur.com/MbQZ4A0.png Licencia de Aparición: Licencia de Vuelo de Escoba: Registro de maternidad: *~Hijo: Becan B. L Slytherin (Registrado) Registro de XXX: http://i.imgur.com/FlBp4Pg.png http://i.imgur.com/0am6NXv.png Premios y reconocimientos: http://i.imgur.com/yMUuqHc.png Link al Perfil de Comprador MM: -- Link a Bóveda Personal: Bóveda nº 96242 Link a Bóveda Trastera: Bóveda nº XXXXX Link a Bóveda de Negocio: Bóveda nº XXXXX Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda 101487 Familia Ravenclaw Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda 96477 Familia Crowley Muchas gracias. Saludos o/
  9. Sus besos se fueron tornando más afectivos, suaves y cálidos, podía sentir las suaves caricias de sus labios contra los míos; el beso se hacía cada vez más extenso y yo sentía que ya no podía. Cuando estuve a punto de separarme se volvió a inclinar contra mí haciendo los últimos segundos del beso un poco más intenso. Quitó su mano de mi cuello y la deslizó suavemente hasta mis piernas, mi piel vibró ante una suave caricia sobre mi muslo; movió con delicadeza mis piernas y me sostuvo cargándome mientas nos separábamos lentamente el uno del otro. Me dejó en el suelo con delicadeza, apoyé mis piernas y me obligó a pegar mi cuerpo con el suyo. Me sonrojé mirándolo a los ojos, corrió un mechón de mi cabello rubio que caía por mi cara mis mejillas se enrojecieron aún más, le esbocé una sonrisa tímida; deslizó su mano por mi hombro acariciando mi brazo lentamente para luego tomar mi mano, entrelacé nuestros dedos y me acerqué aún más para besar su mejilla. Colocó su mano en mi bolsillo trasero, contemplé sus ojos con detenimiento, subí una mano y acaricié levemente su pecho. Una rara sensación me invadió, sentí una escalofrío fantasmal que hizo que se me erizara la piel. Miré con disimulo sobre su hombro, una sombra se movió entre los libros. Mi corazón di un vuelco. El terror me invadió, sentía vagas de vomitar. Apreté con fuerza la mano de mi acompañante y le susurré por lo bajo, apenas moviendo los labios.- Salgamos de aquí.
  10. Sentí que su mano se deslizaba por mi cuello, no pude evitar que mi piel vibrara por el contacto de su piel caliente, me sentía completamente desconectada de lo que estaba pasando en el exterior, a pesar de que estábamos solo con solo unos libros, o eso es lo que creíamos los dos. Enredé mis dedos en sus cabellos, acariciándolos delicadamente mientras le correspondía lo que antes era un tímido beso y lo que ahora era un beso más pasional. La calidez me invadió, mis mejillas se fueron descolonizando y me empecé a acostumbrar a la situación. Me incorporé un poco de la silla para acercarme aún más a él, por alguna razón no quería que se alejara; por primera vez en mi vida sentía una sensación reconfortante, que me llenaba de ganas de seguir adelante aunque hubiese sido un día verdaderamente horrible y aunque ya no tuviera fuerzas para continuar.
  11. Seguí cada uno de sus movimientos con la mirada, se me acercó lo suficiente y me besó la mejilla ruborizada, clavé mis ojos en los de él, tenían un brillo pícaro, me acerqué a la mesa acercando más nuestros rostros, quité mi mano que estaba sobre la suya y rodee su cuello con mis brazos. -Es una lástima que las princesas solo existan en los cuentos, al igual que los “…y vivieron felices para siempre”-. Susurré en un tono triste mientras bajaba la mirada recordando algunos acontecimientos vividos con anterioridad.- Lo siento, soy un poco sensible con estos asuntos, las películas románticas siempre terminan por hacerme llorar. Luego de un pequeño silencio entre ambos nuestras miradas volvieron a chocarse, coloqué una de mis manos en sus mejillas y poco a poco nos fuimos acercando rosando nuestros labios y cerrando lentamente los ojos.
  12. El silencio nos invadió por un momento, abrí la caja pentagonal de color azul y dorado que en su interior contenía una rana de chocolate. Agité la caja para sacarla y le di un mordisco, observé a mi compañero el cual hizo lo mismo pero su rana saltó hasta mi hombro y con otro brinco más cayó en mi cabeza. La quité de mis cabellos y de deposité en la mesa. Negué con la cabeza mientras masticaba, no entraba a la librería desde esa vez… había quedado un poco shockeada desde la última vez, intentaba evadirla lo más que podía, no sabía que se me había pasado por la cabeza para invitarlo a este lugar, quizás algo me traía aquí contra mi voluntad sin que yo lo supiera. Un nudo se me hizo en el estómago de solo pensarlo, y un gusto amargo me invadió la boca, tragué el pedazo de chocolate que estaba comiendo y miré a Tadeo.- No….-empecé a decir, pero las palabras no me salían de la boca por más que tratara, balbuceé tratando de encontrar una respuesta que no me obligase a decir la verdad.- No, antes lo hacía, ahora me dedico a leer en los jardines.- Era verdad, desde esa vez leía en los jardines… -No lo sé, me gustan las películas muggles.- aparté la vista- sé que dirás que soy una cursi y toda la cosa…- pude ver con el rabillo del ojo una pequeña sonrisa en sus labios.- Como llegué cansada del Hotel mi cita de las 8pm se adelantó.- sonreí tímidamente al sentir sus caricias lo cual hizo que mis mejillas se tornaran rosadas. Levanté la vista y miré sus ojos color caramelo, me miraba fijamente con una sonrisa torcida en sus labios eso hizo que el rubor que tenía en las mejillas subiera de tono. Coloqué mi mano sobre la suya, la cual descansaba sobre la mesa, sentí el rose de su piel tibia bajo la mía que estaba helada; acaricié su mano levemente con mis dedos y esbocé una sonrisa más cálida.
  13. El cuerpo desnudo de mi padre apareció, evadí esa imagen como pude, la verdad es que no se me apetecían tener pesadillas esta noche, y mucho menos quedar traumada de por vida e intentar suicidarme…otra vez.- ¿A dónde te gustará ir? Me parece que el lugar más silencioso de este castillo es la biblioteca, tiene una linda vista del jardín.- Le sonreí, estaba verdaderamente apenada, no me gustaba que mis invitados queden perturbados viendo a mi padre correr por la casa completamente desnudo. Mis mejillas ardieron cuando sentí el rose de sus labios en mi oreja, sé que no fue intencional, ya que el movimiento provocó un leve balanceo por parte de ambos.- Está bien, haré lo posible para que permanezcas a mi lado toda la noche.- Reí levemente.- Espero que no me cueste trabajo… me daría flojera ir a buscarte y me quedaría dormida en uno de los pasillos. Miré a elfo quien nos seguía el paso, si no lo mandaba a hacer algo pronto nos seguiría toda la noche y es un poco incómodo ya que no deja que los chicos se me acerquen mucho.-Hugo, lleva las flores a mi habitación y ponlas en un jarrón con agua ¿Me darías las ranas de chocolate?- El elfo se limitó a asentir, me tendió la caja de chocolates, y con un <<crack>> desapareció. Avanzamos hasta el quinto piso, cruzamos el pasillo hasta llegar a la librería que se encontraba a pocos pasos. Luego de abrir la puerta y sentarnos uno en frente del otro tomé la caja y le di una rana de chocolate. Me crucé de piernas mientras abría la mía.
  14. -¿Cómo crees que te dejaré solo si eres MI visita?- inquirí en un tono posesivo y reí, muy pocas veces venían personas a visitarme al Castillo, por lo general siempre nos encontrábamos en algún lugar o se pasaban por mi trabajo.- Más vale que no te alejes de mí o podrás salir…violado, y hablo en serio-. A lo dicho le agregué un poco de humor, pero no había duda de que si tuvieran la oportunidad de hacerlo lo harían. Me pegué a su brazo, la noche estaba un poco fría y yo estaba muy desabrigada, la lluvia había dejado un cambio importante de temperatura, el cielo estaba completamente nublado y no había duda de que dentro de poco volvería a llover. -Es mi día de suerte porque se me antojaban unos chocolates y buena compañía. No es verdad- dije dándole un apretón en la mano- aunque gracias por el alago.- Su mirada y la mía se dirigieron al elfo, quien nos miraba desde abajo un tanto curioso cargando las rosas y las ranas. Al entrar y ver la sala casi vacía dudé de querer estar ahí, no sé cómo podían hablar y entenderse, los murmullos me aturdieron en menos de un segundo, miré a Tadeo y le pregunté: -¿Estás seguro de que quieres estar aquí?
  15. Sus ojos me recorrieron de pies a cabeza, sentí que sus mirada penetrante me traspasaba y un escalofrió me recorrió el cuerpo, mis mejillas se tornaron rosadas, él torció una sonrisa mientras me decía: Pues vine a traerte algo; me extendió el ramillete y la caja que contenía ranas de chocolates. -Supongo que es mi día de suerte.- Sonreí en forma de agradecimiento.-Lindo juguete. No estaba haciendo casi nada, estaba tumbada en el sillón con Becan y mi hermana, solo pensaba ver un par de películas y luego irme a dormir- me encogí de hombros- nada fuera de lo normal-. Le pasé las rosas y los chocolates a Hugo quien aún estaba parado al lado mío, tomé a Tadeo de la mano y lo llevé a paso lento hasta la entrada del castillo. -Es raro tener visitas que no sean parte de la familia, solemos tener muy pocas, la mayoría viene a quedarse un par de días con nosotros ya que vienen de muy lejos, por ejemplo: hoy acabo de conocer al hermano gemelo de mi padre, está un poco chiflado, que no te intimide- reí mientras lo miraba- hay varios familiares dentro, pero no te preocupes, están tan metidos en sus asuntos que no se percatan de lo que pasa a su alrededor.
  16. Bostecé recostando mi espalda en el sillón mientras mi hermana sostenía al pequeño entre sus brazos. Se escuchó un <<crack>> y Hugo apareció ante mis ojos, tomó de mi mano y la jaló haciendo que me parara del sillón en el que estaba cómodamente sentada.- La señorita Isabella debe ir a cambiarse, un muchacho la busca-. Dijo en un tono precipitado y antes de que pudiera contestar aparecimos en mi habitación. -No estoy esperando visitas- le dije mientras él me traía una remera blanca mangas cortas y un overol rosa corto. Me quite el pijama y lo tiré sobre la cama y me apresuré a cambiarme, Hugo había dejado a mi “invitado” esperando afuera. Me calcé las sandalias y bajé las escalera con Hugo jalándome de la mano. -Hugo, sé en dónde queda la entrada del Castillo, no necesitas llevarme.- regañé al elfo mientras aún e jalaba de la mano para que fuera aún más rápido, pero no había caso, el elfo no iba a soltarme por más que se lo ordenara. Al llegar pude visualizar a un joven, su silueta su fue aclarando a medida que nos acercábamos a él, lo miré y negué con la cabeza esbozando un sonrisa.- ¿Qué andas haciendo por acá? No creí que vendrías a verme-. Le besé la mejilla aún con la sonrisa en mi rostro.
  17. Me recosté sobre el sillón, extendí mis piernas y recosté a Becan en mi pecho, los murmullos de los presentes iban a despertarlo en cualquier momento y no quería que se despertara llorando como cualquier niño a su edad. Mis ojos se cerraron lentamente por un momento y mi cabeza comenzó a dar vuelta, pronto unas imágenes aparecieron y entre susurros podía escuchar mi nombre; en mi cabeza se oían como murmullos demoniacos con un tono hipnotizaste que me hacía estremecer. Me desperté sobresaltada, y abrí los ojos inmediatamente, mi corazón latía tan rápido que parecía que se me iba a salir del pecho.- ¡Casi me matas del susto!-. Le reproché a mi hermana incorporándome para que se sentara a mi lado, no sabía exactamente lo que me había preguntado, solamente había escuchado la palabra “sobrino?” por lo que pude deducir que me preguntaba si el niño que descansaba en mi pecho lo era o no. -Ammm sí, este es Becan.- Sonreí aún atontada y me acerqué a ella para que lo viera; lo tomó en brazos mientras sonreía. Hugo-Elfo de Isabella. El elfo se encontraba en la cocina lavando unos trastes parado sobre un banco de madera, las tareas de los elfos domésticos no eran nada sencillas, estar siempre a la disposición de sus amos, cumplir todos sus pedidos, preparar todas las comidas habidas y por haber, mantener aseado cada rincón del castillo; pero lo más difícil era aguantar los malos tratos de parte de sus amos. Hugo no era como los demás, amaba a su ama, amaba que ella le gritase, que le acariciara la cabeza cada vez que hacía bien su trabajo, era uno de los pocos elfos que no dejan que sus amos hagan cosas por sí solos. Isabella tenía que designarle trabajos extra a Hugo como arreglar el jardín, atender a los invitados, servir la cena y cuidar a Becan; porque cuando este estaba libre se volvía loco por atender a su ama y no la dejaba hacer absolutamente nada . El pequeño elfo escuchó que un auto aparcaba en el estacionamiento.- ¡Tenemos visita! -. Exclamó este dando un brinco para bajarse del banco en donde se encontraba parado. Presuroso corrió lo más rápido que pudo, llevándose un par de cosas por delante, hasta la puerta principal. Los grandes ojos azules del elfo captaron la silueta de un muchacho con una caja y un ramo de rosas, se acercó hasta él y le dijo.- Buenas noches joven ¿A quién anda buscando?
  18. Antoni últimamente actuaba muy raro, había evadido completamente mi pregunta y para tratar de salir de esta conversación, al parecer incómoda para él, se marchó dándonos un beso a Becan y a mí. Atravesó la puerta seguido por el elfo y desapareció por el pasillo en busca de su habitación. Me encogí de hombros y vi al pequeño niño dormido entre mis brazos; me levanté del sillón y lo dejé sobre mi cama para que siga durmiendo mientras yo me daba un no tan largo baño. Lo necesitaba después de ese largo día en el Hotel, mi cabeza aún no dejaba de dar vueltas. El baño estaba caliente, dejé que mi cuerpo se aflojara y cerré los ojos para disfrutarlo aún más; no tenía muchas ganas de salir de ahí pero Becan se despertaría en cualquier momento y no me daría tiempo ni siquiera a cambiarme. Suspiré y me levanté con pesadez, tomé la bata que estaba colgada en el perchero y me la coloqué, ajusté el cinturón la cintura y salí de completamente de la tina. Me agaché y le quité el tapón para que el agua se fuera. Solté mi cabello de la coleta que me había hecho y salí del baño encaminándome al vestidor. Tomé la caja rosada de victoria secrets y saqué mi pijama en forma de vestido color negro. Al salir, tomé a Becan quien seguía dormido, pero no podía dejarlo solo en mi habitación. Bajé las escaleras hasta llegar a la sala y vi a mi tío con un par de chicas, me acerqué a ellas y saludé. Me senté en uno de los sillones, en esos momentos se me antojaban unas ranas de chocolate y una cerveza de mantequilla.
  19. Mi vista vagó por cada rincón de la planta, me llamaba la atención lo colorido del lugar, las decoraciones estaban prolijamente ubicadas y no había nada fuera de lugar, los finos arreglos de flores estaban ubicados perfectamente en el centro de la mesa, las flores estaban frescas y de ellas se desprendía un aroma dulce y fresco que era casi hipnotizaste. << ¿Qué ves? >> Me replicó el paladín volteándose para tratar de ver lo mismo que yo veía.- ¿A caso te preocupa que vea un chico guapo?- Inquirí arqueando las cejas y mirando a las pocas personas que se encontraban en la segunda planta. A juzgar por las circunstancias este era un bar al que los magos y brujas asistían solo para tomar unos tragos y conocer a gente nueva. Antes que Tadeo pueda contestar apareció un muchacho de tez morena y cabello oscuro que estaba vestido de camarero; al acercarse a nuestra mesa nos tendió el menú diciendo: << Buenas noches. Bienvenidos a Doyle's.>> Hizo una pausa breve y continuó << Cuando tengan ganas de ordenar me pueden llamar, estaré por acá para atenderles.>> .- Está bien-. Contesté, este nos guiñó el ojo y se alejó un par de pasos para darnos privacidad. Tomé el menú y recorrí lo revisé de punta a punta, pasando las hojas y volviendo a las anteriores, no sabía que pedir, estaba indecisa y la verdad que la pasta era una de mis debilidades.- ¿Qué vas a pedir?-. Le pregunté sin levantar la vista del menú que sostenía en mis manos.- Los fideos con crema y camarones no serían una mala elección.- Dije llevándome el dedo índice a los labios en modo pensativo.
  20. Entré al lugar, todo estaba cubierto por tapiz rojo pasión, me agradaba ya que el rojo era uno de mis colores favoritos, no estaba tan mal después de todo.- ¿Cómo que no sabes si hay que pedir o no reservación?-. Lo fulminé con la mirada.- ¿Me traes hasta aquí y ni siquiera sabes si hay que pedir una?- La sangre se me subió a la cabeza, sentía ganas de estrangularlo, pero no me podía dejar llevar por mis instintos. Caminé hasta la escalera de Mármol mientras observaba todo, tratando de captar cada detalle de decoraciones, había flores, cuadros eso sin contar a las parejas que se estaban prácticamente devorando por el exceso de alcohol en los cócteles que habían estado bebiendo con anterioridad. Subí las escaleras lentamente tratando de no caer, las escaleras de mármol y los tacones no son una buena combinación. Tas haber subido unos diez escalones más llegué a la entrada de la segunda planta, la cual estaba decorada con mesas rojas y cillas de las misma tonalidad. Nos ubicamos en unas de las mesas del centro, uno en frente del otro.- Me agrada, nunca vine a un lugar como este, tiene un toque de glamur y elegancia.- Sonreí de lado observando los candelabros que colgaban encima de la cabeza de Tadeo.
  21. Era una noche cálida de luna llena, el cielo estaba cubierto de estrellas que brillaban como focos en el espacio, todo estaba tranquilo, los lobo aullaban en el Bosque Prohibido, estaban lejos pero aún así podía escucharlos; los magos y brujas disfrutaban en los distintos bares del Callejón, mientras yo me encontraba caminando a la par de un hombre desconocido. Caminamos por las calles adoquinadas de Londres, cada vez que nos adentrábamos más al callejón la temperatura bajaba haciendo que se erizara la piel; seguimos avanzado hasta llegar a un bar de dos plantas, era pintoresco pero parecía elegante y moderno, no acostumbraba a ir a lugares así pero no perdía nada con intentarlo. -¿Me estas diciendo que me invitaste a salir como un gesto de disculpa por interrumpir en mi oficina?- Dije en tono de reproche mientras lo miraba de reojo.- Acepté venir solo porque no tienes cara de secuestrador, bueno, no tanto-. Solté una pequeña risa burlona que resonó por todo el lugar.- Espero tu "mejor respuesta".
  22. Hola familia me insistieron tanto hasta que me decidí a pasarme por acá, andaba buscando una familia adoptiva y bueno el Fokeroso se ofreció (? o lo ofrecieron xD les dejo el registro para ser la hijosa oficial del burris *lo mima* papá dame Galeones *00* xDD me sobornaron Tia Clau prepara porque sabes que amo las firmas ÒuÓ Ficha para la inscripción. • Nick: Isabella Rexdemort Xtrog • Fecha de Nacimiento: 04/05/1998 • Bando de preferencia: Marca tenebrosa • Parentesco y de quien: Hija de Fokker • Mascotas y/o elfos: --- • ¿Esta será tu familia sanguínea o adoptiva?: Adoptiva • Link a la ficha de personaje (Si se tiene): Ficha • Link a la bóveda personal (si se tiene): Bóveda • Link a una imagen que te represente (Solo si se tiene): http://i.imgur.com/AFIbP80.png • Link a la imagen de tu habitación o en su defecto, descripción del dicha estancia: http://i.imgur.com/dnH03lC.png?1
  23. Me acomodé en el sillón cruzándome de piernas cuando el pequeño Antoni me abrazó; un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, no estaba acostumbrada a esta clase de afectos; dudé por un momento pero al final lo abracé igual. Justo cuando mis ojos se estaban adaptando a la falta de luz esta se decidió a volver haciendo que me encandilara; tuve que pestañar varias veces hasta acostumbrarme a ver todo claramente.- Claro que puedes quedarte, este es un castillo muy grande, luego le diré a Hugo que te designe una habitación y que ayude a instalarte en una. Estaba cansada, quería tomar un baño y luego meterme en la cama con Becan y comer unas ranas de chocolate, quizás esta era una buena oportunidad de presentarlos, seguramente a Antoni le agradaría la idea. -Dime cielo ¿Qué te trae por aquí?- Era obvio que algo lo traía por aquí, pero ¿Qué habrá ocurrido? Había mencionado que ya no se preocupaban por él pero ¿Quiénes? ¿Sus padres? ¿La gente con que vivía? Un <<Crack>> resonó en la habitación mientras nos quedamos en silencio, un Elfo apareció cargando a un pequeño bebé de no más de cuatro meses de edad.- Mi ama, el pequeño Becan no deja de llorar, Hugo ya no sabe qué hacer para callarlo-. Lo dejó entre mis brazos y se jaló las orejas mientras Becan no dejaba de llorar. Lo mecí entre mis brazos intentando calmarlo.- Ya cielo, no llores.- lo recosté contra mi pecho hasta que su llanto cesó. -Hugo, consigue una habitación para Antoni, se quedará con nosotros un tiempo- miré a mi ahijado y este me dedicó una dulce sonrisa.
  24. El castillo era un tremendo caos, la luz se había ido cuando apareció Diego reclamando una “herencia”, todos gritaban cosas tratando de calmar las aguas, lo cual era imposible en ese momento. Los truenos comenzaron a rugir con tanta fuerza que los vidrios de los ventanales vibraron con tanta intensidad que estuvieron a punto de quebrarse. Tapé mis oídos y cerré los ojos con fuerza liberando un desgarrador y desesperado grito, sentí como mis cuerdas vocales oscilaron en mi interior, en ese momento todos quedaron en absoluto silencio mientras yo me ya había empezado a llorar. Las luces parpadearon un par de veces hasta otro rugido del cielo llenó el vacío. Un rayo iluminó todo el castillo y la cara de confusión de Antoni me impactó. Lo jalé de la manga de la remera que llevaba y lo tomé en mis brazos apretándolo con todas mis fuerzas contra mi pecho. Las lágrimas corrían por mis mejillas como lo hacían las aguas de las cataratas. -Ven, vámonos -.Le susurré mientras a paso lento subimos las infinitas escaleras pegándonos a la pared para tratar de ubicarnos en el enorme castillo. Luego de subir cuatro pisos abrí la puerta de mi habitación. Sequé mis lágrimas y senté a Antoni en un sillón.- Iré por unas velas, espérame-. Me encaminé hasta el vestido, revolví un cajón del armario y encontré tres grandes velas, caminé con cuidado hasta donde se encontraba mi ahijado y coloqué las cerillas sobre la mesa de ratona y las encendí. -Mucho mejor, ¿no crees?- . Susurré con voz tranquila y me senté a su lado.
  25. Mi hermana Kissa apareció a mi lado, por lo visto se abrió paso lo más que pudo entre la multitud para poder encontrarme. El sujeto del micrupuff azul en la cabeza no dejaba de decir cosas realmente est****as y revolviéndome de forma irritante el cabello, las mejillas me ardían como nunca y eso pasaba cuando estaba molesta. -¡Me importa un bledo quien seas!-. Mi nivel de enojo había aumentado drásticamente en tan solo un par de segundos, si mi padre jamás lo había mencionado debe haber sido por una razón y esa razón era que este tal Randal era un pesado, su efusividad era irritante y su “dulzura” empalagosa. Dirigí mi mirada al pequeño Antoni, que estaba completamente impresionado por la situación en la que nos encontrábamos, acaricié su cabello suavemente tratando no escuchar las babosadas que escupía mi supuesto tío. Apreté los dientes y los puños con fuerza tratando de controlar las ganas de estrangularlo y sacarle los ojos con las uñas y luego alimentar las aves con ellos.- ¡¿Víbora?! ¿A quién estás llamando víbora?-. Esa fue la gota que derramó el vaso. Mis ojos tan grises como el acero se tornaron rojizos. Me abalancé sobre el con intenciones asesinas pero mi hermana me jalo hacia ella para que no rasguñara a Randal. -¡¡Sueltame!! Te lo ordeno-. Dije con brusquedad, pero ella hizo caso omiso a mi orden y siguió sujetándome con todas sus fuerzas hasta que pude tranquilizarme lo cual no pasó. Off: *ISy *ISabella u.ú *zape a todos* escriben mal mi nombre y me da cáncer leer Issabella Issy e.é (? PD: se aceptan +1 no me enojo eh C:

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