Runihura

Libro del Equilibrio Mayo 2022 Aprobado --- Desaprobado Tazz || Ficha

El desierto había desaparecido por completo, lanzando al par de magos hacia una plazuela desierta. No había un solo árbol que les pudiera servir como defensa, solamente una amplia explanada decorada con grabados por todo el suelo, memoria viva del paso de varios Uzzas que combatieron ahí para vincularse con éxito. Ahora les tocaba a ellos afrontar las pruebas que les impondría el libro de Merlín, sabiendo que no sería sencillo descifrar lo que Runihura empleo para jugarles una que otra broma dentro del duelo. Satisfecha al menos por haberles lanzando uno que otro arácnido y reptil encima, lastimosamente ninguno de ellos pudo causarles un daño considerable a sus aprendices. — Listos o no, ha llegado el momento de la verdad—su voz era lo único que resonaba de momento entre esas paredes. Amplias murallas se elevaron formando un octágono perfecto, sobresaliendo de cada uno de ellos una gárgola. Seres góticos que solían ser empleados para sembrar el terror y se creía que protegían las edificaciones donde eran colocadas. En el algunos de los turnos de Goderic y Emily, brotaría de la boca de dos de ellas un Sectuempra que pegaría en los duelistas. Causándoles heridas sangrantes que debían sanar o perderían la vida antes de poder vincularse al Libro de Merlín. Posiblemente en el transcurso del duelo, aventaría una que otra jugarreta más. Saliéndose con la suya, ya que fue demasiado amena dentro de la clase y eso no era característico en ella. Dejarlos escapar sin llevarse consigo una que otra de sus trastadas, no le hacia justicia a la reputación de bromista que se ganará entre los Uzzas que impartían otros libros dentro de esas tierras. Miraría muy de cerca cada uno de los movimientos de sus aprendices, no les pondría sencillo salir con la victoria de esa zona de batalla. Ansiosa por ver si se atrevían a usar el amuleto Caudex uno contra el otro, echando por tierra el vinculo que les conectaba como familiares. Era aconsejable dejar los sentimientos fuera de los duelos, sino ellos se encargarían de nublar el buen juicio de los contendientes. Poniéndolos al filo de la navaja, bastaría un pequeño empujón para lograr que se hicieran más daño del que pudieran imaginar. La noche comenzaba asomarse en el horizonte eclipsando la puesta del sol con su presencia, colándose algunos destellos dorados por las grietas que el tiempo abriera en las rocosas paredes, testigos silenciosos de lo que estaba por acontecer dentro de ese lugar. Condiciones No existen límites entre la respuesta del Uzza y el alumno. Duración del Duelo: 20 al 29 de Mayo 2022 Nos regiremos por las Reglas de Asaltos y Duelos Listas de Hechizos (enfocándonos principalmente e los del Libro de Merlín) Quedan prohibidos los Off's y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, referirlas a este topic Consultas Libro de Merlin En su segundo, cuarto y sexto posteo ambos duelistas se verán atacados por un Sectuempra, podrán curarse del mismo. En caso de que no tengan una defensa que impida que les impacte el rayo, tendrán que realizar una o sanarse (cualquiera que sea el caso)

Dentro de los diversos planos que componían el universo, existían toda clase de vínculos. Los que se relacionaban directamente con la sangre o los sentimientos, aquellos que eran impuestos por la magia le sonaban más que nada a una cadena que jamás se rompería a menos que pereciera el que había creado dicho lazo. Sus ojos se fijaron primero en Goderic y después en Emily, curiosa era la forma en que ambos se echaban una mano cuando el otro de encontraba dentro de algún aprieto que pusiera en peligro el gen mágico que les circulaba por las venas. Admirable el vinculo que los ancestros dejaban a sus descendientes, lazos que ni la misma magia, podría poner en peligro de ninguna forma o quebrantarlos. — Buena defensa, espero que hagan lo mismo dentro del duelo. Aunque debo adelantarles que algunas sorpresas los aguardan—jugueteaba con la mente del par de magos. Sujetando con firmeza su amuleto Caudex, permitía que el mismo descansará sobre su pecho y no darle nuevamente un uso de momento— Las heridas que suelen ser causadas por el Sectuempra, ponen el peligro al hechicero que las recibe. Es bien sabido que muchos han muerto, ya que no han sanado de la manera correcta dichos cortes—movía de manera traviesa su varita entre sus dedos—Vulnera Sanentum—ese efecto fue certero. Ninguno de sus alumnos estaba herido de gravedad de momento, cambiando un poco el peso de la balanza, no les dio tiempo para reaccionar. —Sectusempra—el resplandor de un rayo carmesí brillo del mismo modo que lo hizo el amuleto Caudex. Golpeando de lleno en el abdomen de Goderic, abriendo la piel como si pequeñas cuchillas filosas cortaran la piel como si fuera mantequilla. El aroma de la sangre alertó a las alimañas que pululaban por el desierto, todas sedientas por un poco de liquido vital. Ocurrió lo propio con Emily, viéndose atacada por otro rayo de la misma tonalidad que el anterior, sintiendo el dolor que provocaba en ella los cortes que dejará el conjuro lanzado por la Uzza. Mala idea subestimar a una pequeña que aparenta 13 años, descubriendo que detrás de esa tierna carita se esconde una mente capaz de causar un daño imborrable en sus alumnos. Todos y cada uno de ellos, aprendieron por la mala a tenerle respeto a Runihura, recordando que no todo lo que se vislumbra es oro y es mejor ser inteligente que negligente delante de una mujer tan poderosa. @ Goderic Slithering @ Emily Karkarov

— El vinculo es de por vida—respondía obsequiándoles un semblante parco—Es único y no puede ser destruido o afectado por ninguna clase de magia—agregaba aprobando la forma en que supieron sacarse de encima aquellos arácnidos— Exactamente como lo mencionó, solamente desaparece si el que ha creado el vinculo muere o el vinculado también perece—observaba a las serpientes que reptaron cerca del par de magos. Cada una de ellas era de diferente especie, letal en cierta medida y de cuidado si se pisaba por accidente su parte trasera. — Muy astuta la forma en que han sabido sacarse, el primero de los problemas que puse delante de ustedes. Veamos si siguen siendo tan astutos y rápidos, porque no creo que les sea sencillo lidiar con el poder del Caudex—señalaba el que colgaba de su cuello— Este amuleto es capaz de convertir en un squib al mago más poderoso que conozcan, posee la capacidad de dejarle sin una chispa de magia en su cuerpo—meciéndolo en su mano no dejaba de explicar sus efectos— Durante un periodo de tiempo que dependerá del poder mágico que posee el sujeto afectado y puede ir desde un día entero en los iniciados dentro del mundo de la magia hasta una hora en los que ya son diestros en el manejo de la misma—les miraba divertida. — Como pueden ver es un ópalo que irradia luminiscencia diferente en cada mago o bruja que lo lleva colgado del cuello. Esta elaborado con un poderoso material, dándole una apariencia versátil en cada persona, actúa como un imán y es capas de adherirse a cualquier superficie. Es posible llevarlo en el bolsillo de la túnica o como un prendedor en la capa de viaje o en la solapa de un traje—el ópalo resplandeció al ser rozado por los rayos del Sol. — Para poder usarlo, deben pasarlo dos veces sobre el corazón del hechicero que desean dejar sin magia. El amuleto le causará una gran palidez en el rostro del afectado y una marca sutil de color blanco en la frente, que es un bloqueador de la magia e impide que el mago pueda hacer uso de su varita o realizar magia de cualquier tipo—dibujándose en sus labios una traviesa sonrisa, ideaba como causarles problemas y gastarles una nueva broma a sus alumnos. Acercándose con sigilo hasta donde estaba Emily, pasaba con rapidez el Caudex por el corazón de la bruja, dejándola sin el menor rastro de esencia mágica en ella. Haría lo propio con Goderic, pero no si antes darle paso al siguiente conjuro— Expavescerent este efecto es capaz de anular el ataque que les hayan lanzado hace unos instantes, dejándolo anulado por el resto de la batalla. No podrá ser empleado por ninguna de las dos partes, solo puede ser empleado una vez dentro del un duelo o situación de batalla—encogiéndose de hombros por no haberle dado esa información con antelación a la Karkarov. De haberlo sabido antes, quizás el Caudex no la hubiera dejado sin magia sin esperárselo siquiera. Aunque no descartaba el accionar de Goderic y ponerle un poco de sal y pimienta a la situación, invitándolo a pensarse dos veces el desperdiciar un hechizo tan valioso solo para no sufrir los embates que tenia preparados la Uzza para ambos. @ Emily Karkarov @ Goderic Slithering

El par de jóvenes que estaban delante de ella coincidieron con la guerrera tres veces, solía decirse que la tercera era la vencida. Empero estaban delante de uno de los libros más complejo, si se hablaba directamente del amuleto que era capaz de despojar a un mago de los dones mágicos que le corrían por las venas. Un arma de doble filo que no dudaría en poner en las manos de sus dos alumnos, orillándolos a usarla en contra del otro. La felina que estaba a su lado olisqueaba el ambiente, detectando un atisbó ligero de miedo que brotaba de la anatomía de Emily — Quizás sean buenos días, al menos de momento—su aspecto infantil era capaz de confundir a más de uno. Aunque aparentaba 13 años, desde hacia mucho tiempo dejo de tenerlos— No debe temer por su integridad, no hasta que comencemos formalmente con su aprendizaje—advenía cruzando sus dedos detrás de su espalda— Es mi imaginación o entre ustedes existe alguna clase de vinculo—jugueteaba con aquellas palabras intentando indagar un poco en la vida del par de magos. — Justamente ese es el primer conjuro que les explicaré—adoptando una postura seria, no perdía sus rasgos adolescentes— Vinculo con este poder cualquier mago o bruja, puede vincularse a otro de su misma especie. De está forma cada uno de ellos, sentirá en su mente la presencia del otro—apuntaba a su sien— Percibiendo su estado de ánimo y ser consciente de sus emociones. La persona a la cual se están vinculando, no necesita poseer este poder, basta con que ustedes lo controlen para que se pueda dar el nexo entre ambos—extendía sus dedos haciendo la seña como se un lazo que se extiende—Emerge de su varita hacia las manos de quien vincula, a través de estás penetra desde la cabeza a todo el resto del cuerpo de quien es vinculado—les mostraba la forma correcta de hacerlo con su propia varita. — El vinculado se sentirá más vivo que nunca, será capaz de ver y escuchar con una gran agudeza y adquirirá fuerza física, reflejos y una mejora en su capacidad mágica. Quien vincula se ganará un protector y buen amigo, solo se pueden mantener vinculadas a dos personas al mismo tiempo—miraba al par de hechiceros— La parte mala de este hechizo es que al morir el que ha creado el vinculo el mismo desaparece—torcía en sus labios un gesto de falso pesar. Apareciendo en su mano el amuleto Caudex, entusiasmaba porque las cosas se pondrían interesantes de aquí en adelante. — ¿Dudas?—cuestionaba acariciando su amuleto Caudex— Lo explicaré dentro de unos minutos, no hay que precipitarse al plato fuerte—apareciendo detrás de los pies de Goderic y Emily un par de agujeros repletos de escorpiones. Si daban con la manera más creativa de deshacerse de ellas sin salir seriamente dañados, no les negaría el aprender el usar de manera correcta aquel amuleto tan peculiar y poderoso. @ Goderic Slithering @ Emily Karkarov

— El equilibrio es parte fundamental de la existencia de los seres vivientes, si el mismo no formará parte de ellos—meditaba antes de proseguir— Reinaría el caos absoluto en todos los escalafones que componen la sociedad humana y animal, recuerde que la estabilidad siempre debe prevalecer—entornando la mirada hacia una balanza que estaba sobre un altar, acariciaba el anillo que llevaba en su dedo corazón— Anillo antiveneno, le será bastante útil contra los efectos de los venenos más comunes, si lo lleva puesto cuando le han envenenado—recitaba esperando dejar en claro el uso de esa alianza. Mirándolo por un breve instante remataba su explicación— No es efectivo contra el veneno de basilisco, digamos que si se ve atacado por uno. Irremediablemente será arrastrado hacia el mundo de los muertos—sentenciaba con total indiferencia. La pose juguetona se había evaporado como lo hace el agua cuando entra en su punto máximo de ebullición— Semillas de hielo—agitaba un pequeño frasco en su mano derecha, provocando que el sonido que provenía del cristal al chocar con las semillas fuera similar al canto de los grillos— Es una arena de color plata, si se vierte sobre cualquier superficie la misma se transforma en hielo, abarcando una superficie de 100m2. Las semillas se agotan si se les usa con constantemente, pero se reponen conforme pasan las horas—colgaba el frasco en su cuelo sujeto por una cadena dorada— Su trasportación es bastante sencilla, puede llevarse colgada en el cuello—señalaba su frasco. — Los pétalos del pensamiento, suelen ser usados para la elaboración de perfumes que pueden ser sumamente venenosos y al mismo tiempo encantadoramente fascinantes, dependiendo de la concentración que se le de al mismo—encendió una de las velas que estaban levitando a su alrededor— Si está esencia se propaga a través de una vela, alentada por el fuego sus efectos alucinógenos antes de que la muerte se haga presente, serán mucho más potentes de lo habitual—sujetaba un puñado de esos pétalos en su mano— Aunque posee su lado positivo, porque también son usados para la creación de pociones para estimular la agilidad mental o a veces todo lo contrario. Lograr que una persona pierda su capacidad de raciocinio o no sea capaz de pensar de manera lógica—soltaba dejando implícita una advertencia en sus palabras. — El amuleto de la resurrección, permite resucitar tras haber muerto. Sin necesidad de ir a San Mungo. Su uso suele consumir demasiada energía, por lo que no resulta nada sencillo que se reponga el poder mágico que posee—le mostraba el que le pertenecía a ella— Una vez que se ha usado por primera vez, deberá esperar una luna llena completa antes de que pueda utilizarlo nuevamente. Es una colgante en forma de esmeralda que emite una luz fluorescente en la oscuridad, debe llevarse en el cuello en el momento que uno fallece, para que el efecto de este sea activado y lo regrese a la vida—terminaba su perorata. Observando como el ambiente dentro del templo cambiaba de manera radical, anunciándole que la bestia que dormitaba en una zona de esa estancia estaba a pronta a despertar— ¿Tiene alguna duda respecto a los amuletos o anillos que e he explicado?—le cuestionaba inclinando un poco la balanza que al final del día terminaría sopesando todo lo aprendido por el hombre que estaba a pocos metros delante de la Uzza @ Tazz

El inmenso desierto le daba la bienvenida a una leona acompañada por una niña que aparentaba tener 13 años, su pelaje dorado destellaba al ser rozado por los rayos del astro rey que estaba en su punto más alto. El clima no le molestaba en lo más mínimo, pero no diría lo mismo de sus alumnos que pronto harían acto de presencia dentro de ese paraje tan alejado de la civilización. Ni una sola alma se atrevía a cruzar los limites impuestos por la guerrera Uzza, nadie pasaba por alto el temor que les infundía saber que era capaz de manejar con pericia el vinculo de la sangre y la mente, desatando en el vinculado un control que era imposible de romper. Ella misma siempre se vio como el reflejo de sus acciones, importándole poco el que dirían el resto de los Uzzas. Guardándose para ella aquel secreto que era como la leyenda del despertar, olvidar lo que le había sido contado y sepultarlo para siempre en sus recuerdos. Asenath pasaba de la calma relativa del susurro del viento a la tormenta más cruenta que hubiera azotado a la humanidad, comparándose su carácter con el rugido enardecido del regente de la selva. Teniendo en sus manos el conocimiento legado por Merlín a su pueblo Uzza, conjuros que daban el poder de mover los hilos de una marioneta si se afectaba de manera correcta la unión entre los implicados. Dos almas una misma conexión, además de tener el control de la vida de una persona en la palma de la mano. Impidiendo que la sangre escapará de su cuerpo de manera alarmante, si se lo proponía le daría fin al efecto lacerante del hechizo que causaba varios cortes profundos en sus oponentes. La balanza que se encargaba de sopesar las almas de los puros e impuros, apareció levitando en el firmamento. Ella se encargaría de comprobar, si el par de magos eran merecedores de los conocimientos que les brindaría, no de muy buena gana la Nesedy. Abriendo dos caminos diferentes que les llevarían hasta su ubicación, la leona se mantuvo cerca de Rinuhura. Elevando sus ojos hacia donde estaba el sol, sentía el amuleto que le colgaba del cuello al lado del Caudex, deseando hacer uso de ese mismo para sacarles de encima los dones que poseían sus aprendices. Una travesía sin más pistas que las que dejarán sus patitas al cruzar esos arenosos terrenos, quedando como testigo mudo el mapa que les señalará el camino que debían andar con sumo cuidado. Las serpientes y otra clase de alimañas estaban al acecho, prestas para darles un susto que les sacará colores nada gratos de sus anatomías. @ Emily Karkarov @ Goderic Slithering

En el mundo existían diversos clases de balances o equilibrios, rigiendo el entorno que habitaban los seres vivientes. Separado los en escalafones que les daban el poder y control del sector donde coexistían, muchos de ellos eran los dominantes dentro de sus razas o clanes. Runihura era experta en el campo de las artes oscuras y la defensa de estas, adaptando esas habilidades a la impartición del libro del Equilibrio, demostrándole a su aprendiz la diferencia entre lo que era permitido y lo que rompía por completo la estabilidad de las cosas desatando el caos total. Aspirando el aroma salado que se impregnará en el ambiente, no detectaba ninguna playa cerca de su ubicación. Pero la magia que controlaban los Uzza, permitía que mutarán los entornos a placer, desde un paraje abandonado y desprovisto de toda vida en el. Hasta una zona boscosa atestada de toda clase de fauna y flora, santuario donde podría ponerle más de un obstácu.lo a su único alumno— Esperemos que no sea tan decepcionante como los anteriores—leyendo anticipadamente el futuro que podría ensombrecer el aprendizaje del mago o bruja que apareciera delante de ella. Nunca se aseguraba de que las estrellas le mostrarán del todo esa clase de vaticinios, no deseaba ir contra el código de honor de los Uzza. Caminando por el sendero que llevaba hacia un viejo templo, recorría con las yemas de los dedos el aire que se adhería a sus manos como lo hace una sanguijuela para extraer sangre que le ayude a sobrevivir. La Tiferim escuchaba a lo lejos el aullido de los lobos, anunciando que parte del equilibrio de su especie estaba en peligro— Pasos lentos y certeros le llevarán al éxito—murmuró sin detener su andar. Las amuralladas puertas resonaron como lo hacen los tambores de guerra, dándole acceso a la joven que aparentaba ser solo una niña de 13 años. Aquel semblante juvenil muchas veces confundía a los que le pedían instruirlos en el dominio de los hechizos que se escondían celosamente en los libros que impartían el resto de los Uzzas y ella. Inclinando en son de respeto su cabeza se adentraba en la parte principal del recinto, sitio donde estaba una inmensa pared repleta de grabados antiguos. Cada uno de ellos resonaría al ser explicado cada uno de los conjuros que daban acceso al poder del equilibrio, pero se debía ser cuidadoso y no despertar a la bestia que dormitaba esperando lanzar el primer ataque en contra de su alumno. Adoptando una postura juguetona, no se comportaría del todo reacia de momento, sino todo lo contrario le haría confiar para después gastarle una broma que le colocará en más de un serio predicamento aquel que osaba aspirar a vincularse con el libro del Equilibrio. @ Tazz

— Espero que le agrade la idea de dar un paseo por los orígenes de la magia, siempre he encontrado fascinantes varios de esos pasajes—la Uzza la dedicaba esas palabras sin mirarlo directamente. El debía demostrar que era merecedor de las enseñanzas que le proporcionaría Runihura, no estaba ahí para tratarles de manera cordial y menos colocarles todo lo que contenía el libro en bandeja de plata— ¿Qué conoce exactamente sobre los orígenes de la magia que poseen los magos?. Sabe de donde surgió el primer hecho relacionado con ella, justo antes de que fuera tallada la primera varita que permite lanzar infinidad de conjuros para de defensa o ataque—se mostraba incisiva con su cuestionamiento. — Arena Mágica del desierto, si la sopla contra alguien, su visión desaparece durante un tiempo y la recupera tras cinco segundos de forma paulatina. Verá una luz, después su visión será doble, borrosa hasta que pueda recuperar la visión por completo, dándole un breve espacio de tiempo para poder escapar. Si la emplea en pociones, tras el hervor, puede producir un escozor en los ojos y ganas de dormir, obligándolo a cerrar los ojos—le explicaba a grandes rasgos los efectos de esa arena— Se guarda dentro de un frasco con forma de colgante, la arena se agota si se usa con bastante frecuencia. Pero se va reponiendo conforme van transcurriendo las horas—le mostraba el frasco que llevaba ella colgando de su cuello. —Anillo de Presencia, tal y como lo dice su nombre. Es un anillo con una pequeña cavidad en medio en la que se genera una esencia mágica al contacto con la mano del mago. Una gota de dicha esencia situada en cualquier lugar, le permitirá al mago observar lo que ahí ocurre, aunque ese lugar se encuentre distante o protegido. Basta una simple gota en una carta enviada por una inocente lechuza para poder presenciar con todo detalle lo que ocurre en un lugar determinado. Son dos opciones viables para espiar sin ser detectado, pero debe tenerse cuidado en no ser demasiado curioso o entrometido—le echaba un poco de su cosecha a la perorata. Caminando por el lugar apareciendo delante de ella una civilización quizás desconocida para su aprendiz, tal y como se lo había comentado daría un paseo por los inicios de la magia. — Espero que haya venido preparado para todo, no prometo que sea una travesía tranquila como si se tratará de un paseo en bote en medio del verano—la mirada de la guerrera descansaba en el frasco con la arena mágica del desierto. Abriendo el mismo esparció una cantidad considerable en los ojos del hombre, le tomaría algo de tiempo recuperar la vista. Pero eso le daría la oportunidad a la mujer de abrir el primer pasaje, tomándole por sorpresa de manera inesperada, poniéndolo a prueba una y otra vez.

Runihura era una mujer alegre en apariencia, pero debajo de la faz de una niña de 13 años se escondía la verdadera guerrera que era. Abrazando con ambas manos los brazaletes que llevaba en sus brazos, percibía el poder que emanaba de ellos, la historia que contaban sobre su pueblo sometido por los egipcios. Las cadenas que colgaban de estos le hacían sentir como de forma certera las cadenas que ataban a sus descendientes se rompieron, dándoles la libertad que tanto anhelaban disfrutar. Sus ojos eran las llamas que jamás se apagarían y permanecerían encendidas eternamente, tras entregar su vida a trasmitir los conocimientos que poseía sobre el Libro de los Ancestros. Aquellos seres que fueron los encargados de cimentar las bases que dieron forma al templo que le daba la bienvenida, no le gustaba profanar esos sitios con batallas improvisadas. Pero lo consideraba el primer paso para comenzar con el andar de su único alumno, esperando que llevará con sigo el amuleto y el anillo que el tomo traía consigo. — Nuestras raíces son lo primordial en nuestra vida, ellas le dan la forma que deseamos a los conocimientos que deseamos adquirir a través del tiempo—sintiendo una ligera brisa agitar su oscura cabellera. Se adentraba a la edificación dejando detrás de ella el último de sus encuentros, donde su aprendiz saliera victorioso. Aunque no diría lo mismo del actual, ya que en está ocasión no serian tan permisiva y mucho menos condescendiente. Las voces de los antiguos Uzzas eran susurros que viajaban entre las paredes, dejando una huella que se plasmaba como primeros pasos de un pequeño en la tierra. Enfilando sus pasos hacia donde estaba un circulo perfecto dibujado en el suelo, recorrió con sus pupilas cada uno de los grabados que lo conformaban— Pido su permiso para inculcar este conocimiento a un nuevo alumno, confiando en que dará el ancho y superara las expectativas tan altas que implementaré en esta clase—sintiendo una vibración que provenía de esa figura geométrica. aquello era un mero tramite. Elevaba sus manos sobre su cabeza, abriendo un portal que daba acceso a un escenario alterno, las estrellas estaban ausentes en ese cielo oscuro y ni un solo ruido era percibido por los oídos de la mujer. El libro de los ancestros, llevaría a su aprendiz hacia los orígenes de la magia, donde la misma se entendía como la fuerza arrolladora y primigenia ya que era utilizada para matar y proteger, antes de que tallará la primera varita. Pasajes de los primeros actos perpetrados por ese arte, dieron un espectáculo que seria presenciado por el hombre que debía aparecer. Primero dentro del templo, recorrer el camino marcado por Runihura, para finalmente entrar a donde estaba el circulo y cruzar por el portal que abriera su profesora— El tiempo apremia, no demoré más de lo necesario—sujetaba con firmeza su varita esperando impaciente. @ David Augustus Lestrange

Libro de las Auras Aprobado Cillian Haughton Perfil || Ficha

Rinuhura no estaba sorprendida de la forma en que Cillian se defendió de su ataque, parecía que las lecciones anteriores que tuvo con la Uzza, ya comenzaban a surtir el efecto deseado para el hombre. Evito con éxito las flechas que lanzó en su contra, dándole un espacio de tiempo para fraguar una estrategia que lo colocará en un problema serio. — Recuerde que el Aura de poder, debe ser utilizada para potenciar hechizo de mayor rango al que posee. Antes de emplearla, sopese los pros y los contras, no desperdicie tal poder de manera tan errada—la voz de la guerrera era una mezcla de frialdad y desaprobación. Centrando su atención en el hechizo que venia contra ella, no lo pensó más que una milésima de segundo y actuar con inteligencia. —Obsistens—invocando un cerco de materia de materia luminosa que destello como el mismo astro rey. Cubriéndose perfectamente del sectusempra que buscaba causarle varias heridas que le sacarían algo más que unos cuantos litros de sangre. La debilidad que sin remedio se apoderaría de sus sentidos, evitando que se concentrará como era debido a la hora de atacar o defenderse de cualquier nuevo ataque que fuera lanzado contra su cuerpo. —Aura de Inmunidad—una luz iridiscente con la forma de una sirena comenzó a entonar un cantico protector. Dejando anulada la posibilidad de que el resto de las Auras fueran invocadas por su aprendiz. Se lo había advertido con antelación prestan especial atención a los detalles, para no quedar contra las cuerdas. La gema egipcia que llevaba con ella, le ayudaba a mantenerse centrada dentro del duelo, sintiendo la energía que emanaba de la misma y acrecentando el poder que poseía. Era algo que le acompañaba desde siempre y no perdía de vista.

Varias energías estaban concentradas en el centro de ese coliseo, Runihura se sentía comoda rodeada por esa clase de Auras. Algunas más oscuras que otras, pero al final del día cada una de ellas estaba ligada a las que componían los conjuros que estaban concentrados dentro del libro que llevaba el mismo nombre. La noche estaba despejada, elección ideal por parte de la guerrera, sintiéndose conectada con el aura que estaba asociada a la muerte. Jamás demostraba su predilección por alguna en particular, ya que ello conllevaba ir en contra de los cánones que regían a los guerreros Uzza. Aprendió a manejar cada uno de esos poderes con destreza y ahora, le tocaba transmitir ese conocimiento a @ Cillian Haughton , esperando que el mismo lo empleará de manera sensata y correcta. Sus ojos se fijaron en los grabados que estaban bajo sus pies, experimentando una sensación de catarsis instantánea. —Flecha de Fuego—pensó la mujer emanando de la punta de su varita varios filamentos de fuego que salieron disparados hacia donde estaba el Haughton. Buscando quemarlo y causarle heridas graves que pusieran en riesgo su integridad personal. Debía pensar con astucia y armar una estrategia rápida, para salvarse de morir o en el peor de los casos quedar débil ante el daño que el provocarían las acciones desatadas por la Uzza. Las almas que vivían atrapadas dentro de esas paredes, pregonaban salir a ser parte de ella batalla. Ya les tocaría hacer acto de presencia una vez que la primera Aura fuera lanzada por alguno de los duelistas, esperar no era tan insensato no teniendo en cuenta lo complicado que era dominar un poder de esa magnitud. CONDICIONES No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 21 de Febrero al 28 de Febrero Nos guiaremos por las reglas Nuevas de duelos existentes. Lista de Hechizos(con especial énfasis en el Libro de las Auras Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic del Libro de las Auras

— En está ocasión las Auras no se anularán al invoca una nueva. Es una excepción que estoy haciendo, para que las comprenda y vea como funcionan cuando están todas activas—explicaba la guerrera— Quiero que detecté los efectos adversos que causan en los enemigos y los beneficios que le dan a su equipo, tal y como lo ha intentando al invocar el Aura de Confusión— ladeando la cabeza, no se explicaba como pudo realizarla. Si la mujer no la había dado a conocer dentro de la clase, parecía que Cillian tenía prisa por aprender esos poderes y eso podía derivar en que cometiera errores innecesarios dentro de la prueba de vinculación — Le aconsejo que antes de desear lanzar un nuevo conjuro o Aura, se tome el tiempo para esperar que el Uzza que imparte la clase, le de la explicación pertinente— la voz de la mujer era tranquila pero firme— Aura de Confusión— emergió de la punta de la varita de Runihura una neblina gris que aturdió y confundió a los fantasmas que estaban dentro del terreno, obligándolos a repetir el hechizo impuesto por la invocadora— Aguamenti— pensó provocando que de la varita de sus rivales fuera expulsado un chorro de agua. Sería así durante un lapso de tiempo considerable tras finalizar los efectos que el Aura había impuesto sobre ellos. —Aura de Inmunidad—sentenció para comenzar con su explicación— Al ser invocada esta Aura surge una luz iridiscente con forma de sirena que entona un canto protector. Esta aura no produce efecto alguno sobre la batalla, pero impide que el resto de auras puedan ser invocadas. De forma que, mientras dure el Aura de Inmunidad, no se podrá invocar ninguna de las otras que forma parte del libro de las Auras— concluía observando como el efecto de este fue inmediato. Anulando el Aura de la Confusión lanzada por Cillian y la que Runihura también activo para que los fantasmas se vieran forzados a lanzar un aguamenti por el tiempo que esta durará. —¿Alguna duda o cree que ya está listo para la prueba?— le miraba clavando es duda como si se tratará de una flecha que dio en el blanco de una diana.

La Uzza asintió satisfecha al percibir que Cillian se estaba conectando de manera satisfactoria con las dos primeras Auras. Era delicado manejar esa clase de magia tan compleja y poderosa, pero sabía a la perfección el potencial que poseía el hombre y ya lo había demostrado en las anteriores clases que cursara con Runihura. La mujer se limitó a analizar la duda expuesta por el caballero, contando con la respuesta exacta que no dejaría espacio para ninguna vacilación adicional respecto al tema. — Las Auras no pueden superponerse. Cualquier Aura que sea lanzada por un equipo rival, por ejemplo “El Aura de la llama del Fénix”. Quedaría anulada, al ser invocada el “Aura de la Confusión”—le miraba continuando con su explicación— Si existe una Aura activa y se lanza otra, la primera perderá todo efecto, anulándose los daños que provoca en los contrincantes. Dando paso al poder que activa la última Aura y está es la de la Confusión—soltó caminando de un lado a otro. Esperando haber disipado su inquietud, ya que era primordial que comprendiera el uso de esa magia sin equivocarse. — Ahora bien, creo que es un buen momento para que ponga en practica ambas auras. Mire a los entes que han aparecido, debe detectar quienes de ellos emplean magia oscura y cuales magia blanca. Determine que Aura usará primero y de que forma detendrá los ataques que se avecinan contra su persona—elevando sus ojos al cielo. Dando paso a una nueva energía que se hizo presente en el lugar donde estaban situados ambos— Aura de Poder—surgieron una lluvia de estrellas de la varita de la guerrera que inundaron el cielo de un resplandor blanco. Otorgándole el poder al equipo que apareció a ambos lados de la mujer de usar hechizos superiores al rango que ostentaban. Las armas de estos se elevaron como filosas espadas, dispuestas a cortar todo lo que se cruzará en su camino. Las tres acciones siguientes serian dominadas por ella y sus aliados, esperando que Cillian pudiera descifrar la forma más estratégica e inteligente para defenderse de todo aquello. — Aura del Escudo Fantasmal—emanaron de la varita de la Uzza, varios fantasmas que rodearon el terreno. Aquellos eran guerreros Troyanos que debían protegerla a ella y a sus aliados, evitando que los conjuros lanzados por el Haughton, causaran daño severo en ellos. Al verse protegidos por esos entes los efectos serían limitados, causando daño mínimo y no quitándoles ninguna oportunidad para poder defenderse con éxito y contratacar. — Todo de ahora en adelante será práctico, preste atención y podrá manipular cada aura con facilidad y sin cometer el más mínimo error—afirmaba arriesgándose un poco al depositar ese grado de confianza en su alumno. Aguardando porque sus reacciones fueran las adecuadas ante lo expuesto por la mujer dentro de la clase.

Cillian no demoró demasiado en llegar al sitio dispuesto por la Uzza para comenzar con su adiestramiento y ayudarlo de ese modo a vincularse al libro de las Auras. Le miraba con cierta expectación, dando con el color que poseía el aura del hombre que deseaba aprender el dominio de cada una de las fuerzas que eran desatadas al hacer uso de ellas. Lo que tenía planeado no era nada del otro mundo a decir verdad, solamente le conduciría por cada una de las sendas que eran custodiadas por las energías que debían ser empleadas por equipos de magos pertenecientes a ambos bandos. — Me imagino que sabe que existen diversos colores para las Auras, pero algunas de ellas no son del todo benéficas y mucho menos puras—hacía hincapié en las pertenecientes a las de la Muerte y Escudo Fantasmal— El Aura de la llama del Fénix, al ser invocada por el mago de su varita surge una enorme luz espectral e iridiscente. Está posee la forma de un Fénix envuelto en llamas, que ilumina todo el campo de batalla como si fuera una Aurora Boreal—moviendo con destreza su varita le mostró como era el aura que le describió hace unos instantes. — El pico de ese fénix de luz exhala una luminiscencia naranja que envuelve a todos los enemigos de quien ha invocado dicha aura, de forma que estos no son capaces de conjurar magia tenebrosa en condiciones normales y de todo aquel que la utilice se ve forzado a usar hechizos de un rango inferior al que ostenta. Esta Aura no dura para siempre, [los 10 posteos siguientes del equipo afectado] sin embargo, afecta a todos los miembros del grupo con el que te encuentres y es por tal motivo que no se puede hacer uso de está dentro de duelos o batallas individuales—la explicación era bastante detallada. La realizaba de esa forma, para evitar dar paso a dudas innecesarias. Pero en caso de que las mismas surgieran las respondería sin dudarlo. — El Aura de Muerte, al ser invocada por un mago expulsa de su varita una enorme luminiscencia de un verde fosforescente, que envuelve a todos los enemigos de quien invoca el Aura. De forma que estos no pueden conjurar magia blanca en condiciones normales y todo aquel que la utilice se ve obligado a usar hechizos de rango inferior al que ostentan. Esta aura tiene la misma duración y restricción que la del Fenix—le miraba esperando que comprendiera el efecto de ambas energías. @ Cillian Haughton

Los colores del arcoíris eran similares a las Auras que poseían las personas, algunas irradiaban luz que cegaba y otras eran más oscuras que las fauces de un dragón embravecido. Aunque de las mismas emanaran llamas ardientes que eran capaces de prender fuego a todo lo que se les cruzaba en el camino. El conocer la clase de Aura que uno pose o la tonalidad de la misma, facilita dar con la clase de persona que uno se relaciona o desea estrechar lazos. En su caso las Auras que se manejaban dentro del libro, estaban ligadas a energías que no eran sencillas de controlar o asimilar. Por eso mismo se detendría el tiempo necesario para que fueran comprendidas sin dejar lugar a dudas, elevando sus ojos hacia la edificación que le daba la bienvenida. Era como un muro que cedía ante la sola presencia del Uzza, reconociendo a la persona que entraría ahí para transmitir los conocimiento que se encontraban dentro de esa antigua zona de entrenamiento. El libro que poseía su alumno estaba totalmente en blanco y se iría poblando de los conjuros que adquiera a base de esfuerzo y dedicación dentro de la clase. Los lamentos ahogados de los caídos eran un pasaje difícil de digerir, pero justamente por eso le agradaba la idea de que intentará dar con la tonalidad del Aura que pudieron poseer cuando estaban vivos. Además de descubrir si el Aura de hombre que le acompañaría era totalmente bondadosa o estaba empañada con alguna clase de malas acciones que pudiera haber realizado en el transcurso de su vida. El analizar con detalle cada hebra de la vida que tejió la vida de los alumnos que pasaron por sus manos, siempre dejaban huellas que eran imposibles de borrar. @ Cillian Haughton

Libro de los Ancestros Aprobado Cillian Haughton Perfil ll Ficha

—Obsistens—pensaba Rinuhura despreocupada. Viendo como el hechizo de Cillian, aquel sectusempra pegaba de lleno en ese cerco de materia luminosa. Al ser una Uzza aquel tenia un color dorado como los rayos que emanan del astro rey, siendo indestructible e inmune a la magia que buscará alterar la forma o color que la Uzza le había dado por defecto. La mujer se centró en la última acción de su alumno, negando con la cabeza efusivamente reprobaba ese descuido por parte del Haughton. — No posee el control del tripio o el celerus, ya que ambos hechizos se encuentran en desuso. Por tal motivo, no saldría su incarcerus. Le aconsejo que presté un poco más de atención, no cometa esa clase de fallos dentro de un duelo o batalla en tiempo real, ya que podrían costarle estar dando ventaja a su oponente—explicaba esperando dejarle en claro ese punto. Dependía solamente de el vincularse con éxito a ese libro, justo por eso la rudeza de la mujer— Prestar atención a cada detalle, puede que le reste tiempo. Pero consideré ese tiempo valioso para idear una estrategia que no tenga un solo hueco o fallo a la hora de perpetrarla—continuaba con su perorata. —Salvaguarda mágica—pensó la Uzza volviéndose intangible pasando a través de ella el rayo que le lanzará Cillian. El expelliarmus le atravesó como lo hace un fantasma con una pared, dejandole libre de perder su varita y aún con más ganas que antes de continuar poniéndolo a prueba en todo momento. No cesaría en su afán por hacerlo que no cometiera un solo error y saliera de ahí con toda la información proporcionada por la guerrera bien asimilada y aprendida.

Uno a uno los ancestros que cimentaron el conocimiento que estaba dentro de ese libro, cayeron uno a uno dentro de tumbas oscuras y silenciosas. Quedando acallados años de enseñanzas milenarias, pero que gracias a los Uzzas pudieron trascender hasta crear el sitio donde eran impartidos todos y cada uno de esos pasajes que eran una brecha más en el camino que era la vida de sus estudiantes. Cillian le acompañaba y sería su rival, dejaba escapar un profundo suspiro. Ahora estaban en un paraje diferente, rodeados por tumbas selladas a piedra y lodo. En el centro del campo de batalla, simplemente estaban dos marcas donde debían colocarse su alumno y ella, observando el cielo despejado agradeció que el clima no era un predicamento por el cual tener que preocuparse. Solamente la defensa o el ataque, sería lo que reinaría dentro del campo de batalla. El prestar especial atención a los movimientos del otro, analizando con ojo clínico el modo en que eran empleados los hechizos del libro de los Ancestros. Ese era el principal objetivo del Hauhghton, aunque no existía ninguna clase de limitación para echar mano del resto de conjuros de debió aprender en sus clases anteriores. — Le pido que haga uso de los hechizos que leyó dentro del libro, ya que de ello depende que se vincule de manera exitosa al mismo—le comentó con énfasis en sus palabras. Recordando los árboles gemelos que ahora se separaban, para dar paso a un circulo que impedía que cualquiera de los duelistas saliera corriendo del cementerio. Podía tomarse distancia en todos los flancos, pero no el intentar escapar y no probar que estaba listo para la prueba que le aguardaba. —Sectusempra—la voz de Rinuhura arañó el viento brotando de su varita aquel rayo escarlata que buscaba pegar en el pecho del Haughton, dejandole como obsequio un grupo de heridas sangrantes que debía curarse o abandonar el mundo sin remedio. La brisa que soplaba era e extremo relajante, provocando un silbido al rozar las hojas secas que estaban en el suelo Ninguna de ellas era un arma lo suficientemente poderosa como para dañar al otro si se buscaba mutar alguna de ellas en una forma diferente a la que poseían por defecto. C O N D I C I O N E S No existen límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 20 al 28 de Febrero. Nos guiaremos por las Reglas Nuevas de duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro de los Ancestros) Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic del Libro de los Ancestros. @ Cillian Haughton

La Uzza miraba fijamente a su único aprendiz, complacida por la manera en que entendió que el era también proveedor de parte del conocimiento que poseía. Cada ser humano era el constructor de su destino, cimentando el mismo con diversos materiales y engranajes que lo hacían funcionar como una maquina perfectamente engrasada. Escuchaba con atención la mención con respecto al Kansho, bajando la miraba observaba el suelo sobre el cual estaba situada en esos instantes— Y no el Kansho, no es capaz de detener los hechizos que estén equipados con la vara de cristal—explicaba la mujer asintiendo de forma tajante. — Cada paso que dio para llegar hasta este sitio es un conocimiento nuevo, quizás lo entienda cuando estemos dentro del duelo. ¿Tiene algún recuerdo grato de sus Ancestros o alguna experiencia que desee compartirme?—le interesaba conocer un poco más de la vida del joven. Enterarse un poco de los que le rodeaban, no era mala idea tomando en cuenta que cada alumno era un mundo diferente, plagado de vivencias y memorias que contaban una historia que quedaría entre ambos. — Algunos de estos hechizos, solo le servirán para defenderse en un duelo 1vs1 . Si desea estar dentro del campo de batalla, le aconsejo que arme una estrategia infalible para que no puedan tomarle desprevenido—indicaba sin darle demasiadas armas. Estar en la posición de guía muchas veces, no le daba lugar a poder explayarse como lo deseaba y cruzar los limites que debía mantener dentro de esos terrenos. Llenar la cabeza de malos pensamientos o ideas maquiavelicas, no era su primordial tarea como Uzza. — No hay nada más que decir sobre los conjuros, solo esperar a que el tiempo transcurra y partamos al sitio donde se va a desarrollar la prueba—miraba hacia la nada, disfrutando de ese silencio que de un momento a otro rodeó el ambiente. Meditar era una buena forma de comprender con mayor claridad el uso de cada uno de esos hechizos, esperaba que Cillian no tuviera ninguna clase de problema o percance para poder vincularse con éxito al Libro de los Ancestros.

Rinuhura asintió ante la respuesta del Haughton, recordando a sus propios Ancestros. Aquellas figuras que admiraba por encima de todo, seres que le enseñaron a controlar el poder y el conocimiento que le transmitieron en sus años como pupila. Millones de imágenes corrieron como el carrete de una película delante sus ojos, dando un paso al costado para mirar con más exactitud donde estaba ubicado su aprendiz. — El poder no es sencillo de controlar y el conocimiento, no solo pasa de una generación a otra. Usted mismo ha generado parte del conocimiento que posee, ¿no lo ha pensando en algún momento de su existencia?—sonaba francamente reflexiva y al mismo tiempo dubitativa. No era la clase de Uzza que indagaba demasiado en la vida de los que acudían a ella para vincularse al Libro de los Ancestros, pero la charla se prestaba para hacer un poco más llevadera la situación. Reconocer a una persona que valora las raíces de las que proviene, no era algo que se diera en una maceta o en las ramas de los arboles como un fruto difícil de cosechar o producto de una ilusión imposible de cristalizarse. — ¿Tiene alguna inquietud, respecto al uso de los hechizos que acabo de explicarle?—la duda afloro de sus labios como lo hacen los retoños luego de una cruda nevada. El asegurarse de que todo le quedará claro era una de sus labores como Uzza, porque de ello dependía que el manejo de todos esos conjuros dentro del duelo final fuera efectivo y no diera espacio para que los errores se colarán como la humedad por las paredes que era la morada que comenzaba a cimentar con todo lo que iría aprendiendo dentro de esa clase. — El Kansho que le explique hace unos instantes, no puede ser usado dentro de un duelo. Pero el que citaré ahora si, puede serle de suma utilidad dentro del campo de batalla—admiraba la belleza de la daga que tenía en su mano— Es un hechizo no verbal y el invocar la misma, no consume acción alguna. Es capaz de absorber un ataque mágico de hasta el nivel de un Ángel Caído/Demon Hunter y devolverlo inmediatamente al agresor que lo lanzó en su contra—deslizaba las yemas de sus dedos por el borde afilado de su daga. — Solo puede ser usada una vez por turno, la duración es de tres turnos y solo puede ser invocada una vez por duelo a menos que ostente el nivel 45 o superior, entonces podrá invocarla dos veces y no detiene hechizos que estén equipados con la Vara de Cristal—le miraba con atención. Detectando cierta duda en los ojos del hombre, quizás demasiado poder era difícil de entender de una y le permitiría procesarlo con calma— La Vara de Cristal, es un conjuro equipable y verbal para invocarla. Dicha invocación, no consume ninguna acción—comentó dejando por un breve instante de lado el Kansho. — La varita mágica del mago crece hasta convertirse en una vara o bastón de un material mágico irrompible con apariencia de cristal, cuyo aspecto y color será de la elección del invocador y diferente a la de otros magos. Es capaz de imbuir de poder un rayo convirtiéndolo en efecto. No es posible utilizarlo en el mismo turno que otros hechizos similares como lo son el mortis o el tripio—haciendo hincapié en un pequeño detalle— Solo puede usarse una vez por turno, durando tres y solo puede ser invocada una vez por duelo y si se pose el nivel 45 o superior, serán dos veces—guardaba silencio dando por concluida su perorata.

Gracias a los Ancestros existían historias que contar, nexos que se afianzaban con cada generación que nacía y llevaba consigo esas enseñanzas allá a donde iban. Delante de ella estaba un hombre dispuesto aprender todo lo que el libro de los Ancestros contenía en su interior, entregándose a las demandas que el mismo le exigiera para alcanzar dicho objetivo. — Arena mágica del desierto, si la sopla contra los ojos del oponente su visión se vera afectada por un tiempo y desaparecerá. Pero la recuperara tras cinco segundos de forma paulatina, visión doble y borrosa hasta que se restablezca por completo—le enseñaba un frasquito que llevaba colgando en su cuello— La misma se agota, pero se rellena al transcurrir las horas, para poder emplearla nuevamente dentro de una situación de batalla—explicó llevando sus ojos hasta el anillo que tenía en su dedo anular—Anillo de Presencia—apuntaba a la cavidad que tenía el mismo— Aquí dentro de genera una esencia que al entrar en contacto con su mano, le permite a una sola gota derramada en cualquier lugar darle acceso a todo lo que ocurre y observarlo con lujo de detalles—sentenció. — Aunque el lugar se encuentre distante o protegido, basta una simple gota en una carta enviada por una inofensiva lechuza para poder ver todo con detalle lo que ocurre en el sitio que recibió la misiva—aquello daba un poder ilimitado de entrometerse por decirlo de una manera no tan invasiva—Kansho—apareció la daga en su mano— Es tan poderosa que es capaz de cortar diamantes con un pequeño y simple roce. Su empuñadura es de plata con orfebrería en oros blancos y dorados, diamantes y esmeraldas—daba una breve reseña del aspecto del arma—Absorbe la magia de los enemigos y retiene los hechizos, para ser usados en el futuro, aunque no se posea el nivel para ejecutar dichos conjuros que la daga ha absorbido—Rinuhura sujetaba la propia con fuerza y determinación. — Amuleto anti robo, posee la forma de una porcelana que representa al dios griego Hermes con su casco alado. Impide que se pueda robar en los lugares en donde se encuentra colocado. Puede proteger una mansión o negocio, asimismo sirve para proteger las bóvedas trastero—saco el amuleto de una bolsa de cuero que llevaba para enseñarlo a su aprendiz— ¿Para usted que significado tienen los Ancestros en su vida, @ Cillian Haughton ?—dejaba la duda flotando en el aire. Esperando una respuesta que le dejará satisfecha, aunque cualquier cosa sería buena sin duda.

Los huesos de los antiguos Uzzas, yacían debajo de sus pies. Siglos de enseñanzas, ellos descansaban tranquilamente, satisfechos por la labor realizada en su paso por el mundo de los vivos. Las raíces que les habían dado vida a los inmensos árboles que estaban rodeando a la mujer, le brinbadan una sombra que apenas alcanzaba las plantas de sus pies. — Cada uno ha dejado un legado invaluable, espero que este aprendiz pueda valorarlo como es debido—la Uzza murmuraba. No deseaba que su voz fuera percibida por algún extraño, guardándose para ella su verdadero sentir. Cillian Haughton sería su aspirante para vincularse con éxito al libro de los Ancestros. Le entusiasmaba en cierta medida poder usar la Daga Kansho, además del resto de los amuletos que traía consigo. Pondría especial énfasis en que su pupilo manejara con destreza aquella afilada arma. Poniéndolo a prueba en todo momento, dando paso a las presentaciones tras enviar la misiva que revelaba el sitio donde se encontrarían— Dos árboles gemelos de unen por sus copas, debajo de ellos se proyecta una sombra. Espere a que la misma sea del tamaño del ojo de un cíclope, luego toque la misma con la punta de su calzado y vendrá ante mi presencia—aguardaba la aparición del hombre. Admirando la belleza del sitio que le rodeaba, intentado no sentir pesar por el daño que causaría en este. Recomponer lo que es había estropeado, no era sencillo pero si se contaba con el poder debido para ello los frutos que se obtendrían serían gratamente satisfactorios para Runihura. @ Cillian Haughton

Libro de las Auras Aprobados Emily Karkarov Goderic Slithering