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Isabella Hawthorne R.

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Todo lo publicado por Isabella Hawthorne R.

  1. —Haces que elija la persona más indecisa del mundo—. Le recordé mirándolo a los ojos y dándole un corto beso en los labios. Mis ojos se volvieron a la carde del menú que él tenía en sus manos. Dejé que su mano descansara sobre mi cintura mientras sentía como se movían sus dedos dándome una suave caricia. Mordí mi labio inferior mientras pasaba la mirada por cada uno de los pedidos que podría llegar a hacer. — Bueno el chocolate cake no está tan mal—. Sonreí mientras daba vuelta la hija del menú y revisaba la lista de bebidas— ¿Un café te parece bien? — Inquirí volviendo la vista al paladín. Luego de haber realizado la orden mis ojos vagaron por todo el café, parecía que nos encontrábamos en otro mundo, me sentía como en Francia, anhelaba estar ahí, rodeada de todo lo que me gustaba, por eso siempre que necesitaba estar con mis raíces me daba una vuelta por Ladurée. Lancé un suspiro mientas miraba por la ventana. Si había algo que me incomodaba en ese lugar era lo que se estaba germinando dentro de mí, pero vaya a donde vaya estaría conmigo, ya no soportaba más saber de su existencia o de su posible existencia… ya no soportaba más el estrés y la ansiedad que me provocaba. Miré nuevamente a Tadeo, quien, por suerte, no se había percatado de lo tensa y callada que había estado. Al principio dudé, pero me tragué el nudo que sentía en la garganta y comencé a decir: — Tengo un atraso —.Dije con un murmullo inaudible sin siquiera mirarlo, mis ojos se humedecieron mientras jugaba con mis finos dedos sobre la mesa.
  2. Clavé mi mirada en la suya, podía notar lo tenso que estaba el muchacho, quizás pensar en decirle eso no era una buena idea. Sonreí relajada, para que no se asustara, la verdad es que no pensaba decirle lo que verdaderamente me atormentaba y lo que menos pretendía era que esto le quitara el sueño al joven paladín. — Estuve investigando un poco... y no soy la hija biológica de Giovanna, lo que significa que no pertenezco a la familia Atkins—. Sonreí ampliamente al ver su reacción, la verdad es que mantener una relación con tu supuesta prima deja mucho que desear. Relamí mis labios mientras le echaba un vistazo al menú que el mozo nos había facilitado.
  3. Hacía más o menos tres semanas de nuestro encuentro en la Ravenclaw, no nos habíamos visto desde entonces, a los pocos días me había enfermado y nos comunicábamos mediante cartas que no eran la gran cosa, nada como vernos y sentir el calor que emanaba su cuerpo. No acostumbrábamos a salir mucho, por lo general me iba a visitar en el castillo, lo cual era un enorme sacrificio para él, pero lo que yo no lograba entender completamente era por qué no le parecía agradable. Nunca quise tocar ese tema ya que sabía que nos traería discusiones, y eso era lo que yo menos quería. Me mantuve en silencio todo el trayecto hasta la cafetería, no era la primera vez que iba y podría decirse que ese lugar me encantaba, la comida, el lugar y la atención eran de primera. Luego de que el camarero nos atendiera accedimos a sentarnos en Le Salon Castiglione. El lugar estaba bien iluminado y me parecía perfecto. Le dediqué una sonrisa mientras tomaba asiento en una de las sillas de maderas. — Hay un par de cosas que debo decirte—. Le dije mirándolo a los ojos mientras acomodaba suéter blanco de lana.
  4. Una de sus manos subió por mi columna, sus suaves caricias hicieron que me estremeciera entre sus brazos. Sentía mi piel arder bajo sus besos cálidos, nunca logré entender la frialdad que emanaba de la misma. Un cosquilleo se produjo dentro de mí producto al suave masajeo que dejó en mi cuello con la yema de sus dedos. Los latidos de mi corazón se aceleraron, lo tomé del cuello de la camisa que se tratada de desprender y lo atraje hacia mí poniéndolo de pie. Me separé de sus labios y acaricié con mis pulgares sus mejillas mientras miraba el un destello en sus pupilas. Tomamos varias bocanadas de aire mientras intercambiamos miradas. Las luces estaban apagadas y la luz de la luna y las estrellas que se filtraban por la ventana le daban un toque dramático a la habitación volviendo todo de blanco y negro. Desprendí los últimos botones de su camisa mientras rozaba mis nudillos por su pecho. Cuando se despojó de su camisa pude acariciar tu torso con libertar mientras mordía el lóbulo de su oreja y él levantaba lentamente mi suéter negro. Envolví una de mis piernas alrededor de sus caderas, rodee su cuello con mis brazos y me ayudé a subir, mis labios se juntaron nuevamente con los suyos y ambos nos vimos enfrascados en un cálido beso. — No me dejes caer —. Susurré dulcemente en sus labios mientras me desprendía de su cuello para agarrar el borde de mí suéter. Sentí el rose de mis mechones rubios sobre mi espalda desnuda, su mirada y sus caricias no me molestaban en absoluto, pero el calor que recorría mi cuerpo hacía que mis mejillas ardieran y esto hacía que me viera más aniñada e inocente de lo normal. En aquella habitación no existía el silencio, todo había sido ocupado por el sonido irregular de los jadeos, susurros y gemidos. Gracias a Merlín cada habitación contaba con hechizos silenciadores para proteger la intimidad de los integrantes de la familia, porque si no en este momento nuestros propios suspiros y gemidos nos hubiesen delatado. Me dejó en el medio de la cama mientras nos mirábamos con sonrisas maliciosas expectantes de lo que iba a pasar, observé como se deshacía de sus pantalones y entraba a gatas a la cama, como un león que está a punto de embestir a su presa, para quedar encima de mí. Pasé mis manos debajo se sus brazos y, con suevas caricias subía hasta sus anchos hombros y los apreté mientras lo apegaba más a mí.
  5. Una sonrisa pícara se me formó en los labios. - ¿Becan? Él está dormido hace un par de horas - Sonreí al recordarlo como se veía dormido dentro de su cuna. - Nunca pensé que se fuese a portar tan bien y más cuando es tan malcriado como la madre - sonreí - he dejado de trabajar, me di cuenta que ya no pasaba tiempo con él-. Se me formó un nudo en la garganta y me vi obligada a bajar la mirada. - Y su niñez se me pasó muy rápido y no pude disfrutarlo. La voz se me fue quebrando cada vez más al punto de que ya no podía hablar o me largaría a llorar. Nos quedamos un momento en silencio, pero él me había venido a visitar para que pasemos un rato juntos sin problemas, no para ser mi pañuelo. Tomé una bocanada de aire y lo miré sonriendo mientras me acercaba a él sigilosamente con un aire seductor. Mi andar se detuvo cuando mis piernas estuvieron encerradas por sus rodillas y mis pies estaban dentro de los de él. Incliné mi cuerpo hacia adelante mientras mis manos descansaban en el colchón como punto de apoyo. Nuestros ojos brillaron con picardía mientras mis labios se movieron para susurrar: - Entonces me encargaré de hacer que este lugar sea tu primera opción -. Mis manos se posaron en el cuello de la chaqueta negra que estaba abierta y lentamente comencé a deslizarla por sus hombros, con su ayuda conseguí quitarcela. Mis manos bajaron por sus brazos acariciando sus músculos para poder tomar sus manos y apoyarlas en mis caderas mientras besaba sus labios devoraban a los suyos lujuriosamente.
  6. Lo tomé del cuello dela chaquea de cuero que tenía encima y fundí nuestros labios en un profundo beso antes de que él pudiera contentar mi pregunta, apenas lo dejaba responder, pero me encantaban sus susurros y más cuando sus labios estaban casi pegados a los míos. - No te agrada el Castillo? - Lo miré a los ojos mientras que en mis labios se formaba un pucherrito solo para hacerlo sentir culpable. Su leve pellizco hizo que soltara un quejido y que impulsara mi cuerpo hasta pegarlo cntra el suyo completamente, sentía ganas de besarlo, pero eso no iba con mi fase de resentida que acababa de platearle y por eso me limité a morder su cuello lo sufisientemnte fuerte para que al otro día le quedara una marca. Sonreí con satisfacción mientras lo miraba directamente a los ojos. -Eres grosero ¿sabes? - Dieje en forma aniñada mientras me cruzaba de brazos y me iba a cerrar la ventana por la que, minutos antes el paladín había ingresado a mi habitación. - Eso y que llegas sin avisar en la madrugada y que una anda en pijamas-. Dije riend suavemente mientras me voleteaba para observarlo desde lo lejos.
  7. Era en la madrugada, un ruido proveniente de los jardines hizo que me despertara sobresaltada. Me quedé sentada en la cama con la vista clavada en el ventanal que tenía justo enfrente de mi cama, las cortinas traslucidas se movían por la suave brisa que entraba ¿Otra vez me había olvidado la ventana abierta? El corazón se me aceleró sin motivos, tenía un mal presentimiento, como si algún asesino entraría y me mataría a sangre fría. El corazón me dio un vuelto al observar una figura negra acercarse a la ventana y tratar de abrirla, sentí ganas se gritar y salir corriendo,, pero no lo iba a hacer. Tomé mi varita de ébano que se encontraba sobre la mesa no noche y me limité a esperar que el sujeto entrara. Los segundos que pasaron fueron interminables, sentía ganas de que esto se terminara de una vez por todas, sentía la necesidad de saber quien era esa persona y con que intensiones se mentía al castillo a estas horas de la noche. Con un <<crack>> la cerradura de la puerta que daba hacia el balcón se abrió y lentamente, primero apareció un brazo que estaba cubierto con una chaqueta negra hasta la altura de la muñeca, luego aquel sujeto pasó una pierna. Mi respiración se cortó hasta que el muchacho se adentró completamente a la habitación. Sentí como se me volvió el alma al cuerpo cuando vi su rostro iluminado por la luz de la luna. - Casi me matas del susto-. Murmuré mientras me quitaba las cobijas de encima y avanzaba hasta él para abrazarlo. Había olvidado que me encontraba con un gran suéter de lana color negro que me llegaba hasta los muslos, no tenía nada más que la ropa interior pero él fue el que se metió a mi habitación. Mis labios se juntaron con los suyos y susurrando entre sus labios le pregunté: -¿Qué haces aquí?
  8. Mis obre se posaron en los del castaño, la verdad no lograba entender completamente lo que estaba diciendo para luego decir: — ¿Que no estuvo conmigo cuando más lo necesité? Si no estuvo es porque ni siquiera sabía que yo existía, fuiste tú quien me dejó abandonada cuando más te necesité. No puedo creer lo que estás diciendo—. Cada vez sentía que las palabras que salían por mi boca sonaban más quebradas. Cerré los ojos pero cuando volví a abrirlos todo estaba completamente oscuro. Entorné los ojos para que los mismos se acostumbraran a la oscuridad; pero antes de poder hacerlo el mago movió su varita y encendió los candelabros. Pero para ese momento una lágrima cristalina se desprendió de mis ojos y ya estaba recorriendo mi mejilla. Odiaba que la gente me viera llorar, me sentía verdaderamente humillada. Bajé la mirada rápidamente y levanté mi mano para secarla. Antes que pudiera hacerlo sentí la suave caricia del Crowley. Mis ojos se volvieron a posar en los suyos y sentí ganas de lanzarme en sus brazos y llorar en su pecho como lo hacía cuando era tan solo una niña. — Siempre tienes la excusa perfecta de la casualidad, pero si me seguías el rastro como lo dices no fue completamente una casualidad, sabías que frecuento mucho el Callejón y también sabías que me encontrarías ahí algún día. Abrí la boca para contestarle de nuevo, pero fui interrumpida por una gran estruendo que provino del cielo, ambos conservamos el silencio y nos pusimos a escuchar los golpes de las gotas resonando en el techo del Castillo. El taconeo de alguien me distrajo de mis pensamientos, no sabía si decirle a mi "padre" que había tenido un pequeño niño llamado Becan. Mis obres se dirigieron a la figura femenina que bajaba por las escaleras, la cual se dirigió a Fokker pero no me quitó los ojos de encima. Aclaré mi garganta, odiaba que la gente hablara de mí como si no estuviera presente. Escuché las palabras de Fokker, me costaron procesarlas pero una de ellas me resonaron en la cabeza "es tu hermana" "hermana". Fruncí el entrecejo tratando de comprender, la verdad no sabía que ella existía. —¿Hermana? ¿Cómo que hermana? — Mi tono de voz estaba un poco más áspero, la verdad estaba molesta, me desaparecía por más de un año y él ya me buscaba reemplazo ¿Cómo podía?
  9. Mi mirada recorrió a todos lo que se encontraban en el pasillo en ese momento. La joven mujer era una de mis tías, que al parecer se encontraba en busca de mi padre, pero para su mala suerte este no se encontraba en el castillo, se veía un poco perdida, su mirada vagaba por todo el castillo como si se hubiera perdido en medio del Bosque Prohibido y no pudiera encontrar la salida. Mis ojos se posaron en el otro individuo que al parecer la acompañaba, pero ella estaba tan perdida que, a decir verdad, dudé de que no haya sido sometida a un maleficio inperdonble por parte del muchacho con la excusa de ingresar al castillo sin que los elfos lo hecharan a patadas. Por alguna razón había algo en él que me inspiraba desconfianza. Aclaré mi garganta y miré al elfo que se aproximaba y con un suave movimiento deposité a Becan en sus brazos. Avancé detrás de ellos, casi pisándole los talones al recién llegado, hasta llegar al comedor. Tomé asiento en una de las sillas, justo a la derecha de Antoni, el cual ordenó a los elfos que nos sirvieran un par de trago para poder brindar. Solté una carcajada cuando el muchacho, Sebastían, dijo algo sobre "conocer la historia familia" -¿De verdad crees que le contaremos la historia de nuestra familia a un desconocido? Por favor... -. Tomé el vaso de whisky y le di un sorbo, no estaba de ánimos como para contarla la historia de nuestra familia, y menos a un recién llegado que, a simple vista, se notaba que era un curioso de primera. -Bueno, nosotros queremos saber más de ti- pasé la punta de mi lengua por una de las comisuras de mis labios y apoyé los codos en la mesa entrelazando mis dedos enderezando la postura.- Como bien dice mi sobrino, yo estoy a cargo y la verdad es que no me agradan los desconocidos.- Troné los dedos y arqueé una ceja esperando que comenzara- ¿Y bien?
  10. Isabella Hawthorne. La rubia se encontraba tirada boca arriba sobre su cama, no hacía mucho que había llegado del hospital mágico, las horas se le consumían bastante rápido y ya casi no tenía ni tiempo para descansar. Había pensado por varios días en renunciar, pero esa no era una de las mejores opciones que tenía, también pensó en comprarse un giratiempo con la suma de dinero que tenía en su bóveda personal pero para la Atkins era mucho mejor gastarlo en ropa y zapatos. Cerró los ojos tratando de conciliar el sueño, el cansancio era tal que su cabeza no dejaba de dar vueltas, sus pensamientos no la dejaban concentrarse en su principal objetivo: dormir. Abrió los ojos sobresaltada al escuchar el llanto de un bebé. Lanzó un suspiro y sin ánimo gritó: —¡HUGOOOO! —. No tenía ganas de atender a su malcriado hijo y además iba a estar mejor atendido por el pequeño elfo doméstico. Un “crack” sonó en la habitación en medio de los gritos y sollozos del pequeño niño que se encontraba en la cuna. Sin siquiera preguntar el elfo se acercó a esta y tomó al pequeño entre sus brazos mientras lo mecía y le daba su biberón. A los pocos segundos de que el líquido blanco entrara en su boca el pequeño cesó su llanto por arte de magia y entonces el elfo habló: — Amita, hay visitas, creo que debería ir a atender, el joven Antoni se encuentra solo. La Hawthorne lazó un suspiro y se incorporó de la cama, no podía dejar a su sobrino solo con esto. Se levantó y le arrebató al pequeño niño de obres azules al elfo. Abrió la puerta de su habitación y bajó hasta el salón principal, pudo escuchar varios murmullos provenientes del comedor. Se dirigió a paso firme hasta donde se encontraban los recién llegados y los miró detenidamente. Un muchacho desconocido le llamó la atención, jamás lo había visto pero no le dio mucha importancia, todos los días aparecían familiares nuevos en busca de un hogar. — Buenas noches, Bienvenidos sean a nuestro Castillo, por lo que puedo ver mi querido sobrino los atendió muy bien—. Saludó mientras se adentraba al comedor y tomaba asiento sentando al pequeño niño en sus piernas.
  11. Hola chicos ¿Cómo están? Bueno yo vengo a darle un par de avisos xD el 1°: Bueno, quiero comunicarles que me quiero dar la baja a la familia porque yo misma abrí una, espero que puedan aceptarme como amiga de la Crowley de todos modos, seré activa n.n y más si tengo que molestar al Burris xD. Están invitados a ser parte de la familia Hawthorne, ya sea como miembro o amigos de la misma. El 2°: Organizaremos una fiesta de inauguración de la Familia Hawthorne, pensamos hacer una fiesta de disfraces y me gustaría que ustedes estén presentes C: http://i.imgur.com/HSo7v75.png
  12. Hola familia, bueno yo vengo a dejarle una invitación, con el Lucoso pensamos hacer una especie de inauguración del Castillo y se nos ocurrió hacer una fiesta, y como se acerca Halloween será de disfraces, pueden llevar amigos, pareja o lo que quieran, la idea es que vayan todos lo de la Rav porque los amo u.ú bueno no se copien los disfraces xD http://i.imgur.com/HSo7v75.png
  13. Isy con Fokker en la Sala. La bruja se dejó guiar por el mago hasta el salón, el Castillo no había cambiado mucho desde que lo había abandonado hace unos años atrás. La rubia pudo sentir una sensación cálida dentro de su interior, tan placentera que era casi imposible de explicar. Un escalofrió la hizo estremecer, todos los recuerdos que se le venían a la mente en ese momento la hacían poner un poco incómoda. Detrás de las consistentes paredones del Castillo Crowley se escuchaban tenues relámpagos que hacían de su encuentro un poco menos reconfortante. El mago le hizo un gesto para que tomara asiento en uno de los sillones, la Atikins aceptó mientras su fría mirada se encontraba con la de su padre. – ¿Qué te hace pensar que no le he hecho preguntas? Claro que se las hice. Y yo no lo encontré, el destino nos unió. La rubia trataba de mantener la calma y no echarse a llorar ahí mismo, pero le costaba demasiado trabajo hablar con el nudo en la garganta que se le había formado. Odiaba las mentiras, pero entendía a su padre, ella no tenía ni una queja sobre cómo la había criado, siempre se sintió la más consentida y mimada a pesar de ser adoptada. Al recordar toda su infancia con el hombre que estaba sentado en frente de ella sus ojos se cristalizaron pero pestañeó para que sus lágrimas no se cayeran. –Claro, ahora pones esa excusa, la verdad es que si te hubieses querido acercar a mí lo hubieras hecho sin importar cuan feliz estuviera en ese momento–. Los reproches de la rubia iban adquiriendo un toque más agresivo, no quería llorar en frente de nadie, pensaba que eso iba a hacer que quede en ridículo. Le dirigió una mirada penétrate a Fokker mientras este trataba de contestarle.
  14. Hola chcicos, bueno yo vengo a dejar un aviso importante: Saqué a la Ravenclaw como familia de mi ficha, y vengo a darme la baja por eso, es que necesito tener una sola familia en la ficha para poder abrir una junto con Gastaprd y bueno ya la familia no era lo mismo, la sentía muy alejada de mí desde que no esta Franko, antes nosotros la manteníamos activa y bueno... no me siento bien si él no está Espero que puedan aceptarme como amiga de la misma y que ustedes se hagan amigos de la mía, están más que invitados n.n los quiero mucho
  15. Hola, vengo a pedir los siguientes cambios en la ficha de personaje: Nombre del personje: Isabella Essined Ravenclaw Sexo: Femenino Edad: Joven, 20 años Nacionalidad: Británica Familia(s): *~Atkins Padre(s) Sanguíneo: *~Giovanna Atkins Padre(s) Adoptivos: Trabajo: Hospital Mágico de San Mungo. Mazmorras (Heridos y Resurrecciones del Bando Mortífago). Aprendiz. Muchas gracias por su atención n.n espero que los cambios sean aceptados pronto, desde ya muchas gracias n.n Edito: me olvidé de los liks de las bóvedas T_T Link al Perfil de Comprador MM: -- Link a Bóveda Personal: Bóveda nº 96242 Link a Bóveda Trastera: Bóveda nº XXXXX Link a Bóveda de Negocio: Bóveda nº XXXXX Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda n°1011825 Familia Atkins Link a Bóveda Familiar 2:
  16. Isabella Atkins Escuché una voz bastante familiar que me obligó a levantar la vista en dirección a la puerta abierta. No me había percatado de que la puerta estaba abierta hasta ese entonces, un hombre de cabello castaño se asomaba a través de ella dejando al descubierto casi todo su cuerpo; por alguna extraña razón estaba vestido completamente de negro y algo me hizo pensar que estaba de duelo. Una sonrisa se había formado en su rostro, al parecer sí se alegraba de verme. Enderecé mi postura y lo miré fijamente por unos minutos, mi respiración era bastante entrecortada y no sabía cuál era la razón. Se acercó unos dos pasos para poder verme con detenimiento. Carraspee la garganta para luego contestarle: — Es una pena no poder decir lo mismo… Hice una breve pausa ¿A qué se refería cuando me decía en donde me encontraba? Sabía perfectamente él no era mi verdadero padre, pero creía que algo le interesaba, suponía que me había estado buscando después de que me había escapado por la ventana de mi habitación en una de las torres del castillo, pero al parecer me equivocaba. —Si te hubiese importado me hubieses buscado. ¿Qué en donde estaba? Por Dios, como si hubiese sido tan difícil encontrarme, era obvio que estada con mi verdadero padre —. Mis palabras fueron como cuchillos que intentaban atravesar su pecho sin tener piedad, no pensaba tener ni un poco de consideración por él, después de todo el tiempo que viví a base de sus mentiras. Si había que de verdad me molestaban era las mentiras.
  17. Hola familia, vengo a chusmear a ver que onda, todo porque vi que Juli se pasó y vi en topic del registro activo jajaj al perecer la decisión de mi querida hermana dejó a muchas almas en desgracia (no se ofendan, ex's sobrinos) bueno hay que matarla por eso (? Nah, ella es un amo la amo aunque me aya dejado abandonada y los odio a ustedes por dejar abandonada a la Raven estoy hace más de un año y no son activos chicos, eso me desilusiona un poco u.ú es más casi sigo los pasos de Kissa y de solo pensarlo me dolió el corazón porque este castillo me trae bonitos recuerdos, las personas que lo habitan me llenan el alma y la verdad es que los aprecio a todos y cada uno de uestedes y por eso vengo a proponerles un rol familia. ¿que dicen? TODOS deben participar... si no más les vale que duerman con ojo abierto *los apunta con su varita*
  18. Isabella Atkins Había pasado prácticamente un año desde que me había enterado de que Fokker no era mi padre, aún seguía un poco dolida por su actitud de habérmelo ocultármelo por casi toda mi vida. Me había escapado del castillo Crowley una noche y desde entonces la familia no había sabido nada más de mí, ni yo de ellos. Pero sentía que debía disculparme por haberme comportado de esa manera, después de todo Fokker veló por mí sabiendo que no era su verdadera hija. Caminé por las calles de Ottery hasta encontrarme con la gran reja del Castillo Crowley. Había llegado más rápido de lo que parecía puesto que por todo el camino venía pensando en qué le diría a mi padre cuando me viera después de tanto tiempo, seguramente se espantaría ya que seguro me había dado por muerta, pero no era así, yo estaba más viva que nunca. Tomé una bocanada de aire y use mi mano en el picaporte, lo bajé y empujé el pesado portón negro hacia adentro, ingresé a los territorios del castillo. Todo estaba exactamente igual a cómo lo recordaba. Caminé por el sendero admirando el paisaje y acomodando mi túnica negra. Me acerqué hasta la gran puerta de entrada y toqué tres veces esperando a que un elfo me atendiera.
  19. Entré a paso firme después del elfo, el aire estaba un poco tenso, mi madre no dejaba de andar atrás de Cissy quien en sus manos tenía un tomo que al parecer era propiedad de Sira. Me quedé en silencio observando la situación; crucé mis brazos por delante de mi pecho mientras observaba a las mortífagas. Mis ojos iban de acá para allá sin entender demasiado lo que pasaba. Mi madre parecía completamente hipnotizada y cuando recibió nuevamente el libro lo contempló con gran fascinación, sus ojos brillaron y en sus labios se curvaron. No pasó mucho tiempo cuando un joven apareció con una sonrisa de oreja a oreja, se disculpó por su tardanza—Al parecer no soy la única impuntual—. Murmuré por lo bajo asegurándome que no me oyera, se acercó a nosotras y besó delicadamente la mano de cada una. Era obvio que nos quería engatusar, además al llegar mencionó algo de “lo bueno se hace desear”, puse los ojos en blanco y mantuve el silencio sin prestar demasiada atención a mi entorno. Otro muchacho se unió, este tenía un vaso lleno de brandi, a él lo conocía de algún lado, algo de familia tenía. Lo miré tratando de recordar en dónde lo había visto con anterioridad, pero por más que quisiera no podía hacerlo. Caminamos hasta los jardines, era un cálido día otoñal, las hojas de los árboles habían comenzado a tornarse de un color pardo. Mi madre dejó caer el libro de forma torpe, sentí ganas de reír al ver cómo le temblaban las manos al estar cerca del muchacho. Felicity, bastante cansada de la situación en la que estaba, desvainó su varita y apuntó directamente hacia el libro que aún estaba en manos de Sira, y justo cuando iba a pronunciar un hechizo el piso comenzó a temblar; me tambaleé pero fijé mis pies al piso para no caer. La caía fue eterna, pero por fin pude pisar tierra firma. Miré mis pies, estaban posados sobre un césped tan verde que parecía verde manzana, todo olía de maravillas, en especial las flores que estaban por casi todo el lugar. Poco a poco fui levantando la mirada, observé cada espacio, me gustaba ese lugar, me sentí cómoda, me daban ganas de recostarme a la sombra de un gran árbol y dormir una eternidad. Miré a mí alrededor, mi madre ya no conservaba el libro, no sabía en dónde había quedado. El silencio nos consumía, casi todo parecía perfecto, había un parque pero… ¿Por qué no había niños jugando en él? Eso era bastante sospechoso. Avancé un poco más hasta que mi madre rompió el silencio. Giré hacia ella, en busca de respuestas, pero la castaña se había separado del grupo y se había escabullido a una de las casas más cercanas. Por alguna extraña razón decidimos seguirla, sacábamos nuestras propias conclusiones y al parecer mi madre había tenido un poco de sed y se metió por un vaso de agua, era patético, pero no teníamos otra explicación hacia lo que acababa de suceder. Teníamos que ir a ver qué es lo que estaba sucediendo. Fee nos hizo una pequeña seña con la mano indicando que tengamos cuidado. La casa estaba como abandonada, los pocos muebles que contenía estaban cubiertos por sábanas amarillentas, llenas de polvo, había telas de araña por todas partes y el piso estaba cubierto por un fino polvillo blanco. Al parecer una especie de magia oscura habitaba la casa, sentía una especie de pánico gestándose en mi interior, sentí una especie de vacío en la boca del estómago justo cuando las cortinas y las puertas se cerraron. Estábamos completamente a oscuras sometidos a cualquier clase de peligro.
  20. Hoy era un día especial para mí, era mi primera experiencia como guardiana. La guardia nos tocaba en el castillo Haughton, lo más importante para mí era que no iba a estar completamente sola, iba a estar con mi madre, Cissy, Fee y Lucía, aunque eso no calmaba mis nervios. La noche anterior apenas había podido dormir, me la había pasado dando vueltas y vueltas en la cama. Luego de mi aparición en el castillo de la familia solté la mano de mi elfo el cual me había aparecido en ese lugar. Cada vez necesitaba más aparecer y desaparecer por mi propia cuenta pero eso no podía ser hasta hacer el examen de aparición. Suspiré, al parecer las chicas ya habían llegado porque yo la mayoría de las veces salía con retraso y acostumbraba a llegar tarde, pero siempre llegaba. Acomodé mi cabello rubio platinado para que quede perfectamente ordenado como me gustaba. Avancé por el sendero hasta la puerta principal, podía oír unos murmullos detrás de la puerta, toqué dos veces y esperé un momento para que me abrieran, me sentía un poco mal por haber llegado un poco tarde a la guardia, era nueva en esto y necesitaba que me explicara qué debía hacer y cómo debía hacerlo. Tenía las manos un poco sudorosas y me las sequé por el jean oscuro que traía puesto. Nunca me gustaron las túnicas, salvo las cortas para poder usar en verano, pero este día estaba bastante fresco como para usar una de esas. Mis ojos vagaron por toda la entrada del Castillo, la espera se me hacía eterna, cada minuto que pasaba se me hacían horas, ya no sabía que más hacer, entonces comencé a caminar en círculos alrededor de la gran puerta de entrada mientras acomodaba mi blusa mangas largas color negra, la cual marcaba mis pronunciadas curvas.
  21. Holaaa bueno yo vine porque ammmm tengo que subir el contador de mensajes y no tengo ganas de rolear On, hoy es muy domingo como para trabajar -.-'' y no tengo ganas de andar pensando en tramas ni nada por el estilo. A demás dentro de un rato se me acaba la paz porque me falta un post y termino RA /o/ asique tiene que ser PERFECTO (?) acá les dejo una gimen con las características de mi varita en Pottermore
  22. Sin decir una palabra seguí completando el formulario, no era tan complicado como cría desde el principio, la verdad es que estaba sorprendida en ese sentido. Cuando terminé de completarlo levanté la mirada y la presencia de una señorita me llamó la atención. Era un poco mayor de edad, no sabía muy bien que edad tenía pero a decir verdad podía ser mi madre. Len entregué la el formulario y esta se limitó a asentir. Luego de un momento musitó en voz baja: <<Un momento, por favor>> --Por supuesto-- Le contesté tratando de sonar amable, luego de controlar que todo estaría bajo control firmó el formulario y lo selló con el sello del Magic Mall.-- Sí, quiero llevármelo conmigo, por favor--. Le sonreí tratando de ser amable y luego agregué: -- No gracias, con eso es suficiente.
  23. Me encaminaba a paso firme en dirección al Magic Mall. Hacía mucho tiempo que tenía ganas de comprarme un perro, la verdad nunca lo había pensado tan profundamente como hace apenas unas semana, siempre pensé que cuidar a un cachorro iba a ser mucho trabajo, pero últimamente odiaba cada vez más a las personas que me rodeaban y necesita un nuevo amigo. Mis tacos resonaban con cada paso que daba, me acerqué hasta una ventanilla, no iba a comprar más una criatura, por eso planeaba irme lo más rápido posible, odiaba hacer esta clase de trámites, a decir verdad nunca me gustan en absoluto. Tomé un par de planillas y comencé a rellenarlas. Off: ID: 115027 Nick: Isabella Rexdemort Xtrong Bóveda: N° 96242 Fecha: 2014 - 09 - 6 Nombre del producto: Perro Objetos, Criatura o Poción: C Catalogación: X Puntos por unidad: 10 pts Cantidad de unidades: 1, hembra Precio por unidad: 500 G Precio total: 500 G Total de Puntos: 10 pts. Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Aprendiz En caso de ser criatura, objeto o poción para familia o negocio: --
  24. Rechiné los dientes ¿Sólo iba a decir eso? Casi fui violada por un idi*** y ella no le daba importancia a lo acababa de vivir; salvo por la cachetada que le había dado momentos antes, Athena no había sido de mucha ayuda, o al menos yo no estaba conforme con el supuesto regaño, hasta había llegado a pensar que ella había estado completamente de acuerdo con lo ocurrido. Me levanté de golpe y antes de que mis nervios estrellaran o muriera de cólera me marche furiosa a mi habitación mientras Athena le dedicaba unas palabras a Sev, quien no tardó en reunirse conmigo en el pasillo. No pude escuchar su conversación, pero podía jurar que se trataba de que me cuidara y no me dejaría sola. No dije nada en todo el trayecto, caminaba con la cabeza agachada mirando la palma de mi mano, la cual estaba completamente roja debido a la herida que tenía en el cuello. Ya me empezaba a sentir un poco más cansada por la pérdida de sangre. Esta vez estaba segura que debía doblar la cantidad de pastillas de hierro que debía tomar. Llegamos a mi habitación y lo miré por primera vez después de mucho tiempo. --¿Podrías buscarme un poco de ropa? La verdad me siento muy cansada y solo tengo energía para curarme la herida y limpiarme la sangre y quizás, con un poco de suerte, cambiarme --. Tenía ganas de reír pero lome limité a sonreí, giré sobre mis talones y me dirigí hasta el baño y me lavé las manos. Tomé cuatro pastillas de hierro y me las metí en la boca.
  25. ¡¡¡FAMILIA!!! me paso a hacer un poco de drama por acá ¿CÓMO ES ESO DE QUE NADIE ME QUIERE COMO MADRE? ok no xD soy un pésima madre (? pobrecito de Becan que lo tengo hiper abandonado xD. Bueno sólo venía a darles un poco de amor, en especial a mi Randy (maldeto espero que leas esto si no te patearé el trasero )*lo amorosea lo viola y lo bequea* te voy a pedir ese blinkie de Me hice bi por Isy" xDD Bueno ya no sé que mas decir shalala shalala (?? *huyo robando galeones de las bóvedas* o.ó

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