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Maida Black Yaxley

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Todo lo publicado por Maida Black Yaxley

  1. ¿Cómo hago chismes si no hay envío de rosas mal intencionadas a gente que ya tiene pareja rolística? #MeQuejo jajajaja Mentiris, bueno, no importa, ya veré de dónde aparece el chisme que eso siempre aparece sin que lo ande llamando una. Con esto ya se cierra la temporada de galas, rayos y centellas U_U solo le queda a una resignarse a estudiar xD
  2. ¿Un evento? ¿Era muy descortés dejar la caja tirada por ahí y regresar a Londres? Tenía la caja entre las manos y los pies caminando detrás de la arcana y de, ¿Harriet dijo? No estaba del todo segura de haberla oído bien, era una heredera esa parte si que la había oído. No tenía ganas de ningún tipo de reunión, es más, y nada en contra de su compañera, pero habría estado mucho más cómoda estando sola. La Yaxley no tenía exactamente el modo social en los últimos meses, de hecho, esperaba terminar lo antes posible con sus preparaciones académicas y volver a subirse en una escoba. De cierta manera, el quidditch le estaba brindando un estado de paz que llevaba casi dos años perdido. Y así, sin darse cuenta, perdida en sus propias quejas, había llegado al lugar dónde se llevaría a cabo la reunión o lo que fuere que Amara estaba preparando. — Mil disculpas, tenia la mente concentrada en no dejar caer ningún adorno, —se excusó luego de oír las indicaciones de la arcana. Pensó detenidamente en los motivos que la llevaron a buscar a Amara, había notado cuando era niña que sus ojos no se definían en un tono concreto de azul, sin embargo, siempre le había atribuido aquello al efecto de la luz en sus pupilar o pretextos similares. No había sido sino hasta hace unos meses, que notó que el cambio ya abarcaba más que una gama de azules, sino que se volvían completamente negros, o corrían hacia un verde esmeralda intenso. Dentro de casa. Eso, no era ningún efecto del brillo solar, era entonces, ¿un síntoma? ¿Se decía así? No quería ofender a nadie. — Soy Maida Yaxley, no tengo mucho que decir de mí, soy una bruja muy apasionada por la herbología y las pociones, he trabajado arduamente y de la mano con el ex ministro Aaron Black, y actualmente soy guardiana del equipo de los Tornados. Lo siento, realmente detesto hablar de mí —se justificó con una sonrisa y recordó una de las últimas preguntas—, no tengo maneras de saber si en mi familia corre la metamorfomagia pero he notado que mis ojos cambian de color según mi estado de ánimo, como esas piedras que tienen algunos anillos, lo tomo con mucha gracia, pero realmente le puse importancia al asunto cuando de pronto en medio de un ataque de felicidad muy eufórico, mi cabello creció casi quince centímetros. Y no, no me había tomado ninguna poción de crecepelo.
  3. Las palabras de Suluk la tenían en un limbo mental que no era capaz de admitir, pero si logró aceptar la invitación al té o a lo que pudiera tomar, cualquier oportunidad para desaparecer de lo que necesitaba en realidad, la iba a tomar. Mientras se sentaba y ella se dedicaba a la tetera, se detuvo un poco a pensar en los arcanos en general, es decir, por mucho que ella intentara fingir una fortaleza que no poseía, no lo iba a lograr. Ahí estaba la diferencia con los Uzzas, siempre tan preocupados en que una "actuara", los arcanos, querían que una "conectara" y permitían una vinculación con la habilidad que los estudiantes buscaban, era algo más íntimo. Eso no quitaba que le tuviera el mismo terror a unos u otros, pero digamos que Maida sentía que Suluk no tenía intenciones reales de asesinarla. Cuando la tuvo frente a frente se sintió confundida, sus pensamientos de animagia tenían mucho que ver con el aire, sí, específicamente ¿un colibrí? No, no estaba del todo segura. Jamás lo había concretado, se vio las manos imaginando como se verían los colores de las plumas. Suspiró y decidió no pensar en eso de momento. Ella no iba a echarla de su casa, ¿o sí? Guardó silenció mientras ella hablaba, se decantó con un té de jengibre con naranja y esperó que el agua hervida se tinturara un poco. — ¿Puedo serte sincera? —preguntó como respuesta— Ahora mismo no tengo la fortaleza de levantar una aguja del suelo. Apretó los labios justo luego de decir eso. — ¿Alguna vez has pensado en cómo suicidarte? No, yo tampoco, no te me vayas a alarmar, sin embargo, tengo la terrible sensación en la boca del estómago que con plena para de torneos de quidditch, la ausencia de mis familiares más cercanos y la falta de un ideal concentro en el que dedicarme, pronto los pensamientos de aburrimiento se llenarán de la nostalgia que he mantenido fuera de la habitación y me vuelva más oscura de lo que me he permitido ser siempre —la bruja no estaba mirándola, no se sentía avergonzada de lo que expresaba, al contrario, se sentía... liberada, por vez primera en al menos dos años, había sido capaz de expresar lo que sentía realmente ante lo que sucedía a su alrededor—, tengo que poder. Tengo que poder creer que lo lograré, que tengo la fuerza. ¿Cómo dicen por ahí? Ah, sí... "fake it 'till you make it". Acercó la taza de té y aunque aún estaba humeante, bebió un largo sorbo. — Me sirvió como guardiana para los Tornados y ya ve...o quizá no, ¿es usted fanática del deporte mágico? Mi equipo ha salidos ya dos veces campeón. —Tuvo una risa vacía en medio de aquel comentario, como si quisiera disimular un cuadro negro con una pincelada de azul—, ¿Cómo le demuestro fortaleza? Puedo intentarlo.
  4. Acudir a Mahoutokoro no era sencillo para Maida, para comenzar, nunca había sido la más entusiasta para los viajes largos, continuando con la lista de cosas que no disfrutaba, pues, los medios de transporte mágicos o muggles le causaban un grado de ansiedad muy alto, cosa que había ido confrontando con su novedosa carrera de guardiana en los Tornados. Viajar en escoba ya no era algo que la aterrara tanto, sin embargo, para ese día en particular, había hecho de tripas corazón, y se había endilgado los permisos suficientes para llegar con dos trasladores. No tenía demasiado tiempo libre, estaba segura que Mosquito iba a llamar a entrenamientos de pre temporada en cualquier instante y aún tenía pendiente lo del tema de la Metamorfomagia. La Yaxley estaba en una búsqueda que no habría pensado necesaria unos años atrás. Lejos quedaba la comodidad con la que se comía libros y conocimientos sin sentir la necesidad de poseerlos, su cuello andaba repleto de los anillos, amuletos y dijes, todos reducidos mediante magia para no estorbar a su movilidad, todos sin haber sido usados en batalla. Porque ella no luchaba, no le interesaba. Había construido una manera de vivir a la sombra y protección de diversas figuras, nada parecía haber cambiado a simple vista, porque Maida a simple vista desaparecía, era una bruja cualquiera caminando en Diagon, sin alzar el mínimo polvorín mientras caminaba. El tema era que había perdido tanto el lugar a la sombra, como sus figuras de protección, y ahora, despojada al completo de su tridente, se veía en la imperiosa necesidad de protegerse. Aunque ella siguiera diciéndose a sí misma que lo hacía por proteger a sus fantasmas. ¿De qué podría servirle a su ahijado ausente que ella pudiera dejar de tener los ojos azules o el cabello castaño? Era ella quien deseaba ocultarse, aunque no lo supiera. Resopló una vez puso los pies descalzos en el camino a la vivienda de Amara, sabía dónde se suponía debía encontrarla, pero una vez cruzado el tramo de la ribera del río, no estaba segura si realmente vería a Amara próximamente, aunque pudo vislumbrar su casa. Momentos más tarde, sacudió la melena antes de dirigirse a la puerta, estaba abierta, aunque no veía a nadie a simple vista. — ¿Amara? —preguntó apoyándose en el marco de la puerta intentando ver algo más— Perdón, pero esto estaba abierto. @ Amara Majlis
  5. La bruja, siempre consciente y apremiada por las correctas formas, por los protocolos y modos adecuados de hacer las cosas, sabía que los Arcanos merecían un respeto, que no había que tratarlos como si fueran tus compañeros de primer año en Durmstrang, pero al escuchar a Suluk no pudo evitar, y que conste en escrito que lo intentó, soltar una carcajada, durante un par de segundos se río y luego tapó sus labios completamente sonrojada por el exabrupto en pleno umbral de alguien tan importante como la arcana de Animagia. — Lo lamento, no he querido ser mal educada, pero la pregunta que me hizo es justamente la que mi propio Pepito Grillo me anda haciendo, ¿será que esta vez no me escabullo? —dijo apenas pudo controlar su respiración y por tanto, la comunicación— Necesito controlar las necesidad de mi naturaleza animaga, pero no sé si realmente este capacitada para hacerlo. Por otro lado, hay muchas personas quienes van por la vida con la consigna de: "la tercera es la vencida". Si usted no se rinde en darme oportunidad, no lo haré yo en solicitarlas. Lo último había borrado todo rastro de risas en su faz, porque si estaba siendo sincera. Sabía que tenía la capacidad, sus sueños no podían ser otra cosa más que el camino que estaba tomando, aunque ya no existieran cercanías con los que ella más quería proteger, aunque se sintiera realmente desconectada con el mundo en general, ellos seguían existiendo y para cuando tuviera que hacerlo, ella estaría lista. Sacudió la túnica turquesa que se había colocado esa mañana, desvió la mirada de la arcana, pero aprovechó para respirar profundo e infundirse un poco del valor que no conocía. Se tomó unos instantes además para lanzar algún pensamiento nostálgico en el saco de las cosas que debía dejar de lado en esos momentos. Debía concentrarse. @ Suluk Akku
  6. Era la tercera vez que iba en busca de Suluk, y no estaba mucho más animada que las otras veces, a lo mejor era el tumulto, la gente, y sus incontables ganas de estar ella sola, de no tener que compararse con el resto o de desaparecer entre los muros del Ministerio de Magia. Desde hacía ya buen tiempo sólo el quidditch representaba algún vestigio de vida para la bruja, sin embargo, ahí seguía el bichito del cambio, de la Animagia, de la Metamorfomagia, no estaba segura, y eso era lo que la frenaba, lógico. O eso pensaba. De todas maneras, decidió ignorar un poco lo que le decía su voz interior y encaminarse nuevamente a la casa de Suluk, a lo mejor ya no la recibía con la misma tranquilidad de siempre, con los Arcanos nunca se sabía. Resopló cerrando los ojos y alzando la mano para tocar. ¿Qué necesidad había de tanto protocolo si ellos ya sabían quiénes los estaban buscando por conocimientos? Aún así, golpeteó con los nudillos y esperó paciente la respuesta. Ya antes le habían preguntado el porqué de esa búsqueda, por qué esa habilidad en particular, pero la respuesta era lo que no cambiaba, todo lo que sirviera para proteger a sus seres queridos valía la pena. Sobre todo si tenía que ver con las conexiones e informaciones, esa había sido su naturaleza en los últimos años y su fuerza para continuar. — ¿Suluk? —dijo cuando volvió a tocar.
  7. ¡Feliz Noche vieja y Año Nuevo para todos! ♥

  8. Feliz Navidad! ♥ para todos, menos para Jeremy, Sharon y Martin que me rompieron la ilusión navideña (?) U_U ...mentiris, ustedes andan en el TOP ♥

  9. Vengo desde la cima del éxito a saludarte, porque así de buena hay que ser con los que la admiran a una (?) 😎 ¡Feliz cumpleaños! 🥳🥳🥳 Gracias por darle una vuelta de tuerca con algo que te hace ilusión y que ha hecho que muchos tengan un gancho más al foro. De igual manera yo sé que eres un buen chico, bah no tenemos testigos que digan lo contrario, algo les habrás hecho (?) Pásala muy lindo y que tengas muchos cumples más!
  10. Era sencillo estar alrededor de James, aunque cuando se conocieron la ponía muy nerviosa. Maida se había pasado toda su vida intentando mezclarse y disfuminarse con el fondo, siendo el anexo de alguien De su padre en Bulgaria, de su tío como aprendiz, de su primo como su asistente, incluso de su novio, como la groupie. La única vez que había tomado cierto protagonismo había sido como Vuelapluma, y eso, era anónimo. Conseguir la posición de guardiana también era un síntoma de sus ganas de ser solitaria, de pasar desapercibida, sin embargo, cosa curiosa, a alguien le había parecido que sus jugadas valían la pena y ahí estaba, sentado con ella en su habitación. — Estoy cerca de los treinta y apenas comenzando la carrera, casi fue un despertar y decidir intentar ser alguien frente a los tres aros —confesó con una sonrisa—, no, en mi infancia jugué muy poco de cualquier cosa, siempre he disfrutado más los libros y las pociones. Lo escuchó hablando de su ráída escapada de Francia y quiso disculparse, pero él fue más rápido e hizo algo que la obligó a fruncir el ceño, aunque fuera de broma. Abrió las cortinas y el brillo del naciente crepúsculo la obligó a cerrar un poquito los ojos. La explicación de su color favorito desvaneció todo intento de broma de enojo, el naranja parecía un color que iba con él, siempre tan activo, siempre tan positivo. Le repreguntó lo del campeonato, lo que la tuvo pensando un ratito más, hasta que el rubor se le implantó en todo el rostro, el francés se había acercado lo suficiente como para dejar el cofre sobre sus piernas. Respiró cuando se acordó de cómo hacerlo y tomó el cofre en sus manos, como si en el regazo le quemara. — Sé que es para mí pero no lo pienso abrir si no me das alguna pista —soltó de pronto mientras jugueteaba con la parte de la cerradura—. ya bastante sorpresas hemos tenidos en los últimos días, ¿no? Se puso de pie y agradeció en silencio que hubiera abierto las cortinas, hacía más sencillo que abriera una hoja y se refrescara un poco, aún sostenía el cofre con la otra mano. Se sentó casi en el borde la ventana y evitó verlo. Sacudió un poco el cofre como si intentara adivinar que había ahí adentro, ¿una réplica de una quaffle? ¿Una medalla a la mejor guardiana? — ¿Una carta? —bromeó adivinando—. Tú puedes decirme lo que quieras, lo prometo. @ James Fleamont Potter
  11. Maida estaba aún sopesando las ubicaciones, los asientos y la razón que la había llevado al evento, cuando básicamente tropezó con @ Adrian Wild , instintivamente se disculpó antes de saber que era él, pero su voz era inconfundible. Se rió entonces de la situación y lo saludó con una ligera reverencia antes de controlar la risa y poder hablar. — Pues parece que sí, ¿será una nueva forma de saludo que hemos descubierto, señor Wild? —dijo finalmente. Iba a decir algo más cuando la melodía que indicaba el caminar de la novia invadió sus oídos y no pudo pensar en nada más, se sentó en la silla más próxima y enderezó la espalda sosteniendo en su regazo el estuche que llevaba por cartera. A su lado habían asientos libres, pero no se atrevió a invitar a Adrian, a lo mejor venía acompañado y quedaba super mal. Miró el cortejo nupcial por primera vez y admiró con sinceridad los volados en gasa de Mica, belleza y delicadeza en un solo traje. No era habitual en ella pensar en moda, pero asumía también que esas cosas eran inherentes a su género. Caminaba la novia completamente convencida de encontrarse con el hombre el final del pasillo, la bruja de ojos azules sonreía un poco nostálgica, ¿habría sentido ella alguna vez la seguridad para dar esos pasos? Sacudió la melena, se supone que iba a una fiesta a divertirse, no a continuar con su melancolía eterna. De entre los acompañantes del Black Lestrange identificó a Cubias, su compañero en los Tornados, ¿serían cierto los rumores de que dejaría el equipo próximamente? Esperaba que no, aunque no era que compartieran veinticuatro por siete a la bruja se le complicaba mucho estar cómoda como sus compañeros de equipo como para andarlos cambiando cada dos minutos. La voz de Ludwig Malfoy la sacó de sus pensamientos una vez más y se dispuso a prestar todos sus sentidos a la ceremonia, a eso había venido. Además, con tanta gente influyente entre los invitados, seguramente la vuelapluma comenzaría a correr una vez más.
  12. Bueno, por fin vine (?) Criatura: Ironbelly Ucraniano (5x) Llave: Slytherin
  13. — Si, creo que nadie está lista para este tipo de cosas —comentó a la novia con una sonrisa mientras miraba estupefacta el bar y sospechaba que comenzaría pronto un show no apto para menores, puritanas y/o Maida—, pero suerte, es tu día. Se acercó al bar, hacía poco había vuelto a Londres y se sentía tan decidida a modificar ciertos detalles de su conducta que, aunque dudara, estaba dispuesta a hacerlo. Decidió tomar un par de copas de champagne, de un solo trago, terminando literalmente con el codo alzado y las burbujas jugueteando en su garganta. Abrió y cerró los ojos múltiples veces, era poco alcohol pero digamos que para ella, era la mitad de una botella de vodka. Sacudió la melena un poco y frunció los labios, decidió esperar un poco más para el siguiente brindis. Pronto notó que, efectivamente, había entretenimiento del tipo que sospechaba, se escondió detrás de los que atendían el bar, estaba lista para algunos cambios, pero no todos y no tan de golpe, o eso creía. Con un poco de suerte para sus intenciones, pronto las burbujitas de licor harían lo suyo. ¿Terminaría corriendo hacia la salida? Esperaba que no, ¿o esperaba que sí? De todos modos, ahora mismo se encontraba tocando los brazos de uno de los meseros de manera muy poco apropiada, sólo había que esperar que se dé cuenta. — ¿Y si le ponemos un poco de chiste al asunto? —dijo sacando la varita y apareciendo un velo corto en la cabeza de Mica, con un letrero que decía novia— ¿Ves? Se ve hermosa y evitará que alguien se confunda.
  14. Los jardines de Ottery solían estar muy bien cuidados, pero la decoración para la boda le hacía lucir especial, la bruja se había perdido buscando en los arreglos florales algunos detalles de luz o —para que negarlo—, algún ingrediente extraño que pudiera servirle para alguna poción. No podía evitarlo, si tenía demasiada flora cerca, se iba a poner a investigar para que podía o no usarlas, un pequeño vicio que no estaba dispuesta a dejar. De hecho ya había tomado uno de los girasoles más pequeños, no iba a arrancarlo, pero quería exactamente saber qué parte de su adn hacía que el tallo buscara la luz, porque eso era lo que los botánicos clamaban la planta podía hacer. Curioso, muy curioso. Fue ese nivel de concentración lo que hizo que se sobresaltara cuando la voz de un hombre se escuchó en todo el espacio. Sacudió la melena mientras notaba que ya no estaba tan sola, muchos invitados ya habían llegado, de hecho, algunos ya se encontraban sentados en espera de la ceremonia y ahí estaba ella, sosteniendo el tallo de un girasol. — Y ahora, ¿dónde me siento? —se preguntó a sí misma haciendo un mohín gracioso con los labios y mirando las sillas ordenadas. Presionó los dedos sobre su pequeño bolso y chasqueó la lengua un rato. Estaba, ¿nerviosa? No, eso no podía ser...¿o si? En fin, sacudió la falda del vestido y continuó el sendero de la decoración unos minutos más mientras deliberada exactamente dónde sentarse. De un momento a otro, el agradecimiento que sentía por haber sido invitada se estaba convirtiendo en ansiedad. Que distinta se sentía ella cuando no tenía la vuelapluma rasgando los pergaminos, cuando eso sucedía era otra Maida, una que se atrevía a juzgar, a incluso soñarse protagonista de los escándalos que sucedían en Ottery, pero todo se disolvía de un momento a otro. — Bueno, si no te calmas en quince minutos, hasta aquí llegó la aventura eh —volvió a susurrar. Había tomado días atrás la decisión de darle un vuelco de ciento ochenta a algunas de sus actitudes, pero claro, era más fácil pensarlo que hacerlo.
  15. Nombre con link de Bóveda Familiar que permite la donación: Familia Riddle (Bando) Nombre con link a la Ficha: Maida Black Yaxley Bóveda con link de la que se extraerá la donación: Bóveda Cantidad total de Galeones de la donación: 10 000 G Beneficiario de la donación: Nick del usuario con link a ID (perfil): Juv Macnair Hasani Relación Familiar con Donante: Familia Riddle (Bando) Nombre con link a Ficha: Juv Macnair Hasani Número con link a Bóveda Personal: 78357 Cantidad de galeones: 10000 G
  16. Ir a la boda de Mica tenía un tinte especial, no hacía mucho habían compartido minutos en el campo de quidditch, alzándose una con la copa y la otra, seguramente con la mente en este día especial. Se hacía realidad el dicho de "afortunada en el juego, desafortunada en el amor", sonrió. Conocía a la novia de un curso especializado de animagia en la universidad pero no estaba segura si ella lo había terminado, para Maida estaba pendiente. Suspiró apretando las yemas de los dedos en el sobre de mostacillas negras que había seleccionado para la ocasión, a juego con el vestido en el mismo tono, aunque a diferencia del accesorio, con una opacidad grácil en la textura. Ella no solía demorarse mucho al vestirse para el día a día, sin embargo en ocasiones como esta, su elfo doméstico tenía un sentido de la moda mucho más agudo, por lo que recurría a su ayuda. Había recogido su cabello de manera muy dispersa a la altura de la nunca, dándole todo el protagonismo al encaje negro que cubría sus hombros y el escote palabra de honor del traje. Ceñido un tanto en la cintura, la falda se veía revestida en capas de gasa y tul negro, dándole un movimiento suave con cada paso. Sin duda alguna, Mushu era un genio que en lo único que fallaba era en brindarle seguridad a la bruja de ojos azules. — ¿Será muy temprano? —preguntó casi en un susurro mientras miraba hacia los jardines de la locación, no veía a nadie conocido, aunque tampoco es que supiera quiénes realmente estaban invitados. Había tenido la intención de ir acompañada, pero luego la idea se le hizo demasiado moderna, muy Sadie Hawkins de su parte, es más, de solo recordarlo, Maida pudo sentir un ejército de hormigas recorrerle la espalda. Se alegró de haber ganado la batalla a su elfo y haber acudido luciendo sólo unos pendientes de plata muy discretos y de poste. Tomó una bocanada de aire, volvió a apretar el pequeño bolso y caminó hacia las sillas dónde debía oficiarse la ceremonia, ¿habrían lugares asignados? No iba a sentarse por si las moscas, detestaba destacar en lo malo, finalmente optó por bordear un poco el recinto, hasta que se sintiera más cómoda o pudiera perderse un poco entre los invitados. Esa era una de sus habilidades más especiales. Antes de nada, abrió el bolso y sacó de él un sobre con una nota, era una giftcard para la Madame Malkin en Diagon, suponía que Mica apreciaría un buen ajuar para recién casada. Discretas u ostentosas, todas las mujeres disfrutaban un buen día de compras. Buscó a uno de los elfos encargados del evento y entregó el detalle. Volvió a tomar aire para distraerse un poco. Off: Sorry pero si no lo hacía hoy, llegaba cinco años tarde xD (Felicidades!)
  17. ¡Un gran poder conlleva una gran… adorabilidad! - Snowball

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    2. Maida Black Yaxley

      Maida Black Yaxley

      Pues aún no soy animaga, tendría que terminar de cursar. 

    3. David Augustus Lestrange

      David Augustus Lestrange

      No lo tomes literal, sólo insinuaba que eras adorable como esa bestia blanca de ojos azules. Menos cursar y más entrenar. Soy un fan de quidditch muy exigente (?).

    4. Maida Black Yaxley

      Maida Black Yaxley

      Tengo habilidades naturales, además, ahora mismo ando atendiendo justamente a mi fan, yo diría que aprovecho bien el tiempo 

  18. Había recibido ambas invitaciones el mismo día, aunque de distintas personas, la idea de una boda le atraía, hacía mucho no estaba en un evento, sin embargo, la previa despedida de soltera o reunión de chicas la tenía más preocupada. De todas formas decidió ir, después de todo, aunque fueran poco más que conocidas, había sido una deferencia bonita, que la considerara para ese día. Lo que sí, no se decidió a colocarse nada subido de tono, apenas y había optado por un vestido, en todos turquesa que rozaba el borde de su rodilla, con cuello palabra de honor y el cabello sujeto en un moño desprolijo. Lucía sencilla, sin embargo, estaba incomoda, nada como las túnica para que Maida Yaxley se sintiera libre. Llegó al local a sabiendas que iba tarde, es más, ingresando pudo escuchar parte de un brindes y se le llenaron las mejillas de color. Chasqueó la lengua, tenía que relajarse un poco, nadie la iba a increpar por unos minutos de tardanza a una reunión como aquella, llena de libertad y diversión. — ¿Segura que estás lista? —murmuró a modo de broma personal, aunque no se refería a la despedida, sino a la boda en sí, el matrimonio era un boggart en la vida de la Yaxley y admiraba realmente a quien finalmente daban el paso. Tomó una de las copas que tenía más a la mano y la alzó por encima de la frente, bebiéndose de golpe todo el contenido de la misma. Las burbujas del champagne le cosquilleaban la garganta.
  19. La bruja estaba decidida a volver a su habitual ajetreo en la ciudad, es decir, el período de para mental al parecer, tenía que dejarse atrás. Tenía que tener más amplitud de resiliencia, o al menos eso era lo que esperaba, a lo mejor fue por eso que luego de ver su reflejo desaliñado, optó por no priorizar su arreglo y si verificar que los bocadillos llegaran a tiempo, aunque no tenía dudas de la eficiencia de los elfos domésticos. La voz de James la alertó, pero lo recibió con una sonrisa, aún no se acostumbraba a esas bromas que el soltaba con respecto a su posición en el equipo. Se cruzó de brazos fingiendo una especie de enojo por la algarabía que él mostraba pero claro, al no llegar ese gesto a su sonrisa, se perdía todo el efecto amargo. — Si Cubias te escuchara, se resentiría mucho, fue él quien se esforzó por las snitches del campeonato —dijo de pronto, antes de acerca a darle un beso en cada mejilla e invitarlo con la mano a que termine de ingresar y se acomode donde mejor le pareciera. Ella pos su parte, tomó asiento en un puff forrado en piel de durazno que le había regalado varios cumpleaños atrás—, debí descubrir el quidditch mucho antes, me habría servido muchísimo más saber que era medianamente buena para algo así. Sus ojos no se perdieron el movimiento del hombre mientras dejaba un cofre con muchacho cuidado, pero cuando lo oyó hablar, asumió que su contenido era algo para ella. Arqueó las cejas un tanto confundida, después de todo, la anfitriona era ella, era raro que sea él quien ofreciera comida o preguntara por ella. Lo que sucedió luego fue gracioso, como si sus últimas palabras fueran un hechizo invocador, apareció el elfo al que había dado la orden con una bandeja de piqueos y bebidas, la guardiana no pudo evitar reírse un poco mientras tomaba el vaso entre sus dedos. — Si sabes que no te invité por un regalo, ¿verdad? —y esta vez si puso un poco más serio el gesto, era verdad que se habían conocido por esta seguidilla de cartas que él había enviado y por su supuesta admiración, cosa que Maida no creía ni por asomo porque, no era vanidosa ni nada por el estilo, había encontrado en él alguien amable con quién compartir sin tener que pensar en las complicaciones políticas de la vida mágica— Los viajes largos, aunque se acorten por las modalidades mágicas, suelen provocar hambre, sí. ¿Te quedaste festejando mucho rato el campeonato? Yo desde el pitazo final ya soñaba con estar de vuelta en casa. Giró la cabeza hacia la ventana, apenas y estaban en mitad de la tarde, el brillo se veía muy fuerte desde el interior, pero la ojiazul pensaba en lo mucho que la incomodaba cuando el sol iba muriendo y la luz se tornaba naranja y muy intensa. Movió la varita y cerró las cortinas, el futuro problema tenía una solución sencilla. — ¿Crees que logremos un tricampeonato? Seguramente Aedis, Darla y Jeremy ya andan pensando en eso. @ James Fleamont Potter
  20. * * * Y yo sé que quieren chismes, pero la verdad es que no los tengo, les he fallada, castíiiiiiigenme. Sólo vine por 3 cosas, 4 ahora que me doy cuenta. 1. ¡Darla volvió a la Marca! 2. ¡TT es bicampeón! 3. Necesitaba el break y el desahogo. 4. Porque puedo y porque quiero. Así que...¡Comencemos! ¡La Darlis ha vuelto a la Marca! Y me enteré por Whatsapp porque sino es por ahí, no me entero de nada, pero no hay cosa que me ponga más contenta relacionada con el bando y el juego de rol en las últimas semanas. Así que nada, es chisme corto porque no es que se vino traicionando a la OdF, ¿o si? 😈 Nah, no creo. Pero igual que chevere verla con el cosito verde de nuevo, esa soy yo, que no dejo ir las cosas del viejo foro, ¿se dieron cuenta? ¡Que cosa terrible esa de andar apegando a las cosas! En fin, esperemos que pronto podamos rolear Darlis bonis, no te prometo mucho porque "baby steps", pero vamos, vamos, que se puede! * * * ¡Y ya lo ven! ¡Y ya lo ven! ¡Somos campeones otra vez! Aunque hay que decir que en el último partido esos dados estaban de terror, pero OK. Es algo que celebrar, en lo personal porque si no fuera por el Quidditch, por Jeremy, Cande y Darlis (y por robarle daditos al Cubi xD), pues me habría terminado de desconectar por completo del foro. Siempre he dicho que cuando uno está mal, realmente mal, no hace falta estar bien, sólo hace falta respirar y bueno, eso se hace por inercia, ...listo, los TT fueron mi respirar en estas semanas. Y aunque son unos intensos del demonio los quiero, porque somos lo más lindo del mundo mundial y porque sigo en el DRIMTIM, me encanta! jajaja ¿Quién me iba a decir a mí que iba a terminar jugando quidditch en el foro? xD Necesito que un viejo usuario se reactive para que vea las vueltas de la vida foril xD ...en fin, nada, ¡que se venga la tercera liga! Así nos vamos por la tercera estrella, ahhhh, re humilde me puso el BICAMPEONATO. Saludito a todos los demás competidores, sé que los partidos se ponen re intensos, aunque no sé si sientan la misma culpa que siento yo cuando no me salen los dados que se necesitan T_T ...pero en fin. ¡Sigamos con esto! Una ya poco a poco hasta le coge cariño a los penales. * * * Les decía que volvía porque necesitaba desahogarme, creo que si lo hubiera hecho haya cuando lo necesitaba con urgencia: 28/10 me hubiera sido más difícil volver porque seguramente iba a escribir cosas demasiado personales y jamás ha sido ni la idea, ni la intención. De igual manera de ese día en particular si me gustaría agradecer a Mica, porque realmente la consideraba una gran chica y todas la cosas positivas que siempre se han dicho de ella, pero además yo la ubiqué esa noche como lo que justamente no debía ir en el VP. Y gracias por eso. A Arya por entenderme, decirme cosas que necesitaba leer en esos momento y ahora si manos a la obra que las serpientes jamás chismean solas...son un desastre y a Cande, porque...bah, tú sabes, por todo. El foro sigue siendo la página a la que entré porque sólo tenía dos amigas en mugglelandia que entendían que debía ir a los lanzamientos de libros y estrenos de películas, así que encontré el .com y al Cuervi ♥ y a decenas de personas que aún quiero mucho, una de esas me convenció de rolear porque "te gusta escribir", años más tarde sigo aquí. Generalmente por diversión, pero algunas veces por escape. Supongo que esta temporada de regreso será por escape, no queda de otra, este rinconcito es mi "respira" hasta que estés bien, y puedas estar bien. Así que, ¡que vuelva el chisme! * * * El "porque puedo y porque quiero", se explica solo... Atte. Maida "Vuelapluma" Yaxley PD.- Te amo, Cande.
  21. El castillo Triviani tenía una habitación con su nombre, la había usado poco en los últimos tiempos, pero sabía que estaba ahí, de hecho, ahí guardaba una de sus posesiones más valiosas, porque sabía, para cualquier que quisiera investigarla un poco, sería el último lugar en el qué buscar. Pero hoy debía volver, quería saber si habían noticias acerca de sus sobrinos, aunque fuere solo una nota rota, dos palabras. Lo bueno era que no necesitaba demasiada parafernalia para ingresar al castillo, lo malo era que seguramente algo iba a suceder en el transcurso de la visita porque...siempre terminaba así. Se ajusto lo mejor que pudo el cinturón que sujetaba su túnica por la mitad y se adentró al vestíbulo para buscar con la mirada algún rastro de vida, sonido, cualquier cosa le servía. Seguramente su actitud vigilante pronto llamó la atención de uno de los Chucks, porque un plop la alertó haciéndola retroceder un paso. — ¿Jeremy está? —vio el semblante de confusión del elfo doméstico y se aclaró un poco la garganta antes de continuar—, no voy a esperarlo aquí, es sólo que tampoco quiero darme el camino más largo. ¿Entonces? Y señaló al living, con lo que la bruja se dirigió para allá, no estaba solo. Estaba Candela, una bruja a la Maida había aprendido a, ¿tolerar? Entrecerró los ojos como si aún estuviera sopesando sus propios pensamientos, suspiró antes de saludar intentando recordar el nombre de la tercer persona en el lugar, sabía que estaba en lo alto de la cadena mortífaga, pero se había recluido tanto que por momento olvidaba incluso el nombre de Arya. Sacudió la melena, no podía permitirse un segundo de nostalgia, no ahora. — Lamento interrumpir pero, ¿sabemos algo de Matthew o Zoella? —¿o Aaron?, pero esto último no podía ni siquiera planteárselo en voz baja, sonrió a medias en dirección a Mael—, disculpa mi mala educación y buenas, ¿tardes? ¡Si, eso, tardes!
  22. Maida se sacudió un poco cuando salió de la chimenea de su habitación, en general ella detestaba todos los medios de transporte que no fuesen un medio naval o fluvial, a duras penas se estaban acostumbrando a la escoba y sólo por deporte, jamás como vehículo para distancias. Pero el viaje desde Francia la había agotado y no podía aparecerse con semejante cansancio por era capaz de aparecer por partes en tres casas distintas, los polvos flu parecían lo más sensato, pero no lo más cómodo. Dejó su bolso a un lado e inmediatamente mandó llamar a uno de los elfos de la casa Black, necesitaba ordenar algunas cosas antes de deshacer el equipaje, sonrió mientras esperaba que el sirviente apareciera, el viaje no había resultado del todo malo. Para comenzar, se había terminado de convencer que su futuro inmediato estaba en medio de los tres aros de un campo de quidditch, habían logrado el bicampeonato y había logrado defender su posición dentro del Dream Team de la liga. Luego, de todas las personas que le importaban, al menos una estaba cerca de ella, Jeremy, que aunque seguía siendo el mismo impertinente y medio insoportable de siempre, era hijo de su mejor ami...de su primo, y al menos así, sabía que él estaba seguro. Último, pero ciertamente no menos importante —y la razón por la cuál un elfo doméstico ya estaba parado frente a ella—, había hecho una buena amistad con James, el que se decía fanático de los Tornados y en especial de ella, aunque Maida siempre prefería ignorar esa parte de la historia, el 95% de los últimos campeonatos del equipo se debían al trabajo en conjunto, el restante era la labor de los capitanes. — Prepara unos bocadillos, variados por favor, los subes a la habitación y me avisas si llegara alguien a visitarme, si tuviera puesto los colores de equipo, le haces subir directamente y —se lo pensó unos segundos—, dejas la puerta abierta cuando te retires. Voy a necesitar que haya buena corriente de aire. Nada más, de momento. Me subes antes un juguito de manzana, por favor, me arde un pelín el estómago. Y no debía abusar de la poción herbovitalizante para cura de todo sus males, el detalle seguramente se debía a la sensación de vértigo del último tramo del viaje. Se decidió entonces a desempacar un poco, para que no se le olvidara con el correr de las horas, movió la varita de lado a lado, enviando sus prendas al placard o al cesto de ropa sucia. Hasta que se topó con su reflejo, estaba más que despeinada, ¿a quién se le ocurría viajar con el pelo suelto a través de las chimeneas?
  23. Turno 26. Penal (Maida Yaxley) Algo que siempre pensaba Maida, era que había escogido pésimamente su posición en el equipo cuando tuvo la oportunidad, si bien era cierto que todos tenían su cuota de responsabilidad, una sola persona para proteger tres aros en el aire, era demasiado, los focos de atención puestos en un solo mago o bruja. No le deseaba ese nivel de exposición a nadie, sobre todo como cuando en el caso de Luciana, le tocaba la responsabilidad de aminorar la ventaja que ellos querían lograr. Luke tenía una responsabilidad, sí, ampliar el marcador para los Tornados, pero si fallaba, cosa que no hizo, seguían adelante y tenían en Cubias la posibilidad de mantener la ventaja y cerrar el partido, menos peso en los hombros. Maida, igual que toda la tribuna con chalinas y banderines azules y celestes, aguantó el aire mientras se ejecutaba el penal, y gritó el gol como todos los presentes, pero desde su sitio. El peso que había tenido Luciana en esos últimos segundos, ahora recaía en ella, tenía que mantenerse lo más concentrada que podía, si pretendían obtener lo que habían ido a buscar en Francia: el título. Antes claro, se concentró en un hechizo no verbal que hizo aparecer un papelillo en las manos de un fanático en las tribunas, un mensaje super sencillo pero que seguramente él entendería: "Una tiene que cumplir las promesas, ¿no?". De igual manera se alegró de que su sobrino no estaba consciente de lo que estaba haciendo, aún no le disculpaba las bromas de los entrenamientos previos estos partidos. Veinte puntos de ventaja, tocaba mantener la concentración y el marcador.
  24. Turno 22- Maida Yaxley Como cualquier final, el partido iba de un lado para otro, aunque por supuesto, era un alivio saber que no sólo habían remontado, sino que habían mantenido la ventaja, así debía mantenerse hasta el final. Había estado tan ensimismada en sus propios pensamientos que sin notarlo, a estas alturas a lo único que le prestaba atención era a los partidos de quidditch y a tapar lo mejor que podía, necesitaba sumar puntos en cuanto a sus actuaciones individuales, porque había quien estaba pendiente de eso, el bicampeonato era una de las pocas ilusiones que se mantenían y el equipo entero se lo merecía, aunque claro, eso seguramente era algo que también se decían los del equipo contrario. Jeremy acababa de encajarle un golpe bombeado a Mica y evitó que disparara como correspondía y como si la buena suerte fuera cosa de los Tornados en esta parte del encuentro, ella también logró evitar una bludger. Sophia había tenido toda la intención, pero en este encuentro aún cabía la posibilidad de salir ilesa, no contaba mucho con eso, pero la esperanza era lo último que se perdía. Tenía que recordar concentrarse en las atajadas, aunque ahora mismo la guardiana de los tornados andaba pendiente de la tribuna, para asegurarse de haber cumplido con lo prometido en el día de Halloween.

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