Jump to content

Maida Black Yaxley

Magos Expertos
  • Mensajes

    1.898
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    34

Mensajes publicados por Maida Black Yaxley

  1. Turno 8 - Turno 10 (Penales) - Maida Yaxley

    El calor de las semifinales era algo a lo que Maida no lograba aún acostumbrarse, para Jeremy y Candela era obligatorio al menos llegar a estás instancias, para Maida, era más como "lo importante es participar", pero claro, ese concepto era probable que no compartiera ese pensamiento con nadie más. Ahora le tocaba atajar un penal, esos momentos los disfrutaba, es decir, no le gustaba tener el peso de atajar los goles, sin embargo la sensación de que podía ser útil con alguno de sus movimientos, algunos practicados durante los entrenamiento la mayoría, entrenados al champazo mientras competían. Sonrió, cuestión de confianza, nada más.

    — ¡Vamos! —susurró antes de fijar la mirada en el equipo contrario.

    La quaffle era fácil de seguir, no así de dominar, pero Maida era rápida, no con los conocimientos básicas, pero sí en la práctica, el double eight loop era un movimiento que ella realizaba antes de darle un nombre. Sobrevolar todos los espacios posibles con la escoba le daba la opción de virar cuando fuera necesario al arco que tenía que proteger en realidad, y así lo hizo. Segundos más tarde, atajaba el penal de la manera más práctica que se le pudiera ocurrir a nadie, las tribunas ahogaron el grito de sorpresa y los fanáticos de los TT gritaron emocionados. Era esa la idea, pasar el partido de semifinales. 

    De todas maneras, ahora el apoyo del público con chalinas y prendas turquesas estaba del lado de Aedis, en cuestión de dos o tres jugadas más, la suerte les favoreció con un penal, uno que Mosquito no iba a perderse, colocándole el balón justo dónde lo requería y marcando un gol para los TT tornados. Mientras Aedis formara parte de los TT habría la seguridad de que no perderían los partidos sin lucharla, lo más que pudieran. Había logrado anotar usando una maniobra un tanto particular, un efecto Finbourgh, usar la escoba como un sencillo bate cualquiera para darle mayor potencia. A Maida le causaba gracias pero finalmente el objetivo estaba logrado, seguir sumando en el partido. 

  2. Buenaaaaas, vengo por un pedidito cortico (?) Son dos firmas con sus avys, pero no estoy segura de si escogí bien las imágenes, tampoco quisiera generar más dolores de cabeza 

    Imagen 1

    Imagen 2

    Un juego para chico y la otra para chica
    Chica: Nombre: Bonnie M
    Chico: Clyde J 

    No sé si colocarle frase, pero si se pudiera:

    Chico: "No soy un hombre apasionado"

    Chica: "Tú me gustas, pero para mí el amor es algo secundario" 

  3. Demasiado temprano para intentar descifrar cuál era la respuesta que buscaba su profesor de turno, se mordió el labio inferior sin darse cuenta tratando de buscar una respuesta que no delatará del todo sus propias debilidades. ¿A quién protegía el Estatuto del Secreto de la Magia? A todos. Sin distinción alguna de si se era muggle o mágico. ¿Qué demonios era Cilliw...? Oh, ya entendía. Liberó su labio inferior y miró al Crouchs.

    Dígame ingenua, profesor pero si hay alguna manera de evitar cualquier tipo de conflicto no sólo la buscaré, sino que la apoyaré, y posiblemente me pueda ver incluso en vuelta en verla realizada —sentenció, aunque continuaba susurrando—, los muggles le temen a lo desconocido, nosotros igual. Yo igual. Sino, ¿por qué no nos alientan a practicar baseball o fútbol cuando somo pequeños? ¿Por qué nuestras alternativas principales de viaje son a través de una chimenea y no aprendemos a usar correctamente un aeropuerto? Todo siempre se reduce a una confrontación sobre quién es más poderoso y no creo que los muggles o nosotros lo seamos, creo firmemente que ambos tenemos con qué defendernos, lo que para mí, el Estatuto arregla es que ya no tendríamos de qué defendernos. Ellos ignorarían nuestra existencia y nosotros lo haríamos, porque es más seguro. Para ambos. No estoy interesada en tener un ejército de sumisos mugles, estoy interesada en conocerlos y mantenerlos lo más lejos de mi existencia que se pueda.

    ¿Similitudes entre los muggles y ellos? Bastante, para comenzar, compartir los antepasados, no era una raza distinta ni nada que se le se le pudiera acercar. Sus costumbres afectivas eran similares igual, terminaban todos buscando un hombro dónde descansar luego de un arduo día de trabajo o estudio. Un hombro dónde llorar, unos brazos dónde refugiarse, como hacía exactamente Cillian ahora, tratando de evitar los efectos de un Imperio sobre Ludwig, quién se suponía, lo amaba sobre todas las cosas. Sacudió la cabeza, nuevamente se estaba poniendo amarga hasta para pensar. Las comidas eran similares, los hospitales eran similares, aunque si había que ser muy meticulosos, los seres mágicos tenían mucho más respeto por la naturaleza que los rodeaba, era lo que correspondía.

    — Somos seres que de desarrollaron distintos al final del camino, llegaron a descubrir el gen de la magia, ¿no fue así? —preguntó entonces, sin darse cuenta que su tono había recuperado la normalidad— No estuve demasiado interesada en la noticia la verdad. 

    @ Hessenordwood Crouch  

    • Love 1
  4. Turno 10. Maida Yaxley

    Jugar contra los Montrose Magpies comenzaba a tener un gustito especial para la Yaxley, no sólo eran buenos jugadores frente a ella, esos los encontraba en todos los partidos, sino que era tan o más vehementes que algunos de sus compañeros de equipo y eso, eso precisamente no se encontraba en cualquiera de los otros equipos de la liga, para ella podía considerar incluso como un derby personal. Tenerlos al frente la obligaba a tener los cinco sentidos encendidos, porque sino, seguramente Mosquito la iba a coger a escobazos en medio del partido. Y así se hallaba Maida en estos instantes, pendiente, sobre todo cuando tenía que preocuparse no sólo de cazadores sino de bludgers también.

    Sobrevolaba los aros con cierta impaciencia, hasta que, como un roedor que oye a lo lejos a depredador, se quedó estática y se concentró en evitar que Auxerre marcara para los Magpies. Fueron unos segundos, pero siempre ella los sentía como minutos, incluso un par de horas. Finalmente, y aunque casi se crea una situación bastante incómoda, logró atajar el disparo del muchacho. Todo lo que impedía que ellos sumaran, era bueno. Evitaba que la quisieran dar de escobazos. Sonrió y continuó en el modo defensivo que se encontraba. 

     

  5. — Разбирам. Познаването на всички езици на съвременния свят е важно в този момент, страхувам се, че в един клас не бих могъл да ги овладея всички. Мисля, че имам нещо, което може да ви се стори интересно. —comenzó Maida con un acento completamente natural y búlgaro, no siempre le decía a las personas que conocía de dónde provenía, no le parecía trascendental, sin embargo, para la materia a cursar, podía ser útil—. Lo que acabo de decir es que, si bien es cierto es importante conocer los idiomas del mundo moderno, es difícil hacerlo en apenas una clase, pero a lo mejor, tengo algo que puede resultarle útil. Soy de origen búlgaro, me tomó al menos un par de años adaptarme a otros idiomas, pero no es tan difícil como parece.

    Había estado caminando mientras le comentaba y escuchaba lo que Mica tenía que decir, se preguntó si ella ya había logrado tener contacto con su animal interior, si lo había finalizado. Pero entendía que era un tema que no tenía nada que ver con lo que tenían que hacer ese día en particular. Abrió la trampilla y bajó unos cuantos escalones antes de sacar la varita y encender la punta con magia para iluminarse un poco. Ahí dentro, cosa de magia, también, había un gran estanque dónde se encontraban diversas gentes del agua, un par de ellos sonrieron con gratitud a la bruja con la mano. Otra, una sirena, no estaba de lo más animada, pero había ido hasta ese lugar por propia voluntad.

    — ¡Voila! —saludó en francés y con una sonrisa— Somos magos, seámoslo siempre. Y disfrutemos de esas ventajas, de manera correcta y apropiada, sé de muchos que consideran que las criaturas mágicas no tienen ni la inteligencia ni las capacidades para ser considerados dentro de nuestros registros, pero estoy totalmente en contra y mi amistad con ellos, es sincera y recíproca —tapó un poco la mano y susurró—, bueno, al menos de mi parte. Si tienen la posibilidad de trabajar y enlazar con las criaturas del agua, lo recomiendo totalmente, son políglotas naturales, viajan por casi todas las partes del mundo y nos entienden de maneras que ninguno de nosotros podría siquiera aspirar en tan cort...

    Se detuvo y retrocedió un par de paso cubriéndose la boca, había tomado herbovitalizante, era imposible que aún tuviera algún tipo de malestar físico, a menos que alguien se hubiera metido entre sus cosas, pero eso también era difícil de creer. Se llevó la mano libre a la altura del estómago y alzó el rostro hacia la bruja. 

    — El tritón es el más amigable y casualmente —se obligó a continuar y volvió a sostener la varita—, es originario de Francia. No te dejes endulzar por sus palabras, quiere tener el mismo poder que tienen las sirenas con sus cánticos, pero no lo logra con facilidad. Tienen quince minutos para descubrir sus nombres, lugar de procedencia y que ellos le enseñen la manera de comunicarse en un idioma que no sea el de su país natal. Tengo sus fichas de inscripción, así que no intente timarse, ¿si? Vuelvo en un instante.

    Y apareció unas cuantas luminarias a través de su varita para dejar el sótano un poco iluminado. 

    @ Mica Gryffindor  @ Illidan Black Lestrange

  6. Siempre había una primera vez para todo, en el caso de Maida, era la primera vez que veía a alguien sobresaltarse y no era ella el gato trepado en el techo, la hacía sentir un poco más normal, más sencilla de perderse entre el resto. El caballero frente a ella lucía sinceramente feliz, al borde de la euforia en ciertos segundos, pero no llegaba a incomodarla, al contrario, la sorprendía. Encontrar el Castillo Black no era difícil, en eso le daba la razón, atreverse a entrar en él era lo complicada, ella agradecía mucho aún tener los privilegios de ser parte de la familia y acceder sin muchos problemas a la propiedad. Estaba por decirle algo cuando el flash de una cámara la dejó perpleja por unos instantes, obligándola a parpadear continuamente por un minuto para recuperarse de la sorpresa.

    — Podías pedirla sin ningún problema, no me gusta mucho tomarme fotos, pero seguramente con un aviso saldría mejor en ellas —intentó bromear, pero antes de recuperarse de aquello se vio invadida de pequeños sobres, de cartas y pergaminos. Sus ojos se abrieron como platos al escuchar al supuesto fanático, ¿qué de extraordinario había hecho exactamente que lograra semejante atención? Es cierto que integraba el equipo campeón, pero seguramente Mosquito tendría más fanáticos que ella, o Kalevi, aunque ya no estuviera con ellos. Revisó las caligrafías, todas distintas, frases de aliento. Se sentó en el césped un momento mientras abría algunas, tratando de encontrar alguna frase que delatara la broma. Sabía que había estado de pésimo humor en los últimos meses, deprimida incluso, pero bromearle con algo así no sonaba muy convincente— ¿Un club de f..? ¿Tú eres el qué? 

    Maida alzó el rostro hacia el hombre mirándolo incrédulamente, ¿ella tenía fanáticos reales? ¿Por qué esas cartas no llegaban a sus manos? Encima él decía tener cosas importantes de las qué hablar y ella apenas comprendía lo que le estaba mencionando. Si el dichoso club existiera, ¿qué tenía que ver con ella? ¿qué debía hacer? 

    — Estoy segura que estás confundido —comenzó intentando concentrarse en no tartamudear—, ¿seguro que no es a Mosquito o a Luke a quién buscas? No sé, no tenía ni idea. De hecho, hace apenas unos días llegué a casa y recibí tus cartas —ladeó la cabeza un poco—, perdón. No sé qué hacer, si me dices que es una broma, te juro que te invito la cena y nos reímos juntos de todo esto, Si me dices que es verdad, entonces ahí si ando muy perdida, ¿qué procede? Eh, disculpa, ¿tu nombre es? Siempre firmas con un nombre distinto...primer detalle que me gustaría confirmar.

    La bruja le hizo una seña para que se sentara a su lado, mientras, continuó leyendo un poco, insistía en encontrar algo que develara una broma, una trampa, algo así. Le ponía un poco nerviosa alzar el rostro y analizar el de su interlocutor, no quería que pensara que desconfiaba de él ni nada, pero había que convenir en que la situación era un tanto inverosímil, de hecho, giró un poco el rostro para verificar si por los alrededores no estaban escondidos sus compañeros de equipo. Burlarse de la búlgara seguramente calificada como calentamiento en medio del segundo torneo, sobretodo para Jeremy o Mosquito. Pensó un instante en las fotos que acababa de tomar y chasqueó los dedos en el aire.

    — ¿Nos tomamos una foto juntos? —propuso con una media sonrisa— Una en la que ambos luzcamos bien. 

  7. En silencio hizo caso a las indicaciones del profesor con la mano, su rostro se le hacía familiar pero, siendo obediente no dijo ni "mu". Miró a Cillian y a Ludwig mientras escuchaba el relato de su profesor para la clase, ¿comprometidos? Si, había leído algo de eso para el Vuelapluma, sin darse mucha cuenta pasaba el dedo por el collar de plata que sostenía un anillo que en algún momento le había significado algo similar y que ahora utilizaba como protección. Estaba tan en desacuerdo con lo que planteaba Hess, que no sabía exactamente cómo responderle para evitar ofender a cualquiera de los presentes, los compromisos basados en pensamientos románticos no valían de mucho, no tenían demasiada garantía además, todo siempre estaba impulsado por las sensaciones momentáneas y valían lo mismo que valía un segundo: nada. Además de todo, chasqueó la lengua suavemente.

    — Siéndole completamente honesta, profesor, les deseo mucha suerte, y que la ilusión del amor romántico perdure lo que tenga que perdurar —susurró igual que él lo había hecho—, siempre habrá motivos por los qué celebrar, si el quererse es uno de ellos, bienvenido sea entonces. He asistido a bodas, por supuesto, mágicas y no mágicas, ambas cuentan con las mismas tradiciones y supersticiones, en algunos sitios incluso rompen el menaje para atraer la buena fortuna, prueba exacta de que el compromiso como tal no sirve de mucho, sino, ¿para qué tanta tradición alrededor?

    Maida clavó los ojos en el suelo dándose cuenta de lo amargada que podía sonar ahora que lo escuchaba a viva voz, no sintió pena por sí misma, pero si una terrible desilusión, ella no había llegado así al Reino Unido. Había llegado con el corazón roto sí, pero completamente convencida de que las emociones eran los hilos que movían al mundo, lo que prendía la fogata de la vida. Se vía exactamente como se veían ahora Cillian y Ludwig, para ella una palabra habría bastado. Sacudió la cabeza, no había acudido ahí para ningún psicoanálisis, sino para conocer acerca de los muggles.

    — Creo que el estatuto de la magia servirá para proteger algo que no todos los seres humanos saben manejar, es imperativo que se restaure por completo —sentenció una vez más en un susurro—, necesario por dónde se le vea. Los muggles atacan a lo desconocido, no se puede vivir siempre en pie de guerra. 

    • Love 1
  8. — Señorita, hay un caballero esperándola en la colina, dice que viene a verla —anunció pronto el elfo doméstico con parsimonia, aunque aún del otro lado de la puerta, la bruja se sobresaltó, estaba tranquilamente leyendo un poco de la correspondencia de Vuelapluma y básicamente desapareció todo en el acto, por precaución. 

    El elfo doméstico no ingresó a la habitación por respeto a su privacidad, y menos mal, tampoco es que quería quedar como sospechosa delante de la servidumbre. Maida no recordaba haber agendado nada con nadie en particular por lo que al menos una de sus dudas quedaba resuelta al respecto de las misivas del aficionado al quidditch: era un él. Se dirigió a una de las ventanas por las que podía espiar en el lugar indicado, pero aún quedaba bastante lejos, lo que si era notorio eran los colores de su vestimenta, uniforme de los Tutshill Tornados. Claramente un fanático. Maida sonrió y ajusto su cabello en una coleta alta antes de desaparecer de su habitación y aparecer segundos después, a unos cinco metros del desconocido. Era difícil ser precavida en situaciones así, pero la verdad que tampoco le saltaba ninguna alarma como para tener la varita en ristre, todo lo contrario, esperaba tener con el recién llegado un motivo para relajarse un poco, desviar los pensamientos poco gratos. Carraspeó entonces para llamar su atención.

    — Maida Yaxley, por aquí —dijo, de pronto e intentó sonreír, probablemente sin mucho éxito.

    Corría un poco de viento a esa altura, así que la bruja se colocó la capucha de su túnica a media cabeza y quemó un par de metros de distancia entre el misterioso personaje y ella. 

    — Le lucen los colores, creo que yo solo utilizo esa paleta de tonos para los partidos —confesó a modo de segundo saludo, no lo había notado antes, sin embargo, estaba ansiosa, sus palmas estaban un poco más resecas de lo normal—, ¿le resultó difícil llegar aquí?

    @ James Fleamont Potter  

  9. El bullicio en la parte externa de la reunión era inevitable tanto como insoportable, es decir, Maida entendía que había demasiado ego en en ADN de algunos mortífagos, pero a algunos se les toleraba ese detalle, a otros no, tenían que probar que merecían tenerlo. A sus ojos, Kamra no debía siquiera cuestionar la estancia de Hisy en el recinto, ni tenía el derecho, ni tenía los galones necesarios para hacerlo; pero claro, por otro lado, ella no iba a mover un solo dedo ni a favor, ni en contra, a lo mejor con esa discusión de cariocas se ganaba el respeto de los antiguos. A lo mejor, agallas no le faltaban. Medios sí, agallas no. Arya se mantenía en silencio, y se preguntó entonces si estaba por ejercer alguno de los métodos más curiosos de los líderes y mandarlas callar con un hechizo, clara, contundente, sin derecho a réplica. 

    Una Macnair en el poder interno de la Marca no era algo que le sorprendiera, le gustara, o no le gustara. A lo mejor no tenía que ver con el apellido, ni siquiera con la longevidad dentro del bando. La bruja había llegado ahí en busca de un motivo, de un pretexto para no salir de la mansión Riddle dando un portazo, porque, después de todo, ¿quién era ella? La sobrina de Orión, la prima de Aaron, la alguien de alguien. Se había acomodado demasiado bien en el lugar de ser la sombra de alguien y recién ahora le estaba pesando. Años atrás el futuro de la comunidad mágica le importaba tres pepinos, a lo mejor seguía sin importarle demasiado, pero las personas que ella creía proteger con su existencia ya no estaban y eso la había dejado así, casi catatónica. Presionando sus labios para concentrar la atención en eso y no en llorar, en no verse débil. Cualidad que no se le permitía a un mortífago, a un Black, a un Yaxley a un Triviani. Sin darse cuenta, parada donde estaba, se cruzó de brazos y suspiró largamente.

    — Bueno, ¿y cuál es el siguiente paso? ¿Tomar el Ministerio por la fuerza? ¿Retomar las máscaras y los incendios provocados? —preguntó a la líder, a todos y a nadie, como si continuara frente al espejo de la Manor—, ¿Por qué seguimos aquí?

  10. La bruja había vuelto recientemente al Reino Unido, aunque estaba envuelta en un nuevo torneo de quidditch, las cosas se habían detenido un poco y contaba con unos cuantos días de esparcimiento antes de volver a Francia. Lo primero que hizo fue no pisar la Manor Yaxley o el Castillo Triviani, aunque contaba con habitaciones en ambos lugares, le empeoraba el ánimo regresar a sitios dónde esperaba encontrarse con alguien y continuar viéndolo vacío. En el Castillo Black no le pasaba lo mismo, puesto que la mayor parte de la familia se la pasaba de viaje y no había mucho más que esperar, se metió a su habitación y se dedicó a sus pendientes. Uno de ellos, la sorprendió, su elfo apareció con al menos cinco cartas, de remitentes desconocidos, fue un subibaja de emociones; lo primero que pensó fue que alguno de sus familiares había tenido la decencia de comunicarse, pero luego pasó que siempre no. Que seguía sin noticias y sin nadie que se las brindara de manera directa. Que diferencia con el buzón de Vuelapluma, ahí si que llegaba hasta las cosas de las que no deseaba enterarse. 

    Las firmas eran distintas, pero la caligrafía delataba al mismo autor o autora. El contenido además era similar. Aunque no eran los mensajes que había su instinto anticipado, llegado el tercer pergamino, le ofreció una sonrisa. Una que hace mucho no cruzaba el rostro de la Yaxley, se imaginó a Jeremy tratando de descubrir quién se había tomado la molestia de escribirle las líneas y a una Mosquito diciendo que todo eso era un factor de distracción y que debía volver a entrenar. ¿Quién iba a decir que encontraría en alguien tan joven un ser para respetar? Resopló disipando sus propios pensamientos mientras leía la última misiva.

    "...sé dónde puedo encontrarte, pero no sé si deseas ser encontrada, te ves tan tranquila ahí, frente a los postes que no deseo importunarte con mi presencia."

    Luego había colocado algo como para frenarlo en caso de no querer conocerlo, pero por los tiempos, había sido imposible que la bruja contestara, por lo que, sin pensarlo había aceptado la invitación a por lo menos una conversación entre ellos. ¿Sería él? ¿Sería ella? 

    — Lo que es peor, ahora me toca estar lista todo el día, ¿no? —le preguntó a su reflejo.

    Aunque casi podía tomarse como una pregunta retórica, porque se estaba vistiendo como siempre, una túnica ancha, el cabello suelto, descalza y sencilla de ver. Esperaba realmente conocer al autor de semejantes mensajes que por lo menos, la desviaban de pensamientos poco gratos. 

  11. — Efectivamente, Maida. 


    A la que saludaba era Sagitas, el tono de su cabello era algo que no se podía tomar a la ligera, no muchas personas lo portaban, ella particularmente, sólo conocía a dos. Sonrió de lado al notar cierta pregunta en la última frase, pero no se atrevió a responder, después de todo, seguía sin estar muy segura de lo que estaba haciendo ahí. Lo del frío sí que se lo concedió, aunque la bruja amaba las bajas de temperatura, la hacían sentir más cómoda, mucho más a gusto con sus vestimentas y en los trucos que tenía para sentirse abrigada sin necesidad de verse pesada. Iba a decir algo cuando las personas comenzaron a llegar en la estancia, decidió entonces sentarse un poco más alejada del resto, no lo suficiente como para dejar de oírlos o saludar. 


    La situación de salutaciones no se hizo esperar, por mucho que ella quisiera permanecer un tanto a solas, la personalidad burbujeante de Ada no la dejí exenta de sus modales. Se acercó pues a compartir y congeniar con ella y el recién llegado Ernest, mientras Sagitas había ido en busca de quién podía saber quién. 


    — Mucho gusto Ernest —saludó sin pretender ahondar en ningún tema sobre su actividad dentro del bando, sin su primo a la cabeza la poca motivación que tenía por permanecer siquiera en el Reino Unido era mínima—, va llega...


    Su frase se vio interrumpida por un destello de varita, pero nada que ella no pudiera advertir, un simple hechizo defensivo. De todas maneras, y por seguridad de quién hasta hace un momento compartía con nosotras, se acercó a la salida. Justo lo que había pensado un mortífago de sangre caliente atacando a otro, y Sagitas en medio, casi. Digamos que en sentido figurado. Iba a salir, sacar la varita e intentar intervenir cuando una voz encabezó la reunión y obligó a todos a fijar nuestra atención en ella. ¿Arya? Así que los rumores eran más que ciertos, vio llegas  León, Sybilla, Xell, volver a Sagitas y retomar las palabras a Arya. Era cierto, Sagitas había sido revocada de su cargo ministerial y el párroco al que le habían dado las llaves del despacho Ministerial estaba protegida por familias relacionadas al bando de la luz. ¿Qué hacía Maida ahí mismo? Arya parecía querer tener la sartén por el mango, evocar la lealtad que había logrado Aaron entre las filas mortífagas era una buena jugada, una en la que seguramente caerían los más débiles de la cadena, los que no tenían un puesto seguro o los que temían perder lo poco que se había logrado dentro del ascenso mortífago. Pero ella no, Maida no le debía ninguna lealtad a nadie en nombre de Aaron, era libre de irse, como lo había hecho Hisy en su momento, desafectarse de un grupo que había perdido su cabeza más firme. Irse y no mirar hacia atrás.

    — Y eso pasó sólo unos días después de la desaparición de mi primo —masculló Maida mirando a la nueva líder, tan bien flanqueada por ambos lados, como si le tuviera miedo a su propia gente, ¿demasiado pretenciosa o demasiado cuidadosa?—, la lealtad, queda claro, es algo que se riega todos los días o cuando lleguen los días de otoño,  ya se habrán secado sus raíces.

    • Love 2
  12. Era la tercera vez, si no recordaba mal, que intentaba esa materia, con toda la verguenza que eso podía significarle a alguien como ella, tan apegada a las reglas y los conocimientos. Pero es que los muggles le causaban desconfianza, hasta miedo, podía decirse, la bruja podía haber sido muy feliz ignorando para siempre a ese lado del mundo, sin embargo, dados los últimos acontecimientos, sentía como obligatoria esta clase. De todas maneras, todos los prejuicios que podía tener con esa clase de seres vivos, era más fuerte que ella y no sólo estaba llegando tarde, sino que había estado de dos segundos de desertar del todo. Después de todo, ¿qué tanta diferencia podía hacer ella en el ámbito político actual? ¿De qué le serviría conocerlos mejor?

    Avergonzada por la notable demora, se alisó unos pliegues inexistentes en la túnica antes de hacer su aparición en el lugar pactado. Se había vestido de la manera que según su elfo, era cómoda para los muggles, un buzo de algodón azul oscuro, una cola de caballo sujetaba su cabello y un par de tenis cubrían sus pies. Carraspeó para hacerse notar entre los tres caballeros que seguramente la acompañarían en esta maestría.

    — Buenas, y disculpen la tardanza, no soy muy buena con los relojes últimamente —intentó bromear, algo a lo que normalmente no estaba acostumbrada, pero que hacía cuando se sentía ansiosa—, Maida Yaxley, espero no ser su alumna más irresponsable, prometo intentar cambiar la perspectiva.

    Y esa disculpa final, si era sincera. Algo que enorgullecía a Maida era su capacidad de querer seguir aprendiendo, si pudiera pasarse la vida mágica leyendo, habría sido la más feliz en la faz de la tierra, lamentablemente, esa no era una opción. 

  13. Si bien era cierto que la lista de cosas que abrumaban a Maida eran bastante larga, no esperaba verse tan expuesta en tan corto tiempo. Aunque por conocimiento cercano era consciente de que los Arcanos eran magos y brujas con sensibilidad superior, no le gustaba sentirse tan en desventaja, más cuando ya había abandonado una vez esta clase. Vio un animalito por ahí, tratando de pasar desapercibido, luego un par de personas más y sin darse cuenta, su piel estaba erizada, alerta con muchas ganas de pedirle a sus pies que salieran corriendo de ahí. La pregunta de la Arcana tampoco ayudó, la bruja Yaxley tenía un terrible problema emocional en los últimos meses y recordar la motivación, que ya no existía, la tenía con los ojos anegados de lágrimas.

    ¿Por qué volver? —repreguntó ella ignorando a los recién llegados, a los que ya estaban y dada la mirada en la nada que tenía, ignorando hasta a la propia arcana—, ¿Por qué no? Supongo que aunque ya no tengo con quién dirigir este tipo de conocimiento la motivación sigue siendo la misma, necesito saber que de llegado el momento, puedo protegerlos de la mejor manera posible, evitarle cualquier tipo de sufrimiento, dolor, evento innecesario.

    Los ojos azules de Maida parecían comenzar a oscurecerse, había perdido toda fuerza de voluntad que la hiciera levantar la mirada hacia su nueva maestra, pero aún con todo eso, no estaba dispuesta a hacerle caso a su piel erizada, no volvería a salir huyendo, se quedaría ahí, aunque no fuera ya necesario, aunque ni siquiera fuera requerido. Era terrible como acababa de librarse del Señor del Caos y una sencilla pregunta la tenía nuevamente de puntillas y temblando. Decidió relajarse un poco, jugando con sus dedos, tamborileando un poco sobre la palma de la mano. 

    • Love 1
  14. Y estaba en muy buena hora, salvo para Maida. De pronto había sentido una terrible punzada en la sien, como si de pronto alguien le hubiera lanzado un Crucio, entrecerró los ojos y se limitó a concentrarse lo suficiente para intentar detener la horrible sensación, mantener la compostura y evitar ponerse a chillar a grito en cuello. Respió profundamente minutos más tarde, justo cuando una segunda persona se acercaba a ellos, seguramente Mica. La bruja, se dio con la ingrata sorpresa de que aunque el dolor aminoraba, la vista se le estaba disminuyendo, ¿un desmayo al inicio de la clase? Si, justo era lo que necesitaba. Rebuscó como pudo en uno de los bolsillos de la túnica y sacó un frasco con un líquido verde brillante, un poco de poción herbovitalizante seguramente le ayudaría.

    No te preocupes, aún ni siquiera hemos comenzado —se disculpó la Yaxley mientras ingería un gran sorbo, dejando el contenido a la mitad—. Ustedes son Mica Gryffindor e Illidan Black Lestrange, ¿correcto? 

    Le había parecido un tanto descortés decir: "A ti te conozco y a ti no", así que se decantó por romper el hielo con aquello, mientras pestañeaba con prontitud y verificaba momento a momento si la visión se restablecía del todo. Carraspeó, aunque no tuviera ningún problema con la garganta y guardó la poción en el bolsillo de dónde la había sacado. Lo que menos necesitaba era enfermarse, no ahora. 

    — Soy Maida Yaxley, y bueno, tenemos un tour que realizar en este precioso castillo inglés, sólo que claro, los invitados principales están el parte inferior de la locación, coméntenme un poco, ¿Qué idiomas son los que les generan mayor problema para entender? ¿O qué idioma están interesados en conocer?

    El tono de voz de la mujer sonaba normal, sin embargo el dolor se había quedado estancado en su cabeza y la visión se estaba haciendo un tanto borrosa. ¿Qué le estaba sucediendo con exactitud? Se adelantó a los dos alumnos y caminó un tramo hasta la escotilla que daba acceso a las escaleras para el sótano.

    @ Mica Gryffindor  @ Illidan Black Lestrange

  15. Cosa!!! ¡Feliz cumpleaños! Vengo a decirte lo que no te he dicho en años, porque creo que es tiempo de sacar todo del tintero, ya no estamos para dejarnos las cosas guardadas... (?) Nah, mentiris xD no voy a quemarte en público en tu cumple xD jajaja Te deseo lo mejor y que además de celebrar el cumple, te sigas quedando por estos lares, las ganas que le estás poniendo en esta nueva etapa foril es lo que necesitamos todos. 

     

    Pásala súper bien, no tomes mucho, que la resaca sea leve y bueno...eso. Feliz cumple cosa! ❤️

     

     

    • Love 2
  16. IDIOMAS

    Definition GIF - Dictionary Magnifying Glass Words - Descubre & Comparte  GIFs

    Los castillos viejos alrededor del Reino Unido podían ser innumerables y de distintas formas, pero ninguno llamaba tanto la atención de Maida como el de los Duques de Devonshire. Lo había visitado una sola vez, pero había sido suficiente para que lo tomara en cuenta para la siguiente clase que le tocaba impartir: Idiomas. Los actuales dueños habían recibido una misteriosa invitación a Londres por unos días, tiempos suficiente para que la bruja se las apañara para tener la construcción apartada de muggles y adaptada a la situación que requería. Tenía dos alumnos para aquella oportunidad Mica Gryffindor, con la que había compartido el inicio de las lecciones de Animagia, e Illidan Black Lestrange, a quién recordaba haber sido mencionado en la gala de beneficencia italiana, y ser uno de los recurrentes informes de Vuelapluma, junto con Mica. La bruja sacudió la melena, no estaba, ni tenía que ponerse en posición de reportera, sino en el de maestra. Cumplir con su deber en Castelobruxo y se acabó.

    Los esperó en los jardines posteriores del Chastworth House, frente a una puerta escondida bajo la maleza, esta, los dirigiría pronto a un sótano dónde tenía unos invitados bastante especiales. Aprender idiomas era sencillo para los que tenían una apertura hacia los conocimientos de otras criaturas mágicas. Que a ver, no todos eran igual a los magos y brujas, pero no eran inferiores. Creer que un centauro es un ser inferior, con todo el conocimiento de astronomía y astrología que tenían era una salida fácil. Pero por otro lado, existían los gnomos de jardín o los duendecillos de Cornualles. De todas maneras, cada grupo de criaturas que lograra organizarse a través de algún medio de comunicación, más allá de los aullidos o gruñidos, bien valía la pena estudiarse.

    Realmente espero que no tarden —murmulló la bruja, tensionada por uno de los invitados especiales que no tenían exactamente el mejor de los temperamentos—, además, según yo sé, bien podrían terminar disfrutando la locación una vez terminada la maestría.

    La bruja, sonrió, inevitablemente los rumores de la sociedad mágica le recorrían la mente de tanto en tanto. Llegarían en unos tres minutos, cada uno contaba, por un envío anterior con un pergamino que hacía las veces de traslador. No les había solicitado nada muy complicado para la clase, para ella lo más importante para este conocimiento en particular era la apertura de mente y la disposición. Le sorprendía eso sí la pesadez de los apellidos, normalmente no se encontraba con familias tan importantes en sus clases, o al menos, no recientemente. Chasqueó la lengua mientras se hacía un moño a la altura de la nuca, recordando al último de sus alumnos, había sido un Malfoy, sí, pero con ellos se sentía cercana, demasiado para su gusto y para sus memorias. Eso sí que no le robó una sola de sus sonrisas.

     

    @ Illidan Black Lestrange  @ Mica Gryffindor

  17. La razón de muchas de las cosas que había hecho Maida desde su llegada al Reino Unido tenían que ver con algún Yaxley o algún Black, siempre. "La sangre pesa más que el agua", era una frase se hacía visible en personas como ella, y si bien era cierto que lo apoyaría hasta el final, no estaba por la labor de precipitar justamente ese final. Su deber, era alejarlo de los riesgos, encerrarlo en una burbuja de cuidado en la que sus ambiciones no le permitían estar. A lo mejor esa actitud le había valido perder la confianza en algunos asuntos con su primo, no ser una de las personas a las que le contaba sus planes de primera mano, porque ella siempre le rogaría que no lo hiciera. Inspiró con fuerza y dejó el cepillo de cabello en un lado, justo al instante en el que su elfo doméstico apareció frente a ella, casi asustándola.

    — Señorita, en el castillo Black hay movimiento —noticia que la hizo ponerse de pie y enfocar sus ojos en la pequeña criatura.

    — ¿Aaron?

    — No, la señorita Goshi.

    — Ajam, y eso me importan, ¿por? —preguntó un tanto exasperada la bruja, sin entender la importancia de la noticia.

    — Es la antigua reportera de "El Profeta".

    Y volvió a sentarse. Goshi era familia, sí, pero además de eso, pertenecía al casi extinto viejo mundo de las noticias mágicas, una persona de la que tenía que protegerse sobremanera si quería continuar en el anonimato. Adicionalmente, teniendo en cuentas las conexiones que ella podía tener, convencerla de colaborar con las informaciones para el boletín no estaría del todo mal, tampoco. La cuestión era cómo lograr eso, sin tener que decirle nada de nada. Necesitaba un buen motivo para aparecer en el castillo sin que pareciera que alguien la había hincado en las posaderas para que lo hiciera. Chasqueó la lengua y en los siguientes segundos desapareció del castillo Triviani, para aparecerse en la vivienda de su madre. Caminando hacia dónde le habían indicado que podría encontrarse Goshi, apareció entre sus manos uno de los viejos boletines de Vuelapluma y lo arrugó un poco.

    ¿Goshi? —llamó entonces, con voz dubitativa— mis elfos me avisaron que estabas en casa. ¿Goshi?

    @ GoshI

    • Me gusta 1

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.