Mefistófeles Evil.

La serpiente siempre ha sido el culpable de todos nuestros pecados a partir del inicio de los tiempos, desde que Eva probó del fruto prohibido, la culpó de su tentación cuando claramente cada cual era consciente de sus decisiones, es fácil culpar al resto y no asumir sus propios sentimientos, pero en mi casa el admitir que la quería solo para mí rompía en algunos puntos el pacto realizado ya que estábamos consientes de la vida que llevaba cada cual, ¿qué me ocurría con esta bella mortal? -El veneno sería la salida más fácil para justificar todo lo que tengo metido en mi pecho, sería el chivo expiatorio perfecto para poder explicar algo de lo cual no tengo respuesta, algo que no entiendo, algo que pensé que tenía controlado, pero llegas tú, hechizándome con cada movimiento de tu cuerpo, con cada beso y haces que me olvide de todo y de todos, sacando mi más primitivo y egoísta deseo de hacerte mía y tenerte conmigo y nadie más...- No sé qué fuerza influyó en mí en ese momento, pero saqué las cosas tal cual sentía y pensaba, sin importarme nada, podía ser que aquella confesión no le guste a mi amante y más bien se sienta incómoda después de todo lo que hemos conversado, después de todos los acuerdos pactados, pero creo que parte de toda esta corta e intensa relación era fuertemente asentada en la sinceridad y confianza. -Disculpa si de pronto te pido algo que no puedes, no debes o no quieres, pero contigo lo que menos quiero es adornar lo que siento y lo que me pasa...-me apegue a milímetros de su boca y casi rosando sus labios le susurré...- ¿acaso soy el único que siente esto? - @ Mica Gryffindor

El cambio de ambiente fue notorio, una extraña nostalgia de un futuro que aún no llegaba invadió el lugar y su beso me lo transmitió, sus palabras fueron como puñales que atravesaron mi pecho, no había caído en cuenta de su frágil mortalidad y de que, de un momento a otro, sea el destino o el tiempo me la arrebatarían de mi lado, era extraño que una aventura de una noche se había convertido en miles de escenas a posterior de ese encuentro. -Déjame insistirte en lo que te digo, no va a existir poder terrenal o divino que me aleje de ti, por tu vida no te preocupes, ya nos encargaremos de cada uno de esos aspectos, a su tiempo veremos las maneras de sortear todos los escollos que te preocupa, tu solo disfruta de lo nuestro que yo me encargo de negociar con el tiempo...- Si bien su mortalidad era un riesgo y parte increíble de su deliciosa esencia, yo vería la manera de extender los segundos y si era necesario, burlarnos de la muerte, pero como le dije, cada cosa a su tiempo, veremos que tendremos que hacer. -Hace mucho tiempo que no he sentido tanta paz...-le dije acariciando su rostro y de rato en rato, entre palabra y palabra, robándole un beso o dos...-tienes algo Mica que no llego a comprender y no solo es el increíble placer que me has sabido brindar, es una loca sensación de haberte conocido toda la vida, de saber cómo tocarte, como besarte, una conexión única e increíble, espero que esta fascinante coincidencia continué por mucho tiempo...- @ Mica Gryffindor

El tiempo transcurría, pero para ser sincero, muy a parte de todo lo que afuera de esas cuatro paredes estuviera ocurriendo, la estaba pasando bien en compañía de Luna, su inocencia y dulzura era muy gratificante, me sentía muy bien escuchando sus dudas, sus preguntas, sus preocupaciones y de pronto sus pequeños secretos. Tenía curiosidad por mi vida privada y la verdad no soy de las personas que le gustan estar contándolo a todo el mundo, pero mi pequeña transmitía esa sensación de confianza y era fácil hacerle ciertas confesiones, no todas, había que manejarme con prudencia, ella sabrá muchas cosas a su tiempo y seguramente entenderá incluso lo ocurrido en estas horas. -Mira mi vida...-caminé hacia donde ella y me senté a su lado en la cama...-la verdad es que no es nada serio aún como para que le llames madrastra o algo por el estilo, simplemente es una persona de la cual me siento en extremo atraído y te voy a ser sincero más aún, de pronto tengo miedo de que me equivoque como tantas veces lo he hecho en el pasado y me lastimen o peor, lastimarla a ella...- Di un gran suspiro, la verdad es que ese tema me estaba preocupando, era una relación incomparable, con ninguna relación anterior que he tenido, pero inconscientemente, a pesar que nada se encontraba definido en mi relación actual, me llevaba por caminos que ya había recorrido y no podía permitirme eso, no quería eso, pero ¿Cuando uno recibe exactamente lo que uno quiere? -Cambiando de tema, te quería proponer algo...-decidí mejor dar un giro a la conversación ya que preferí que el tiempo sea el que se encargue de darme el norte...-Yo estoy sin casa propia y estoy a merced de la buena voluntad de nuestros amigos, qué opinas ir y desempolvar el Castillo Evil donde tan buenos momentos tuvimos en el pasado...- Esa idea me rondaba en la cabeza hace mucho tiempo y si de pronto Luna se animaba, ya le daríamos vida aquella vieja casona, con ella serán más fáciles las cosas y le daría vida con su alegría a esas obscuras paredes. @ Luna Gryffindor Delacour

Rol 2 de 2 El estar bajo el agua ralentizaban movimientos muy a pesar de que las branquialgas me ayudaron a tener movimientos algo más rápidos y ágiles, definitivamente no era mi elemento y menos para combatir con un grupo de esqueletos reanimados que de manera incomprensible poseían una fuerza descomunal que fueron capases de aventarme sin observar que haya realizado el mayor de los esfuerzos. Lo que más me preocupaba de todo esto era que mi tiempo se iba a acabar, calculaba que en ascender a la superficie era de aproximadamente unos quince minutos más o menos y el me quedaba unos veinte minutos para que el efecto de la planta mágica desapareciera, el tiempo estaba en mi contra. Tenía que tratar de serenarme, los cálculos y los miles de planes que llovían en mi mente en vez de dejar clara la ruta de escape me complicaba más, seguía aferrado a la botella y los cadavéricos huesos de una mano hacía lo mismo, sería un pequeño suvenir para la superficie. Aquella pequeña broma mental hizo que me tranquilizase un poco, teniendo claro que debía hacer. Observé que el momento de ser hundido el barco, una de las paredes del barco, la de estribor, estaba con pequeños agujeros de metralla que con el tiempo la habían debilitado, el esqueleto atacó nuevamente, pero ahora estaba preparado. Saqué mi varita y le apunté. -Aqua eructo-...un chorro de agua poderoso salió de la punta de mi varita hacia el esqueleto, estrellándolo con fuerza contra la pared abriendo un gran agujero por el que podía escapar. Nadé con toda la velocidad que pude, apenas crucé un poco mi lugar de escape un estruendo se escuchó detrás de mí, eran el resto de esqueletos que habían ya doblegado la puerta metálica y salían en rápida casería detrás mío. Sentí como una fuerte brisa pasó por mi pie, uno de los esqueléticos guardianes estuvo a centímetros de atraparme. Con la botella en mano, aún con mi corazón latiendo a mil y la adrenalina inundando mi cuerpo, inició mi ascenso a la superficie, a falta de diez metros los efectos de las branquialgas empezaron de desaparecer iniciando con la visibilidad que se hizo cada vez más complicada y el frío nuevamente se apoderó de mi cuerpo, el agua helada también era un enemigo silencioso que llegaba a confundir, no sabía si subía o bajaba hasta que mis manos rompieron la superficie del agua pudiendo dar desesperado una larga bocanada de aire. Me acerqué más calmado hacia la orilla, un muelle estaba a unos pocos metros, con una escalera en una de sus puntas, me tomé de uno de los peldaños y subí despacio, en ese momento realmente sentí que estaba agotado, caí casi desmayado en el piso de madera. Respiré profundamente tratando de calmarme y sin apuro alguno me puse de pie, con mi varita apunte hacia mi ropa y una bocanada de aire caliente empezó con el secado de mi ropa, hasta dejarla completamente seca. -Y por ti tanto alboroto pequeña amiga...-dije con una sonrisa observando la botella que aún tenía una mano huesuda aferrado a ella y dentro el pergamino y el medallón, retiré suavemente el corcho que la tapaba e intenté sacar la joya...-¿Cómo demonios metieron el medallón en la botella?...-solo pude obtener el trozo de pergamino, pensaba que ahí se encontraba la clave para poder sacar el medallón de la botella, pero para mí decepción esté se encontraba en blanco. A situaciones extremas medidas extremas. Deje caer la botella de mis manos estrellándose contra el piso rompiéndose y liberando lo que necesitaba. Lo tomé tratando de examinarla pero no fue por mucho tiempo. Sentí como de pronto todo empezó a dar vueltas levantando mis pies del suelo, como si dentro de un torbellino se tratase desapareciendo del lugar. Al fin entendí de que se trabaja, la joya era un traslador, el torneo iniciaba cargado de sorpresas, veamos a donde este objeto mágico que lleve, lo único seguro que tenía es que me llevaría a una nueva y grandiosa aventura. @ Maida Black Yaxley @ Mael Blackfyre

El momento que la escuché que tal vez era tiempo de regresar, sentí como si un hielo recorriera mi espalda, me puse a pensar que en aquella gala ella tendría que atender a infinidad de gente, teniendo obligadamente que separarnos y quien sabe por cuánto tiempo, me sentí egoísta por aquello, seguramente ella tenía muchas responsabilidades encima y yo simplemente retrasaba y quien sabe a qué punto la perjudicaba. Solté sus manos liberándola, seguía su espalda pegada a la pared, miré a sus ojos, quería leer en ellos, me hubiera encantado saber ¿qué piensa? ¿Qué ideas cruzan por su mente? y la bendita costumbre de nunca preguntar por temor a la respuesta, el de tratar de asumir las cosas, tal vez ella ya quería volver y yo simplemente retrasaba su regreso sus obligaciones. -¿Debemos?...-le pregunte, nos encontrábamos muy juntos, se podía sentir claramente como su cuerpo llamaba al mío...-¿Qué crees que pasaría si no lo permito?...- Mi mano fue hacia su muslo para luego subir en hacia su cadera donde apreté con fuerza trayéndola hacia mi cuerpo para que siente como mi cuerpo reclamaba al suyo, en ese momento me di cuenta que mi mente como la puerta de aquella habitación se había cerrado a lo que se encuentra tras de ella, nuevamente mi mundo se convirtió en cuatro paredes, su compañía hacia que todo un universo entre en una cama. -No sé si el veneno de la serpiente aún nubla mi mente, pero de pronto lo que menos quiero esta noche es compartirte...- @ Mica Gryffindor

La mujer me intrigaba cada vez más, habían muchas cosas que me desconcertaban, no sabía decir que sentimiento era el que más despertaba en mí, lo que si era seguro que era algo que me desbordaba, había que darle mucho a todo esto para poder definirlo siquiera, muchas veces el fuego que más fuerte arde es el que se extingue con mayor rapidez, otras ocasiones destruye todo a su paso y se vuelve incontrolable, ¿Qué tipo de fuego será con el que me encontré? -Mira preciosa, lo que acaba de pasar la noche y día de hoy no tiene comparación con nada de lo vivido en tantos años...-pasé mi brazo bajo su cabeza para que se acomode sobre mi pecho...-he sido absolutamente sincero contigo en toda la noche y no voy a dejar de hacerlo, y por eso te aseguro que lo de hoy ha sido y seguirá siendo, ha sido único...- Seguramente pensará que exagero, que un ser como yo que ha vivido tanto tiempo ha tenido mejores experiencias, pero no es así, la verdad no sabría ni como intentar calificar todo el placer y todas las sensaciones vividas en esa habitación y eso era lo que definitivamente algo que me descolocaba, experimentar algo nuevo después de tanto tiempo, el pensar que no podía haber nada mejor y asoma esta mortal indicándome una noción de intimidad tan profunda e intensa que todavía mi cuerpo se siente dentro de ella. -Si todas nuestras noches van a ser como esta, no va a haber poder terrenal o divino que me aleje de ti...-acaricié su cabeza y la simple idea que en algún momento esta noche y día llegaría a su fin me provocaba ansiedad, quité rápidamente esa idea de mi cabeza, iba a disfrutar estos momentos como si fueran los últimos, exprimir cada segundo con ella, el mañana ya tendrá su afán, hoy mi única misión era el brindarle tanto placer como el que su cuerpo y el mío sean capaces de soportar. @ Mica Gryffindor

¿Por qué no me creía mi castaña de lo hermosa que se veía en ese momento? La miraba una y otra vez, observaba sus finos detalles, la forma de sus ojos, el color de sus labios, estaba embelesado con ella, me gustaba mucho más de lo que quisiera admitir, no era un simple flechazo o una noche de lujuria y fin, era algo más fuerte que me desconcertaba. -No peques de modesta mi pequeña, creo que ahora te veo tal cual eres, al natural, al desnudo y la verdad me gusta todo lo que veo, me gusta demasiado...- Se sentía una paz que pocas veces he podido alcanzar, un silencio tan agradable, solo podía escuchar su respiración aún algo agitada y un suspiro de rato en rato, me di cuenta que podía pasar con ella encerrado durante días sin necesidad de comer y beber, solo con ella, entregándonos el uno al otro de todas las formas que nuestra imaginación pueda proyectarnos. -La verdad mi vida es que tengo más años que el viento, llevo mucho tiempo por acá, así que espero que no te moleste salir con alguien mucho, mucho, mucho, mucho mayor a ti...- Sonreí y me lancé a darle un pequeño beso, nunca fui de las personas muy románticas, solo cuando quería conseguir algo, pero esto es distinto, estaba siendo cariñoso sin necesidad de algo a cambio, quien lo iba a creer si lo supieran. -¿Te importa mucho mi edad?...-le pregunté intrigado...-pregunta lo que desees, todo lo que preguntes te contestaré...- @ Mica Gryffindor

Rol 1 de 2 Mientras escuchaba las instrucciones dadas por el Director dos caras conocidas se aproximaron, eran nada más ni nada menos que Maida y Mael, compañeros no solo de escuela sino también en muchas actividades que por convicción hemos coincidido gratamente, no necesitábamos hablarlo mucho, teníamos que trabajar juntos para sacar del camino a la mayor cantidad de rivales que podamos y quedar los tres hasta el final, y luego de ello...a su tiempo se verá. -El tema del pacto desde que los vi llegar lo di por hecho, así que cuentan conmigo...-les dije entre susurros pero con convicción, seguramente no éramos los únicos realizando pactos, ya sea entre escuelas o personas conocidas, la conspiración y las frágiles alianzas iba a ser la tónica de este torneo, tenía que estar atentos a todos los cambios que la marea presente y virar mis velas para donde sople el viento más fuerte. Desde el salón empezamos a caminar hacia el lago, la primera prueba no iba ser un misterio, tendríamos que adentrarnos al lago, el misterio sería cual era el objeto pero definitivamente tendríamos que mojarnos, sentía el frío calar los huesos, el ingresar a esas aguas heladas del lago, aguas a punto de congelación iba a ser muy doloroso, no importas que traje te pongas, la sensación térmica en esas aguas nunca cambiaban. La preocupación de Maida era lógica, ¿qué nos encontraremos en las profundidades de esas negras aguas?, estaba seguro que no iba a ser para nada fácil, todos nuestros sentidos debían estar puestos en aquella prueba. -No va a ser un chapuzón veraniego, de eso estoy seguro, debemos estar atentos, no sabemos que sorpresas tendrán allá abajo y no solo las criaturas mágicas, también de esas otras criaturas con varitas que son más peligrosas y menos civilizados...- La Yaxley nos recordó que por el momento nosotros éramos locales y teníamos a disposición el armario de pociones, estaba pensando en utilizar el hechizo casco-burbuja, pero me parecía muy frágil y peligroso, las branquialgas era lo ideal para esta ocasión. Maida corrió escalera a bajo a busca lo que necesitábamos, estaba impaciente, pero no tardó mucho. Mael tomó unas branquialgas y yo hice lo propio, me metí esas cosas asquerosas a la boca con gusto a metal y algo pastosas, las tragué rápidamente para evitar vomitarlo, luego vi al Blackfyre lanzándose al lago. El juego había empezado. -Nos vemos pronto Maida, estoy seguro de ello...- y procedí mediante un clavado a ingresar al lago. El primer contacto con el agua fue una experiencia en extremo dolorosa, era como si miles de agujas penetran mi piel debido a la bajísima temperatura, acompañado de una obscuridad casi absoluta, poco a poco todo aquello fue pasando a medida que los efectos de las branquialgas se presentaban en mi cuerpo, mis ojos se adaptaron ante aquella penumbra y se fue aclarando, mis manos los recubría una membrana con los que podía moverme con mayor facilidad y rapidez, y mi respiración se normalizó gracias a unas agallas que salieron a cada uno de los lados de mi cuello. Me dirigí hasta el profundo del lago, todo ahora se encontraba completamente claro una vez que mis ojos se adecuaron completamente al entorno, el paisaje era de caos al ver no menos de 20 embarcaciones hundidas, algunas con huecos muy grandes seguramente provocadas por cañones, escogí uno de ellos al azar esperando que la dios fortuna en esta ocasión esté de mi lado, todo se veía tan pacífico, que raro que una algo así se convierta en preocupación. Un viejo barco con bandera británica fue el elegido, por uno de los huecos de su proa ingresé al navío, una docena de esqueletos arrumados de lo que alguna vez fueron los tripulantes en lo que ahora era su tétrica morada eterna, estaban distribuidos de tal manera que parecían montar guardia protegiendo algo, sonreí intuyendo de que se trataba, siguiendo su formación ingresé a uno de los camarotes encontrado lo que buscaba, el TESORO. Un cofre abierto con una gran cantidad de galeones de oro y joyas y piedras preciosas brillaban frente de mí, dando a aquel cuarto una coloración dorada especial, un esqueleto se encontraba sentado al lado del cofre, sentado en el suelo, con un brazo rodeándolo como si fuera una vieja amiga y en esa mano que daba el abrazo aferrado una botella con lo que pude ver dentro un pergamino y un medallón, aquello era lo que estaba buscando, la suerte estaba de mi lado, al menos eso pensé en ese momento. Me aproximé a tomar la botella y traté de zafarla de la mano de su inerte amigo, pero la aferraba con fuerza, no me tocó más que arrancarla de golpe rompiéndole a mi delgado amigo la muñeca y quedando con la mano aferrada aún al recipiente. Algo cambió ese momento, un frío de muerte me recorrió de pies a cabeza, empecé a sentir que no estaba solo, no estaba alejado de la realidad. Mecánicamente estaba con mi varita en ristre, nada bueno estaba por venir. Asomé despacio mi cabeza por la puerta de aquel camarote observando en el pasillo como una gran cantidad de esqueletos, que habían tomado vida se dirigían hacia donde mi con muy malas intenciones. Logré cerrar rápidamente aquella puerta antes que entren, se escuchaban los fuertes golpeteos fuera, eran extremadamente fuertes ya que cada golpe que daban deformaban la entrada de metal, tenía que buscar la manera de salir, de pronto sentí como si algo me tomara de mi espalda y me aventara fuertemente contra una de las paredes del camarote que a pesar de la resistencia del agua sentí claramente el golpe seco en mi espalda. Lo había olvidado por completo, una de los esqueletos estaba conmigo y se acercaba amenazante, algo debía hacer y pronto, ya que el efecto de las branquialgas estaba a punto de espirar, tenía que pensar rápido, pero el golpe y la claustrofobia nublaban mi juicio, estaba mi vida en verdadero peligro... @ Maida Black Yaxley @ Mael Blackfyre

Caí a su lado en esa suave cama que se ha vuelto discreto cómplice del desahogo de todos nuestros instintos, aun sentía las contracciones recorriendo todo mi cuerpo, como una deliciosa descargas eléctricas que iba de pies a cabeza, con una sonrisa dibujada en los labios una disfrutando de aquella tregua después de todo el fragor de nuestro encuentro. Poco a poco mi respiración se iba normalizando pero no deseaba aquello, quería seguir agitado con ella, junto a ella, disfrutando más de nosotros, moví mi rostro hacia donde el de ella, pegado a la cama, sin querer mover un músculo, sonreía también, verla en ese momento de felicidad después del clímax me llenaba más que el acto mismo, el saber que se encontraba a gusto y que disfrutábamos de nosotros simplemente me encantaba. -Te vez tan hermosa...-le dije suavemente acompañado de un suspiro...-eres una mujer maravillosa...- Podía estar acabando el mundo fuera de esas cuatro paredes, podríamos estar viviendo una guerra que la hubiéramos pasado inadvertida, no existía en ese momento, otro lugar en donde quisiera estar, la castaña tenía un poder extraño sobre mí, es poco lo que la conozco y no hay nada que no hiciese por ella. -Siento que tenemos que recuperar todo el tiempo que la vida nos privó de estar juntos...- Extendí una mano y acaricié su rostro con cariño, quedando unos instantes posados en su mejilla, viendo como esos únicos ojos verdes destellaban al punto de cegarme. @ Mica Gryffindor

Escuché la gratitud expresada por Mica por haberle salvado la vida, simplemente asentí mi cabeza, dándole a entender que el mensaje fue recibido. Parecía que el ver la mansión caer unió en algo al grupo, así sea para recoger los escombros, el edificio se edificaría de nuevo, eso era un hecho, lo que si me dejaba inquieto que un estructura alimentada con nuestra propia magia sea más empático que algunos de los que nos encontrábamos ahí, tanto que la edificación intuyó que la única forma de trabajar en equipo es verla caer. Las ideas empezaron a fluir y si bien la desconfianza aún se encontraba presente, un aire de momentánea tregua volaba en el ambiente y traté de escuchar lo que más pude, sobre todo enterarme un poco más de aquella misteriosa calavera, por lo que entiendo se encontraba partida en dos mitades y que su poder era inconmensurable, en manos equivocadas, es decir cualquiera que no sea mortfífaga, representaba un peligro para nuestra organización. Era más fácil entender ahora la posición de Malum con respecto a Mica, la recién llegada de la ex-ODF hacía que no sea mucho de confiar, aunque sus métodos no los compartía, al menos en ese momento no, ya que así como al igual que la calavera, necesitábamos estar todos unidos para funcionar. -Con todo respeto pienso que es una locura destruir algo tan poderoso, si bien hoy ha sido la manzana de la discordia y aquello ha traído la caída de nuestro hogar, pienso que es una arma que más temprano que tarde la vamos a necesitar para dar un golpe contundente a nuestros enemigos o todo aquel que ose poner duda los privilegios de la sangre...-sonreí ante la seductora idea...-lo que tenemos que velar es que esté en buenas manos y eso si depende de nosotros, de ver un líder centrado, que no sea volátil y visceral, alguien que nos guíe, no que nos separe, como les digo amigos, depende de nosotros y no por problemas llevados por la falta de comunicación entre algunos destruyamos algo que estoy seguro vamos a necesitar...- Esperaba haber sido claro, la reliquia era algo extraordinario que no tenía que correr el mismo fin como el que tuvo la Varita de Sauco, destruida por un mocoso que no tuvo la fuerza de darle un buen uso, tenemos que exprimir el poder de la calavera, pero como dije, tiene que estar en las manos de un buen líder. @ Malum Luxure @ Eterno Black Triviani @ Maida Black Yaxley

Mientras caminaba por los senderos recorridos hace no muchos años atrás, miles de recuerdos me venía a la mente, en aquel entonces todo era más sencillo, a pesar que ya tenía mis negocios en camino como siempre, solo tenía que seguir mi papel de joven estudiante y conocer un poco más la cultura mágica y Durmstrang era el lugar perfecto para aprender los temores de la mayoría de los magos y brujas, esa fue el mejor aprendizaje que recibí. Cada pasillo, cada seto cortado en formas de dragones y distintas criaturas mágicos tenían su historia, sonreía al recordar las travesuras realizadas, no niego sentir en estos momentos cierta nostalgia, al fin de al cabo algunas buenas amistades me ha dejó el colegios, por lo que cada rincón estaba cargado de recuerdos. Fue una sorpresa recibir aquella lechuza en la cual las autoridades de la escuela me invitaban a que deposite mi nombre en el Cáliz de fuego para una nueva edición del "Torneo de los Tres Magos". La idea me agradó de principio, sabía la dificultad del mismo y el peligro que entrañaba, eso fue lo que más me animó a estar presente, "La Gloria Eterna" era algo que seducía. Al llegar al salón principal observé muchas caras conocidas, chicos llenos de ambición y hambre de conocimiento en cada una de las mesas, era un ambiente de euforia y deseos de triunfo se sentía en todo el lugar, colmando hasta el techo. El participar en el Torneo era un gran reto personal para mí, así que no iba a dudar ni un solo instante en poner mi nombre en el Cáliz, estaba determinado a participar y ganar, cueste lo que me cueste y a quien le cueste. Las instrucciones del Director eran claras, quienes participaban, la inclusión de nuevas escuelas, fuera de las tradicionales; si bien era muy adepto de respetar las costumbres y rutinas, me parecía interesante que otras escuelas participen, solo esperaba que se encuentren a la altura del Torneo, si bien he escuchado de todas las escuelas invitadas y de algunos otros más que no se nombran, no sabía la calidad académica de estas, espero que me sorprendan y que me no me hagan las cosas fáciles, pero primero paso a paso, solo esperaba que el Cáliz me escoja para participar en nombre de Durmstrang. @ Maida Black Yaxley @ Mael Blackfyre

Sus palabras fueron claras, estábamos juntos en todo esto, tanto ella como yo habíamos puesto las reglas del juego claras, la habíamos definido, no quería que aquello se quebrante y menos asustarla por cualquier confusión o mal entendido que en el camino nos encontremos, lo que si iba a ser brutalmente honesto, no estaba dispuesto a dejar actitudes o acciones colgadas en especulaciones o supuestos, iba a saber a detalle cada sentimiento, bueno o malo que en la relación exista, ya que por el famoso "yo pensaba que..." miles de amistades se han acabado, miles de relaciones han terminado y muchos sentimientos terminaron muertos por las suposiciones, lo que sienta, lo que quiera, lo que necesite, lo que desee de ella sería dicho en el momento. Su cambio de tema y de temperatura me desacomodó un poco pero me arrancó una sonrisa, la idea de "la genio y el amo" era completamente excitante, la fantasía de que me cumpla los deseos sean lo que sean era una idea seductora, a pesar que nos conocíamos literalmente de pies a cabeza, faltaría tiempo para cumplir absolutamente todo lo que me gustaría hacer con la castaña. -Interesante...-le dije sonriendo mirando al techo fingiendo buscar una pregunta escrita en él, sin soltar sus muñecas...-¿Para qué tres deseos y todo lo que más anhelo en estos momentos se resumen en uno?...-le dije ahora mirando fijamente a sus hermosos ojos verdes...-Tú, eres lo que más deseo ahora, a ti, nada más...- Y nuevamente me lancé hacia su boca, queriendo que después no sean solo nuestros labios los que se junten, sino sean nuestros cuerpos los que se fundan uno con el otro. @ Mica Gryffindor

Aquel frenesí vivido rayaba los límites de locura, escucharla retumbar entre gritos y gemidos las cuatro paredes que nos acogían, no sabía de hora ni tiempo y la verdad no quería saber tampoco, esperaba que todos estos instantes se conviertan en eternos, detener cada segundo para disfrutarlo gota a gota, sin planificarlo se estaba convirtiendo un uno de los momentos más excitantes de toda mi existencia. No sabía cómo el aire de aquella habitación no se había acabado, seguramente la temperatura rayaba ya las mismas brazas del infierno, cada dulce profanación a su preciado cuerpo venía cargada de lujuria, mi cuerpo simplemente ardía, y más con la magnífica vista que tenia de su cuerpo postrado a mi merced para solo ser utilizado por el mío a mi gusto y antojo. Con la fuerza justa, tiré de su cabello mientras la danza continuaba solo para que mi lengua recorriera su mejilla y parte de su boca dejando un delicioso gusto en mi boca de sal y deseo, lo que hizo que mis ganas no dieran más abasto en mi cuerpo el cual simplemente estalló de manera violenta con contracciones tan fuertes como nunca había experimentado, fue tan exquisitamente inesperado que un gran grito de placer, que de seguro se escuchó por todo el lugar, no lo pude reprimir, aquella clímax tuvo una intensidad tal que sacudió todo mi cuerpo dejándome temblando. El rozar el cielo y el fuego del infiero sería el titulo perfecto a este primer capítulo de este inesperado libro escrito por Mica y yo, un libro que estoy seguro tendrá una gran cantidad de capítulos y seguramente muchos tomos, porque quiero que su experiencia conmigo sea una enciclopedia de placer decorado con una dulce y fina encuadernación. @ Mica Gryffindor

Me di cuenta que éramos un par de almas insaciables, podíamos estar horas de horas amándonos que aun así no sería suficiente y pediríamos más y más, prácticamente nuestros cuerpos se ponían al día de toda una vida sin conocerse, después de tantos caminos recorridos, luego de haber tocado mal otras puertas, al parecer habíamos encontrado el lugar correcto, el uno al lado del el otro. De la delicadeza inicial presioné un poco más el acelerador, imprimiendo mayor velocidad y fuerza, alternando en varias ocasiones los puntos donde nuestros cuerpos se conectaban, probando aleatoriamente uno y otro sitio, manejando a mi antojo las incursiones a su cuerpo, tenía el poder sobre ella en ese momento, era su dueño. Nunca mi cuerpo había reaccionado de esa manera con alguna persona, era como estar hecho de un acero, inexpugnable para ella, con el placer en aumento a cada segundo, prácticamente no existía en ella un solo lugar en que mi cuerpo y mis labios no hayan recorrido y a pesar de ello quería mucho más. -No tienes idea cuanto me gustas, me enloqueces Mica, me vuelves loco...-jadeaba después de cada palabra, el esfuerzo físico era increíble, a pesar de ello no tenía la menor intención de parar. @ Mica Gryffindor

A pesar de toda la hecatombe que se estaba armando por fuera y la preocupación por la seguridad de Luna, la estaba pasando muy bien, me hacía mucha falta conversar con ella, su inocencia y eterna felicidad era algo que debía aprender, el ver la vida por un lente distinto, estar preocupada por temas tan pequeños como amores y noviazgos, para ella obviamente eran grandes, el miedo a que yo de pronto hable de sus secretos y sobre todo lo que más valoraba era su confianza conmigo. Me distraje un segundo al ver como una lechuza golpeaba mi ventana, era Court, el cuervo de Malum, me acerque a la venta y observe de pronto no exista alguien que quiera colarse y complicar la situación, la zona se encontraba limpia, a pesar de aquello abrí una pequeña rendija para prácticamente arranchar del pico el mensaje y lo leí. Esperaba que fueran buenas noticias, que ya todo haya terminado, sin embargo era un mensaje al codificado el cual entendí de inmediato, lo releí una vez más para ver si no me perdía de nada segundos después la quemé en mi mano haciendo desaparecer hasta las cenizas. Aún no era tiempo. Miré a Luna, seguramente estaba expectante de lo que decía la nota. -Lo siento niña, lo destruí por seguridad nuestra...-le dije con voz calmada...-Era Malum, preguntándome como estábamos, creo que supo que te encontrabas de visita conmigo, luego si te parece la vamos a ver dónde se encuentra pero antes quiero contarte algo...- La muñeca me empezó a escocer, aquel sutil llamado me hacía pensar que solo había que esperar un poco más, que el fin de todo estaba cerca, todo se iba a solucionar para bien y estaba listo por si las cosas no salían exactamente como lo planeado, lamentablemente tendría que tomar medidas extremas. -Te quiero contar de alguien mi niña, te pido que sea igual manera un secreto entre los dos...-sonreí con complicidad y puse mi dedo índice en la boca en señal de silencio...-estoy saliendo con alguien, para ser sincero no es algo formal, es más no se ni que nombre darle a la relación, pero es algo extraño, no sé cómo explicarlo, no es igual como con otras personas, es una sensación distinta...-no encontraba las palabras ya que no sabía cómo explicarle...-una mezcla de picante y miel, fuego y ternura que jamás he experimentado, ¿Qué opinas? ¿Qué crees que sea? ¿Estaré enfermo?...- @ Luna Gryffindor Delacour

¿Qué pretendo? era una excelente pregunta, era una duda que también me rondaba en la cabeza, pero estaba tan embelesado con todo lo que provocaba en mi la castaña que era difícil discernir cuales eran mis planes y objetivos. Siempre he sido una persona muy calculadora, nunca doy un paso sin saber su consecuencia, sin planificar el siguiente, precavido como pocos, pero hoy no sabía ni siquiera cual era el objetivo o el fin de todo esto. La idea era simple, disfrutar uno del otro y es exactamente lo que hacíamos, pasarla mejor que nunca, si pensar en consecuencias y ataduras, simplemente por el placer de dar placer, no porque no se tenga con quien hacerlo, porque me imagina que ella al igual que yo no se encontraba en esta especie de relación afectiva por no tener donde más ir, era algo más poderoso que eso, no solo era carne y fuego, también habían lapsos grande de ternura, amistad y compañía, era una mezcla perfecta como hojuelas con miel. Era prisionero de sus labios, nuestras lenguas se abrazaban durante el beso, sentía su respiración agitada disfrutando de cada caricia de mi boca, cada mordisco que era un amasijo de lujuria y cariño, lo que vivía y sentía era inesperadamente intenso. -La verdad no lo sé...-le dije separándome a milímetros de sus labios...-lo único que sé es que no quiero nada más que estar contigo, en una cama, en un bar, en una fiesta o en una batalla, no quiero ponerle nombre a esto porque lo desconozco, es nuevo para mí, solo sé que quiero descubrirlo contigo, y si es nuevo que me ayudes a bautizarlo y dale un nombre...- Y nuevamente la besé, mientras que al fondo palabras lejanas y aplausos nos hacían de fondo musical, ¿Qué pretendo? @ Mica Gryffindor

Simplemente me dejé llevar por ella, aún estaba ensimismado en mis pensamientos, todo lo que me pasaba con la Gryffindor, todos los sentimientos que se me cruzaban en ese instante eran extraños. ¿Qué extraño hechizo realizó en mí? Todo era tan distinto con ella, lo que me preocupaba es el recorrer caminos por los que ya caminé y donde definitivamente no quería volver a llegar. A pesar de ello continuaba tomado de su mano, siguiéndola sin preguntar, podría estarme llevando al mismo infierno de vuelta y sin embargo no preguntaba nada, sin darme cuenta nos encontrábamos los dos en una habitación, parecía que la castaña sabía perfectamente lo que mi cuerpo deseaba en ese momento, ya que desde la última vez que nos vimos lo único que anhelaba es volver aquel lugar que dejé días atrás. -¿Minutos?...-pregunte algo contrariado y tomando la iniciativa la llevé contra uno de los muros de la alcoba tomando sus muñecas con mis manos y poniéndola literalmente entre "la espada y la pared"...-Necesitaría eones para poder hacer todo lo que mi cuerpo y mi mente quiere cumplir contigo, dicen que lo que importa es la calidad del tiempo y no la cantidad, yo prefiero los dos...- La miré a ese hermoso par de orbes esmeraldas, preciosos espejos donde me veía reflejado, mi respiración estaba agitada por todo el deseo contenido por mi bella amiga y amante. Sus labios, eran un imán para los míos, solo quería que el tiempo se detuviera, ahora Krónos era mi enemigo y nuevamente me dejé llevar y la besé, un beso que no solo tenía deseo, en él iban una amalgama de sentimientos de los cuales algunos creía enterrados y sus labios fueron míos. @ Mica Gryffindor

Me convertí en un simple espectador, me dedique a disfrutar de cada movimiento de su boca, de cada beso, de cada caricia que su lengua dedicaba a mi cuerpo, llevé mis manos hacia su cabello, la acariciaba y acompañaban ese frenético ritmo que me volvía loco, no quería cerrar los ojos, no quería perderme un segundo de labor pero el placer era tan intenso que no tenía más remedio que apretar ojos y labios. Sus verdes y hermosos ojos me observaban fijamente, tenían un toque de inocencia y lujuria que me sacaba de casillas, no sabía si acariciarle o empuja su cabeza hacia mí, y ver como todo mi ser se perdía en ella, parecía conocer cada fibra sensible, cada rincón ya que a la perfección sabia donde presionar para que el gozo sea más intenso. Necesitaba nuevamente poseer su cuerpo, era imperativo hacerlo, con mucho pesar interrumpí su perfecto trabajo e hice que sus labios ahora vengan nuevamente a mi boca, la besé con tanta intensidad como si mi vida se fuera si no lo hiciera, mis manos parecían tener alas, se me escapaban y volaban por todo su cuerpo y la acaricié de pies a cabeza una y otra vez. La voltee sobre la cama y empecé a besar su espalda, despacio me levante de la cama y la admiré, era perfecta, cada curva, era un regalo llegado de sorpresa a mi vida e iba a sacarle todo el provecho del mundo. Despacio mis manos tomaron sus caderas levantándolas hacia mí y me dispuse a acometer su cuerpo nuevamente pero esta vez intentaría ser acogido por ella pero por otro sendero, esta vez con toda la delicadeza del mundo me uní con ella, deslizándome suavemente, tratando no hacer daño, muy despacio hasta que el acople fue completo. -Voy a recorrer todo tu cuerpo hasta que quedes tatuado en el mío...-le susurre e inicié un nuevo baile prohibido con mi amante... @ Mica Gryffindor

El juntar nuestras copas para mi simplemente era un recordatorio de lo que hacían nuestros cuerpos cuando se nos antojaban, aquel sonido del cristal golpeando el otro, no era nada comparado con la infinidad y variedad de sonidos que podíamos crear juntos y no es que mi mente solo piense en algo, pero la Gryffindor, desde el momento en que la conocí jugó con toda la premeditación, alevosía y ventaja con mis picos emocionales, llevándome desde la más dulce de las caricias hasta el más violento y excitante arañazo en la espalda. Sacudí un momento la cabeza ya que estaba divagando nuevamente en mis pensamientos, ubicándome nuevamente y mil veces más, de que no me encontraba en el lugar indicado para todos los perversos planes que tenía trazados para Mica. Algo más ayudó la húmeda y fría sensación del vino primeramente sobre mi pecho y luego viendo como esas lujuriosas gotas de color carmesí jugueteaban entre las curvas de los suyos. Esperaba que nadie más que yo se haya dado cuenta que estuve a segundos de hacer mías esas gotas de vino y llevarlas a mi boca bebidas desde un envase mucho más elegante y placentero que una simple copa de vidrio, en segundos analicé todas mis alternativas, pros y contras mientras mis ojos no dejaban de contemplar aquella danzante gota que dejaba en su recorrido un húmedo camino que yo quería recorrer. Tomé su mano, algo escuché de ir a limpiarnos pero la verdad es que por un momento solo llegaban sonidos amortiguados, en ese preciso momento me di cuenta que aquella mujer había encontrado la fórmula mágica para tenerme a sus pies, ya que la seguí sin siquiera poner oposición, lo único que tenía en mente, es en encontrar la manera en convertirme en aquella gota de dulce vino. @ Mica Gryffindor

Sabía que mi confesión no iba a espantarla, ese no era mi objetivo pero de pronto los demonios no tienen tan buena fama, muchos eran almas errantes que no soportaron el reflejo de la luz y desterraron ellos mismos hacia el reino de la ignominia, buscaban redención, pero habíamos otros que queríamos alejar de la luz para engrosar filas. Es por eso que pensaba que tal vez mi origen no sea el más deseado y recomendable para alguien, pero su reacción me gustó, era una mujer que sabía lo que quería y tomaba lo que le gustaba sin importar la fuente. Sus caricias me volvían loco, el simple sonido de su voz me sacaba de mí, no era algo normal, era algo que me desconcertaba, ¿Cómo era posible que su simple presencia alborote tanto mi ser que no me importe hablar tan abiertamente de mí? Podría ser inmune a todo menos a ella. -Puedo encenderte más...-le susurré al oído y tomé una de sus manos y la llevé hacia el sur de mi cuerpo, dejándola a que se aferre de mí y sienta como ya me encontraba listo nuevamente para ella...-Si ves cómo me vuelves loco mi pequeña castaña, siente como me tienes...- Aquella mujer tenía el control de mi cuerpo, literalmente puse en sus manos las llaves de mi cuerpo para entrar al suyo, ahora ella tenía el control, un control que para ser sincero y a pesar de aparentar lo contrario, jamás lo tuve. @ Mica Gryffindor

Esperaba que las conversaciones vayan viento en popa, no podía comunicarme para que Luna no sospeche de todo lo que pasaba, era demasiado inocente, eso era algo que en el futuro debería cambiar en ella, hoy nos conviene aquello pero quien sabe que la próxima la atrape alguien que no tenga tanta afinidad con ella como yo, la situación seguramente hubiera sido distinta. Los avances de Mica me eran desconocidos, ¿Habrá contactado con alguien para hacer ya el intercambio?, ¿el alto mando estará al tanto de todo lo actuado?, me asaltaban dudas en cada momento y con la presión y el miedo latente de que cualquier momento alguien quiera entrar por esa puerta, enterado de todo o por curiosidad, si alguien va con no muy buenas intenciones pues tendrá que verlas conmigo, no estaba dispuesto a que nadie tope uno solo de sus cabellos y esa era otra clase pendiente, el enseñar a algunos que muchas veces se ganan guerras sin necesidad de disparar una sola bala, les faltaba mucho de diplomacia. -Mi querida, viajaremos a donde tú quieras, a conocer cada rincón del mundo y verás las pirámides con tus propios ojos, aprenderás de muchas culturas preciosa, te quiero enseñar muchas cosas...- Sonreí a la sugerencia de que pude haber sido un buen auror, habían muchas cosas que ignoraba Luna y esperaba que eso se mantenga de esa manera, por lo pronto se tenían que mantener las cosas como están. -Tú tranquila, yo me ocupo de tu seguridad, confía en mí, nada malo te pasará mientras estés a mi lado...- Entró el tema de Malum, eso también era un poco inconveniente, era un tema que a más de delicado era largo y no quería entrar en muchos más detalles con respecto a eso, así que intercambié la pregunta con otra pregunta. -Cuéntame nena, ¿Ya tienes novio?...-le sonreí y acaricié su rostro...-no creo que una niña tan bella como tú no tenga pretendientes haciendo fila...- Solo esperaba que Mica regrese pronto y con buenas noticias, siempre me gusta saber de ella pero ahora era imperioso. @ Luna Gryffindor Delacour @ Mica Gryffindor

Hola amigos mios... Vengo a inscribirme...espero que sea espectacular. Ando necesitado de galeones y ganar el torneo me va a venir más que bien, cuento con ello. Colegio que desea representar: Durmstrang Nombre del personaje: Mefistófeles Evil. Saludos

Podría decir que había algo de remordimiento por usar la confianza de mi inocente hija para poder rescatar un colega, pero no era así. Primero porque mi concepto de penitencia era algo que se encontrara dentro de mí y segundo porque sabía a ciencia cierta que no existía mejor lugar en ese momento para Luna que este, a mi lado, en mi dormitorio, alejada de toda la guerra que estaba a punto de estallar allá afuera el momento en que se enteren que la pequeña había desaparecido. Mis ojos estaban fijos en la inocente Gryffindor pero mis pensamientos estaban muy lejos, lo que menos quería es que alguien le haga daño y solo veía planes alternativos si las cosas salían mal. Nadie le pondría un dedo encima. En ese momento seguramente Mica ya se encontraba ejecutando la segunda parte del plan. -No sabes cuando me alegro mi vida por todo lo que tú has vivido, me hubiera encantado disfrutar todo aquello a tu lado, pero conoces como soy, pero te prometo que la próxima vez que viaje te avisaré con tiempo, o mejor aún te llevaré conmigo...- Había estado tanto tiempo ausente de mi vida que lo que más teníamos era muchos temas de conversación, su vida había sido tan interesante y me alegraba que fuera una chica feliz, su inocencia era un faro de luz que en algo enternecía el negro y duro corazón que portaba. -Yo viajé por todo el mundo mi vida, desde las pirámides de Egipto hasta lo más profundo de Amazonas, conociendo muchas personas y viviendo un sin fin de aventuras, pero la verdad es que te extrañaba mucho y nada estaba completo, perdón por no haberte escrito una carta o comunicarme de cualquier modo, tú sabes que siempre, sobre todas las cosas he querido protegerte...- Y lo último dicho era lo que más verdad entrañaba, su seguridad. A cada instante observaba la ventana del dormitorio y trataba de escuchar si alguien se acercaba por la puerta, no estaba dispuesto a que nadie ingrese a mi dormitorio, no confiaba en nadie en ese momento. -Así que Malum y Eterno son tus padrinos, la verdad es que me caen muy bien, son una bella pareja, no se si sabias mi vida que Alex, hijo de Malum es también hijo mío, así que puedes decir que tienes un hermano...- Esperaba que aquella noticia le alegre un poco, y eso abra un abanico de conversaciones para que pase el tiempo, pero el dios Cronos parecía ser mi enemigo esa noche haciendo que cada movimiento del segundero de mi reloj, sea una tortura. @ Luna Gryffindor Delacour

El estar juntos provocaba un cúmulo de sensaciones que me tenía loco, desde la lujuria hasta la ternura, una montaña rusa de sentimientos que experimentaba con la castaña, algo que me intrigaba ya que no encontraba hasta el momento un punto medio, eran extremos marcados que me encantaban, más que eso, me cautivaban. Me di cuenta que yo solo me había puesto la soga al cuello ya que con mi manera de expresarme con ella, sin tapujos, engaños, adornos o mentiras, sinceros y directos, sin verdades a medias, sin pensarlo había dado detales de la naturaleza exacta de mi ser, pero creo que inconscientemente trataba de que ella mismo lo descubra, si ya no lo ha hecho. ¿Cómo decirle que era la primera mortal que me volvía loco? -Mira Mica...-me acomodé un poco como para darle algo de formalidad...-no se por dónde empezar...-trataba de encontrar palabras como para suavizar un poco el tema...-Dentro del mundo mágico hay cualquier cantidad de seres, criaturas, de seguro has conocido y has tratado a muchas, yo soy un demonio, y uno muy antiguo y normalmente nunca había enloquecido de esta forma por una mortal...- El estar entre magos y brujas es que no es algo nuevo para ellos, los muggles son un poco más complicados ya que ante semejante confesión habría salido corriendo. -Mis actividades específicas no tengo permitido revelarlas, pero sé que con el tiempo y las aguas tu misma te darás cuenta y cuando lo sepas yo verificaré todas tus dudas, vamos a tener mucho tiempo para eso, todo el tiempo que tú quieras tenerme a tu lado...- @ Mica Gryffindor