Maida Black Yaxley

Ficha para indicar que se terminó la Mazmorra: No la terminé porque me quemé xD ...Gode tenía razón, necesitaba mucha suerte T_T xD

Participantes:

Nick 1: Maida Black Yaxley
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Nivel del Personaje: 24
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Decir que se encontraba malherida podía tomarse como un eufemismo, porque francamente no había parte de su piel que no le ardiera, al menos el dolor gracias a una de las pociones era tolerable, de momento. Aquí es dónde la nostalgia volvía a invadirla y pensaba que ciertamente una de esas aventuras ella no tendría que estarla haciendo sola, bien podría hacerlo junto con su primo o su sobrino. ¿Por qué tenía que aventurarse así, ponerse en riesgo? ¿Para qué?

Se detuvo unos diez o quince minutos para sentarse antes de intentar abrir la puerta, estaba segura de que si la segunda había tenido Fuego Maldito, esta continuaría solo empeorando piso con piso, además se le dificultaba respirar.

En esta puerta, además, ni siquiera había hechizo, sencillamente giró el pomo una vez se puso en pie y la abrió, para cerrarla al instante al ver una especie de humareda gris que comenzaba a salir de ahí. No era una experta, pero aquello tenía que ser alguna especie de gas tóxico. Algo que, claramente atentaba muchísimo con su ya debilitada capacidad de respirar. Sin embargo, necesitaba las hojas de Dumbledore y no iba a detenerse sólo por un inoportuno inconveniente.

—      Anapneo —musitó muy suavecito, lo que el cuerpo y la vida le permitían, el alivio, por supuesto, aunque no mucho, fue instantáneo. Por otro lado, aún tenía que pasar al interior de la estancia, así que volvió a apuntarse a la cara para pensar en un Cascoburbuja que le sirviera para no tener que respirar semejante nivel de toxicidad.

Volvió a girar el pomo de la puerta y se aventuró a lo que podía, según sus fuerzas, ser el último tirón de la ventura escogida para el día de hoy. Ingresó en la nebulosa esa como pudo y tanteó con la mano por donde pudo, demorándose casi el triple de lo que se había demorado en las anteriores estancias para encontrar el famoso pergamino que buscaba, pero lo hizo. Nuevamente, como pudo salió de esa cosa gris que intentaba envenenarla.

Había logrado tres, ¿cuántas más eran y para qué las buscaba? Conforme el ardor y la piel continuaban quemándose de manera interna, notó que no iba a poder llegar a la cuarta. Tampoco tenía la voluntad de hacerlo, si tenía que ser completamente sincera con ella misma.

Posteo 7

Efectivamente, el hechizo para ingresar seguía siendo el más básico de los libros de encantamiento, pero lo que estaba dentro no lo era. Y para que siguiera resguardando los secretos del viejo Dumbledore eso no podía ser más que el interminable Fuego Maldito, era la única conclusión a la que podía llegarse. Maida resopló, pero no se dignó siquiera a revisar las cosas que había llevado consigo, no tenía nada que pudiera ayudarla con eso, al contrario, cabía la posibilidad que el fuego escapara de la sala y se propagara por lo que restaba de la torre, algo que tenía que evitar a toda costa. De pronto, las urgencias de Maida por convertirse en toda una investigadora se hacía añicos y el polvo de estos, se escurría entre sus dedos. Trató de concentrarse en cómo obtener el pergamino. Debía ser rápida, intentar la menor cantidad de quemaduras posibles.

Logró vislumbrar algo, no demasiado, pero seguía demasiado lejos, aunque lo hiciera rápido iba a sufrir consecuencias. No tuvo más remedio que consolarse así misma con la esperanza de un futuro no tan malo.

—      Aguamenti —musitó aplicándose el chorro de agua desde la cabeza, al menos eso la mantendría ligeramente fresca mientras hacía el camino del infierno, tampoco es que tuviera muchas opciones ya puestas en camino.

Respiró hondo una vez, porque tampoco estaba dispuesta a calcinarse los pulmones con lo que suponía era el aire caliente que quedaba de todo ese Fuego Maldito. Y corrió, dándose cuenta en los siguientes tres segundos lo temerario de su actuar. Las brasas buscaban su cuerpo y evaporaban con la velocidad de la luz la poca agua que tenían sus prendas, era de suponer que, en cuestión de nada, su piel comenzaría a quemarse, pero ahí estaba, en el fondo de la estancia, lo que buscaba, el segundo trozo de los apuntes del desquiciado Dumbledore. La tomó como pudo y giró sobre su eje para salir del lugar, aunque el fuego le dificultaba la visión.

Corrió, aunque mucho más lento que en la entrada y sintió punzadas de ardor sobre los brazos y piernas, de alguna manera su torso se estaba salvando, cuando por fin llegó a la puerta, se aferró a la varita, que gracias al cielo no se había chamuscado y se lanzó un segundo hechizo de agua para refrescarse, adicionalmente tomó un poco de poción herbovitalizante, seguramente no iba a hacer nada por las quemaduras de su piel, pero al menos la tendría más calmada mientras intentaba continuar.

Le tomó muchísimo más tiempo llegar a la 3era puerta en el siguiente piso, ni siquiera se examinó el cuerpo y las heridas, el traje lo tenía hecho jirones y el ardor ya no podía identificarse de dónde venía.

Posteo 5

Bueno, aquello no podía ser tan difícil, se acercó a la cerradura de la puerta y la examinó por largos cinco minutos, llegó un punto en el que incluso se concentró tanto, que alucinó que la chapa le hablaba. Eso era imposible, ¿o no? ¿Qué hechizos o maldiciones tendría esa plaquita metálica que pudieran servirle para un futuro? Recordaba la historia de cómo iba Dumbledore aniquilando los horrocruxes, y claro, Voldemort hacía de todo para debilitar a quién intentaba quitarle un pedazo de su alma, a lo mejor, Dumbledore en sus años mozos, había pensado en algo similar.

—      Alohomora —murmuró al fin, haciendo una floritura con la mano que sostenía la varita y para su sorpresa, un pestillo se deshizo. Chasqueó la lengua, justo como lo había pensado, bueno, al contrario en realidad, el hechizo más sencillo, habría la primera de todas las puertas—, así que seguía siendo un niño cuando hizo esto.

Giró el pomo de la puerta e ingresó con la varita por delante, no vaya a ser que la estuviera esperando un gigante o un troll, a esas alturas, Maida no sabía qué cosa podía ser peor, pero siendo tan fácil el acceso, a lo mejor lo complicado era el contenido de las puertas, pero no. Nada. Nada agradable, en el suelo estaban muchos cadáveres de doxys, lo que resaltaba el color amarillento de un pergamino. ¿Quién sería tan salvaje de asesinarlas así? No iba a tocarlas, así que con un Accio, obtuvo el pergamino y salió de la estancia.

No estaba segura de lo que iba a obtener con esos pedazos de conocimiento, pero era una pregunta para más tarde. Ahora lo que correspondía era ver si la 2da puerta también se abría de manera tan sencilla como la primera. Seguramente alguna dificultad había en todo eso, pero lo de asesinar criaturas mágicas, esperaba que no estuviera en su aventura, ahí dónde se la veía, Maida no asesinaba por placer, ni a magos, ni a criaturas mágicas.

—      Alomohora —dijo con firmeza cuando estuvo ya frente al pomo de la 2da puerta en el piso siguiente y esperó

Posteo 3

Sólo por no tentarse con las expresiones que solían delatarla, Maida materializó su máscara mortífaga sobre el rostro antes de pasar por la alfombra verde que habían colocado antes de ingresar a la Mansión Riddle. Era posible que la velada no fuera del todo mala, sin embargo, hacía mucho rato que Maida no tenía los augurios correctos para pensar de aquella manera. Apretó la parte del torso dónde debía estar su varita y caminó hacia el interior de la casa. Efectivamente, muchos ya habían llegado, por lo menos la puntualidad era un rasgo de elegancia que le daba prestancia al asunto que los reunía ahí dentro.

La Mansión Riddle llenaba de nostalgia a la pálida mujer, pues apenas colocó un pie dentro, sus ojos azules se anegaron en lágrimas, no iba a derramarlas, no con la máscara puesta de Perséfone, pero si, iba a verificar que todo estuviera en orden con sus emociones. Se reprendió mentalmente por ser tan débil a algunos recuerdos más que otros y se forzó a sí misma a ni siquiera en la mente pronunciar su nombre, tenía que cambiar. Apretó los dientes y buscó una bebida, aunque fuera una sencilla agua alegre.

— Bueno, veamos quiénes son los afortunados de la hora —musitó antes de echarle un vistazo a los que pronto serían ensalzados por sus méritos dentro de la Marca Tenebrosa. Solo esperaba que las categorías fueran importantes. 

Link

Sorry, tuve que editar el primer posteo porque coloqué el dado antes del rol xD, pero tengo prueba que no fue edición de texto, porque fue ene l mismo instante, díganme que si es válido porfa, porque sino, tendría que iniciarla de nuevo, no?

null

¿Por qué razón la tímida Maida Yaxley, la que era incapaz de asesinar sin un motivo real, se estaba adentrando en semejante empresa? ¿Qué la estaba orillando a aventurarse en medio de la nada y sola? Nunca había dado indicios de estar particularmente interesada ni en los dragones ni en el legado mágico que pudo o no haber dejado Albus Dumbledore en el mundo. Sin embargo, ahí estaba, con una ropa que para ella no era lo habitual, unos pantalones sencillos, de mezclilla, un top negro ligero, que, cosa curiosa dejaba ver más de la mitad de su abdomen, y el cabello en una cola ala. Accedió al consejo de su elfo e impuso la frescura para semejante circunstancias.

—      Ok, ya estamos aquí —murmuró una vez dentro de la Torre, se podía ver una escalera que si bien no era infinita, era lo suficientemente grande como para intimidar a cualquiera—, no puede estar tan calmado, ¿no?

Se supone que estaría expuesta a peligros, aunque de momento lo más tétrico era el sonido del silencio del lugar. Tenía la varita en alto por si cualquier cosa y su broche en la otra palma, no era que iba a recurrir a él, pero al menos la hacía sentir más segura dadas las circunstancias. No se atrevió a subir porque se quedó mirando la puerta del primer piso, quiso intentar un Alohomora, pero eso era demasiado sencillo, ¿no?

—      Bueno, si me quedo sin opciones elaboradas, regresamos a lo básico —bromeó consigo misma antes de hacer lo muggle: forcejear la manija—, ok, si, eso era lo elaborado.

Suspiró, cansada de apenas dos minutos de aventura, ¿para qué realmente necesitaba los apuntes de viejos hechizos? O conocer a un dragón, ella no tenía especial interés en criaturas de ese tipo. Era Herbóloga y disfrutaba serlo, además. Nada más alejado de semejante problema. Tenía que existir una manera de abrir esas puertas que no se refirieran a un sencillo hechizo o volverse locos forzando las entradas, pero, ¿cuál? ¿Sacrificio de sangre? Eso si sería más propicio a lo que estaba por vivirse, y se sabía que Dumbledore de joven no tenía reparos en cosas de ese tipo. Se apuntó con la varita en el brazo izquierdo, ahí en su soledad, refulgía la Marca Tenebrosa, la misma que estaba por destrozar con un pequeño corte. ¡A lo que nos puede llevar la desesperación!

Posteo 1

“Siempre que prometen no aburrirnos termina algo rompiéndose en el lazo mortífago”, pensó Maida oyendo al fin el saludo de la francesa. Había ingresado a la Mansión Riddle no hace mucho, sin embargo se había mantenido en completo silencio, podían ser contados con los dedos de la mano los mortífagos que le inspiraban respeto a esas alturas de la vida. Ada, era una de esas personas.

Poco a poco llegaron más personas, al igual que ellas, portando máscaras mortífagas, la Yaxley no estaba del todo segura, pero tenía ideas bastante cercanas a lo que podía ser la identidad que se ocultaba debajo, decidió entonces permanecer en silencio aún. Sobre todo, al escuchar la voz masculina de uno de los recién llegados (Mael). ¿Desaparición de Arya? ¿Dejar mal parada a Mica? Se cruzó de brazos para seguir oyendo y tratando de armar el mapa mental en su cabeza. Así que todo este revuelo se debía a que la sucesora de su primo había desaparecido. “Todo siempre se reduce a ver quién la tiene más larga” …le había dicho a su primo alguna vez ganándose una de sus miradas más envenenadas, la lucha de poderes no era algo que le hubiese atraído en algún momento de su vida, estaba muy cómoda a la sobra de su tío, de su primo, de su sobrino. Defender a una mortífaga o su reputación sólo por el hecho de portar la misma marca tampoco le venía en cuento.

—      ¿Y qué si alguno de nosotros tiene algo que decir? ¿Nos vas a eliminar con un hechizo? —soltó de pronto y luego de todo lo que dijo Mefistofeles, quién tenía razón en eso de que Mica era inocente contra cualquier acusación mientras no se le pudiera demostrar algo— Porque disminuir las filas del bando no nos hará más fuertes.

Caminó hacia la puerta, no con la intención de retirarse ni nada, era sólo el que aire estaba demasiado viciado, entendía que Mael o Sagitas eran la autoridad actual del bando, pero al menos el primero, estaba actuando con la calentura de la sangre a punto de hervir, cero racionalidades. No iba a prometerle fidelidad a alguien en ese estado, ni siquiera a Aaron.

—      Le soy fiel sólo y únicamente a los principios de la sangre pura, quién lo defienda de la misma manera, tiene mi apoyo independientemente del nombre, familia o proveniencia, me da igual. Lo mismo que si cayera en traición alguien de mi familia, yo misma se los entregaría para un maleficio mortal —terminó encogiéndose de hombros—, ¿no tenemos líder? Bueno, a llorar al río…¿qué tenemos que hacer? Lo que dice ella es cierto, hay que permanecer unidos, pero tengamos claras las razones de porqué lo hacemos.

@ Malum Luxure

@ Mael Blackfyre @ Kahlan Blackthorn

@ Ada Camille Dumbledore @ Mica Gryffindor @ Sagitas E. Potter Blue @ Juliette Macnair

Participantes:

Nick: Maida Black Yaxley

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Nivel del Personaje: XXIV (24)

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Link a la bóveda: Bóveda

Mazmorra:

Título de la Mazmorra: La Torre del Dragón

Link al Topic abierto para realizar la Mazmorra: Link Mazmorra

Ir a Galas, seguramente de las peores obligaciones que tenía la Yaxley en aquella sociedad en la que se veía envuelta, siempre su elfo doméstico se emocionaba más que ella con la simple idea de responsabilizarse por la tenida del día o de la noche, según se viera el caso. Por lo menos esta vez era un color que le gustaba, aunque no le acentuara el color de sus ojos, como bien lo había explicado Mushu sopesando sus opciones. Una de ellas, particularmente le gustó, así que no le dio tiempo a experimentar más.

Era una de las fechas más importantes de la Marca Tenebrosa, así que la rimbombancia del asunto se imponía incluso a la moda, la falda del atuendo era un sinfín de volantes de tul y gasa en tonos verdes que se veían contrapuesto al torso envuelto en un corsé verde mucho más duro y recio, los hombros al desnudo, la cabellera castaña, suelta, las piernas libres para ir con los pies descalzos. Se sentía cómoda y era lo que más valoraba. Como joyas, únicamente su broche de ciervo coronado adornando el lado izquierdo de la cabellera.

Apareció en los jardines de la Mansión Riddle envuelta en un suspiro, siempre volver le acarreaba ese gesto, estaba ligada a las paredes de ese lugar, aunque no quisiera estarlo, la nostalgia siempre lograba invadirla.

—      добре, нека започнем шарадата —susurró en búlgaro antes de encaminarse al sitio.

Había dicho algo así como “comencemos el juego, la charada” en su idioma natal, llevaba mucho rato fuera de las alas esferas mortífagas y en ese tipo de reuniones siempre se podía presentar algunas escenas, bueno, incómodas para algunos. En otras oportunidades, en cambio se habían lucido por ver quién era el más pacifista de los mortífagos, cosa rara, pero podía suceder.

La tenía como una fuente real de información, aquella etiqueta la hacía sonreír bastante más genuinamente de lo que hubiera esperado. De cierta manera, ahora entendí el éxito que, según la reputación de Sean, tenía con las mujeres, sabía exactamente por dónde meter las lisonjas para que no sonaran mal en su conversación, cayeran casuales, avisando cada tres palabras lo que podía prometer para una noche, o día o momento. 

— No tengo problema en admitir que admiro a alguien y que por tanto, buscaría un souvenir —soltó de pronto—, tomaré en cuenta que no me firmaría un pergamino y buscaría entonces lugares más creativos para que pueda estampar su firma. 

Bebió todo el contenido restante de su copa y la dejó en la barra para tomar la mano de Sean. ¿Qué información realmente buscaba el mago? ¿Y por qué asumía que la encubierta bruja podía concederle sus fuentes sin solicitar nada a cambio? El ambiente en la fiesta continuaba siendo apacible, no escapó de su visión que Juliette, había vuelto a merodear por el pueblo, antes de la reunión habí escuchado acerca de su regreso. Lo que le sorprendió, era la presencia de otro mago, uno del que hubiese esperado una lechuza y al que seguramente podría reclamarle algo, pero no lo haría, la valentía de Vuelapluma no le llegaba a tanto.

— Me temo que no hay orgnizaciones que hayan utilizado este evento para confabular algun ataque improvisado —siseó entonces—, de hecho, espero noticias de alguno de nuestro usuales amigos, pronto. Tanta calma en Ottery es para sospechar hasta de las piedras. ¿Qué haces ahora en el Ministerio? 

@ Sean -Ojo Loco- Linmer

Planilla de Compras para los objetos de las Casas

ID: 120589
Nick: Maida Black Yaxley 
Link a la Bóveda Trastero: Trastero 
Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Money

Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): Certificado Boveda - 1 llave Slytherin
2do Certificado Bóveda - 1 llave Slytherin 
Fecha: 2022-07-26

Llave utilizada: Slytherin
Objeto: Grimorio de Slytherin
Puntos por unidad: 160 P
Precio: 8000 G

Llave utilizada: Slytherin 
Objeto : Ford Anglia
Puntos por unidad: 160 P
Precio: 15000 G

Precio Total: 23000 G
Total de puntos: 320 P

ID: 120589
Nick: (con link a la ficha) Maida Black Yaxley
Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla) https://www.harrylatino.org/forums/topic/110250-bóveda-trastero-de-maida-black-yaxley/#comments
Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: https://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=108870

Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): ---
Fecha: 2022-07-26

Poción: Elixir de la Vida
Puntos: 160 P
Precio: 9500 G

Poción: Felix Felicis
Puntos: 160 P
Precio: 9320 G

Total de puntos: 320 P
Total de Galeones: 18820 G

ID: 120589
Nick (con link a la ficha): Maida Black Yaxley
Link a la Bóveda Trastero: https://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=110250
Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: https://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=108870

Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): ---
Nivel Mágico: 24
Fecha: 2022-07-26

Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): link a la certificación del Concilio
Criatura: Kelpie
Puntos: 80
Precio: 4000 G

Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): link a la certificación del Concilio
Criatura: Ave del Trueno
Puntos: 80
Precio: 4000 G

Total de puntos: 160

Total de Galeones: 8000 G

Mazmorra: Torre del Dragón
Nivel mínimo: 2
Participantes: Máximo 1 (modalidad individual)
Repeticiones: Una vez por semana (los roles tienen que ser diferentes, no se admiten copias)
Experiencia: Por cada vez que se realice completa da 1 punto en el apartado de Mazmorras.

En 1897 Albus Dumbledore fue reconocido con el Premio Barnabus Finkley de Hechizos Excepcionales. Por entonces, era un destacado alumno de Hogwarts, íntimo amigo de Elphias Doge. Desconocemos qué hechizo inventó Albus Dumbledore que le hizo acreedor de tan notoria distinción a tan temprana edad. Lo que sí sabemos es que el antiguo Director de Hogwarts fue alguien de extraordinario poder mágico, con una mente muy brillante. Sin duda alguna, no todos los hechizos que inventó a lo largo de su vida, trascendieron a la opinión pública.

Después de graduarse de Hogwarts, en junio de 1899, Dumbledore iba a realizar el tradicional "Gran Viaje" alrededor del mundo con su amigo Elphias Doge. No obstante, la muerte de su madre, Kendra Dumbledore, la víspera del viaje, por causa de una explosión de la incontrolable magia de Ariana, impidió tal propósito. Doge marchó sólo a aquel viaje, pero su rumorea que llevaba consigo un libro escrito por Albus Dumbledore, con todas sus investigaciones durante sus años en Hogwarts. Lamentablemente, Elphias perdió aquel libro en Papúa Nueva Guinea, en circunstancias muy poco claras.

No hace mucho, funcionarios de MACUSA descubrieron el libro en poder de una tribu de salvajes, pero aunque lograron recuperarlo, el libro tenía muchas páginas arrancadas. Algunas de ellas, fueron descubiertas en la Torre del Dragón, un misterioso lugar en Papúa Nueva Guinea, donde habita un poderoso Opaleye de las Antípodas, modificado al parecer con los poderes del libro de Albus Dumbledore.

Ayuda al MACUSA a recuperar las páginas perdidas y a controlar al Gran Drakan, el misterioso Opaleye que habita en la Torre del Dragón. A cambio recibirás importantes recompensas.


Hitos de la Mazmorra:

Debes hacer 5 posteos de rol (total 10 posteos)

Los posteos de rol de esta mazmorra deben contener un mínimo de 1500 caracteres sin espacios.

Los objetos del Magic Mall que se piden, deben estar en la ficha de personaje al momento de comenzar esta mazmorra. No se gastan, una vez en ficha, pueden usarse todas las veces que se quiera para realizar la mazmorra.

Hay que tener en cuenta las instrucciones para el manejo de dados. No nos hacemos responsables si los dados cambian de valor por no haber seguido bien las instrucciones indicadas.

Te recomendamos leer bien los hitos de la mazmorra que se detallan a continuación.

Primer posteo (rol): Entras en la Torre del Dragón y encontrarás un pequeño hall de pequeñas dimensiones, de donde nace una escalera de caracol que se eleva hacia arriba. La escalera lleva a varios pisos, cada uno de ellos con una puerta cerrada. En el primer posteo, entrarás a la Torre investigarás la escalera. Observarás que las puertas cerradas de cada piso tienen un mecanismo mágico y un símbolo que las identifica.

Segundo posteo (dados): Lanza los dados para abrir la puerta del primer piso. Debes lanzar 1 dado de 2 caras.

[roll]1d2[/roll]

• Si el resultado es 1, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico a la perfección y entras en el primer piso sin problemas.
• Si el resultado es 2, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico y entras en el primer piso, pero la sala está llena de doxys.

Tercer posteo (rol): Entras en el primer piso. Si sacaste un 2, deberás exterminar a las doxys para poder hacerte con 1 de las páginas del libro de Albus Dumbledore. Para ello, deberás llevar contigo Doxycida (comprado en el Magic Mall). Si sacaste un 1, encontrárás la primera página del libro sin problemas.
Una vez encontrada la página del libro, sal del primer piso, hacia la escalera de caracol y sube hasta el segundo piso.

Cuarto posteo (dados): Lanza los dados para abrir la puerta del segundo piso. Debes lanzar 1 dado de 2 caras.

[roll]1d2[/roll]

• Si el resultado del dado es 1, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico a la perfección y entras en el segundo piso sin problemas.
• Si el resultado del dado es 2, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico, pero en el segundo piso hay un fuego que no se apaga con nada.

Quinto posteo (rol): Entras en el segundo piso. Si sacaste un 2, deberás recuperar la segunda página del libro de Dumbledore, pero el incendio que hay dentro está a punto de destruirla y no se apaga con nada. Debes introducirte en el incendio y recuperar la página antes de que se destruya. Pero al hacerlo, te quemarás y deberás usar Remedio para Quemaduras comprado en el Magic Mall. Si no lo usas, morirás antes de llegar al cuarto piso (el tercer piso, podrías hacerlo). Si sacaste un 1, encontrarás la segunda página del libro de Albus Dumbledore sin problemas. Una vez encontrada la página del libro, sal del segundo piso, hacia la escalera de caracol y sube hasta el tercer piso.

Sexto posteo (dados): Lanza los dados para abrir la puerta del tercer piso. Debes lanzar 1 dado de 5 caras.

[roll]1d5[/roll]

• Si el resultado del dado es 1 o 2, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico a la perfección y entras en el tercer piso sin problemas.
• Si el resultado del dado es 3 o 4, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico y entras en el tercer piso, pero una nube tóxica te impide respirar. Usa un hechizo que te abra las vías respiratorias y otro que te permita pasar sin respirar al piso para recoger la tercera página del libro de Albus Dumbledore.
• Si el reultado del dado es 5, el mecanismo explota y te deja malherido. Deberás abandonar la mazmorra. Podrás intentarlo otra vez en una semana, volviendo a repetir la mazmorra desde el principio. Sólo tendrás opción a la recompensa por las páginas encontradas en los pisos primero y segundo.

Séptimo posteo (rol): Si has sacado 1, 2, 3 o 4 puedes continuar con la mazmorra. Rolea en consecuencia, en función del resultado del dado que te haya salido. Recuerda, si has obtenido un 3 o un 4 rolear los dos hechizos que se piden de forma correcta. Márcalos en rojo. Si no haces bien este paso, la mazmorra no se te contará como correcta y no obtendrás las recompensas. Una vez recuperada la tercera página del libro de Albus Dumbledore, avanza hacia el último piso.

Octavo posteo (dados): Lanza los dados para abrir la puerta del cuarto piso. Debes lanzar 1 dado de 5 caras.

[roll]1d5[/roll]

• Si el resultado del dado es 1, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico a la perfección, entras en el último piso y encuentras al Gran Drakan, el misterioso Opaleye de la Torre del Dragón. Además, justo ante ti, nada más abrir la puerta, observas que hay una página adicional del libro de Albus Dumbledore.
• Si el resultado del dado es 2, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico a la perfección, entras en el último piso y encuentras al Gran Drakan, el misterioso Opaleye de la Torre del Dragón. No encuentras ninguna página más del libro.
• Si el resultado del dado es 3 o 4, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico, pero encuentras, que no hay suelo bajo tus pies y el Gran Drakan está volando. Deberás derrotarlo desde el aire y necesitarás una escoba voladora comprada en el Magic Mall (sirve cualquiera).
• Si el resultado del dado es 5, el mecanismo explota y te deja malherido. Deberás abandonar la mazmorra. Podrás intentarlo otra vez en una semana, volviendo a repetir la mazmorra desde el principio. Sólo tendrás opción a la recompensa por las páginas encontradas en los pisos primero, segundo y tercero.

Noveno posteo (rol): Si has sacado 1, 2, 3 o 4 puedes continuar con la mazmorra. Rolea en consecuencia, en función del resultado del dado que te haya salido. Para vencer al Gran Drakan, debes usar 5 hechizos de la lista de neutrales y no se pueden repetir (márcalos en rojo y negrita).

Décimo posteo (dados): Lanza los dados una última vez para determinar las recompensas otorgadas por el Gran Drakan y por el MACUSA. Lanza 1 dado de 30 caras.

[roll]1d30[/roll]

• Si el resultado es < 6 -- 2000 G
• Si el resultado es 6 - 10 -- 1000 G
• Si el resultado es 11 -- 25 -- 500 G
• Si el resultado es > 25 -- 0 G

Recompensas:

Por cada página del libro de Albus Dumbledore:

• Primer piso superado y encontrada la página: 500 G.
• Segundo piso superado y encontrada la página: 500 G.
• Tercer piso superado y encontrada la página: 500 G.
• Cuarto piso, si sacaste un 1 y, por tanto, encontraste la página adicional: 1000 G.

Por vencer al Gran Drakan: 500 G + drop según el resultado de la última tirada (posteo Décimo).

• Si el resultado es < 6 -- 2000 G
• Si el resultado es 6 - 10 -- 1000 G
• Si el resultado es 11 -- 25 -- 500 G
• Si el resultado es > 25 -- 0 G

Posteo opcional:

Si has completado la mazmorra, puedes hacer un posteo adicional roleando las recompensas y el reporte al MACUSA de lo que has descubierto en la Mazmorra, entregándole las páginas del libro.

Llevaba casi un año ignorando lo que suponía eran los llamados más importantes para la Marca Tenebrosa, y se hacía sentir, el brazo izquierdo ya estaba acostumbrado a arderle y dolerle cada vez que eso sucedía. Pero esta vez la convocatoria era distinta, Ada precisaba de su aparición en la Riddle y por las pulsaciones parecía que no iba a ceder en el llamado hasta que se materializara. La bruja vio su reflejo en la casa Yaxley e hizo real primero su máscara, cualquier cosa que necesitara tanta urgencia, iba a requerir que Perséfone se apiadara de su alma y la cubriera con su máscara rota, luego, desapareció al fin.

Las inmediaciones de la mansión Riddle permanecían tal cual las había dejado meses atrás, pero a ella un recuerdo le punzaba aún con más fuerza el corazón. Decidió ignorarlo, esas memorias algún día tenían que salir de su cabeza, si pretendía seguir viva. Sacudió la falda de su túnica gris y se encaminó hacia dónde suponía se encontraba Ada. No todos los mortífagos eran iguales, tampoco todas las máscaras, sin embargo, todos respondían a los llamados con cierto grado de fidelidad y compromiso.

—      Buenas noches —saludó en un susurro.

En su cabeza, se aseguraba de sentir la varita pegada a la cintura, había salido con tal apremio que no recordaba con claridad ese detalle. Mientras esperaba explicaciones o indicaciones —lo que fuese más rápido—, se ató el cabello castaño oscuro en una cola alta haciendo sonar la liguita al terminar.

@ Ada Camille Dumbledore

No había más que sonreír ante las ocurrencias del hombre que tenía ahora al frente, le hizo una ligera reverencia con el rostro inclinado.

—      Sería un best-seller sin duda alguna, se me ocurren un par de títulos, si me permite la sugerencia: “Los 10 mandamiento de la conquista sin responsabilidad” o “Cómo ser un mujeriego y no ser asesinado en el intento”.

La fama de Sean le precedía, pocas eran las que no habían caído en sus redes, más o menos populares, con rango de novia de turno o esposa, daba igual, él no era de los que discriminaba unos buenos minutos de acción, la que decidía caer en su juego, no podía quejarse de poca información, eso lo sabía el mundo entero.

—      No se es viejo por tener canas, estas se pueden cubrir con un sencillo hechizo —dijo entonces— y me parece que más bien a usted, el cabello blanco le aportaría una seriedad que difícilmente se le atañe a su carácter juguetón. No las esconda, son señal que todos, avanzamos en nuestro paso por este mundo tan ingrato.

Detuvo su conversación lo suficiente para girar hacia la barra y solicitar otra copa de champagne, el licor francés por excelencia era el Top 1 de las cosas de la recepción, las aventurillas de escritorio podían disputar el 2do y 3er lugar si así lo deseaban.

—      ¿De quién quisiera que yo le informase? —curioseó al fin.

@ Sean -Ojo Loco- Linmer

Ha cumplido bien con lo de ver la película al menos 50 veces, es un muy buen punto de partida. Ahora bien, ¿exactamente que le dijo Vernon a Harry cuando este infló a su tía? jajaja no, mentira, ni yo sé si le dice algo.

Diviértete, es el mejor consejo para este foro de rol, y escribe, y despliega tu imaginación y trata de no juzgarte a ti mismo por lo que escribes: el cielo es el límite. Por lo demás, pues, que el camino que mejor creas te vaya eligiendo con los días, los amigos y las tramas.

¡Bienvenido una vez más!

La final había comenzado ya hacía buen rato, pero Maida se había distraído comprando souvenirs para el regreso a casa. No tenía mucho más que hacer en el mundial, sólo averiguar quizá las fechas para los siguiente partidos, había algunos cuantos jugadores que bien merecían la pena averiguar dónde es que se iba a presentar luego de semejante gesta. Se sentó en una de las tribunas que apoyaban a Uganda, no porque fuera una fanática más, pero realmente le parecían menos escandalosos que los brasileños, así que disfrutaría del partido, sin necesidad de levantarse quince veces para que le prestaran atención al encuentro.

Las escobas dejaban estelas tras de sí, algo que la hacía sonreír, realmente antes de quidditch habían tenido que sedarla para subirla a un, ahora se sentía como pez en el agua cada vez que aferraba el mango con fuerza. Un lugar para ser libre  no ser juzada.

— ¿Cómo va el marcador? —preguntó entonces al mago que tenía al lado. 

— ¡La copa se queda con nosotros! —chilló el ugandés.

Y podía ser cierto, pero ella había preguntado por algo más concreto, la puntuación que no alcanzaba a mirar con claridad. 

Vuelapluma seguía sorprendida por el nivel de desinterés que mostraba Mica y Ada ante la posibilidad de ver sus entremeses políticos publicados a nivel nacional al día siguiente, ¿se atrevería entonces ella a hacerlo? Después de todo, ella consentía cualquier riesgo en las últimas semanas, siempre al borde del escándalo de otros, siempre a la espera de que se destape la olla de grillos.

Se vio sorprendida por el mal caminar de uno de los asistentes, le pareció conocido. ¿Era posible que fuera el ex yerno de Sagitas? Por el pésimo tono al emplear la broma, lo dudó un segundo, pero finalmente esa mirada no podía pertenecerle a nadie más.

—      ¿Autógrafo? —sonrió de lado— imposible, solo escribo en la más solitaria de mis ocasiones, Sean.

No era raro que Vuelapluma se supiera el nombre y hasta el apellido de los habitantes de Ottery, es más, esa era su obligación desde los últimos años. El registro de magos y brujas podía venir a pedirle sus apuntes cuando fuera necesario.

—      Me sorprende, que, dado el cariz que tomó la reunión, tú precisamente no estés oculto en alguno de los despachos franceses, ¿estarás perdiendo ya el toque? —preguntó genuinamente curiosa.

@ Sean -Ojo Loco- Linmer

Maida debería darse por vencida, era lo que se repetía cuando veía en la lista de pendientes volver con los Arcanos, ni la Metamorfomagia ni la Animagia terminaban de sacarla de su sopor, pero sus necesidades oníricas cada vez le peleaban más, por lo que luego de un mes aproximadamente, decidió visitar una vez a Suluk.

A pesar de las continuas desapariciones o rendiciones de la chica para la Animagia, había interiorizado que con esa arcana se llevaba mejor. Ojalá ella pensara lo mismo, pues ahora la menos tenía más claro que ente vivo reclamaba su forma, aunque no entendiera del todo el porqué. Asumía que era por su estado distímico, aunque no quería etiquetarse como tal ante el mundo, había leído por algún lado que eso podía mermar su calidad de sueño. Cuando todo iba “color de rosa”, no soñaba, o no recordaba lo que soñaba, ahora lo veía todo demasiado claro para su propio gusto.

Siempre se había visto a sí misma como alguien con increíbles habilidades para no depender de polvos flú, chimeneas o trasladores, aunque le tuviera pánico a las escobas o a aparecerse para lograr movilidad, no había medio de transporte que superara en su gusto personal, a los trenes. Pero bueno, en sueños se veía así misma planeando grandes distancias, según se viera afectado su ánimo, al principio se veía pequeña por lo que asumía que tenía las alas de algún insecto, pero en los últimos meses, estas alas se veían tan llenas de plumas, que era inevitable pensarse como un animal un poco más grande.

En fin, que tenía que explicárselo a Suluk de alguna manera, ella sabría como ayudarla, la pregunta era, ¿querría aún hacerlo?

—      ¿Suluk? —preguntó casi en un susurro.

@ Suluk Akku

Un miembro cercano al círculo de seguridad de la Ministra se había dirigido a la mujer encubierta, intentando en vano amedrentarla, aunque claro Vuelapluma recogía mentalmente sus palabras, como siempre muy bien cuidadas, no había dicho nada que pudiera sonar ofensivo, para quién no estuviere al tanto de lo que hacía Ada, pero ella, tan cercana a la Ministra, pues la habían entendido a la perfección. Por debajo del encaje negro, Vuelapluma sonrió e inclinó la copa hacía ella.

—      Temo haber sido malinterpretada, yo sólo he brindado por el éxito en las negociaciones de vuestra ministra, ¿dónde está en daño entonces? —musitó con voz más ladina de la que quería pronunciar— No soy muy fan de ir a las fiestas, sin embargo, una invitación de la buena Francia es algo difícil de rechazar.

Giró sobre sus talones y se dispuso a caminar por el borde del salón, aún no volvían los primeros cotilleos de sus quehaceres diplomáticos, pero como la fiesta continuara por los linderos del placer, tendría que quedarse toda la velada. Estaba segura de no ser descubierta, tenía aún activados los hechizos, pociones y maldiciones que le permitían moverse con clandestinidad, aún en ese recinto francés. Distinguió entre la muchedumbre a Sagitas y a su marido, a la recién casada Luxure, junto con el siempre escurridizo de Eterno y por los lares de la pista, aún se podía ver a Adrian con Darla.

Sin darse cuenta se había mordido el labio inferior al ver al Wild, imposible no hacerlo, la bruja podía ser lo tímida que quieran, sin embargo, entre el alter ego que se le inyectaba en la sangre y el porte de tremendo semental era imposible no reaccionar. No podía acercarse, eso sí, sin demostrarle la admiración que sentía por él y no auto delatarse. Empinó el codo para terminar el contenido de su copa y concentrarse en lo que venía a cuento: los mejores secretos rosas de la sociedad mágica.

@ Ada Camille Dumbledore