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Runihura

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Todo lo publicado por Runihura

  1. Sus alumnos tardaron en llegar más de lo esperado. El primero de ellos era un vampiro al cual, si su memoria no fallaba, había llevado a una aventura a un templo en busca de una reliquia. Seguramente no se sorprendería cuando le explicara lo que tendrían que hacer en esa clase, aunque quien sabe si pudieran lograr el objetivo, no era nada sencillo que les pediría hacer. Minutos más tarde llego otra de sus alumnas, a ella también la conocía. Le llamó mucho la atención que no estuviera acompañada de su pareja puesto que las ultimas clases siempre habían estado juntos. Y por último un joven mago al que no recordaba haberle dado clase, pero que si estaba ahí era porque había cumplido con todos los requerimientos y era digno de que ella le enseñara. —Bienvenidos— Dijo saludando a los recién llegados. —Como se habrán dado cuenta, ya que espero hayan leído el libro, cuando termine la clase tendrán acceso a unos poderes y hechizos que si se los usa sabiamente pueden evitar desastres… y si, por el contrario, son mal usados, crearlos. —El fuego compacto sin duda alguna era un arma poderosa y aunque su pueblo no estaba del toco contentos en compartir ese conocimiento, eran sus propios pactos quienes los obligaban. —Pero el como los usen, depende de ustedes, depende de cuanto quieran vivir… de cuan humanos quieran ser o de que tan cuerdos quieran estar. El Fuego Compacto, combinado con, Artes oscuras o Defensa contra las Artes Oscuras… les otorga el poder de destruir una ciudad entera si así quisieran. Pero, ¿están dispuestos a pagar el precio? Bueno, creo que eso solo ustedes, llegado el momento, lo sabrán. —Añadió. Ese hechizo, de momento no lo practicarían, quizá en la aventura que estaban por tener alguno de ellos se atrevería a usarlo, no lo sabía, de momento, lo único que podía hacer era ponerlos sobre aviso, enseñarles lo que les podría pasar si se atrevían a hacerlo. —El uso del único amuleto que trae el libro ya lo han usado con sus dragones. Sr. Ragnarok, tendrá la oportunidad de hacerlo cuando partamos al verdadero desafió de la misión a la que les pediré me acompañen. —Dijo en dirección al mago que no había llegado en los lomos de aquellas criaturas tan magnificas. Observó a los otros dos dragones del lugar notando que eran aun jóvenes, no tenían la estatura imponente de Ryu. —Los otros hechizos son una variación del Ignea y del cantar de Eleboro. —Empezó a explicar rápidamente lo que esperaba que ellos ya hubiesen leído antes de presentarse en su clase — el Ignea Maxima, esta invocación confiere inmunidad al fuego sobre uno mismo o alguno de sus compañeros. El himno de Elboro, también es una invocación y nos protege los sentidos, también pueden proteger a alguien más que este a su lado. —hizo una pausa repasando los hechizos —Además tenemos al Mutis un rayo cuyo efecto es muy similar al Silencius, solo que su efecto es más prolongado. Y por último, mi favorito, el Fuego compacto, así sin combinarlo con otros conocimientos, es como una barra de luz que desintegra todo lo que toca. Borra cualquier hecho del espacio y el tiempo. Anularía la acción inmediatamente anterior del oponente, como si nunca se hubiera producido. También anula la propia acción en la que se lanza el fuego compacto, es decir, no consume acción. —Repaso en su memoria y por el momento eso era todo. —Bien, ahora si la parte divertida de esta clase —dijo con una gran sonrisa en el rostro. —A muchos kilómetros de distancia de la costa, se encuentran unas islas. Nuestro pueblo las tiene protegidas por diversos encantamientos ya que en ellas habitan una colonia de gigantes, en realidad son varias, pero su convivencia la mayor parte del tiempo es pacifica—Dijo mientras acariciaba con ternura las escamas de Ryu, quien dormitaba, aburrida de tanta palabrería de Runihura. —Bueno pues hemos recibido un informe, no esta aun confirmado, pero un Nigromante esta haciendo de las suyas. Imagino que quiere probar cosas nuevas, experimentar. El punto es que nos han avisado que se ha visto un inferí de gigante. Aun no llega a las colonias pues el cementerio queda bastante lejos, así que nosotros cuatro, vamos a acabar con él… —Terminó de explicar y luego añadió. —¿A que suena divertido? ¿Han visto un inferí de gigante? Yo nunca. —Con gran habilidad trepo por el lomo de la criatura —A que esperan… vamos. Sr. Ragnark, usted conmigo, por favor procure que Ryu no nos haga caer en el camino. Es en esa dirección — añadió apuntado primero hacia el este y luego como percatándose del error corrigió de inmediato señalando hacia el noreste. Si bien, la guerrera no les había dicho toda la verdad, puesto que en el informe decía que había más de un inferí, no quería asustarlos todavía, además tenían tres dragones… ¿que de malo podía pasar? —Casi lo olvido — Dijo lanzándoles una manilla con un cristal en cuyo interior había arena del Monte Catalina. —Si algo sale mal, rompan el cristal y aparecerán en un lugar seguro, a su elección. — Aquel artilugio solo serviría durante su clase, luego se convertiría en polvo. —¿Alguna duda? —Preguntó y luego añadió sujetándose de Hades —Cuando guste Sr. Ragnarok. — Dicho aquello el variopinto grupo de magos y sus dragones, levantaron el vuelo. @@Hades Ragnarok @ @
  2. Días Antes. La frente de Rinuhura estaba perlada de sudor, realizó un ágil movimiento doblándose hacia adelante para evitar que su contrincante le asestara un golpe que la hubiera dejado sin aire. Se incorporó rápidamente y esta vez fue ella quien, tomando algo de impulso, le propino una certera patada a la altura de los riñones del adolescente, quien se retorció del dolor, pero sin bajar la guardia intentó golpearla nuevamente, esta vez el resultado fue que Runihura logró inmovilizarlo contra el suelo. A su alrededor los demás jóvenes hacían barra a los contendientes, ella ya solo esperaba que el chico finalmente se rindiera, en sus labios estaba dibujada una sonrisa. —Ya ríndete— Dijo con voz divertida sin soltar el agarre. La pelinegra llevaba entrenando a los más jóvenes de la tribu por al menos dos horas y aunque la superaban en número, aún tenía la energía suficiente como para vencerlos sin problema, eso debido a los años de entrenamiento que tenía. —Aun no—Respondió el testarudo muchacho, que por orgullo no aceptaba la derrota. Entonces las voces se callaron y el círculo que habían formado alrededor de ellos se abrió dejando pasar a un anciano. Todos lo miraban con un profundo respeto. Cuando la Teferin se dio cuenta de quien era, soltó a su alumno y se incorporó. Si Gahíji se había tomado el tiempo de ir hacía ella seguramente era algo importante. —Runihura. —La saludó de forma educada y luego sin más fue directo al asunto que lo había llevado a buscarla. —Tendremos nuevos alumnos y deseo hacer un cambio. Impartirás el libro de Hermes Trismegistus y yo el de las Auras. Sería un favor personal.— Dijo sin dar más explicaciones. —Si deseas el cambio seguro es algo importante, esta bien. Necesitaré ayuda para una misión después de todo —Dijo pensando en las posibilidades. El anciano Guerrero ya casi había llegado a la salida, así que Runihura levantó un poco la voz para que lo escuchara. — Pero me debes una... —Un favor que estaba segura cobraría en algún momento. —La Clase terminó, no estaré un par de días, pero enviaré a alguien para que me cubra. —Dijo a la clase y luego sin más desapareció. Actualidad. La guerrera estaba vestida con el atuendo que usaba para una batalla, un peto de cuero, una falda con tiras de cuero, sus amuletos, su largo y lacio cabello estaba trenzado y como siempre iba descalza. No muy lejos de donde ella estaba Ryu de pie, una hermosa Colacuerno lucía algo aburrida de esperar. Deseaba que sus alumnos cumplieran con sus requisitos, después de todo si habían llegado hasta esa clase lo más probable es que tuvieran acceso a una de esas magnificas y feroces criaturas. El día que se enteró que sería ella quien daría la clase envió un pergamino a cada alumno, indicándoles el lugar en el que se reunirían, El Monte Catalina, la hora y una indicación muy importante. Junto con el libro que les daba acceso a los conocimientos de Trismegistus, venía un amuleto hecho de oro cuya forma era un dragón, tenían que usarlo ya que de ser posible los tres magos y la bruja que tendía como alumnos, deberían llegar en un dragón. —Tranquila ya no deben tardar en llegar. —Dijo hacia la dragona quien bostezaba. Runihura también estaba usando el Amuleto de Dragón para poder comunicarse con Ryu. @ @ @ @@Hades Ragnarok
  3. Libro de las Auras Noviembre 2020 Aprobados Arya Macnair Matthew B. Triviani No Aprobados --
  4. Runihura

    Prueba Libro de las Auras

    Evaluar el uso y destreza de la magia de las Auras no siempre era tarea fácil, sobretodo teniendo en cuenta que el uso de éstas no se limitaba a la mera capacidad de convocarlas, sino también a la estrategia: como todo en la guerra, saber usarlas era un arte. Contrario a lo que su alumno Triviani pudiese pensar, era menester saber cuándo convenía utilizarlas y cuando no, porque era iluso y hasta peligroso pensar que sólo podían traerle beneficios a quien las invocase. Sin embargo, luego de tanto tiempo, la joven Uzza ya estaba acostumbrada al raciocinio limitado de los londinenses quienes más veces que no carecían de la capacidad de ver las cosas anagrámicamente. Para la ocasión, Runihura había optado por recurrir a una de sus viejas estrategias. Matthew y Arya deberían aparecerse al mediodía en el punto más alto del Machu Pichu, allí donde el aire era tan delgado que respirar costaba el doble y el frío era tan intenso que ni el sol era capaz de calentarlos. Las circunstancias climáticas, sin embargo, no eran más que un detalle, dado que el verdadero enemigo aparecería unos cuantos minutos después de que los magos hiciesen presencia. Para entonces, la Uzza ya les habría dado las indicaciones pertinentes y se habría desaparecido para observar el desempeño de ambos magos desde lejos. – Buenos días. Espero hayan practicado. Las reglas son sencillas, incluso para ustedes, la idea es practicar la mayor cantidad de Auras posibles pero siempre haciéndolo de manera justificada, que no me interesa ver un espectáculo de luces sino saben cuando utilizarlas y cuando no. – les había dicho. Sin más, se había ido. Poco después aparecerían criaturas de las montañas con habilidades mágicas muy similares a las de un humano; criaturas que tenían la orden de la muchacha de atacar sin piedad y defender sin despilfarro. El balance al final de la batalla determinaría si el Triviani y la Macnair se habían hecho legítimos acreedores de una de las magias más complejas de su pueblo. Off: No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. A los propósitos de este duelo, ambos serán un único equipo vs. las criaturas de las montañas, que actuarán como NPC's manejados por ustedes. A los efectos de este duelo, todas las auras tendrán una duración máxima de 2 turnos para el equipo. Duración del duelo: Del 17 al 25 de Noviembre, inclusive. Nos guiaremos por las reglas de duelos existentes. Hechizos: Neutrales, Graduados, y los Libros de Hechizos hasta Auras (con especial hincapié en este último). Están prohibidos los Off. Consultas, dudas o sugerencias, al topic correspondiente. @@Arya Macnair @
  5. – Quizá me he mal expresado. – dijo, indiferente, la joven Uzza. Sus orbes reflejaron claramente la luz del Aura de la Muerte invocada por la muchacha, el verde fosforescente claramente foráneo contra el cielo. – El momento en que entran en acción las auras es independiente a la extensión en el tiempo de los ataques previamente ejecutados. Tomando su ejemplo, si usted conjurase un Morphos contra uno de mis compañeros y yo, a continuación, utilizase un Aura de los Fantasmas tan bella como la que su compañero ha traído frente a nosotros para defenderlo, entonces mi compañero podría defenderse de su ataque en virtud de mi arma dado que esta toma efecto para él posterior a mi acción. Debe entender las líneas temporales de ambas cosas de manera separada. La duda que la Macnair le había planteado era en extremo válida, y una con la que frecuentemente se encontraba mientras discutía las disquisiciones de aquel complejo libro. Sin embargo, cualquier concepción teórica no era más que una base para la aplicación del conocimiento, puesto que ambos pupilos verían en cuestión de momentos que tan compleja podía volverse la dinámica de un combate entre varios participantes cuando las Auras aparecían. – La forma en que están redactados los libros de mi pueblo muchas veces es compleja para la ambigüedad con la que los británicos como ustedes muchas veces interpretan los textos. En efecto, como usted ha señalado, sólo puede haber una única aura presente en un determinado momento en un combate, tal y como lo señala el libro. – Runihura volvió a asir su varita frente a ella. – La magia que se esconde detrás de las auras es extremadamente densa; su poder satura del aire y genera que cualquier otra aura no pueda existir sino acaba con la preexistente primero. La joven Uzza contempló a sus alumnos por un momento. Ambos habían sido capaces de materializar la conexión con su varita en la magia detrás de las auras con sumo éxito, y sin embargo debía asegurarse de que su comprensión de las mismas esa precisa y puntual antes de evaluarlos con criterio final si luego quería aprobarlos. – Señor Triviani. – dijo, mirando a su alumno – Entre el Aura de la Inmunidad y el Aura de la Confusión ¿Cuál le parece una mejor estrategia y por qué? – de manera más sutil, le estaba preguntando que forma de limitación de los poderes consideraba más provechosa. Posteriormente, se dirigió a la Macnair. – Señorita, ¿qué considera mejor usted, aumentar sus propios poderes por medio del Aura del poder o limitar los de su enemigo con el aura que acaba de conjurar? << Finalmente, quiero la opinión fundamentada de ambos, respecto de si piensan que las Auras en un combate son algo netamente útil o más bien contraproducente. Es una línea a veces difícil de trazar, pero es fundamental que además de ser duchos en el contenido de los libros de mi pueblo, puedan ser estrategas también. >>
  6. Runihura se esperaba aquella respuesta, ellos no eran los primeros Londinenses con los que trataba, por lo que trato de ordenar mentalmente cuales serían los primeros temas a tratar, por lo general a ella le gustaba ir directo a que ellos se empaparan con la invocación de las Auras, pero en esta ocasión lo haría distinto. —En efecto, señorita Macnair, El libro de las Auras, les presenta 6 Auras. —hizo una pausa, paso de estar mirando a la mujer presente a posar sus ojos en el chico, para que no sintiera que solo le estaba enseñando a la pelirroja. —Ellas son Aura de la llama del Fénix, Aura de muerte, Aura de poder, Aura del Escudo Fantasmal, Aura de confusión y la Aura de Inmunidad. —sus dedos de la mano se iban moviendo conforme mencionaba cada una de las auras. Era también una forma de decidir cuál sería la primer Aura que les presentaría, su favorita era el Aura de Inmunidad, pero para llegar a ese momento la clase debería seguir fluyendo como hasta ahora, por lo que siguió hablando, esta vez enfocada en la pregunta que la mujer de cabellos rojizos. —Con respecto a su pregunta, se podría decir que existe una conexión entre la varita y el poder del mago y siguiendo con la clase, es mi deber decirles que las Auras no se activan al momento de ser invocadas, si no después de la última acción de su respectivo ataque/defensa. Hizo una pausa por si había alguna duda con respecto a lo que acababa de decir y volvió a proseguir con algunos datos que ya venían escritos en el libro, pero no era de menos recordárselos ella a los jóvenes que tenía al frente. —Las auras no pueden intercalarse y ninguna Aura puede superponerse a otra, esto quiere decir que al momento de que alguien activa una nueva Aura cuando esta una activa, la primera deja de existir. Es momento de poner en práctica las Auras, para eso deben concentrar su energía y dejarla fluir hasta su varita. Runihura levanto su varita y apunto a sus alumnos. —Aura de la llama del Fénix Se concentró en el aura y tras invocarla un fénix de luz envuelto en llamas apareció sobre sus alumnos. Del pico del ave salió filamentos de luz que envolvieron a sus alumnos. —El efecto que tiene esta aura es el evitar que otros magos puedan usar magia tenebrosa y su poder sea inferior. Ustedes creen poder mostrarme las auras de la muerte y el Aura del escudo Fantasmal.
  7. Octubre 31. Habían pasado dos días desde aquel momento en el que había dejado a sus últimos alumnos enfrentarse a magos tenebrosos dentro de los terrenos de aquel orfanato. Ahora se encontraba sentada a mitad de una gran junta con todos los Guerreros Uzza que impartían los conocimientos en poderes de su pueblo, aquel era el momento de intercambiar información sobre los diferentes alumnos que habían tenido durante sus clases. Para ella era una forma de compartir entre Guerreros con que clase de alumnos se encontrarían en los próximos meses o días. Cuando la junta terminó, se puso de pie, sacudió sus ropas quitando el poco de tierra que tenía en ellas y caminó hasta sus aposentos. Al entrar a la habitación se sentó frente al escritorio donde tenía varias hojas en blanco y una carta sellada por parte de la Dirección de la Escuela de Magia y Hechicería, donde le avisaban que de nuevo ese mes iba a dar clase. Tomó una pluma, tinta y un par de hojas en blanco y garabateo unas cuantas líneas en cada una de las cartas que iba a enviar a sus alumnos, en aquellas líneas les indicaba el lugar y la hora en la que los encontraría para empezar su clase de las Auras. Mientras terminaba de redactar cada una de las cartas que iba a enviar, por la ventana se asomo una pequeña lechuza parda, tenía los ojos muy grandes y azules, no era otra que una de las lechuzas del colegio. Por lo que, Runihura, abrió la ventana y dejó pasar a la ave a la cual alimento antes de darle las instrucciones de llevar aquellas cartas a 2 destinatarios diferente. —A ver pequeña, necesito que entregues esto. —Dijo empezando a amarrar las cartas en las patas de la lechuza. En cuanto el ave emprendió el vuelo, ella se dispuso a preparar todo para la clase, los encontraría en el sitio indicado en los primeros días del siguiente mes, su última clase le había dejado la enseñanza de que siempre debía saber cuáles eran los conocimientos previos de sus alumnos para poder partir de ahí. Varios días más tarde. El frío que se podía sentir en aquel lugar era el peor que había sentido desde que llegó a Londres, varias veces había cambiado de atuendo, al final optó ir como siempre iba vestida, con su atuendo para batallas, un peto y falda de tiras de cuero mágico, por lo general nunca usaba zapatos ahora llevaba puestas unas botas de color negro, en sus manos se encontraban todas las joyas que representaban a su pueblo. Su mirada estaba puesta en uno de los grandes edificios que rodeaba la zona en la que se encontraba, más cerca de donde ella se encontraba habían diferentes árboles y vegetación, justo se encontraba de pie a la mitad del bosque, unos pocos metros más al norte encontrarían un enorme lago, varios metros al oeste una gran reserva animal y al sur se encontraban las pirámides de una antigua civilización. Prefirió reunirse con sus alumnos en un punto medio, debía compartirles algunas indicaciones sobre el libro que impartía y conocer lo que sabían ya del libro. Además que ellos iban a elegir hacia dónde ir, aunque ella tenía interés por las pirámides dejaría que fueran sus alumnos los que eligieran hacia dónde ir. —Les estaba esperando. —habló con una sonrisa en los labios cuando les vio llegar —Tenemos poco tiempo para todo lo que tenemos que aprender, así que demos inicio. Se les quedó mirando, la sonrisa con la que les había recibido se borró, debía ponerse seria para transmitir sus conocimientos, sabía que los magos londinenses no se tomaban muy enserio a las personas con un cuerpo tan infantil como el de ella. —Antes de iniciar, ¿qué es lo que saben del libro de las Auras? @ @@Arya Macnair
  8. Libro de las Auras. Aprobado. Nathan A. Weasley. No Aprobado. Elvis F. Gryffindor
  9. Runihura, soltó un suspiro con pesadez cuando sus alumnos imitaron lo que ella había hecho, al parecer ninguno había leído con atención el libro, estaba por regañarlos, pero el tiempo apremiaba, y debían seguir avanzando por lo que en lugar de llamarles fuertemente la atención como lo hubiese hecho en otro momento, antes de llegar al último punto de aquel recorrido se dedicó a hacerles saber algunas cosas sobre las Auras que habían pasado por alto. —Las Auras no consumen acción y estas se activan en el siguiente posteo. No lo olviden durante la batalla. —dijo y volvió a guardar silencio mientras miraba como las nubes del cielo buscaban tapar la luz de la luna que iluminaba un gran valle entre lo que era el panteón y el orfanato. Aún estaban en terrenos de los Riddle, terrenos que deseaban ser recuperados por los seguidores del último Riddle con vida hacía varios años. —No tardaran en llegar, creo que ha llegado el momento de demostrar que tanto han aprendido a invocar un aura. Les entregó un trozo del fruto del Árbol de fuego para que recuperaran sus energías y pudieran tener una batalla con las personas que no tardarían en llegar. Runihura no se iba a quedar en la batalla por lo que antes de abrir un portal que la llevaría a ponerse a salvo de aquel sitio sus ojos y todo su cuerpo fueron dirigidos al Gryffindor, aún le debía respuesta a una de sus preguntas. —La vara de cristal no tiene efecto alguno en las auras, la vara de cristal convierte los rayos en efectos, las auras son invocaciones, así que el usar la vara de cristal no tendría efecto alguno. —aquellas habían sido sus últimas palabras antes de cruzar el portal, si regresaban con vida de aquel enfrentamiento, bien valía la pena les certificarán el libro de las auras para que pudieran hacer uso de ellas en un futuro próximo. ———— ° Detalles del Duelo ° Luego de sus primeros posteos, mediante una nube de humo negra aparecerá un grupo conformado por 5 mortifagos, 1 Nigromante, 1 MO, 1 Tempestad y 2 bases, quienes los van a atacar con 1 vitae de oso, 1 morphos de jaguar como protección y lanzaran Conjuntivitis al segundo que postee, Sectusempra al que postee en primer lugar y Absorvere en la muñeca del que postee en segundo lugar. Tras llegar a sus posteos 8 y 9 el Nigromante usa Seneca contra el que postea impar y Confundus contra el que postea par. Durante el rol pueden ir generándose ataques que crean necesarios que los pongan en situación de una batalla real. ° Aclaraciones° No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 23 de octubre al 29 de Octubre Nos guiaremos por las reglas Nuevas de duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el libro de las Auras) Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic del Libro del libro de las Auras.
  10. Las horas pasaron hasta que por fin pudo notar la presencia de las dos personas que le harían compañía en aquel lugar. Ambos habían llegado hasta ella con minutos de diferencia, el aura que transmitían parecía ser de personas con mucha luz interior, así que sonrío para sus adentros. La voz que se escuchó llamándola por su nombre antes de que abriera los ojos se le hacía conocida. ¿Donde es que había escuchado antes aquel color de voz? No la reconoció hasta que al abrir los ojos se encontró con la figura del Gryffindor. Se puso de pie para dar inicio a la lección, una lección que bien podía iniciar preguntando ¿qué era el aura? para cada uno, pero la verdad es que aquella clase no se trataba de analizar los conocimientos teóricos que llegaran a tener sobre diferentes temas, más bien de poder practicar los poderes que venían en cada uno de los libros, en el caso de ellos, tendrían que empezar a practicar para invocar una o dos auras por cada uno. —¿Alguno le ha dado una pequeña leída al libro de las Auras? —preguntó mientras caminaba directo al interior del orfanato. —Como pudieron ver previamente, el libro de las Auras nos presenta seis auras diferentes, les hablaré de manera general de cada una y ustedes después invocaran una. Se detuvo frente a la puerta de una habitación cerrada, puso su mano en el picaporte y la abrió siendo ella la primera en cruzar la puerta, al otro lado de aquella puerta ya no se encontraban en los terrenos del orfanato, pero sí muy cerca, se encontraban en el panteón donde se encontraba enterrada la familia Riddle y gran parte de los seres queridos de la gente del pueblo. —Aquí está enterrado el padre de uno de los magos más temidos en el mundo mágico. —soltó el dato como quien estaba de paseo y no dando una clase. —Como les venía diciendo, hay seis auras, las cuales son Aura de la llama del fénix, aura de la muerte, aura de poder, aura del escudo fantasmal, aura de confusión y mi favorita, el aura de inmunidad. La guerrera a mitad del panteón movió su varita concentrándose en invocar el aura de la inmunidad, para invocar cada una de esas auras tenían que consumir parte de su poder interior, por lo que sólo podían invocar un aura por vez, pero en aquella ocasión y por estar en su clase les iba a dar un trozo del fruto que daba el árbol del fuego que les abastecería las energías para invocar una segunda Aura. —Aura de inmunidad. Tras mencionar aquellas palabras, de su varita salieron filamentos de luz violeta que empezaron a formar una Sirena la cual al empezar a cantar creo un campo de protección que si en ese momento se encontraran en batalla sobre esta no habría cambio alguno, sin embargo no les dejaría invocar alguna otra aura. —El aura de inmunidad le impide invocar cualquier otra aura por 10 turnos en una batalla, es preferible que las auras sean usadas en batallas. —les dijo a sus alumnos antes de desaparecer el aura —¿Qué les parece si me muestran el aura de la llama del fénix y el aura de la muerte, señores Gryffindor y Weasley?
  11. Pequeño Hangleton. Inglaterra. 2020 En aquel poblado, en la cima de la colina más grande se encontraba un gran edificio en el que se podía leer con exactitud, Orfanato Hangleton, el exterior de aquella edificación tenía toda la fachada de que alguna familia con recursos había vivido ahí, y la gente que creía eso no se equivocaba, en aquel lugar varios años atrás vivía una familia acaudalada que habían muerto de una manera poco común, ya que nunca encontraron las verdaderas causas de muerte, y es más años más tarde la persona que cuidaba aquella propiedad con recelo había muerto por las mismas causas desconocidas. Por años se creyó que aquel lugar estaba maldito -aun se cree que lo esta-, no fue hasta que una joven pareja se encargó de remodelar aquel lugar en su interior, haciéndolo lucir más cálido y haciendo que las personas que lo visitaran olvidaran la desgracia que acompaño a la familia que ahí vivía, para darle el uso que actualmente se le da. Que no es otro que salvaguardar y proteger a niños que se han quedado sin padres, para brindarles de esa forma de educación, alimento y techo hasta que se pudieran hacer personas capaces de ganarse su propia comida. Runihura, la guerrero Uzza, antes de partir a la escuela Uagadou, había visitado aquel lugar, había escuchado con mucha atención la historia que se narraba en aquel sitio. Poniendo demasiado interés sobre todo en el que no habían encontrado las causas de muerte de aquella familia, ella no necesitaba saber más para descubrir que aquellas muertes se debían a causa de un mago, así que se retiró del poblado para seguir con su viaje. Un año después, de aquella visita y tras un largo tiempo relajada y meditando sin ser molestada por nadie, decidió que su siguiente clase del libro de las auras sería en aquel lugar, casualmente, el orfanato no iba a tener ninguna persona en su interior, por que un alma caritativa les había regalado entradas para la feria, lo que dejaría aquel edificio sin la presencia de algún muggle. La Uzza, envió dos notas exactamente iguales, no era una mujer expresiva y si sus alumnos la vieran en persona, dirían que ni siquiera alcanzaba el título de mujer por que ante los ojos de cualquiera, Runihura tenía el cuerpo de una niña de 13 años, aun así su carácter era lo que la hacía distinta a los demás Uzzas. Su cabello negro como la noche, perfectamente trenzado reposaba sobre su hombro derecho mientras esperaba a sus alumnos. En una posición de flor de loto, mientras cerraba los ojos visualizaba a su alrededor el aura de la inmunidad, sólo la visualizaba en su cabeza, ya que no había usado su varita para invocar alguna de las auras que presentaba el libro que ella trataba de transmitir. El canto de la sirena que aparecía al momento de invocar aquella aura, la hacía sentir con mucha paz, así que por esa razón había visualizado aquella Aura, solo trataba de tener su mente tranquila.
  12. Libro de los Ancestros julio 2020 Suspendido. Keaton Ravenclaw
  13. ¿En serio le estaba diciendo como dar su clase? Runihura tenía la ceja derecha alzada mientras esa pregunta rondaba por su cabeza, ¿qué se estaban creyendo estos magos londinenses? No dijo nada ante aquello y dejó que la clase fluyera, mientras escuchaba los datos íntimos del esposo del vampiro. Nunca había escuchado a alguien decir que los usaría para cegar momentáneamente a su pareja para coquetear con alguien, así que le pareció una forma muy curiosa de usarlo. Estaba por preguntarle si aquel uso era una broma de su parte, ya que ella lo usaría para cegar a los guardias de algún lugar al que quisiera robar, pero regresó de aquellos pensamientos en los que se había sumergido para escuchar sobre lo que pasaba en Londres. —¿Enserio crees que no estamos al tanto de lo que sucede en aquel lugar? Las acciones del Ministro Black no fueron del todo bien recibidas, no por la comunidad mágica ni como para los no magos. —la guerrera uzza cruzo los brazos mientras lo miraba fijamente. —Te he pedido que me muestres lo que hay en aquel lugar, ¿qué esperas, Es que acaso no quieres aprender otros poderes? Una sonrisa maliciosa apareció en el rostro de la mujer de cabello negro, aunque seguramente a los ojos del vampiro quien le llevaba años de vida, sólo era la sonrisa de una pequeña niñita que trataba de parecer alguien malvada a los ojos de los demás. La Uzza salió del río y avanzó hasta la entrada de un sendero que los llevaría de regreso a las instalaciones del colegio Uagadou, lugar en el que tenía el busto de Hermes, quien cuidaba sus pertenencias. —Mr. Ravenclaw, por favor sígame, voy a mostrarle algo muy preciado. Apenas entraron a los terrenos de Uagadou, Runihura se quedó viendo el lugar donde guardaba sus cosas, lugar que era custodiado por Hermes, así que le iba a pedir a su alumno fuese por algún objeto que no era necesario para la clase pero que con eso él viera el poder de aquel busto del Dios griego mensajero. —Disculpe, Mr. Ravenclaw, ¿Conoce la historia de Hermes? —soltó la pregunta y sin esperar respuesta alguna siguió hablando. —En aquel lugar, —señaló el aula donde guardaba sus pertenencias —existe una carta que quisiera que envíes con una gota del anillo de presencia para ver qué pasa al interior del Ministerio Inglés, ¿podría ir por ella y enviarla? Le dio la espalda mientras se ponía a levantar algunas cosas que necesitaba para practicar hechizos con el mago.
  14. Aquella mañana había intentado ajustar su vestimenta a algo mas acuerdo a su edad, pero desistió a los minutos de habérsela probado, por más que cambiara de look, en apariencia seguía siendo una niña de 13 años. Bufó con pesar acerca de esa situación, pero como no tenía de otra, regresó a sus ropas de siempre, un peto de cuero y una falda hecha de tiras de cuero y partió al lugar en el que había citado a su alumno. En el lugar, sus pies podían sentir el agua del río fluir bajo ellos, estaba por tomar asiento cuando vio a Keaton Ravenclaw aparecer frente a ella. Sus ojos brillaron, la última vez que había visto al vampiro, lo vio perdido en sus pensamientos por lo que había tenido que prescindir de él. —Nos volvemos a encontrar, Ravenclaw. —la pelinegra miraba a su alumno con una sonrisa a boca cerrada. Al mirarlo trataba de recordar lo que ya le había mostrado la última vez que se habían visto, entre sus memorias estaba el anillo de presencia, así que esa parte sería lo primero que le pediría que le mostrará para ver si le había quedado claro el uso de aquel anillo. —¿Conoces en carne propia los efectos de la Arena mágica del desierto? —le preguntó un segundo antes de vaciar el contenido de su frasco en su mano para así después llenarle la cara de arena mediante un soplido. —Ahora que sabes los efectos que produce esta arena en ti, ¿podrías decirme en que momentos la usarías? Runihura bajo de la piedra en la que se encontraba de pie, ahora el agua le llegaba poco arriba de la espinilla aquello le parecía tan refrescante gracias al calor que estaba haciendo en aquel lugar que invitó a su alumno a ingresar al río. —Ven, acompáñame, te refrescaras en lo que me cuentas y me muestras lo que ocurre en estos momentos en Londres.
  15. @@Hayame Snape Potter Black @@Anthony Ryvak Dracony Hola chicos. Les llega un poco tarde esta respuesta, pero como bien lo ha dicho Anthony en su duelo y de acuerdo a la descripción de las Auras, estas no actúan de manera instantánea como un hechizo normal, sino hasta el siguiente turno, así que el Cinaede te afecta Hayame por eso la acción de tu compañero. Por lo que les recuerdo a ambos que a partir de este momento sólo pueden utilizar una vez por duelo o batalla una de las Auras.
  16. Libro de las Auras Mayo 2020 Aprobados Anthony Ryvak Dracony Hayame Snape Potter Black
  17. Libro del Caos Mayo 2020 Aprobados Goderic Slithering Emily Karkarov
  18. El ceño de guerrera se frunció conforme iba leyendo la misiva que tenía en sus manos. Reconoció el nombre de una de las alumnas, pero ese en realidad no era el motivo de su malestar. No le hacía mucha gracia tener que supervisar un duelo de un par de alumnos a los que ella no les enseño, consideraba que era demasiada responsabilidad. Intentó hacer memoria sobre quien impartió esa clase, pero la verdad es que no tenía ni idea. Dejó sobre el escritorio la carta sabiendo que no tenía otra alternativa. Paso parte de la noche entrenando a un joven que aspiraba a convertirse en guerrero, aquello le sirvió a despejar un poco la mente, las peleas cuerpo a cuerpo siempre tenían ese efecto sobre ella. A la mañana siguiente a primera hora envió los trasladares a los dos alumnos que se enfrentarían en duelo. El lugar al que los llevaría era uno al que ya había ido en otras ocasiones y que sin duda le serviría para esa oportunidad, era alejado de todo, realmente espacioso, así que podría vigilar a detalle cada movimiento de sus pupilos. Una vez envió los trasladores, Runihura se preparó para partir. Su larga, negra y lacia cabellera estaba impecablemente trenzada, su torso como de costumbre estaba cubierto por un peto de cuero, una falta hecha de tiras del mismo cuero, en sí estaba con su atuendo de guerra. En sus manos estaban sus manillas y sus pies iban descalzos a pesar de saber que al lugar que iba reinaba el frío. Cuando atravesó el portal el gélido viento sobre su rostro fue lo primero que sintió. La morena buscó con la mirada el lugar precisó en donde se llevaría a cabo el enfrentamiento. Varios metros a su derecha estaba lo que parecían ser montículos de nieve, más ella sabía que debajo de ellos habían golems de hielo. Sonrió al recordar el duelo entre las primas Moddy, en donde esos golems las habían puesto en verdadero peligro. El sonido de sus alumnos llegando a ese lugar, la hizo girarse. —Bienvenidos a su prueba final. —los saludó mientras les hacía señas con su mano para que la siguieran hasta la mitad del enorme circulo, un círculo delimitado por los montículos de nieve —Mi nombre es Runihura, guerrara de las Auras y aunque no fui yo quien les enseñó el uso de las mismas, confió en que mi compañero les enseñara bien. De no ser el caso y si aún tienen dudas, las podré solventar durante la prueba. Les dijo. La pareja de magos ya había reprobado una vez, esperaba que en esa ocasión estuvieran más preparados o al menos aprovechen el hacerle las preguntas correctas. Se agachó y tras tocar la fria nieve del ártico, usó su control de las auras para que la nieve que cubría a los golems se despejara, eran de dos metros y medio de alto, cada uno tenía una expresión en el rostro diferente. —Pueden comenzar... —Dijo la guerrera quien no les dio vida a las criaturas, sin embargo, si el duelo se tornaba interesante quizá lo hiciera, todo dependía del nivel que los alumnos demostraran. o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 16 de Mayo (inclusive) al 25 de Mayo. Nos guiaremos por las reglas Nuevas de duelos existentes. Lista de Hechizos. En el caso del libro de las auras utilizaremos los del libro (con especial énfasis en los del Libro de las Auras) En el caso del uso de los poderes del libro del caos y de las Auras, no consumen Puntos de Poder, en cambio los Puntos de Vida se deducen de acuerdo a lo que dice cada poder del libro. Dudas o comentarios aquí @@Anthony Ryvak Dracony @@Hayame Snape Potter Black
  19. —Demos por finalizada la clase. Runihura tomo asiento sobre una pequeña roca mientras miraba a los dos alumnos que habían quedado de pie. Una sonrisa a boca cerrada apareció en su rostro mientras sus ojos brillaban como a quien se le había ocurrido una travesura, una en la que esperaba no ser la única que lo pasará tan divertida. Lo acababa de decidir, aquel par de alumnos se enfrentarían en el interior del cráter de un volcán que se encontraba dormido desde hace mucho tiempo, aunque eso no tenían que saber ellos. La Guerrera se puso de pie, buscó entre sus ropas dos objetos que usaría para que sus alumnos viajaran a su nuevo destino. Con su dedo índice de cada mano, les llamo a cada uno pidiendo que se acercaran hasta donde se encontraba ella con un semblante serio, ya que a partir de ese momento las cosas dejaban de ser un juego. No dio explicaciones, solo le extendió una moneda algo oxidada a cada uno. Aquello iba a servir de traslador para que llegaran a Diamond Head en Hawai. —Aquella moneda es su pase a la prueba final. Espero sean conscientes que, aunque físicamente no me encuentre presente, siempre encontraré una manera para ver su desempeño. En cuanto terminó de decirle eso a sus alumnos, las monedas brillaron y cada uno desapareció tras un remolino de su presencia, solo esperaba que estuvieran acostumbrados a los viajes en traslador, si no era así, esperaba la disculparan por no elegir un mejor viaje que ese. El lugar en el que aparecerían era una pequeña base militar algo abandonada en el tiempo, por lo que la mayoría de sus tanques, camiones militares y más algunos se encontraban hasta con pequeños brotes de plantas que salían por cualquier espacio disponible. El cráter Leahi era muy grande, por lo esperaba que aquel duelo fuera lo bastante entretenido para los tres. o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 16 de Mayo (inclusive) al 25 de Mayo. Nos guiaremos por las reglas Nuevas de duelos existentes. Lista de Hechizos. En el caso del libro del caos utilizaremos los del libro (con especial énfasis en los del Libro del Caos). En el caso del uso de los poderes del libro del caos y de las Auras, no consumen Puntos de Poder, en cambio los Puntos de Vida se deducen de acuerdo a lo que dice cada poder del libro. Dudas o comentarios aquí @@Goderic Slithering @@Emily Karkarov
  20. Tras ver como sus cuerdas fueron a parar en un gran oso que ahora se encontraba amarrado a la gran roca, Runihura vio desaparecer al Señor del Caos invocado por Goderic al instante en que vio a Peeves. Un minuto más tarde tenía sobre ella una luz cegadora, que le impedía ver en la dirección en la que se encontraba el causante de aquel ataque, pero no las tenía todas en contra, realizó una floritura con su varita, mientras se concentraba en la persona a la que iba a atacar, podía escucharla, sabía que seguía tratando de escalar la roca, así que simplemente pensó «Levicorpus» al instante Goderic fue levantado en el aire desde su talón, haciendo que toda la sangre se le fuera a la cabeza. —Puedes hacerlo mejor. —dijo. Aun escuchaba a Peeves burlándose de lo mal que le estaba yendo a su invocadora, —aún puedes hacerte con la bandera si tan solo quisieras llegar hasta ella y no dejarle el camino libre a tu compañero, el juego no es divertido de esta manera. Todas aquellas palabras iban dirigidas a Emily Karkarov, ya que era un caso perdido dirigirse a la Macnair que parecía haberse desmayado o entrado en un shock al instante en que Peeves fue invocado, al parecer aun esa clase de magia era mucho para ella, así que la había apartado del lugar de juego para que no se viera dañada. La luz cegadora proveniente del strellatus se había ido, pero el picor en los ojos se parecía tanto a la Arena del hechicero, así que sabía lo que tenía que hacer, levanto su varita por encima de ella. —Cantar de Eleboro. De su varita salió una pequeña vibración musical, que le hizo recuperar su visión y la de Macnair que también había sido atacada, a partir de ese momento era inmune a cualquier ataque que pudiera dañar alguno de sus cinco sentidos. Ya el tiempo lo tenía encima, y por lo que miraba el más cercano a la bandera no era otro que Goderic, así que debía decirle que pensaba ponerlo a duelear con ella, pero al encontrarse en tan mal estado Macnair no iba a poder ser oponente para Karkarov y él iba a tener que hacer la prueba contra la mujer que no había querido atacar en todo ese momento.
  21. Sus ojos pasaban de uno a otro de sus alumnos, tratando de adivinar quién iba a ser el primero en tomar la delantera, por un momento, gracias a la forma de moverse, creyó que el primero en tomar la delantera iba a ser el único caballero en aquel lugar. Pero su intuición había fallado por completo, ya que la fémina que lo acompañaba había sido la primera en invocar uno de los poderes del libro. La primera vez que muchos intentaban invocar algún poder, fallaban por alguna razón, por lo que al ver que aquella mujer de cabellera rojiza había invocado con éxito a Peeves, uno de los señores del caos, le hizo sonreír al tiempo que el poltergeist contaba chistes de su invocadora. Runihura se sorprendió por la actitud del poltergeist hacía su invocadora de la cual no paraba de contar chistes y hacerle bromas a su costilla, pero dejo de prestar atención a aquel señor del caos para enfocar su mirada en una de las rocas de un tamaño considerable como para poderse transformar en un osezno, la cual se encontraba a unos seis metros desde su perspectiva. —Morphos. —salió de la voz de la Uzza. Su varita apuntaba a la roca que visualizaba mientras ignoraba a su alrededor, la cual empezó a tomar forma de una pequeña cría de oso, quien trato de obstaculizar el camino de la mujer de cabellos rojizos (Emily Kararov) para hacerse con la bandera. La pequeña cría de oso nunca intento hacerle daño alguno, sólo trataba hacer que la mujer jugara un poco con el, logrando de esa forma que no se pudiera acercar a la bandera. La Uzza estaba tan entretenida viendo tal espectáculo que había olvidado a sus otros alumnos, pero la imponente presencia del Señor del Caos invocado por el caballero presente llamo su atención, lo pudo ver escasos minutos, pues su invocador empezaba a trepar la roca en la que se encontraba puesta la bandera. Negó mientras miraba a las dos brujas presentes, estaba un tanto expectante por ver que hacían las brujas para quitarle la oportunidad de hacerse con la bandera. —No, el juego no va a terminar tan pronto. —dijo más para ella que para sus alumnos así que sin pensarlo un poco más, se acercó lo suficiente al lugar donde se situaba la bandera y Goderic, quien minutos antes había dicho su nombre como si tratara que todos vieran que estaba por hacerse con la bandera y así obtener el premio, pero Runihura tenía otros planes, así que le apunto con su varita. —Incarcerus. —dijo. Tres gruesas cuerdas salieron de su varita, buscando atrapar al mago(Goderic Slithering) atándolo a la piedra, para que no se moviera del lugar. La primera cuerda ataría sus pies a la roca, la segunda ataría el tronco del cuerpo de su alumno a la misma roca y la tercera cuerda impediría que este hablara. Esperaba no parecer tan mala si lograba que su alumno se quedara atado en la roca por un tiempo.
  22. La mujer de cabellos negros los esperaba sobre una gran roca sosteniendo un asta de madera que llevaba atada un pedazo de tela en colores rojos. Bajó de aquel lugar cuando el primero de sus alumnos apareció, a los segundos de este, siguió una alumna. «Al menos ya son dos.» pensó mientras una media sonrisa aparecía en su rostro. Su idea de la clase de hoy parecía ir por los caminos que ella había trazado. Todo el lugar estaba diseñado para jugar a capturar la bandera, mientras se ponía en práctica sus conocimientos previos sobre los libros. La mayor parte del suelo se encontraba invadida por rocas de diferentes tamaños, Runihura no había querido cambiar mucho el hábitat de aquel sitio, pero de ser necesario lo haría para complicarles la existencia a sus ahora tres alumnos. —Me alegra que llegarán, vienen aquí por una razón, espero que sea la misma razón que yo creo… —dijo como si fuera una bienvenida a su clase y se les quedó mirando seriamente. —Espero que lleguemos a aprender mientras jugamos y nos divertimos un rato. La Uzza les explico un poco de lo que iban a hacer en clase, no iban a hacer equipos, por el contrario los tres deberían de luchar por hacerse con la bandera que se encontraba en la parte más alta de un montículo de piedras. Quien obtuviera la bandera al finalizar la clase se llevaría una gran sorpresa. —En lo que tratan de hacerse con la bandera, yo responderé sus dudas sobre lo que no comprendan del libro que están cursando. La mayoría de las personas que llegaban y cursaban aquel libro lo hacían con ciertos conocimientos previos, esperaba que con ellos no se equivocara, de lo contrario tendría que cambiar de estrategia para explicar cada uno de los poderes que tenía consigo el libro del caos.
  23. Runihura

    Libro del Caos - Mayo 2020

    A un mes de su excursión a Alejandría, ella se encontraba un tanto decepcionada de lo que había encontrado en aquel lugar. Más bien de lo que no pudo encontrar, ya que lamentablemente sus cálculos habían salido mal y el pergamino que buscaba había sido movido de lugar. Eso no era lo único que le había pasado, tuvo la mala suerte de ser reprendida por todos los Uzzas por poner en peligro a su alumna y aunque ninguno se lo dijera, estaba segura que a más de uno había decepcionado. Había pasado todo lo que le quedaba del mes entrenando con el Guerrero Bakari, el único que no necesitaba de una gran conversación para ejercitarse. Ella lo agradecía, no tenía muchas ganas de hablar, más todo lo contrario deseaba ejercitar su cuerpo y mente, ya que aún no se rendía en lograr su cometido, pero dejó de pensar en eso al décimo día. Para su último día de entrenamiento, antes de dar inicio a las clases que ellos impartían en Uagadou, Bakari le entregó un pergamino con el sello del Secretario de Educación, todos los Uzza sabían que aquello significaba una cosa, asignaciones. Y Bakari le había entregado la suya sin dejar que ella replicara un poco. Suspiro. Aquel pergamino indicaba que tendría alumnos para el libro del caos, por un momento había creído que tras su incidente en la Biblioteca, no la dejarían dictar clase alguna, por el contrario la tendrían entrenando duramente durante al menos tres meses. Se preparo a escribir un pergamino a cada uno de sus alumnos, todos con la misma indicación. «La clase dará inicio a las orillas de aquel mar que aunque no sepas nadar, no te ahogaras» Las firmó y las envió. Esperaba que lo escrito en aquellos pergaminos los hicieran a todos llegar cerca del lago que limita con Israel, Cisjordania y Jordania. En lo que sus pergaminos llegaban a sus destinatarios, ella preparo sus cosas para la clase, esperaba que aquellos a quienes iba a tener en clase dieran lo mejor de ellos por aprender. @@Goderic Slithering @@Emily Karkarov @
  24. Libro de los Ancestros Abril 2020 No Aprobados Arya Macnair Keaton Ravenclaw.
  25. Al entrar a la biblioteca, dos felinos, de color negro de ojos grandes de color azul como el mar, mejor conocidos como matagot los estaba esperando. El primero flanqueo de lado derecho de la guerrera, con garras filosas que buscarían causarle el mayor de los daños rasgando la piel de Runihura. El segundo matagot, las estaría cazando sigilosamente, buscaría cualquier descuido para hacerles daño. Al parecer, no sólo debían cuidarse de los tres guardias que habían visto con ayuda del anillo de presencia, sino también de aquellas criaturas. La mujer de cabellera negra se tomó un minuto antes de repeler el ataque de la criatura mágica, para observar toda aquella habitación. A nueve metros, justo a las dos en punto desde la perspectiva de la joven Macnair se encontraba uno de los guardias oculto detrás de una estantería. Se lo hizo saber casi al tiempo de que aquel felino negro se le iba encima tratando de arrancar parte de la piel de su cara con sus afilados dientes. —No te preocupes por mí, encárgate del guardia. A los pocos minutos que ella había dejado de hablar, de su varita habían salido varios filamentos de fuego tras pensar «Flechas de Fuego» que empezaron a quemar a la criatura mágica la cual no era otra que un guardia de los que custodiaban aquel lugar. Lo que le hizo pensar que aquel otro gato que había visto por sombras no era otro que el tercer guardia. El cual para ese momento había dejado su forma animaga para lanzar un par de ataques, tanto a la Macnair, como la Uzza. —Sectusempra. —dijo en voz alta. El primer rayo salió directo al pecho de Arya, en dado caso de que este impactara le provocaría heridas profundas y sangrantes. En lo que él atacaba a la guerrera Uzza, el segundo guardia salió de su escondite y apunto a la mujer pelirroja. —Incarcerus. —dijo y tres cuerdas gruesas salieron de su varita, que al separarse buscarían amarrar a Macnair. La primera cuerda se amarraría en las pantorrillas para dejarles unidas, la segunda cuerda buscaría unir sus brazos a ambos lados del cuerpo de esta, para imposibilitar levantar la varita y apuntarle. La tercer y ultima cuerda, le imposibilitaría ver, ya que le taparía los ojos.

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