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Hessenordwood Crouch

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Todo lo publicado por Hessenordwood Crouch

  1. Ollivander asintió comprensivo a todas las palabras de Gaunt, la verdad era que, aunque en el bosque de la heredad de sus parientes, por muchos años sus tierras habían sido profanadas por manos de hombres con las peores intenciones, pero que también , alguno del que Garry tiene memoria, se habían preocupado mucho por esa floresta inmensa que había crecido en los patios de su casa, poco a poco creciendo, tomando vida propia hasta transformarse en aquella “hermosa monstruosidad” que ahora vela por la propiedad de la familia Ollivander. “Familia Ollivander”, pensarlo sin querer dibuja apenas una curva en la coyuntura de sus labios, que extraño parece y lo es más el sentimiento que consigue que sus manos se pongan sudorosas, a pesar de ello, él no puede decir que le desagrada del todo. Sin embargo, es más que consiente que aquella fracción de familia apenas está compuesta por solo un par de personas, Garry se alegra cuando de vez en vez, las hijas de Evans se pasan por la casa, aunque no tengan siempre algún buen motivo para estar ahí. Pensar en eso le parece extraño, pero debe ser parte de los cambios que uno sufre en la vida, ahora puede entender que no necesariamente todos los cambios deben ser algo malo. Su atención es nuevamente del vampiro cuando él vuelve a hablar, no es que a Garry lo preocupe, pero puede notar algo diferente en Emmet. En el licántropo nuevamente le invade ese nerviosismo de sus primeras clases rodeado de vampiros, que le recuerdan al mago, lo mal que se lleva con ellos. Y no es que Ollivander fuera una de esas personas que juzgan, después de todo al consultorio le han llegado todo tipo de personajes, y ni siquiera puede decir que se trata de esta turbia rivalidad entre razas, él siempre ha repercutido el injustificado miedo a los vampiros a aquellos cuentos muggles que su hermana mayor le contaba con la pura intención de fastidiar a un pequeño Garry. “¿Así que lo ha notado?” Garry jamás se ha preocupado por esconder su licantropía, pocas, en realidad pocas, son las personas que se han atrevido a hablarle al respecto de su estado, él supone que el resto no lo hace por exceso de educación, pero a él no le importa. Verdad era que la licantropía no era un lio para Ollivander, quizá en un pasado, pero después de más de quince años…bueno, la verdad es que él no pensó llegar a vivir para decir: “todo está bien, lo tengo bajo control”. Los ojos de Garry brillan casi con diversión cuando la pregunta sale de la boca del Gaunt. -Eso creo, pero solo se nota cuando hay luna llena- bromea no con mucho ánimo cerrando al fin el catálogo en sus manos -No creo que sea una intromisión, no es problema- piensa muy bien en sus palabras, existe algo en el hombre más allá de su esencia como ser nocturno que consigue poner nervioso a Ollivander -Supongo que siempre es mejor conocer a las personas con las que nos rodeamos ¿a qué si?- se encogió de hombros, después entrego el libro al exprofesor e hiso una larga pausa con sus ojos bicolor puestos en los del vampiro -Yo…no sé si eso es un problema para usted Emmet- alzo las cejas en seña de fingida sorpresa, con un apenas perceptible carmesí en la punta de sus orejas. De ser de aquel modo, Garry tendría que solicitar un catálogo vía lechuza para poder terminar sus compras, la ventaja era que, si escogían algo de catálogo que no quedara bien en su habitación, podría culpar a Evans sin remordimiento alguno. @@Emmet Haughton Gaunt
  2. Es una larga y torcida sonrisa lo que esta vez hace que su rostro se arrugue “así que ¿un crossover?” Si, es muy divertido para él que se diga algo como aquello con tanta frescura, quizá porque es un término poco común el que ella usa o por el simple hecho de que encuentra simpático como es que su libro incompleto no es más un problema para ella. Entonces asiente en un solo y firme movimiento para contestar positivamente que quizá volverá a leerlo incluyendo el postre de manzanas. No se molesta en fingir que encontrarse con ella en un lugar como este lo alegra o lo sorprende, ya aprendió del Ottery St. Catchpole, y sus alrededores tierras mágicas, que entre más tiempo pasa uno merodeando por sus calles más chico se vuelve el lugar. Reconocer rostros de algún sitio u otro es algo menos complejo cada vez y sin haber pasado mucho tiempo Ollivander dejó de sentirse sorprendido por ese tipo de situaciones. Es curioso, sin embargo, aquel pensamiento no lo perturba tanto como podría haberlo hecho tan solo un año antes, él no se molesta en fingir que encontrarse con ella lo sorprende, pero se siente boyante cuando responde no negativamente a su apodo improvisado. Justo después de eso divaga en pensamientos, ¿era por este tipo de cosas que debe siempre comportarse en todas partes? “uno nunca sabe con qué clase de desconocidos se puede estar hablando” en algún rincón de los callejones había escuchado algo como eso, pero ¿no era eso lo sugestivo cuando no conoces a alguien? Los ingleses tienen manías que, aunque las leyera todas en libros, Garry jamás terminará de entender. -¿Vendrías aquí solo por el paisaje? ¿Qué hay de especial en él? - pregunta divertido. La verdad es que, viéndolo con detenimiento y sin las prisas de ser atrapado por el guardabosque por alborotar los invernaderos, si es un lugar atractivo para estar. Aun así, ir a "solo estar" ahí para contemplarlo tiene la misma relevancia que "solo ver" un pozo, piensa él, porque cree que en toda la universidad puede haber parajes más antójable para “solo ver y estar”. Se inclina solo un poco más hacia adelante con la pura intención de también escuchar el final de aquella moneda, pero no importa que tan entrenado esté su oído canino, él no fue capaz de escuchar nada. Frunciendo el entrecejo extrañado se pregunta si su acompañante se ha percatado también de ello. -¿Me prometes que no te lanzaras? De verdad me sorprende que tengas permiso de estar aquí sin acompañamiento de un adulto, aunque pensando en el lugar donde nos conocimos…- Ollivander hace un esfuerzo por recordar bien las circunstancias de aquella vez -Supongo que la universidad no es un lugar nada peligroso para que vaguees- se encuentra bastante animado cuando platica con ella, su mal humor se ha ido después de un rato, aunque aún puede sentir alterados sus nervios. --Espero que no pidieras un deseo- vuelve entonces su mirada a la oscura profundidad del pozo -Tendrás que ir a buscar tu moneda y hacerla salpicar si quieres que se cumpla- como si fuera peligroso (o desagradable) tocarla, él apenas ejerce un pequeño empujón con su dedo índice sobre la pequeña espalda de la mujer -¿Qué deseo es el que has pedido, Knockturn?- preguntó casi completamente distraído, con la mirada perdida en la oscuridad y empujando nuevamente a la mujer. @
  3. -La verdad es que me encantaría ver de qué se tratan todas esas cosas de las que me habla, señor Gaunt- a pesar de lo que a dicho ahora el mago esta distraído observando aquellas atractivas estatuillas sobre el mostrador, quizá también podría llevar alguna de ellas -¿Tardarían tanto en llegar? Bueno eso sería lo de menos, lo cierto es que no hay prisas, aún tengo que saber qué hacer con el montón de cosas que hay en el caserón antes de meterle más- hizo un gesto de fastidio cuando recordó aquel día que encontró un cuarto lleno de telas de todo tipo. Ollivander sonrió de medio lado ¿Cuántas veces no ha escuchado decir aquello de las formalidades desde que llegó al Ottery? Pero es algo que sale casi por naturaleza propia, los buenos modales y las etiquetas con las que fue duramente educado son ahora como una cicatriz de su pasado, una que es difícil de ocultar en ocasiones si y en otras…bueno él ha escuchado en algunas otras bocas que es Garry una persona osada y corriente. Al final de cuentas, con el vampiro se siente que debe ser cuidadoso al hablar, no por los prejuicios que él pueda tener, si no por el respeto que le guarda. Sin embargo, entiende muy bien lo que el mago quiere decir con aquello, tampoco es que Garry quiera incomodar al Gaunt de ningún modo, como en esas otras ocasiones donde lo hace con otra gente solo por encontrar aquello entretenido de ver. -Siéntase libre, Emmet- continúo animado contagiado por la emoción del Gaunt -De hacer excursiones si es necesario para los estudiantes. Aunque por supuesto no olvide que puede resultar peligroso, a pesar de que jamás he conocido a alguien que muera ahí dentro- bromeó con rostro serio –Solo recuerde ir siempre con la mejor intención, ese lugar parece tener más vida de la que uno puede imaginar- recuerda todas esas historias que escuchó del bosque en la heredad cuando al fin, después de años encerrado en aquel, salía de ahí -Sería un placer servir de alguna manera a la universidad de magia. Hizo una pausa larga pensando en sus palabras, en efecto la mejor manera de aprovechar y quizá con suerte entender mejor ese sombrío bosque era de ese modo, y si Ollivander tenía suerte entonces también esa mala reputación que la heredad se había conseguido durante su trayectoria con vida, se esfumaría de la mejor manera. -Según tengo entendido que algunos de mis antepasados iban trayendo y plantando toda clase de plantas y árboles de todas partes del mundo, de muchos lugares y regiones de donde hacían negocios, todo para labrar nuevos tipos de varitas- explicó con cuidado, aquello era solo un comentario que su madre alguna vez le había contado -Algunas otras se dicen que eran los mismos compradores quienes las traían consigo para que de ellas el artesano hiciera la varita del mago- recordó cómo es que ahora son los núcleos de varitas, muy diferente a los tiempos cuando se hacían con cualquier cosa y de cualquier tipo -Ahí crecen todo tipo de cosas que atrae también a diversas especies de criaturas. Es un buen lugar para el estudio, aunque claro, algo salvaje. @@Emmet Haughton Gaunt
  4. Garry siguió atento, con la mirada puesta sobre el mago que caminaba de vuelta a su escritorio mientras era su turno del vampiro hablar del espectro de uno de los cuatro fundadores del colegio de magia, la verdad es que resultaba simpático lo que Gaunt le contaba, todo muy diferente, en Slytherin era muy complicado mantener una conversación con los fantasmas de la casa sin que alguien resultara ofendido o maldecido. Garry sonrió divertido, de algún modo le conmovía aquella amistad que su ex profesor mantenía con el fantasma de Helga Hufflepuff. Alzo las cejas sorprendido, alguna vez trabajando para la oficina de seres en el antiguo ministerio (mucho tiempo antes de marcharse del Ottery) había tratado ya con diversas autorizaciones de solicitudes con permisos para el traslado temporal de un fantasma, la verdad era que de aquellos tiempos Garry piensa que lo más complicado de todo el asunto sería lo difícil que resultaba conseguir la firma del director del departamento que el trámite en sí, por supuesto que ahora desconocía todo lo relacionado a la sexta planta del MM, aquello se había hecho prontamente aburrido después de un tiempo. Con aquel volumen en mano era más sencillo tener una idea de a que iban todos esos artículos que se vendían en la tienda, apenas murmurando un “ya veo que si” cuando el vampiro mencionaba los certificados de autenticidad, pero que gracioso resultaba que, tan solo algunas semanas atrás, fastidiaba, solo por el simple hecho de hacerlo, a una vendedora en el callejón Knockturn por vender productos de dudosa procedencia que no tenía siquiera un índice de usos, lo simpático era que justo eso es lo que menos le está importando ahora, todo aquello en ese catálogo se veía tan bien que Grell no pensó más en el asunto. Entonces ojeo un par de páginas de aquel con mucho cuidado, le resultaba extrañamente atractivo, y se estaba recordando a él mismo tan solo un par de semanas atrás, en la clase junto al mismo Emmet Gaunt, pero en esta ocasión el tema de las “setas venenosas” es desplazado por “el descuento incluido en la compra de dos o más artículos de la misma línea griega o egipcia”. Sin embargo, sus ojos brillan con agitación cuando Emmet saca a flote los artículos de origen muggle, la nueva manía del Ollivander. -¿Eh?¿Cómo me gustaría que fuera? Pues la verdad es que la señora de la casa es de origen británico, aunque tiene una fuerte influencia japonesa ¿Habrá algo como eso aquí? - no se había puesto a pensar en la parte difícil de escoger -En cuanto a mi…- aquel caserón, por fortuna, ahora no era de familia grande -Yo seré todo lo contrario- ríe torpemente -De origen griego, pero tendencia británica- hace un gesto gracioso arrugando la nariz. Aunque aún se encuentra bastante entretenido en todos los artículos del catálogo del Atelier de Hestia, la pregunta del vampiro consigue fácilmente hacer que le devuelva la mirada, con un rostro en blanco por parte de Ollivander es que permanece quieto pensando en las palabras que Emmet ha usado para ejecutar su pregunta. Era verdad, el apellido de su familia había estado algo ausente por mucho tiempo, aun siendo las cosas de ese modo Garry tenía que penosamente negar que él no era un descendiente directo de Garrick Ollivander, el dueño de aquel famoso local de varitas en el callejón Diagon, cuando la gente se lo preguntaba, él provenía, para su suerte, de la rama más oscura y torcida en la historia de los artesanos de varitas. -Ollivander, mi señor- sonrió abiertamente -Serán unos terrenos a las afueras del Ottery, debería usted visitarlo algún día, por favor, en la heredad existe aquel extraño bosque con una diversidad de plantas que ¡uff! Imperdonable que se lo perdiera- Garry ha vuelto a ojear el libro en sus manos -¿Tendría aquí alguno de estos frescos?- señaló con el largo índice la imagen en el catálogo -Me gustaría poder remplazar algunos de los retratos que hay en casa. @@Emmet Haughton Gaunt
  5. Apenas ladea la cabeza a un costado observando con rostro malhumorado, por encima de su hombro, a la persona que le ha contestado de manera nada fructífera con aquel pronombre vacío de información, aunque, la verdad era que se hubiese quedado tan en blanco como si, quien fuera, se hubiera presentado con su verdadero nombre. A pesar de ser de ese modo, culpará a todas esas doctrinas con las que fue educado por encontrar la respuesta de la mujer como una de mal gusto y de la que solo puede reconocer que, por el tono de su voz que parece ausente o la respuesta tan sencilla, al menos no tendrá que dar una justificación ante las autoridades de la universidad por hacer un alboroto en los invernaderos. Es solo cuando escucha a la otra persona acercársele que decide terminar por girarse para encontrarse con ella, su gesto se ablando un poco cuando tiene que bajar la mirada bastantes centímetros de su propio horizonte para encarar a la desconocida. Ollivander alza las cejas de modo extrañado, a esta persona de verdad le gustaba ser bastante obvia, ¡por supuesto que era “él” !, pero ¿Quién era ella? Hizo una venia cuando ella lo decía con frescura, fingiendo sonreírle, “simples cortesías”, sin embargo, no dice nada más cuando la mujer ya está casi junto al pozo. Su repentina pregunta consiguió dejarlo perplejo ¿Un regalo? descolocado en un solo segundo, parpadea rápidamente en un intento por reacomodar las lentillas que se han movido dentro de sus ojos, consiguiendo enfocar de ese modo el rostro de una mujer joven. El mago no intenta parecer perdido en tratar de reconocerla de algún lugar donde Garry estuviera recientemente, sin embargo, retrocede de ella un par de pasos para tener una mejor visión de toda la joven, y sin mucho escrúpulo recorre con la vista todo el conjunto “compacto” que es, pero nada es de ayuda. Finalmente decide prestar atención a ese acento al que ha pasado por alto hasta entonces, aquel nada londinense que traslada al mago a un sucio local de antigüedades en el callejón Knockturn ¿Cómo por qué había terminado el mago en ese lugar aquel día? Si Bernadette se enteraba de donde es que se había metido esa mañana seguro no estaría escabulléndose ahora por los terrenos de la universidad sin compañía. -Señorita Knockturn- se llevó las manos a los bolsillos del pantalón exhalando de alivio por al fin dar con algo, era solo poca la información que tiene de ella así que por ahora servirá para Ollivander -Recibiré, para mi festejo, una obra maestra ¿sabes? todo perfecto salvo, tal vez, por esa parte en la que la receta “apple crumble" se llevó el protagonismo- tal parecía que algunas hojas, que estaban sueltas aun, se colaron en el viejo libro que compraba en el local de la muchacha esa otra mañana -Es una verdadera pena de que no disfrute del pastel- Ollivander desvió cuidadosamente la mirada tratando de averiguar con discreción de donde es que la mujer había salido, no es que sospeche cualquier cosa de ella, pero consideraba sano para su mente saber cómo volver al camino que lo lleva fuera de esos terrenos. Sin embargo, cuando devuelve la mirada a esa mujer se le ocurre entonces que no necesita dar tanta prisa a su escape por ahora -No puedo ir a devolver las páginas culinarias que no compré, porque al parecer el dueño de la tienda no está donde debería…- se encoge de hombros montando drama con rostro serio -Las tomare como un bonus- en lo que parece una sonrisa torcida fugaz le guiña a la mujer. --¿Has venido a ver el pozo? - pregunta finalmente, girando sobre sí mismo para estar de nuevo frente al hoyo profundo del cual no se le distingue un final, Garry piensa que ha visto algo como aquello en algún otro lugar, pero al igual que con la muchacha se está tropezando a solo decir palabras -Si calleras ahí sería muy difícil sacarte- se inclina solo un poco más hacia adelante. No cree saber qué tipo de gente es ella, no sabe absolutamente nada más que su posible origen y aun así se aventura a pensar en que no es esa mujer el tipo de personas a las que, leyendas como esta que contaba el pozo de Amarna, fueran de su interés, de cualquier forma él no tiene nada para garantizar lo contrario.
  6. Es bastante tarde en el día, aunque no lo suficiente para que todavía los últimos lazos del sol golpee el rostro del hombre que, a pesar de estar a horas tan avanzadas de la tarde, se encuentra merodeando los terrenos de la universidad. Hacia tan solo unos días que el curso de herbología se anunciaba como terminado, Ollivander se sintió desencantado al respecto, después de todo, aunque aquella asignatura fuera bastante completa no fue lo suficiente para conseguir su objetivo, sin embargo, y tal como lo había mencionado alguna vez, eso solo habría servido como guía a la introducción al tema, ahora era turno del mago comenzar su conocimiento por cuenta propia. Sin embargo aquella visita de regreso a los invernaderos de la universidad nunca tuvo este propósito tan docto y es que la verdad era que el mago habría de olvidar uno de los libros de pociones de su sanadora, uno que tanto consentía la mujer, pero que con la insistencia necesaria al fin habría cedido a prestarlo a Garry solo con la promesa de que esta vez todo regresaría completo y en una sola pieza a sus manos, era solo eso, y también que le llevara información de contrabando sobre que especímenes de plantas eran las que se estaban cuidando en los invernaderos de la universidad, incluso Bel había marcado algunas que se mencionaban en el libro de pociones, Garry entendía que eran las que se habían agotado en su alacena. Entonces, Ollivander tuvo que fingirse enfermo durante algunos días para no tener que hablar con Evans hasta que tuviera oportunidad de volver a los invernaderos por el volumen de pociones. Para su suerte, la sanadora pasaría las siguientes dos semanas por los terrenos de su hogar con los Evans, eso, auque no locomplacía del todo, le estaba dando tiempo de sobra al mago para poder recuperar el libro, si es que aún podría encontrarlo. Lo aliviaba saber que al menos aún faltaban un par de semanas antes de dar comienzo a las nuevas clases de conocimientos. Ha estado caminando rapidamente y distraído durante todo este tiempo, refunfuñando con los mechones que caen en su rostro y hablando consigo mismo de lo difícil que fue recuperar el libro de aquellas mandrágoras adolescentes, los zapatos llenos de fango, su capa y sus ropas están algo fuera de donde deberían estar por la misma agitación que ha hecho para poder salir, como un delincuente, a escondidas del invernadero cuando el guardabosques entraba de pronto a investigar el escándalo de esos vegetales. Algunas gotas de sudor se deslizan por su frente y la agitación que provoca el apresurado paso consigue empañar la parte mas baja de sus lentillas. Solo cuando ya no escucha más el llanto de las mandrágoras ni aquel monstruoso can del guardabosques es que detiene el paso veloz que ha tratado de disimular todo este tiempo, solo para no parecer un verdadero malhechor, aunque siendo honestos salir a hurtadillas por la puerta trasera del invernadero y esconderse detrás de una gran roca que pareciera brotar del suelo no le está favoreciendo. Sintiendo que le cuesta cada vez más respirar es que apenas piensa en qué tan lejos debe estar de los terrenos de la universidad para poder desaparecer. Ni siquiera lo ha intentado y es que sabe que, aunque pronto la noche caerá sobre él, y que no ha sido enviado oficialmente a estar ahí, no le apetece volver a casa todavía. Debajo de su brazo lleva un par de libros, algunos de notas y aquel que le pertenece a la sanadora, con cuidado los guarda en el saco con aquel encantamiento que le permite llevar toda clase de cosas a pesar de su tamaño, para después guardarlo en uno de los bolsillos de su abrigo de donde saca un raro reloj que tiene mas de cuatro manecillas marcando nueros y figuras del mismo modo en que lo haría un reloj ordinario. Finalmente levanta la vista, ya una vez sintiendo que se recupera de aquella agitación. Es ahí cuando sus ojos se topan con algo que consigue que el mago olvide el resto de su escape, un pozo se manifiesta a tan solo algunos metros de distancia, tan misterioso y repentino que Ollivander permanece ahí quieto como si estuviera congelado en el tiempo, tal como la escena que tiene ahora enfrente. Después de un largo minuto contemplando aquel marco es que gira su vista alrededor. -El pozo de Amarna- dice volviendo a fijar con sus ojos de color dispares aquel claro solo perturbado por el viejo hoyo. Conocía de el pozo su historia gracias a Bel, claro, ella le había contado un meloso cuento al respecto que, por supuesto, aunque la hubiera escuchado de principio a fin, la Evans jamás tuvo la completa atención del mago, porque algo le decía a Ollivander que era todo ese romanticismo con el que a Evans le gustaba narrar sus historias lo que convertía en algo falso aquel relato. Con un último suspiro de alivio es que se incorpora nuevamente, apoyándose de la peña a su espalda para no perder el equilibrio que de pronto cuesta por lo entretenido que parece con el pozo. Solo es capaz de avanzar un par de pasos en dirección a la mina antigua cuando los sensibles oídos pueden escuchar a alguien mas que merodea a sus espaldas. -¿Quién esta ahí?- habló arrastrando dulzosamente las palabras sin perturbaciones, sonando tranquilo como siempre sin siquiera voltear a quien ahora lo acompañaba, pero tanteando con discreción si es posible hacer una desaparición desde ahí, aunque fuera a otro extremo de la universidad. @
  7. Entonces se removió sintiéndose algo nervioso tras los pasos energéticos del mago, Ollivander agradeció el gesto de bienvenida por parte del ex profesor de la universidad, era difícil ignorar ese temor infantil de cuentos a los vampiros, pero él no necesita esforzarse cuando se trata de aquel rostro galano del Gaun, una característica que Ollivander podría decir que destaca entre los seres nocturnos, sin contar por su puesto que el mago estaba siendo bastante correcto con Ollivander. Garry se amonestó mentalmente por aquella prejuiciosa paranoia que el tema le causaba, porque sencillamente no estaba siendo racional. -Solo venía a echar un vistazo- negó apenas para aminorar el tema en cuestión, no, no iba él en busca de algo específico, aunque eso no quiere decir que tampoco no se llevará algo a casa si es de su agrado -Hufflepuff me habló de usted después de clase- comentó bastante casual mientras pasaba la mirada por los objetos a su alrededor ya listos para ser llevados a casa por los compradores -Ella fue quien me comentó que era usted dueño de un local como este- se mordió el labio pensativo ¿cómo lo había dicho Helga? “ah sí” -De Elementos de decoración. Veo que no estaba lejos de la verdad, todo aquí es de muy buena calidad- felicitó con una larga y divertida sonrisa siendo directo con el mago. Por un segundo Ollivander se preguntó sobre la procedencia de todas estas cosas, hasta ahora solo había visitado locales del callejón y comprado en ellos cosas como antigüedades o de segunda mano, porque a Garry le divertía el hecho de pensar en los antiguos dueños de aquellos grimorios, mapas u objetos malditos o encantados de los que se hacía en esos locales que, saber la procedencia de un artículo completamente nuevo parece algo de verdad desconocido, ni si quiera el habría tenido que comprar su varita, solo lo eran sus trajes pero era sabido que Bernadette siempre se encargaba de esa tarea. Se siente entonces bastante torpe por aquel pensamiento. -Sepa usted que estreno casa o…algo así- se encogió de hombros ¿cómo debería llamar a aquel caserón que mucho tiempo fue de sus padres? -Que por supuesto, también es casa de usted- hiso apenas una venia de cortesía antes de continuar -Y la verdad es que me gustaría tener una habitación que relacione los orígenes de los patriarcas de la casa…- explicó esperando no haber hablado tan rápido, aun puede sentir un leve temblor en la coyuntura de su boca y en los dedos de sus manos. @@Emmet Haughton Gaunt
  8. Nombre: Grelliam (Garry) M. Ollivander Edad: 27 años Nacionalidad o procedencia: Griego. Raza: Licantropo. Personaje principal al que está asociado: Hessenordwood Crouch Relación con el personaje principal: Conocidos. Aspecto Físico: Garry mide 1,94m, es de apariencia habitualmente taciturna, algunas veces con un porte pretencioso y altanero, cuando el mal humor y malestar causado por la cercanía de la luna llena. De tez pálida y maltratada, curtida, áspera y de aspecto generalmente enfermizo. El rostro joven del muchacho siempre lleva rasguños y algunos moretones, casi siempre por las transformaciones sufridas durante las noches de luna llena y en algunos casos por “experimentos fallidos”. En el lado izquierdo de su cara tiene cinco cicatrices grandes que corren desde su mentón hasta por debajo del hombro, siendo esta, la marca que lo delata como licántropo. El cabello es corto la mayoría del tiempo (cuando no lo descuida) color caoba rojizo algo ondulado y generalmente despeinado. Tiene una mirada penetrante de ojos, heterocromos, color ámbar (derecho) y gris(izquierdo), la mayor parte del tiempo escondidos debajo un par de adormilados párpados que solo le dan el aspecto de calma absoluta o aburrimiento, aunque no sea así. Tiene una marca de nacimiento, un lunar, que hace que en su cabello se pinte un mechón canoso y a esto también se debe la heterocromidad de sus ojos ya que la marca corre por todo su lado izquierdo que destiñe también parte de su piel. Su vestimenta es muy cambiante, aunque la más común no varía más allá de un estilo muggle, de trajes de tres piezas (sin saco), llevando normalmente capas sobre sus hombros o algún abrigo largo, y calzado pulcro, o botas de campo lleno de fangos y batas de laboratorio. Adorna sus ojeras con algunas perforaciones con broqueles brillantes. En ocasiones usa anteojos, un artefacto sofisticado, pero extraño, algo que él construyó para ayudar a su estropeada vista, estos pueden modificar su aumento o disminuirlo, según lo que necesite. Cualidades Psicológicas: El mayor tiempo es extremadamente tranquilo, aunque extraño, poco perturbable. Es un personaje curioso y posee un gran deseo de aprendizaje, Cuando no entiende algo puede llegar a ser curioso, inquieto, molesto, imprudente, despistado, incluso confundirse con facilidad. Es poco expresivo Invierte más tiempo del que debería en investigaciones y experimento de todo tipo con diferentes sustancias o materiales. Fumador energético y quizá adicto a otras sustancias toxicas y pociones benignas. Suele ser lento al hablar y moverse, incluso olvidar que está acompañado si es el caso. Tiende a fabricar objetos extraños, con utilidad difícil de explicar. Se cansa fácilmente de hablar, de usar magia, o de luchar físicamente (no es un hombre fuerte) Recordar su pasado lo ve como una pérdida de tiempo, por lo que prefiere no hacerlo, aunque su traicionera memoria siempre lo lleva a días remotos en su exilio o a antes de ello. Gusta de escuchar mucho más que hablar, es sumamente silencioso. Le gusta escuchar buenas historias y ver películas viejas de terror muggle. Generalmente, al comienzo de conocer a alguien nunca toma en serio a las personas. Tiene un miedo infantil a los vampiros, y aunque esto ocurre raras veces ya en su vida adulta no de dejan de incomodar su presencia. Los días cercanos a la luna llena, cuando el mal humor del licántropo hierve hasta en la sangre, suele encerrarse en su habitación o mantenerse alejado de problemas, trata de evitar disgustos o situaciones incómodas para no perder el control de sus palabras o acciones. Historia: Pues es muy simple realmente, fui criado por viejo mago, probablemente un familiar, después de ser abandonado por mis padres después de saber sobre mi estado, al parecer la licantropía no tiene una cura, el anciano mago les ofreció la ayuda de lidiar con mi problema a cambio de que le proporcionarán una vivienda y algunos otros beneficios. Mis padres estaban cansados de lidiar con mis problemas y no estaban dispuestos a pasar por más, así que accedieron fácilmente. Mi padre, como cualquier buen comerciante, tenía terrenos a las afueras del pueblo, él le ofreció al brujo un bosque alejado de la gente, para que no causara daño, así me mantendrían lejos, custodiado y exiliado. Una noche todo comenzaba y terminaba al mismo tiempo, ellos me llevaron a ese bosque. Mi madre parecía preocupada tenía el rostro cansado y los ojos y nariz rojas como si hubiera estado llorando, mi padre también tenía un rostro cansado, pero su mirada era severa, como siempre, en un rostro rígido, realmente nunca me lleve bien con mi padre, creo que estaba decepcionado de que su primogénito y heredero de sus negocios comerciales no estuviera interesado en el comercio. Era una noche muy tranquila, yo viajaba en la parte de atrás del transporte, mi cuerpo se sentía cansado y adolorido, desde la ventana sólo podía distinguir el cielo nocturno lleno de estrellas y a la luna menguante sonreírme, era bastante relajante de hecho, aquello era algo aturdidor y no podía entender los murmullos que hacía la charla de mis padres. Cuando entramos al bosque, comencé a ver las ramas secas de los árboles como chamizos que me hipnotizaban, el ambiente se tornó lúgubre y frío, yo odio el frio, no tengo una excusa, simplemente nunca me gusto el dolor que causa sobre las heridas cicatrizando. Sentía como la turbulencia del vehículo me arrullaba, mi madre volteaba de vez en vez hacia atrás y me sonreía, ella siempre lo hacía, yo no entendía por qué, si las cosas estaban mal ¿Porque ella me pretendía estar feliz? Poco a poco el cansancio me fue venciendo y sin más entre en un sueño profundo. Después de esa noche jamás volví a saber de ellos ni de mi vida antes de eso, bueno no importaba nunca me sentí en casa realmente, no importaba, no tenía caso. Simplemente no era lo que yo quería. Siempre me gusto explorar por los alrededores, observando o buscando criaturas que hubiera visto en libros o cosas fuera de lo normal, lo hacia todos los días, todo el día, durante horas y horas y jamás me aburría de hacerlo, y cuando llegaba a casa mi madre, exasperada gritaba y lloraba por mi ausencia. Vivir en aquel bosque con el viejo brujo no era tan malo, ni siquiera sabía su nombre, solo que era un Ollivander igual que yo, raras veces hablaba conmigo, pero debo admitir que siempre supo cuidar de mí en días de luna llena y siempre me traía cosas (además de comida y ropa) de sus viajes al pueblo, como libros u objetos extraños…me gustaban aquellos objetos… Pero el viejo Ollivander murió cuando tenía nueve, al parecer estaba bajo una maldición que le contaba los días, supongo que por eso no le importaba cuidar de mí. Finalmente permanecí en aquel lugar un par de años más, aunque no por decisión propia, aquel bosque que pareció cobrar vida propia fue mi prisión y mi guardián que cuidaba a los demás de mí, y que me cuidaba a mí mismo de los carroñeros que venían a llevarse lo que no era suyo o aquellos extraños que decían ser viajeros. Andar por aquellos senderos era casi igual que estar perdido en un laberinto como muros de acero impenetrables. Era…asfixiante. El bosque siempre alejaba todo de mí, finalmente era mi refugio. Por lo que había leído los licántropos no estaban bien vistos por la sociedad, no es que eso me mortificara, pero seguramente habría hombres como mi padre en los pueblos aledaños. Me quedé en aquella vieja casa de madera podrida por varios años, a excepciones de cuando me escabullía por el pueblo para conseguir alimento y vestimenta, como ya no había quien curara de mis heridas, la gente se compadecía de mi rostro mal herido…y tal vez también para que me fuera sin hacerles daño, como sea obtenía lo que necesitaba. Si algún día tuve intenciones de salir de ahí había sido nada más y nada menos para conocer más, para llenarme de conocimientos y de experiencias propias hasta que mi vida mortal me lo permita, lidiando con la luna llena de cada mes. Me arriesgaría solo para obtenerlo, solo para poder vivir lo que aún me faltaba por vivir. La oportunidad de hacerlo llegó con junto con aquella lechuza marrón de aspecto arrogante, muy simpática la criatura, y con la carta, mi primera carta, una invitación a la Academia de Magia y Hechicería. Al fin estaba en mis manos la oportunidad, el pretexto que buscaba era justificado, con aquella carta y la fascinante criatura. Partí a Ottery unos días antes de comenzarla, por suerte, antes de que el viejo Ollivander muriera, tuve la fortuna de obtener una dirección de un lugar en Ottery, el pueblo en el que tenía entendido estaba conformado por una comunidad de familias mágicas, ¿Qué término tan extraño no? ¿Acaso habrá en el mundo gente sin magia? En fin, había conseguido aquella dirección de uno de los viajeros que intentaron cruzar el bosque. Tonks Rondaba por alguna vereda del bosque aquella tarde, me gustaba dar paseos largos, era mejor que estar encerrado, ¡claro que lo era!, aunque no había mucho que ver más que árboles secos, pero con suerte encontraría algo más. Y así mismo fue aquella tarde, la mujer yacía en un claro despejado, estaba malherida e inconsciente y como si lo hubieran invocado el viejo apareció y a regañadientes y sin decirme ni una palabra (como de costumbre) le llevó a la vieja podrida donde vivíamos. Creo que solo lo hizo para no asustarme, la curo y me dejo a cargo de ella hasta que despertara. Se trataba de una mujer que venía justo de Ottery, se presentó como una Tonks, realmente no recuerdo su nombre, y mientras le curaba el resto de las heridas me preguntaba cosas sobre mi vida, no le conté mucho, es decir, no es muy interesante pasar una infancia en aquel bosque, ella decía que no está bien que permaneciera ahí en el exilio, sin un motivo “altamente justificado”.[/size] No le preste mucha atención realmente, el viejo me había mencionado una noche que la mujer podría estar delirando, y después de investigar que significaba aquello solo cuide de ella hasta que se recuperara y cuando pudo sostenerse en pie por su cuenta… Pero el viejo la corrió de ahí al poco tiempo y le amenazó con que no dijera a nadie y que no volviera jamás por aquellos lados. Aaah el viejo Ollivander. Antes de marcharse la mujer se volvió hacia a mí y me entregó un pedazo de pergamino y ella dijo: “Cuando te sientas listo o lo necesites ve a verme”, el viejo dio un gruñido y la mujer agradeció y se fue sonriente, solo la vi perderse de vista entre la maleza lejana del bosque. Es verdad, no la he vuelto a ver, la dirección que me había dado era para llegar a la hacienda Tonks, fue muy útil para mi llegada a Ottery, ellos me abrieron las puertas amablemente y me dejaron hospedarme como uno de los suyos, aunque espero que no sea por mucho, nunca me gusto la dependencia aunque no seré mal agradecida con la gente que me ha apoyado y cuido de mi. Con todo esto, la carta y mi mudanza a una “vivienda digna”, mi vida había dado un giro de trescientos sesenta grados. Me encontraba yo impresionado por todo aquello de lo que había sido alejado, de todo lo que no me era permitido y aunque me resultaba un poco difícil entender qué es lo que pasaba, cómo es que todo aquello funcionaba, estaba más que dispuesto a aprender y a enfrentarme a ello. Academia de Magia y Hechicería. Estudiar en la Academia de Magia y Hechicería, pudo ser de las mejores cosas que pude vivir. Fue ahí donde comenzó todo, nuevas experiencias y sucesos que ni en mis más retorcidas agonías pude haber fantaseado. Tuve ahí mis primeros contactos con demás personas, fascinantes, todas tan diferentes las unas de las otras. Era una variedad infinita. Con los días prendí, en la hacienda, un par de cosas buenas sobre cómo sobrevivir en el pueblo sin llamar la atención o causar problemas. Asistí a incómodas, pero interesantes reuniones (fiestas) durante mi estancia en la academia. Los meses pasaban en la academia y logre convertirme en prefecto de la casa de los centauros, donde pase buenos momentos, muy divertido realmente, sin duda un reconocimiento de lo más grato que me llenó de una sensación que reconocí como orgullo. Y finalmente egrese de la academia con los conocimientos suficientes para seguir adelante. Al tiempo me hice de, creo que se dice “amigos” aunque prefiero llamarlos “gente que conozco” realmente no sé qué hace un amigo, así que prefiero dejarlo así. También me forme y logre obtener un puesto en el departamento de todo el ministerio de magia, el departamento de control y regulación de criaturas mágicas, oficina de seres duendes y espíritus. Realmente era un lugar placentero para ejercer. El tiempo que cumplí ahí fue bastante grato y satisfactorio, no me había marchado con las manos vacías, en ese lugar aprendí el trabajo en equipo, en realidad no tenía muchas opciones de hacerlo, y me alegra que fuera de ese modo, cada cabeza es un mundo y en ese pequeño despacho lleno de funcionarios ministeriales había un universo entero de ideas y personalidades que ayudaban a resolver los problemas más comunes hasta los más extraordinarios. Por un momento en la vida me sentí pleno mientras era parte de aquel equipo, a pesar de los diferentes modos de todos y cada uno de los miembros me sorprendía el modo en el que se las ingeniaban para sacar los deberes a flote. Y que decir de las criaturas y cada caso que llegaba a esas oficinas, incluso hasta el papeleo rudimentario resultaba entretenido en ocasiones. Había tanto aun que hacer ahí. Pero como desde la primera vez, mi condición no permitiría quedarme a disfrutar de esa vida estable que ya había formado. Otros datos: ―Actualmente se encuentra en una especie de rehabilitación después de haber sufrido un fuerte atentado donde fue ayudado por sus familiares y Hessenord. Y desde e ahí mantuvieron contacto el licántropo y el demonio. Condiciones de utilización: Solo el personaje principal al que está asociado puede usarlo.
  9. ¿Eh? ¿Se puede volver? - ¿Eres miembro o aspirante? Aspirante - Nick: Sain M. Ollivander - Nombre Muggle: Saín - Edad: 24 - Pais: México - Fecha de Cumpleaños: Febreru~
  10. Después de todo lo ocurrido al finalizar su curso de herbología en la universidad mágica Garry se habría marchado de ese lugar agradeciéndole al vampiro (el cual aún consigue inquietarlo) y a la fantasma fundadora del colegio de magia y hechicería por sus atenciones y el tiempo invertido en clase, además de eso, en sus últimas oportunidades de poder platicarle a Helga algunos temas extra curriculares donde conversaron sobre pasatiempos del licántropo y algunas experiencias con alumnos de todo tipo en la casa de Hufflepuff por parte de la bruja, Emmet, el profesor de aquella asignatura tampoco habría quedado exento de salir a flote en la conversación con la fantasma una vez que se habría marchado del invernadero y ella lo acompañó hasta las afueras de la universidad, era así como Ollivander se enteraba de que el mago docente era dueño de un local entre los callejones del pueblo con temática de raíces griegas. A pesar de que podía parecer que se estaba entrometiendo en lo que no le importa, siendo Garry de también origen griego, se encontraba bastante curioso por saber de ese lugar del que el vampiro era dueño, la verdad era que, a pesar de haber nacido en tierras balcánicas no conocía nada más del lugar que lo leído en libros, ni siquiera esa vez que comenzó aquel largo viaje se había interesado en su país de origen, y es que era que quizá el licántropo nada tenía que ver con aquello, después de todo el que Garry fuera griego era solo gracias a los largos viajes que sus padres hacían por todo el continente europeo y asiático para solidificar sus negocios extranjeros. Sin embargo, no niega que justo ahora se siente bastante ansioso de curiosear por aquella tienda y quien sabe, si tiene algo de suerte, podría quitarse ese temor insano e injustificado hacia los vampiros, comenzando por un rostro familiar sería algo bastante interesante. Era entonces así como terminó entrando al local haciendo más ruido del que hubiera preferido, con la nariz y las orejas enrojecidas y la respiración agitada por el esfuerzo que ha hecho para huir del frio del exterior, afuera no es tan temprano pero tampoco es lo suficientemente tarde para ir a almorzar algo, por lo que se ha dado la oportunidad para aprovechar a echar un vistazo más allá de sus narices, eso le ayuda a no volverse monótono y aburrido, lo que fue muy difícil una vez que regresaba a Ottery St. Catchpole después de un par de años de viaje. Apenas ha entrado al local y puede sentir la presencia del vampiro en todo el lugar, a pesar de que aún no ha podido dar visualmente con él, Ollivander se pasea con cuidado ojeando toda esa variedad de decoraciones para escoger y se da cuenta de que en verdad sería difícil elegir algo entre todo aquello para llevar, después de un rato de pasear en silencio en los pasillos un ruido al fondo de la habitación consigue llamar su atención, sacando su cabeza desde los estantes se asoma para saludar al muchacho que al fin ha conseguido ver. -Por el nombre de allá afuera pensé que podría encontrar algo más…olímpico(?)- bromea sin mucho esfuerzo al hombre que reconoce de la universidad, y le da una larga sonrisa -Hola, señor Gaun, que gusto volver a verlo- saluda alzando la mano a la altura de su cabeza aún lejos del bonito mostrador. @@Emmet Haughton Gaunt
  11. -Pero que descortés- con extraños movimientos la criatura en el cuerpo del hombre se mueve como algo extraño que se desplaza por la habitación estropeada que ahora es el consultorio del 221b hasta llegar al grueso inconsciente de la pelirroja, se deja caer de rodillas al suelo y se inclina lo suficiente al cuerpo pálido de ella hasta casi hundir su oído en el pecho de Luxure -Tks, que blanda que eres, ¿No crees que ya he hecho mucho por ti?- negó con la cabeza una vez confirmó que la sanadora no habría tenido el valor para dañar más el cuerpo poseído de la mujer -¿No estas esperando que también haga la cena y te lleve a casa, verdad?- sin prestarle atención a Evans se mueve con facilidad para llevar el pequeño cuerpo de Luxure de vuelta a una de las butacas. Guarda un total silencio mientras aun quieto se mantiene por observar el cuerpo de la mujer que descansa como si nada de todo aquello hubiera pasado antes, a sus espaldas puede escuchar el vaivén de la sanadora que agita algunos frascos y rebusca libros, “Los humanos son tan blandos” puede pensar al ver lo delgado y filosas que son las manos de la demonio “Son sencillos de controlar, de doblegar al antojo. Los humanos son débiles a la tentación cuando se encuentran en el abismo de la desesperanza, parecida al infierno, pero cuando se le aparece una salida, aunque sea tan fina como el hilo de una araña, se aferran sin falta de ella, sin importar el costo, sin dejar respirar” parpadea lentamente sintiendo nuevamente todo el peso del gastado y cansado cuerpo del hombre “Sin embargo, aquellos que usurpan esa inseguridad y engalanan a los humanos para sacrificarlos resultan ser siempre los demonios...hay toda clase de ellos...” Apenas se limita a observar por encima de su hombro cuando escucha que nuevamente habla la sanadora algo que no ha entendido del todo, pero que es suficiente para terminar aquella reflexión. No se siente entonces tan ajeno a esa descripción que ha hecho y al ver el cuerpo de aquella mujer tan delicado se pregunta entonces por todo lo que tiene que pasar un ser como ellos, los demonios, para sobrevivir, a pesar de lo poderosos que son y de lo sencillo que es dar con ellos los hombres no los evitan tanto como a otras tipos de híbridos, Grelliam puede pensar entonces que debe ser por esa necesidad suya de quererlo todo en la vida, de saber que pueden conseguirlo con tan solo desearlo, aun cuando el costo de ello sea su alma misma. Finalmente, y después de un rato, decide no pensar más en ello, ha terminado por fastidiarse de ello y culpara a que es, toda esa fanfarronería que se ha metido en su cabeza, la débil presencia del mago que puede sentir ya no tan lejos. Aun así, le queda una espina de intriga clavada en su mente, pero que curiosa era la vida de los hombres, quizá se atrevería a seguirla un poco más de cerca, solo por entretenimiento claro. Giró entonces para buscar el paradero de Bel, a pesar de sus maltratos vividos hace un momento se mueve con energía por el consultorio buscando lo necesario para trabajar “su plan”, sin decir nada más en todo ese tiempo, el licántropo se recuesta entonces en la butaca que pertenece al mago, tumbado en él se limita a solo mover las cosas que Evans a acomodado cerca suyo sin mala intención y que él aleja sin más esfuerzo que el que le causa hacer lanzar un tirón de pie o un manotazo.
  12. Planilla de Compra​s Normales para Personajes: ID:118247 Nick: Sain M. Olivander Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Fecha: 2018-01-27 Objeto: Medallón para avisar Peligro Puntos: 10P Precio: 500G Objeto: Recordadora Puntos: 10P Precio: 500G Total de puntos: 20P Total de Galeones: 1000G
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  14. Planilla de Compra​s Normales para Personajes: ID: 118247 Nick: Sain M. Ollivander Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Fecha: 2018-01-26 Objeto: Bola de Cristal Puntos: 10P Precio: 500G Objeto: Vuelapluma Puntos: 10P Precio: 500G Total de puntos: 20P Total de Galeones: 1000G
  15. -¿Eh?- de pronto, sin saber muy bien cómo o que fue lo que ha pasado, se encuentra solo en aquel claro libre de maleza que había servido hasta ahora como sendero para los magos. Garry giró apenas en dirección a los matorrales donde se ha escabullido un ejemplar de caberú que se había materializado delante del mago del modo menos esperado, aquel cambio había sido tan natural, el modo en el que su pelaje cubrió con rojizos vellos la pálida piel de la sanadora y la forma en la que sus manos y pies se convirtieron en gráciles patas lo había dejado casi sin habla, Ollivander se preguntó un momento si justo así se ve una transformación suya en luna llena o si es que a ella le ha dolido tanto como al licántropo tener que cambiar la forma de su cuerpo. Negó con la cabeza intentando despejar todos los pensamientos que no estaban siendo ahora de ayuda, ya podría preguntarle al respecto a sus dudas de una transformación de animagia en otra ocasión, quizá cuando vuelvan a casa a beber el tan complicado café que bien disfruta el mago. Bastante tranquilo como siempre saca de un bolsillo de su abrigo la vieja varita que algún tiempo perteneció a su abuelo, bastó con agitarla un poco para conseguir un haz de luz que le iluminara el camino. Solo se mantuvo quieto un momento más en aquel sitio, parecía hipnotizado por la misma luz que provenía de su varita, Garry exhaló y una nube de vaho humedeció sus labios, se sentía bastante desconcertado ¿Por qué el caberú había escapado de esa manera? Quizá había exagerado su actuación de pánico y ahora Bel, siendo ahora un animalillo, intentaba mantener a aquellos salvajes animales lejos del mago. Era eso lo primero que había pensado, sin embargo, sin perder ni un minuto más, se adentra en dirección a donde aún puede escuchar los gruñidos de los lobos, con la mente haciendo un listado de posibles razones de por qué Bel se ha escabullido de aquel modo, Garry no se lo reprochará (por lo menos no lo hará ahora) de que, no importaba que ambos olvidaran sus varitas u objetos mágicos, enfrentarse a un animal como lo son los lobos, siempre hubiera resultado mejor tratar de enfrentarse a ellos como “humanos” usando las habilidades mágicas que ya conocen y de las que tienen experiencia y no una que es dudosa y de la que no se tiene un dominio completo . Aunque tampoco niega que fue este un excelente escenario de prueba para Bel, a pesar de eso él prefiere ya volver a casa mientras piensa en lo gracioso que se escucha así mismo hablando como lo haría la Evans sobre "hacer un arrebato insensato". -¿Por qué has escapado?- lanza aquella pregunta al aire mientras sigue abriéndose paso por entre las ramas, pero solo tiene como respuesta el ruido de la hierba rompiéndose bajo sus pies y los animalillos que se escabullen asustados de su presencia -De verdad que los has conseguido engañar a todos, estoy muy impresionado- habla con la misma dificultad que le está costando adentrarse a aquella espesa maleza, aunque a Garry le moleste admitirlo, su forma humana no es tan hábil como la de la criatura -¿Bel? Puede escuchar ser asechado a sus espaldas por un animal no muy grande, gira entonces apuntando firmemente su varita en contra de lo que ha salido de los arbustos para enfrentarlo, Garry ablanda un poco la mirada al ver que solo se trataba del lobezno más pequeño al que Bel ha dejado fuertes heridas -Pero que desastre eres- con desdén arroja un encantamiento al animal que cae como saco congelado al suelo, se acerca solo lo suficiente para asegurarse de que sus lesiones no sean de gravedad -¿Bel?- vuelve a llamar a la bruja entre toda aquella penumbra que lo rodea -¿De que estas escapando, querida?- apenas musita casi para sí mismo preguntándose aquello con insistencia.
  16. Yanna K. R. Smith “Tonta mujer entrometida” piensa con fastidio, tras el comentario de Evans ya no se escuchan más los lamentos de dolor de la mujer, ni tampoco los gemidos dramáticos con que acompañaba todo ese espectáculo, aun colgada de las solapas de la capa ajena y con el rostro oculto en el pecho del mago, aquel que no ha dicho ni hecho ninguna palabra en todo este tiempo durante su escena, ni de las palabras que dice su “esposa” entre carcajadas molestas ¿Sera que su actuación habría logrado conmover al hombre? No importa porque hay algo en el silencio de Garry que le dice que lo mejor será alejarse. -¡Enfermedad de hombre, de mujer, lo que sea!, pensé que serias más empático si me ponía a tu nivel- se burla de Garry encogiéndose de hombros indiferente al comentario nada oportuno de la mujer que desconoce. Yanna extrañamente aparece ahora un par de pasos apartada del mago, en su rostro ya no había más un rastro de lágrimas, de tristeza, ni de todo aquello de hace tan solo unos minutos atrás, esa actuación tan melodramática se esfumó tan rápido como había llegado. Cruzada de brazos con gesto molesto lanza una filosa mirada amarilla a Evans -Vah, pero que mujer tan grosera que eres, de haber sabido que “este” es el tipo de mujeres que le gustaban a mi pequeño Garry yo hubiera…- estruendosamente detiene su parloteo sintiendo un escalofrió recorrerle el cuerpo cuando Nasha vuelve a reprenderle con su voz. Siente en sus ropas el tirón de la pequeña mano de Nasha, no es fuerte y aun así la hace retroceder un par de pasos más hacia atrás, acomodándose en su cuerpo como si encajara con el suyo. Yanna deja caer los brazos y sigue las palabras de la vudú con un gesto confundido por lo que Nasha dice, por un momento se pregunta si es que ella se ha molestado por haberle mentido sobre los “sirvientes” no sirvientes o quizá lo ha hecho todo este encuentro, para nada planeado, y que se está convirtiendo en un divertido momento incómodo. Finalmente decide que no le importa nada de eso. -Ahh ¿con que de eso se trata? - el rostro de no saber qué es lo que está diciendo desaparece tan pronto como ha atrapado al fin las palabras de Nasha, apunto estaba de protestarle a la menor por ceder a ser corridas de la mansión, un poco tarde, pero para su suerte no va a evitar aprovecharse de eso y un gesto de malicie se pinta en su rostro -¡Pero que mañosos! – es tan ruidosa cuando habla tras una carcajada que cesa tan pronto como ha comenzado -No, no, no, no, no te confíes tanto Nash mi amado Garry es un hombre bastante casto- murmura a Nasha lo suficientemente fuerte para que todos en aquella habitación escuchen, y aun así tiene el descaro de cubrirse con su fina mano la boca e inclinarse apenas sobre su hombro para solo hablarle a ella. --¿Sera que no? es que acaso esta mujer te ha cambiado de gustos, ¿Es eso cariño? - aun abrazada de Nasha, estira uno de sus largos brazos y con un delicado y delgado índice traza una línea desde el primer botón de la camisa del mago, pasando por las heridas de su cuello y embarrando desordenadamente los restos de pomada que la mujer le ha puesto al mago. La larga uña de la bruja se posa suavemente sobre el mentón del hombre y Yanna solo puede mantener una sonrisa de fea diversión en su rostro. Garry M. Ollivander El mago apenas sonrió a Evans sin dar una respuesta cuando le untaba pomada, cuando Yanna estaba presente cualquier cosa se podía decir con la certeza de que aquella mujer podía ser tan tonta como para no entenderlo, pero que, a pesar de eso, él sabe que debe tener cuidado con lo que se hace y dice cerca de la Smith. Por lo que no se preocupa por contestarle ahora a Bel, la verdad es que comienza a cansarle que todo ahí tenga que ver con él, se supone que este nuevo comienzo se trataría de ellos dos, no solo del mago, es por eso por lo que no se encontraba tan emocionado como Evans de platicar sobre su pasado. -Me vas a ensuciar la capa, Yanna- puede sentir sobre sus hombros el tirón de no mucha fuerza que ella se está esforzando por hacer con cada llanto nuevo que comienza. Yanna es, para Garry, el tipo de personas que necesitan toda la paciencia de Ollivander y que aun así nunca le parece tener la suficiente para tratarla. No dice nada más cuando ella comienza con esos ruidosos berridos que lastiman sus oídos, tampoco cuando, para su fortuna, Bel ha hecho el favor de corregir el error de la bruja de un modo más blando del que él tenía pensado, sin embargo, eso no previene el disgusto que le causa la dramática insistencia de Yanna por quedarse en ese lugar, y no es tal vez la insistencia en sí, si no el teatro que se ha montado para conseguir, una vez más, lo que quiere. Finalmente es su acompañante la que de nuevo roba la atención de todos, por la cara de Yanna, a Ollivander le agrada saber que eso no es parte del espectáculo de la Smith, a pesar de tratarse de un intento de la menor por incomodarles de algún modo que no preocupa en lo más mínimo al mago, pero a Evans consigue ponerla de un bonito color carmesí. Respira hondamente cuando la ve hablar al oído de Yanna, tan cerca de ella y colocándose de puntillas para poder deshacer la diferencia de alturas, no es que se encuentre sorprendido de su comportamiento, pero sinceramente, siempre habría pensado que quien fuera capaz de domar aquel comportamiento errático de su hermana mayor, siempre seria alguien de carácter más fuerte. -Ya entiendo- Ollivander sonríe mientras aun siente la leve presión que le causa el dedo de llana empujando en su contra -Entonces esto es pasajero ¿no? - como un resorte Yanna retrocedió su brazo devuelta a su cuerpo con cara de sorpresa -De verdad por un momento me lo creí, el modo en el que la defendías de mi ataque es igual como él lo hacía ¿Cuál era su nombre? Charles, Thomas…- chasquea la lengua y apenas niega con la cabeza –Pero no, esto es nuevo, nunca había visto a una como ella, casi podría decir que es verdadero- el gesto que Yanna ha hecho de pronto es suficiente para declararse victorioso por ahora. -No importa, mira lo que me haces decir, tan vulgar como tu Yanna- esta vez dirige su mirada a la vudú -Una disculpa mi señora Montpellier, pero le suplico que tenga cuidado con sus palabras- su voz es neutra, sin embargo se siente tan molesto con aquella que se ha atrevido a perturbar a su sanadora aunque sea algo verdaderamente tan poco perturbable como el sexo, lo que entendió solo hasta la palabra “casto” que Yanna pronunciaba con énfasis -En efecto Evans podría avergonzarse demasiado si se le descubre su intimidad, pero esta es su casa y ustedes no tienen el derecho de invadir su privacidad de ninguna forma- el fallido “heroico” intento por defender a Bel al menos había sido con las mejores intenciones. Exhala una vez más, verdaderamente cansado. Con un par de pasos se acerca al par de jóvenes que siguen plantadas ahí con descaro y ahora es el turno del mago de acariciar el rostro de Yanna. -Eres una mentirosa- sisea entre dientes con un gesto molesto, su mano libre ha picado uno de los ojos amarillos de la morena -Ni siquiera sabes que era eso que dices que tienes- hace leves presiones una y otra vez insistiendo sobre el ojo de la mujer mientras ella solo se remueve inquieta en los brazos de Nasha -Y luego vienes aquí y dices cosas sin tener cuidado…- para las palabras que el mago dice aún se muestra bastante tranquilo -Algún día de verdad vas a aprender- sin despegar la vista de Yanna ahora le habla su acompañante -No la conocerá lo suficiente, señorita Montpellier, para saber que esta mujer es tan entrometida, no podría pasar desapercibida ni aunque lo intentara, está demás decir que es la reina de las atenciones. Ha vuelto la mirada a la sanadora después de los lloriqueos de la bruja por la lesión que el mago taciturno le ha causado. Crea entre ellos un largo silencio mientras permanece anclado a los dulces marrón de Bel llenos de incredulidad y un aire de molestia, él jamás puede entender que cosas son las que hacen enfadar a Bel Evans, sin embargo, con aquella mirada no dice más que lo suficiente, si ellas se quedan en la Heredad eso es algo que se lo confiara a solo a Bel. -De cualquier forma- aun no despega los ojos de Bel y a pesar de lo neutral de su voz está siendo sincero en sus palabras -Estaría mintiendo si digo que no me da gusto verte aun en una sola pieza, Yanna- no es mentira que se siente bastante tranquilo por tener noticias (esta vez no tóxicas) de la Smith -Si lo deseas Bel, podemos conservarlas, creo que junto a la capilla aun esta la casucha de mascotas, es perfecto para dos -finalmente comenzó su andar a la salida de aquel cuarto, al pasar junto a Bel, con su brazo da un pequeño empujón en el de ella y con su cabeza da una seña de que lo siga a fuera -Ahora que lo recuerdo había un cuarto lleno de todo tipo de telas por ahí, ¿Por qué no vamos a buscarlo?
  17. Sus orejas enrojecieron apenas por el cumplido que la fantasma le arrojaba con energía, su presencia junto a él había conseguido que el mago despegara al fin la vista del libro y pasara nerviosamente la mirada del profesor a la fantasma sin saber cómo responder a las palabras de congratulación que recibía, balbuceó algunas palabras apagadas sin mucho sentido y solo atinó a asentir con firmeza tras el complemento de su respuesta por parte del profesor. No es usual, pero en algunos casos puede resultar torpe para recibir elogios, aunque claro Grelliam no lo aceptará tan fácil y culpará al hecho de que es la presencia de los vampiros lo que aún lo tiene turbado. Al resto de la explicación no dijo nada más y se limitó a prestar atención a las palabras del docente; primeramente, se deshizo de aquella cazadora que solo estorbaría para la siguiente parte del trabajo, además de que no hacía tanto frio como allá afuera, debía ser porque, como explicó más tarde el profesor, aquel herbario debía estar en condiciones para los especímenes que ahí se cuidaban. Se colocó los guantes y tal como se le indicaba se llevó también las pinzas para podar. Encogiéndose de hombros y con un ademán suave de su mano indicó a la fantasma que pasara por delante antes de seguir siendo guiados por el sonido que provenía de la boca del profesor, caminó junto a la fantasma, que aún permanece no muy lejos de ellos. Garry continuó difícilmente con atención, eran tantos los ejemplares de cultivo de tan diferentes nombres y tipos, que le llevaba un poco más de tiempo de identificar cada una de las especies que el mago nombraba, sin embargo, Helga estaba siendo demasiado amable ayudándole con indicaciones de gestos simpáticos a encontrar las plantas que el profesor hábilmente mencionaba y reconocía. Eran algunas de ellas bastantes familiares al momento de verlas y otras cuantas que solo había visto en libros, pero que igual conocía, aunque sea de nombre. Justo a tiempo, volvía su atención para poder detener su andar sin chocar con el profesor, siguió con la mirada a la fantasma quien se colocaba junto a la mencionada higuera y la contemplaba con más ánimo del que Garry podría creer. Se inclinó entonces, solo un poco más hacia adelante, para poder ver mejor los frutos mientras escuchaba la siguiente instrucción a realizar. Lanzó una larga mirada de vacío al profesor, como si tratara de entender lo que había pedido, aunque no era eso lo que preocupaba al licántropo, el docente estaba siendo muy temerario para dejar en manos de un educando aquel trabajo que parecía delicado. Garry entonces retrocedió un paso con la mirada fija en la planta y un gesto de que de verdad estaba intentando esforzarse por pensar en su siguiente movimiento. Hasta aquí habían llegado posiblemente sus aciertos, aunque la verdad aquello no era algo que le preocupara, quizá solo lo hacia el dañar aquel ejemplar tan completo de Abisinia. Después de un largo minuto al fin se adelantó hacia la higuera y acercó, además de sus pinzas, un paño de yute y un frasco chico que sacó del morral y los colocó muy junto a él para que fuera de fácil acceso, pero que tampoco fueran a estorbar. Entonces Garry se puso en cuclillas frente a la planta que, aunque era muy frondosa, no era de gran altura, Desde ahí abajo puede entonces observar mejor los frutos púrpuras que brotan de la planta, Garry pensó entonces que tan difícil resultaba hacerlo en aquella posición, sus doloridas rodillas no aguantarían mucho y podrían hacerlo perder el equilibrio, por lo que opto por anclar una de ellas al suelo para lograr estabilización. Sus largos brazos (y la altura que él ya tiene) facilitaron la parte de llegar hasta los frutos por entre las ramas de la higuera, algunas de las hojas que colgaban hacían un cosquilleo que era capaz de sentir debajo de la gruesa tela de su ropa de invierno. Con todo el cuidado del que era capaz, sujetó con solo las yemas de sus dedos por la parte de abajo uno de los frutos sosteniéndolo hacia arriba apenas lo suficiente para que no pendiera más de la rama donde florecía, hizo una leve presión con sus dedos para tentar su textura, si bien él no había recolectado esta planta anteriormente, pero sabe cómo debía ser el fruto para poder sacar más beneficios de este. Una vez que comprobara que el estado del fruto era el adecuado, tomó con su mano libre las pinzas (sin soltar aun el peso de su víctima) y con el mismo cuidado las escabulló por entre las ramas que colgaban celosas de su intromisión hasta la baya. Giró un poco del fruto para poder descubrir un poco más del tallo donde colgaba y, con ángulo, cortó de un solo intento el tallo donde apenas se une con la fruta. En un movimiento que fue rápido, pero cuidadoso, saco la baya de las ramas y la colocó sobre la tela de yute, se apresuró entonces y volvió con el pequeño frasco de cristal que colocó justo debajo donde el corte hacia “v” y donde solo salieron unas pequeñas gotas de resina que la planta lloró. Exhaló largamente, como si todo ese tiempo hubiese estado reteniendo su respiración. Lentamente sacó el frasco echando un vistazo a su interior, hiso un gesto de lástima por ver lo tan poco obtenido, posiblemente era porque aquel se trataba de un ejemplar bastante joven de Abisinia o quizá algo habría hecho mal el mago. Garry bajó el frasco colocándolo donde lo tenía en un principio y dejó caer sus brazos sobre sus rodillas. Antes de seguir con esa tarea prefería saber si es que ese había sido el método correcto de hacerlo, no quería, de otra forma, dañar entonces los otros frutos o la planta. Dirigió una mirada hacia el profesor, si él aprobaba este procedimiento suyo de recolección, entonces se encargaría de hacerlo del mismo modo con las otras dos bayas restantes.
  18. Está por anochecer en Londres y la llovizna ya ha dejado húmedas las banquetas a lo largo de aquel callejón, es difícil andar con prisa cuando se forman charcos en las juntas de las banquetas, sin embargo, él tampoco se encuentra tan apresurado, y es posible que sea por aquel malestar que lo ha puesto de pronto acalorado, aun con ese frio de la tarde cayendo, y el nudo en la boca del estómago que puede identificar como nervios. No es que sea Ollivander un hombre fácil de intimidar, pero no puede pasar por alto que de verdad se encuentra inquieto por averiguar el paradero de su estimada compañera. Lleva puesto encima un abrigo negro, largo hasta por arriba de sus rodillas del que solo escapa, por el pliegue del cuello, la camisa de vestir color azul marino con lunares blancos de tamaños iguales, y aun así, sobre los hombros del saco y en algunos de sus cortos rizos de pelo se pueden ver como se forman gotas como huellas del calabobos que lo ha atacado esta tarde, los pasos unísonos se escuchan pisar la larga avenida con un “clap-plac” tan uniforme que parece que quien fuera que los causa no avanza más allá del mismo lugar, y el fango que se ve apenas por la suela solo delatan que el mago vuelve de una de esas expediciones a los pantanos del heredad que perteneció a sus padres. Entrar al local que conoce como propiedad de la sanadora tan rápidamente como ha dado con él, es un golpe de calor tan repentino que mancha de rojo sus mejillas y orejas al instante y que causa que al licántropo se le escape un estornudo nada ostentoso pero que no deja de ser una incómoda reacción. Ahí dentro todo es tan diferente a cualquier otro lugar al que pudiera haber llegado, Garry gira un segundo para ver por encima de su hombro solo para asegurarse de que afuera aún sigue lloviendo, hay cosas en el mundo de la magia que, aunque él nunca ha vivido sin ella, sencillamente aun le provocan sorpresa, sin embargo, aquello que no necesita magia para causar esta clase de sensaciones tan agradables, como lo estaba siendo el entrar o salir de un lugar a otro y percibir el espacio de esa manera, para Garry, era algo mucho más conmovedor. Se deshace del saco para no estropear el suelo que pisa con aquellos zapatos sucios, se siente algo avergonzado de ser él, en todo ese bonito lugar, lo único que no encaja con la decoración, aun así, se encamina con pasos seguros hasta una mesa lo más lejos del exterior, no pasa mucho tiempo antes de que un pequeño elfo domestico lo atienda, sintiéndose bastante preocupado aun toma el menú que le han ofrecido con cortesías fingiendo que lee la sección de postres mientras echa un vistazo rápido a su alrededor, a él ni siquiera le gustan los postres y de igual modo pregunta vagamente por los ingredientes que pueden llevar unos u otros. De cierta forma, que no esté tan ocupado de gente aquel local lo pone cómodo, y con toda esa tranquilidad es sencillo escuchar las charlas en algún salón más allá de donde se encuentra el mago. Sin darse cuenta ya han pasado varios minutos y él no ha atinado en escoger algo del menú, la criaturilla que lo atiende parece querer impacientarse con el melodrama interno que aparentemente le causa al mago por escoger algo para su cena. -Tal vez ella este ocupada ahora o no se encuentra aquí, ¿debería irme? – masculla y el elfo, que parece bastante confundido por lo que el mago dice, hace un gesto intranquilo bastante simpático -Es decir yo no, ella no…no le he escrito en tanto tiempo posiblemente no se acuerde de quien soy- pensativo se ha cruzado de brazos sobre la mesa con desánimo -Y si piensa que soy feo)?- el elfo solo ha insistido en que ordene algo para poder hacer su trabajo como se debe, pero como si no hubiera dicho o hecho nada, de pronto Garry se ha puesto de pie y se ha encaminado al otro lugar del local de donde puede escuchar una agradable conversación, pero que bien ha sabido de que se trata. --¿Habrá una especialidad de la casa?- es todo lo que puede decir entonces, sintiéndose algo torpe por interrumpir de aquel modo la conversación que existe entre las dos mujeres que conversan en la barra y que no le lleva mucho tiempo reconocer, a la compañía ha hecho una sutil venia de cortesía antes de acercarse. @@Bodrik & @
  19. Garry M. Ollivander Apenas gira la mirada a la sanadora cuando siente el apretón en su brazo, se ha encontrado descolocado tras el rostro de indignación que Bel profirió al momento de ser llamados sirvientes por Yanna, a estas alturas de conocer a Evans aún no sabe si lo que de verdad le molesta a Bel sea el hecho de ser tratado como una elfo doméstico o la actitud ruidosa de la morena. Francamente no era algo planeado, no evita sentirse ofendido por la acusación de Evans al respecto, pero bueno razones suficientes le ha dado ya a la pobre mujer para orillarla a pensarlo, posiblemente su molestia se trate más bien de un capricho melodramático de Ollivander. Sin embargo, a pesar de lo malo que es ya tener a Bel curioseando su pasado, de todas las cosas y de todas las personas en el mundo, de su pequeño mundo, todas las posibles personas que pudieron haber caído en ese lugar y de las posibilidades que había para hacerlo, porque tenía que ser Yanna Smith la que husmeara en su casa y profanara la habitación de la que por muchos años estuvo al cuidado de ambos. Él sería totalmente comprensivo con Bel Evans si después de ese día no quiere volver a ver a esa mujer nunca más. Y con Yanna colgada de sus hombros balanceándose hacia enfrente y hacia atrás mientras habla cosas sin sentido es difícil poder pensar, decir o hacer cualquier cosa que no sea una expresión de fastidio en contra de la esbelta mujer -Yanna no puedes… ¿Q-qué estas…- primero es gentil con el agarre que tiene hacia la morena, en un intento de tirar en contra de los fuertes brazos de ella, después lo hace con algo de más fuerza cuando Yanna muerde su mentón clavando los filosos dientes en las cicatrices del mago -Yanna sueltamee~- eso que hay entre ellos es un forcejeo tan infantil que lejos está de parecer peligroso, a pesar de los extraños ruidos que vienen desde la garganta de la mujer que se ha adherido como una sanguijuela y que por más que se le vea a Ollivander forcejear en su contra no puede sacársela de encima. Es solo la voz de la otra muchacha la que hace que el forcejeo entre los brujos se detenga bruscamente, y ambos queden con un rostro de repentina sorpresa muy similar el uno del otro, Yanna solo lo ha soltado al fin para regresar con lloriqueos a lado de la joven mujer, del mismo modo a Garry solo le toma un segundo guardar nuevamente compostura mientras aun cubre con su mano la fea mordida en su cara que Yanna le ha dado, y se detiene para observarlas. Exhala largamente, este día podría ser el más cansado de todos, solo eso puede pensar. -Entonces ella es la famosa Nasha- sonríe divertido tras el gesto que Yanna le ha lanzado con recelo -Sabes, la pensé más…- tras la amenaza de volverlo a morder Garry claramente nervioso se arrepiente d terminar su frase y regala cortesías a la joven -Es un placer, Nasha Montpellier- musita en el correcto acento y sonríe aún más divertido cuando la morena rueda los ojos con fastidio - Grelliam Ollivander a su servicio, mi señora- da un cuarto de vuelta para buscar a Evans, - Ella es mi esposa Bel Evans- señala y le da a su sanadora una larga mirada, una que dice que esto es más malo de lo que parece. Existe de pronto una reacción en Yanna que no preocupa al mago, y es que conoce muy bien a la alimaña que tiene como familiar, por lo que le deja el camino libre para encontrarse con Bel -No quisiera ser grosero querida- comienza a hablar nuevamente atrayendo a él toda la atención de la morena -Pero me temo que están invadiendo propiedad privada, señoritas- está siendo tan amable al hablar que es difícil leerle entre líneas -Esta casa no les pertenece, así que tendré que pedir que se vayan lo mas pronto posible, por favor. Al feo gruñido que Yanna a lanzado en su contra él solo puede reír divertido. Yanna K. R. Smith -¡Ehh! Nashaa espera amor, yo iba a hacerlo ahora tú no sabes- suelta al fin al hombre y con arrastrados pasos vuelve para caer de rodillas a los pies de Nasha, tan dramáticamente que solo son los berridos estruendosos de esa áspera voz lo único que estropea la escena -Te has adelantado cariño yo iba a hacerte una presentación espectacular- el resto del camino se arrastra hasta el regazo de la menor y recarga su cabeza en ella como una mascota, el gesto en su tosco rostro es como si las piernas de la mujer fueran lo más suave del mundo -Siempre tan cordial tu querida eres tan lin…- la voz del mago interrumpe su fanfarroneo y nuevamente le lanza esa mirada de fiereza cuando lo escucha hablar. "Agg" a Yanna siempre le ha parecido tan irritante ese modo del mago, todo como si nada pasara en el mundo, es tan complicado perturbarlo en algunas veces que a Yanna le cansa el hecho de tan solo pensar hacerlo, pero vah, que no sería ella si no viera a su pequeño hermanito y le presionara hasta crisparle los nervios. Rápidamente se ha puesto de pie otra vez y lanza un par de mordidas en contra del mago que están lejos de lastimarlo, pero que son claras en cuanto a significado. La mirada de Yanna se vuelve de pronto tan pesada como los delgados brazos que se han cruzado entre ellos y caído sobre sus caderas, las largas pestañas acentúan la impaciencia en su cara de hastió y molestia perfectamente combinados en el rosto maduro, pero que al mismo tiempo es bello de ver. -¡Tu esposa!- grita interrumpiendo al mago, pocos segundos después se encuentra caminando velozmente en dirección a ellos, solo puede sentir a Garry hacerse un paso a un lado para dejarla pasar -¿Tu esposa, Grell?- los grandes ojos de Yanna inspeccionan a la sanadora de arriba abajo sin escrúpulo alguno e incluso se inclina lo más posible a ella y olfatea su cabello -Vaya…- murmura después de una larga inspección -Si que es bonita- sonríe con satisfacción dando un par de pasos hacia atrás y regalando una vulgar reverencia como si llevara sombrero y vestido -Es usted una delicia, señora Evans- en una amplia sonrisa le deja ver los filosos dientes blancos. Entonces es la voz del mago lo único que hace que Yanna deje de fijar su vista en la sanadora. Lo que ha dicho el Ollivander le ha provocado un gesto de completa sorpresa que no duda en volvérsele a plantar de frente esta vez con los ojos amarillos llenos de lágrimas y la expresión más triste en su rostro. -No, no puedes hacerme esto- la mujer ha comenzado a hablar en susurros con voz entre cortada -No puedes sacarme- a pesar de lo mucho que parece que se esfuerza sus chillidos pueden escucharse claramente en toda la habitación -Necesitamos…yo te necesito ahora más que nunca, yo…- una larga lágrima cae en ese rostro que ahora está lejos de las facciones toscas, es una cara tan delicada que pareciera el de una muñeca de cerámica salvo por las gotas de llanto que velozmente comienzan a brotar de sus ojos -¡Estoy sufriendo de orquitis!- rompe en llanto estruendosamente enterrando el rostro en el pecho del mago. Aquel lamento se puede escuchar doloroso en la habitación, la mujer aún se esfuerza por sostenerse de pie aferrada con fuerza de los pliegues de la capa del mago que ni parece haberse conmovido.
  20. ¡! Junny, que bueno que te pasas, disculpa por tardar tanto en contestar (también por que no hay una ficha y tuviste que improvisar una xD) Bueno pues no se que torcidos planes hallas hecho con tu retorcida madre v,v pero igual Bienvenida ¡ija! (sin “ache” porque la cosa no es legal :v) Bue, bue, pásate por la casa cuando gustes, puedes entrar a husmear lo que quieras y a quien quieras)? Y esas cosas, cualquier otra cosa que se te ofrezca decídmelo, (mejor a mi que a tu madre por que ya me esta preocupando las ideas raras que surgen de ustedes dos) jojo En fin, ahora edito la rama más torcida del árbol genealógico para meterte ahí xD !Nos leemos! Luis Fernando, no digas esas cosas u_ú No es que solo quiera que sea una familia de dos ejementre mas, mas plataejem , es que te quiero solo para mi(?) y no hay ficha por que la he olvidado x´DD #OyemeNoLuisFernando PDD: @@Junnyco Wright sos mi primera ija)?
  21. El consultorio @ La criatura podía escuchar en aquellos oídos nada útiles del mago, la vos ambiciosa del demonio escondida entre la seducción femenina con la que lo llamaba. Sus palabras consiguieron que de pronto la criatura titubeara de nuevo, ¿Qué era lo que él quería? Con los ojos clavados sobre el rostro de Evans se lo está preguntando, era como si nunca lo hubiera pensado porque nunca antes había tenido la oportunidad de escoger, así mismo como Garry cuando se trataba de él, el solo llegaba sin preguntar, sin dejarle una elección, pero a diferencia de la criatura el hombre habría decidido no importarle, y pretendía vivir su vida como si su presencia ahí fuera tan común como respirar. “Agg, pero que molesto” lo era el no saber qué es lo que quería, porque toda su vaga existencia sentía saberlo y ahora que tiene la oportunidad se le está escapando vertiginosamente de las manos. La criatura apretó con los largos dedos el agarre con el que detenía a la sanadora, podía hacer esto más fácil, podía solo irse, dejarla con el demonio y que ellas terminaran por destruirse mutuamente, pero no, él se queda ahí, esperando para ver en que termina esto, sin siquiera interesarle ninguna de las dos fracciones. Entonces el demonio lo vuelve a llamar, esta vez por el nombre que comparte con el hombre y que ha hecho más de su propiedad. El rostro humano poco a poco se vuelve más salvaje, puede sentirse tan lejos de Garry, que él está seguro de que al demonio no le costará absolutamente nada regalarle su libertad, incluso siente que es algo que, si con suerte Garry no se da prisa, él mismo puede conseguir. No, entonces no, él quiere algo más difícil, algo que le cueste al demonio dárselo, quiere algo que de verdad valga. Aquello debe ser algo tan suyo, que no puede ser tan fácil. -La quiero a ella, mi señor, la quiero solo para mí- murmuró apenas mostrándole un gesto de repulsión a Evans, pero que el demonio no era capaz de ver. Aun sostiene la varita de Bel en contra de su cuello, suave y lento, como una caricia, la hace descender por el torso de Evans deteniéndose a hacer presión en algunas partes de su cuerpo para conseguir una reacción negativa por parte de ella y que a él le divierte verlo -Y lo quiero a usted a mis pies- el trayecto de la varita ha terminado sobre el puño de la sanadora en un movimiento rápido entregándosela devuelta a su dueño, solo para después hacerse a un lado y dejar que Evans ataque al cuerpo humano de un confiado espectro. Lo que él quiere, lo que de verdad desea, ni Evans ni el demonio Mephisto se lo pueden dar. El plano astral @ Aun se encontraba sorprendentemente agitado, respirando con dificultad mientras es capaz de escuchar las últimas palabras que Lady le dedica, se incorpora de su mala postura una vez que Lady termina con el demonio, en Garry crese una extraña sensación de angustia y pesadez al ver la facilidad en la que la pelirroja se deshace del demonio, él aún puede pensar que las cosas no están del todo claras en la mente de Luxure, pero que al menos ya han conseguido dar un avance, uno verdaderamente grande. -Para volver debe usted estar en calma, porque el miedo es lo que la aferra a este lugar- explica tranquilo aun con voz entrecortada, es increíble lo cansado que ha quedado su cuerpo astral tras aquel esfuerzo que ha hecho contra el demonio -Haga usted un recuerdo o pensamiento sano, uno que amortigüe sus temores, uno que, aunque sea falso, esté lleno de anhelo- él confía en que ella lo conseguirá pronto, se siente cautivado por el dominio que Luxure ha demostrado tener dentro de este plano, a pesar de todos estos obstáculos que les ha impedido volver, Ollivander piensa que solo eran un reflejo de lo que ella quería ver, por ese deseo de Lady de terminar con el demonio aquí. Garry se adelantó un par de pasos más acercándose a la pelirroja, su mirada era blanda con ella mientras le observaba detenidamente, la piel de la mujer es aún tan joven, tan clara y suave que podría causar envidias, sus ojos rojos aun brillan como en la vida allá afuera, pero ya no tienen ese temblor característico de duda como en su llegada al consultorio, y ese cabello rojo que a Ollivander impresiona tanto, que se ondea suave y acaricia el rostro de la mujer, toda ella parece como la llama de un fuego que respira sereno, pero que es tan letal si intentas tocarlo, porque nadie es capaz de manipularlo por completo, que es inestable si se perturba, pero que sabe de lo que es capaz de hacer, y tiene la suficiencia de acabar con todo a su paso sin consideración si pierde el control de ella misma. "Sería tan sencillo caer ante tanta belleza" Con ese pensamiento se pregunta si no es Mephisto el que se encuentra en problemas ahora. -Yo me quedare hasta asegurarme de que usted esté de regreso- el escenario a su alrededor vuelve a cambiar, un recuerdo de él tal vez o posiblemente de ella, seguramente Lady lo ha vuelto a conseguir, porque no necesita de mucho más tiempo para saber que están de vuelta en un silencioso consultorio, todo muy ajeno a lo que está pasando en la realidad.
  22. Planilla de Compra​s Normales para Personajes: ID:118247 Nick: Sain M. Ollivander Link a la Bóveda Trastero: Bóveda de Trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Fecha: 2018-01-21 Objeto: Caldero Puntos: 10P Precio: 500G Objeto: Guantes de piel de Dragón Puntos: 10P Precio: 500G Total de puntos: 20P Total de Galeones: 1000G
  23. Planilla de compras para PERSONAJES ID: 118247 Nick: Sain M. Ollivander Link a la Bóveda Trastero: Bóveda de Trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Nivel Mágico: III Fecha: 2018-01-18 Criatura:Micropuff Puntos: 10P Precio: 500G Total de puntos: 10P Total de Galeones: 500G
  24. Alzó su par de cejas de diferente color levemente sorprendido, “Neville Longbottom”, ese era un personaje muy reconocido cuando se trataba de temas de herbología y claro como no mencionar la historia de la guerra mágica, pero ¿no era el héroe un Gryffindor? Que despiste, lo malo una historia de hechos reales era que siempre resultaba que nunca es del todo certera. Finalmente, Ollivander pensó que la casa de Hogwarts de donde provenía el mago no era importante, sino más bien sus logros personales y mas que eso, por supuesto, su muy útil contribución al mundo mágico en especial la rama de la herbología, había escuchado decir al profesor “…para los amantes de la herbología”, él no se considera aun un amante de la herbología, pero sería injusto no reconocer aportaciones valiosas en la magia. Ollivander hojeo con retardo hasta la página indicada, deteniéndose un segundo en algunas páginas de contenido interesante “Página doscientos sesenta y cinco” repite en voz baja como si fuera peligroso olvidar la página donde debe estar ahora, de fondo aun podía escuchar la voz del profesor dando explicaciones. Sin despegar la mirada del libro apenas alza su mano derecha, no mas alto que su cabeza, pero la agita apenas para llamar la atención, sin saber si la ha obtenido o no comienza ha hablar; -El Shrivelfig o Higuera Abisinia es una higuera mágica que se encuentran en Abisinia. Sus flores crecen dentro del higo, y tanto la fruta como las flores son de color púrpura. Es una planta de hoja caduca, lo que significa que sus hojas comienzan a caer en el otoño, y la planta está sin hojas durante el invierno. Sin embargo, debido a sus fuertes raíces, la planta todavía puede sobrevivir incluso en condiciones de nieve. Las hojas tienen propiedades medicinales. La fruta, contiene flores en su interior, que producen un líquido púrpura utilizado como ingredientes de pociones como la Poción que produce Euforia y la Poción Shrinking o comúnmente conocida como Solución para Encoger. De sus troncos y ramas podemos obtener un muy buen abono, útil para fertilizar- lee agregando a su texto algunos detalles que él considera tambien son importantes. Hace una larga pausa pensando en aquella otra que conoce bastante bien, hace no mucho tiempo que discutía con su sanadora sobre los efectos alérgicos que le causa al hombre el utilizar una poción como esta, por supuesto que ella no le creyó. -Otra es el acónito también llamado Luparia, Matalobos, Haba de Lobo, Rapé del Diablo o Anapelo. Sólo crece de forma salvaje en lugares frescos y con sombra, cerca de ríos y riachuelos. La planta es erecta y con flores azul purpúreo que aparecen en racimos. La raíz es negruzca, cónica con una estrella en el centro de la desgarradura. El acónito es una planta muy tóxica por la aconitina que desprenden sus hojas. La aconitina es un veneno de acción potente y rápida que afecta el corazón y el sistema nervioso central- no hacia falta que le dijeran aquello, el mismo ya habia experimentado esos efectos en carne propia, de no haber sido por Bel...-Al aplicarse sobre la piel puede causar intoxicamiento sistemático por absorción. Mata automáticamente a los licántropos. Sus flores son útiles en la elaboración de la Poción Matalobos y también es utilizada en la preparación de la Poción de Ojos Abiertos o de Despertares. Después de decir todo aquello vuelve a bajar su mano y hojea un par de páginas mas en el libro, la verdad que a Ollivander le gustan mucho más la función, formas, propiedades y efectos que pueden llegar a tener las setas y hongos.
  25. -¿Lo crees así? Quién sabe, quizá el papel tapiz se lo buscó- dice bastante seguro de eso -Me parece, en cambio, que es una expresión bastante humana de sosegar la mente- no volverá a dar explicaciones sobre por qué ha atacado de aquel modo la decoración del consultorio, si insiste solo volverá a ser vago en explicaciones de cómo era necesario para llegar a una conclusión verdaderamente difícil, aunque por su puesto esto no sea del todo cierto -La gente debe de buscar el modo de deshacerse de todo aquello que les frustra o causa ansiedad y malestar- hace una pequeña pausa -En tu experiencia como… caberú, ¿Como piensas que lo haría un animal?- es una pregunta nada profunda en un intento de que ella piense en todos esos sentidos que ha experimentado hasta ahora. A Ollivander siempre le ha parecido un encanto ver a Evans razonando o haciendo deducciones tan inteligentemente, es una acción que ella hace tan descuidada que conquista la mente y el alma del licántropo. Solo es capaz de sonreírle cuando ella ha ligado ideas, fijado en esa arruga en la parte superior del puente de la nariz que se forma cuando le está costando entender algo o digiere un pensamiento que no es capaz de sentir. En ese proceso, existe entre ellos un trayecto de silencio, Garry cree que ella está acomodando toda su información ahora, es curioso verla expresar en cada gesto todo ese movimiento de sus pensamientos, muy diferente al mago que pareciera entrar en coma cuando una idea es explotada dentro de su cabeza. No alcanza a contestar aquella última pregunta que le ha lanzado, no sabe si sentirse aliviado o preocupado, la respuesta a esa incógnita le resulta bastante simple de pensar y difícil de ser explicada, Garry piensa entonces que, para poderte convertir en un animal, lo menos que debes hacer es querer entender las cosas como un humano. Los fuertes aullidos que se escuchan ya a tan solo unos cuantos metros de ellos rompen la cadena de pensamientos del mago, distrayendo su atención en dirección a los arbustos que murmuran el camino de los animales que escapan del peligro. “Pero que ruidosos” Garry piensa en que esconderse entre las ramas de un seto es la manera más fácil de encontrar algo que comer. Inhaló profundamente mostrándose bastante tranquilo al próximo ataque, en aquella respiración que parecía nivelarse con la de Evans poco a poco, Garry creía entender lo que la sanadora sentía, aquello había resultado algo bastante extraño, una conexión tan directa con ella que solo fue rota por sus palabras. Alzó las cejas en fingida sorpresa cuando Bel se adelantaba un par de pasos al encuentro de las criaturas, pero ¿qué pensaba a hacer? él sonrió sereno a espaldas de Bel mientras con toda esa misma tranquilidad buscaba su varita en los bolsillos de su abrigo, le causaba cierta gracia como era él “la damisela en peligro de Bel Evans”. Por los ruidos que se acercan a ellos puede saber que no son animales grandes aquellos que atacan, pero también sabe que son más de uno, una prueba casi perfecta para Evans, pero que justamente Ollivander no se siente preparado para ver -N-no tengo mi varita- se escuchó su voz una mescla de sorpresa y miedo -Bel…- el temblor en sus manos y los ojos sorprendidos y temblorosos era el miedo en el mago que lo invadía poco a poco ¿Era demasiado tarde para decir que no le gustan los canes? El hombre permaneció quieto en su lugar absorto por un terror que parecía esforzarse por esconder.

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