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Runihura

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Todo lo publicado por Runihura

  1. Runihura contempló a la bruja por unos segundos. Sus ojos grandes y expresivos observaban mucho más que su aspecto físico, era capaz de apreciar su aura que de todos modos le decía mucho más acerca de una persona que el aspecto de la misma. En el caso de su alumna se trataba sin duda de un aura poderosa, detalle que ya había imaginado siendo que solo aquellos con grandes capacidades mágicas lograban llegar a este nivel de aprendizaje. - Bienvenida Mica Gryffindor – sentenció la guerrera con su voz infantil – Mi nombre es Runihura y seré tu mentora en este intrincado viaje que estas a punto de embarcar, la Magia de las Auras es una de las más complejas y misteriosas, así como también una de las más poderosas y difíciles de dominar. – Con un chasquido de sus dedos hizo aparecer una bandeja con un par de tazas de cerámica y una pequeña tetera que emanaba una continua columna de vapor - ¿Té? – ofreció a su alumna al tiempo en que se sentaba en el suelo con las piernas cruzadas – Toma asiento por favor, primero debo instruirte sobre las diferentes auras que vas a atentar manipular en esta clase. Tomando la tetera con una mano y sujetando la tapa con la otra, sirvió ambas tazas que de inmediato comenzaron a emanar el mismo vapor. – Lo primero que debes entender es que la magia de las auras no solo te afecta a ti, sino también al grupo de personas que esté contigo. Es decir, con uno de estos hechizos podrías protegerte a ti y a toda tu familia o grupo si así lo desearas. Las Auras son espectros de luz de distintos aspectos que, al ser invocados, afectaran no solo al invocador sino también a todos aquellos que se encuentren ligados o vinculados al convocador de cierta forma. Dependiendo del Aura que invoques, éstas también pueden afectar a tus enemigos – Aquí la guerrera realizó una pequeña pausa para dar un sorbo de su infusión – A su vez no podrás invocar más de un Aura a la vez, en el momento que invoques otra la que se encontraba vigente antes desaparecerá y perderá efecto. ¿Tienes alguna duda respecto a lo que acabo de explicar? Dejando una respetuosa pausa para que su alumna considerase lo que acababa de decir, Runihura se dedicó a beber un poco más de su té y con un movimiento de su varita hizo que el gran cucharon en su caldero comenzara a remover la poción por su cuenta. - Existen seis tipos de Auras – continuó la guerrera – La llama del Fénix, que afectará a un grupo de magos y brujas impidiéndoles conjurar magia tenebrosa en condiciones normales. Aura de Muerte, cuyo efecto es similar al anterior aunque en este caso impide al grupo en cuestión conjurar magia blanca con normalidad. Aura de Poder, que incrementará el poder mágico de tu equipo por un tiempo limitado. Escudo Fantasmal, que invocará una serie de fantasmas con el mero fin de proteger a aquellos de tu equipo que el invocador desee. Aura de Confusión, que, como bien lo especifica su nombre, tiene como objetivo confundir al equipo enemigo. Y por último tenemos el Aura de Inmunidad, que al ser invocada impedirá que otro mago o invocador de tu mismo nivel pueda invocar otra de las Auras previamente mencionadas. Runihura sabía que esto sería una buena dosis de información para empezar, por lo que al terminar guardó silencio y espero a ver si es que su alumna tenía preguntas o dudas al respecto. Ya luego, una vez hubieran aclarado el tema, se irían juntas en una misión donde la Gryffindor podría poner en práctica estos poderes. @ Mica Gryffindor
  2. LIBRO DE LAS AURAS Septiembre 2021 No podía negar que estaba ansiosa por conocer a su nueva pupila, después de todo no muchos lograban llegar a este nivel. El Libro de las Auras otorga a su poseedor los conocimientos necesarios para manipular y entender uno de los poderes más devastadores dentro del mundo mágico, pero de ahí que tuvieran el talento mágico para poder llevar este conocimiento a la práctica…, eso estaba por verse. Era precisamente lo que Runihura debía evaluar en esta clase, si es que esta joven tenía lo necesario para dominar el arte de la manipulación de las Auras. Vestida con su atuendo habitual, el peto que cubría su pecho, la falda de tiras y las medias de red, todo compuesto de un cuero mágico que le sirve a su vez como protección. En ambos brazos llevaba sus brazaletes de oro puro que eran su amuleto, en los que guardaba una pisca de tierra del verdadero Monte Catalina para que la acompañase en sus aventuras por el mundo exterior. Aquí, en su hogar dentro de la Escuela Mágica Uagadou, tenían una réplica bastante fiel del Monte que le había visto crecer; Runihura lo estaba contemplando en ese preciso instante, de pie fuera de su tienda. Se agachó junto al gran caldero que tenía junto a sus aposentos, tomando un palo del suelo comenzó a mover las brazas que brillaban rojizas bajo la base del recipiente. El ocaso era después de todo el mejor momento del día para cocinar la poción que burbujeaba perezosamente dentro de su caldero, a la cual Runihura dio unas cuantas vueltas a favor del reloj y otras 3 en contra. En ese momento escuchó a sus espaldas el inconfundible sonido de una persona acercándose al lugar, la Guerrera Uzza no se volteó de inmediato, sino que siguió concentrada en su poción por un par de minutos más. - ¿Y bien? – cuestionó al tiempo en que se giraba para encarar a la recién llegada - ¿Quién ostenta embarcarse en el desafío del sagrado Libro de las Auras esta vez? – agregó mirando expectante a la bruja que tenía frente a sí. Off: Alumnos aceptados para cursar este libro: @ Mica Gryffindor
  3. Libro de la Fortaleza Septiembre 2021 Runihura se encontraba sentada en el suelo frente a su tienda, con las piernas entrecruzadas y la espalda recta, sus manos reposando sobre las rodillas y sus ojos cerrados en un rostro de expresión completamente relajada. Inhalaba y exhalaba con profundidad, siguiendo un ritmo respiratorio que le permitía alcanzar un grado de concentración mental tan poderoso que era como si en esos momentos dejara su cuerpo atrás. Se encontraba ya casi al final de su meditación matutina, esperando la llegada de dos alumnos a quienes impartiría los conocimientos del Libro de la Fortaleza, el primer paso en un largo y arduo camino de conocimiento y poder. Vestía un peto de cuero mágico que cubría su pecho, pero dejaba el abdomen expuesto; una falda de tiras del mismo cuero que le permitía una mejor movilidad, y por ultimo unas medias de red compuestas también de cuero mágico que protegían sus piernas. Iba descalza, como siempre, y su lacio cabello negro se encontraba recogido en un montón de pequeñas trenzas como lo dictaba el código. Dentro de la Escuela Mágica Africana, Uagadou, existía un área especial dedicada a los Guerreros Uzza; a su vez dentro de esa área existía un espacio dedicado exclusivamente para Runihura: una fiel recreación del Monte Catalina, una tierra mágica en donde había recibido su entrenamiento y donde había vivido la mayor parte de su vida. Desde su tienda tenía una espléndida vista del lugar, un paisaje que le encantaba contemplar en las mañanas al empezar su día. Esperaba que sus alumnos no tuvieran problemas encontrando el lugar, lo cierto es que no tenía mucha tolerancia para los retrasos. Tenía una emocionante lección preparada para ellos, una que pondría a prueba sus conocimientos y habilidades mágicas. Off: Alumnos aceptados para esta clase: @ Ludwig Malfoy Triviani @ Lord Cubias Hola chicos! Bienvenidos a su clase del Libro de la Fortaleza. Para empezar quiero que solo describan llegar al área destinada a los Guerreros Uzza dentro de la escuela, y de allí a la zona donde vive Runihura que es una recreación del Monte Catalina. Una breve introducción de cada uno al presentarse frente a ella y nada más por ahora, en mi siguiente post empezaremos con los conocimientos del Libro en cuestión.
  4. Libro de Merlín - Marzo 2021 Aprobados Azrael Lycan Hades Ragnarok No Aprobados --
  5. Runihura suspiró, irritable. Negó con la cabeza, sin poder evitarlo, antes de prepararse para darle un final tajante a la situación. La mujer pudo escuchar claramente como el muchacho intentó intercalar un Fuego Compacto a su ataque y, sin embargo, Azrael había dejado en evidencia una vez más su ignorancia y su falta de lectura respecto de los detalles y minutiae de los hechizos de su pueblo puesto que, este no había surtido efecto alguno. – Recuerde, muchacho, que no puede intercalar con Fuego Compacto cuando quiere usarlo a manera de ataque. La magia de mi pueblo es muy sensata en las limitaciones que le pone a maldiciones de este calibre por lo que, si quiere vencerme, deberá hacer un mayor esfuerzo. – dijo, al momento en que este se curaba las heridas del sectusempra que ella misma había proferido momentos atrás. La mujer vió el reflejo de la pequeña daga que invocaba la magia del Kansho en la mano de su aprendiz en el momento justo. Sin siquiera pensarlo, pronunció: – Expavescerent – una chispa salió del extremo de su vara de cristal, y su efecto fue instantáneo: la magia de la daga Kansho que Azrael invocó nunca hizo efecto, y el gas venenoso ya estaba incidiendo sobre las vías respiratorias de su pupilo. Éste debía despejarlas en la próxima acción o acabaría muerto, sin mencionar que luego debería curarse de los retazos de veneno que ya circulaban por sus venas. Esperó unos segundos, antes de dar su toque final. – Fuego Compacto – exclamó. De su vara de cristal salió expedida una barra de fuego tan definida como un haz de luz láser, que comenzó a surcar el espacio que la separaba de Azrael. De impactar, le causaría la muerte inmediata. La tutora aguardó, paciente, a ver cómo hacía su alumno para safarse de la situación.
  6. Runihura observó con detenimiento los movimientos de su aprendiz quien, para su sorpresa, demostraba una conducta radicalmente distinta a la de la última vez que ambos se habían enfrentado: sus movimientos parecían premeditados, necesariamente supuestos a responder a los desafíos que ella le proponía. Ciertamente, la mujer podía pensar decenas de alternativas más eficaces para ello: alternativas que le permitirían al muchacho defenderse y ofender en simultáneo, pero el progreso era notable y quizá en menor gracia era necesario reconocer aquello. Un leve asentimiento fue el único gesto que regaló en virtud de ello. Tanto el Ignea Máxima como el Vulnera Sanentum habían opacado sus ataques y demostrado un buen manejo de la magia del Libro de Merlín. Sin embargo, el duelo no se extendería para siempre, y Runihura aún quería ver como el joven hacía uso del resto de los hechizos que el Libro de Merlín tenía para ofrecer. – Cinaede – murmuró, y de sus labios salió la magia que invocó un gas mortífero e invisible alrededor del Ragnarok. En cuanto inspirase aquel aire, con toda certeza sus vías respiratorias se cerrarían, impidiéndole respirar y asfixiándolo en segundos. Los efectos de aquel veneno, sin embargo, se expanderían más allá de su sistema respiratorio y alcanzarían su sistema circulatorio, por lo que necesitaría curarse a posteriori. Uno, dos, tres segundos. Esa fue toda la tolerancia que tuvo para su jugada final. – Expavescerent – soltó. Una chispa brilló al final de su vara de cristal, y con ello el último hechizo del Ragnarok sería anulado. Impiadosamente, una sonrisa se dibujó en el rostro de la joven Uzza.
  7. La joven Uzza recordaba vívidamente el último encuentro con aquel muchacho. Sin embargo, estaba decidida a hacer aquellas experiencias pasadas a un lado a la hora de tener aquel combate: la mujer le confería gran importancia a las habilidades y destrezas de sus pupilos, pero también valoraba la tenacidad y la persistencia a la hora de asequir y manipular magia tan compleja como la que aquellos libros enseñaban. Había algo en el rostro del Ragnarok que le indicaba que él también recordaba su último encuentro, y contrario a lo que hubiese esperado en un principio, éste supo hacerlas a un lado para batirse a duelo con ella. Al ver la andada de flechas de fuego volar en dirección a ella, Runihura envainó su varita, dibujando una simple floritura que le permitiría invocar la magia que tenía en mente. – Kansho – pensó, al terminar la floritura, y en su mano se materializó una daga de plata. La joven Uzza actuó rápidamente, envainando la daga en dirección a las Flechas de Fuego. La magia del Libro de los Ancestros actuó de inmediato, de manera que las flechas que en principio se dirigían hacia ella ahora tenían un nuevo destino, habiéndose reorientado hacia el Ragnarok. De impactarles, le producirían graves quemaduras que tendría que placar de inmediato. Permaneció quieta por una fracción de segundo, meditando de qué manera podía forzar a su pupilo a usar la magia del libro. – Vara de Cristal – murmuró, repitiendo el mismo gesto que había utilizado con Azrael. Su varita se transformó en una larga vara de casi dos metros, plateada y sólida, un eufemismo de su propia esencia. Su magia la acompañaría en su próximo hechizo – Sectusempra – agregó, segundos después. La Vara volvió a cumplir su magia, transformando lo que de otra manera hubiera sido un rayo en un efecto, que zanjó cortes profundos en el torso de su pupilo, los cuales tenían un alto potencial de desangrarlo si no se curaba de ellos. Runihura descansó su caso, por el momento, esperando a ver como su alumno zafaba de aquella situación.
  8. Una vez más, una sonrisa se dibujó en el rostro de la joven Uzza. Tan predecible había sido el movimiento del muchacho y, sin embargo, a causa de no habérselo pasado dos veces a la altura del corazón como el libro indicaba, sus palabras no habían tenido efecto alguno. Para mala suerte del muchacho, el uso incorrecto del amuleto significaba que no podría volver a utilizarlo por el resto de la contienda, sepultando cualquier esperanza de verla a ella derrotada unos metros más por debajo de la tierra de lo que había estado inicialmente. – Quizá si no hubiese estado tan ocupado fantaseando sobre sus delirios de grandeza, podríamos haber abarcado los aspectos teóricos de ese encantamiento, y no estaría usted en tan mal predicamento... ¡qué lástima! ¿verdad? – dijo Runihura, desafiante, mientras alzaba su varita en dirección al muchacho. – Vara de Cristal – murmuró, y su varita comenzó a crecer con una longitud vertiginosa, hasta transformarse en su adorada compañera: un mástil plateado de metro ochenta de altura, que en su diseño y conformación representaba todo lo que ella era. – Sectusempra – agregó, rápidamente. El poder de la vara de cristal transformó lo que de otra manera hubiese sido un rayo en un efecto, provocando sendos cortes en el torso de Azrael, cortes que emanaban sangre a borbotones la cual fluía producto de la gravedad. El muchacho estaba en aprietos, y sin embargo ella aún no había terminado. – Cinaede – soltó. Un gas invisible rodearía las vías respiratorias de su aprendiz, entoxicándolas hasta el colapso y deprivándolo de aire y oxígeno vital para la continuidad de su vida: si el muchacho quería continuar viviendo, debía arreglárselas para despejar su vía aérea inmediatamente y luego sesgar los efectos del veneno que ya se deslizaba por su sangre.
  9. A medio camino desde la cima al pie de la montaña, Runihura le había instruído a sus alumnos que bajasen por distintos caminos. No había ofrecido explicaciones al respecto, y sin embargo aquello le compraba el tiempo suficiente para preparar la prueba final: tanto Azrael como Hades tendrían una última oportunidad para probar que eran meritorios de la magia del Libro de Merlín, oportunidad que debía ser aprovechada puesto que de ello dependía la aprobación del curso o no. La Uzza siguió su camino hasta llegar al pie de la montaña, donde se sentó a esperar que alguno de los dos llegase. La explicación que no les había dado era que ambos caminos llevaban exactamente al mismo lugar, donde ella se encontraba, pero uno tomaba treinta minutos más. Para serse franca, no recordaba cuál era cuál, por lo que no estaba segura de cuál de los dos llegaría primero y, en continuación de su franqueza, tampoco importaba. Se colgó el amuleto Caudex alrededor del cuello y se sentó a esperar. * - * Runihura aún aguardaba sentada, con las piernas cruzadas, cuando Hades hizo acto de presencia. Si tan sólo los magos de su casta no fuesen tan ruidosos para caminar, quizá el mago podría haberla sorprendido, pero oyó sus pazos a unos cuantos metros de distancia, los suficientes como para ponerse de pie rápidamente y componerse antes de iniciar el duelo. – Ha llegado usted a la prueba del último libro de mi pueblo, muchacho. Recuerde todo lo que ha aprendido esta noche; el poder que le da este libro no le conseguirá nada más que problemas si no es sensato con su uso. – le advirtió; y tras ello, hizo una reverencia en señal de respeto, para luego envainar su varita en dirección a él. – Usted primero. REGLAS: No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 15 al 24 de Marzo. Nos guiaremos por las reglas Nuevas de duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro de Merlín) Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic de Dudas. @@Hades Ragnarok
  10. A medio camino desde la cima al pie de la montaña, Runihura le había instruído a sus alumnos que bajasen por distintos caminos. No había ofrecido explicaciones al respecto, y sin embargo aquello le compraba el tiempo suficiente para preparar la prueba final: tanto Azrael como Hades tendrían una última oportunidad para probar que eran meritorios de la magia del Libro de Merlín, oportunidad que debía ser aprovechada puesto que de ello dependía la aprobación del curso o no. La Uzza siguió su camino hasta llegar al pie de la montaña, donde se sentó a esperar que alguno de los dos llegase. La explicación que no les había dado era que ambos caminos llevaban exactamente al mismo lugar, donde ella se encontraba, pero uno tomaba treinta minutos más. Para serse franca, no recordaba cuál era cuál, por lo que no estaba segura de cuál de los dos llegaría primero y, en continuación de su franqueza, tampoco importaba. Se colgó el amuleto Caudex alrededor del cuello y se sentó a esperar. * - * La guerrera ya estaba de pie cuando Azrael llegó. A pesar de sus diferencias, la mujer no se salteó las cortesías que debían caracterizar los duelos y dio una pequeña reverencia a manera de respeto antes de extender su varita hacia el muchacho. Mantuvo el silencio por unos segundos, meditando si era más prudente concederle el primer ataque o hacerse ella con el mismo... suspiró, indiferente, acabaría con él de todos modos. – Usted primero. No olvide lo que hablamos. REGLAS: No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 15 al 24 de Marzo. Nos guiaremos por las reglas Nuevas de duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro de Merlín) Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic de Dudas. @@AZRAEL Licaón
  11. Runihura

    Libro de Merlín

    Fue necesaria hasta la última gota de paciencia para no perder la cordura ante lo que acontecía delante de sus ojos. – Suficiente. – dejó salir, tajante, haciendo un gesto con su varita que puso fin al desmadre que se había montado en cuestión de segundos. Sólo Hades y Azrael quedaban frente a ella, sin quedar rastro del joven con el cual había hecho vincular al Ragnarok ni de los Sectusempra y Vulnera Sanentum que fueron intercambiados en el proceso. La guerrera Uzza suspiró, procurando medirse en lo que serían sus próximas palabras. Ciertamente, aquel niño ingrato no valía la pena de sus frustraciones. Runihura emprendió la marcha por un sendero distinto al cual había encaminado a Hades, haciendo un breve gesto para que sus alumnos la siguieran. Con movimientos suaves pero decisivos, enredó su larga trenza en un bulto justo por detrás de su occipucio, el cual tomó la forma del signo del infinito. La hora de las demostraciones ya había pasado hacía tiempo, y era momento de encarar los aspectos más teóricos del libro, razón por la cual guardó su varita en el bolsillo de los ropajes que vestía. – La magia del Libro de Merlín es, elementalmente, defensiva. Sin embargo, no toda defensa siempre es pasiva. Hoy más temprano les pregunté a cada uno sus debilidades; señor Ragnarok, usted me dijo que su mayor debilidad es su tendencia a perder el control de las cosas. En primer lugar, dejeme felicitarlo por su honestidad y humildad al hablar de temas tan sensibles, ciertamente hay magos que no están a la talla de tales valentías como la que usted demostró. – dejó salir, deslizando una mirada hacia su compañero, Azrael – En segundo lugar, la magia de este Libro puede ser muy útil en la búsqueda de mantener el control: vale cien veces más una defensa bien ejecutada que un ataque débil, poco planificado. A medida que caminaban por el sendero, descendían la montaña a velocidad vertiginosa. Tan empinado como era, requería bastante cuidado de parte de los andantes para no caer por el mismo víctimas de la gravedad. La Uzza parecía dotada de una ligereza extrema, como si fuese inmune a la atracción que ejercía sobre ella el centro de la tierra. – Caudex y Expaverescerent son dos ejemplos claros de ellos. Ya sea que elijan limitar la magia de su oponente por completo, o bien parcialmente, respectivamente, pueden hacerse con la victoria si lo hacen de manera certera. No obstante, les insto a no caer en la arrogancia de creer que alguien sin magia es menos peligroso sólo por ello: la fuerza física es inherente a la raza humana, y ninguno de los dos hechizos privarán a sus oponentes de ella. Runihura miró el cielo, ya casi completamente oscuro. Tenía, según sus cálculos, unos treinta minutos antes de que la luna apareciese, momento en el que su sorpresa aparecería. – Vulnera Sanentum es, innegablemente, puramente defensivo. Su utilidad, sin embargo, es grandiosa y es independiente al sitio anatómico donde hayan caído las heridas o la profundidad y severidad de las mismas. Suspiró, impaciente. – ¿Alguna duda?
  12. Runihura

    Libro de Merlín

    Runihura sonrió como quien le roba intencionalmente un dulce a un niño. A pesar de su relativamente corta edad, no era la primera vez que se encontraba con magos como el Luxure, nisiquiera en ámbitos como aquel donde ella tenía una posición de autoridad sobre el muchacho. A causa de ello, la mujer tenía vasta experiencia en lidiar con gente como él, la suficiente como para predecir su arrogancia y hebrar los hilos de ese infantil histrionismo con tintes narcisistas que parecían constituir los cimientos de su temperamento. La suficiente experiencia, en resumen, como para adelantarse al muchacho. Su gente la conocía por muchas cosas, pero sobretodo por poseer excepcional destreza y manejo con las Auras del pueblo Uzza. Haciendo honor a las leyendas y rumores que solían acompañar su nombre de boca en boca de los miembros de su tribu, Runihura se concentró en el efecto que quería lograr, antes de decir Aura de la Mente en un susurro tan bajo que ni el Luxure la había escuchado. Hacía varios años desde la última vez que había utilizado aquella Aura, tan poderosa y compleja de manejar, con efectos tan potencialmente nocivos que no eran parte de la currícula que los magos de Londres aprendían bajo su tutela. Efectivamente, el Aura de la Mente era tan misteriosa como antigua, y quizá su detalle más interesante era que no emitía color alguno y era sino transparente, por lo que el o los magos que eran víctimas del Aura de la Mente no tenían idea de que estaban bajo el efecto de ella. Runihura supo, sin embargo, que su invocación hizo efecto en cuanto los ojos del Luxure adquirieron una tonalidad perlada, señalando que las alucinaciones que ella misma había inducido estaban dando comienzo. A juzgar por las palabras del muchacho, Demian parecía creer que había sido capaz de utilizar el amuleto Caudex en su contra, para luego rematar con un Fuego Compacto. Una vez más, una sonrisa se dibujó en su rostro, esta vez cargada de sorna ante la ingenuidad del muchacho. ¡Cómo si un mago de su talla, un simple mortal, pudiese desafiarla a ella! La sola idea le hizo soltar una carcajada, y prefirió permitir que Demian continuase en su ensueño alucinatorio por unos segundos más antes de obrar su ataque final. – Mutis – murmuró, y su varita estaba tan cerca de la sien del mago que el hechizo impactó en menos de un segundo. Con un simple gesto, Runihura cesó el efecto del Aura de la Mente. Ahora Demian estaba concentrado exclusivamente en ella, y mudo, valga la aclaración. – Permítame ser extremadamente clara, muchacho. – comenzó, empezando a describir un círculo alrededor del chico. – A mi no me interesan, y por el contrario me hacen gracia y pena, sus delirios de grandeza bajos los cuales usted piensa que puede... como ponerlo de forma sutil, intentar atacarnos. Tanto yo como el resto de los Guerreros de mi pueblo tenemos el poder de doblegarlo en un periquete, si así lo queremos. Nada más no lo hacemos porque no gastamos nuestro tiempo en niñatos como usted. Debe recordar que soy yo quien decide si usted está habilitado para la prueba final de este Libro. Soy yo quien decide si usted aprueba este libro o no. Y soy yo quien tiene la capacidad de hacer que usted tome esta clase cuantas veces sea necesario para que aprenda un poco de respeto. No aprobará esta clase jugando al mandamás, ¿está claro? Runihura había descrito un círculo alrededor del muchacho. Su otro alumno había vuelto con el cometido que le encargó; era hora de concentrarse en quienes sí tenían ganas de aprender. La muchacha no sonrió esta vez. Aquello, no obstante, era cuasi oportuno... solía sonreír cuando se traía algo entre manos, por lo que en cambio hizo un asentimiento aprobatorio al ver a Hades y al joven que le había enviado a buscar. Se acercó a ellos a paso lento y mantuvo silencio por un par de minutos mientras analizaba a ambos muchachos; para ojos y oídos bien entrenados como los de ella, el vínculo expedía diminutas señales que significaban su éxito. Volvió a asentir, esta vez más para sí misma que para ellos, al notar los mismos... Hades había tenido éxito. Permaneció en silencio en lo que rebuscaba en su bolsillo por el amuleto Caudex. Quizá más tarde podía explicarles como funcionaba y cómo usarlos correctamente, pero por ahora era menester saber cuánta lectura tenía Hades al respecto del Libro de Merlín. La guerrera lo pasó dos veces por su corazón y se lo colocó alrededor del cuello, para luego tomar casi dos metros de distancia de la pareja. Sin escrúpulos ni reticencias, procedió a su ataque final. – Caudex – murmuró, dirigiendo su magia hacia el joven con el que Hades se había vinculado. Éste, ahora, estaba desprovisto de cualquier magia. Runihura alzó su varita hacia el muchacho. – Sectusempra... Sectusempra... Sectusempra... – repitió, tan rápido que a duras penas alguien podría inteligir las palabras como separadas. Tras cada una de ellas, rayos letales salieron disparados hacia el joven 'squib', impactando en su pecho, abdomen y muslo derecho. – Sálvalo – le indicó a Hades – o morirás tu también. Indiferente a lo que acababa de hacer, Runihura guardó su varita y paseó su mirada entre un Hades que debía terminar de probar su valía y un Demian que a duras penas había iniciado la clase.
  13. Runihura

    Libro de Merlín

    Runihura contempló a ambos alumnos por separado. Lo único que ambos parecían tener en cuenta, al menos a simple vista y previo a cualquier análisis más profundo, era que estaban lo suficientemente cualificados como para haberse hecho con el aprobado de los libros previos. La Uzza confiaba en el criterio del resto de los guerreros de su pueblo, por lo que no le cabíand dudas de que ambos magos serían capaces de dominar la magia que el Libro de Merlín guardaba. Estaba, en cambio, interesada en asegurarse que ambos fuesen lo suficientemente buenos guerreros como para manipular aquella magia de la manera correcta. Su primera pregunta había sido el puntapié para ello. Naturalmente, aguardaba cierta resistencia de parte de ellos por lo que no le sorprendió que uno se mantuviese en silencio mientras el otro la respondiese con cierta reticencia. La joven asintió ante la respuesta de este último y guardó silencio por unos momentos. Prefirió dirigirse a Hades primero, siquiera en premio por haber tenido la valentía de enfrentar sus propias debilidades. - El poder da en virtud lo que también puede dar en debilidad y, como tal, hay que saber manejarlo. Quizá pueda ayudarlo con ello más adelante pero... por ahora... – hizo una pausa para hacer un gesto con su Vara de Cristal, producto del cual un sendero se dibujó a unos cuántos metros de ella, perdiéndose entre las rocas, decendiendo de a unos cuantos metros a la vez. – En el transcurso de ese sendero hay un joven perdido. Una vez lo encuentres, ambos deben volver hasta aquí. En el camino de regreso encontrarán un gran adversario; procura vincularte con él, y fíjate que puedes hacer con ese vínculo tan poderoso. El Libro de Merlín te indicará como. Runihura le hizo un breve gesto, dándole permiso para retirarse. Una vez éste se hubo ido, volvió a mirar a su pupilo restante. – Supongo usted está bajo la ilusión de que manteniéndose en silencio se librará de tener que responder mis preguntas, muchacho. – le dijo a Demian, dando un paso hacia él de manera que quedó a menos de un metro. Le sostuvo la mirada con ojos que clavaban lo que mil dagas; a simple vista ella parecía pequeña, pero en momentos como aquellos era capaz de invocar el miedo de hasta los peores demonios. – El mundo está lleno de magos arrogantes como usted, indispuestos a admitir sus propias falencios y sumamente prontos para plasmarlas en el resto; una defensa bastante infantil, debo decir. Por hoy, sin embargo, tendrá que tragarse el orgullo. Seré sumamente clara en esto... o me dice cual es su mayor debilidad, o puede retirarse y venir la próxima clase y rezar porque la dicte alguien que no sea yo. – sus labios se curvaron en una línea horizontal que no ofrecía ni el más mínimo atisbo de broma. No estaba en su naturaleza hacerlas.
  14. Runihura

    Libro de Merlín

    El sol se perdía en el horizonte en el momento en que la joven Uzza llegó a la cima de la montaña. Allí, el clima era fresco y seco, retazos del invierno que poco a poco perdía fuerza listo para darle lugar al incipiente otoño que a susurros anunciaba su llegada. Runihura vestía acorde a la ocasión, con una túnica verde esmeralda que parecía negra en la oscuridad de la noche y unas largas botas de cuero marrón que de alguna manera le ofrecían suficiente tracción para manejarse en el rocoso camino por el que andaba. Su largo cabello yacía recogido en una trenza la cual bailaba al compás de sus pasos, al igual que temblequeaban los brazaletes que adornaban sus muñecas. Unos cuantos grados más al oeste, la luna ya había marcado presencia. Llena y más blanca que nunca, se alzaba con esplendor esperando que las estrellas se apareciesen para hacerle compañía ahora que el sol se había ido. La Uzza contempló aquella enorme roca por unos segundos, su reflejo dibujado en sus orbes mientras rebuscaba en sus bolsillos por su varita, que dio lugar a una larga Vara de Cristal en cuanto los cortos y blancuzcos dedos de la muchacha se curvaron alrededor de ella. Si su percepción era correcta, faltaban unos pocos minutos para que sus alumnos se apareciesen en el sitio que habían sido citados. Para matar el tiempo, tomó asiento sobre una roca y entrelazó sus rodillas para luego cerrar sus ojos. El silencio era tal que con todo gusto podría haberse puesto a meditar allí, pero debía mantenerse alerta... había citado a sus alumnos allí con un propósito muy sencillo: los bosques que rodeaban a la montaña eran muy peligrosos, y además de hacerlos enfrentarse entre ellos Runihura pondría a sus alumnos ante enormes desafíos que determinarían su valía ante los máximos conocimientos y saberes de su pueblo. No muchos magos llegaban hasta donde estaban ellos, y aún menos se hacían con lo que éstos venían a buscar. – Buenas noches, alumnos. – les dijo en cuanto llegaron. – Cuéntenme... ¿cuál es su mayor debilidad? – agregó, segundos después, salteándose cualquier tipo de presentación.
  15. Libro de Merlín Aprobados Valkyria Karkarov Benjamin Karkarov
  16. Runihura

    Prueba del Libro de Merlin

    Había llegado el momento preferido de Runihura, donde debía llevar al extremo de sus posibilidades a los pupilos. Tanto Kaori como Benjamin se encontraban en la isla junto a la guerrera uzza. Deberían enfrentarse para demostrar los conocimientos aprendidos del Libro de Merlín, el más demandante y exigente hasta el momento de los aprendidos por parte de los magos de occidente. Runihura caminó y el polvo de la arena se levantó con cada uno de sus pasos, dejando tras de sí sólo la silueta de sus pupilos. Ellos estaban a unos nueve pasos de distancia entre sí y pocas cosas los rodeaban. La guerrera uzza levantó levemente su vara de cristal y la golpeó contra el piso, generando una importante rajadura entre el camino de ambos magos. No muy lejos de aquel lugar, el último gigante que habían debilitado y apresado se encontraba dando unos puñetazos al suelo que cada cierto tiempo hacía vibrar todo el terreno, dificultando la puntería de los pupilos de Runihura. Tanto Kaori como Benjamin deberían tener en cuenta este movimiento del suelo para meditar bien sus ataques y tener en mente la importancia de demostrar los conocimientos mágicos brindados por Merlín. —Pueden comenzar —añadió Runihura. Sería una espectadora de lujo frente a aquel par de pupilos, cuya magia había quedado demostrada, era de un poder sumamente elevado. Disfrutaría cada una de las demostraciones de magia que podrían demostrarle. *~*~*~* No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 18 de Febrero al 24 de Febrero. Nos guiaremos por las reglas Nuevas de duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro de Merlín) Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic de Dudas.
  17. Runihura

    Libro de Merlín

    La guerrera uzza estaba ya a lomos de su colacuerno húngaro cuando su pupila, con gesto reflexivo, se aproximó a realizarle una serie de preguntas respecto a lo que había terminado de explicar un minuto atrás. Los enormes ojos de la mujer de adolescente apariencia se agrandaron aún más mientras una sonrisa se dibujaba en su sereno rostro. Asintió, intentando calmar a la bestia en la que estaba montada, y prosiguió a responder. —Son muy pertinentes tus preguntas —admitió Runihura, con gesto sereno y paciente. Olvidando por un momento la isla, los gigantes y el Nigromante, tomó una bocanada de aire y luego exhaló con parsimonia—. Empezaré por la primera, deteniéndome en ella. La respuesta es que no. Expavescerent es un amuleto que sólo altera hechizos y no a otros amuletos; deben tener claramente comprendido este concepto. El poder de la Curación radica en su amuleto, por ello para Expavescerent termina siendo inevitable. Ryu volvió a aletear, como si estuviera aburrida y cansada de esperar. Pero no tenía más remedio que aguantarse un par de minutos más. —Respecto a la duración del vínculo debo dejar en claro algo: la duración es de por vida. Con lo cual no hay que usarlo a la ligera. Y antes de que lo pregunten, si la persona con la que se vincula alguien muere, podrá haber una nueva vinculación pero luego de un tiempo prudencial. Ya que por unos meses la depresión producto de la pérdida mermará esta posibilidad de magia. Considerando que las respuestas habían satisfecho a la bruja, Runihura se centró una vez más en su dragón, acariciando su lomo e invitándolo a volar. Sus pupilos viajarían juntos en el dragón de Karkarov. Durante el viaje, la trenza de la guerrera uzza se agitaba con cada cambio de dirección del dragón. La estabilidad aprendida por la experiencia le permitía soltarse de brazos mientras viajaba encima de aquella hermosa bestia. Runihura giraba su cuello de vez en cuando para comprobar si sus pupilos seguían su ritmo y le alegraba comprobar que, en efecto, lo hacían. En unos pocos minutos terminaron llegando al lúgubre lugar, donde el caos parecía reinar desde hacía mucho tiempo. Cuando los dragones tocaron la superficie de la isla, en el aire podía palparse el humo de enormes hogueras. La guerrera desmontó de Ryu y aguardó a sus pupilos. Acto seguido señaló el camino con uno de sus brazos y se encaminó hacia ellos. Tocó el amuleto de Dragón e intentó calmar a amiga, explicándole que volvería en al menos una hora. Tanto Kaori como Benjamin sabían qué pretendía de ellos, por eso no fue necesario indicarles cuál era el trabajo a realizar.
  18. Runihura

    Libro de Merlín

    Runihura se encontraba por un lado contenta de volver a apreciar aquellos rostros que le eran familiares y, por otro lado, algo intranquila. El trabajo inconcluso debía terminarse y el regreso a las islas se antojaba impostergable. Miró con sus oscuros ojos a su amado espécimen de dragón hembra y llevando la mano al amuleto Dragón logró transmitirle su pensamiento: «Pronto desplegarás las alas una vez más, Ryu.» Pero antes de partir del Monte Catalina, la guerrera uzza, experta en auras y de joven apariencia, debía enseñarles a sus pupilos los profundos misterios que se escondían en las páginas del Libro de Merlín. Cuando iba a empezar con la transmisión de conocimientos y evacuar potenciales dudas generadas, se percató de que Kaori no había traído su dragón. Lo lamentó en silencio. —Lamento comunicarles que deberemos volver al lugar. —La primera vez había pensado que sólo un gigante muerto había sido reanimado con magia oscura, pero la situación terminó transformándose en caótica cuando tanto ella como sus alumnos llegaron a las islas y verificaron que el número no se reducía a uno—. Pero en esta ocasión se encontrarán más fuertes que antes, empecemos a desvelar los misterios de Merlín. La mujer de aspecto juvenil tomó el amuleto para exhibirlo a los presentes. El objeto irradiaba una luminiscencia que contrastaba con la morena piel de las manos de la guerrera. Una sonrisa pareció dibujarse en su rostro al contemplarlo pero de forma automática la misma se evaporó y dio lugar a una expresión más severa. —El Amuleto Caudex es sin dudas uno de los objetos más poderosos que pueden existir. Ni siquiera el mago más poderoso de todos puede evitarlo y la pérdida de poder mágico, pasando a ser circunstancialmente un completo squib, se acentúa en el tiempo cuanto más débil sea quién reciba su efecto. —Al parar de hablar sus ojos que de por sí eran grandes se asemejaron a sendas lunas en pleno eclipse, intentando transmitir tanto a Karkarov como a Matsudaira la importancia de comprender aquello—. La apariencia de este amuleto depende de su dueño y para que funcione deben pasarlo dos veces encima del corazón del mago o bruja que quieren debilitar. Runihara pegó el amuleto encima de su peto de cuero mágico. El imán parecía, en aquel momento, actuar de la manera correcta, pegándose a la tela de su vestimenta. Tomó su varita mágica y, en cuestión de medio segundo, la misma se alargó hasta el metro ochenta para convertirse en una increíble vara de cristal. —Ahora quiero hablarles del Vínculo, un poderoso poder mágico que les permitirá captar el estado de ánimo y las emociones de otra persona. No importa que una de las dos carezca de este conocimiento, el vínculo tendrá los mismos resultados en ambas situaciones. Además de esta conexión, al utilizar esta magia única, notaran unos efectos que deberán experimentar ustedes mismos al utilizarlo. —Llegado a aquel punto Runihara sonrió, no quería agotarle las sorpresas a sus pupilos—. Por último, pero no por ello menos importante, hay dos potentes hechizos que serán sumamente útiles en pleno combate: Vulnera Sanentum y Expavescerent. El primero contrarresta las secuelas de recibir un Sectusempra y es no verbal mientras que el segundo acaba con los efectos de un hechizo que esté en pleno desarrollo o acabe de ser lanzado, y es verbal. Además impide su uso desde ese momento. Casi al mismo tiempo en que Runihara apegó sus generosos labios, las alas de su colacuerno hembra se agitaron emitiendo un sonido característico y amado por la guerrera uzza. Contempló atenta a Ryu y luego posó sus oscuros ojos en sus pupilos, aguardando por alguna pregunta. Minutos más tarde montó a su dragón con la intención de un nuevo viaje a tierras ya conocidas por aquella comitiva, teniendo en mente la necesidad de acabar con las labores inconclusas de pocos días atrás.
  19. Runihura

    Libro de Merlín

    Lo que menos le gustaba a Runihura era presentar un informa de lo acontecido en la isla. Fue una tarea que rindió sus frutos pero que, a pesar del esfuerzo de sus alumnos, quedo inconclusa. Es por eso que cuando se enteró que dos de sus pupilos estaban interesados en vincularse a la magia del Libro de Merlín, la guerrera no dudo en solicitar impartir la clase. Le resultaba conveniente que fueran dos magos que ya sabrían lo que se enfrentarían y que conocían como le gustaba dar a ella las clases. En el semblante de la pelinegra se notaba el cansancio, llevaba varias malas noches y un desgaste de energía considerable. La luz de la vela parpadeo debido a una corriente de aire que ingresó por la ventana y las letras de la nota que estaba escribiendo parecieron cobrar vida, moviéndose. En ella les explicaba casi lo mismo que para la clase anterior, que debían llegar en un dragón puesto que era la forma más rápida de llegar, además que se podría usar el fuego de esas criaturas en caso de encontrarse con sorpresas. El punto de encuentro era el mismo, El Monte Catalina, la reunión sería antes de que salga el sol. Las tocó con la varita y desaparecieron del escritorio. Aun tenía trabajo que hacer así que descansar para empezar fresca la clase no era precisamente una de las opciones que tenía la Guerrera. Al día siguiente ya se encontraba junto a Ryu, esperando por sus alumnos. Su atuendo era el que usaba para las batallas, el que personas que la conocían solo con su faceta de guerrera y maestra, pensarían que siempre usa. No los culpaba pues sus alumnos jamás habían estado en las inmediaciones de su tribu, ahí donde la morera dejaba su largo y lacio cabello suelto, ahí donde podía relajarse y en lugar de un peto de cuero podía usar un vestido, ahí donde podía relajarse un poco. —Bienvenidos nuevamente. —Saludó apenas Karkarov y Matsudaira aparecieron en el lugar indicado. —Espero que vengan preparados para una nueva aventura...—Comentó la guerrera con una amplia sonrisa. @@Benjamin Karkarov @
  20. Libro de Hermes Trimegisto Aprobados Benjamin Karkarov Kaori M. Reprobados Hades Ragnarok
  21. Cada alumno era diferente, cada rival con el que ella se había batido en duelo a lo largo de su vida usaba estrategias diferentes, algunas eran más complejas que otras y en algunas ocasiones le costaba un poco entender el accionar de su oponente. Eran precisamente esos detalles los que la guerrera le gustaban, la emocionaban. La sensación que había sentido en sus cuerdas vocales desapareció, ya podía volver a hablar una vez más. Los filamentos de fuego se incrustaron en su piel morena lastimándola, quemándola. Era un dolor muy fuerte que hizo que soltara un alarido. Sujetó aun con mas fuerza la varita mientras decía. —Vara de Cristal—El arma mágica de la mujer creció hasta ser de metro ochenta de altura, tenia un color plateado luminoso muy hermoso y un mango cilíndrico y liso. Fijo su mirada en el Ragnarok y entonces dijo —Expelliarmus—Fue un susurró pues el dolor cada vez se hacía más insoportable, cada vez las heridas se hacían más profundas y las quemaduras eran más graves. Gracias al poder inyectado de la Vara de Cristal, el expelliarmus afectó inmediatamente en su contrincante, haciendo que su varita volara 5 metros a la derecha. ¿Cómo la encontraría estando ciego? Le interesaba ver. «Aguamenti» pensó y su vara de cristal salió un chorro de agua que la mojo por completo, apagando el fuego que la estaba quemando. «Curación» pensó esta vez para que sus heridas sanaran, para que las quemaduras dejaran de doler. Hace mucho que no era herida de esa forma, debía darle puntos extra a su alumno por esa hazaña, sin embargo el duelo aun no terminaba y ella tenía curiosidad por saber cual sería la siguiente acción del vampiro. Observo su ropa, quemada y gradeció en silenció que no fuera una de sus preferidas.
  22. Runihura sonrió ampliamente cuando por fin su alumno hizo acto de presencia y más aun al ver que llegaba sobre el lomo de un dragón. Que le diera uso al amuleto del libro sin duda la ponía de buen humor, pues significaba que al menos algo había aprendido durante la clase. Aunque podía recordar con mucha claridad lo bien que lo había hecho durante la clase, estaba segura que en esta parte final lo haría igual de bien. —Si la escuche, pero ya no hubo oportunidad de responderla. — Le respondió levantando un poco la voz pues Ragnarok ya se había colocado a varios metros de distancia. En realidad, no tiene un límite. Depende de la habilidad del mago, del poder del mago… mientras más distancia recorra más inestable se podría volver. Pero estoy segura que para un duelo no se tiene problemas por cuestiones de distancias — añadió. Si bien la pregunta había quedado en el aire durante la clase, la guerrera la había mantenido en su mente y si su alumno no sacaba el tema durante esa prueba, ella se encargaría de hacerlo. Aunque claro, no había sido necesario. El duelo finalmente dio inicio, para su sorpresa el mago uso un hechizo a pesar de poderse realizar sin ser pronunciado, fue pronunciado, poniéndola sobre aviso de los efectos que en ella tendría si dejaba que impactase. Sintió un leve cosquilleo cuando el rayo impactó de lleno en su abdomen. La sensación se esparció por su cuerpo, pero donde más sintió el efecto fue en su garganta, en su lengua, en todo lo que implicaba el poder hablar y es que el mutis hacía eso, dejar muda a una persona por un lapso de tiempo. «Flechas de Fuego» Pensó Runihura mientras movía su varita, una andanada de finos filamentos de fuego salían despedidos de la misma. Estos filamentos, en caso de impactar, quemarían la piel del mago ocasionándole graves heridas sangrantes. No poder pronunciar palabra alguna sin duda era una desventaja pues limitaba mucho los hechizos que pudiera lanzar, por un momento pensó en devolverle el favor y lanzarle el mismo hechizo que el había usado en ella, pero estaba ahí para señar a sus alumnos, no para intentar vencerlo. Dio un suspiro y entonces pensó «Conjuntivitis» el rayo salió despedido de su varita en dirección del mago, si lograba impactar afectaría la vista… y si no podía ver su puntería no sería muy buena. Sin bajar la varita la pelinegra espero con paciencia a que el cosquilleo en su garganta cesara de todo y pudiera volver a hablar. Los hechizos que había usado eran, sin duda ideales para que su alumno pudiera practicar los que el libro de Hermes Trimegistus, le daba acceso.
  23. El lugar escogido para la prueba final que sus alumnos tenían que superar para finalmente vincularse con el libro de Hermes Trismegistus era el monte Catalina, para muchos era un poco inhóspito y el clima tan caluroso que ahí reinaba Sin embargo, dadas las circunstancias prefería que sea un lugar que a Runihura no le quedará tan lejos pues aún tenía asuntos que atender y mientras más rápido sus alumnos terminaran con sus respectivos duelos, más rápido podría dedicarse a sus actividades normales. Luego de haberse enfrentado a uno de sus alumnos a Runihura aun le quedaba un duelo más por supervisar. En esa oportunidad no tendría que blandir su varita y esperaba que no tuviera que intervenir para salvarle la vida a alguno de sus alumnos. Tan solo se dedicaría a observarlos y responder sus dudas en caso de que tuvieran alguna. —Sr. Karkarov…—Saludo a sus alumnos cuando los vio llegar. —Me alegra ver que esta mejor Sra. Matsudaira —Añadió mirando a la joven bruja, quien no lo había llevado muy bien con los inferís gigantes. La noche anterior les había enviado una misiva a sus alumnos para facilitarles la ubicación exacta del lugar en donde realizarían la prueba y la hora. Ya que eran tres alumnos y no podría supervisar todo al mismo tiempo, el duelo entre Benjamin y Kaori se llevaría a cabo en la tarde. —Creo que ya conocen la mecánica del duelo. Yo estaré supervisando en caso de que surja algún inconveniente o si surge alguna duda. —Dijo esperando no tener que intervenir. —Pueden empezar. —Añadió luego de un momento. @@Benjamin Karkarov @ *~*~*~* No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 25 de Enero al 31 de Enero. Nos guiaremos por las reglas Nuevas de duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro de las Hermes Trismegistus) Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic de Dudas.
  24. ​El lugar escogido para la prueba final que sus alumnos tenían que superar para finalmente vincularse con el libro de Hermes Trismegistus era el monte Catalina, para muchos era un poco inhóspito y el clima tan caluroso que ahí reinaba Sin embargo, dadas las circunstancias prefería que sea un lugar que a Runihura no le quedará tan lejos pues aun tenía asuntos que atender y mientras más rápido sus alumnos terminaran con sus respectivos duelos, más rápido podría dedicarse a sus actividades normales. La guerrera estaba de pie a espaldas de sol, al tener tan solo tres estudiantes tendría que batirse a duelo con alguno de ellos. Para nadie que la conociera un poco era secreto que le gustaban, más cuando se trataba de impartir clases, prefería observarlos pues le daba la oportunidad de apreciar mejor las fallas que tenían e irlas corrigiendo en el transcurso del duelo. Cuando por el contrario le tocaba enfrentarse a algún alumno, su atención estaba en ganarlo pues era bastante competitiva. Terminó de trenzar su largo y lacio cabello, acomodó sus pulseras para luego simplemente cruzarse de brazos. Iba vestida con su clásico atuendo para un enfrentamiento, un peto de cueto a juego con una falda de tiras de cuero, no llevaba zapatos y en sus manos estaban varias manillas y amuletos que siempre solía llevar. La morena había enviado una misiva a su alumno con la ubicación precisa para que llegara al lugar escogido. Ahora solo tendría que esperar. —Bienvenido Sr. Ragnarok. —Saludó al mago cuando este hizo acto de presencia. — Me alegró que se encuentre bien y aun más que haya llegado a esta parte de la clase. —Dijo la guerrera mientras hacía aparecer su varita —Creo que ya sabe la mecánica del duelo final. Por favor use los hechizos de los libros y si tiene dudas me las puede hacer sin problema. Buena suerte—Añadió poniéndose en guardia, lista para primer hechizo que le pudiera enviar. @@Hades Ragnarok *~*~*~* No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 25 de Enero al 31 de Enero. Nos guiaremos por las reglas Nuevas de duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro de las Hermes Trismegistus) Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic de Dudas.
  25. El amuleto del dragón sin duda alguna era poderoso y un objeto muy útil. A la guerrera le alegró mucho que Ragnarok fuera capaz de usarlo sin problema, pues sintió como la dragona Ryu quedaba en manos del vampiro. Ella confiada en el buen trabajo que estaba haciendo, no perdió tiempo y subió al lomo del majestuoso animal. Aun las alas de la dragona no se habían extendido del todo cuando la voz del mago le llegó a sus oídos, al parecer había pasado por alto decirles que el Fuego Compacto no podía afectar a alguien que haya usado el Ignea Máxima. —En efecto, el ígnea Máxima te puede proteger del Fuego compacto ya que como bien dices es fuego —Le respondió la pelinegra. Después de esas palabras y dado que nadie más había preguntado nada, la guerrera se concentró en dar las indicaciones necesarias para llegar a la Isla. Una vez llegaron el escenario era aun peor de lo que había imaginado, había más inferís de los que se decía en el reporte de la misión. Sintió las auras del lugar y sobre la isla se cernía una muy negra, esa clase de aura que dejaba el uso progresivo de la magia oscura. «Maldición» pensó la guerrera al darse cuenta de que probablemente la tarea de atrapar al mago que estaba ocasionando todo ese lio le llevaría más tiempo de lo planeado. Era una suerte que contara con la ayuda de sus estudiantes para que se ocuparan de los gigantes, mientras tanto ella buscaría al responsable o al menos ese era el plan que tenía a esta ese momento. Estaba a punto de pedirles que se hicieran cargo, pero, para su grata sorpresa, Karkarov y Matsudaira ya se habían puesto a la tarea de distraer y acabar con los monstruosos gigantes. Sonrió complacida al ver la primera llamarada salir de las fauces el Vipertooth, pero esta se desvaneció cuando por un momento creyó que había impactado en Karkarov y de hecho así era. Volteo a ver a la mujer que iba sobre el dragón rojo quien por fortuna reacciono a tiempo y protegió a su compañero usando uno de los hechizos que tenían que practicar. Respiró aliviada al ver que Karkarov estaba ileso, notando como intentaba calmar a su dragón para que no arremetiera sobre el que, por error, lo había atacado. «Quizá deba quedarme un poco más con ellos» pensó la guerrera, algo con Matsudaira no iba del todo bien y aunque Karkarov trataba de ayudarla, no quería tener ninguna baja y menos aun llenar el papeleo que supondría la muerte de alguno de sus estudiantes. —Sr. Ragnarok. Hay que darles una mano …—dice, para que su alumno ayudé a terminar con los inferís. Apenas terminaba de hablar cuando observó como Karkarov evitaba una tragedia, un poderoso ataque con magia oscura iba en su dirección, una vez más haciendo uso del Fuego Compacto, el joven mago salvaba la situación. Su mirada se posó en el lugar de donde provenía el ataque… pero primero lo primero, acabar con los monstruos gigantes.

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