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Ela Karoline

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Todo lo publicado por Ela Karoline

  1. De pronto se escucho una voz, la Lockhart no pudo evitar sobresaltarse un poco, sobre todo porque mencionaban su nombre, ¿en que momento @ había ingresado y se unía a ellas, o es que él estaba allá desde antes? Luego de superar la sorpresa inicial vio que se trataba de aquel mago con el que ultimamente coincidía mucho al igual que con Sean, el amado yerno de Sagitas --Vaya que esta usted informado de todo-- El folleto que le mostraba daba información interesante que ella desconocía, «así que por eso las penumbras» pensó un poco inquieta --Y sabe usted ¿quien es el propietario?-- pregunto por mera curiosidad aunque presto atención al comentario de que los dueños habian desaprovechado las fechas para hacerse de buena clientela. --Ustedes ¿se conocen?-- pregunto al notar el saludo del mago hacia su amiga y cuñada @Sagita E. Potter Blue que hasta el momento había permanecido en silencio cerca de ella --Quizás no este abandonado, sino que es parte de la estrategia del negocio, quizás solo debamos escoger un destino y ya-- comento pensativa, aunque era arriegado hacer un viaje sin saber el costo.
  2. Varias de las personas que conocía desde siempre o a lo largo de los diez años que llevaba afianzada en Londres estaban allí, conversaban, comían y expresaban emociones tan variadas como la realidad misma del mundo en aquel preciso momento. Los había felices compartiendo su dicha como Darla y Seba, precavidos como Taurogirl, neutrales o al menos así laa percibía, como Fengari, amistosas como Ariane, tristez como @ y nostálgicos como la propia Cye. La conversación del peliverde no escapo a los oídos de la Lockhart, sintió su tristeza y la empatia con el muchacho creio, añorar, ah, bien que ella sabia lo que era eso y enfrentarse a una realidad solitaria después de compartir con alguien que se volvía parrte de una misma, era desgarrante, paralizante, pero había que seguir... Se limito a poner una mano en el hombro del mago sin mediar palabra alguna, lo comprendía y también le animaba a quedarse en el hoy y en el ahora, esa había sido su manera de luchar y lentamente daba frutos. Taurogirl llevo la conversación a un terreno más neutral, los stand a visitar, proponía el mexicano, y a Cye se le quedo la curiosidad por aquello del tamarindo, aunque era pésima para el picante, cualquier cosa que tuviera indicios de ser postre o dulce estaba dispuesta a probarlo, de hecho aun no había probado nada. --Yo soy malisima para el picante así que cualquier cosa me auxilian-- dijo a manera de broma, entonces la sonrisa se amplio al oír que preguntaban por la relación de Seba y Darla, quienes eran la pareja del momento por muchas razones, les tenia gran aprecio a ambos y ella era otra de las que ligaban que la unión se formalizará mediante el matrimonio, aunque no había una regla escrita que dijera que aquel papel significaba la felicidad. La mención del matrimonio de la Lockhart con el fallecido Adriano la helo por completo, tanto Darla como Tauro eran muy gentiles, ella solo atino a decir un --Gracias, bueno es que era mi alma gemela, mi media naranja como dícen-- sin levantar la mirada porque entonces las lágrimas que luchaba por contener rodarían, recordó que precisamente aquel mes que recién comenzaba estarían de aniversario si él aun estuviera de forma física entre ellos. --Saben... no importa si dura una eternidad, diez años, o un solo día-- miro a Antoni y luego a Seba y a Darla --Dense permiso de amar con todas sus fuerzas, que no quede más por entregar, solo así se sentiran completos, puros, dignos de recibir lo que otro quiera entregar-- a esas alturas las lagrimas rodaban, pero la sonrisa en el rostro de Cye era plena, su izquierda acariciaba la sortija matrimonial en su diestra mientras que su mente recordaba aquella sonrisa plena de su compañero, ese guiño que siempre le hacia para animarla y la forma en que tocaba su sortija que le calentaba el alma, de alguna forma inexplicable, confusa y única él seguía allí y no se iba. --Ay ya nos estamos poniendo muy sentimentales, y yo tengo sed-- dijo intentando volver la alegría a la mesa.
  3. La respuesta de @ no se hizo esperar, lo vio sonreír y supo que estaba planeando algo, cosa que hizo que la barbilla de la Lockhart se mantuviera firme y elevada, hasta que su sombrero y gabardina desaparecieron y su atuendo cambio al de Sheff, lo siguiente no se lo esperaba por lo que quizás no entendió bien. --Bueno ya tenemos a nuestro primer participante-- dijo sin quitarle la mirada de encima, observando como se dedicaba a escribir algo en un papel, y claro que no supo que era hasta que el mago le comunico que pedía ingredientes secretos a la churrería. --No entiendo, dice enfrentarnos...-- no sabia si se refería a que cada cual liderará un equipo o que ambos trabajaran en el mismo equipo usando cada cual sus técnicas. --No lo sé...-- dijo meditabunda, porque se suponía que como organizadora no debia participar y si era la persona indicada como jurado, dudaba que en todo Londres hubiera alguien más sediento de dulces, galletas y golosinas que ella, clari sin mencionar a sus hijos, pero Eirian era muy pequeño para contar como juez. Mientras tanto a las mansiones de familiares o amigos estaba llegando una lechuza con el panfleto que anunciaba el Festival de Galletas Navideñas y un "ven y diviertete" adjunto con la dirección del establecimiento. -------------------- @, @@Darla Potter Black @@Seba Granger @@Nicole Evans Crowley @ @ @
  4. Las orbes celestes de la visitante se elevaron de su capa de viaje a la figura masculina que se había girado y le saludaba, el mago en cuestión no era otro que @ a quien había visto en una reunión para la celebración del aniversario de Kamra y Alessandra. Ahora precisamente lo encontraba alli, al final iban a estar coincidienco en el mismo circulo de amigos. --Hola Sean!-- dijo ofreciéndole su nivea mano a modo de saludo, dependia de él, el modo de responder, aunque ya, como todo un caballero había hecho una inclinción de cabeza. --Vengo a visitar a una buena amiga y claro, a invitarlos a mis negocios que se preparan con muchas sorpresas para esta temporada-- comento risueña al recordar que en el Cacao Café se iba a celebrar un festival de galletas navideñas a vista de todos. --Seria un gusto que me acompañaras, y si de paso logras llevar a Perenela seria muy maravilloso-- la rubia no olvidaba que el mago era el prometido de una de las hijas de Sagitas, su cuñada. --Ariane!!!-- dijo al notar que quien estaba en el dintel de la puerta era precisamente la matriarca a quien iba a visitar, se adelanto y la abrazo de forma espontánea pues le tenia gran cariño. @
  5. En las callejuelas de Diagón el frío era intenso, esa madrugada había nevado mucho, como si desde el cielo, estuvieran los ángeles vacíando la escarcha fría y blanquecina a manos llenas hacia la tierra, para avisar al mundo entero que se daba inicio al mes más importante de todos, Diciembre y por ende la navidad. El Cacao Café no estaba excento de los preparativos y la celebración, de hecho la propietaria había planeado algo distinto para esta época tan especial. Los bultos de harina y azúcar, el polvillo granuloso que hacia crecer las masas llamado levadura, los huevos, la mantequilla y una raíz llamada gengibre, frutos secos y frasquitos con una mezcla espesa de colores básicos con los que teñir las preparaciones estaban amontonados pulcramente en la gran cocina del negocio, por otro lado habían cuencos con virutas de chocolate, perlas azucaradas y demás aditivo para las decoraciones de lo que seria el mejor Festival de Galletas Navideñas en mucho tiempo. Por supuesto estaban invitados todos aquellos que quisieran participar, el unico requisito era formar un equipo de dos o más personas, los ingredientes los daba el cacao y todo lo que se necesitara, en realidad lo que se buscaba era pasar un buen momento, mostrar la creatividad y rescatar este arte culinario casi olvidado, quizás gracias al festival algunos árboles tendrían colgados galletas con festivos motivos o varias amistades recibirían un generoso paquete de chuches para pasar una velada al calor de un chocolate, quien sabe, todo podía pasar... Lo cierto es que al entrar la decoración navideña estaba a la vista, un árbol enorme justo en el barandal de la terraza de puro algodón de azúcar, galletas y bombones iluminaba el lugar de cara adentro y llamaba la atención a los transeúntes que elevaban la mirada al segundo piso para verlo con sus luces brillantes, las mesas pára la clientela tenían un lindo arreglo central con velas navideñas con y los manteles eran verdes y rojos, estaban todas colocada de un lado de la terraza, el cercano a los barandales, en el área de césped y en el lago la nieve caía cual rocío y por supuesto, el agua se había congelado, en vez de las pequeñas barcazas, ahora habian trineos y patines para delicia de los pequeñines. Pero del lado contrario al lago estaban colcadas mesas con todos los utencilios necesarios para que cada equipo pudiera elaborar sus galletas, ya saben, cuencos, batidores, cucharas, balanza, repasadorés, delantal, bandejas, cortadores, y tras las mesas, una pared de ladrillo que mágicamente generaba tantos hornos como como equipos participaban. Afuera junto al columpio de acceso a la terraza, única forma de entrar al local, a pesar de que a nivel de calle se veía un ventanal que mostraba el área de bomboneria, porque no habian puertas, estaban dos elfos con bufandas navideñas y panfletos que pregonaban la actividad e invitaban a los transeúntes a participar. --------------- Mientras tanto Cye seguía sentada en una de las mesas para clientes, a la cual se acerco @ obsequiandole una rosa hecha de servilleta, la rubia le dedico una media sonrisa y escucho atenta lo que le decía. --No se va a quedar para el festival?-- pregunto señalando hacia las mesas que estaban listas para ser ocupadas por los participantes. --Los negocios pueden esperar, cualquiera hubiera pensado que usted tenia talento para los retos...-- dijo haciendo una cara de desilusión pero el también podía comprender que había un reto implícito.
  6. Los rumores de que su amiga @ había regresado al valle de Loire en las afueras del pueblo, donde se encontraba la residencia Dumblendore, la habían hecho viajar hasta allá, en un principio pensó en mandarle una lechuza proponiéndole verse, pero luego desecho la idea queriendo sorprenderla, ojalá gratamente. Así que viajo como de costumbre en su transporte favorito, la Alfombra voladora, cómoda, segura y con toda la frescura que pudiera darle un vuelo regular por sobre la copa de los árboles. Cuando descendió en el camino que conducía a la entrada principal, la rubia bajo la capucha para que su sedosa cabellera rubia quedara al descubierto, perfectamente peinada y sin daños por el viento. Camino hasta una de las escalera que conducia a la elegante puerta de cedro donde estaba un caballero de pie hablando con alguien que claramente estaba dentro. Subió con total elegancia, aunque le hubiera gustado saltar los peldaños de forma zizagueante, pero la compostura ante un extraño era lo primero. Detrás del magp dijo con voz calmada pero audiblé --Busco a Ariane Dumbledore, buen día-- sin darse cuenta que la que estaba del lado de adentro era precisamente ella, pero como @ tapaba no pudo saberlo, así como no lo reconoció a él que estaba de espalda. La bruja ataviada con un hermoso vestido blanco con vivos verde agua hacían que la pálída piel luciera radiante, la falda amplia a la altura de la rodilla mostraba unas piernas largas que finalizaban en unas zapatillas de fino ante, la parte superior del vestido en cambio se ceñia como guante y se sujetaba con dos tiras que se cruzaban en la espalda dando el soporte necesario para que la prenda no se deslizara, pero todo esto no se pudo observar hasta que la rubia desabrocho su capa de viaje y la dejo caer en su brazo derecho, mientras esperaba respuesta.
  7. Buenas tardes. ID: 73553 Nick: Cye Lockhart Link a la Bóveda Trastero: 108133 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: B: 78480 Nivel Mágico: XXXVII Fecha: 2019-11-30 Nombre del producto: Libro del Druida Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Nivel (del libro): XV Precio: 15.000 G Precio total: 15.000 G
  8. Ela Karoline

    Inscripciones

    Nick: Cye Lockhart ID: 73553 Habilidad: Animagia (animal escogido opción 1: cisne opción 2: colibri Rango Social: Órden del Cadúceo Nivel de Magia: XXXVII (37) Fecha aproximada de aprobación EXTASIS o de salida de la Academia (versión anterior): Tercera Generación -Julio 2009 Nº de conocimientos que se poseen: 14 Link a la Bóveda: Bóveda 78480 Link a la Ficha: Ficha de Cye Lockhart
  9. Cye aun no entendia como es que Lucrezia no caia fulminada, estaba segura que asi seria despues de ver aquella extraña floritura para aplicarse algún encantamiento a ella misma (anapeo) el cual no podia liberarla de los efectos malignos del Cinaede obsequiado por la Uzza. Con total seriedad escucho como la blonda decia disfrutar el encuentro, algo que a Cye, precisamente por su pensamiento anterior, no le parecia del todo real, ¿Estaria solo alardeando y a punto de caer? seguramente si. Pero sus cavilaciones fueron interrumpidas cuando el campo visual de la ojiazul se vio bloqueado por una especie de arena flotante, ja, sabia lo que era, internamente maldijo pensando que hacer a continuación pues todo sucedía en su mente en fracciones de segundos, aunque pareciera una eternidad. Negó con la cabeza intentando despejarse mental y visualmente aunque claro una cosa era querer y otra poder, aquella mujer de perfecta apariencia sabia mover su varita, eso estaba claro, pero no era perfecta ni infalible, ya había cometido un error... Quizo devolverle el gesto pensando «Arena de Hechicero» en una situación perfecta una finisima arena proveniente de los huesos cristalizados de un hechicero harían que la Di Médici perdiera la visión como ella, aunque a estas alturas... El labio inferior de la rubia fue precionado por sus blancos dientes en un gesto de impotencia, su cerebro de inmediato trajo a si un pensamiento, más bien una palabra «Maldición» Aquella invocación, imparable haría que la mujer no pudiera ejecutar ningún hechizo de forma correcta dándole un respiro a la sacerdotisa. Y finalmente pensó en un plus que le otorgaba el libro de la fortaleza, y que la dejaba casi libre de los efectos de aquel poderosisimo obsequio de la Uzza «Curación» ahora solo era cuestión de esperar la reacción de la bruja elitista a metros de ella.
  10. Aquel encuentro con @ y el pequeño era de lo más divertido y armónico, le devolvía un poco de esa alegría que la Lockhart había perdido en los últimos meses, razón tenia una vieja amiga que siempre le decía que las penas con compañía pasaban más rapido. El chiquillo por su parte se había quedado mudo, pues toda su energía estaba encaminada a desaparecer los ricos manjares que habían sido servidos en la mesa. Su madre en cambio observaba el movimiento del negocio y preguntaba al ver llegar la clientela como podía incorporarse al trabajo allí. --Bueno puedes hacer lo que gustes-- dijo la rubia sonriendo, claro que esa no era respuesta, esta segura, por lo que aclaro --hay mucho por hacer, atender clientes, como el que se acaba de instalar en aquella mesa-- señalo a Sherlock Holmes --Ocuparte de los pedidos en vitrina-- que era donde se despachaban la mayoría de las delicias. --Revisar las atracciones infantiles o si prefieres la parte de chocolatería que es un poco delicada pero majestuosa-- dijo con todo orgullo pues era uno de sus bebes dentro del negocio. Mientras tanto Danny atendía a aquel cliente primerizo por llamarlo de alguna manera, siempre buscando que la primera impresión fuera memorable, pues era la unica manera de garantizar un retorno, tanto por el trato como por el recuerdo de lo probado y generar la expectativa de los demás productos alli ofrecidos --Oh Señor, le haré llegar sus felicitaciones al cheff, estará encantado-- le hizo una pequeña venia y corrió tras la barra hacia la ventanilla que daba a la cocina para informar al jefe de cocinas.
  11. La situación era de lo más extraña, dos brujas metidas en lugar desconocido, lúgubre del que apenas si sabían como se llamaba, que eran tontas "Terrortour" no era un nombre muy normal, como es que ambas habian terminado en semejanté situación. La Lockhart río por lo bajo al escuchar la respuesta de @ sobre citarse allí, amantes, novios, movió la cabeza en gesto negativo aun riendo --Claro que no insinuó que le pongas los cuernos a tu marido-- de todas las probabilidades esa era la que jamás hubiera pasado por la mente de la rubia, pero era divertido imaginar la cara de su cuñada mientras llegaba a semejante conclusión. --Yo me refería a negocios, esos que bueno, no se tratan a la vista de todos...-- comento haciendo una mueca y recordando el rostro de Sean, alguien con una fama que le precedía al menos ante los ojos de Cye. --Yo entre por curiosa, suicida, yo que sé, el cartel decía que no se hacían responsables por las muertes-- dijo entre risitas nerviosas, la adrenalina fluia por su cuerpo de forma extraña o seria que desde hacia mucho no se sentía viva como ahora. --Pues seguritó, que esto de la penumbra es pura psicología, eso espero...-- dijo imaginando que de un momento a otro la luz las cegaría, algunos objetos llamativos aparecerían ante ellas, pero en vez de eso llegaron a un recibidor con dos solitarias mesas, Cye bordeo una rosando la madera con la misma mano que sostenía la varita, ya que la otra la tenia ocupada en la muñeca de su cuñada. --Acaso es un bar clandestino-- se dijo antes de sentir que un golpe seco tras las corbas la hacia doblarse para caer sentada sobre una silla que no estaba antes, valla modales? Un poco más y la dejaban paralitica, ahora que seguía? Y claro esperaba que en cualquier momento @@Nicole Evans Crowley se reuniera con ellas, ya que su cuñada la había visto a las afueras del negocio.
  12. Dio un par de pasos en medio de una oscuridad total, tanto como el silencio reinante, ya no estaba segura si había sido buena idea entrar, esa valentía momentánea seguro le salía cara. Suspiro al ver indicios de luz, una muy poca en relación con el gran negro que le rodeaba era la de una vela que flotaba en el aire o era sostenida por una mano que la rubia no veía. Dio un brinco al escuchar las visagras rechinar y luego un par de pasos, sus orbes celestes se esforzaron por distinguir, el ruido provenía de su espalda, ósea que si la lógica funcionaba en aquel lugar, alguien debia haber cometido la tontería de entrar, como ella. Espero no sin materializar a "Belisama" su varita de arce en la diestra, por si acaso, el peligro estaba en el aire desde que había vuelta a Londres, ya fuera en el poblado o en el propio callejón. La voz familiar de Sagitas llego hasta ella en un tono que poco tenia que ver con la energía y humor que recordaba de la pelivioleta, aspiro profundo para tranquilizar su alma y percibir la energía emanada de la nueva visitante, si, si, era su cuñada, no era un truco. --Si, estoy aquí, tu... tu ¿Que haces aquí?-- levanto una ceja que por supuesto la Potter no pudo ver debido a la sospecha, este era un lugar raro, con una energía que no lograba descifrar y que hacia la mujer allá, estaría contrabandeando como su yerno Sean, bueno ese rumor le había llegado. --Lumus-- dijo intentando que su varita diera más luz y por un segundo lo logro, pero luego la oscuridad pareció apagar el hechizo, no importaba había visto a su cuñada y desando un par de pasos para asir su muñeca y jalarla en dirección a la vela que se alejaba marcando un camino que pronto perderían. --¿Te has citado con alguien aquí? ¿Viste a alguien afuera? ¿Sabes quien es el dueño de este lugar?-- pregunto vez tras vez, siguiendo en la tonalidad de voz baja, obvio se alegraba de verla, mucho, pero tenia curiosidad y además sabia que de seguro estaría más enterada de los asuntos comerciales y de los últimos acontecimientos, mucho más que ella. Se giro y la abrazo intempestivamente en medio de la oscuridad y luego sugirió que sacara la varita, por si las moscas, sonrió un poco emocionada, parece que tendrían una aventura juntas.
  13. Ficha de Inscripción Nick: Cye Lockhart ID: 73553 Conocimiento: Aritmancia Link a la Bóveda: B: 78480 Link a la Ficha: Cye Lockhart
  14. Amaba la naturaleza, era parte de Cye, por eso estar alli, rodeada de vegetación, animales y elementos era un placer, aunque claro, no estaba de paseo, sino para aprender del libro del equilibrio, de la Uzza y por supuesto de su oponente, pues todo ser tenia algo que aprender y algo que enseñar, solo que a veces no se tenia la suficiente madurez para verlo y aceptarlo. --¡Hermoso!-- susurro cuando llegaron al claro donde sucedería el entrenamiento uno a uno, como solía llamarlo ella, aunque la mayoría pensaba en la palabra duelo, sus largas piernas cubiertas en parte por un pescador blanco la llevaban a situarse en un punto frente a la italiana, siendo honesta, hasta el día de hoy prefería usar la fuerza de las palabras, pero entendía que había un poder superior, el de la magia, los hechizos, y era necesario dominarlo y usarlo cuando las palabras no alcanzaban. Miro a su alrededor, mientras una fresca brisa movió la cabellera dorada de Cye que llevaba una blusa del mismo color que el pescador aunque ajustada a su anatomía superior. Lucrezia era en parte un misterio y en parte su naturaleza parecía adivinarse, aunque los apellidos y aquello de la aristocracia quizás influyeran en la Di Médici para hacerla sentir superior, la sacerdotisa no lo tenia claro aunque de lo que si estaba segura era de que la bruja que ahora hacia una pequeña reverencia siguiendo el protocolar saludo antes de comenzar el duelo, no seria una contrincante fácil. Cye correspondió a la inclinación hacia Lucrezia pero también le hizo una pequeña venia a la guerrero Uzza en señal de respeto y agradecimiento no solo por el espacio y las previsiones a favor de los animales y la vegetación, a la par de aquella venia, Belisama, su varita de arce se materializó en su diestra, así que espero, mientras mentalmente mientras repasaba los cuatro hechizos que ofrecía el libro, los amuletos y artilugios que el libro del equilibro otorgaba estaban presentes y listos para ser usados así como de los libros anteriores. Claro que no todo seria fácil, pues su pequeña distracción le dio la oportunidad a la otra bruja de accionar primero, vio como de la varita de su oponente se formaban filamentos de fuego con la seria intención de afectarla, cosa que no podía permitir por lo que pensó "Salvaguarda Mágica" haciendo que su cuerpo se tornara intangible y los filamente pasaron sin pena ni gloria, no así el aditivo que Asenath había agregado, sus vías respiratorias se cerraban y tenia que hacer algo rapido, así que su cerebro o su instinto de supervivenvia la llevo a pensar "anapneo" con lo cual el aire comenzó a circular devolviendole la posibilidad de seguir en combate que no era poca cosa.
  15. El ambiente le resultaba tan cálido que era imposible pensar en otro entorno fuera de ese, porque si bien era cierto que la mejor parte del castillo para ella siempre había sido la cocina, ahora lo era más. Su hijo bromeaba y reía, además de generar ese delicioso aroma cítrico y frutal en el té que estaban a punto de degustar. Las tazas llegaron a la mesa donde ya esperaba el Platón con las rebanadas de pan tostado y caliente, el tarro de miel y la mantequilla, sencillo pero muy hogareño, Cye tomo asiento junto al mago, lo vio atacar una tostada y desprender con ello varias migas del pan, ya no era un niño y ahora había regresado más maduro, con un equilibrio interno que antes no percibía, ahora era el, él que la llenaba de paz con su presencia y de seguridad. --Te quedo delicioso-- dijo luego de haberse llevado la taza de te a los labios y haber permitido que el humeante liquido inundara su paladar y se deslizara por su garganta, era una fiesta para las papilas gustativas que no terminaría hasta que el té desapareciera de la porcelana. --Ignoraba que eras un maestro del té-- expreso dando otro sorbo a su bebida y luego tomando una tostada que primero embadurno de mantequilla y luego baño con abundante miel. --Podría darte trabajo en el Mágic Tea u organizar catas personalizadas, seguro que la cola dé féminas doblaría la esquina-- ahora bromeo mientras cambiaba el pan a la otra mano para chuparse los dedos untados de miel. --Ja te apuesto que son Jops y Heyda en su batalla por el dominio-- dijo refiriéndose al ruido que les llegaba desde la sala o el vestíbulo, ni para la Lockhart era un secreto los pleitos de ambos elfos, solo que nunca había estado en medio de uno. El elfo se detuvo en seco y también la elfina que respondía al nombre de Heyda, la razón, era la poco habitual comprensión del visitante, los modales que lucía, no podian ser ciertos, los llamaba señores, ambas criaturas cruzaron miradas, aquí había trampa, si, si, era mejor desconfiar ¿Acaso los mortifago habian vuelto a las andadas y su maña de querer reducir el castillo y a sus habitantes a ruinas? ¿Ahora eran diplomáticos antes del ataque para que los dejaran entrar? --Negocios-- repitió el elfo esperando sacar algo más y lo unico que consiguió fue un ofrecimiento de ayuda que por supuesto debía desestimar --No, no se moleste, nosotros podemos solos, por favor pase usted Sr Holmes-- dijo despenjando con magia elfica el camino y abriendo un poco más la puerta, luego lo guió unos pasos por el corredor y lo desvío hacia el salón donde estaba la chimenea, el reloj familiar y algunos retratos de la familia, además de cómodos y elegantes sofas. --Tome asiento, enseguida le aviso a la matriarca-- informo y desapareció para materializarse en la cocina donde estaban Cye y Alexander tomando el té y poniéndose al día. @@Alexander Fox @
  16. @ se había sonrojado un poco ante las palabras anteriores de la Lockhart, pero es que era verdad, se veía muy bien, su figura no parecía tener memoria del tiempo ni de los embarazos pasados, algo de lo que muchas brujas no podian presumir a pesar de la magia. --¡Wuao quintillizos! Eso si que es a lo grande-- expreso en tono de admiración, si uno era una experiencia hermosa y difícil no imaginaba como serían cinco al mismo tiempo --Kamra si que es valiente-- afirmo la rubia pensando en la peliblanca que se había quedado en casa. Luego vio como su nieta cambiaba de postura y la miro intrigada, cuando la mano de la Delacour se extendió hacia ella acompañada de la invitación verbal, las orbes celeste de Cye mostraban sorpresa, luego su natural deseo de divertirse la hicieron morderse el labio inferior preguntándose si seria muy osado atreverse a bailar en aquel primer regreso a lo social. La mirada iba de la mano que esperba respuesta al rostro de Alessandra y luego a la pista de baile en que se había convertido parte del atrio. --Ummmmm-- acerco la punta de los dedos a la mano de su nieta pero no la toco, como si esta le fuera a picar, río nerviosa y por fin le dio la mano. --De acuerdo pero no me hago responsable de los pisotones-- bromeo la bruja, pues le gustaba mucho bailar.
  17. La primera en reaccionar a su presencia fue una chica de cabello celeste, de apellido Lavigne precisamente, a quien conocía a travez de su vinculo universal "Ishaya" la demonio la ayuda después del empujón y pronto están conversando. --El gusto es mio mujer-- le dice animada, pues hacia mucho que no estaba rodeada de tanta gente y que lo social había casi desaparecido de la vida de la Lockhart. --Yo aun no comienzo con nada-- Río un poco nerviosa al reconocer que se había convertido en alguien miedoso después del embarazo de Eirian, con todo lo que tuviera que ver con el paladar. --Pero tendré que empezar en algún momento-- reconoció, y aunque la comida salada no era su fuerte tenia buena disposición para ello, ahora los dulces... Esa era otra historia, era su naturaleza. --Tenia mucho sin verte, ¿Que estas haciendo actualmente?-- pregunto con curiosidad, aun recordaba aquella portada del profeta donde se le mencionaba como persona ínfluyente e Ishaya siempre decía que ella tenia un imán para estar metida en cuanta movida importante se generaba. Por supuesto las orbes celeste de la sacerdotisa captaban al grupo en general, de los cuales no conocía a una chica de apariencia hermosa como si origen tuviera algo que ver con las velas (Fengari Naberrie Black).
  18. El elfo se quedo quieto aunque alerta por si Heyda intentaba algo más, debido a la presencia de un invitado que preguntaba por su señora. Con un movimiento de dedos alejo el jarrón de sobre la cabeza del mago que ya estaba sentado en uno de los sillones aunque en el lado exterior de la puerta curiosamente. color=#ff99cc]--Si, si es la residencia de la Familia Lockhart y la Señora Cye vive aquí--[/color] contesto con total corrección, un poco avergonzado por el gran desastre que se veía y preocupado por la mala impresión que @ pudiera llevarse, ya que desconocía el motivo de su visita. --El asunto que viene a tratar es oficial, de negocios, ministerial tal vez o personal -- indago con un dejo de prudencia, sobre todo para saber a que estancia pasarlo, si al salón, al vestíbulo o a la biblioteca. Le dirigió una mirada asesina al ama de llaves cuando el mago pregunto si estaban en remodelación. --Oh no señor, es que la ama de llaves ventila los sillones de cuando en cuando así-- dijo echándole la culpa por completo a la otra criatura por si el asunto llegaba a oídos de la rubia matriarca. --Pero le aseguro que en un plop todo queda en perfecta armonía-- mintió, no seria un plop sino varios si es que no continuaba la guerra entre ambos, que como Cye les daba total libertad y los trataba como parte de la familia sucedían aquellas cosas.
  19. http://i.imgur.com/Ssb8brw.png El chocolate era el invento más maravilloso del mundo, capaz de dar vitalidad, de agasajar y de reunir a muchos, era como un abrazo directamente en el alma o un masaje al corazón, así lo veía Cye y cada día lo confirmaba con la reacción de los clientes y ahora de Richar y Alessandra. Los churros parecían del agrado de ambos Delacour que los comenzaron a comer, una con más precaución que el otro a la hora de que se les escurria el chocolate, pronto la servilleta con que la madre intentaba limpiar al niño estaba de un marrón oscuro, pero la alegría en el semblante del chiquitin lo valía todo. --Jajaja yo también hacia drama cuando estaba embarazada de Eirian, Ishaya... El fue muy paciente y siempre me decía que estaba hermosa-- confeso haciendo referencia al estado de kamra, la esposa de Alessandra y su estado de gravidez. http://i.imgur.com/UgFSDvk.png En otra mesa un nuevo cliente llegaba a las instalaciones del Cacao Café, se trataba de @, el propietario de Churrería los tres conejitos, un local al que Cye había pasado a degustar los churros por recomendación de una amiga y había terminado queriendo hacer negocios con el mago. Ahora el estaba en su local, quizás por pura curiosidad, como fuera uno de los elfos tomo su pedido, pero en vez de ser el mismo quien llevara la orden a la mesa, lo hizo la camarera de cabello rojo dijo --Su chocolate irlandez y pan brioche-- manejaba con pericia una bandeja en la que traía una hermosa taza de porcelana blanca con borde tan dorado como la cucharita que lo acompañaba el plato donde se posaba la taza, en otro Platón venian varios panes del tipo que había solicitado y por si le apetecía una especia de platito alargado en el que venían varias mermeladas y mantequilla por si la que traía la masa del pan no era suficiente, por eso los precios eran altos pero ningún cliente se había quejado hasta ahora, fue colocando todo entre ambas manos del cliente y hacia el centro de la mesa. --Espero lo disfrute y si necesita algo más no dude en llamarme, soy Dany-- puntualizo en tono amable mientras la bandeja vacía desaparecía de su mano de forma mágica.
  20. El elfo estaba como siempre en sus tareas habituales, aunque aquel era un día para celebrar, pues el amito Alexander había regresado poco antes que la matriarca y ahora ambos estaban platicando y poniéndose al día en la cocina del castillo, incluso se habian oído algunas risas, cosas que ultimanente no ocurría, no desde la muerte del amo Ishaya. Como siempre Jops y Heyda, la elfina ama de llaves tenían desacuerdos, mismos que por pura intervención del destino se lograban solucionar, aunque casi nunca llegaban a oídos de la Lockhart, que si no estaría muy decepcionada de ambos. El caso es que ese día no era la excepción, la elfina había puesto una hilera de jarrones frente a la puerta principal y casi todo el vestíbulo estaba lleno de mantas, muebles tapados con sabanas cajas y demás, tanto que ya no quedaba espacio ni para abrir la puerta, jops por supuesto, estaba contrariado y movía con su magia elfica las cosas hacia el salón de la chimenea cosa que causo una verdadera pelea de poder entre ambos elfos, al punto de que de pronto los jarrónes comenzaron aparecer en la entrada ante la puerta principal, cuando esta fue tocada, jops mando justo detrás del visitante un sofá envuento en una sabana blanca y Heyda que intentaba contravenir el hechizo lo jalo con fuerza hacia la puerta, recogiendo en el camino a @, el visitante. --Detente antes que lastimes a alguien elfina endemoniada-- grito el elfo enojado abriendo con un plop la puerta y dejando que el visitante viera el interior, aunque no por gusto, sino para evitar que los objetos dejaran marca en la bien pulida madera, por suerte estaba sentado (a ala fuerza) en el sillón que sino el jarrón que Heida le lanzo al mayordomo y que este esquivo dejándolo seguir su trayectoria hubiese golpeado al mago, pronto se escucho el sonido de la cerámica contra el suelo allá donde había aterrizado volviéndose añicos. --Buenos dias señor ¿Que se le ofrece?-- dijo el elfo al notarlo, con total cortecía luego de una breve reverencia, dejando suspendido en el aire el segundo jarrón que pasaba justo sobre la cabeza del Holmes, pasando por alto las palabras del mago que ya había dicho a quien buscaba, pero con tremendo saperoco... Cualquiera perdía la cabeza.
  21. Había pasado de la calle aledaña al centro del festibal gastronómico, Cye caminaba distraida, mirando los stand con tantos platillos que en realidad no sabia que probar, ni en que país detenerse. El caso es que caminaba relajada, despacio sin prisa alguna, tenia todo el día para aquella actividad, ahora se tomaba las cosas más con calma que antes e intentaba disfrutarlas lo más que podía. De cuando en cuando un gorro blanquisimo de shef llamaba su atención y se formaban pequeños remolinos de personas alrededor del stan ya que eran personalidades culinarias destacadas no solo para probar sus creaciones sino también daban autógrafos y entrevistas. En medio de uno de esos remolinos Cye fue empujada y choco contra un grupo de magos y brujas, apenada se giro para pedir disculpas cuando se dio cuenta que eran conocidos, estaba @, su hijo @@Seba Granger junto con su novia @@Darla Potter Black y @Taurogirl Lavigne, también estaba @ a quien conocía por Ishaya y de la Tonks. --Lo siento mucho, me empujaron, aunque... Me alegra verlos a todos-- dijo cambiando su expresión de pesar por el accidente por una sonrisa entusiasta. --Veo que la gastronomía tiene un gran publico-- dijo riendo al ver que algunos tenían platos en sus manos, mientras que ella aun no se había animado a probar nada. --Como están?-- dijo dedicándose a besar en la mejilla uno por uno y abrazando especialmente a las chicas porque pues eran más cercanas, aunque Seba era un gran amigo.
  22. Ahora que le había expresado sus sentimientos y punto de vista a @@Alexander Fox, se sentía más tranquila y esperaba que el mago entendiera cada una de sus palabras y de lo que el silencio también decía. Río de buena gana al ver que al fin de cuentas su hijo la levantaba para conseguir su pequeño tesoro, ese tarro de miel maravilloso que hasta entonces estaba fuera de su alcance, al menos sin magia. --Soy pequeña solo porque tu eres un grandote-- dijo con cariño cuando Alex la regreso y sus pies tocaron suelo, mientras el muchacho preparaba con cierta maestría el té, ella busco pan del día y corto varias rebanadas, las puso en el aparatejo muggle que les tostaba y cuando salieron doraditas la colocó en un Platón listas para recibir el baño de miel o mantequilla según el gusto de los comensales y lo llevo a la mesa allí mismo en la cocina, después de todo era un lugar cálido y acogedor y de buen tamaño. --Hacia mucho que no estabamos junto y te extrañe-- dijo en un impulso inevitable de sinceridad y cuando escucho lo de que seria su hijo fastidioso río de forma sonora como hacia mucho no se oía en el castillo, incluso los elfos que estaban cerca se asomaron para verlos. --Si, tenemos que darle vida a estos muros, además ya pronto llegara la navidad, quizás debamos ir pensando en eso..-- lo miro dudosa y pregunto luego de morderse el labio inferior --No te iras antes de año nuevo, cierto?-- en los orbes de la rubia bailaba una llamita de esperanza que esperaba conformar, aunque Alex ya era un adulto con compromisos propios y ella debia respetarlos, tal vez ya tuviera planes, pero la esperanza era lo ultimo que perdería. --Además te confieso que me he vuelto una antisocial, ya no tengo amistades como antes, tal vez tu puedas invitar a tus amigos...-- Ottery había crecido y la rubia no conocía a muchos, quizás fuera momento de abrirse, de generar nuevos lazos.
  23. @ recibió a la rubia con mucha cordialidad, la familiaridad de ambas era notoria y Cye se sintió aliviada de encontrar pronto a las agazajadas, con lo que su idea de girarse y salir corriendo se esfumaba. Observo a ambas brujas, se les notaba felices y tan enamoradas como las recordaba, eso las complacia mucho, ella era una romántica por naturaleza. --Me alegra ver tanto amor entre ustedes-- dijo palmeando la mano de la Delacour, lo otro que la complacio fue la reacción a su obsequio y sonrió ante la idea de un gasto, la verdad es que la Lockhart nunca reparaba en galeones, no en ocasiones como aquellas, porque el dinero era para eso, para gastarlo y darse gustos, aunque la verdadera inversión en el regalo estaba en la magia especial que contenía cada dije y que era única y pensada solo para el matrimonio. --Creéme, nada es caro si logra esa sonrisa-- dijo con entusiasmo, la vio compartir el presente con Kamra hasta que una voz que provenía de detrás de ella captó su atención, la llamaba por su nombre, así que debia ser algún conocido, se giro para verlo y entonces descubrió que era Sean, el yerno de su cuñada Sagitas. --¡Hola Sean!-- lo tuteo porque al ser el novio de Perenela y "futuro marido" desde que recordaba, era familia. --¿Tu desaparecido? Eso si que es novedad-- sonrió, pues le recordaba nada tímido, inevitablemente el recuerdo de su difunto marido Ishaya la invadió borrando la sonrisa de incredulidad y cambiandola por una expresión de innegable nostalgia. Si no se equivocaba Sean e Ishaya se llevaban bien, en realidad recordaba a casi nadie que no fuera amigable con el Tonks. Un suspiro salio de lo más profundo de su pecho y sus orbes celestes se nublaban casi al punto de dejar caer lagrimas, no queria parpadear y mostrar lo bulnerable que seguía estando en ese sentido. Por suerte Alessandra volvio y cambio el giro de la conversación. --Si nos conocemos, gracias a Ishaya y también a Sagitas y Perenela-- contesto intentando que no se le quebrara la voz, pero ante el anuncio de la boda de la madre de Alessandra Cye levanto una ceja --¡Por fin! Quiero decir lo esperaba hace mucho tiempo...-- lo siguiente que paso la dejo muda, la Delacour le estaba pidiendo que oficiara la boda, obviamente como sacerdotisa. --¿Es en serio? Bueno es que Sagitas es la mejor oficiadora de ceremonias nupciales que conozco y es la madre...-- dijo dudosa y luego estab Xell --¿Ya lo consultaron? Digo yo no tengo problema, aunque seria más lindo si lo hiciéramos las tres-- confeso. @
  24. La respuesta de Alessandra fue simple y demostró un dejo de indiferencia o de malestar que a la sacerdotisa no le paso desapercibido, pero eran cosas académicas en las que por el momento ella no tenia injerencia. Pronto ya no estuvieron solas, una tercera persona ingreso a la cabaña y contesto lo que Cye no había hecho, pero su respuesta hubiera sido parecida, no sabia nada de las runas. La Lockhart había escuchado de su nieta Bodrik que eran fantásticas, y que con su conocimiento se podían hacer cosas inimaginables, pero la rubia nunca las había visto en acción. Así que su respuesta fue sincera. --Yo no se nada de ellas, por referencia se que son de gran poder pero nunca las había visto de cerca-- confeso. Lo siguiente que la profesora les pidió fue que escogíeran tres runas, Cye tomo el saquito donde traía las suyas y la vacío en la mesa juntoa a su taza de té que hasta ahora solo había mirado. Tomo un sorbo de la taza mirando las piezas, parecían tan inofensivas e inmóviles que cualquiera dudaría de un poder de acción en ellas. Elegir las tres fichas fue fácil, la sacerdotisa era de intuición y percepción, una vez que esto se formaba en ella su decisiones eran inamovibles, miro las fichas y tomo la primera como si esta tuviera un imán invisible que atraía su mano tenia el dibujo similar a una pared, era la runa Isa y aunque desconocía su significado la tomo. Luego eligió la segunda que en realidad parecía uno de esos símbolos que los muggles utilizaban para señalar disminución numérica o la cabeza de una flecha simple en dirección izquierda, y la tercera parecía una letra f con inclinaciones un tanto diferentes como si se fuera a caer por algún peso oculto Runas Elegidas: Runa Isa: La imagen nos recuerda a una pared y es por eso que aquí todo se haya detenido. Ha llegado al lugar en el que no se puede avanzar, la noche espiritual lo ha embargado a usted y ve todo desde ese lugar. Se aconseja detenerse y meditar sobre su vida y lo que realmente quiere de ella. Es decir ha llegado a un lugar en el que es necesario detener la actividad externa y recogerse sobre usted mismo. No hacer nada es lo mejor. Runa Kenaz: Esta es una Runa muy buena, de apertura, de claridad y del término de la oscuridad. También está muy relacionada con el dar algo profundo a los demás. Nos explica también que puede haber conexiones profundas entre las personas porque es el tiempo de dar y recibir, de contactarnos con los otros profundamente. Esta Runa es de luz, de claridad, de apertura y felicidad. La felicidad de brindarse a los demás. Runa Ansuz: Esta Runa significa la capacidad que tenemos de recibir señales del cielo o del más allá. Habla de la codificación de los mensajes obtenidos y de la comunicación que tenemos con Dios o con las energías celestiales, aquella que nos quiere enviar un mensaje, una señal para que nosotros hagamos su voluntad. --Estas son las mías-- dijo triunfal volviendo a guardar el resto en el saquito --Bueno la primera me hace sentir como si estuviera neutra, la segunda me da una sensación de esperanza y la tercera solo bienestar-- contesto a priori, quizás debia buscar su significado, aunque en realidad esperaba que Alessandra le dijera el porque de las tres en realacion a ella, es decir que tenían que ver con la Lockhart o que hacían realmente las runas.
  25. Los gestos, ademanes y la postura del cuerpo del mago eran más que elocuentes para la matriarca, obvio no le gustaba que la engañaran, pero tampoco era partidaria de írrumpir en la intimidad de otros, así que a veces los silencios lo decían todo, aun lo que las palabras no podían. Este era un momento que ya había vivido antes, con varios de sus hijos, incluso con su esposo, al que amo, amaba y amaría siempre, diferentes personas, diferentes enfoque, un mismo motivo, una decisión. Un suspiro escapo de su pecho, el no necesitaba decir nada más, ella ya había sentido el cambio, no era algo tangible o visible, era más un algo en el corazón que daba la fuerza para hablar, pensar y a veces hasta sentir distinto. --Entiendo-- dijo la Lockhart cuando el mago de cabello rojizo rechazo su contacto e incluso rehuyó su mirada, no iba a decirle lo que sospechaba estaba pasando, jamás se lo dijo a Ishaya, aunque compartían la misma casa, la misma cama y se amaban profunda y desesperadamente. --Me gustaría con tonos frutales y mucha miel-- sonrió cual chiquilla cuando le mencionaba el dulce, a ese punto Alexander podría pensar que ella no escucho su pregunta o que la desestimó como el mismo había pedido, pero no, solo lo asimilaba. --¿Piensas tener hijos algún día?-- pregunto ladeando la cabeza al ponerse a su lado y de puntillas para alcanzar un frasco de miel que estaba en la alecena superior, pero no llegaba. --Porque entonces comprenderás que amamos a nuestros hijos por lo que son, el paquete completo, con defectos y virtudes, con aciertos y equívocos, con lo bueno y malo-- dio otro saltito y casi logra llegar al tarro --de otra forma no seria amor, ni tampoco seria tu vida si no pudieras decidir aunque tu elección fuera diferente a la mía-- esta vez busco sus ojos para decirle con todo el corazón --Te voy amar siempre, aunque tu camino sea distinto al mio, pero tienes que prometerme algo-- entonces puso su diestra en el torzo del chico a la altura del corazón --Te cuidaras mucho. Ya que yo no estaré para hacerlo y esta-- dijo señalando lo que los rodeaba --siempre sera tu casa, tu hogar mis brazos-- acarició la mejilla del vampiro con ternura --siempre estarán listos para acuñarte aunque seas un viejito-- ahora acerco su rostro al de el y le beso en la mejilla y en la frente. --ahora o me alzas para tomar el bendito tarro o me lo alcanzas tu mismo-- @@Alexander Fox

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