Syrius McGonagall

Scott Duplantier. -Pues claro que acepto la invitación - le sonrió a la bruja pelirroja levantando su vaso en señal de asentimiento -No vine de tan lejos para quedarme solo por una noche - reconoció el castaño que estaba dispuesto a tomarse una temporada para conectarse por primera vez con aquella parte de sí mismo que ignoró por tanto tiempo. Y al parecer no era el único que parecía querer reconectarse con los lazos familiares olvidados, pues otra figura hizo acto de presencia en aquella lluviosa tarde de primavera. Scott se giró extrañado al sentir el caos que se desarrollaba en el vestíbulo junto a la enorme puerta de entrada del castillo. Distinguió el quejido de algunos elfos, la voz de una mujer y el pesado sonido de objetos al impactar sobre el suelo de piedra, además del inconfundible sonido del vidrio al partirse. Curioso por saber que estaba sucediendo realmente, el americano se levantó de su cómodo asiento y acompañó al resto de su nueva familia al rellano. Una bruja de cabello de plata como la luna acaba de llegar acompañada por un elfo y una cantidad alarmante de maletas. Bel se arrojó corriendo hacia la recién llegada y se fundió en un cálido y sentido abrazo, Scott supuso que ambas brujas llevaban un largo tiempo sin verse. Cuando llegó su turno de presentarse se acercó a la bruja y estrechó su mano - Scott Duplantier, nuevo en la familia - le sonrió - Un placer y bienvenida nuevamente - recibió a la mujer de pálida tez. -¿Y bien? ¿Volvemos al salón para invitar unos bocadillos y algún trago para Marie? ¿O vamos a la famosa biblioteca a desenterrar los misterios familiares que estábamos discutiendo? - preguntó al grupo de brujas y elfos que se encontraban en el vestíbulo, para el mago cualquiera de las dos opciones era una buena idea. @ Rory Despard @ Marie J. Báthory Poulain @ Melrose Moody @ Agnes Lynn @ Hannity Ollivander Evans

Bueno paso a dejar notificación por el off de la clase también xD, me tarde un poco en contestar pero aprovecho hacerlo ahora. Bueno por hora sin queja ni sugerencias jajajaja, solo ansioso por ver como se desarrolla la historia mientras esta avanza, tiene pinta de que va a salir algo bueno, arrancó interesante ya quiero ver que trampas no puso nuestra profe en los salones xD, una excelente forma de mantener atento a los estudiantes debó decir jajajajajajaja. Un saludo para al resto de los compas!

Marvel Aodhan. La noche se cernía oscura y silenciosa en el exterior pero al menos fuera la tenue luz de la luna y las estrellas iluminaba un poco el tortuoso sendero que tuvo que recorrer, pero una vez comenzó a descender por la escalinata de basto granito gris que se perdía en el interior de la tierra la oscuridad fue completa. Marvel apoyó la zurda contra la áspera pared de piedra que acompañaba la escalinata en busca de una sensación de seguridad mientras cuidadosamente movía los pies paso a paso, escalón por escalón. El castaño se sentía vulnerable, ciego y perdido, lo único que podía hacer era continuar descendiendo esperando llegar al final de la condenada escalera que no parecía tenerlo. Daba lo mismo que tuviera sus ojos cerrados o abiertos, por mas que lo intentara la oscuridad de aquel tunel era impenetrable, ni siquiera la luz de su varita fue capaz de romper aquel espeso velo negro. Se respiraba magia en el helado aire de aquel pozo, pero había otros aromas. El americano pudo sentir el olor de la tierra húmeda durante los primeros minutos del descenso, pero lentamente el aroma de la tierra comenzó a mezclarse con el de la putrefacción de las hojas y raíces que yacían bajo ella. Paulatinamente aquel aroma comenzó a volverse más intenso y el mago estaba casi seguro que no eran solamente plantas lo que se pudría allí abajo. El olor a muerte fue evolucionando a algo más fresco, reciente, las notas metálicas de la sangre impregnaron el aire y del acero que las causó pronto le siguió, miedo, estaba oliendo miedo. Pese a todo Marvel continuó desciendo, no podía hacer otra cosa, regresar ya no era una opción. El pútrido olor del miedo lo acompañó hasta el final de la escalera donde una figura perfilada entre las sombras lo aguardaba en un amplio pasillo. El castaño guardó silencio mientras sus ojos lentamente comenzaron a distinguir otras figuras en aquel lugar, otros magos y brujas llegaban al igual que él y cuando todos los que deberían estar allí lo hicieron la figura que los esperaba comenzó hablar. No reconoció la voz del mago ni tampoco pudo ver su rostro que se ocultaba tras una máscara pero aún así escuchó atentamente la introducción a aquel nuevo desafió que decidió emprender. La primera pregunta se hizo y Marvel fiel a su esencia no dudó en romper el hielo. -El mundo que conocemos ha cambiado -comenzó diciendo -la magia corre peligro, nuestra esencia está en riesgo, no hace falta que nombre los hechos que me hacen pensar de esa manera, todos ya los conocemos - la imagen del bombardeo sobre el Woolworth Building relampagueó en su cabeza -Y se que la Marca Tenebrosa es el único grupo que está dispuesto a salvaguardarla, de darme las herramientas que necesitó para ser útil, no me voy a quedar de brazos cruzados viendo cómo todo se desmorona a mi alrededor, ya lo hice por demasiado tiempo - concluyó el mago de ojos violetas dando un paso hacia atrás dándole el espacio para el siguiente de sus compañeros. @ Kahlan Blackthorn

Scott Duplantier. Apenas lograron hacerse un espacio entre la muchedumbre que se agolpaba frente al escaparate de aquella tienda, pendientes de cada palabra y gesto que el vampiro realizaba tras el televisor. Si en un principio lo que le generó ver aquella entrevista fue una leve sensación de inquietud ver aquel grupo de personas embelesados con el diálogo de Vicent le resultó alarmante. ¿Qué tan peligroso podía llegar a ser una criatura con un encanto indiscutible? -Si es simpático, pero utiliza mucho las bromas sobre las colonias - contestó Scott a Bel algo cansado de los mismos chistes - Aunque, ¿No te has dado cuenta? Es americano, o al menos ha pasado mucho tiempo en América, algunas palabras…. tiene un dejo neoyorquino - reconoció el castaño mientras observaba a Bel. Y así era, o quizá aquello fuera sólo parte del encantador personaje que creó para revelarse al mundo, pero ciertas formas al pronunciar determinadas palabras, le hicieron recordar un típico acento de la Gran Manzana. La repetición de la entrevista finalizó y la muchedumbre de personas comienza a dispersarse pero Bel se acerca a una mujer que parece conocer y la saluda alegremente. Scott no la conoce pero se sorprende al enterarse de que es un vampiro, claramente la mujer parece sentir incómoda por el reconocimiento y pide que se alejen un poco de la calle principal para conversar. -Scott Duplantier - se presentó a su turno el hombre una vez se ubicaron en un lugar más protegidos de las miradas mientras estrechaba la mano de la bruja. Valeskya rápidamente comienza a explicar lo que ella interpreta de la situación y el Duplantier no puede estar más de acuerdo con las sospechas de la Granger. Todo ese teatrito montado por Vincent le dio mala espina desde un principio y conocer la opinión de una congénere del vampiro terminaba por apaciguar sus dudas. La vampiro señala a alguien que los observa desde el otro lado de la calle y el castaño levanta la mirada y se topa con Melrose. -¿Melrose? - preguntaba extrañado mientras le hace unas señas para que se acerque. @ Rory Despard @ Valeskya Granger @ Melrose Moody

- Nick: Syrius McGonagall- Tutoría deseada (Duelo básico o avanzado, Rol, Perfil): Perfil y Duelo Básico- ¿Qué expectativas tienes sobre la tutoría? ¿Y lxs tutorxs?: Aprender xD, necesito mejorar muchisimo en duelo y despues de tanto tiempo usando pjs odefos un poco de guía para el perfil mortífago sería de gran ayuda.

Marvel Aodhan Que Camille le comentara que era la única en la Mansión Riddle sí que lo tomó por sorpresa, siempre se imaginó aquel lugar como un hervidero de actividad, donde magos y brujas buscaban la protección de sus encantamiento para llevar a cabo los planes y actividades que mantenían la organización viva. Pero aceptando la idea de que eran los dos únicos seres humanos entre aquellas antiquísimas paredes aceptó la idea de seguir a la bruja a las cocinas. No tuvieron que caminar mucho, dos puerta a izquierda de la entrada al salón se encontraba la puerta que conducía a las cocinas. Marvel ingresó después de la castaña y se encontró con una enorme habitación completamente hecha en piedra, observó los enormes bloques de granito gris que formaban parte de las paredes, piso y techo, del mismo material eran las arcas que recorrían la habitación y le daban un toque elegante a lo rústico de la piedra. Largas mesadas de marmol y cuarzo ocupaban las paredes con una cantidad absurda de fregaderos, en un rincón unos enormes hornos de acero aguardaban ser utilizados mientras unas puertas delgadas de madera en la pared opuesta permanecían cerradas, el mago supuso que conducirán a las despensas. Era una cocina monstruosa, de eso no cabía duda, de seguro se podrían preparar festines para centenas de personas en segundos pensó el castaño mientras la Dumbledore se movía con agilidad en busca de los ingredientes necesarios para preparar su café. Marvel guardó silencio no estando seguro de sí a la bruja le molestara que la interrumpiera mientras preparaba su café pero no tuvo que guardar un incómodo silencio por mucho más tiempo pues otro mago apareció con una vasija cargada con hielo. Al parecer conocía a la bruja y la saludó de manera alegre para después volverse hacia él -Así es - sonrió el mago - Me llamo Marvel, un placer - estiró su mano para estrechar la del recién llegado -Primera vez en la Mansión Riddle - comenzó a explicarse -Ada me dijo que éramos los únicos presentes ¿Hay más personas aquí? - preguntó para comenzar una discusión el americano. @ Ada Camille Dumbledore @ Eterno Black Triviani

Marvel Aodhan. Una voz femenina resonó con intensidad a sus espaldas, el mago no había llegado todavía abrir la puerta que daba a la sala principal donde los mortífagos se reunían por lo que se vio obligado a soltar el picaporte de la puerta y girar sobre sus talones para enfrentar a la dueña de aquella voz. No reconoció a la bruja de cabellera castaña que tenía enfrente pero tampoco era algo que no esperaba, no conocía a nadie allí, era el nuevo en aquel grupo, el forastero y se enfrentaría a muchos rostros fríos y desconocidos como el que tenía enfrente. -No busco a nadie en particular realmente, señorita - se apresuró a responder Marvel mientras observaba la varita que la bruja sostenía con firmeza -Soy nuevo en el bando, es mi primer visita a la Mansión Riddle - explicó no decidiendose si sería buena idea extender su mano para estrechar la de la bruja. -Soy Marvel Aodhan, un placer - se presentó esperando que la bruja lo hiciera a su turno -Vengo de América - develó con un marcado acento sureño -Espero no haber llegado en un mal momento pero se me comunicó que podía presentarme en la Mansión cuando creyera oportuno - guardó unos segundos de silencio -¿Está puerta es la que lleva a la sala de reuniones? - preguntó mientras señalaba a la puerta de madera a su espalda. @ Ada Camille Dumbledore

Marvel Aodhan La noche se presentaba fresca pero despejada. Un viento del norte hacía recordar continuamente que el otoño se encontraba próximo y que el verano se encontraba en sus postrimerías, Marvel se cubrió el rostro con la capucha de la larga y pesada capa oscura que llevaba. La sentía susurra mientras se arrastraba por sobre los fragmentos de lo que alguna vez fue un camino empedrado, tenía que ser cuidadoso porque el destrozo era tal que cualquier descuido podría hacerle torcerse un tobillo o peor. Al menos podía agradecer a la luna llena, que bañaba todo con luz de plata e iluminaba aquel tumultuoso y traicionero avanzar. Tenía su varita, en uno de los profundos bolsillos de la capa pero por alguna razón utilizarla para arrojar un poco de luz le parecía una mala idea, no en aquel lugar. Había una atmósfera casi imperceptible que el joven mago interpretaba como una advertencia de que nada bueno sucedería se atrevía a perturbar la oscuridad de la noche. Sorteó un par de desniveles engañosos y levantó la vista hacia las ruinas de la antigua mansión que crecía con cada paso que daba. De la misma no quedaba prácticamente nada, solo algunas paredes se mantenían firmes en la oscuridad, lo único que no parecía tener ningún daño era el umbral de entrada. Las dos serpientes de mármol se enroscaban en torno a la puerta de madera negra como si quisieran resguardarla, una vez delante de ellas los ojos violetas del mago admiraron los detalles esculpidos en las mismas. El patrón de las escamas era muy realista y el juego de luces y sombras de la noche y la luna hacían parecer como si las estatuas se movieran. Le recordaron a un par de bocas de algodón tan comunes en el río y por alguna extraña razón comenzó a sentirse más cómodo, como si estuviera en casa a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia. Cruzó el umbral y sintió la serpiente tatuada en su antebrazo derecho arder y retorcerse al tiempo que el par gemelo de mármol se movió finalmente señalando la trampilla oculta que era la verdadera entrada. Descendió hasta llegar al pasillo de piedra donde decenas de puertas partían, solo una le importaba, la que conducía a la sala de reuniones de la Marca Tenebrosa y a la misma se dirigió ansioso por dar comienzo a una nueva etapa de su vida.

Inscripción a la Marca Tenebrosa Nick: Syrius McGonagall Número de ID: 119634 Link a la Ficha: Marvel Wild

Scott Duplantier. Sus dudas sobre si habría llegado tarde pronto quedaron descartadas con la aparición de Ada, la bruja que desde su llegada a Londres fue una de las que más lo había ayudado adaptarse a la sociedad mágica inglesa. Sonrió mientras la saludaba -Gracias, es un castillo precioso - reconoció el castaño mientras se separaba de la bruja. -Pues me alegro de no haber llegado entonces - comentó aliviado mientras escuchaba como Ada le explicaba que su hermano era el responsable y organizador de aquella celebración. Le tendió la botella de vino -Un regalo para la familia Dumbledore, no es la gran cosa pero se que aprecian mucho la enología y esta es una de las mejores cosechas de nuestra principal zona de producción de vino en Napa, California, espero que sea de su agrado, no sabes cuanto me costo encontrar alguna tienda en Londres que la vendiera - le explicó Scott mientras observaba a la bruja -Antes no era una persona muy amante del vino hasta que fui de vacaciones a los viñedos en California y me enamoré cuando la probé, es un Merlot - Acompañó a la Dumbledore a través de una serie de escalinatas y pasillos de una opulencia apabullante, donde con cada paso que cada la elegancia y las riquezas de aquella familia no hacían más que aumentar. Pronto sintió que no estaba muy bien vestido, quizás debía de haber alquilado un traje Finalmente llegaron a otro salón donde Ada lo presentó a otras dos brujas y para sorpresa del castaño, conocía a una de ellas. -Scott Duplantier, un gusto - saludó con calidez a la bruja de cabellera rubia para después girarse hacia Hannity - Nos conocemos ya, del castillo Evans - le comentó a Ada - No sabía que eras también una Dumbledore - sonrió feliz a la bruja. @ Ada Camille Dumbledore

Scott Duplantier. -Vampiros en televisión, vampiros verdaderos - negaba con la cabeza el castaño mientras sonreía incrédulo con lo que estaba presenciando. El mundo había cambiado con la caída del Estatuto Internacional del Secreto y sin dudas tener un ser de varios siglos que se alimentaba de sangre intercambiando chistes junto a Graham Norton era una prueba de eso. Scott estiró la diestra hasta la pequeña mesa auxiliar junto a la cama en su habitación de hotel y tomó la lata de cerveza que había sacado para acompañar las botanas. -Para ser su primera vez entrevistando a un vampiro lo hace sentir tan natural - reconoció mientras sinceramente disfrutaba de la interacción que ambos mantenían. Para el mago de los ojos café era también su primer contacto con uno de aquellos seres, así que en cuanto se enteró de que dicha entrevista sucedería aquella noche decidió que no podía perdersela. A decir verdad lo que estaba observando era justo lo que esperaba, siempre se imaginó a los vampiros como seres extremadamente seductores, capaces de mostrar lo que el resto de las personas quería ver, encantadores y muy hábiles en el manejo de la palabra. En fin, unos sociópatas.Quizás era un prejuicio (de seguro lo era), pero entre la psiquis colectiva nomajs lo vampiros no gozaban de buena reputación, al menos no los imaginaba como seres sanguinarios y degenerados pero aún así y tras escuchar el fin de la entrevista, su último ofrecimiento quedó pendiente en el aire. Las dudas comenzaron a arremolinarse y una desagradable sensación se extendió por su cuerpo, no le gustó para nada lo que acababa de escuchar y la imagen de esa sonrisa cómplice con la que Vicent acompañó sus palabras le hacía correr un escalofrío por la espalda. De seguro se estaba imaginando cosas pero algo que aprendió como policía fue confiar en sus instintos, en aquellas sensaciones primitivas que mantenían a uno alerta y todo aquello no le estaba provocando buenas vibras. Tenía que consultarlo con los Evans McGonagall, su familia mágica lo ayudaría.

Scott Duplantier. Al parecer contar su propia historia sin tapujos hizo sentir cómoda a Melrose como para contar su traumática experiencia con un hombre lobo, asombrado observó la marca dejada por la mordida en la zona de la clavícula que la mujer le mostró. Debía de haber sido una experiencia horrible, su conocimiento sobre hombres lobos se basaba en películas, leyendas y mitos, la verdadera naturaleza de esas criaturas le era completamente ajena pero no todo podía basarse sólo en palabrerías. -Lo siento - fue la única respuesta capaz de formular, tenía cientos de dudas estallando dentro de su cabeza pero no creía que fuera cortés plantearlas en aquel momento. Por suerte la interrupción de otra figura en la habitación rescató de ese mar de dudas sobre los licántropos y cómo tratarlos en el que se encontraba. La bruja se mostró muy interesada por su historia y no perdió el tiempo para preguntarle por la magia en su familia -Si soy el único, al menos de mi conocimiento, Scott Duplantier - se presentó mientras se incorporaba del mullido sillón y tendía su mano para estrechar la de la hechicera. -Sería un placer - apoyó la idea de ir a la biblioteca a buscar información sobre su antepasado mágico. Basilius Evans McGonagall, ese era el nombre de su bisabuelo mago y poco más sabía de él, solo que emigró de Inglaterra a Nueva Inglaterra en busca de un mejor futuro. Sus abuelos no hablaban mucho de él, ni siquiera recordaba haber visto fotografías del mago, al parecer abandonó a su familia nada más su abuela nació. Tenía que saber más de aquel oscuro sector de su árbol familiar, no solo por si mismo sino para el resto. -¿Un retrato de mí? - sonrió curioso mientras regresaba a ocupar su asiento -Eso sí que sería interesante de ver, nunca me han retratado - estiró su mano y tomó un bollo ya sintiéndose más cómodo con la conversación. Melrose acotó que quizás lo mejor sería que se quedara un rato más junto al fuego para entrar en calor, a lo que rápidamente el mago se apresuró a despreocuparla - Estoy bien, el ambiente está caldeado y esta comida deliciosa ya hasta me he olvidado de lo fría que puede ser la lluvia en esta época del año - bromeó el castaño mientras observaba a la escocesa. La otra bruja parecía estar tan deseosa como el de desenterrar la extraña conexión que lo unía con la familia por lo que prosiguió a advertirle del otro lado de la comunidad mágica en Ottery. Los ojos café de Scott observaron una de las ventanas que daba al jardín y que más allá de los límites de los terrenos de la familia se encontraba el pueblo de Ottery, observó cómo las gotas de lluvia escurrían como ríos sobre el vidrio mientras escuchaba las advertencias. Estaba al tanto de esa realidad y no le extrañaba, como lo expresó la bruja estaba presente en la naturaleza humana desconfiar de lo diferente -Conocía sobre eso - dijo mientras sonreía por los comentarios finales -También se que estas creencias están más arraigadas aquí en Europa que en América donde prácticamente todas las familias mágicas son mestizas, pero no se preocupen he aprendido a tratar con personas de ideas peligrosas por mi trabajo, además si logré llegar a este recóndito castillo en un taxi creo que podré moverme por Ottery sin problemas, ¡Salud! - acompañó el brindis mientras levantaba su vaso de whisky. Al parecer aquel día de tormenta llevó a los Evans McGongall a reunirse porque otra bruja hizo acto de aparición en el cálido salón y se presentó como Hannity Ollivander Evans -Un gusto - replicó a su turno mientras se levantaba de su lugar y se acercaba para estrechar su mano - Scott Duplantier, recién llegado - le sonrió a la bruja. @ Melrose Moody @ Rory Despard @ Hannity Ollivander Evans

Scott Duplantier. Escuchó sorprendido que aquel negocio de varitas no solo era el mejor de toda Inglaterra sino que también era manejado por la familia Dumbledore, comenzaba a creer que los Dumbledore no eran cualquier familia mágica, debían tener no solo mucha riqueza sino también gran influencia. Estaba al tanto del proceso de selección de las varitas, de ese vínculo que se debía establecer entre el instrumento y el mago y que tan importante era en la vida de todos los magos y brujas del mundo. No podía negar que estaba ansioso por pasar por esa experiencia y encontrar su varita, de esa forma se sentiría realmente como parte de aquel nuevo mundo. -Debe serlo - acompañó con añoranza la descripción de la castaña -La compra de la varita es una de las cosas que más deseo desde que descubrí que pertenecía a esto - abarcó con ambas brazos toda la habitación. Como respuesta Ada sacó su varita y se la tendió a Scott, con sumo cuidado tomó el poderoso instrumento mientras sentía el tacto de la suave madera de ciprés -Es hermosa - reconoció mientras prestaba atención a la descripción que orgullosamente su dueña compartía. -Después de ver esta obra de arte, creo que debería darme una vuelta por Ollivanders - le sonrió a la bruja. @ Ada Camille Dumbledore

Scott Duplantier. Una pequeña elfina fue la encargada de recibir al castaño una vez llegó antes las puertas de cedro del castillo. El hombre se inclinó para saludar mientras la amable criatura le preguntaba si podía ayudarlo en algo. -Buenas Noches, soy Scott Duplantier, la señorita Ada Dumbledore me invitó a la cena de hoy - se presentó - No me dejo ninguna invitación física pero traje esto para compensar - bromeó mientras le tendía a la elfina la botella de vino. -Una de las mejores cosechas de Nappa, California - esperaba que fuera del gusto de todos, no había sido sencillo conseguir aquel producto en Londres -Es un obsequio para la familia, no es gran cosa pero no podía llegar con las manos vacías - y era cierto, lo criaron de tal forma que llegar a un lugar al que fue invitado sin algo era una falta total de cortesía. -Espero no haber llegado tarde para la cena - le sonrió a la elfina. @ Ada Camille Dumbledore

Scott Duplantier. No había terminado de intercambiar un par de palabras con la elfina cuando una figura se asomó hacia donde estaban. El castaño se giró hacia la voz que le habló y se topó con un bruja que lo observaba mientras disfrutaba de un bollo. -Lo mismo diría yo - sonrió percatandose de que realmente la bruja no estaba tan preocupada por su aparición. -Pero vengo desarmado - levantó ambas manos -bueno a menos que cuentes la botella de escoces como un arma - señaló con la mano libre el whisky que sostenía. -Que por cierto es un regalo - explicó mientras se lo tendía a la bruja. El obsequió pareció ser bien recibido pues como respuesta la escocesa sacó su varita y apuntando a Scott provocó que un aire cálido saliera de la misma y secara por completo al castaño. -Gracias - exclamó sintiéndose por fin cálido y seco, tendría que aprender ese truco, o al menos la próxima vez revisar el pronóstico del tiempo y prepararse en consecuencia. La bruja le preguntó si realmente era un Evans McGonagall ¿Estaba seguro de la respuesta? -Bueno… Según mis identidades soy Duplantier - Scott se rascó detrás de la cabeza en un gesto muy típico de sí mismo. -Pero tras una revisión del árbol genealógico familiar, uno de mis bisabuelos fue un Evans McGonagall que emigró en a finales del 1800 a los Estados Unidos, así que de cierta forma, si, me podría considerar Evans McGonagall - sonrió el hombre sabiendo que poniendolo de esa manera un podría estar vinculado con medio mundo. -Aparte de él, soy el único miembro de mi familia que tiene magia, solo quería saber un poco más - reconoció. Su justificación resultó ser suficiente pues la mujer lo invitó a seguirla hacia una especie de comedor donde un cálido fuego ardía con fuerza en una enorme chimenea de piedra. La bienvenida no se hizo tardar en llegar, un carrito cargado con muchas delicias se dispuso para ellos mientras ambos tomaban asientos en los cómodos sillones de la sala. -Esto se ve delicioso - alcanzó a decir mientras la bruja que se presentó como Melrose Moody se llevaba otro bollo a la boca. Los ojos café del Duplantier recorrieron la enorme oferta de bocadillos que tenía delante no deciéndose qué escoger, realmente no tenía mucho hambre, su desayuno había sido muy completo pero para no parecer descortés tomó un pedazo de queso curado. Mordió él mismo y dejó que su sabor le inundara la boca, sabía tan bien como se veía. Su anfitriona le preguntó por su historia y no dudó en contarla - Soy de Green Creek, un pequeño pueblo en el oeste de Massachusetts, viví allí hasta hace un par de años cuando decidí volverme policía y me relocalize en las afueras de Boston, una vida muy normal - tuvo que reconocer, nada fuera de lo común - Hasta hace un par de meses, cuando descubrí que era un mago - no pudo evitar sonreír. -Si, se que normalmente un hijo de nomajs se entera de la existencia de este otro mundo a los once años pero… no fue mi caso, algo sucedió como no debía y hasta ahora no supe que era un mago, por lo que mi curiosidad no ha hecho más que crecer y cuando descubrí que mi magia posiblemente descendiera de aquel bisabuelo inglés que emigró América hace dos siglos no quise dejar pasar la oportunidad de ponerme en contacto con parte de mi historia - @ Melrose Moody

Scott Duplantier. La invitación lo tomó por sorpresa, pero no pudo rechazarla. La matriarca de los Dumbledore fue muy amable con él tras ese casual encuentro que mantuvieron en el Callejón Diagon y fue de gran ayuda para insertarse en la sociedad mágica de Inglaterra y conocer cómo las cosas funcionaban allí. Aunque se sintiera como si no le correspondiera participar de un evento tan íntimo, de la misma forma sentía que no podía fallarle a ella. Por lo que partió de su habitación en el Castillo Evans McGonagall rumbo a otro castillo, el castillo de la Familia Dumbledore. Moverse por la comunidad mágica era muy complicado, en la mayoría de los casos las mansiones y hogares de las familias mágicas se encontraban en lugares lejanos y de difícil acceso por cualquier medio convencional de transporte. Pero aún así y tras largos rodeos Scott pudo llegar a su destino, y que destino era. El castillo Dumbledore era magnífico, como jamás el castaño había visto. Era un palacio enorme y de exquisita arquitectura, con extensos jardines que le recordaban a los patios imperiales de antaño, todo allí estaba rodeado por un aura señorial y de elegancia. Obnubilado por el lugar y sintiéndose un poco fuera por tanta opulencia, avanzó por el camino que conducía a la impresionante entrada principal. Sujetó la botella de vino que trajo como obsequio mientras subía por una de las escalinatas que terminaban en la obra de arte tallada en cedro que era la entrada principal. Se detuvo unos instantes para admirar el escudo familiar y el árbol que mostraba a todos los miembros de la familia Dumbledore, que al parecer era una familia numerosa a juzgar por la cantidad de ramas y hojas que se podían observar. Se pasó la botella de la mano derecha a la izquierda y golpeó con los nudillos mientras esperaba ser atendido.

Scott Duplantier. La bruja se tomó bien la revelación sobre su gran ignorancia sobre el mundo mágico, lo que alivió un poco el nerviosismo en el castaño. No estaba seguro de cómo magos y brujas reaccionarían a su historia, estaba al tanto de la idea de superioridad mágica que algunos magos forzosamente trataban de preservar y a pesar de que en América esas creencias no se encontraban tan arraigadas en Europa la situación era distinta. Pero al parecer la Dumbledore no era de las que creían en aquellas idioteces. -Sería un placer - contestó al ofrecimiento de la bruja - Vi una tienda de varitas justo al lado, estuve tentado de entrar pero preferí dejarlo para más tarde - reconoció. -Tu pareces conocer mucho de varitas - la francesa habla con tanta pasión sobre el tema que no podía ser de otra forma - Dijiste que tu familia conoce los secretos de la creación de la varitas, para mi sería un honor que los Dumbledore me ayuden con esta elección tan importante - no podía haber tenido mejor suerte, al parecer la misma siempre lo seguía. @ Ada Camille Dumbledore

Scott Duplantier. La gran puerta no tardó en abrirse y del otro lado una pequeña figura hizo acto de aparición. El castaño bajó la mirada y se topó con un par de enormes ojos cautelosos que lo observaban, la pequeña elfina lo recibió con palabras de bienvenida pero parecía recelosa con dejarlo entrar y la entendía a la perfección. Era un extraño que arriba al castillo bajo un enorme temporal, hasta él tendría sus dudas. -No busco a nadie en particular, soy Scott Duplantier y vengo de los Estados Unidos, creo….. creo que los Evans son mi familia, de una forma lejana - se presentó esperando que aquello fuera suficiente para que lo condujera a algo, no estaba seguro de contarle de aquel Evans que emigró América a mediados del siglo pasado y se instaló en Nueva Inglaterra esperando edificar un mejor futuro alejado de las guerras que asolaban al viejo continente. No sabía si fueron sus palabras o quizás su apariencia calado por la lluvia inspirara un poco de compasión en la pequeña criatura pero al final la elfina se corrió a un costado y le permitió que se resguarde de la tormenta en la cálido interior del castillo. -Gracias- replicó Scott mientras ingresaba al enorme recibidor -Afuera el clima está espantoso, perfecto día elegí para hacer un visita - bromeó mientras se quitaba la empapada chaqueta y la colgaba del perchero a su derecha -¿Hay alguien en el castillo además de tí? - preguntó a la elfina. Sacó de uno de los bolsillo largos de su chaqueta una botella de whisky escocés que compró como obsequió para la familia -Espero que gusten de un buen escocés - le mostró la botella a la pequeña criatura mientras sonreía con sus ojos color café. El interior del castillo era cálido pero aún así Scott sentía frío, toda su ropa estaba mojada, necesitaba pasar por un baño y tratar de secarse un poco, lamentaba haber dejado el resto de su ropa en el hotel de Londres donde se estaba hospedando. -¿Hay algún baño que pueda usar? Necesito secarme - preguntó. @ Melrose Moody

Scott Duplantier. Sonrió ante el ofrecimiento de un tour por Francia, nada le gustaría más y no se podían dejar pasar oportunidades como aquella, inclinó la cabeza en un gesto que denotaba asentimiento. La castaña prefiero jugar con el misterio no revelando cuál era su profesión en Francia, solo dejando saber que era uno “muy importante”, a lo que Scott respondió aumentando su sonrisa mientras que la acompañaba con un brillo travieso en la mirada, si la mujer quería jugar él también podía hacerlo. -Sabes - comenzó diciendo Scott mientras se incorporaba y caminaba hacia una de las ventanas del salón - Puede sonar extraño, pero no tengo varita - confesó mientras observaba las aguas de la cañada correr por debajo del puente de madera -Lo cierto es que no sabía que era un mago hasta hacía un mes - se giró para observar la reacción de su interlocutora. -Todo esto de la magia es completamente nuevo para mi… solo soy un policía en Massachusetts, nadie en mi familia es mago o bruja - relató el hombre de ojos café - Se que uno debería enterarse de este mundo cuando es un niño pero conmigo no fue así, algo salio mal, quien sabe… - suspiró - No se porque te estoy contando todo esto a ti, pero me siento cómodo haciéndolo - le sonrió a la bruja mientras se rascaba la parte de atrás de su cabeza en un gesto muy típico de él. @ Ada Camille Dumbledore

Scott Duplantier. Al parecer la castaña visitó varias veces los Estados Unidos por lo que escuchó de su relato, lamentablemente él no podía decir lo mismo sobre Francia, sin ser por programas de viajes o películas jamás puso un pie en aquel país, siendo justo nunca había salido de norteamérica antes, aquel era su primer visita al viejo continente. -Parece conocer los Estados Unidos, me gustaría poder decir lo mismo de Francia pero quizás en una próxima visita pueda saltar el canal y visitar la tierra que produce estos vinos exquisitos - expresó mientras levantaba la copa en señal de alabanza. Se sorprendió cuando Ada le habló de su seguridad ¿Acaso debía tener guardaespaldas? Y si era así ¿Por qué no veía a ninguno? ¿O era que estaban escondidos? Listos para atacar en caso de que fuera necesario, instintivamente Scott miró por la ventana que daba al pequeño puente de madera pero no pudo ver a nadie más en el jardín. -Disculpa pero ¿has dicho seguridad? ¿Tienes guardaespaldas? No sabía que estaba frente a alguien importante - cuestionó incapaz de contener la curiosidad - Tu no solo eres la dueña de este local ¿cierto? -observó. @ Ada Camille Dumbledore

Scott Duplantier. Dejó a un lado la copa con el líquido ambarino mientras la bruja le explicaba sus viajes seguidos entre las dos capitales, sabía de la buena conexión entre las distintas ciudades europeas y al ser el continente pequeño en comparación con América no era imposible viajar entre distintos países en un día. Pese a todo le seguía resultando una idea un tanto extraña. -¿Has estado en América? - preguntó sorprendido - Alaska es preciosa, es “la última frontera” como le decimos, es salvaje, pristina, la visite hace un par de años, un viaje muy largo en clase comercial pero la recompensa de estar allí valió la pena - sonrió recordando aquel viaje. Scott se sorprendió con el ofrecimiento de enseñarle el idioma, era una muestra hospitalidad que jamás hubiera esperado de alguien que acaba de conocer pero aún así se apresuró en responder - Sería un placer - reconoció encantado. -Ojala pudiera enseñarte un idioma a cambio pero solo se ingles pero bueno gente cercana,... esta bien, mi madre sobretodo dice que preparó una excelente barbacoa - le guiñó un ojo a la francesa - Quizás pueda intercambiarte algunos secretos - se llevó nuevamente la copa a la boca y degustó un largo trago de la bebida. @ Ada Camille Dumbledore

Scott Duplantier. Siguió a la bruja por un sendero de piedra que zigzagueaba atravesando el jardín, pasaron junto a árboles de cerezo en flor, olmos, abedules y otras plantas que le fueron imposible de identificar, cruzaron un pequeño puente de madera que salvaba la cañada de aguas cristalinas y llegaron a una edificación. Dentro un acogedor salón era calentado por un fuego que crepitaba en la chimenea de piedra que había en una pared y unos mullidos sofás esperaban por ellos en torno a una mesa de ébano lustrosa. Scott tomó asiento en uno de ellos y observó fascinado cómo un pequeño elfo doméstico se acercaba cargando con facilidad una bandeja de plata donde llevaba la botella de vino elegida por Ada junto a dos copas. -Señorita Dumbledore, ¿normalmente se toma esta molestia con los clientes? ¿O solo con los inoportunos que llegamos apenas abren? - bromeó Scott mientras tomaba su copa de vino -Por los dueños de negocios que se preocupan por sus clientes - sonrió mientras proponía el brindis. Se llevó la copa a la boca y dejó que el sabor de aquel excelente vino lo inundara, era excelente, de lo mejor que había probado - Esto es exquisito - expresó como felicitación por el trago. Mientras disfrutaba del vino también aprovechó para entablar una conversación, no conocía a mucha gente en Londres y nunca fue un problema para el castaño romper el hielo. -¿Y hace mucho que vives en Londres? - decidió preguntar - Porque notó cierto acento francés - reconoció - Sabes soy medio francés también, Duplantier - sonrió exagerando la pronunciación de su apellido - Mis abuelos emigraron a América desde Francia en el siglo pasado, eran de la región Alpina - le explicó. -Lamentablemente nunca me esforcé mucho en aprender la lengua pero quizás de ahí saque mi gusto por el vino - expresó jocosamente. @ Ada Camille Dumbledore