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Aaron Black Yaxley

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Todo lo publicado por Aaron Black Yaxley

  1. El fénix, sí, ese era la expresión de mi boggart. Solo había una salvedad, no es que le tuviese miedo a los fenixianos, ¡le temía a sus ideales! y así lo expresaba la criatura transformada frente a mí, con una varita quebrada entre sus garras ¡nos llevarían a la ruina!... Pero allí estaba, enfrentando mis temores, intentando controlar la respiración en alguna torre olvidada del castillo Black que se iluminaba tenuemente por el fuego de la mítica ave mágica. -Ridíkulus- sostuve varita en frente para ver como la criatura se transformaba en un pastel con el pico encendiendo una velita. De pronto la marca ardió, y supuse algo urgente tras la quemadura que se prolongó por varios segundos. Crucé la varita sobre mi rostro y me consumí entre fuego oscuro. Una intensa llamarada azabache se espigó tras de un mago que cautivaba toda mi atención el último tiempo. El nieto de Elvis Gryffindor se había unido a lo que otros denominaban como el lado oscuro, y si bien no les contradecía, para mí era una senda de completa libertad y conocimiento a mi más grande pasión, la magia. Observé a mi alrededor y mi voz viajó a través de la brisa como un frío susurro de invierno a través de los árboles aledaños. Era producto de la apariencia mortífaga que me caracterizaba -Goldor...¿con qué me sorprenderás esta mañana, eh muchacho?. Nemétona había logrado destruir Kings Cross. ¿Sería que el joven mago demostraría un poder similar?
  2. -Amo... su... El elfo había traído una jarra con una copa de cristalería sobre una bandeja de plata que producía un tintineo constante por el nerviosismo o peso en sus delgados brazos. Me volteé para admirar la torpeza con la que ofrecía lo que le había pedido y me apoyé divertido en el borde del mesón con los brazos cruzados. Aquellos ojos tan grandes como un plato de tacita de té me observaron preguntándose qué estaba haciendo mal ahora; su oreja quebrada a la mitad intentaba erguirse como su gemela. -Nius...- mi voz golpeaba las paredes como susurros bajo aquella apariencia enmascarada-...¿qué eres?... -¿Quién es Nius?- cuestionó el elfo un tanto incrédulo; quizás pensaba que por fin me había vuelto loco. -No me hagas repetirlo dos veces... - ¡Un digno sirviente de la casa Black, mi señor!- exclamó con algo de ímpetu y glorioso de sus propias palabras. -Eso ya lo sé...- le respondí de inmediato con un gesto de indiferencia-... yo soy humano, qué eres tú... -¡Ah!...- sonrió dichoso pues sabía la respuesta- ¡Nius es un elfo!... -Ah ... un elfo...- repetí con él, asintiendo ambos mientras nos observábamos cara a cara. Di un pisotón para asustarlo y le grité- ¡¿ENTONCES PORQUÉ NO TRAES LA BANDEJA LEVITANDO?! Mi temperamento era frágil. El elfo cayó de espaldas y con ello, toda el agua se derramó por el piso; intentó pararse un par de veces pero resbaló hasta que por fin chasqueó los dedos para aparecer colgado de la lámpara central en aquella estancia. -Nius limpiará eso, amo, Nius no hará más estup... -¡Déjalo!...-dicté y me serví un poco de agua con un ligero encantamiento sobre una de las copas vacías que habían aparecido con el banquete. Las botellas de vino y licores varios se abrirían mas tarde. -¿Quién limpiará entonces amo...- comenzó a preguntar agachando sus orejas y aún colgando de la iluminación. -¿Debo hacerlo yo?...- le pregunté con suma ironía. Justo entraba alguien al salón. ¿Se habría pegado el plantón con aquél espectáculo?. Observé su ligera reverencia y antes de atender a su pregunta le hice una seña a mi criatura con un movimiento raudo y seco de mi cabeza. Debía limpiar y desaparecer, y así fue. -No soy ninguna señoría, madame...Caelum Black- me presenté tras enseñarle la mesa- ¿algo de beber?... Si no había pisado la mansión hace meses o años no me importaba en lo más mínimo, pero su pregunta si me hizo querer responderla. -¿Para qué la necesito?...-cuestioné con una sutil armonía- no es para qué la necesite yo, señorita...-esperé a que se presentase, entonces repetí su nombre y continué- es para qué somos útiles nosotros. Semper fidelis, Toujours pur- concluí cual rezo. @ Helike R V PB
  3. Kalevi -¿Eh?... La voz de un niño, un joven de no más de trece años se hacía presente en el salón del castillo donde se encontraba el hijo de Aaron. Kalevi Rosier, hijo de Juliette y ahijado de Aaron cruzaba el dintel vistiendo una túnica que le quedaba ¡gigante!; las mangas golgaban a la mitad y los pliegues se alargaban más de metro y medio de arrastre. Era una prenda de su tío, de Black. Quedó de una pieza cuando vio al hijo de la zíngara, pues lo reconocía y lo había visto en otras ocasiones. -¿Qué tiene que ver el tío Aaron con los mortífagos?- preguntó el joven mago que jugaba a ser como su padrino. -Amo Matthew, amo Matthew...- apareció un elfo medio que nervioso y temeroso de caerle mal al hechicero en cuestión, más que mal, tenía el temperamento de su padre- ... el amo Black no se encuentra en el castillo...- soltó de una y reflejó la túnica del ex mandatario inglés en el joven Kalevi-... amo Rosier...usted... -Yo la limpiaré- dijo Kalevi sin escrúpulos, observó a Matthew por si creía que el elfo, sirviente mágico, debiese hacer tal cosa y agregó sin cuidado- ... no dejaré que unas manos de elfo toquen las ropas de mi padrino...sí, no lo dejaré...- entonces cuando Triviani no pudo verlo, le guiñó un ojo a la criatura. Se llevaban bien. -... este, amo Black... quiere que vaya por el...- lo pensó dos y tres veces-... ¿amo Black?... Kalevi siguió arrastrando la túnica de Aaron y se sentó algo enredado en uno de los sofá que allí se ubicaban. - ¿De qué es ese jugo?... @Matthew B. Triviani
  4. Un pequeño portal se abrió sobre los tejados descuidados de la mansión Riddle, centro del ocultismo tenebroso y cuna del mago tenebroso más grande de todos los tiempos. Caí golpeando la espalda sobre la techumbre para rodar por la pendiente a punta de quejidos hasta largarme hacia la yerba húmeda y mohosa que rodeaba la edificación. Quedé a dos centímetros del suelo, dos centímetros de darme una buena aplanada en el rostro metalizado por la apariencia mortífaga, dos centímetros que levitando, me permitieron recordar lo acontecido en el último minuto... ...fuego, humo por todas partes, gritos ensordecedores, el rugido de un dragón y a Potter Black a punto de capturarme otra vez. Solté una risa que se acrecentó en carcajadas que me hicieron olvidar el encantamiento con el que había evitado una dura caída. -Ouch...- plasmé contra el suelo y volví a reírme conmigo, de mí, de lo hecho y lo que no se pudo ¿qué no se pudo?-...eso estuvo cerca... El morsmordre había brillado con todo su esplendor tras sembrar terror y caos sobre la estación de Kings Cross. Candela había llegado en un dragón ¡una maldita bestia lanza llamas!. El secretario ministerial, Sean Linmer, había aparecido en escena con su élite de aurores para detener un ataque que ya había concluido y lo mejor de todo, es que no había aparecido ninguna pluma ardiente dando vueltas. Seguí riendo mientras me iba poniendo de pie hasta quedar en posición de descanso con las palmas en las rodillas; jamás había soltado mi varita. Tomé aire, y encaminándome con una mano puesta en el abdomen por el choque contra las viejas tejas de la casona, me adentré por las descuidadas paredes en ruinas como si de un fantasma se tratase por el mero efecto de la intangibilidad. Por dentro, la mansión del padre muggle de Tom no se veía tan olvidada como por fuera. Los salones eran muy bien cuidados por los elfos que servían al legado más puro de la comunidad mágica, las luces aunque tenues, iluminaban cada pasillo y habitación. Las escaleras eran de barandas lustradas y la verdad es que estar allí dentro no envidiaba mansión alguna de los adinerados en Ottery. -Mi señor, ¡mi señor! ¿está bien?- Nius, mi elfo, aparecía como siempre, dispuesto a darme una mano como si fuese un muggle desbalido. Yo venía entre risa y quejas, tomando aire para repetir la secuencia en cada apoyo que encontraba. Ni que fuese un borracho, como me habían tratado hace días atrás- ¿amo Black?... -Estoy bien, estoy bien...ahgg..hahaha ahhgss...- respondí a la criatura sin mayor cuidado, haciéndole señas de que se moviera hacia un costado para que me dejase el camino libre hacia el vestíbulo si no quería ganarse una patada en el trasero-... tra...ahggg hahaha...agua Nius, agua...tengo sed. Entonces el elfo se esfumó en una voluta de vapor que crucé cortando con los pliegues de mi túnica. Entré en el gran salón de nuestro punto de reunión y cargando la varita, hice que el tatuaje ardiera en cada miembro del bando que se había dignado a demostrarle al muggle lo que significaba declararnos la guerra. Me apoyé con ambas manos sobre el largo mesón cuyas numerosas sillas lo bordeaban y aparecí un banquete digno de coctelería. Lo merecíamos, merecíamos celebrar aquél día. Aún mantenía mi máscara. @ Dana Gryffindor @ Mael Blackfyre @ Sagitas Potter Blue @ Helike R V PB @ Candela Triviani @ Matthew B. Triviani @ Sybilla Macnair @ Xell Vladimir Potter Black y todo quien desee sumarse.
  5. Kings Cross? Check! ... Gracias Nemétona ^^ ...

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    2. Darla G Dumbledore
    3. Aaron Black Yaxley

      Aaron Black Yaxley

      AJJAJAJAJA << Repártanselo (?) XD ... Sean! el personaje que representas es digno de admirar, bien podría saber que las brujas y magos que levantaron varitas fue por magia oscura :perv:

      El obscurus podría estar en muchas partes Ministra... podríamos ir a buscarlo o mandar a algunos por él para no llevarnos todo el espectáculo. Así otros suman roles ^^... Qué tal si apareció atacando el Big ben (?) jjujuju

      JAJAJAJA Darla!!! >.<! xDDD

    4. Sean -Ojo Loco- Linmer

      Sean -Ojo Loco- Linmer

      A esta paso Londes se queda sin monumentos historicos...ya Azrael pero la Torre de Londes....ahora KC y despues el big Ben??? que malo somos...o son ustedes..jajaja

      Y si..podria darme cuenta de que esas brujas y magos son magia oscura....aun asi...lo que importa es la intencion...jajajaja....aunque lo hubieras dejado asi seria comico verme haciendo un papelazo magico. jajaja

  6. El equilibrio, sí, ¡cuanta razón tenía!... Aquella balanza siempre había estado destinada a la protección del muggle, a escondernos para cuidar su integridad, una que de por sí hoy se había quebrado ¡se había convertido en polvo! y eso era lo que el mundo necesitaba saber. Ya lo había dicho alguna vez entre las paredes de un cuartel general de aurores donde por experiencia y edad nadie había tomado en cuenta, lo había repetido mil y un veces más hasta destronar a mi media hermana en la dirección de inquisidores y la mano blanda con la que actuaba hasta finalmente proyectarlo como un mago civil en el puesto más grande de la política mágica ¡El Ministerio!. -sombras...- murmuré con excentricidad-... espero que hagan peso, porque no habrá equilibrio hasta que la libertad sea nuestra...- sonreí sin que los demás pudiesen verla por la identidad que presentaba. Aún me mecía lentamente de un lado a otro para cuando oí algunos cracks y puffs que dieron a conocer la llegada de los empleados ministeriales, élite del secretario Linmer. Le reconocí pues aquél falso Aaron siempre fue una conexión de alma cuyos conocimientos había aprendido desde la más alta estirpe de la casta tenebrosa, Asra Boswell. -¡Secretario!...- mi voz retumbaba por el lugar con aquellos ásperos susurros ante la apariencia mortifaga- yo que usted no me acercaría lo suficiente. Sean podría haber llegado con sus aurores, pero él era tan apegado a la norma que no se pondría a atacar a los civiles mágicos que habían entregado su varita a nuestros pronunciamientos. ¿Ya había mencionado tal cosa cuando el velo del andén mágico había caído? estaba seguro que sí. De aquella manera, súbditos mágicos apuntaron a sus famosos aurores a quienes superaban en número, al igual y por mera teatralidad, a las mortífagas escondidas en todo el embrollo. -madame, nos vemos luego...- ¿a quién se lo decía, sería a mi antigua directora del Cuartel General de Aurores, a Darla por el Liberacorpus, a Macnair quien también estaba en frente o a la gitana que me observaba con algo de odio?... No lo pensé dos veces. Un dragón podría con unos cuántos magos, pues y de seguro que la criatura de Candela era de temer tal cual su dueña. Ideé un haz de la noche a punto de tocar el suelo y el portal me tragó ileso de todo aquél espectáculo. Sean sabría que nos volveríamos a ver, de hecho y sin que él supiera, ya me conocía. Si sus trabajadores hubieran lanzado el más mínimo hechizo, sería interceptado por la gente de la destruida Kings Cross. Para cuando desaparecí, mis creaciones de fuego maldito, los postes y cables de luz cobrando vida, y los magos y brujas prestándome sus varitas, todo eso, pareció esfumarse por arte de magia. OFF: Amé todo esto... ¿cuándo otra vez?... ya lo verán ^^ jeje...
  7. Al tiempo que alguien elevaba la voz con mi nombre llamando mi atención y el exorbitante rugido del dragón daba algunos segundos de silencio con tan solo las alarmas y sirenas de fondo, me volteé hacia una bruja que reconocí al instante ¿cómo no hacerlo si trabajamos juntos por mucho tiempo en el cuartel general de aurores? así mismo logré divisar a Granger, Sybilla y Candela. Tampoco es que me hubiese dejado tiempo de reacción o respuesta, después de todo había sido parte de todo el caos generado, asesinatos y cuanta revuelta en los últimos veinte o treinta minutos. Recordé a mi ahijado en la misma posición en la que yo me hallaba ahora y reí, reí bajo aquella máscara adoctrinada bajo los principios más puros de la magia. Me hubiese cruzado de brazos si no hubiese sido por las cuerdas que ahora me ataban e impedían que pudiese atacar con precisión si así lo quisiese, pero no, solo fui menguando las sensaciones del momento tras difuminar la cúpula invisible que me había cubierto minutos atrás. Me mecía como un péndulo en un reloj de poca cuerda, silbando una melodía peculiar mientras observaba a todos allí, ya que, no solamente estaban ellas. Habían un montón de brujas y magos a nuestro favor. -¿Que no lo entiendes?- solté en susurros genuinos producto de la apariencia mortífaga. Susurros rimbombantes que parecían rebotar entre los escombros- capturarme o matarme...- bufé irónicamente ante lo último sin dar a conocer que ya había elaborado dos horrocrux- ...no cambiará nada. ¡Es un legado! ¡Un movimiento!... hoy puedo ser yo y antes de mí fueron otros más como Tom o Gellert. Si yo no estoy, ¡vendrán otros! y otros y otros... Me volví intangible y las cuerdas cayeron sin mayor inconveniente. - Esto no será lo primero ni lo segundo, madame...- sostuve sin mayor cuidado. Goldor seguía suelto, Umbra Mortis estaba allí y la Zíngara no me dejaría morir aunque se le cruzara tal idea por la mente en ese instante, primero debía pagarle la manutención de mis hijos. Ironicé tales cosas est****amente en mi cabeza, sus máscaras eran como fotografías en mi mente y así nadie con el poder adecuado sabría a quién imaginaba. Hasta Serpens hacía de las suyas a unos cuántos metros- ... podemos ser todos y nadie a la vez...-proseguí girando sobre mi propio eje. La verdad es que se sentía cómodo mientras no se me durmiesen las piernas y la sangre no me subiera hipotéticamente a la cabeza- ... estamos en todas partes, en varios países, en muchos continentes. ¡Somos una legión dispuesta a conquistar la magia! ... - exclamé con fervor sin tener la intención de bajarme ni mucho menos atacarles- ... piensen muy bien si caminan por la senda correcta. No siempre terminaré colgando de un tobillo ni tendrán a alguien para salvarles... podríamos ser el ave que canta por las mañanas desde sus ventanas; el mundo mágico será nuestro... Quizás ella tampoco esperó una respuesta poco hostil de mi parte, después de todo, conocía la identidad bajo la máscara.
  8. Lo siguiente sin duda había pasado en menos de cinco minutos. Un dragón se posaba sobre uno de los últimos pilares en pie, incrustando sus garras en el concreto y balanceando la estabilidad con sus alas mientras este último parecía derrumbarse pronto. La llamarada de su gran hocico la sorteé con un simple salvaguarda mágica antes de evitar en vano, que los aviones de caza muggle se perdieran por el horizonte. No estaba demás el espectáculo ¡un maldito dragón en pleno Londres! Los muggles de seguro no olvidarían este día, y si por casualidad lo hicieran, la red que ellos mismos creaban les impediría olvidar tal cosa. Pude admirar el caos por una última vez y descender con las necrohands aún de plataforma bajo mis pies hasta tierra firme. ¿Qué podrían hacer los muggles si todo lo que les rodeaba estaba destruído? ¿Cómo podrían acercarse a nuestra posición si los mismos postes, las llamaradas de fuego y una criatura mítica develaban el terrorífico poder que podíamos causar en cuestión de minutos?. El Morsmordre en el cielo gris de la ciudad imperaba ante mis ojos. La respuesta estaba hecha y marcada con sangre, sangre muggle. Lo último que pude apreciar entre nubes de polvo y derrumbes por los aleteos del dragón fue al obscurus tras el Expresso de Hogwarts. Nemétona se me había perdido de vista al igual que Sybilla e Ix chel. ¿Candela estaba allí también? ¿en qué minuto había aparecido? ¿porqué le atacaban? ¿acaso habrían descubierto que era una mortifaga? no, no... lo más seguro es que quisieran cobrarle alguna baratija robada, ¡maldita gitana! ...hermosas eran sus facciones pero aún así...¡estaba maldita!; las sirenas y alarmas seguían oyéndose por todo el lugar. Un portal mágico se abrió a lo lejos, entre llamaradas y vapor por las cañerías de agua que se habían roto mientras a mi alrededor todo parecía permanecer en el aire por la cúpula mágica que ostentaba. -...¡Gryffindor!... Pero aquel grito había sido en vano. Ella desaparecía junto con su sobrina, sin embargo aquél conjuro para cambiar rápidamente de lugar me dio una idea para detener a la masa negra que volvía directo hacia la estación luego de dejar caer al tren mágico... se detuvo por unos segundos ante una magia particular, era el momento. El haz de la noche que abrí por lo alto, con una mano extendida hacia el obscurus, dibujó un anillo frente a su tempestuosa y tormentosa forma, cuestión que para cuando quiso salir disparado a seguir destruyendo todo a su paso desapareció hacia tierras desconocidas. Quizás no tendría el dinero para pagarle a la ministra por su criatura pero aquello me dejaba sin cuidado. - Espero haya quedado claro el mensaje...- les dije a quienes aún estaban presentes en la estación, incluidos los extras mágicos que lograron reducir a varios otros que se les enfrentaron-... ¡el legado aún se mantiene vivo! ¡sepan escoger el camino hacia la libertad!...
  9. Ataque a Kings Cross Las explosiones por algunos puntos de la ciudad tras la caída de los helicópteros de seguro encendería todas las alarmas de Londres, y así fue. Por la televisión muggle comenzaron a relatar los sucesos, periodistas muggles que no se atrevían a ingresar más allá de tres o cuatro manzanas a la redonda. Las cámaras de los celulares propagaron imágenes de serpientes de fuego, llamaradas y columnas de humo que atemorizaban al resto del mundo. Grababan a seres encapuchados, cual dioses, haciendo estragos por todo el sector. -Amor corre...¡corre!...-gritaba a lo lejos una joven veinteañera esperando que su est****o novio dejase de grabar y escapara por el bien de ambos. - ¡Solo una historia más!... son ellos, son los magos de los que hablaban en la conferencia de la ONU... -A la mier** la ONU Charles, yo me v.... Una llamarada de fuego la alcanzaba al instante, incinerándola. El tipo solo pudo ver eso cuando otro de los magos había llegado a escena, pues luego fue preso de un azote de concreto que lo mandó a volar más de veinte metros. El chico llegó a dar muerto, con el móvil colgando en su muñeca por una correa de cuero, al costado de refuerzos policiales que evacuaban edificios aledaños a la estación de trenes; rápidamente acordonaban la zona, sin saber que nuestra magia era tan poderosa e imperante que aparecer y desaparecer era cuestión de idearlo en la mente. -¡Necesitamos refuerzos, repito, necesitamos refuerzos!...- exclamaba un oficial con un aparato apegado a su boca. Gritaba por radio al tiempo que sus azulados ojos observaban la pantalla trizada del muchacho. ¡¿De dónde demonios sacaban aquella fuerza bélica?! pensaba mientras oía cada vez más lejos el "...coordenadas oficial, dadme las coordenadas...oficial...¡oficial!" -Es el fin.... *** Caelum conjuraba unas necrohands que lo elevaban mientras extendía los brazos con total confianza y plenitud al tiempo que inspiraba la libertad que tanto anhelaba. ¡Los muggles no eran nada para él!. A unos cuántos metros de la tierra observó a su hijo incinerar unos cuantos humanos, ¡simples humanos sin magia!, mientras parloteaba el hecho de que solo un obscurus estuviese destrozando el lugar. Bufé una sonrisa y sobre las copas de los árboles y tejados varios, admiré las columnas de humo que había dejado la caída de aquellas maquinarias muggles que volaban segundos atrás sobre Kings Cross. -...¡Sonorus!...- exclamé con varita al cuello, aumentando considerablemente la voz que en susurros por la apariencia mortífaga, alcanzaría varios metros a la redonda- ¡sed fieles a nuestro poder! ¡sed fieles a la superioridad mágica que creyeron querer controlar! ....¡escóndanse ustedes bajo la tierra y dimensiones que tan solo pueden imaginar!...-quitó la varita de su cuello y la enarboló a su alrededor mientras susurraba un "Fortíficum" tras otro, logrando que varios pedazos de concreto cayesen sobre carros de refuerzo policial muggle. De pronto un zumbido arremetió ensordecedoramente el lugar, reflejando en la gélida y gris mirada de Black un avión de guerra que surcó el cielo a gran velocidad; lo siguieron un par más. Observó hacia bajo y vio como una nebulosa de indeterminado color cubría a quien luchaba contra Ix chel, permitiéndome ver el rostro de Macnair entre ellos. Entendí su posición. El obscurus finalmente estalló el portal del andén 9 3/4. Un círculo mágico mostraba la dimensión alterna a la estación no mágica, uno que se fue consumiendo como una tela alcanzada por el fuego, hasta quebrar el velo mágico que le protegía. -¡Únanse hermanos y hermanas!.... ¡únanse!.... ¡porque la magia nos pertenece!... Algunos sacaron sus varitas para hacer frente a la represión de los nomajs, más el resto comenzó a desaparecer sin dudarlo. Otros se enfrentaron entre ellos y finalmente estalló una contienda digna del caos.
  10. Con la marca ardiendo sobre el antebrazo y la máscara en su lugar, me abrí paso entre los destrozos del obscurus, aquella turbulenta nebulosa negra que golpeaba todo a su paso, haciendo parecer que fuesen simples ramas secas de un árbol muerto. Sirenas se oían a lo lejos, sirenas de carros muggles para intentar reducirnos o ayudar a los heridos, de hecho las divisé a lo lejos, a un par de cuadras rectas. Me me detuve a medio camino mientras la gente corría por los costados a varios metros de mi posición, elevé una mano a palma abierta y, concentrándome en los cables y postes de luz, les di vida... ¡cobraron vida!... Parecían serpientes que azotaban todo a su paso, agarrando muggles por la cintura para lanzarlos lejos o golpearlos contra murallas y carros. Destruían todo a su paso incluidas las radio patrullas de aquellos inconsecuentes sin magia. ¡Éramos inevitables! ¡los muggles habían declarado la guerra primero y este sería uno de los primeros acontecimientos que sufrirían!. Algunos polis a cubierto apuntaron sus armas de las cuales solo oí disparos, proyectiles que cuando entraron en la cúpula donde el tiempo se ralentizaba avanzaron irrisoriamente lentos. Tomé uno entre mis dedos y lo observé ante las miradas de asombro, de temor, ¡de impotencia!, entonces la puse en la punta de la varita con un encantamiento básico que le permitió pegarse a su punta y la disparé junto a las otras, hacia uno de ellos. Les dieron entre ceja y ceja, en los torsos, en donde cayesen... -¡Fuego maldito!- exclamé enarbolando la varita a mi alrededor. Dos llamaradas se unieron entrelazándose entre sí para formar una gran serpiente de casi quince metros de largo, criatura de fuego que se abalanzó contra la resistencia surcando el concreto hasta enrollarse en los carros y explotarlos uno por uno. Por cada pulso de fuego parecían verse las fauces de mi creación. La gente gritaba ¡estaban desesperados! Goldor, el joven con quien había compartido aquella reunión en la montaña, parecía divertirse. Así le observaba a lo lejos cuando una de las murallas cedió permitiendo ver los andenes desde plena vía pública. Elevé la vista hacia el cielo y vi como un par de helicópteros negros aparecían desde la nube que formaba el morsmordre. No pasó ni medio segundo cuando unos cohetes parecieron venir en contra mía y de Nemétona... no estaba ahí para salvarle y de seguro ella sabría como protegerse de un simple ataque de esos ínfimos seres sin magia. Obsistens, ideé en mi mente. Un cerco de luz me cubrió de pies a cabeza, cuestión que para cuando admiré los gigantescos proyectiles dentro de la barrera de tiempo, se absorbieran sin dejar rastro. Sin más elevé la varita con sutileza y utilicé el hechizo de las semillas de hielo, direccionando una ventisca tan gélida como los mismos polos de la tierra para detener las hélices de dichas máquinas de guerra, frágiles artefactos muggles que perdieron el vuelo cayendo en distintos puntos de la ciudad.
  11. ¡Lo haría! ¿cumpliría con su palabra?. La ministra era sin duda alguna, una bruja de armas tomar. La voz de Nemétona pareció salir desde cada rincón del vestíbulo del castillo Black, lugar donde me hallaba enseñando a mi ahijado las prácticas de un mago amante de la pureza mágica. Atacar Kings Cross decía aquella voz, cantando un susurro de armónica hostilidad; desenvainé la varita para ponerme en guardia frente al joven Rosier, Kalevi era su nombre y no representaba más de trece o catorce años. - De pie jovencito, apunta...- lo reté con cierta gracia para animarlo, después de todo era un niño-... ¿primera regla? - Soy un mago...- soltó con una inmadura determinación. Su muñeca temblaba mientras me apuntaba. - Eres un mago y el muggle un simple humano...- proseguí el rezo mientras le hacía levitar con un conjuro básico. Este comenzó a patalear sin lograr el control de su cuerpo- ¡concéntrate muchacho!... ¿segunda regla?... - To...esto...¡ay!...-titubeó y quedó colgado de un tobillo viéndome de revés; las mechas se le mecían de un lado a otro hasta lograr la calma, cruzado de brazos y dado vuelta pero en calma- ¿Quién quiere atacar la estaciones de trenes muggles, tío?... - ¡Eso no te incumbe!- le dicté mientras ahora lo encerraba entre dos manos fantasmales evitando que adivinara mi posición. Carraspeé mientras recomponía una erguida y serena compostura- segunda regla pequeño Rosier... - Toujours pur- bufó. -¡EH!...- le llamé la atención cubriéndolo aún más con las necrohand. - To... esto. ¡Toujours Pur!- exclamó dichoso después de un pequeño nerviosismo. Su acento francés era perfecto. - Somos de un digno linaje, nunca lo olvides. Tercera regla hijo...- le dije con una suavidad única mientras cruzaba la varita sobre el rostro. Una nebulosa fue cubriendo mis facciones hasta darme la apariencia mortífaga. La túnica también cambió sus elegantes telas por una más tosca, apegada al cuerpo y de cortos pliegues que caían recto por detrás hasta la flexión de las rodillas. Unos guantes terminaron cubriendo mis manos mientras daba una vuelta en el aire a mi arma mágica dejando que el chico sostuviese su mango para que la admirara- algún día dejaré que me desarmes Kalevi, entonces el legado será tuyo... -...Semper fidelis, Caelum...- dijo con cierto asombro. Admiró el arma mágica y la comparó con la suya. >>Sé fiel a ti, porque ya eres de un linaje de sangre pura. Porque si no eres fiel a tu sangre, entonces no eres digno de tu magia<< dijimos ambos. Revolví su pelo y tomando nuevamente mi extensión mágica para envainarla al cinto me consumí entre lenguas de fuego azabache. *** La cuarta regla: La magia es el poder de los dos mundos. Kings Cross era un caos, la gente corría de un lado a otro mientras una condensada neblina de color negro entraba y salía de la estructura que tenia en frente. Escombros y vidrios saltaban por todas partes, cayendo sobre autos y personas sin cuidado alguno; los gritos y las alarmas del lugar ensordecían el ambiente al cabo que el fuego que me terminaba de dar la forma corpórea con la que me presenté a unos metros a espalda de la Mortifaga. - A esto me refería...- proyecté la voz como una ráfaga de susurros. Llegué hasta la bruja y la traspasé tras idear un simple salvaguarda mágica que me permitió volver mi cuerpo intangible. Entonces me detuve a dos pasos de ella y elevé ambos brazos creando un círculo astral que pareció suspender los fragmentos de concreto a nuestro alrededor- ... bien hecho Nemétona. No me olvidaré nunca de tu nombre...- sonreí a ciegas de su visión mientras parecía mirarle por sobre el hombro. Elevé la varita y vociferé gravemente un Morsmordre. La chispa ascendió lentamente dentro de la cúpula hasta salir disparada un tanto más arriba, explotando en el cielo para cernir el terror con la imagen de la calavera con la serpiente enroscada sobre la clásica estación de nuestro mundo.
  12. Jueguen en las Crónicas de Enaria gente! ^^

    1. Kahlan Blackthorn

      Kahlan Blackthorn

      No encuentro el topic 😕

    2. Mica Gryffindor
    3. Aaron Black Yaxley

      Aaron Black Yaxley

      Así es! ^^ En el Maletín!! Vamos a crear un mundo nuevo gente!!! que el tema es amplio y se ve entrete jeje

  13. ULEN Ulen era un mapi agradecido de la vida, amaba el sol en su rostro y así lo demostraba al aferrarse a brazo extendido mientras que con el otro se entrelazaba con las gruesas cuerdas del escale que conectaba con la torre de vigía en el palo mayor. Sonreía a la fresca brisa en su torso mientras la camisa le flameaba con la armonía del paisaje; la playa y el puerto se veían cada vez más cerca mientras el barco avanzaba surcando las corrientes calipso de un mar tropical. ¡Estaba en casa! ¿Quién no era feliz de llegar a casa? ... Fue así como el moreno volteó hacia cubierta para admirar el rojizo cabello de Kima, quien guardaba una mirada un tanto melancólica. Observó luego a Selk, su astral, y se adentró parándose descalzo en el borde de la baranda al mismo tiempo que la serpiente de enérgica luz se pasaba de un brazo a otro enroscándose por su largo. Finalmente y cuando su fuente de vida se enroscó como cinto a sus bombachas, dio un brinco hacia cubierta, agachándose a recoger su pequeña bolsa de género amarrada con nudo ciego, al paso con el que se acercaba a la pirata. -Siempre te pones extraña cuando volvemos a tierra, eh Kima...- le dijo con un gesto de fingida indiferencia para luego sonreírle a su zorro guiñándole uno de sus ojos, disimulando muy mal tras observar el mismo punto que ella- velo de este modo- intuyó cuando compartió la sensación de volver con las manos vacías en tantos otros aspectos- ... al menos los niños, futuros mapis, tendrán de qué alimentarse con todo el pescado que logramos obtener... Juntó sus manos y escondió una sonrisa entre ellas como quién finge un rezo mientras el pardo color de su mirada reflejaba a cuatro chicos y dos chicas patearse un balón de cuero por la arena. Entonces dejó caer su puño sutil y suavemente en el hombro de Kima instándole a levantar el ánimo. -Para la próxima no resbales del bote de expedición eh... ven a cenar junto a la camaradería esta noche. Tamy hará cena para toda la tripulación- concluyó refiriéndose a su madre. A él siempre le había parecido extraño e interesante, que una pirata fuese de tez tan pálida como la que lucía la mujer, después de todo las horas al sol eran notorias en la mayoría de los isleños. Chifló luego un silbido que llamó la atención de otros cuántos Mapis, más él quería que la chica nueva se voltease hacia ellos. -¡hey tú!, la nueva...- gritó hacia una tal...- ...¿Cómo es que te llamas? ¿Ana Gabriel, Ariel Gabriel?... ¡¿Te acostumbraste a cubierta ya o te quedarás en la isla para la próxima expedición?!- le cuestionó con ambas manos como megáfono cerca de su boca. Uno de sus camaradas le gritó a lo lejos. - ¡Hey! ¡Ulen!... ¡Mira!... El mapi apuntó hacia uno de los costados de la nave por donde se asomó una inmensa figura de brillos azules y destellos lilas. Era el astral del jefe de la Isla quien desde un peñasco en lo alto de un acantilado que daba al mar, observaba a uno de sus capitanes llegar con la tripulación a salvo. Ulen amaba admirar la belleza de esa ballena energética.
  14. No me iría de Mahoutokoro, no sin antes obtener los conocimientos de la Nigromancia ¡ese era mi cometido! y si Gellert o Tom no lograron conquistar a la muerte ¡yo la dominaría!... yo sería el último suspiro de su tenacidad y junto con ello alcanzaría la cúspide de los secretos de la magia ¡daría la vida y la quitaría a mi antojo! ¡me convertiría en mi propio temor! ¡Yo!, yo, Aaron Black Yaxley, descendiente de las más altas cunas de la pureza mágica le devolvería al mundo mágico el poder y apogeo que merece... ¡me convertiría en la primera deidad de mi clase!... Mis manos se aferraban al borde del lavabo, mientras observaba el reflejo de la fría y gris mirada en el espejo de una cabaña donde seguramente los estudiantes de la academia se dedicaban al cultivo de plantas mágicas. Observé mil y un rostros, en todas las facetas, en todas las emociones, ¿estaría preparado? ¿de qué dudaba? ¡el poder sería mío! y luego de la nigromancia solo me quedaría alcanzar la cúspide para asesinar a Baleyr algún día.... ¡YO SERÍA EL NIGROMANTE! -Toujours pur... Toujours pur...- repetía una y otra vez ante el espejo hasta que finalmente di vuelta a la manilla y mojé mi rostro para lavarlo de la suciedad del infierno que habíamos vivido anteriormente con Darla. Para el alba ya me encontraba llegando a orillas del lago como habíamos quedado con el anciano. A paso sereno, el crujido de las hojas y ramas hasta la suavidad de la arenilla junto al agua, no serían los primeros indicios que el arcano apostaría por mi presencia, sin embargo sí había algo que él no podría saber, sí había algo que ni siquiera lo mantenía en mente para su lectura... yo usurparía la nigromancia y nadie me podría detener al respecto. Olía a quemado, mis prendas estaban chamuscadas en la mayoría de sus pliegues y casi de apariencia apolillada, como si me hubiese presentado inmediatamente después de una batalla, y así había sido. Esta vez estaba sin máscara, ya que me presentaría a las siete puertas con el rostro que recordarían de por vida. Siempre con aquella seriedad en mi semblante, indiferente y determinante, quedé a un par de pasos del viejo tuerto mientras este observaba el horizonte. Le oí, me puse el anillo y sin siquiera sentir, vi como desaparecía despejando el horizonte. -Bien... - dicté en voz alta mientras desenvainaba la varita y la apuntaba en frente-... la magia es poder... Desde la punta de la varita se extendió un hilo que se perdió en lo extenso del lago, un fino y delgado hilo plateado que de seguro llegaría hasta la otra orilla, uno que cuando tocó el agua luego de haber sobrevolado la serenidad del agua, la remeció. Se formaron corrientes turbulentas y como si se tratase de algún milagro muggle, las aguas comenzaron a separarse con el hilo siempre indicando el camino. -¿Vienes o tendrás tu manera de cruzar?- pregunté a la bruja por sobre el hombro. Sin oír respuesta, me adentré observando las paredes de agua por mis dos costados, caminando sobre suaves arenas hasta algunos roqueríos que no fueron difíciles de atravesar. Parecía fácil, tanto así, que paradójicamente parecía aumentar mi alerta ante cualquier peligro que surgiese de imprevisto; la baja temperatura, la humedad, la poca luz del sol ante la profundidad, el rocío de las corrientes intentando conectarse... hasta que se cerró, de arriba hacia abajo, comenzaron a juntarse las aguas formando un túnel donde las corrientes de aire parecían azotar con gran fuerza. No quería utilizar otra clase de magia... ¡quería vivir la experiencia!... -Lumos... Oía el rugido de las aguas o al menos eso creía que eran, hasta que algo pareció emerger de las arenas, de los costados, en frente y posterior a mi posición... ¡INFERIS!... ellos buscaban la esperanza, la luz... la luz de mi varita. Me rodearon, se abalanzaron, presionaban sus manos contra mi cuerpo, hundían sus dedos en mis prendas, como si buscasen algo de lo que aferrarse ...¡era vida para ellos!. Y fue así, que con la mano cuyos dedos presentaban el anillo de la nigromancia, la extendí sin miedo, como quien acaricia una mascota para terminar sonriendo y observando a entes sin vida intentando encontrar la suya...¿acaso mantenía algún control sobre ellos? ¿sería el anillo de la nigromancia?... Seguramente tendría que derrotarlos...pero lo ideal era vencer sin luchar. Debía guardar energías para la prueba real; y así el anillo que me dio Baleyr emitió un brillo particular, uno que pareció iluminar a aquellas criaturas desde su interior, estallando y desintegrándose en un polvillo que se arremolinó ante mí para teletransportarme a la orilla del lago, a destino. Acto seguido observé como se desintegraba mi varita ¡desde mis propias manos! intentando apresarla en una neblina que se disipó ante el sol de aquella mañana, astro que al observarlo me dejó encandilado ¡ciego!, preso de lo que serían mis armas, mis sentidos. No ardía, no molestaba, simplemente era un obstáculo más que superar. ¿Olfateaba la frescura de los árboles que escondían mi destino? ... sentía el calor en mi cuerpo, sí, como también un genuino ardor en el anular donde figuraba el famoso anillo, ¿me indicaría el camino?... Elevando la mano, pude distinguir, en contraste, un punto negro entre la luz que me había cegado y que aún nublaba mi visión, ¡era el anillo! ¡el poder de la nigromancia llamándome!. La cuestión estaba, en que intuitivo y decidido de obtener la gloriosa habilidad, oía susurros de mi mismo evitando que prosiguiese la senda...hasta que tropecé con una raíz que me hizo caer y resbalar por una quebrada que me permitió oír un riachuelo de agua fresca. Me acerqué a tientas y ciegas para lavarme el rostro recuperando la visión poco a poco, de tal forma que al elevar la mirada admiré la silueta transparente y de bordes destellantes, de un monje que me pedía estar de pie con un gesto de su mano, la misma que volvió a unir con la otra bajo las anchas mangas que casi rozaban la tierra. De fondo se apreciaba una gran pirámide. ¿Os sentís preparados para realizar la prueba?... recordé en mi mente la pregunta del arcano. -Estoy preparado para enlazar mi vida con el arte de la nigromancia...
  15. -Levanta el brazo!... 
    -Amo, gracias...amo...
    -NO!, el otro brazo!

    xDD Un loquillo el voldy

  16. Siempre quise escribir aquí y decirte que tengamos un duelo Mei! Si alguna vez lees, te dejo un abrazo en off y un reto en el on jeje. ^^

  17. Protegido por el ignea entré sin mayor cuidado a lugar donde unos momentos más tarde la bruja desataría gran parte de su poder. Las palabras del arcano habían vociferado a través de las flamantes lenguas de fuego que azotaban todo a su alrededor, inclusive buscando marcar nuestras prendas, nuestra piel. Por suerte el círculo astral ralentizaba todo a nuestro alrededor y con ello, esquivar ataques, era algo muy sencillo ¡irónico! a mi gusto. Sin embargo y a pesar de la muestra de algunos conocimientos, la extensión mágica y maderosa siempre cuidaba el frontis, evitando ser aturdido por cuestiones como una lanza o bolas de fuego que parecían ser extraídas de algún videojuego muggle... Había visto esas cosas en la habitación de Kalevi, mi pequeño ahijado. Luego, la peliroja había logrado detener momentáneamente a un ente que de seguro era el espíritu que el maldito anciano quería para su colección. Fue entonces cuando me propuse colaborar. El hielo comenzaba a derretirse y la verdad era que, de cierta manera, lo agradecía pues el ignea no me protegía muy bien de las bajas temperaturas y el vaho bajo la máscara mortífaga me traía la nariz un tanto húmeda; de hecho creía castañear los dientes pero con tanto rugido infernal no se distinguía ni se oía. >> ...O me ayudas a atraparlo o vas con él dentro de la ampolleta...<< Se veía cansada, dando todo de sí para capturar al tormentoso espíritu mientras yo luchaba por darme algo de calor con unos basilíscos serpentiles que había logrado crear tras conjurar un fuego maldito. La máscara podía notarse entre huecos de espirales formados por las mismas criaturas del fuego inextinguible. -¡Oh, cierto! ya creía que había que asesinar a Baleyr para llegar a la prueba...- aposté extendiendo ambas palmas para proyectar unas manos fantasmales que tomaron al espíritu por los tobillos mientras que con una rápida floritura ordenaba a los basiliscos lanzarse cuán arpón a su intangible cuerpo. No buscaban dañarle, buscaban reducirle y así lo hiceron, abriendo sus fauces para que la primera lo contuviese y la segunda tragase a su hermana, encogiéndose hasta hacer bailar una pequeña botella de cristal que ardía cuan metal a máxima temperatura. El paisaje que nos rodeaba comenzó a desintegrarse sin hacernos daño. -¿Lo tenemos?...¡Lo tenemos!... ¡¿Viste eso anciano engreído?!- alcé la voz- quiero mi maldita prueba... ¡ahora! @Darla Potter Black @Báleyr
  18. A quienes asistían de manera regular a los museos de magia los vigilaban más de cerca, a veces les seguían y otras los cazaban. La alianza del imperialismo no mágico, una red internacional que en las últimas tres décadas se había especializado en lo que ellos denominaban, caza de brujas (independiente del sexo claro), estaban preparados tanto física como estratégicamente para reducir a los sobrevivientes mágicos en menos de tres minutos; era poco lo que se enseñaba al mundo sobre ellos- si entrar era difícil, mantenerse en el ruedo lo era aún más- mucho menos sobre sus cabecillas o jefaturas, podía ser el simple vendedor de diarios que paseaba toda la mañana en bicicleta o un seal de la marina estadounidense. El suero de Genetics había sido el primer paso para reducir a la población mágica, solo uno de los tantos que se crearon luego de la primera contienda en Reino Unido, luego en Francia, Alemania, pasando por el continente asiático y finalmente extendiéndose como un letal virus que obligó, a tantas brujas como magos, a revelar sus cúpulas de invisibilidad ¡su magia!; Fue un suceso histórico para toda la humanidad. Al principio y cuando ya comenzaron a someter a los usuarios de varitas, armas que por supuesto les confiscaban, los usaron como si fuesen el animal más apaleado del circo. En ocasiones les dejaban usar sus extensiones mágicas (fiscalizados por más de una treintena de armas reducidoras) para hacerlos pelear cuan gladiadores de épocas pasadas... sin duda alguna no fue grato para un buen número de hechiceros. Lo siguiente en las últimas dos décadas había sido delirantemente caótico, pero por sobretodo muy triste, ya que con la intención de reducir aún más la población mágica y así evitar futuras rebeliones, a los sin magia no se les ocurrió nada mejor que comportarse como lo que eran, entes con un ego sin sentido, cuestión que les hizo promover lo que algún día juraron jamás repetir. Los campos de concentración comenzaron siendo atracciones turísticas para los nomajs y muggles con más dinero en el bolsillo- a veces eran reuniones de caza en hectáreas y hectáreas de campo abierto, mientras que otras, simples trucos de magia a la fuerza-. Sí que hubieron simples humanos que apostaban por los derechos indistintamente de la condición mágica o no, que tuviese su prójimo. Por ello jamás hubo cuestiones televisadas ni mucho menos el promover delitos de índole sexual; no eran unos desquiciados sino tan solo personas que no tenían la habilidad de hacer desaparecer un conejo... el miedo se los comió y actuaron como siempre, poniendo el pie encima. A los grandes exponentes de los últimos tiempos, siempre y cuando no se hayan salvado claro estaba, los habían encarcelado o al menos eso les comentaban a sus familias, padres, hijos y hermanos quienes poco creían en las comunicaciones del muggle. Algunos pasaron por muertos y de otros jamás se supo ¡ni siquiera cuando decían que habían escapado!. A los museos habían llegado pertenencias, como el sombrero seleccionador que se encontraba de gira por Estados Unidos junto con algunas reliquias mágicas que enseñaban pertenecer a viejos fundadores, no solo de Hogwarts, sino de otras instituciones de magia y hechicería. Varitas, escobas, calderos, pociones, libros, criaturas y cuantos pudieras imaginar, había en los museos...claramente con una seguridad que te mantenía a diez metros de distancia de lo que fuese. Lo único que permitía probarse eran los dulces mágicos para que el muggle probara sus efectos, más aún jamás se enseñaron sus recetas. El mundo muggle había ganado paz y pudo controlar lo que ellos consideraban como amenaza... *** Pequeñas grabaciones describían algunos artefactos cuando ibas entrando en habitaciones del museo o te posicionabas por más de diez segundos frente a algún objeto. Algunas cosas flotaban, otras intentaban escapar desde simples cajuelas se cristal pero cuyas paredes podrían soportar una bomba capaz de destruir un continente- los muggles no eran tontos, se protegían- y así también algunas criaturas que parecían estar tristes si le admirabas bien o les conocías desde que llegaste al mundo... -Pobre...-susurró Kalevi al observar un duende de cornualles sentado en un rincón de su cajuela, sin ánimos de lograr una sola travesura-... algún día amigo, algún día... Los susurros del muchacho iban acompañados de miradas previsoras por si alguien estuviese escuchándolo pues tampoco es que pudiese tener libertad de usar un anillo para oídos indiscretos. La magia era controlada. Sin embargo él no estaba allí para empatizar con la lástima de sus pares mágicos o con lo que creció los primeros diez años de su vida, el ahijado de Caelum buscaba algo más, un indicio que le permitiese saber si su padrino seguía vivo...
  19. De regreso a casa. Remora era todo lo bueno que se podría imaginar, después de todo, los elevados y seguidores del temible Versaron, controlaban el resto del mundo a su antojo. A veces, en el máximo consejo de ancianos de la isla, se discutía si era o no necesario resguardar a los remorianos a tal punto de esconderles la verdad sobre el mundo exterior y así protegerlos de las inestables energías de los succionadores; luego se apostaba por una de las guías que glorificaban a los Magos Piratas o mejor conocidos como Mapis, la verdad. Esta última era la directriz con la que los mapis guiaban sus velas a mar abierto, más allá de la isla, buscando adeptos que se unieran a la resistencia para enfrentar la mentira de Versaron y sus seguidores. La pregunta era ¿los principios habían muerto?... ...¡Están vivos!... -¡Despierten sabandijas malolientes! ¡alisten sus pertenencias porque el astral del capitán ha vuelto...siempre quise decir eso- susurró lo último. -¡TIERRA A LA VISTA!- se oía a lo lejos. -¿Malolientes?- uno de los piratas llevó la nariz hasta su axila mientras reposaba en una hamaca bajo cubierta. -¡Apestas a pescado!- saltó otro que se acomodaba en su tumbona mientras un pequeño primate luminoso iba saltando de panza en panza por todas las mecedoras. -Es que se quedó dormido en las bodegas, vieras como besaba esa boquita... -¿Besaste un pescado? ¿porqué besaste un pescado? ¡que ascghgha ahhhgggg!...- comentaba otro medio que dormido al tiempo que recibía un balde de agua por parte del astral del contramaestre- ¡porqué el agua! he visto agua desde hace meses, quiero algo de paz seca (?) ... -¡Hey Ulen! ... ¡Ulen! El joven mago reposaba con una pierna caída desde su hamaca y un brazo extendido hacia el techo mientras Selk, su astral, se enroscaba hasta su mano y pasaba al otro brazo. La luminiscencia de Selk sombreaba el perfil del pirata al igual que el resto de astrales que allí se encontraban; era una luz tenue pero cálida a la vez. Resopló con desgano y volteó el rostro hacia sus compañeros con media sonrisa. -Ya les dije, no le diré a mamá que prepare pato asado. ¡Quiero comer una pierna de cerdo con patatas!- les dijo el chico mientras buscaba acomodo para sentarse y comenzar a alistar sus cosas. -Pero el pato asado es la especialidad de la señora Tamy... -Con esa salsa de hongos y hierbas frescas... -Y ese zumo de naranja recién exprimido... Las últimas tres frases parecían haber sido un coro a los oídos del joven pirata, uno que se repetía y se sumaba a otras súplicas dentro de la guarda, mientras el chico metía algunas prendas en una vieja bolsa de lino y se la echaba al hombro para subir a cubierta. El sol le dio de lleno en la cara, entonces observó sobrevolar al astral del capitán, un halcón luminiscente y dorado que parecía ser el mismo sol. -¡Recojan las velas!... El aroma a la salinidad del mar y la proximidad a tierra firme le dio a Ulen una tranquilidad sin igual mientras se apoyaba de la baranda y sacaba medio cuerpo del barco para observar el asentamiento de remorianos a orillas de la playa al mismo tiempo que Selk, su astral, se anclaba al palo más cercano para evitar que cayese al agua si se desetabilizaba. De seguro allí estarían sus padres esperándolo con algún pedazo de pan fresco y una fruta que le quitase la sed. Estaba en casa.
  20. Inserte meme del niño de oxxo :perv:

    1. Ada Camille Dumbledore

      Ada Camille Dumbledore

      JAJAJA Nono!!! Que andas haciendo?... Lo peor es q no invitas XD un abrazo

    2. Aaron Black Yaxley

      Aaron Black Yaxley

      JAJAJAJAJA... era para seguir el hilo de los status. Abrazo Éida! ❤️ 

  21. @Mackenzie Malfoy @Matt Blackner Me gusta !!! ^^ De hecho la isla podría dividirse por distritos para darle más amplitud a la comunidad social, como también a los Elevados en el resto de Enaria. Respecto a los remorianos, podrían haber recolectores, pescadores, cazadores (me los imagino muy Avatar, de los azules (?), como pidiendo permiso y dando gracias a la tierra y mar por lo que les entrega), monjes, etc. y que la facción de "Mapis" sea una oportunidad para todos, independientemente del oficio. Aposté por el trueque referente a mi personaje y cómo pagan la comida los usuarios del restaurant que tienen sus padres, por el mismo hecho de que veo a Remoria como una comunidad muy justa que, valga redundancias, lucha por la justicia de su gente.
  22. Ficha: Banner con imagen del personaje: Buscaré alguna imagen. Nombre del personaje: Ulen Facción: Mago Pirata de Remora Astral: No succionado Describe el Astral de tu personaje: Selk es una delgada forma de energía que se unió a Ulen antes que se cortase el cordón umbilical. De aproximadamente un metro de largo y manifestada como una letal serpiente marina, Selk se mantiene siempre junto a su poseedor, ya sea enroscado como cinto a sus bombachas o al cuello como bufanda para proporcionarle calor en las expediciones a mar abierto. La magia elemental de Selk es el aire, otorgándole a Ulen la capacidad de controlar y compactar ráfagas para colaborar con su camaradas de cubierta. De la misma manera, Selk ha aprendido tácticas tanto defensivas como ofensivas, como por ejemplo, arquearse para expulsar concentraciones de aire que perfectamente podrían cortar un mástil de los barcos del puerto. Características físicas del personaje: De estatura promedio, delgado; esbelto tan solo por las labores diarias. Cabello negro en corte de jelly roll, ojos pardo y cejas arqueadas. De nariz recta y labios gruesos, no tiene siquiera un pelo en la barbilla o bigote pero mantiene una llamativa sonrisa si le caes bien. Piel mediterránea por la exposición al sol y la salinidad. Suele vestir bombachas de tela ligera y muy pocas veces unas botas de pirata (prefiere andar descalzo si se trata de la cubierta), camisón de mangas largas siempre abierto o pieles como chaquetones sin manga. A veces ocupa una pañoleta a la cabeza si es que no la lleva atada a una de sus muñecas. Características psicológicas del personaje: Como Mago Pirata (podrían denominarse Mapis (?) XD) mantiene un carácter forjado en la determinación, astucia y por sobre todo, compañerismo. No se anda con rodeos y le gusta instruirse de la historia de su pueblo, Remora. Lee uno que otro libro de tapa vieja cuando salen de excursión con la camaradería. Breve historia: Ulen proviene de una antigua tribu Remoriana. Su padre era pescador y su madre cardadora; hoy en día tienen una cocina para la comunidad donde utilizan el trueque como forma de pago. Según se comenta, tiene un hermano gemelo al cual no logró conocer pues fue raptado por los elevados (sus padres prefieren no hablar sobre ello y él mantiene la idea de que es hijo único). Vivió a orillas del mar desde que tiene uso y razón de si, por ende, siempre quiso enlistarse a la resistencia contra los elevados, cuestión que cumplió apenas obtuvo la edad para ello. Hoy a sus veintitantos, ha ganado algo de experiencia.
  23. Supervivencia El Museo de la Magia en Nueva York había sido erigido sobre los cimientos de la imponente edificación del MACUSA; su derrumbe había acabado con una larga y dura guerra, una contienda de treinta años, ¡décadas que se habían llevado consigo a cientos de brujas y magos!, quienes a su vez, habían enfrentado la extinción en numerosos campos de concentración a nivel mundial. Ya nadie hablaba sobre colegios de magia y hechicería o de varitas que pudiesen levantar un campamento de quidditch en menos de diez minutos, ¡mucho menos sobre criaturas asombrosas o bandos rebeldes! estos últimos, posiciones naturalmente opuestas que a pesar de una tregua ligera, parecieron no poder contra el implacable instinto de supervivencia de quienes habían demostrado la peor careta, egocentrismo innato de quien pudiese superar al ser humano ordinario, el muggle. Según se comenta entre algunos supervivientes, los no mágicos habían utilizado hostilmente a algunas aves mágicas y unos pocos magos o brujas, para desmemoriar pueblos y ciudades (para que noten lo que un poco de magia podía lograr ante un millar de personas) con la finalidad de olvidar hostilidades y proezas de algunos hechiceros y hechiceras de renombre. El innombrable, el famoso director de Hogwarts, los poseedores de reliquias mágicas, líderes de movimientos políticos, defensores de la democracia mágica... ¡todo había sido borrado de la faz de la tierra! Por su parte, algunos castillos como Hogwarts o Mahoutokoro, eran hoy en día simples atracciones turísticas sin un ápice de magia en sus paredes. Por ejemplo, el temor invadió de tal manera al emblemático colegio que nunca más mostró siquiera una ventana hacia la sala de menesteres. Destino similar había sufrido el Ministerio de Magia británico, que en definitiva, no resultó ser más que un hueco bajo tierra con poderosos hechizos de expansión, cuestión que a pesar de su dificultad, la alianza no mágica había logrado interceptar, siendo en la actualidad, una estación más de los metros de Londres. ¿Qué sería de los grandes magos y brujas de las últimas generaciones? ¿Sobrevivieron?... ¿Qué sería de la magia?... *** -Son veinticinco dólares... Un joven de aparentemente unos 23 años observaba el frontis del museo mágico estadounidense. -¿Cuánto? disculpe... - Veinticinco dólares...- volvió a repetir la mujer tras el cristal de la boletería mientras que con el lápiz apuntaba a una hoja impresa pegada hacia el exterior. El tipo acomodó su jockey y llevó la mano hasta su cartera para sacar una tarjeta que mostró con una sonrisa de júbilo mientras la cajera reventaba un chicle globo con desgano y estiraba los dedos por un huequito a ras del mesón. A quienes figuraban bajo membresía les cobraban la mitad de lo que estuviese sujeto su tarifa. -Kalevi Bogd... -Bogdanova, Kalevi Bogdanova- replicó el muchacho. - ¿Rumano?- consultó la tipa. -Búlgaro- contestó él sonriéndo intrépido mientras la cajera cotejaba si había parecido con la foto que le aparecía en el sistema tras cobrar la tarifa- ¡Soy yo!- exclamó con una innata y divertida estupidez quitando el jockey para una mejor apreciación. Su cabello mantenía un corte de moda y apto para su cabello liso y sedoso mientras que sus ojos verdes eran todo un misterio. Volvió a dibujar media sonrisa- No soy mago...murieron(?) -Adelante...- le respondieron de mala gana. -¡Gracias! -¡hey! ¡tu tarjeta ... (Oh cierto, ¡gracias!)... ¡Tú boleto!...(Lo siento, gracias)... Inserte ticket bajo el lector OFF: Rol libre para soltar los dedos ^^
  24. Buenísimo!!! No entiendo muchas cosas pero tampoco es que entendiera otras de la vieja casa jejeje. De todas formas, ¡mil gracias!!! para todos quienes han puesto su granito en este (imagino) arduo trabajo!!! Es genial leerlos, verlos conectados y al menos saber que estamos pendientes de que la magia no se apague!: Un lumos por Helen :C ! Justo hoy 💔... Gracias a todos nuevamente y bienvenidos a los que vayan llegando y leyendo!!! ^^
  25. Hola mundo foril! ^^

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    2. Jeremy Triviani

      Jeremy Triviani

      Yo aun tampoco puse imagen de portada. Creo que ahora mismo no estoy con todas las luces para poner algo xD Buscare para estos días tambiens. #NuncaHablandoDeRolear #Vagox2 

    3. Darla G Dumbledore

      Darla G Dumbledore

      Si son tal para cual ¬¬  

       

      *les pega con un plumero a ambos*

    4. Aaron Black Yaxley

      Aaron Black Yaxley

      ¡Ese es mi muchacho! ... llegaremos lejos (?) JAJAJAJA

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