Romina Black Lestrange

Romina Evans Targaryen Estaba caminando por las calles de Ottery para llegar al castillo Evans hasta que la presencia el patronus de una cobra apareció a varios centímetros de donde estaba caminando y decía que había que ir a investigar la Mansión Malfoy lo antes posible. Camine lo más rápido posible para llegar sin ningún retraso; ese día estaba vestida con una remera manga larga y un jean azul, hacia bastante frio pero no me importo sacarme los zapatos. Casi nunca iba con ningún tipo de calzado cuando teníamos que investigar porque muchas veces terminaba en redada y estos podían ser usados en mi contra. Llegue un poco cansada a la verja de la mansión, allí ya estaban varios de mis compañeros de bando que estaban dispuestos a buscar cualquier cosa que pudiera delatar a los magos y brujas que eran mortífagos. Me quede parada en frente de verja sin saber si había que entrar o simplemente quedarnos afuera --¿Nos quedamos afuera o hay que entrar?—pregunte a nadie en específico.

Romina Evans Targaryen Estaba caminando por las calles de Ottery para llegar al castillo Evans hasta que la presencia el patronus de una cobra apareció a varios centímetros de donde estaba caminando y decía que había que ir a investigar la Mansión Malfoy lo antes posible. Camine lo más rápido posible para llegar sin ningún retraso; ese día estaba vestida con una remera manga larga y un jean azul, hacia bastante frio pero no me importo sacarme los zapatos. Casi nunca iba con ningún tipo de calzado cuando teníamos que investigar porque muchas veces terminaba en redada y estos podían ser usados en mi contra. Llegue un poco cansada a la verja de la mansión, allí ya estaban varios de mis compañeros de bando que estaban dispuestos a buscar cualquier cosa que pudiera delatar a los magos y brujas que eran mortífagos. Me quede parada en frente de verja sin saber si había que entrar o simplemente quedarnos afuera --¿Nos quedamos afuera o hay que entrar?—pregunte a nadie en específico.

Hola, vengo a solicitar varios cambios, pero son muy pocos. 1) Cambiar en nombre de "Ficha de Romina Evans McGonagall" al nombre de "Ficha de Romina Evans Targaryen" 2) Cambiar ficha completa:

Romina Evans Targaryen Al parecer era una noche tranquila y las cosas que habíamos encontrado en ese lugar dejaban muchas sospechas sobre qué tipo de cosas hacia la gente en ese lugar. La sangre de dragón que había encontrado me llamo mucho la atención ya que era demasiado raro encontrar eso en cualquier lugar y no podía imaginarme para que se les ocurriera utilizar sangre de dragón y lo primero que me vino a la mente fue que habían matado a alguno. Saque esos pensamientos de mi cabeza y no pude evitar sentir el frio que ya empezaba a ser cada vez mas fuertes llegar a mi piel, era tarde y debía regresar a mi casa. —Bueno ya me tengo que ir, se está haciendo tarde y al parecer no voy a encontrar nada más que esto— comenté saludando a mis compañeros y dirigiéndome a la verja con la botella en la mano. Camine cuidadosamente por si encontraba algo en el camino, pero nada, solo había pasto y plantas completamente inofensivas. Atravesé la verja y comencé a caminar en la oscuridad por las calles de Ottery dirigiéndome a mi casa.

Romina Evans Targaryen No había notado lo tarde que era y la brisa de un viento no muy cálido hacía que tuviera frio puesto que en ese momento no llevaba abrigo, mi rostro era irreconocible gracias a la poción multijugos que había tomado antes de salir de casa y mis compañeros de la Orden llevaban puesta una luz que les cubría el rostro –Buenas noches—saludé a los que allí se encontraban. Acto siguiente observe como uno de mis compañeros tiraba la verja hacia abajo—Esta bien— comente en respuesta a lo que había dicho uno de mis compañeros. Me acerque a lo que al parecer era una tentacula venenosa, lo único que todavía no entendía del todo era para que se la usaba — ¿Cuál es el peligro de las tentaculas venenosas? — comenté a nadie en especifico, no era buena con las plantas y seguramente alguien sabría si era o no peligrosa. Camine en el jardín sin adentrarme mucho porque era demasiado tarde y casi no podía ver nada y la voz de una de mis compañeras me hizo acercarme a unos lazos de diablo, no me acerque mucho puesto que decían que eran algo peligrosos; solo los vi y camine en busca de encontrar algunas cosas. Me tropecé con una pequeña botella, me acerque con mi varita que iluminaba y al ver lo que esa botella de unos diez centímetros. Examine con cuidado la etiqueta y me sorprendí mucho al notar que decía “Sangre de Dragón”. —Encontré una botella con sangre de Dragón, ¿eso está prohibido cierto? — pregunté al resto de mis compañeros para que vieran la botella.

Romina Evans Targaryen La llegada del patronus de un Hipogrifo me tomo por sorpresa y tuve que dejar de leer uno de los libros que más me gustaba inmediatamente para escuchar las palabras que salían de este y lo único que quedo grabado en mi cabeza fue que tenía que ir al Castillo Crowley en una de las calles de Ottery en una de colina y que debía estar a cincuenta metros de la verja. Estando en mi habitación se me dio por mirarme al espejo para ver que llevaba puesto, ese día llevaba puesto un jean azul, una remera manga larga y unas zapatillas negras. Me acomode un poco la ropa para no parecer desalineada y salí por la puerta del Castillo Evans dirigiéndome hasta el Castillo Crowley. Mi primera impresión al estar llegando al Castillo fue que me había perdido y que por error había llegado a un bosque pero fue justo en ese momento en el que me di cuenta que allí se encontraban varios de mis compañeros. Se encontraban a unos cincuenta metros de la verja y me acerque cuidadosamente hasta ellos. Esperaba que esta vez no fuera para algo grave, pero estaría preparada para cualquier cosa.

Hola, vengo a postulare como profesora de un conocimiento y quería ver si era buena dando clases porque de verdad me da mucha ilusión e impartir una y bueno podría decir que soy bastante comprometida con el foro y mucho más si se trata de una clase que es muy importante. Saludos eso es todo por ahora. Nick: romina12345 Conocimiento que quiere dar: Conocimiento de Maldiciones. Motivo: Porque desde que vi que había posibilidades de impartir una clase quise hacerlo y quise probar como me iría con esta. Cargos y responsabilidades desempeñadas con anterioridad y actualmente en el foro: - Aprendiz en el departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes (Septiembre 2014 - Actualidad) - Aspirante a la Marca Tenebrosa (Septiembre 2014 - Noviembre 2014) - Aspirante de la Orden del Fénix (Noviembre 2014 - Actualidad) -Futura empleada en el departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes. -Unicornios de Bronce (Noviembre 2014-Actualidad) Estado del plan de estudio: Enviado. Edito porque ya envie el MP con el plan de estudios ^^

—No imaginaba que habían varios licántropos, de hecho, siempre pensé que éramos muy pocos y que en algún momento lograríamos extinguirnos—comente mientras me disponía a escuchar sus siguientes palabras— Además de vieja, te crees mejor que el resto ¿no?—solté después de escuchar sus palabras — ¿Acaso eres…?—deje la pregunta sin terminar, hay cosas de las que no se hablan y menos en un duelo. Pero después de escuchar que la había visto en Elviris Pub tenía ciertas sospechas de que aquella mujer podía ser un motífago— Ya no importa, hay temas de los que no se deben hablar…-- comenté esperando que no preguntara que había querido decir. Me sorprendí mucho al notar que no se defendía de mi hechizo y dejaba que el rayo le impactara en el pecho y la verdad que no me gustó mucho ver esa imagen porque odiaba ver sangre por todos lados aunque lo más probable era que lo que estaba haciendo era una trampa en vez de lanzar algún hechizo me había silenciado <<Zancadilla>> pensé. El efecto fue inmediato provocando así que Anne cayera de bruces al suelo gracias a un lazo invisible que le sujetaba los tobillos. —Morphos—pronuncie y después dirigí mi varita hacía la bota que todavía le quedaba en uno de los pies aunque no podía decir con seguridad si era el pie izquierdo o el derecho porque nunca había sabido manejar muy bien esas cosas. Lo importante era que su bota se convertiría en un escorpión muy venenoso que le inyectaría su letal veneno para conducirla a la muerte.

Escuché sus palabras y podía notar la falsedad o algo parecido al momento de pronunciarla— ¿Acaso eres licántropo?—le pregunté sin ninguna intención de ofender esperando que no se enojara por tal atrevimiento, pero si resultaba de esa manera me limitaría a tratarla de la misma manera no solo para seguirle el juego sino para no estar tan aburrida. Observe por unos segundos el cielo y deje escapar un suspiro de alivio al notar que esta noche no sería luna llena ya que esta se encontraba casi a la mitad y muy brillante. —Nadie dijo que tienes que ablandarte, solo digo lo que pienso—comenté mientras me encogía de hombros—Solo que se me hace raro que te sientas tan poderosa con alguien que no está a tu mismo nivel, además de las diferencias de edades supongo que eres vie…—dije haciendo una pausa pensando las cosas que decía—Más grande que yo quise decir—aunque si la llamaba vieja o no importaba ya que mi intención era intentar ofenderla —¿Puede ser que te haya conocido en Elviris Pub?—pregunté esperando una respuesta. Observé como Anne se curaba de la viuda negra y en ese momento creí que atacaría pero me sorprendió que se haya quedado allí parada sin hacer nada y luego recordé que eso hacían muchos magos y brujas para hacer que su rival perdiera las intercalaciones. Pero no las iba a perder tan fácilmente, o al menos por el momento— ¡Sectusempra!—exclame viendo como un rayo salía disparado de la punta de mi varita y se dirigía directamente hacía el pecho de mi rival; si el rayo lograba impactarle le provocaría graves heridas que le sangrarían hasta llevarla a la muerte. Ahora me limitaría a esperar sus siguientes movimientos ya que por el momento no tenía planeado perder las intercalaciones.

Caminaba como siempre por las calles del Callejón Diagón intentando recordar porque lugar no había pasado para entrar y pasar un buen rato observando las cosas que allí se encontraban. Llegue hasta Gringotts y me llamo la atención el lugar que se encontraba en frente y como era un poco curiosa decidí acercarme a la puerta de bronce que al abrirla lentamente daba paso a lo que parecía ser un largo pasillo que a cada paso que daba lograba ver ventanales. Después de haber pasado un largo rato observando el pasillo llego a lo que parece ser el final de este y me encuentro con una verja la cual paso sin ninguna dificultad y voy directamente hacía la Trastienda para ver las criaturas y decidir por fin tener una mascota que me acompañara. Por un momento me dio la sensación de que no estaba en una tienda, sino que me había perdido en medio de una selva y que nunca más volvería a mi casa. Respire profundo sin darle mucha importancia a mis pensamientos y esta vez me concentré en observar atentamente las criaturas para elegir una y tener una mascota que siempre estuviera conmigo. Había tantos animales que me costaba escoger solo uno ya que siempre había sido muy indecisa en esos aspectos pero me esforzaría mucho por concentrarme en uno solo. Ya tenía planeado que animal comprar y justo en ese momento apareció una persona (Edna Moolier) detrás de mí e hizo que me sobresaltara un poco ya que no esperaba que alguien apareciera. Me entregó una ficha la cual comencé a llenar en ese preciso momento y esperaba a alguien que me dijera si la compra estaba bien hecha o no. ID: 118823 Nick: romina12345 Bóveda: B:104408 Fecha: 29-12-2014 Nombre del producto: Chimpancé Objetos, Criatura o Poción: C Catalogación: X Puntos por unidad: 10 Cantidad de unidades: 1 Precio por unidad: 500 Precio total: 500 Total de Puntos: 10 Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce En caso de ser criatura, objeto o poción para familia o negocio: --

Hola, vengo a pedir varias cosas para mi ficha que creo que se pueden hacer: 1- Cambiar el nombre de Ficha de romina12345 a "Ficha de Romina Evans McGonagall". 2- Que me pongan en la ficha que tengo aprobado el examen de vuelo porque nunca me lo pusieron. 3- Los cambios que voy a hacerle a la ficha. Gracias al mode que realice los cambios, y si hay algún me lo comunican. DATOS PERSONALES Nombre: Romina Evans McGonagall. Edad: 14. Nacionalidad: Argentina. Familia(s): Familia 1: Evans McGonagall. Familia 2: Targaryen. Padre(s) Sanguíneos: Adryanie. Padre(s) Adoptivos: Arya. Trabajo: Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes. Oficina Contra el Uso Indebido de la Magia. Aprendiz. PODERES MÁGICOS Rango Social: Unicornio de Bronce. Bando: Neutral. Rango dentro del Bando: -- Nivel de Poder Mágico: -- Puntos de Poder en Objetos: 20. Hechizos Adicionales: -- Criaturas controlables en Asaltos y Duelos: -- Habilidades Mágicas: -- Conocimientos Mágicos: Conocimiento de Maldiciones. Primeros Auxilios. PERFIL DEL PERSONAJE Raza: Licántropo. Aspecto Físico: Es de estatura normal ni muy alta ni muy baja. Es de tez blanca. Su cabello es ondulado de color castaño oscuro y sus ojos son de un tono similar. Viste normalmente con calza o pantalón de jean pero raramente se la vera con vestidos o faldas que se las pondrá en ocasiones especiales; también viste con remeras de todo tipo acompañadas por alguna campera en los días de frio. Siempre lleva consigo su collar de jade. Cualidades Psicológicas: Es un poco tímida lo que hace que le cueste hacer amigos pero cuando lo logra se muestra realmente como es. Es una chica dulce y tierna con las personas a las que aprecia y quiere. Es alegre y le encanta divertirse y pasar grandes momentos con sus amigos. Últimamente ha estado teniendo cambios de humor gracias a la mordedura de un lobo y también a que está entrando en la adolescencia. Se ha vuelto rebelde haciendo lo que quiere y respondiendo de manera inadecuada diciendo cosas de las que después se arrepiente. Le gusta caminar por lugares tranquilos. Le gusta todo lo relacionado con la naturaleza. Le encanta leer y escribir y es capaz de quedarse todo un día leyendo un libro que le interese. Historia: Romina fue secuestrada al nacer y la llevaron a Argentina separándola de su familia y el único recuerdo que le quedaba sobre su familia era un pergamino que contenía el nombre de algunos de los miembros de su familia. Los secuestradores la dejaron abandonada en la puerta de un orfanato en una caja que tenía un pequeño cofre con algunos objetos que más adelante la ayudarían a encontrar a su familia. Ya habían pasado cinco años desde que esos hombres habían dejado a la pequeña niña en el orfanato y desde ese día comenzó a hacer cosas que nadie más hacia y como era muy pequeña no se lo podía imaginar. Cuando la niña cumplió ocho años comenzó a entender un poco en la situación en la que se encontraba y sabía perfectamente que la gente nunca la adoptaría y cada vez que veía que a algunos de sus compañeros lo adoptaban se ponía feliz pero a la vez triste de que no la hayan adoptado a ella. Las cosas que solo a ella le pasaba sucedían con más frecuencia y lo que hacía que la niña se confundiera cada vez más al no poder explicarse a ella misma como era que con tan solo mirar un objeto durante unos segundos hacía que se moviera de un lugar a otro. Al cumplir diez años los directores del orfanato al ver que no la adoptaban deciden mandarla a otro país que ella no conocía. Su primer pensamiento fue que la había adoptado una familia extranjera, pero al bajarse del avión la esperaba la directora de un instituto para huérfanos que se quedaban allí toda su vida o hasta que se hacían mayores de edad. Cuando la niña llego estaba tan triste que casi ni escuchaba lo que le decían y provocaba que la estén castigando casi todos los días, y a causa de esto, se pasa casi dos años ideando formas de escarparse del lugar sin que lograran atraparla y cada vez que inspeccionaba el edificio lograba encontrar pasadizos y cosas secretas que nadie más sabía. Y así se pasaron los días y las noches más aburridas y miserables que haya vivido jamás en su vida hasta que en una noche oscura y tormentosa decide que es el momento ideal para escaparse de ese horrible instituto. Salió de allí por un pequeño túnel que había estado cavando durante casi un año y medio desde que había llegado al lugar y por suerte nadie la había atrapado en su intento. Al salir del túnel aparece en un bosque en el cual encontraría los recursos para lograr sobrevivir por un determinado tiempo. Empezó a inspeccionar el bosque hasta que encontró una pequeña cueva en la cual decidió quedarse a vivir y transformarla en lo que sería una casa para ella. Los animales del bosque habían sido tan tiernos con ella que no se atrevía a matarlos para después comerlos; sino que decidió vivir solo de frutas y verduras. Romina ya había pasado un año desde que se había escapado del instituto, ya tenía doce años y había aprendido a sobrevivir con todo lo que la naturaleza le daba. Un día decidió estar recostada bajo la sombra de un árbol en el cual comenzó a recordar cosas de cuando ella tenía apenas nueve años, pocas veces se acordaba de eso pero cuando lo hacía comprendía que no la habían enviado a ese instituto solo porque no la adoptaban, sino por culpa de una de sus compañeras que la quería fuera del orfanato a como diera lugar. Cerró los ojos y comenzó a recordar. Estaba jugando en el orfanato como cualquier niña normal de nueve años. Tenía solo tres amigas con las que estaba prácticamente todo el día metiéndose en pequeños problemas que no eran de mucha importancia. En ese momento estaba sola sentada bajo la sombra de un árbol y lo que había descubierto que podía hacer la había emocionado tanto que decidió contarle a sus amigas y las llevo hacía el sótano. -¡Miren! ¡Miren lo que puedo hacer!- exclamó muy contenta por lo que había descubierto. Levantó la palma de la mano la sobre un cofre cerrado que lo había encontrado en el interior de una caja vieja. Con la mano extendida hizo que el cofre se abriera de la nada revelando un collar un pergamino. -¿Cómo hiciste eso?- pregunto una de ellas con mucho asombro mientras seguía mirando como esta flotaba en el aire y se terminaba de abrir. -No sé, lo descubrí hace algunos días creo que es eso a lo que llaman magia- le respondí a mi amiga muy contenta pero a la vez desconcertada. El collar que era de jade venía con una nota que decía “úsalo bien que esto te traerá mucha suerte, y una vez que te lo pongas jamás te lo quites”, pero la desilusionó mucho al notar que en donde debería haber una firma solo había una mancha grande de tinta, y el pergamino contenía varios nombres que seguramente leería otro día. -¡Dame eso ahora!- exclamo una chica a la que no había visto entrar- Dame ese collar o le diré a la directora que practicas la magia que aparecía en uno de esos libros- dijo esa chica mirándola a los ojos con mucha rabia y envidia pero al notar que no le hacía caso se echó a correr gritando por todo el lugar lo que había visto. Romina salió corriendo del lugar hasta que se topo con una mujer que era muy alta y resulto ser la directora que en ese momento la llevaba a rastras hasta su oficina para hablar con la niña. Estando ahí le dijo muchas cosas y la amenazo de enviarla a un instituto en donde no adoptaban sino que se quedaban ahí hasta que eran mayores de edad. La muchacha que la había acusado sonreía feliz a un lado de la puerta queriendo burlarse porque la estaban regañando. Después de ese día la habían mantenido encerrada en una habitación oscura durante varios meses recibiendo solo pan y agua, sin poder ver la luz del día. Se quedó pensando en el collar que llevaba puesto y quiso arrancárselo del cuello porque lo que decía en la nota no era cierto y no le había traído nada de suerte, al contrario habían sido los peores mese de su vida. También había estado pensando en que el collar hacia efecto en varios años no este mismo y se quede más tranquila. En la habitación entro la luz del día que hace mucho tiempo que no veía y las primeras figuras que vio fueron de dos mujeres; una ya la conocía y la otra se presentó como la directora del instituto al que la trasladaría. En ese momento abrió los ojos de golpe ya que no quería recordar los años que había vivido en el instituto siendo maltratada por todos a los que se cruzaba en el interior. Se acerco al lago para mojarse y beber un poco de agua y luego de eso comenzaron a llegarle cartas de todas partes. Pertenencias: Objeto Mágico Legionario: -- Objetos Mágicos: Objeto 1: Varita. Clasificación: xx Puntos de poder: 20 Objeto 2: -- Clasificación: -- Puntos de poder: -- Mascotas y Criaturas: Criatura 1: -- Clasificación: -- Puntos de poder: -- Criaturas en la Reserva: Criatura 1: -- Clasificación: -- Puntos de poder: -- Elfos: Elfo 1: -- Elfo 2: -- LICENCIAS, TASAS, REGISTROS Licencia de Aparición: -- Licencia de Vuelo de Escoba: -- Registro de XXX: -- OTROS DATOS Otros datos: -- Cronología de cargos:-- Premios y reconocimientos: -- LINKS DE INTERES Link al Perfil de Comprador MM: Link a Bóveda Personal: Bóveda Nº 104408 Link a Bóveda Trastera: Link a Bóveda de Negocio: Link a Bóveda Familiar 1:Bóveda 97458 - Familia Evans McGonagall Link a Bóveda Familiar 2:

— Ya me di cuenta que eres competitiva y que te gusta ganar — comenté después de escuchar su comentario aunque sabía que yo no iba a ganar este duelo tampoco me dejaría vencer tan fácilmente. Aunque si lo pensaba bien nunca había ganado un duelo desde que había aprendido y era por esa razón que me gustaba tanto practicar pero no con gente que de verdad desease ganar solo por satisfacción. En ese momento vi como las cuerdas que había conjurado anteriormente desaparecían en la oscuridad que abundaba en esta noche. Solo alumbraban las luces de las estrellas y de algunos pocos faroles que había en las tumbas. — Un gusto conocerte — le dije con mucha falsedad al momento de pronunciar — Aunque no acostumbro conocer gente en estas condiciones —dije lo que pensaba en ese momento que era la pura verdad, nunca me había imaginado estas cosas de andar presentándose en medio de un duelo, pero bueno ya había sucedido y no tenía vuelta atrás — Yo soy Romina Evans McGonagall… — le dije al tiempo que escuchaba sus siguientes palabras — Si tu intención es asustar no lo haces, de hecho cualquier cosa puede salir mal y las podríamos terminar perdiendo — le dije un poco molesta por su anterior comentario — Siento raro que vengas a dueliar con alguien que acaba de terminar la academia, seguramente quieres sentirte poderosa derrotando a alguien que no tiene tus mismos conocimientos y habilidades — le dije a Anne con la simple intención de provocar. — Morphos — dije apuntando mi varita hacia la bota derecha de mi rival haciendo que esta se convirtiera inmediatamente en una viuda negra que no dudo en inyectarle su letal veneno. Ahora le quedaba poco tiempo para curarse y no morir envenenada. Justo en ese momento siento como me pica una araña en el abdomen y cuando cae al suelo no dude ni un segundo en pisarla bien fuerte para que esta no volviera a lastimarme. Odiaba tanto a esos insectos que no los quería ni ver aunque últimamente con tantos duelos estaba acostumbrada porque era lo que más se usaba. Ahora me había quedado sin remera. — Morphos — dije después de haber tomado una piedra la cual inmediatamente se transformo en un bezoar el cual no dude en meterme en la boca para sobrevivir a la picadura de la araña que anteriormente me había picado el abdomen. Ahora solo estaba esperando a los siguientes movimientos de mi rival.

Este duelo parecía ser interminable y al parecer mi rival no descansaría hasta verme muerta o hasta herirme con gravedad. No sabía en qué momento me había caído de bruces al suelo, pero de lo que si estaba segura era de que estaba en una posición bastante cómoda para seguir el duelo, de hecho me había dejado en la posición perfecta para poder apuntar correctamente mi varita. Por fortuna no me había pasado nada y simplemente me había caído rasgándome un poco la ropa con unos pedazos de escombro que estaban por allí tirados. En ese momento me percate de que un rayo venia en mi dirección y clave la mirada en un pedazo muy grande de escombro que se encontraba a unos metros cerca de mí y dije — Morphos — haciendo que el pedazo de escombro de unos dos metros de ancho y de alto aproximadamente se transformara en un león que tenía la orden de interponerse entre el rayo y luego atacar a mi rival. Deje escapar un suspiro de alivio al notar que el rayo había impactado en el animal que se encontraba justo en medio de los dos a unos cinco metros de cada uno. En ese momento sentía la necesidad de sacarme las cuerdas que tenía en la mano ya que no quería invocar todo el duelo animales que se interpusieran para recibir los ataques <<Evanesco>> pensé haciendo que la cuerda que me ataba las muñecas al cuerpo desapareciera y solo me quedara la de los pies, que a decir verdad era la que menos me importaba quitarme en ese momento. Observe a mi rival que estaba en aprietos, si no se curaba inmediatamente moriría envenenado y ya le quedaba poco tiempo.

La figura de una mujer se defendía del sectusempra que había lanzado anteriormente aunque mi intención no era hacerle daño, siempre tenía el impulso de atacar para defenderme de cualquier cosa lo más mínima que sea. Se me hacia un poco conocida pero no recordaba de donde ni quien era aunque estaba segura que pronto se lo preguntaría. -¡Silencius!- exclame en cuanto escuche que mi rival pronunciaba una defensa de cual solo se escucho <<Expe>> anulando el rayo que esta quería lanzarme- No quería atacarte, solo que fue un impulso…- dije mientras la examinaba de pies a cabeza intentando saber quién era- Te me haces conocida, pero no recuerdo de donde… ¿podría saber con quién tengo el gusto de tener este duelo?- pregunte observando la distancia de diez metros que nos separaba. -Incarcerus- grite apuntando mi varita hacia mi rival. De la punta de esta salieron tres gruesas cuerdas que s dirigían a distintas partes de su cuerpo. Una de ellas se dirigía hacía su cuello que se ajustaría fuertemente impidiéndole hablar y por lo tanto no podría efectuar bien sus hechizos, la segunda se dirigía hacia sus muñecas atándolas a su cuerpo y haciendo que no pudiera apuntar correctamente, y la tercera y última cuerda se dirigía hacia sus tobillos juntándolos y haciendo que probablemente perdiera el equilibrio. Las tres cuerdas salieron disparadas en dirección a su cuerpo que podían o no llegar a impactarle y si era así estas se ajustarían fuertemente. Ahora solo esperaba no perder demasiado rápido, sabía que no era buena en esto de los duelos y por eso era que me gustaba tanto practicar. Pero algunas veces no pensaba bien las cosas y terminaba perdiendo por el más mínimo error que cometía. Me quede en el lugar en el que estaba esperando su siguiente movimiento.

Me encontraba en un cementerio en medio de la noche esperando alguien con quien tener un duelo, aunque la verdad no me importaba con quien seria sino aprender cada vez más sobre el mundo tan complicado de los duelos. Ya era casi media noche y me encontraba sentada en una lapida llena de polvo que por suerte no logro ensuciar la ropa que llevaba puesta en ese momento; un short y una remera ya que había olvidado ponerme algo en los pies. El lugar era bastante sombrío para mi gusto ya que unos árboles sin hojas y quemados lograban hacer figuras bastante aterradoras y en algunos de ellos se encontraban esos cuervos que tanto asustaban a los muggles o al menos eso recordaba. Había piedras de todos los tamaños que eran perfectas para muchas cosas, también los insectos que se encontraban allí eran bastantes repugnantes para mi gusto. Había algunos faros que lograban iluminar un sendero por el cual divise que a lo lejos venia una persona. Me pare de la lapida en donde me hallaba sentada y me sacude el polvo que esta me había dejado en la ropa para dirigirme al sendero del cual provenían crujidos de ramas que la persona rompía al caminar. No lograba distinguir si la figura era hombre o mujer, aunque estaba segura que pronto lo sabría. -Sectusempra- dije apuntando mi varita hacia mi rival de la cual salió un rayo que se dirigía al pecho de mi rival que si llegaba a impactarle le provocaría graves heridas sangrantes que si no se las curaba pronto le llevaría a una muerte dolorosa pero segura.

Ya me estaba empezando a marear de dar tantas vueltas y lo único que hice fue parar y ponerme la mano sobre la cabeza para quitarme el mareo. Puse una de las manos sobre algo solido para lograr sostenerme y no caerme porque no lograba entender cómo es que me había mareado tanto si solo había dado un par de vueltas. -No me hagas reír- me dirigí a Cirse luego de me paso el mareo- Yo no pienso mover ni un solo dedo y quiero que eso te entre de una sola vez en la cabeza- le dije molesta, era una tienda de bromas y era mejor tener todo desordenado que ordenado- Y no creo que cumplas tu amenaza, eso de no que no podamos entrar más… ni tú te lo crees- le dije poniendo una mano sobre la cintura- Además si mi memoria no falla, de todas las amenazas y ordenes que das nadie las cumple así que en resumen, tus palabras quedan en el aire como si nadie las hubiera dicho- le dije dando media vuelta. Me quede observando el lugar y no me cabía en la cabeza en donde era que veía el desorden- Ahora explícame, ¿Dónde ves desorden?- le pregunte a Cirse- Creo que estas exagerando como la mayoría de las veces- dije tomando un bolígrafo y al sacudirlo un poco note que no andaba. Presione un pequeño botón que este tenía y la tinta salió en dirección a la cara de Cirse que quedo cubierta por tinta negra. @ por favor no me mates (?) xD

Observe atentamente los movimientos de Alessandra porque seguí borracha y cuando una persona estaba así era capaz de hacer de todo. Me puse la mano sobre la cintura cuando se levanto y comenzó a caminar tambaleándose de un lado a otro hacia donde estaba un equipo de música el cual encendió. Después de hacer eso se acerco hacia donde yo estaba y me tomo de la mano comenzando a girar en círculos como si quisiera bailar. Definitivamente este no era el ejemplo que yo quería seguir, estar borracha y hacer cualquier cosa no era mi estilo ¿Pero si se daba? ¿Si en algún momento llegara a tomar de más y me pusiera tan loca como lo estaba Alessandra en ese momento? No lo sabía, pero lo mejor era no pensar en el futuro y vivir el momento. Saque una sonrisa de mi rostro mientras me quede girando con Alessandra sin decir una sola palabra. Clave la mirada por unos momentos en ella y me di cuenta que ya se le estaba pasando el efecto poco a poco, lo notaba en su mirada que ya no estaba perdida como cuando había llegado. -Ahora que te ves un poco mejor…- me dirigí a Alessandra- ¿Por qué no me cuentas como llegaste a ponerte así?- le pregunte esperando no incomodarla con la pregunta- Puedes confiar en mí para lo que necesites, te juro que no diré nada- le dije para tomar un poco más de confianza. @ perdona la demora D: es que debía muchos... pero mejor tarde que nunca (?) xD

Era un encuentro bastante raro, en ningún momento me había imaginado que esto pasaría, solo quería estar en un lugar tranquilo alejada de mi familia pero no de esta forma. No conocía al chico y lo único que podía hacer era defenderme de sus ataques e intentar atacarlo aunque sabía que mis habilidades como duelista no eran as mejores, no me dejaría vencer tan fácilmente. -Evanesco- fue lo único que pude pensar en ese momento para liberarme de la cuerda que ya tenía enroscada en mi boca. Me permitió volver a habar con claridad y hacer un mejor uso de mis hechizos. Observe con detenimiento a mi rival, la cara se le empezaba a poner como un globo y la tenía deforme. Rogué mucho para que si siguiente movimiento fuera un rayo porque este no impactaría y tendría un poco más de ventaja. Al ver salir un rayo de su varita, primero pensé en un protego, pero al ver que el rayo iba hacía otra dirección me quede más tranquila pensando por unos segundos mi siguiente movimiento. -No sé de qué me serviría tu nombre…- dije haciendo una pausa- Quizá solo debas hacerlo por simple cortesía- le dije pasando la mirada de pies a cabeza sobre mi rival- Yo mantendría la calma, nunca me imaginé que aquí iba a tener un duelo- le dije para tomar un poco de tiempo y pensar en el siguiente hechizo que haría. -Morphos- dije mientras miraba fijamente a sus pies. Los deportivos que él llevaba puesto, de pronto se habían convertido en una araña viuda negra que no dudo en inyectarle su letal veneno. Mi intención no era hacerle eso, pero él no me dejaba otra forma desconfiando y atacando sin razón alguna. Me quede esperando su siguiente movimiento, sabía que este no era un duelo fácil pero tampoco era imposible. Quería sacarme la cuerda que tenía en el brazo, pero por el momento lograba mover cómodamente la varita para lanzar algunos hechizos. Y la cuerda que tenía en los tobillos no era importante, solo estaba allí y no me haría perder el equilibrio.

Caminaba sin rumbo tan solo con una remera vieja de un color gris, un jean de un tono azul bastante desgastado y unas zapatillas llenas de tierra de tanto caminar. Me había alejado de todo lo que conocía, y ahora me encontraba en un pueblo completamente destruido, y lleno de escombro que seguramente dentro de pronto solo serían ruinas. El lugar era bastante deprimente y parecía que ninguna persona estuviera allí en ese momento. Todavía no lograba entender ni cómo ni porque me encontraba en este lugar. Tampoco sabía cómo había llegado, ni mucho menos, como volver con todos los que conocía. Caminaba hacia atrás lentamente intentando calmarme respirando profundamente. Casi pego un grito cuando pise algo que me hizo asustar y luego de eso escuche gritar a alguien y me di rápidamente la vuelta. -Protego- grite hacía la dirección del rayo que se dirigía a mi pecho. Un escudo salió de mi varita y cuando Sectusempra que mi rival había enviado llego al escudo, este lo absorbió por completo salvando de graves heridas. Observe a mi rival por unos momentos pero no lo conocía. De hecho, no conocía a casi nadie pero algunos se me hacían conocidos solo de vista- Hola, me llamo Romina- le dije intentando hacer una sonrisa pero no lo lograba- ¿Qué te parece si te calmas un poco y me dices tu nombre?- le pregunte. Sabía que me arriesgaba a algo peor preguntando eso, pero para mí era necesario al menos saber su nombre. -Embrujo Punzante- pensé apuntando mi varita hacía mi rival. De la punta de esta salió un rayo que si llegaba a impactarle provocaría que se le deformara la cara y que al intentar lanzar un hechizo este saliera hacia otro lado por no lograr ver bien.

Logre ver como Morrighan caía al suelo y seguramente seguiría el duelo desde allí. El viento se hacía cada vez más frío y fuerte y las ramas y hojas de los árboles parecían que querían salirse de su lugar para volar libres por todo el lugar. Mi cabello estaba revuelto a causa del viento. La picadura de la araña me dolía cada vez y sabía que ya era tiempo de curarme al igual que lo había mi rival con la picadura de la serpiente. Escuche perfectamente que Morrighan había silenciado mi primera acción, y no me quedaba otra opción que lanzar algún hechizo sin hablar. Eso era lo que más odiaba de los duelos, porque prácticamente ya no me daba posibilidades de lanzar un buen hechizo o algo que hiciera más efectos. Deje todos mis pensamientos atrás y clave mis ojos en mi rival que aún seguía sentada en el suelo. -Babosas- prensé apuntando mi varita hacía Morrighan. De la punta de mi varita salió un rato que si lograba impactarle le provocaría problemas intestinales, y, al hablar, le saldría babosas por la boca. No me fije si el hechizo le había hecho efecto o no y me centré en intentar curarme la picadura de la araña. Camine unos pasos y me topé con una pequeña piedra, a la cual la tome con mis manos y apuntando con mi varita hacia ella dije- Morphos- y la piedra gris que había encontrado, ahora era un bezoar que coloque en mi boca para luego comerlo y salvarme de morir envenenada.

Hola a todos ¿Cómo están? Bueno como es obvio y lo notaran en la ficha que lleno aquí abajo, es que quiero ser aspirante. Solo espero que me acepten porque estuve hasta hace poco como mini en la Marca y recién hasta hoy acabo de pedir la baja para poder entrar como aspirante a la Orden. Me costó mucho mandar este post porque me daba cosa entrar, salir y volver… Pero bueno eso es todo y espero haber completado las líneas. Saludos. - ¿Eres miembro o aspirante? Si eres miembro, dinos el rango: Aspirante - Nick: el de allá arriba (?) - Nombre Muggle: Romina - Edad: 14 - País: Argentina - Fecha de Cumpleaños: 13 de noviembre

Hola a todos ¿Cómo están? Bueno solo me pasaba para decirles que decidí salirme del bando y venía pedirles si me podrían sacar los permisos de la mini-marca. Les aviso que ya le envíe el MP a uno de los líderes y ya me confirmo que me daría de baja. Eso es todo, solo pasaba a avisar. Supongo que con esto ya llene las líneas.

Al parecer el duelo no iba a terminar rápido y en el memento menos esperado logre ver como mi zapato se convertía en una horrible araña que no tardo en inyectarme su veneno. Sacudí el pie con toda mi fuerza y luego la pise para que esta muriera. Logre ver como a mi rival también la serpiente le inyectaba el veneno y luego salía volando por el aire. -Protego- dije apuntando mi varita hacia el hechizo que lanzaba Morrighan. De mi varita salió un gran escudo que me protegió del Expelliarmus que mi rival había lanzado absorbiéndolo por completo. -Zancadilla- pensé apuntando a mi rival. El efecto sería inmediato y haría que Morrighan callera al suelo gracias al lazo que le tomaría por los tobillos. Todavía podía sentir el dolor en el pie pero ese no era motivo para no aguantar unos minutos más. Todavía tenía las cuerdas que cada vez estaban más flojas y me permitían moverme con facilidad. Sabía que no era tan buena en duelo, pero no por eso iba a dejar que siempre me vencieran por cualquier error que cometiera.

Vengo a hacer algunos cambios en la ficha, espero que todo esté bien. 1)- Datos Personales: Edad: 14 Familia: 2: Atkins Padre (s) Adoptivo: Cirse Atkins Malfoy 2)- Poderes Mágicos: Conocimiento 1: Conocimiento de Maldiciones. Conocimiento 2: Primeros Auxilios. 3)- Perfil del personaje: Raza: Licántropo.

Me quede callada esperando a que siguiera el duelo e intentando no morir o al menos durar un largo rato. Intentaba pensar aunque sea un segundo antes de lanzar algún hechizo porque no entendía muy bien como era el tema de las intercalaciones y cualquier error por más mínimo que sea que haya cometido alguna arruinaría el duelo completo. -Evanesco- grite al ver que de la varita de mi rival salían cuerdas dirigiéndose a mí. La cuerda que venía hacia mi boca desapareció y las otras dos impactaron. La cuerda que estaba en mis piernas no estaba lo suficientemente fuerte como para hacerme perder el equilibrio por lo que de momento estaría bien sin quitármela; y la cuerda que se había dirigido a mis brazos tampoco era lo suficientemente fuerte y podía mover mi varita con facilidad. -Oppugno- dije apuntando mi varita a una serpiente que estaba a unos tres metros de Morrighan. La serpiente era venenosa y tenía la orden de morderla. Si esta llegaba a hacerlo no le quedaba otra opción más que curarse el veneno.