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Darla G Dumbledore

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Todo lo publicado por Darla G Dumbledore

  1. Casilla 5, avanzamos a Casilla 6 (objeto 4A) La verdad que caminar junto a aquel grupo había resultado más relajado desde que habían salido del reino de deseo, delirio y desesperación. Ahora estaba empezando a descubrir los pequeños detalles de la forma de ser de quién parecía ser experto en destrucción. Las paredes y el tiempo, lo derruido y lo sobrevivido. Aquello era todo un conjunto de roles y ruedos, como los dados arrojados al azar de la vida Un cierto temor la envolvía al pensar que el siguiente camino a seguir podría ser el equivocado. ¿Y si de nuevo volvían atrás? Pero quizás avanzaran hacia la salida. En el peor de los casos… ¿Podría ser peor que lo que ya habían vivido momentos antes cuando atravesaban los otros reinos en la mazmorra artificial que se le había descontrolado al MACUSA? Bueno, si lo pensaba bien, esta también era una mazmorra descontrolada que había unificado reinos, departamentos y vaya a saber que más. Vamos Darla, tú puedes salir de aquí, se dijo, después de todo mala suerte en el amor implicaba buena suerte en el juego. Avanti al azar. A su lado el pelirrojo lanzó una carcajada como si hubiera podido leer en la mente de la vampiresa los pensamientos que la atormentaban. Camina y camina rumbo a la rutina, canturreaba en su mente la Potter Black mientras comenzaba a seguir una ruta que le pareció alternativa para salir de aquel lugar. ¿Estaría haciendo la elección correcta? Miró de reojo a Destrucción para ver si él le daba alguna pista y no engañaba a su mente. Los ojos de ambos se cruzaron por un breve momento y la bruja sintió la imperiosa necesidad de cerrar aún más su mente con Oclumancia para no dejarse leer por quién parecía saber más de lo que expresaba en realidad. –Vengan, encontré un camino, –dijo al ver de golpe un paso hacia donde parecía haber al fin algo positivo.
  2. Casilla 4 - logrando salir y avanzando a Casilla 5 La mirada castaña de la Darla se fijó brevemente en el rostro del pelirrojos, ¿había sonreído o era su imaginación? En verdad había caído en el tonto error de pensar que habían logrado encontrar un camino alternativo, pero parecía que no. Eterno y su esposa caminaban entre los restos de edificios y pasillos aún tomados de la mano. La verdad admiraba eso y en cierta forma le recordaba lo que ella y Seba solían hacer. Pensó en las veces que el mago había cargado en su mochilla botellas de agua y tentempié para ambos. Él siempre la consideraba, antes de cada aventura preparaba el desayuno personalmente para ambos, cortaba alguna rosa para la pelirroja, aún a pesar de las protestas de Eros, su elfo jardinero. La vampiresa sacudió la cabeza, por unos minutos se había olvidado dónde y con quién estaba y el motivo por el cual recorrían esas ruinas. A decir verdad no le quedaba claro por qué se arriesgaban, pero al menos lo disfrutaba, aún cuando habían pasado una locura temporal. Una vez más se imaginó a Seba, aunque en realidad fue cómo hubiera sufrido él al verla tan desquiciada. Al menos era bueno que él no la hubiera visto así. En ese momento sintió que los colores hubieran podido subir a su mejilla, la ponía mal pensar que podía haber hecho sentir mal a Seba, siendo que él siempre cuidaba de ella con tanto amor, tal cual parecía haber entre Malum y Eterno. Hablando de ellos, dónde se habían metido, por un momento notó que en realidad no eran ellos los que se habían perdido, porque tampoco veía al resto, era ella la que había tomado sin pensarlo un camino alternativo. ¿Tendría suerte de que fuera la salida o debería volver sobre sus pasos para reencontrarlos? En verdad esperaba poder gritarles que vinieran a donde estaba ella que había encontrado la forma de salir de allí. Para su alegría, sí era la salida, aunque apenas podían avanzar. —¡Vengan! ¡es por aquí! —y tras que todos llegaron siguieron lentamente adelante, aunque se veía venir una interesante encrucijada.
  3. Casilla 4 Aunque prestaba atención a lo que decían sus compañeros los ojos de Darla no se apartaban de aquel hombre de cabellos rojos que sonreía a pesar de tener el aspecto de un gigantón destructivo. Quizás por esa misma naturaleza de aquel ser, que la vampiresa devenida en semi gigante, sospechaba que no era un simple humano, ni siquiera estaba segura de qué o quién era, de hecho. Lo que sí pudo notar y eso en realidad no supo si le molestaba o le parecía una buena idea, fue ver como cuando al fin parecía que estaban por avanzar el pelirrojo destruía, sin querer o queriendo, parte del camino que iban a seguir, ahora tendrían que buscar un camino alternativo. En ese momento, como si hubiera tenido una buena idea, Mefistófeles preguntó quién tenía un Grimonio de Ravenclaw. Quizás fuera necesario el apéndice de arquitectura dada la destrucción, o alguno de los hechizos de Rowena o algún encantamiento especializado, como fuere, Darla levantó la mano en forma automática ante la pregunta, no quería presumir, pero como librera especializada tenía la colección completa de grimorios de Hogwarts e Ilvermorny. La vampiresa movió suavemente su mano y buscó en su bolso de piel de moke, quien sabe, quizás estuviera aún guardado allí desde la última vez que lo utilizó para cambiar la esfera del mineral de Vulkos. Las dudas de la Potter Black crecían sin embargo, preguntándose por qué necesitaban ese grimorio y por qué el pelirrojo había destruido el camino de salida, aunque no sabía si los demás se habían dado cuenta de ello. Un suave sonido atrajo su atención, le parecía algo lógico que no estuvieran solos, o quizás sí, pero el sonido pareció perderse en un pasaje lejano ¿sería el camino de salida? Darla se giró hacia sus compañeros y susurró. —Quizás, solo quizás, la salida pudiera encontrarse por allá —dijo señalando un camino alternativo pero al llegar al final de él se dieron cuenta que solo habían andado en círculos.
  4. 24 horas antes de la purga —Señorita Potter Black, no puedo prometerle que la embajada sea un lugar seguro, usted sabe que lo sería más el ministerio de magia inglés —el caballero frente a ella la observaba con un dejo de preocupación. —Lo sé señor ministro, pero confiaba en que el cónsul pudiera ayudarnos, estoy segura que al no tratarse de territorio inglés las personas que se refugiaran aquí estarían fuera de la purga, cubiertas por la protección de estar fuera del territorio de influencia del ministerio inglés precisamente —la respuesta de Darla al cuestionamiento del hombre pareció satisfacerlo. —No entra en nuestros planes entrar en un nuevo conflicto con su país, no luego del mantenido al nivel no mágico, aunque bueno, usted sabe —el hombre sonrió y la Potter Black le correspondió. —Sí, ambos sabemos, por eso recurro a usted mi querido amigo por eso y porque siempre que he necesitado utilizar mi ciudadanía usted me ha apoyado en ello —el hombre asintió y extendió la copa hacia la pelirroja, como un gesto de brindis. —Siempre será un placer poder ayudar a una compatriota, más cuando ella siempre nos ha tenido en cuenta cuando hemos solicitado su colaboración —el tintineo de la copa de Darla, llena de un líquido carmesí contra la del embajador a su lado acompañó aquellas palabras. —Bueno, no tenemos nada más que decir, más que poner en marcha el operativo —dijo el tercer hombre en el lugar y su retrato se desvaneció tras sus siguientes palabras —los dejo para que coordinen detalles. Darla observó al hombre frente a ella y ambos se enfrascaron en una revisión de papeles y planos, la pelirroja comentaba cada detalle y el hombre le indicaba los pro y los contra. Finalmente, tras largas horas de deliberación el plan para llevar a salvo a la mayor cantidad de personas fuera del territorio londinense y refugiarles en la embajada sudamericana estaba en marcha. Mientras se despedía la pelirroja el cónsul sostuvo su mano unos segundos más de lo habitual. —Sabe que su ayuda luego de esta situación nos vendría más que bien en nuestra humilde embajada, estoy dispuesto a doblar la paga Señorita Darla —el gesto del hombre de que era una sincera solicitud se vio reflejado en su rostro y Darla pudo ver en el fondo de sus ojos que no hablaba en vano. —Lo tendré en cuenta señor embajador, pero tenga usted también en cuenta que mi pertenencia de momento al ministerio inglés también es útil para ustedes —el hombre sonrió asintiendo y despidió a la bruja que se encaminó de regreso a su local en el callejón.
  5. Habían transcurridos días, horas, semanas, minutos, solo Merlín era capaz de medir el tiempo desde que la bruja utilizaba sus poderes nicrománticos. Además de que jugaba con los portales del pasado y el presente, no se le permitía obviamente ir al futuro, cosa que igualmente no le interesaba. Lo que si tenía interés era en poder tener una charla con su cuñada, contarle lo que había estado experimentando y pedirle su consejo al respecto. Era por ello que ese día Darla se había levantado, a pesar del frío del otoño se había puesto un vestido corto sin mangas de un color azul que resaltaba su roja cabellera y se había echado sobre los hombros un delicado saco de hilo tejido del mismo tono que el vestido. Indecisa se colocó unas zapatillas muggles sin cordones de color azul también y encaminó sus pasos hacia la escalera del chateau. Mientras subía hasta el cuarto piso iba pensando en cómo encararía la conversación con Ada. A su paso iba dejando un agradable y suave aroma a perfume, había elegido uno frutal antes de salir de su cuarto ya que eso lograba calmar un poco su mente cuando el aroma inundaba sus fosas nasales. Estuvo a punto de subir del tercero al cuarto piso saltando de a dos los escalones, pero se obligó a mantener la calma. Aún no tenía muy claro el por qué sentía una pequeña ansiedad. ¿Sería por lo que su cuñada pudiera pensar? Por primera vez desde que encaró hablar del tema se dio cuenta que quizás debería haber averiguado con los elfos de la casa si la bruja se encontraba o no su hogar y si estaba en sus habitaciones. Por la hora parecía lógico. Y hablando de hora ¿qué hora era? Porque a ella le podía parecer lógico pero por causa de sus viajecitos, sumados a los viajes a Sudamérica seguramente había posibilidades de que no solo su reloj biológico estuviera alterado. @ Ada Camille Dumbledore
  6. Casilla 3 Puso los ojos en blanco pero decidió hacer caso a las palabras de que en el fondo eran familia pero sobre todo amigos, o sea, la familia que uno elige para estar. Escuchó cada palabra y por fin decidió ir aceptar que estaban juntos y al menos Malum en su instinto maternal o de protección o simplemente el de su ser. Cómo fuere, ella, ya fuera sola o por sugerencia del pelirrojo que seguía junto a ellos lograron avanzar. –Por Merlín, hemos podido avanzar sin que ocurriera nada negativo, podríamos seguir así –miró hacía el pelirrojo quién le sonrió asintiendo cómo prometiendo que de ahora en más las cosas saldrían más positivas de lo que habían venido saliendo en los dos reinos o mazmorra artificial anterior. Darla se dio cuenta que hacia rato tenía aún el antifaz de encaje puesto como una vincha, se lo quitó y guardó en su bolso de piel de moke, de allí mismo tomó un elástico forrado en terciopelo negro y se hizo un recogido con sus rizos, los cabellos caían delicadamente sobre su espalda, aunque un par de rizos aún enmarcaban su pálido rostro. Por primera vez en mucho tiempo la vampiresa se sintió un poco más relajada, aún a pesar de encontrarse con aquella zona de guerra que daba la impresión el lugar destruido al que habían ido a parar. Lo óptimo, pensaba la Potter Black, sería poder disfrutar de un trago y unos bocadillos, claro que los que ella estaba deseando no eran precisamente los más adecuados para el resto del grupo, tal vez para Luna. Aunque la bruja le recordaba a los Cullen, lo cual no era malo, pero tampoco era algo que ella supiera con certeza. Su mirada castaña pasó por el variopinto grupo y supo que su primer pensamiento era real, podía sentirse amiga y familia de la mayoría de ellos. Sin poder evitarlo la bruja comenzó a tararear por lo bajo una canción, una cuya letra decía más o menos así: un amigo es una luz, brillando en la oscuridad.
  7. Gabriel Rolón, entrevista con Luis Novaresio:

    "esto que si puedo, ¿qué es lo que deseo?...

    La felicidad total no existe porque la libertad total no existe..."

  8. Mientras esperaba que el joven Dumbledore se decidiera los memorandos seguían llegando y entre ellos la confirmación de que sería el Departamento de Seguridad quien tendría que llevar el registro de la Policia Ministerial y sus miembros. Kimberly sonrió y suspiró a la vez, bueno, ya tenía dos pájaros ensartados de un solo flechazo. Ahora solo era cuestión de confirmar con la tal señorita Beatrix Pinzón que los formularios de inscripción al trabajo llegaran a su oficina. Miró al Dumbledore y en su rostro se dibujó su más cálida sonrisa. —Bueno señor Dumbledore, creo que tiene suerte —le tendió un pergamino y una pluma —mientras usted me describe con lujo de detalles al “policía ministerial”, lo que le incautó y cómo ocurrieron los hechos, iré a buscar una planilla para que pueda registrarse, si lo desea, como miembro de la fuerza —Kim sonrió una vez más y antes de que el mago pudiera responderle se retiró de la oficina, cruzándose con la secretaria en la puerta. —Misha, querida, cuida del señor Dumbledore por favor, sírvele un café o algo que no se vaya, voy a buscar algunos registros para la policía ministerial —la secretaria asintió y se asomó a la oficina de donde había salido Kimberly. —Señor Dumbledore, ¿qué desea tomar? —preguntó al mago mientras escuchaba como la Black se alejaba en el ascensor. Kim no tardó demasiado en dar con el despacho donde estaba la Señorita Pinzón. —Buenos días Señorita Pinzón, disculpe que la interrumpa —observó con curiosidad al hombre y la joven que la acompañaba y se volvió hacia la —soy Kimberly Black, sub jefa del Departamento de Seguridad —el puesto que tenía actualmente la Black era un poco extraño, había una directora y una subjefa, para que entendieran que no era la principal, pero sí estaba a cargo, el Departamento de Recursos Humanos lo había querido así —me han dicho que usted tenía los formularios para inscribir a los postulantes de la Policía Ministerial, tengo uno en mi oficina y necesitaría algunos juegos por si se presentan más —la rubia no podía saber que los dos presentes venían con esas mismas intenciones y sinceramente esperaba que los demás candidatos que fueran llegando estuvieran más “cuerdos” o por lo menos no tan desorientados como el joven Dumbledore. @ Ernest Dumbledore Prior @ Ludwig Malfoy @ Mica Gryffindor @ Sean -Ojo Loco- Linmer
  9. Hola 'extraño' te extrañé... 

  10. @ Niko Uzumaki y como no me voy ofender si ... Ay Niko, tú y yo tenemos más historias aquí y en el .com no me tires la lengua amor que te diría el por qué mi corazoncito está triste y me siento solita y tú ni un minuto, bueno, debo reconocer que el que me usaras cómo excusa para venir a hablar con Carlomagno si es medio mimo 🌚 Vuelve 🎶 que la vida se nos va 🎶 Vuelve 🎶 que sin ti no puedo más 🎶
  11. Motivo de lanzamiento (si es el diario, con fecha): Por terminar una mazmorra (2 de 2) Resultado del dado: 23 ( 3, 6, 6, 3, 1, 4 ) Premio obtenido: 2500 Galeones
  12. Motivo de lanzamiento (si es el diario, con fecha): Por terminar una mazmorra (1 de 2) Resultado del dado: 24 ( 2, 4, 5, 6, 5, 2 ) Premio obtenido: 2000 Galeones

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