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Hessenordwood Crouch

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Todo lo publicado por Hessenordwood Crouch

  1. Hola, Sagitas, gracias por las observaciones y la última modificación. Ya he hecho algunos cambios por el foro como pedir nuevamente mi regreso a la Tonks, así que dejare los pequeños cambios por aquí y nada más: Según yo no he metido ya tanta cosa para que no sea tan complicado esta vez xD. Gracias. Saludos
  2. Toma con algo más de fuerza el agarre que existe entre ellos, apenas se siente el apretón y es lo suficientemente celoso como si Evans fuera a soltarle en cualquier momento y hullera lejos de su lado sin querer siquiera saber más del licántropo, aun su mente analógica trata de encajar las piezas que no dan forma a lo que siente ahora, “No, Grelliam” murmura a sus adentros, inundando con voz áspera las paredes de su mente ahora repletas de pensamientos que van y vienen. Ollivander siente que en cualquier instante perderá su conciencia dentro de él mismo y la criatura solo se regocijaría en su agonía. Pero, a pesar de su “auto-pena”, puede ver en ella un rostro de una charla tan casual, y a Ollivander le cuesta trabajo mantener el gesto sin expresión y se ablanda después de los recuerdos de Bel y el oscilar de los ojos castaños que pasan por todo el rostro de Garry con descaro como si desearan encontrar algo diferente en él esta vez, ¿Realmente puede recordarlo? Si, no, tal vez, ninguna es la respuesta y tampoco puede decidir. Los recuerdos que fortalecen el enlace con ella parecían estropeados dentro de su cabeza, como si la criatura se esforzara, en cada transformación, borrar cualquier rastro de Bel Evans que habitaba en el mago. “¿Celoso?” Garry pensaba y la criatura de voluntad ajena solo se desaparecía de sus pensamientos tras un gruñido de irritación. Entonces Ollivander volvía a sonreír para Evans. Un par de pasos lo acercan un poco más a ella, no están tan juntos como en el instante en el que detuvo su caída, pero si lo suficiente para sentir la respiración de la sanadora golpear entre el pliegue de su camisa y la piel de su cuello. Rara vez es difícil saber lo que ella está sintiendo y aun así él no puede procesarlo con la misma rapidez con la que cambia sus síntomas, “Fascinante” piensa mientras una vez más el pulso de Bel hace el tic-tac doble de una aceleración inusual. -El edén es un buen lugar- eleva la mirada por encima de la sanadora, y el paisaje que contempla casi parece sacada de un libro de antologías. Su boca es una ligera línea delgada en su rostro y se camuflajea fácil entre sus cicatrices –Pero Bel, no es el escenario realmente lo que importa…- sus ojos no se encuentran con los de ella, el entrecejo del hombre se arruga apenas en un esfuerzo casi sobre humano de resistirse a la atracción que le causa el rostro ajeno -El mundo podría estár en llamas y yo estaría cómoda y felizmente muriendo en su regazo, mi querida- sisea sus palabras, realmente hoy no desea ser dramático -Estaré en mi hogar cada que consiga volver a su lado después de una noche de luna llena, si camino con usted por un páramo extraordinario o un callejón sucio, si puedo sostenerla cuando cae…- exhala rendido al impulso de encontrarse con su mirada -Incluso lo estaré mientras recuerde su nombre, Bel Evans, aunque no esté usted ahí- se encoge de hombros. No existe en sus palabras ninguna sílaba de duda, de nervios ni vergüenza. Solo es el rostro serio de Ollivander de boca delgada y mirada adormecida contemplando su reflejo tostado en los bonitos pardos de Evans.
  3. ID: 118247 Nick: Sain M. Ollivander Link a la Bóveda Trastero: Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Fecha: 2017-12-31 Objeto: Catalejo Puntos: 10P Precio: 500G Objeto: Balanza Puntos:10P Precio: 500G Total de puntos: 20P Total de Galeones: 1000G
  4. -Bien, bien- apenas masculla llevando sus manos a los costados, bastante embelesado con la reacción del menor. Habría, entonces, que esperar un poco antes de comenzar con su búsqueda, a él no le molesta realmente y es que sencillamente no puede negar una humeante taza de earl grey, no Garry, no sería él sí lo dejara pasar, mucho menos en compañía de la familia Tonks. Devolviendo su chaqueta al respaldo del sofá Garry aceptó la invitación de la dama y volvió a tomar lugar en el sillón, el más cercano a la chimenea claro, la elfina aun permanecía ahí sosteniendo la tetera y dando un salto tras la sonrisa divertida de Ollivander, se apresuró a servir las tasas. -La verdad es que no estaba enterado del todo sobre el estado de la hacienda- menciona de pronto, tratando de parecer casual, sus ojos clavados en la taza que la elfo le entrega, Garry agradece antes de tomarla entre ambas manos y soplar el vapor que se arremolina en la copa del trato -Quien ha venido o quien se ha ido, es decir, hacia tanto que no venía por aquí, fue muy descuidado de mi parte siquiera pasar a dar el saludo- esta vez direcciona su mirada a la mujer sentada no tan lejos. Se preguntó entonces por aquello que la mujer había mencionado antes ¿Cómo era? Ahh si “…asuntos sentimentales no resueltos de Anthoni…” así decía ella. Una sonrisa de medio lado esconde la preocupación de Garry, Anthoni, el chico que encontró en su boda no era nada igual al Anthoni desconfiado que conoció en la hacienda, y aunque no es muy diferente tampoco lo era al joven que acompañó duerante la excursión en Rumania, ahora parecía un hombre estable, Ollivander puede asegurar que alcanzará a ser algo aún más allá mejor de lo que Garry puede aspirar a ser, y de lo que es ahora mismo, aunque no era algo que lo sorprendía. Fuera lo que fuera de la vida de Tonks tomó un buen rumbo, y sin tener una razón justificada alivia el corazón del mago saber que cuenta con un par de personajes que refuerzan la solides del hombre pleno en el que se ha convertido. Asiente ante sus propios pensamientos, bastante más tranquilo cada vez. -Debo decir que me ha sorprendido también el pequeño, no, nada a mal, no me mal interprete- apenas da un sorbo largo a su taza, es tan delicioso el calor que corre por su garganta que no puede describir ahora una sensación mejor -Me refería a que no me puedo creer que pasara tanto tiempo, pensaría que fue apenas ayer cuando la conocí a usted en su propia boda con Anthoni y ahora el joven Tonks juega con los artilugios de Grell- existe al final de sus palabras una risa nerviosa –Ahh pero así pasa ¿no es verdad, señora Tonks? El tiempo no tiene piedad del hombre- da un sorbo más a su infusión y Garry cree que es lo más gratificante que puede tener ahora.
  5. Entonces Evans salió de la habitación, y lo siguiente pasó muy rápido, con grandes pasos Garry volvió junto a la pelirroja, su rostro parecía conmovido mientras se encontraba con la mirada de la joven, no ha pasado por alto su incomodo encuentro con Evans, pero de verdad espera que Luxure se encuentre en mejor condición para dar crédito a lo que la retorcidamente de Ollivander ha estado formulando durante su largo silencio. Mastica ansioso su labio inferior, no nervioso, pero es que nunca sabe cómo comenzar una explicación sin sonar inusual, poco ortodoxo. -Miss Lady- su vos es suave como si tratara de no perturbar más a la joven -Le agradezco la confianza que ha depositado en mi trabajo hasta ahora- sin embargo hablaba de modo que pudiera sonar verdaderamente sincero -Desde el momento en el que ha aceptado recibir ayuda sé que hay algo más que valentía en eso, admirable- continua dando un par de pasos para quedar nuevamente frente a la joven -Le mentiría si le dijera que este caso está resuelto, pero como ya lo he dicho antes, hare lo que este en mis manos para ayudarla- tomó asiento al filo de su butaca, con la mirada tranquila pero fija en la mujer -Me temo que pediré una vez más que confié en mí y me dé su permiso para hacer un ritual de exploración. No dirá que se siente preocupado por la criatura que la dama lleva en su vientre, eso solo podría preocuparla y seguramente tendría consecuencias durante el trance -Entraremos en sus pensamientos y buscaremos allí algún recuerdo o alguna clave que nos pueda ayudar, yo…- no puede leer ninguna respuesta previa en la mirada ardiente de la mujer y casi se siente nuevamente atraído a ella -Yo le aseguro que no es nada peligroso, usted estará dormida y en el caso de no encontrar nada usted solo lo recordará como un sueño- su vos es tan monótona que incluso ha adormecido su propio ritmo cardiaco, la explicación ha sido demasiado breve, sinceramente espera que Lady acepte este recurso sin exigir mas explicaciones. Sea cual sea el caso, Garry le hablará de esto tanto como ella lo desee. Existe en la habitación nuevamente otro silencio, es tan denso esta ves que Garry puede escuchar la chimenea ardiendo, los pasos arrastrados de Evans por las escaleras y sentir la respiración de Lady como si estuviera a tan solo unos centímetros lejos de ella y no el par de metros que los separan. Garry espera por la respuesta de la joven y por el regreso de la sanadora al consultorio. @
  6. Garry sonrió abiertamente mostrando los blancos dientes en una larga línea una vez dentro del local, las luces iluminan el pálido pero brillante rostro del hombre, las cicatrices que delataban su licantropía no estaban más sobre su piel, un truco sonso de magia que le ayudaba esa noche a pasar desapercibido y es que era increíble lo que podía hacer con un rostro de varios años menor y limpio de imperfecciones, no es que no disfrutara de su condición (¿Quién podría?) pero Ollivander siempre sintió mucha pasión por las noches, era una pena no poder disfrutar de todas ellas. El lunar de su cabello y su bicolor pálido tampoco estaban más ahí esa tarde, era esta una versión de Garry Ollivander más desabrida pero plucra. Caminó con pasos seguros, su atuendo era bastante sencillo, nada que ver con lo habitual, unos vaqueros negros a su medida y una camisa de vestir abotonada, pero con mangas cortas, el estampado de pequeñas ranas de colores por toda la camisa azul marino le quitaba más formalidad al atuendo, y casi parecía que había caído ahí por mera coincidencia, pero el peinado debidamente arreglado delataba un esfuerzo de Ollivander por sentirse “cómodamente bien vestido”. Los zapatos color marrón un juego sencillo sin agujetas, nada vulgar, nada ostentoso, opacaba su altura y el porte petulante que se cargaba algunas veces, casi parecía incluso algo más bajo de estatura, pero eso no era algo importante para él, al menos su apariencia dócil había servido para convencer al hombre grande de la entrada de ingresar sin tantos líos más que la cuota diaria. Y se deslizó con mucho cuidado hasta colarse en la barra, para ser honesto no tiene pensado pasar la noche colgado de ella, sin embargo, no estará mal un par de tragos para comenzar la noche. Alzó el par de cejas en modo de fingida sorpresa delante de los gemelos, aun con una sonrisa liviana en su rostro. -Una cerveza- señalo con sus largos dedos la cantidad, giró sobre su asiento para ver a su alrededor, no es un lugar lleno de gente, pero tampoco está vacío, eso está bien para él, por lo menos por ahora -India Pale Ale, por favor- especifica una vez se volvía a su lugar a esperar su tarro. -Esta va por la casa- dijo el joven prontamente mientras desliza a Ollivander un tarro de espumosa cerveza, Grelliam sonrió divertido y se apresuró a beber de ella un largo trago.
  7. Existe un largo silencio entre ellos que es necesario justo ahora, ahora mientras la sanadora se aferra de su mano, él casi puede sentir su propia áspera y seca piel tallarse contra el toque suave de ella. El recuerda entonces otros tiempos donde no prefiere el tacto, su piel es tan grosera con el toque que Ollivander siente lo más cercano a vergüenza, “es la naturaleza de la condición” se dice algunas veces, aunque no siempre sosiega la culpa del mago. Hoy no es la excepción, los fríos dedos de ella lastiman las grietas que surcan los nudillos del hombre, pero no objetará, prontamente el calor entre ambos es igual y las manos de Evans lo cuidan del viento. Curioso, él podría usar una analogía parecida cuando se trata de “describir su relación” con Evans. Entonces ella hace eso que Ollivander aún no ha decidido si es algo bueno o malo, pero que le divierte muy en el fondo, y lo ve venir con anticipación porque ella desvía siempre la mirada y arruga el entrecejo, no molesta, más bien pensativamente y dejándose llevar, como si merodeara sin permiso los pensamientos del hombre, en voz alta habla las ideas del mago. Eso es un fenómeno fascinante en Evans, lo ha guardado y capturado en algún rincón de su cabeza es tan emocionante cuando ella lo hace, el “adivinar”, no, el predecir sus pensamientos, que Ollivander podría escribir un capítulo entero de un libro sobre solamente ese gesto de Evans, ¿Qué nombre tendría ese capítulo? Garry no puede dar una respuesta hablada ahora, ni tampoco la expresa en el rostro, a pesar de lo mucho que le gusta ver a Bel ordenar sus ideas antes de exponerlas y que, al final de cuentas, salen tan prontas unas tras otras que tropiezan entre sí y confunden al mago con facilidad. Sin embargo, asiente apenas. El aullido que ha interrumpido la conversación de la mujer y los pensamientos de Garry ha conseguido un escalofrió que recorre todo el cuerpo del hombre, y él con debilidad sucumbe entre la mescla extraña de sentimientos que lo invaden. Ollivander ha lidiado con esto más tiempo del que piensa podría soportar, él no se considera una persona cobarde, pero a pesar de ello, su piel palidece ante la idea de ceder su mente a la criatura. Con una fuerte exhalación deja escapar el miedo entre el vaho que sale de su boca y con un gruñido y pupilas contraídas el espectro no puede evitar sentirse excitado en el interior del hombre, este es un escenario bastante conveniente para él. Ahora podría quejarse con Evans de no cargar sus artimañas en sus bolsillos. Para su suerte, la voz de Evans lo regresa desde lo más profundo de su mente hasta el páramo, ella continúa hablando y él se siente desconectado de ella a pesar del agarre, a pesar de las palabras que salen de boca de Evans no alivian el sentimiento y Ollivander pronto cree que ha sucedido algo que él no puede arreglar. “No” piensa para sí mismo, el negocio en Baker no había sido más que un experimento más de Ollivander, uno que había resultado extraordinariamente divertido, pero de algún modo dañino para ambos y es que en cada caso existía algo que los cambiaba, no a ellos individualmente, si no a ambos como uno solo, no solo era con Lady, él lo había visto también en Yammamba, y en algunos otros que no se esfuerza por recordar ahora. Baker había conseguido muchas cosas de ellos dos, no necesariamente buenas, no, el callejón Baker no era su hogar tampoco. Entonces recordó el mensaje que ha recibido días atrás sobre su regreso a la hacienda de los Tonks, los ratos merodeando por el castillo Evans, su “tiempo fuera”…su exilio… La risa de Evans es de pronto un alivio más. El enjambre que se arremolinaba en su cabeza paró de pronto de zumbar en sus oídos. Y una burla se atrapa entre sus dientes “ ¿Nada ostentoso?” se pregunta a si mismo mientras sin mucho esfuerzo echa un vistazo a su alrededor, realmente se siente nervioso en ese lugar, claramente se ha preocupado en pensar que es algo “ostentoso” para Evans. Pero es, en cambio, la última frase de ella la que consigue casi rotundamente petrificar al hombre. “Solo un pequeño lugar, en el cual pueda sentirme a gusto a esperarte cuando te ausentas” Parpadea rápidamente, ese gesto del que Bel y Mss H se ríen petulantemente cuando confunden al mago con cuestiones “ordinarias y sentimentales”, él asegura que no frecuenta el gesto, pero Miss H siempre suelta una carcajada a sus espaldas cuando Bel imita a un dramático Garry. Su boca se a abierto para replicar, protestar, apaciguar o lo que sea que pueda decir ahora, en cambio se cierra con un leve temblor en su mandíbula. Aquella oración o algo parecido a ello lo ha escuchado tantas veces de Evans, pero hoy, hoy ha roto en Ollivander algo que él no consigue darle forma. No es que no lo notara realmente, quizá era más sencillo, menos lioso si no lo pensaba, el modo en el que había arrastrado a Bel a su vida y la habría descuidado tan duro todo ese tiempo del que ella hablaba, él “hacia un bien a ambos” ¿no era así?, ¿Por qué de pronto no se siente justificado? -¿Este…paramo es el lugar que ha escogido?- hay decisiones que Bel toma y él no puede entenderlas, tal como esperar a Ollivander cuando se ausenta. Su voz no vacila cuando habla y aun así sabe que algo no está bien. Garry no se considera un hombre cobarde, no lo hacía hasta en el momento en el que ha decidido que Bel Evans no puede salir de su vida…jamás.
  8. -Vaya, que sorpresa- los ojos bicolores de Ollivander pronto son dos puntos brillantes fijados en el menor frente a él. Niños, Garry no es un aficionado a ellos, no es que no le gusten realmente, será que le cuesta trabajo comprender su funcionamiento, sin contar lo inestable y ruidosos que pueden llegar a ser, no Ollivander no es un hombre de niños. Sin embargo, el nene frente suyo parece bastante peculiar y es que puede ver en el pequeño la mescla casi perfecta entre Amtjoni y su mujer. Un sentimiento dulce crecía en el interior del mago sosegado solo por el ruido de la realidad. -El gusto es todo mío, mi señor- Garry reverencia apenas, pero se ha atrevido a, después de eso, dar un par de pasos en dirección al menor -Mi nombre es Grelliam M. Ollivander, pero usted puede llamarme solo Garry- se ha inclinado y extendido su mano esperando estrechar la del menor. Finalmente, no había sido tan complicado como tanto la criatura se lo recriminó. Ha indicado al menor con su largo dedo índice que aguarde unos segundos y dos zancadas bastan para alcanzar el abrigo del mago colgado en el respaldo del sillón. Garry mantiene una sonrisa tenue en su rostro marcado de cicatrices y guiña al menos al mismo tiempo que de su abrigo saca un frasco en forma de bombilla tan pequeño que lo puede sostener en una mano. Dramáticamente (como si no le costara serlo) saca del bolsillo de su pantalón un par de pétalos color púrpura y verde que lleva con cuidado dentro del frasco y solo un par de golpeteos bastan para que ambos pétalos se fusionen y brillen cambiando de forma. Sonríe satisfecho ante la visión del joven entretenido con la esfera, ¿no había visto esto antes? “ah si, Sunnar” el eco de su nombre retumbó en las paredes de su mente. Hacia unos años atrás, él había hecho el mismo obsequio para el hijo de Sunnar el mismo día que Ollivander llegaba por primera vez a la hacienda, solo que él era algo mas joven. Exhaló con pesadez. -Cambiará de forma según las criaturas de las que tengo registro hasta ahora- explica y extiende el sencillo presente al menor la esfera que brilla con una silueta de un pequeño duendecillo que se convierte de pronto en un Augurey que canta su lamento -Solo cambiaran por hoy- se apresura a justificarse ante Cindy -No es toxico- continua casi tropezando las palabras, algo más nervioso.
  9. -Solo un poco embriagada, quiso decir- su voz es áspera y trata de no hacer notar el recelo en ella. Han caminado tan solo unos metros más allá del pergolado, hace tanto frio que el vientecillo que golpea su rostro lastima sus cicatrices, casi le ha costado hacer un gesto ante eso y se pregunta por qué no pueden ir a un lugar más cálido. Sin embargo, el andar es tan casual como si lo hubieran estado haciendo desde hace un rato y solo se detuvieran para ajustar sus agujetas, su cuerpo prontamente recupera ese calor canino que se desprende naturalmente del licántropo y se acerca solo un poco más a Evans para que pueda también beneficiarse. Suelta ruidosamente una bocanada de vaho dejando ir una fea risa por el comentario de la elfina, sinceramente él también debe preguntarse por que es que teme tanto a la criaturilla. Antes de poder contestar cualquier cosa Bel se encuentra cómodamente colgando entre sus brazos, los ojos de Garry parpadean tan rápido como si encendieran dentro de ellos una llama y destellan sobre el rostro de la mujer. A Ollivander le a tomado por sorpresa la ligereza con la que ella toma el asunto de su andar descuidado y como aún permanece agradable entre sus brazos. Grelliam exhala con alivio, un golpe en el suelo, no, un golpe en el frio suelo es algo de lo que él no se levantaría con tanta facilidad, y entonces está ahí volviendo a colocar a Evans sobre ella misma mientras continua su parloteo sobre… ¿El que era? Ahora tenía que pensárselo. Él no admitirá a Evans que un nudo se forma casi instantáneamente en su estómago cuando se trata de aclarar temas sobre la familia Evans McGonagall post nupciales. Solo asintió en respuesta.
  10. -¿Ehh? ¿Desde cuándo debo pagar mis deudas? - se escuchó meloso arrastrando desganadamente sus palabras -Creí que ese era su trabajo, sanadora- sonríe divertido mientras avanza para colocarse frente a Evans y, aunque aún no pasa, puede sentir bajo su abrigo el apretón de Evans que le ha tomado, con más fuerza de la que el preferiría, para demostrar su réplica al comentario del menor. Ollivander apenas sonríe, en aquella oscuridad no puede vérsele bien, pero a memorizado tan bien los gestos de ella que puede saber lo que hace ahora y está bien para él. Tratando de no lamentarse por el esfuerzo que requiere se ha puesto a hurtadillas frente a Bel, dejando colgar sus manos desde sus rodillas con pereza y negando suavemente con la cabeza -Se olvido de uno- señalo la manga de su pantalón apenas con su índice -Así parece que sus piernas son asimétricas- murmuro mientras alcanzaba el dobladillo y lo dejaba a la par del otro -Con esa estatura no debe dejar pasar estas cosas, Bel- sonríe con malicie una vez más cuando sus ojos se encuentran con los de ella. No está seguro de haber estado lejos de Bel por mucho tiempo, sin embargo siente que a pasado lo suficiente para sentirse algo extraño junto a la sanadora, es eso o el repentino recuerdo que ahora están matrimoniados, no es un problema para él, pero Bernadette ha insistido en que debe mejorar sus hábitos si es que quiere honrar el papel de “Marido de Evans”, no entiende aun a que se refiere con esto, pero la respuesta debería estar en los libros que la elfina y Mss H le han regalado para estas Navidades de “Como mantener un matrimonio feliz” y “Hombre o bestia; Guía mecánica para ser el esposo ideal”. Ollivander ni siquiera ha querido imaginarse como es que alguien puede escribir algo tan malo como aquello. -Entonces ¿Cómo estuvieron las festividades? - su voz era torpe de pronto, como esas veces donde finge interés en algo de lo que realmente no está interesado. Había sido esta la primera Navidad donde estuvieran matrimoniados y ambos habían acordado pasar la noche aun separados “no es algo para perder la cabeza” había argumentado el mago. Ollivander acepto su arrepentimiento de no estar con Evans tras tres horas de ver películas Navideñas muggles con Bernadette y Mss H -Digo, no hubo “drama familiar” en esta ocasión, ¿o sí?- pregunto divertido a las comillas que Bel ponía cuando tiene la confianza de desahogar sus líos familiares con Garry -Lo que fuera no pudo haber sido peor que “cuentos de Navidad” de Sofia Rehi- había entrecerrado los ojos con disgusto -Al menos en verlo en vivo es mejor- se encogió de hombros desviando la mirada escondiendo una sonrisa de medio lado.
  11. Esto pues.... Ahh que complicado que es jo, bueno nada que ya que veo que ando en las andadas me quiero recuperar(?) (no pregunte de que) pues quería ver si puedo seguir registrado en la familia, me había dado de baja por que no era constante por aca en el foro (mundo muggle y eso), pero pues ya ven. Esto..mi parentesco era como familiar ajeno (adoptivo) de SunarPBT, pero ya que esta inactiva pues no se lo puedo pedir a ella, sin embargo me gustaría continuar así, no creo que alla lios o si? De hecho en el post al comienzo aun esta mi nombre ahí xDD Bueno espero que sí, aun se me queda decir que soy Garry Tonks y eso que no ja, pero bueno. No estoy seguro si tengo que poner enlaces a mi ficha o eso, asi que esperare la respuesta y modifico el post. Saludos~ @
  12. -A-ah- se queja. Tiene un rato parado bajo la llovizna de un día por la tarde de invierno, esta vez no le importa mucho el enrojecimiento que el frio causa en la punta de sus orejas, dedos o nariz, el extraño traje para lluvias amarillo pálido le cubre muy bien el rostro y cuerpo de mojarse con agua de lluvia, pero no pueden protegerlo del viento que sopla tras el mago. Frente suyo puede contemplar el muro de ladrillos por donde descaradamente se chorrean ríos de lluvia casi revelando el camino, Ollivander gruñe y es que no ha olvidado las instrucciones que Bel le ha dado para poder entrar, sin embargo, dentro de él, la criatura, se resiste a continuar adelante. Se ha convertido en un hombre bastante nervioso, él culpará a las fechas, a la luna llena y posiblemente al cambio de hábitos que se ha fijado después de “la boda”. No sabe por qué, pero lo hace. Las calles alrededor suyo siguen tan solas como hace 15min ¿Ya son 15? El tiempo parece no tener piedad del hombre y con un gesto de mal gusto se adelanta un par de pasos para abrirse camino hacia el Edén. Solo por el temblor en sus manos que sostienen su varita es que le ha costado algo más de lo usual dar con la clave y entrar al fin a su destino y despojarse de su abrigo mojado, las botas llenas de fango hacen un mal juego con el traje a rallas del mago y Ollivander no podría lidiar con ello. Su cuerpo aún permanece frio y su cabello, aunque no esté mojado, se encuentra aplastado por la humedad y de algunos risos cuelga gotas de lluvia que se han colado desde su sombrero. Garry parpadea ágilmente para aclimatar su vista, a pesar de que no esté nublado como afuera, la noche cae sobre el páramo donde se ha aparecido y es incluso algo más oscuro que las calles del callejón. Un aullido se escucha fácilmente a varios metros de distancia suyo, y una larga sonrisa de malicie se dibuja de pronto en su rostro haciendo fea marca en sus cicatrices y mostrando los filosos dientes del mago.
  13. Se siente bastante bien, en la orilla de aquel cómodo sillón tratando de obtener más calor de la chimenea, la tranquilidad hogareña que hacía tanto no disponía de ella -Ahh pero que mal, te estás haciendo viejo Grell- hablo para sí mismo obteniendo a cambio un gruñido interno de la criatura, extraña situación era la de ellos, pero él ya se había acostumbrado después de tantos años. Sobre el respaldo del sillón ha colgado su saco de cuadrillos verdes y cafés, solo lleva por encima de la camisa de vestir y corbata el suéter de múltiples colores opacos (regalo de la Sra. H por Navidad) y sus largos y enrojecidas manos tituben ansiosamente sobre las rodillas, difícilmente se contraen por el dolor que el frio ha causado en sus articulaciones. Un elfo más ha aparecido, esta vez puede reconocerla, es la elfo que comanda la cocina de la hacienda, contenta se ha presentado cargando una charola con una tetera humeante y tres tazas de té y le guiña a Ollivander ante la duda en su rostro, aún recuerda el tiempo cuando pasaba horas en la cocina de la hacienda haciendo sugerencias a la pobre criatura hasta que terminaba echado de ahí (con increíble amabilidad por su puesto). “Su favorito, joven” ella menciono en voz calmada, como si no hubiera pasado en realidad tanto tiempo entre ellos, Garry sonrió y mantuvo una conversación tranquila con ella hasta escuchar los pasos apresurados acompañados de un taconeo suave detrás suyo. Ollivander se giró sobre si para encontrarse con la señora de Tonks. La recuerda de su boda con el joven Anthoni, una mujer peculiar y bella, Ollivander no se siente desconfiando ante su presencia, puede sentir al joven Tonks en toda su esencia cuando la mujer entra a la habitación, tranquila, agradable, encantadora, y Garry se siente afortunado de tener al fin una oportunidad de conversar con la esposa de su tan querido Anthoni. -Mi señora- el mago entrego cortesías a la mujer, un movimiento suave y sutil -Espero mi presencia no sea una molestia- continúo hablando con la mirada fija en la bonita figura frente a él -Me disculpara también no haber anunciado mi llegada con previo aviso y es que…- ahora puede recordar todas esas veces que Bel siempre le reclama su falta de tacto -La mensajería no se me da muy bien- sonríe finalmente desviando la mirada con algo de timidez. Se aclara la garganta antes de continuar -Que bien se ha mantenido todo aquí, mi señora, debo decir que me encuentro extrañamente agradecido- ladea la cabeza melosamente -Ah, pero no la aburriré más con melancolías- se encoge de hombros -Vine a buscar un par de objetos que he perdido, b-bueno no he perdido del todo, tengo la certeza de que los he dejado en algún rincón de este lugar, si usted me lo permitierá yo…- que extraño se sentía de pronto -Yo quisiera buscarlos, si es posible.
  14. Un trueno fuerte se escuchó partir la tierra, de entre el humo polvoriento que se ha levantado puede verse una pequeña hebra de humo verdoso escaparse de entre tanto caos, se aleja de ahí a varios bastantes metros donde puede estar seguro, la lluvia no tiene piedad de nada y otro relámpago cae no muy lejos de donde el hombre se a materializado tras la aparición. Aún existe un largo tramo entre la hacienda y él, no pude distinguir bien, sus gafas se han empañado y es mejor andar sin ellas, confiara hoy plenamente en ese instinto canino que se carga no por voluntad propia. Con largas zancadas estropeando sus botas de lluvia y salpicando las mangas de sus pantalones se las arregla para avanzar entre los ríos de fango que lo separan de su antiguo hogar. -Vaya, esto va a ser más difícil de lo que pensé- pensar en voz alta ha sido de Ollivander una actividad bastante común en los últimos tiempos, y es que culpará a alas fechas decembrina por su extraño sentimiento de melancolía. No puede reconocer el camino que traza, la hacienda no ha cambiado mucho desde su partida y, aun así, seguramente por el mal clima, él no puede familiarizarse pronto con sus patios. Sin embargo, no es un problema para Garry ahora, y con habilidad ha conseguido llegar hasta el umbral del hogar de los Tonks, casi puede recordar la primera vez que llego ahí y lo extraño que fue y que ahora es. -Buen día- habla un tono más alto de lo que puede, la lluvia apaga su vos entre el viento y las ramas de los arboles reclamando -O tarde…-ha ojeado rápidamente su reloj de bolsillo, extraño objeto que es lo único que parece conservar (eso y la bestia) de sus tiempos iniciales en Ottery -Lamento molestar en este tiempo- continua hablando al elfo que le ha atendido, no puede reconocerlo de antes, su rostro se deforma bastante preocupado por reconocer al mago -Soy Garry Ollivander y yo…- el elfo se apresura a abrir la puerta por completo al escuchar el nombre del mago, Garry solo puede sonreírle más sorprendido de lo que pensaba y dar un par de pasos al interior -Siento estropear el recibidor- se disculpa con la criatura mientras se deshace del abrigo que gotea agua de lluvia como si la tormenta la llevara en sima suyo. -No se moleste señor- el elfo se apresura a tomar las prendas del mago y alistarlas para su viaje y se ha vuelto a él para verlo curioso con esos grandes ojos de pelota -Dígame señor Ollivander ¿Qué lo trae por aquí? Hace tiempo que no sabíamos de usted- el elfo se sobaba las manos una sobre otra casi de modo ansioso, esperando por la respuesta de Garry. -¿Uh? Ah sí, pues he venido por algunas cosas que he dejado en mi antigua habitación, ¿Seguirán aquí?- ha echado un largo vistazo a su alrededor, justo como lo pensaba el lugar no había cambiado mucho, se siente bastante solo y puede sentir un calor hogareño que solo la hacienda puede brindar a sus invitados, él puede sentirse ahora como ese pequeño niño en un palacio el primer día que llego -Ehh, no quisiera causar molestias la verdad, será breve si todo aquí ¿Podría anunciar mi llegada a los señores? Eso solo si están en casa, decirles que solo pasaré por algunas cosas, no pretendo quitarles mucho tiempo, pero…- se ha cruzado de brazos en un intento por darse calor más pronto -No quisiera merodear por aquí sin previo aviso- sonríe largamente a la criatura que responde del mismo modo y después de ofrecerle a Ollivander pasar a la sala de estar donde la chimenea se desaparece a sus espaldas. Garry exhala con dificultad -Bien, ya está casi hecho.
  15. Había oído sin escuchar realmente las energéticas palabras de Lady a Bel, su mirada había estado ida, perdida en algún punto de la habitación, muy pensativo, aquel trance con Laddy resulto ser inesperadamente intenso y confuso, se lamentaba así mismo haber perdido tal oportunidad, sin duda una experiencia poco usual de la que se cree incapaz de experimentar nuevamente, por supuesto que lo intentaría en alguna ocasión, pero es consciente de que los efectos nunca son ni siquiera parecidos, nada nunca supera al factor sorpresa que causa tanta adrenalina en Ollivander durante un caso. Ahora está siendo ajeno a lo que ocurre en la habitación, de pronto siente tanta indignación y enfado como las propias palabras de Lady, su cuerpo se tensa a la idea, pero sabe que aquellos sentimientos no le pertenecen a él, no debe ser más que un síntoma más del trance de que le ha estado constando trabajo recuperarse. No ha dicho ni una palabra más desde entonces, no es consciente de de cuánto tiempo ha permanecido en silencio, espera que no lo suficiente para poder continuar con todo esto. De un salto se ha puesto de pie tan pronto que no deja a su cuerpo entumecido reclamarle y ha andado nuevamente hacia el estante, revolviendo sobre la mesa junto a él, libros hojas y algunos objetos que hacen mucho ruido al chocar entre ellos, mira en dirección hacia el último lugar donde recuerda haber visto a Evans, no está seguro de si aún está ahí, pero su rostro figura una mueca parecida a la duda -¿Qué día es hoy, Bel?- a mitad de su pregunta se ha vuelto en si para seguir rebuscando entre basura -Decirle a Mss H, que hoy el consultorio está cerrado y que se tome el día, por favor, vuelva aquí lo más pronto posible.
  16. ¿Qué tal? Aquí pues para llevar un conocimiento, no sé qué más tengo que poner además del registro, registrarse ahora es para llevar el cuero en Enero ¿cierto? Si, eso espero. Bueno aquí mi información. Nick: Sain M. Ollivander ID: 118247 Conocimiento: Herbología Nivel de Magia: II Link a la Bóveda: Bóveda de Garry M. Ollivander Link a la Ficha: Garry M. Ollivander Pues es todo, hasta pronto.
  17. Buenas... Quisiera agregar alguna informacion mas a la historia del pj y tambien areglar los formatos y blabla esas cosillas.... Asi es como quisiera que quedara... Son poquitas cosas, pero algo es algo... Boeno, gracias. Chau.
  18. Aun ojea el libro y es capaz de notar el silencio que se ha hecho de pronto entre ellos, ella le explicaba su posición en el departamento, a Ollivander no le pareció un dato importante hasta que el silencio se hiso presente, lentamente la mirada heterocroma se posó sobre la mujer, y se removió en su butaca sintiéndose extraño por la mirada casi en trance que la joven le ponía encima. Ollivander parpadeo quedamente, tratando que ninguno de sus movimientos fueran bruscos ni parecieran hostiles, se adelantó un poco en su lugar quedando sentado al ras de la colchoneta y sus rodillas recargadas en el filo de la mesa de centro. Entonces su acompañante continúo hablando, teniendo toda la atención del mago en ella, hacía mención de una fecha, Garry pudo sentir un escalofrío ansioso por tanta exactitud en su expresión. Respiro nuevamente, durante un segundo había dejado de hacerlo, quizá había esperado tener en su interlocutora una reacción inesperada, sin bajar la guardia se acomodó nuevamente en su sillón a escuchar este nuevo recuerdo de la joven. Esta memoria comenzaba como el de muchos otros que ya ha escuchado, una joven enamorada, las palabras de la mujer congelaron los pensamientos difusos de Garry sobre el caso, de pronto todo se volvía un poco más denso y difícil de soportar, el mago respiraba pesadamente conforme a la historia se acercaba a su fin, de modo sutil Garry se quejaba por la incomodidad y lo difícil que estaba resultando mantenerse tranquilo, sus inspección era poco a poco más profunda al mismo tiempo que el ruido de la voz de ella se intensificaba reventando los oídos del mago. Ella sonrió. Aun en su lugar, con el cuerpo ajeno tan cerca del suyo no se atrevería a romper la conexión en sus ojos, tan brillantes y agraciados, no quiero hacerlo en verdad, siente que en el momento en el que se rompa ese enlace virtual que se había creado no volvería a ser. Con suavidad deslizo una de sus manos por lo largo del descanso del sillón y envolvió la delgada muñeca de la mujer, jamás sin dejar de ver el bello rostro y llevo su otra mano hasta la mejilla de la pelirroja y con un último y cálido aliento susurro -No habría necesidad de salvarte si no hubieses decidió volver aquí… Un segundo casi eterno de silencio les invadió de pronto, justo así es el sonido de la desgracia. La voz de la sanadora era lo único que se atrevió entonces a romper aquel escenario tan estrecho, Garry exhalo quedamente y con la misma suavidad con el que tomaba a Lady soltó el agarre alejándose lentamente de su cuerpo. Solo cuando retomo una posición más cómoda en la butaca le sonrió nuevamente a la pelirroja. Esperando a que la Evans terminara con la entrada ruidosa de lado había de tomar su pluma y el pergamino y continúo haciendo un par de notas en él antes de volver a prestar atención al dialogo de la sanadora. -Pero que falta de tacto Bel- sonríe divertido ¿no es eso lo que siempre le está cuidando tanto a él? -Ella es Lady Dark Luxure ¿la recuerda verdad? Si, del departamento de criaturas, que curioso ¿no? Todos trabajamos ahí y ahora estamos aquí juntos. Bel venga aquí por favor, porque no le echa un vistazo a nuestra comensal parece que va a desmallarse la pobre- increíblemente la joven se ha puesto más pálida desde que llego -Justo madame Luxure estaba contándome un dato importante sobre un misterio que le abruma, ¿no le importa que ella este presente verdad?, Bel Evans es de mi absoluta confianza- habla con homogeneidad, como si estuviera siguiendo un protocolo, elevando las cesas ha lanzado una mirada impaciente a la sanadora esperando alguna reacción por parte de ella. Lo que fuera que hubiera pasado entre Lady y él segundos antes de que la Evans entrara al despacho lo ha descompensado, no le sorprendería que Lady también se sintiera afectada.
  19. -Entiendo- le da una larga sonrisa y recibe nuevamente el libro. No espera sinceramente atinar a l primera, después de todo hay cientos de demonios en este mundo cada uno con un propósito más malvado que otro -Su embarazo también puede estar perjudicando estos recuerdos suyos- comienza a hojear el libro nuevamente -El que podemos recordar de verdad o el queremos- se detiene en algunas páginas, a leer pero continua -Bueno, ya le he dicho que es un consejo ,tampoco debe seguirlo si es lo que siente, eso también es una buena señal- Entre ellos se había formado un nuevo silencio, Ollivander atinaría a decir que posiblemente ella seguía pensando en lo que era o no correcto hacer. Los casos con demonios eran bastante comunes, el problema con ellos era ese mismo que ahora lo estaba complicando todo, siempre dejaban algo, una pista sobre las victimas de donde podrían conseguirlos, pero alar de ese hilo siempre resultaba ser una espada de doble filo. Entonces ella hablo nuevamente y con lentitud sus ojos heterocromos se fijaron en ella, le observo por unos segundos, su mirada era tan pesada como si quisiera conseguir ver a través de ella. -El departamento de control de criaturas mágicas- entonces contesta -Hace aproximadamente un año o dos- cierra el libro y lo coloca por un lado, solo para tener una mejor vista de la mujer -En esos tiempos trabajaba yo para la “burocracia”, pero usted…- una sonrisa tenue se cuela en el rostro sereno –Usted había llegado como una aprendiz entonces, una muy audaz y dedicada- exhala largamente, Garry no es muy entusiasta de recordar buenos tiempos -Pero eso fue hace un tiempo, coincidimos en resolver algunos asuntos juntos- se acomoda en su butaca sin quitarle la mirada de encima a la mujer, esperando ver alguna reacción en ella -Debo decir que tuvo una actuación lucida mientras estuvimos ahí, es posible que por eso mismo se encuentre usted dando servicio- entonces vuelve a tomar el pergamino y comienza a escribirle -Me pareció haberla visto en aquellos lares no hace tanto tiempo, quizá fue ¿el mes pasado?- niega con la cabeza, ahora todo es inestable -Dígame, una última pregunta, si es que aun trabaja ahí, ¿Qué la hizo volver incluso después de su atentado con este demonio? @
  20. -No tiene de que preocuparse, madame- sonrió abiertamente deleitado con todas esas expresiones de la joven. Que reaccionara de aquel modo no era más que una buena señal -Por favor no me piense abusivo, pero mi recomendación es...que no debería reprimir esos “impulsos”, los hábitos, son resultado de nuestras actividades diarias, casi inconscientes, será mejor que les haga caso si quiere recuperar su memoria más prontamente- hace un gesto de dolor al ponerse de pie, las rodillas reniegan terriblemente ante el frio y con un ademan Ollivander avivaría el fuego en la chimenea -Ahora, por favor déjeme intentar otra cosa- indica con la cabeza la butaca de la sanadora, y espera pacientemente a que ella tome asiento. Sentado ya en su propia butaca frente a la joven revisa meticulosamente las hojas que había apartado en el libro. El caso no era complicado en sí, ella le había dado información suficiente para ya hacerse de algunas ideas, pero trabajar en teorías no era su modo favorito de resolver un caso, sin embargo, la falta de memoria de la mujer no le daba muchas opciones. Estaba también el hecho de que existía una segunda persona involucrada en este misterio, no es difícil saber cuándo una mujer presenta síntomas de gestación, por el modo en el que ella ha omitido su mención, Ollivander puede pensar que no espera que sea afectado de ninguna manera, lo que es bastante complicado siendo un ser dentro del vientre de su madre. Sera bastante necesario saber si esa criatura es resultado de aquella agresión. -Su relato me recuerda a la leyenda de Timanfaya- comienza a hablar de pronto, rompiendo bruscamente el silencio que se había hecho en la habitación y del que no era consiente que había formado -¿El nombre le parece familiar? El demonio de la horqueta con cinco picos de Timanfaya- volteaba el libro hacia la mujer, dejando mostrar el dibujo que se extiende por toda la hoja del libro, es una ilustración hecha a mano con tintas de colores cálidos, sin mucho detalle, pero que representa claramente al personaje. -Se trataba de una pareja de enamorados, entre el hijo del hombre más rico del pueblo y la hija de unos agricultores de plantas curativas, su amor era tan puro y fuerte que el volcán de Timanfaya estaba celoso de ellos. Cuando al fin decidieron cazarse el volcán no lo acepto y furioso, el mismo día del casorio hizo erupción por primera vez, destrozando todo el pueblo con su lava ardiente. Todo el pueblo corría de un lugar a otro sin saber cómo refugiarse puesto que comenzaban a caer rocas de grandes dimensiones por todos lados, aplastando casas, enterrando campos de cultivo y destruyendo todo lo que había a su alrededor- Hace una pausa antes de continuar y entrega el libro a la joven para que peda ver el resto de las imágenes. -La desgracia cayó de lleno en aquella pareja de recién casados, una roca de grandes dimensiones salida de las éntralas de la tierra cayo encima de la novia, dejándola sepultada y con la mirada llena de lágrimas- apunto estaba de encender un cigarrillo, antes ha tumbado su vista sobre la mujer y desiste -Fue tal la rabia y desesperación de aquel chico que sin pensarlo cogió del suelo una horqueta de cinco puntas para intentar sacar la piedra que tenía encima su mujer ignorando los gritos de todas aquellas personas que le decían que desistiese y que ya no había nada que hacer, el no desistió y de sus entrañas surgió una fuerza de tales dimensiones que consiguió levantar aquella roca humeante. Sin embargo, habían sido en vanos sus esfuerzos, porque al mover la roca, el cuerpo de su amada había desaparecido. Desconcertado y gritando de dolor, el hombre corrió por todo el valle de Timanfaya quitando las piedras de su camino hasta buscando a su amaba hasta que sus fuerzas se lo permitieron, desapareciendo entre el humo del sulfato que salía del suelo y las cenizas que ya lo cubrían todo.- -Esa misma noche de luna llena, en un momento de claridad entre la nube de cenizas y el resplandor de la luna se podía observar en lo alto de una colina al desdichado hombre gritando con una fuerza descomunal, lleno de rabia, era la imagen de aquel hombre con la horqueta de cinco picos entre sus dos brazos. En ese momento los sobrevivientes del pueblo de Timanfaya dijeron casi cantando “pobre diablo” pues el volcán robaba a su amada y lo había dejado en la pena y el dolor.- Silencio. Nuevamente solo se puede escuchar la combustión de los leños en la chimenea, Ollivander no había apartado nunca su mirada de la joven, apenas le sonríe tan tenue que no es fácil verse. De manera ruidosa se acomoda en su butaca, alcanzando con sus largos brazos una pluma y un trozo de pergamino y comienza a hacer notas. –Se dice que la rabia del hombre lo corrompió tanto que nació el demonio de Timanfaya, por supuesto no es su nombre real, pero así se le conoce popularmente, no es más que el alma de un buen hombre engañado por la naturaleza misma, en este caso el volcán de Timanfaya, el mito decía que el volcán le había ofrecido al hombre el poder necesario para buscar a su amada con tal de que le perdonara por el desastre que había causado el día de sus nupcias, y así es como nació este…demonio, claro que el volcán jamás le dijo que era el quien tenía a su esposa. En fin, si Timanfaya sigue por ahí… ¿Le ha sonado algo familiar todo lo que he contado? ~ ~ ~ @
  21. Estaba haciendo ese mal habito de tentar con impaciencia la superficie de la mesa con su dedo índice, no es algo que le guste hacer honestamente, el tic nervioso se había desarrollado al mismo tiempo que, según la sanadora, debería buscar un modo menos hostil de manifestar su ansiedad. Tan interesado había estado en buscar la respuesta para aliviar la pena que agobia a la joven mujer que incluso no se había presentado tal y como ella lo solicitaba -¿Ug?- responde para sí mismo y el tanteo de sus dedos cesa. Le resulta extraño que la joven pregunte su nombre, él no podría olvidar en su vida un ser tan atrayente como el de ella, era como si el fuego mismo hubiera dado a luz a un ser humano. Laddy. -Tiene usted razón- preferirá seguir utilizando su “anonimato” la cuestión de que ella pueda recordar o no, es una parte muy importante en todo esto y ella deberá salir por cuenta propia de este embrollo, así conseguirá en un futuro tener un control sobre quien entra y sale de su mente -Debe saber ya, seguramente si, que existen diferentes maneras de “perder la memoria”- se pone de canclillas junto a la butaca donde ella descansa y comienza a hojear el libro mientras continúa explicando -La memoria no se pierde para siempre, el hecho de que recordemos intermedios o no siempre tendrá que ver con lo que nuestro cerebro cree que es importante recordar para mantenernos con vida. Ahora bien, en el mundo mágico, esa teoría es maleable considerando toda la cantidad de encantamientos, objetos, maldiciones o pociones que existen para conseguir la des memorización, pero bueno no le explicare lo que seguramente alguien más ya le ha dicho. No puede evitar sentirse un tanto conmovido por el relato de la mujer, puede casi sentir la frustración que se refleja es esos ojos crispados y ese temblor en sus palabras, mucha de su charla, aunque no le guste, es meramente para tratar de aminorar los nervios de la mujer, su único objetivo será el de que ella se sienta cómoda junto al detective. -Aquí esta- cubre con sus largos dedos el título de la página del libro y aclara la garganta para continuar, no espera que la mujer entienda con facilidad lo que está apunto de explicarle -Es muy posible, que a pesar de su mala experiencia, estemos tratando con algo…que no sea tan complicado- medita un segundo sus palabras, Bel siempre le ha dicho que debe tener un poco más de tacto cuando busca tranquilizar a los clientes -Primeramente, antes deberé saber si su memoria es “rescatable” o no- se pone de pie y se sienta sobre la mesilla de en medio para quedar frente a ella lo más junto posible -Mi nombre, como lo dice en las letras chicas del local- bromea -Es Garry M. Ollivander y usted y yo ya nos conocíamos antes, madame, ¿Puede recordarlo?- no le había quitado en ningún momento las pupilas de encima, es importante para él esta parte, si ella puede recordar al hacerle mención de “palabras clave” entonces el caso podría facilitársele un poco.
  22. Ollivander ha sonreído, realmente deleitado al escuchar hablar a su nueva compañía, el modo nervioso en la que su cuerpo se mueve y el titubeo de las palabras que salen con cortesía, como si ella pensara mil cosas antes de dejarlas ir, es de alguna forma “encantadora”, ni siquiera es capaz de molestarse por el animalillo que ha escondido en su capa. Realmente espera que Jawn, que ha permanecido dormido sobre su libro favorito de herbolaria, no despierte interés en el cachorro de la pelirroja. Entonces ella continúa hablando, mostrándose más angustiada en cada palabra y Garry es capaz de comprender que en una situación así, donde los recuerdos no son del todo claro, la mente siempre puede llegar a generarnos ideas que no son ciertas en su totalidad. Asiente con paciencia a las palabras que tratan de salir de la mujer. “Un demonio”, él ya había trabajado con ellos antes, literalmente, demonios parecían circular las avenidas de Inglaterra tranquilamente como si estuvieran en el mismo infierno de donde han salido. Garry era el tipo de gente que su presencia no era de mayor o menor importancia que cualquier otro ser en la tierra, cualquier ser humano era tan osado de dar una vida como de arrebatarla, así como había conocido demonios con las mismas cualidades del más poderoso mago. Sin embargo, al licántropo no le ha pasado por alto la intervención del nombramiento de un nene en todo esto y de alguna manera todo se complica con un par de palabras. Sus dedos tantean impacientes por oír el final del relato de la mujer frente a él, pero dicho final jamás llega. Sonríe, otra vez, apenas se ha dado cuenta que lo había dejado de hacer, y solo guarda silencio un largo segundo, que seguro para ella debe estarla incomodando, pero él debe pensarse muy bien el cómo y el que es lo que debe preguntar o hacer ahora. -Entiendo entonces que usted perdió la memoria o el hiso algo al respecto, pero trate de recordar madame, ¿Tenía alguna relación con este demonio antes? Me refiero a que ¿usted lo busco?, ¿sabe si él quería algo de usted? ¿Recuerda cómo sucedió el secuestro?- aclaro su garganta, lo que menos busca ahora es perturbar más la mente de la pobre muchacha, si lo hacía, muchos de esos recuerdos podrían ser cambiados bajo el estrés -Vera que, saber si un demonio está detrás suyo es una tarea bastante sencilla, madame- se levantó de su asiento y con largos y animados pasos camino hasta quedar frente de una estantería -Pero detenerlos…- un largo dedo paseaba por el lomo de los libros y los brillantes ojos se forzaban por leer las despintadas letras de estos -Detenerlos, contener su poder…- saco un libro grande y pesado de portada rojiza y volvió frente a la mujer -Contener su ambición, su deseo, eso es lo que en verdad es complicado- explico -Necesito saber si él quería algo de usted, se de alguna forma están relacionados ¿Usted puede darme esa información? @ Gracias
  23. Ha sonreído realmente gustoso, pero es una sonrisa bastante macabra que consigue que las cicatrices de su rostro formen marcadas arrugas bajo los ojos del hombre, es un gesto extraño, pero no puede evitarlo. Sus brillantes ojos no dejan de estarse quietos, pasan de la mirada que ella le ha desviado al mechón de rojo brillante que cae sobre su rostro, de sus labios a sus manos tan pálidas, por los detalles de su ropa hasta volver a sus delicados gestos. Por un momento puede imaginarse a él mismo aun sentado en su butaca y que la figura de la mujer que ahora presencia es alguna alucinación de aquellos gases que había inalado accidentalmente una noche antes en un experimento. Existe un algo muy extraño en la bella mujer que ahora contempla y no puede pensar con claridad cuando está cerca de ella. -Hare todo lo que este a mi alcance para ayudarla, madame- se siente seguro de igual manera, no es esta la primera vez que se encuentra indispuesto para un cazo, eran las cosas buenas, aunque poco ortodoxas a las que Garry daba crédito a la licantropía. Comienza a andar regreso por las escaleras torcidas -Acompáñeme al consultorio, ahí podremos tener más…- mira por encima de su hombro realmente espera que ella lo siga y el ademan que ha hecho con sus manos le invita a subir los peldaños de madera -…será más íntimo- explica sin cuentas. Una vez adentro del consultorio, se adelanta con largos pasos para quitar algunas cosas que puedan estorbarle a su cliente. Por un momento se ha quedado pensativo frente al asiento de la ausente sanadora ¿Dónde estaría ella ahora? Es sufriente para el escuchar los pasos suaves detrás suyos para despertar de su tornase, basta con un poco de magia para desocupar rápidamente el sofá de libros y trastos. -Es el mejor asiento de la casa- le sonríe a la mujer y con demasiada reverencia le invita a sentarse -¿Té?- se ha mantenido animado y aun que pregunta ya ha servido frente a ellos un par de tasas de té verde -Ahora, porque no comienza por el principio, no cuente las partes que no valga la pena eso solo hará más tardado el caso, pero claro, no olvide mencionar los pequeños detalles madame, esos siempre son los que importan- soto aquello con calma, lo que menos quiere ahora es asustar la atractiva mirada que tiene encima suyo ahora, no puede evitar querer la atención de la mujer solo para él -La escucho, madame. @ S-super t-tarde :$ Una disculpa.
  24. El consultor @ & @ El par bicolor se abrió de golpe al sentir una pesades en las sienes de su frente. con dificultad apeas pudo ver las manecillas del reloj que colgaba en le muro frente a su sillón individual, un pequeño gruñido se escapa desde su garganta y con en extraño movimiento trato de volver a una postura mas cómoda en el sillón, había estado leyendo días atrás artículos de "Como conseguir una meditación mas profunda", Ollivander habría antes que era una absurda idea todo lo que aquellos autores escribían en sus notas, pero no seria el Ollivander de siempre si no procediera a experimentar. Sobre la mesilla junto a su sillón una revista descolorida por la humedad había estado abierta en la pagina cuarenta y siete "de cabeza". Ollivander tomo escribió una nota sobre el titulo y con un mal gesto lo dejo caer de nuevo sobre la mesa. El día había prometido ser bueno, pero ahora el dolor en sus sienes parecía indicar todo lo contrario. Con agilidad se levanto de su lugar mullido con su figura, había permanecido en aquella postura desde mucho antes de que la vieja recepcionista se asomara por la puerta del consultorio anunciando que saldría a comprar mas leche para el "...mas leche para el te, se ha terminado" le había repetido a la mujer haciéndola renegar por haberla prácticamente ignorado. Y mientras trata de recordar por que es que no hay nadie mas en su piso, busca si mucho cuidado entre el papeleo, libros y notas, algo de tabaco que pueda fumar antes de que de inicioa su próximo experimento. EL cigarrillo se enciende al mismo tiempo que una bata azul grisea de gruesa tela se ondea sobre él. Él murmura una extraña canción mientras parece que bailara sobre sus ágiles pies que se mueven por el piso buscando mas anotaciones, algunos matraces y sustancias sobre la mesa, por arriba de la chimenea, y la raíz que había dejado crecer en el vano de la ventana. El tarareo ruidosamente y a través del cristal consiguió ver, aun con dificultad, la silueta misteriosa que camina en dirección a su local, sin duda un cliente. No había mucha mas gente en la calle, por lo que había sido fácil para el hombre no perder de vista a la mujer. El par de brillantes ojos la sigue con cautela mientras verte solo un poco de agua en la raíz "lo siento Yanna, sera en otra ocasión" el cigarrillo en su boca no lo deja hablar bien. Por un momento se lamentaba encontrarse realmente solo en el piso, Donde esta esa mujer para atender a los clientes cuando llaman a la puerta? Si tan siquiera hubiera dejado una nota no estaría tratando de apagar su cigarrillo con la misma dificultad con la que baja los traicioneros escalones. La bata había quedado atrás, y era el traje de tres piezas (sin saco) y zapatos lustrosos lo que llevaba consigo. Antes de tomar el pomo de la puerta principal, practico un par de sonrisas cordiales frente a un reflejo sobre el muro de recepción, se había hecho bastante malo para esto, aun se preguntaba como es que había trabajado para el ministerio tanto tiempo. -Buen día...- había abierto al fin la puerta dejado entrar aire fresco al interior. La mala sonrisa que había practicado se desvaneció al mismo instante que sus ojos se encontraron con los de la joven frente a él. Entre ellos se había formado un lago silencio y se había mantenido serio durante ese tiempo, seguramente había sido por impresión misma, tenia que mejorar sus gestos. Nuevamente volvió a ensanchar su sonrisa, esta vez con mas sinceridad -Pero que placer- murmuro solo suficiente par ambos. Le extendió la mano tirando de ella con suavidad hacia adentro del local una vez que ella lo hubiera tomado -Pase por favor, es usted bienvenida- sin haberla soltado aun alzo la mano de la mujer por lo alto mostrando su simpatía, y apenas beso el dorso de su mano -Permitame ayudarle con eso, o prefiere conservarlo?- señalo el la capa que la mujer cargaba en sus hombros -Dígame, madame, en que puedo ayudarla?- Ollivander le sonrió lánguidamente.
  25. Exhala a sus anchas, largamente, definitivamente no resignado, mas bien agotado. Entre los ojos abiertos de la sanadora puede ver su reflejo, es tan pálido a pesar de su piel morena y sus bicolor solo se muestran con un poco mas de vida que los de ella. Se ha acercado solo un poco mas a su cuerpo para recostarla sobre la fría nieve, al tomar la varita de ella puede sentir un choque eléctrico correr por su cuerpo, esta molesta con él y no le responderá como quisiera, pero una vez mas párese bastante seguro de si mismo, a pesar de las condiciones, a pesar de ver a su tan querida Bel Evans tendida en el suelo. Pero, ahora, el cuerpo sin vida de ella ya no importa, no merece mas su atención, empuño el arman en su mano, aquella que había sido tan fiel a la sanadora, incluso ahora creyéndola muerta, se ha incorporado y erguido nuevamente el frió causa estragos en sus rígidos y cansados huesos. Su rostro es sin duda el de la calma misma, con serenidad se ha enfrentado cara a cara con la bruja y las feas cicatrices, brillantes carmesí de su rostro, no dejan saber cual es el verdadero monstruo entre ellos dos. Una brisa fría ha corrido entre ellos, incómodamente el mago a levanta el brazo con la intención de apuntar directamente en ella, que bellos serian ese par de ojos si solo fueran del mismo tono, pero ese contraste solo afila la mirada del mago clavada sobre la Yokai. -Bueno...- es el mismo de siempre, en su voz no hay nada de nervios o de sentimiento alguno -Esta hecho, deberá, Yamamba, regresarme a la chica de una vez- no ha dicho nada mas y aparta de la bruja la varita y la mirada bicolor -Si es que ella sigue con vida...- con la parte inferior de su abrigo limpia cualquier resto de sangre sobre la varita que pudiera haber quedado del cuerpo sin vida que ahora se encuentra a sus pies -No tengo mucho tiempo así que...- la bruja lo ha interrumpido con una risa escalofriante, deleitada con el mago se desaparece en un instante frete a sus ojos. -¿No me estarás engañando a a mi, verdad, mi querido Ollivander?- un susurro se ha escuchado justo detrás del hombre, a pesar de su altura la escucha claro y puede sentir el cálido y desagradable aliento en su oído, consiguiendo un estremecimiento a lo largo de su cuerpo -Mira hasta donde has llegado, !Bravo!, has hecho un extraordinario trabajo, y ahora lo justo es darte mi palabra- la bruja rie una vez mas y a ha aparecido nuevamente frente a el mago. -He vuelto y traído conmigo, hasta sus paramos, a la persona que me pidió, Yamamba, usted no tendría mas que...- ha desviado la vista hasta el cuerpo sin vida de la mujer y con un aire fugas de dolor, le miro una vez mas antes de volver a enfrentar a la Yokai -La persona que mas quiero, por libertad de la doncella y...la mía, ese fue el trato- realmente no ha pensado en eso todo este tiempo y decirlo la primera vez había sido tan sencillo que no tendría porque haberse preocupado, ni siquiera en el momento en el que la tzanza lo había llevado hasta el callejón Baker. Fue solo cuando Bel enfrento a Yamamba que lo entendió, había, sin meditarlo caído en el juego de la bruja, pero es que ¿Como sabría Yamamba mas de él, que él mismo? Había sido soberbio. El tono de su voz ahora es lento, si la Yokai le presiona solo un poco mas él no podra continuar con esto -Pero yo le ofrezco otro trato, uno mejor...- La bruja rápidamente se ha aparecido delante suyo amenazando al hombre con esos largos dedos que parecen garras -Podría devorarte de un solo bocado....- un largo y rojizo rasguño se pinto desde la garganta del hombre hasta su barbilla. siseo negativamente con su lengua - Que exquisito seria. El mago apenas le ha sonreído a la vieja mujer... ----------------------------------------- ¿Que Garry no era un niño corriente? ¿Como saberlo? Él, por su parte, no había visto a algún otro niño en su vida, siempre rodeado de adultos comerciantes, y alguno que otro empresario importante que visitaba la casa de sus padres para algún negocio que su padre tuviera entre manos, no hacían mas que hablar de cosas aburridas, de hecho él debía siempre guardarse en su habitación mientras las visitas merodeaban la mansión, pero siempre era mas divertido escabullirse por los pasillos hasta las salas común o de juntas donde se reunían para hablar de negocios y esculcar, sin que se dieran cuenta, en los bolsillos de los viajeros que venían, haber si había algo mas interesante que tabaco y monedas de oro. Y entonces siempre había pensado en que todos los demás críos debían verse justamente iguales a él, con esas terribles y cortas piernas que no te dejaban alcanzar los frascos sobre los estantes y esas manos tan pequeñas que no te dejan llevar mas de tres libros al mismo tiempo. Las personas eran muy iguales unas a otras, al pequeño Ollivander no le gustaban. Sin embargo era un niño bien educado, estrecho sin prisas la mano de la mujer, ella era suave y áspera al mismo tiempo, extraña combinación, pensó el menor, apartando la mira de la herida de la mujer y llevándola sobre el agarre, era muy cómodo. Entonces le miro a los ojos, de pronto sintió que su corazón, por un largo segundo, mientras las miradas se encontraban, había dejado de latir. Sin duda ella tampoco era una mujer corriente. -Es una...- los ojos del menor brillaron de emoción haciéndolos solo un poco mas grandes, de todo lo extraño que había dicho aquella mujer solo había algo que realmente llamaba su curiosidad, y era sumamente excitante -¿Poción extraordinaria?- murmuro aun sosteniendo la mano de la mujer -!Eso es increíble!- chillo con emoción y sacudió, con poca fuerza y entusiasmo el apretón entre ellos -Grelliam Marín...es O-lli-van-der, madame- pronuncio con dificultad su propio nombre -Busquemos, pues, esa poción!- de pronto como si un rallo lo atravesara su rostro palideció -¿Es esto una misión secreta?-susurro -!Oh! ¿deberíamos usar nombres clave? Tal vez algo como Jardín de Cerezas o tal vez...bueno yo creo que que Jawn seria perfecto para usted, !ah! pero eso seria mas bien como una casería, um que mal que mal que he olvidado en casa mi llave maestra, seguro encontraremos algo para abrir las puertas solo debo buscar en mis...- entonces de nuevo dejo de agitarse -!Ah! pero, ¿Como es esa poción que tanto necesita, Bel Evans?- los grandes y brillantes ojos volvieron a buscar los del fantasma.

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