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Ela Karoline

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Todo lo publicado por Ela Karoline

  1. Era un día importante en la Misión Delacour, lo sabia, los rumores volaban como hojas al viento en en la comunidad mágica, pero también lo sabia por boca de la propia Alessandra con quien había estado platicando hacia poco en su negocio, y donde había conocido al pequeño Richard, una dulzura de niño que la tenia conquistada. La noche estaba fresca y la Lockhart decidió llegar en uno de sus transportes favorito, el ford águila que se había comprado en una subasta, era un auto hermoso y le gustaba mucho manejarlo. Ya en la puerta de entrada de la Mansión la bruja de cabellos dorados deslizó su nivea mano por el vestido negro ceñido que se ajustaba perfecto a su cuerpo, más delgado que antes pero igual de curvilineo, como si tratara de quitar una ruga imaginaria, quizás era simplemente un reflejo de lo nerviosa que se ponía ahora que tenia que llegar sola a todas partes, sin Ishaya. Levanto el mentón en un gesto de desafío a si misma y avanzo. Ya en el salón la sorprendió la cantidad de gente que circulaba, algunos conocidos y otros no, se sintió tan tímida como una niña en su primera fiesta, pensamiento que la hizo arrugar el ceño e ir en busca de las festejadas. Cuando las ubicó se acerco dejando de fondo los murmullos y la música y concentrándose en su nieta y en su pareja. --Buenas noches -- saludo acercando su cuerpo para abrazar primero a @ y luego a @ --Feliz Aniversario-- dijo entregandole la pequeña caja de cristal --Espero ser testigo de muchas otras celebraciones-- esa era su manera de decirles que les deseaba el mejor futuro posible como pareja y aunque no necesitaban la bendición de la sacerdotisa, se las daba de corazón. Expectante observo la reacción de las chicas ante el presente. Había estado pensando en el obsequio que les daría a las dos brujas, hasta que había encontrado algo que le parecía perfecto, un dije partido en dos, a la vista cada uno, parecía una gota de rocío encapsulada en una piedra azulada capaz de capturar el estado de animo del portador y emitir destellos acordes, pero cuando ambos dijes se juntaban, era como la pareja, se complementaban y formaban un todo armonioso, brillante, la dos gotas de agua fluian como una ola que chocaba contra un pedruzco limpiandolo, así las iba a desentoxicar a ambas portadoras de energías negativas. Ambos dijes iban en una cajita de cristal puestos en el interior sobre un cojincito aterciopelado de color blanco, la caja traía grabadas dos letras y eran las iniciales del nombre de ambas brujas.
  2. Hacia muchísimo tiempo, demasiado quizás que no pisaba suelo Vladimir, inevitablemente apenas se acerco a la verja de hierro, sus recuerdos giraron en dirección a la ultima celebración a la que había asistido, por supuesto del brazo del apuesto mago que fuera su esposo, Ishaya. Tal vez por eso necesitaba exorcisar todos aquellos recuerdo que la tenían presa, no queria olvidad, no, él siempre seria la parte más alegre y hermosa del mundo mágico, pero queria dejar de sentir dolor, angustia y el "si estuviera" la realidad es que era imposible ya y mientras más rapido lo enfrentará más rapido volvería a tomar ritmo su vida. Camino por el pasillo adoquinado entre ambas hileras de césped verde, hasta llegar a la puerta principal, no estaba segura si entrar o tocar, se sentía como si de nuevo tuviera que empezar en cada lugar, con cada persona, pues muchos de sus vínculos se debían al mago que ya no estaba. Se mordió el labio inferior y lleno sus pulmones de aire, mejor enfrentarlo ya, quizás dentro hubiera algún conocido, familiar o amigo, quizás la quimera la recordara o los elfos... Quizás no. Toco insistentemente como si le persiguieran, para que abrieran la puerta antes de que sus miedos la hicieran girarse y correr hacia la calle. Y claro estaba ajena a lo que acontecia en el interior, porque de haber visto a Xell en aquellas circunstancias con el novio de Perenela... --Que alguien me abra, que abran-- recitaba en voz baja como si estuviera rezando, ya incluso estaba volteandose para ver el camino que recientemente acababa de transitar.
  3. Expectación pura y genuina era lo que sentía la rubia sobre lo que desentrañaba aquel libro en sus manos y por supuesto la puesta en practica de aquellos poderes especiales bajo la vigilancia de un guerrero Uzza. Desde que se había inscrito revisaba la correspondencia con algo de ansias esperando lo que no llegaba, hasta que al fin cedió como todos a los atractivos de la celebración mágica por excelencia, la noche de brujas o el llamado Halloween. Y por eso precisamente no había notado el pergamino con la notificación del inicio del entrenamiento que ahora reposaba sobre el libro. --Heidaaaaa ¿cuando llego esto?-- pregunto a gritos a su elfina con el ceño fruncido, pues si el contenido de la nota era cierto, disponía de solo minutos para no llegar tan tarde al sitio del entrenamiento. La elfina en vez de contestar, puso sobre la cama el bolso de cuentas y un par de atuendos para que la bruja eligirera. Media hora después Cye hacia uso de la desaparición para materializar su cuerpo en un medio no conocido. Al principio estaba desorientada, luego asombrada de que no hubiera una edificación frente a ella, sino vegetación, árboles hermosos, si, pero no era el destino que planeo, su aparición había fallado inexplicablemente... --¡Esto esta raro!-- murmuro examinando los alrededores, le gustaba la naturaleza, era una sacerdotisa acostumbrada al entorno natural, a horas y días de meditación y también al silencio que muchas veces gritaba con más fuerza que el propio ruido de la gente. Sus sentidos se pusieron alertas cuando empezo a caminar y apunto con su varita para liberar su pie de una raíz con la que se había enredado, para sorpresa la varita no le obedecio, como una antorcha cuando se extingue simplemente hizo un plop y algo de humo salio de la punta de la misma, hizo, uno, dos, y hasta tres intentos y nada paso. --Esto no es gracioso-- grito, suponiendo que algo inhibia el vinculo mágico entre bruja y varita y la normal consecuencia que era conseguir el hechizo. Miro a todos lados pero aparentemente estaba sola, se agacho para desatascar el pie con la mano y como si le hubieran lanzado un reto que no podía obviar, se puso en marcha decidida a encontrar al guerrero uzza. Poco después una cabaña apareció ante si, así que allí estaba, entro notando de inmediato la presencia de una leona dorada, pero el olor del chocolate la distrajo, sedienta e incapaz de ignorar tal delicia fue por una taza y también un pequeño panecillo relleno de queso y condimentado con hiervas. Dio un par de mordidas y varios sorbos, hasta que el rugido de la leona volvio a llamarle la atención y presenció la transformación, en realidad era la guerrera que la les guiaria. "Nada es lo que parece" repitió mentalmente observandola con atención pues su armadura era hermosa, lo siguiente que escucho fue una petición para que sostuvieran un lápiz y una pregunta que quedo en el aire. La sacerdotisa se ofreció a la primera, y tomo el objeto posicionandolo en su dedo y sosteniendolo con la otra mano, en cuanto lo soltaba este caía, una y otra vez lo intento con el mismo resultado, ¿Como algo tan simple le tomaba tanto tiempo en ejecutar? Tuvo que acudir a su serenidad, respirar con calma, tranquilizar primero su mente y luego su cuerpo, respirar rítmicamente y ser consciente de cada elemento, aire, peso del objeto... Hasta que consiguió el balance, entonces el lápiz se quedo quieto y suspendido sobre el dedo de la bruja. --Concentración, y equilibrio... Todo el entorno cuenta, peso del objeto, aire, respiración incluso hasta mi propia conciencia y percepción-- pronuncio contestando según su propio parecer la pregunta de la Uzza.
  4. ¿Qué diantres? Era temporada de Halloween, había que correr riesgos, pensó la rubia, al notar la existencia de un negocio que antes no había visto y mucho menos visitado, la apariencia exterior le daba un "no se que" a pesar de que solo era una fachada con mucho negro, en otras circunstancias no se le hubiera ocurrido siquiera pensar en tocar aquella aldaba de plata que parecía ser la única forma de ingresar. Espero un poco y nada sucedió, nadie salio, nadie abrió, pero su "instinto suicida" como solía llamar a aquel cosquilleo inexplicable, estaba a flor de piel, así que insistió nuevamente y casi por inercia golpeo la aldaba contra la puerta tres veces. La brisa fria hizo que su larga cabellera cobrara movimiento sobre sus hombros al igual que la la ancha manga de la blusa de seda color piel que llevaba cubriendole la parte superior del cuerpo. Como si todo se conjugar, el frio externo y el silencio interno sucedidos al mismo tiempo que la puerta se entre-abría le crisparon la piel a la Lockhart. Miro a ambos lados del Callejón como esperando que alguien notará a donde iba a entrar, pero no, como de costumbre cada quien en lo suyo, así que no tenia opción empujo la puerta y se adentro apenas un paso dentro del local, todo, todo estaba a ocuras como si de pronto la hubiesen cubierto con una gruesa venda. --¡Hola!-- alcanzo a decir antes de que la puerta tras ella se cerrara.
  5. La rubia se había acercado a su nieta, la había abrazado con toda ternura y cariño, @@Bodrik siempre fue y era una de sus debilidades, quizás porque la consideraba tan propia como uno de sus hijos, ahora que estaba de vuelta en Londres, en casa, no podía pasarle nada mejor que encontrársela y compartir un rato juntas, había tanto de que hablar. El silencio se hizo entre ambas por un momento, el suficiente para darles tiempo a analizarse la una a la otra, para reparar en sus propios pensamientos y para decidir si se quedaban en el pasado o transitaban el presente con lo mejor que cada una tuviera. El afecto entre ambas nunca cambiaría, pero había algo que posiblemente les faltara, ese pegamento que Ishaya significaba entre ambas, no porque no fueran capaces de juntarse, sino porque los tres constituían la amalgama perfecta. "Íshaya", "Ishaya" se había ido como Adriano, y ahora aquella argolla matrimonial que aun reposaba en su dedo carecía de sentido y a la vez era lo que la mantenía anclada a la realidad, pronto, al comienzo del mes siguiente cumplirían otro aniversario, pero uno que ya no podrían celebrar, uno en el que los caprichos de la vida y misterios de la muerte había logrado separarlos físicamente. Sacudió la cabeza y dejo de darle vueltas al anillo en un intento por alejar aquellos pensamientos de su cabeza y blindar su corazón a las emociones que siempre despertaba --Tengo muchas expectativas con la feria, quiero probar cosas nuevas--- confeso a la pelinegra para salir del agobiante silencio e intentando conseguir algo de información de su parte. ♥♥[/color] Expecto Patronum
  6. Las orbes celestes de la Nigromante recorrían todo el atrio que en aquella oportunidad daba la impresión de un gran salón, o más bien un teatro dispuesto para la opera Halloweenesca, aunque en vez de palcos habian mesas. Fue entonces que noto la presencia de aquellos hombres que vestían iguales, como si fueran gemelos, pensó al principio, pero luego vio a más de dos, ladeo la cabeza preguntándose de donde habian salido y cual seria su misión en aquella ocasión. --Estas preciosa-- le aseguro a la organizadora de la velada, al notar su atuendo y la forma en que se había arreglado, se llevo la copa por primera vez a los labios y le dio una probada al ambarino líquido dulzon, no es que lo necesitara, pero la distraia de aquel remolino nervioso que sentía en su estómago. --Bueno supongo que ese es uno de mis objetivos esta noche, divertirme- dejo saber con una media sonrisa --Aunque también queria probar que se sentía volver a la vida social, ya sabes...-- La bruja lo decía porque ya casi parecía una ermitaña, aislada de todo y de todos, por su propio bien y por el de su familia debia seguir adelante. --Y tu? Donde esta tu esposa?-- pregunto con genuina curiosidad, porque recordaba que eran inseparables y que sus miradas destilaban puro amor, aunque @ y Kam ya llevaban tiempo casadas. Expecto Patronum
  7. No me pude resistir, @@Lillian Potter Evans bienvenida, yo más o menos estoy transitando ese camino (duelos) pero estar en bandos bueno en la Orden es lo mejor del mundo mundial, ya veras. @@Jank Dayne a mi también me enseñas (hace ojitos)
  8. Como estaba dispuesta desde su regreso a Londres, había que seguir adelante, por eso se había inscrito para cursar un nuevo conocimiento, uno que desde hacia mucho tiempo le rondaba en la mente pero que hasta el día de hoy era como hablar en chino, si, si, ni quien lo entendiera sin estudios. La semana que faltaba para comienzo de mes donde se suponía que debia comenzar la clase, paso lenta, y por fin tuvo noticias, una carta donde se le informaba que había sido aceptada y las indicaciones para acudir. Hizo los preparativos necesarios, libro, runas, que por cierto las había sacado de las pertenencias de su nieta Bodrik sabiendo que ella no pondría reparos en prestarselas a la matriarca luego de su olvido. Una libretilla, vuelapluma tinta, todo contenido en su bolso con hechizo interior expansivo. Como la carta en si era un traslador cuando estuvo lista el día señalado la froto y el traslador se activo moviendola de su dormitorio hasta una cabaña en Brasil, por suerte sabia que mucha ropa no era de ayuda en aquel clima tropical, por si acaso se había aplicado un hunguento contra picaduras y calzaba unos tenis que se posaron justo en las afueras del lugar. La brisa tibia movió la blusa blanca que acompañaba un pantaloncillo por encima de la rodilla (ni pescador ni short) de jeans que habían visto mejores tiempos pero que estaban a la moda por lo descolorido y uno que otro deshilachado. El cabello largo de la Lockhart esta sujeto en una hermosa trensa hilbanada con una cinta del mismo tono del pantaloncillo, que caía en su espalda. Después de pasar la sensación de mareo que siempre le seguía al traslado, pudo observar el entorno, era bonito y tranquilo, así que subio el par de peldaños que separaban la entrada del suelo abrió la puerta sin tocar y dijo --Hola, Soy Cye Lockhart y vengo a cursar Runas Antiguas-- de inmediato el olor a té la invadió, al panear el interior de la cabaña encontró una mesa con tres tasa y a @ disfrutando de su bebida, al ser la única, supuso que era la profesora en turno, lo cual constituía una agradable sorpresa. --¿Me darás runas?-- pregunto para serciorarse.
  9. La situación en la mesa que ocupaban @, su hijo Richard y la propietaria del establecimiento era entre divertida y tierna, por un lado la madre con su actitud protectora y de enseñanza, cuestiones que con simples razonamientos y limites entre lo que podia o no hacer irían forjando el carácter del infante, por otro lado el pequeño era encantador, expontaneo, como la mayoría de los niños y muy parecido a Aless, sabeedor del poder de ciertas miradas que derretian y por último, Cye, que amaba a los niños, que amaba a su familia dentro de la cual Alessandra tenia un lugar y parecía que Richard se ganaba a pulso el suyo propio en el corazón de la rubia. --Bien, que sea todo eso y también una jarra de leche-- como pudo olvidar la leche, Eirian amaba meter trozos de tarta de chocolate dentro del vaso de leche y luego de chuparse los dedos se comía a cucharadas aquel revoltijo. Saco su varita e hizo una floritura para que la orden apareciera en el mostrador donde un elfo la tomo y de inmediato comenzo armar la bandeja, pocos minutos después se acercaba colocando en el centro de la mesa la jarra de leche y a cada uno los vasos vacíos, los cubiertos y platos frente a cada uno también vacíos y en el centro un Platón lleno de churros con el respectivo chocolate, otro plato con una tarta de chocolate ya porcionada y tres copas con bolas de helado que por un encantamiento de las copas no permitia que se deshicieran, cubierto de salsa de caramelo, todo un verdadero festín para los golosos --¿Que te parece? ¿Listo para empezar?-- comento buscando la aprobación del pequeño, al tiempo que con una floritura sin que los platones o la jarra se movieran iban dquedando medio vacíos y los vasos llenos y las porciones frente a cada uno. --Eso si Richard, tienes que prometer que cuando llégues a casa te cepillaras los dientes, el azúcar es bueno para el alma pero m para estos-- dijo señalando los dientes en su propia boca. Entonces le dedico una mirada a la Delacour para preguntarle. --¿Como esta tu esposa? ¿Sin problemas en el paraiso?-- la verdad es que con su ausencia, no estaba enterada de nada, ni siquiera de la vida de los más allegados a la Lockhart. ------------------------------------------ Expecto Patronum
  10. Hacia nada había regresado a tierra inglesa, apenas si había tenido tiempo de organizar las cosas en el Castillo Lockhart y pasar por sus dos negocios, pero nada era secreto en Londres y el repiqueteo del mismo comentario "Feria Gastronómica" encendió su curiosidad, de tal modo que averiguó donde se iba a celebrar y allí se presento. Claro que le hubiera gustado llegar acompañada de alguno de sus familiares, pero con la declaración de guerra, la proliferación de situaciones inapropiadas muchos de sus familiares por no decir todos, había escogido ausentarse de Inglaterra y estaban diseminados por el mundo atendiendo a sus propios intereses. Cye camino tranquila, sin apuros por una de las calles aledañas al afamado río, de pronto la brisa hizo que el pañuelo perfectamente perfumado, blanco y bordado con las iniciales "I.T" escapara de su mano y volará hasta pegarse a la figura de una bruja que ella no había notado. Por supuesto que la calma de la rubia se perdió, no queria perder la prenda, aun mantenía el aroma de su esposo y de cierta forma le brindaba compañía, quizás se engañara, pero nadie lo notaría, porque a nadie le importaba, era su cruzada personal o más bien la forma de seguir adelante en un mundo plagado de recuerdos. --Disculpe, el pañuelo es mio-- dijo llegando al trote hasta la mujer, para descubrir que se trataba de su propia nieta @Bodrik, la pelinegra que suponía en otro lado y que no veía desde su partida meses atrás. --¡Bo! Te hacia en... -- se inclino y puso ambas manos en sus propias rodillas a manera de descanso para recuperar el aliento, ya no estaba en forma y el peso perdído, como la mala alimentación y las noches en vela si que le pasaban factura en estas situaciones. --No importa, es maravilloso que estés aquí-- se incorporo abrazando a su pequeña, la niña de sus ojos, el legado de finn que ya sentía más propia que de su hijo nómada. --¿Vienes a la feria gastronómica? Podemos ir juntas-- propuso, a esas altura el pañuelo aun seguía con Bodrik y Cye no sabia si la sanadora había detallado el artículo o había aspirado el aroma que despedía.
  11. Sinceramente habían muy pocas personas o casi ninguna a la que conociera o se sintiera animada a acercarse para saludar, el requisito gótico en el vestuario se había cumplido y hacia más frío el ambiente que de por si con los pisos de mármol, la amplitud del espacio y la altura del techo daban esa impresión. Decidió caminar lentamente observando a las parejas que estaban en la pista, fue entonces que reconoció a una, al menos a la mujer, era la hija de su difunto Ishaya a quien conociera en épocas más felices, Taurogirl Lavigne danzaba entretenida con un mago ajena a la observación y a los recuerdos que despertaba en la rubia, por instinto aparto la mirada y respiro hondo buscando enfocarse en otra persona. Nerviosa tomo la primera copa que llego a su mano y siguió caminando hasta que sus orbes celeste se detuvieron en la figura de @, esta era más cercana y también se había encontrado recientemente con ella en un local de su propiedad. Sus pasos siguieron la trayectoria de sus ojos y pronto estuvo parada frente a la mujer saludandola -- ¡Hola Alessandra! ¿Qué tal pinta la velada?-- pregunto en tono educado fijándose por primera vez en la apariencia de la fémina, extranada de que la esposa de esta no estuviera a la vista.
  12. El hecho de que Alexander lamentara no haber estado cerca de la matriarca en aquel momento tan doloroso, le lleno de pesar, pero luego sus cumplidos la hacían sonreír, porque la fuerza para continuar, provenía precisamente ellos sus hijos y nieta. Se distrajo de aquel pensamiento al ver como Corrolo se limpiaba la comisura de los labios sin que cayera nada, gracias a la broma de su hijo, Cye le miro sabiendo que quizás era una venganza por el "niño" pero si ella no había podido evitar que aun la elfina Heyda y el elfo Jops, los más viejos al servicio de los Lockhart la siguieran llamando niña, mucho menos podía corregir a Corroló, aunque claro la naturaleza de Alex era distinta a la de la matriarca. --¿Tu preparasas el té?-- pregunto sorprendida, pero accedio de inmediato sobre todo al escuchar que quedaría delicioso. --De acuerdo, que sirvan de ambos bocadillos por si te apetece salado a ti, pero yo tomare dulces-- admitió esta vez sin culpa porque sabia que le hacían falta peso. --Cuentame de tu viaje, de las experiencias que ahora forman parte de ti-- la rubia se refería no solo al viaje de desplazamiento por el mundo, sino al físico, al interior, ese que había hecho que la energía del mago cambiara. --Mi abuelo solía decirme que somos lo que decidimos y aceptamos aquí-- mientras hablaba había posado su diestra en el pecho del vampiro a la altura del corazón, para enfatizar sus palabras. --Yo digo que sin importar las decisiones que tomemos debe haber un lugar y alguien al que volver siempre y a pesar de todo-- esta vez su mano se deslizó por la mejilla del mago en una dulce caricia. La bruja presentía un no se que, que como madre la hacia querer asegurarse de que el pelirojo supiera que ella siempre estaría para el. @@Alexander Fox
  13. CONCILIO DE LAS ERAS Lugar Desconocido Es una agrupación fuera de toda percepción, legal y gubernamental, a pesar de que los sacerdotes y sacerdotisas constituyen una raza aceptada socialmente, pocos saben realmente el alcance de aquellas personas, el resto los percibe como afines con la naturaleza, las pociones y los elementos. Lo cierto es que además de ello, algunos tienen dones, que junto con el hecho de ser magos y brujas se desarrollan a tal extremo de conciderseles un peligro para la sociedad y el mundo mágico, ni hablar de los muggles. Por otro lado esta la añadidura de que algunos de los sacerdotes y sacerdotizas, pertenecientes a clanes por todo el mundo, tienen la sagrada misión de resguardar objetos, pociones, lugares y secretos que revelados o entregados a magos indebidas y/o líderes gubernamentales crearían un caos y el mundo como se le conoce dejaría de existir. El Concilio de las Eras agrupa, protege y resguarda a cada uno de esos magos y brujas con dones sacerdotales desde su nacimiento, inclusive; es un trabajo arduo y casi nunca reconocido, pero tiene que hacerse por el bien común, por el bien del equilibrio y por la raza misma. Muchos de los "elegidos" ni siquiera saben de sus dones y herencia sacerdotal, hasta edades avanzadas, pero los miembros del Concilio, donde incluso se dice que comulgan arcanos con dones precisos de videncia, legilimancia y otros, si lo saben y vigilan su evolución, interviniendo solo cuando es necesario y cuando la preservación de la vida lo requiere. Últimamente algunos de estos "elegidos" han sido capturados y desaparecidos del plano físico, y se sospecha que alguien más tiene conocimiento no solo de los actuales sacerdotes, sino de quienes serán a futuro estas personas que aun no han florecido o lo que custodiaran a futuro. Las alarmas se han prendido cuando una de las sacerdotisas fue capturada y quemada en una pira en el estado de Utah, en la localidad de Garden City, lamentablemente fue demasiado tarde para rescatarla, por eso tras una revelación se ha emitido una alerta a todas las sacerdotisas y sacerdotes del mundo, para que se mantengan en guardia. La élite o guardianes del Concilio planean hacer acto de presencia en aquel poblado para proteger a unos pocos magos y brujas en peligro que aun no conocen su potencial. Utah, Garden City La magia sacerdotal de Cye siempre es más fuerte al abrigo de la naturaleza, por eso su presencia se materializa tras uno de los árboles en el lago Bear Lake, a cierta distancia del pequello poblado, que justamente se erigió a orillas de este lago. Una vez que el cuerpo de la suma sacerdotisa del Concilio de las Eras toca tierra la bruja de cabellos dorados hace un paneo visual, nadie esta cerca y por ende nadie la nota, y aunque no es la mejor hora del día para camuflarse, tampoco es la más transitada, pues apenas en las casa se esta sirviendo el desayuno. La Lockhart extiende su mano derecha en la que "Belisama" su varita de arce con grabados druidas, se encuentra sujeta y ejecuta entonces un par de floritura mediante las cuales su acostumbrada túnica blanca ha sido sustituida por ropajes propios de la localidad. Luego enfoca su mente en algo más importante, un llamado que surge y fluye sin lechuzas o pergaminos, (medios completamente rastreables y capturables) comunicación mental con sus iguales, para pedirles apoyo y presencia. ----------------------- @, @@Edmund Browsler, @, @@Reena Vladimir, @@Xell Vladimir Potter Black
  14. La respuesta del mago a sus palabras no se hizo esperar, apenas la noto abandono el sillón en el que parecía sopesar acontecimientos que estaban fuera del alcance de la matriarca, en ese mismo momento el reloj familiar marcaba la presencia de ambos en el castillo. El abrazo que recibió la conforto muchísimo y lo correspondió depositando un beso en la mejilla del mago, del chico, si, si, porque sus hijos, aunque magos hechos y derechos, con elecciones propias, seguían siendo sus niños adorados, el vinculo que los unía era más importante y estaba por encima de color, raza o bando, al menos así era para ella, pues fácil era cuando todos se dirigían al mismo camino, el verdadero compromiso estaba en, siendo diferentes, no renunciar, no abandonar y seguir amándose y respetandose. --Bueno, siempre he sido un hada ¿Qué no lo sabias?-- bromeo ella también siguiendo el hilo de pensamiento del Fox y comprendiendo que ya había notado su perdida de peso. Ella también lo escrutaba dándose cuenta de su cabellera ahora más larga, pero de algo más produndo e importante, algo que solo una madre con la ayuda de esa parte como sacerdotisa podía percibir, el cambio en la energía del mago, era más densa, más... --Si, yo también acabo de volver, desde la...-- era mejor enfrentarse a las cosas y llamarlas por su nombre, así exhorsisaba el pasado y hacia frente al futuro --muerte de Ishaya-- aun habían rastros de dolor que quizás nunca desaparecerían, pero esto de por si, ya era un gran paso. --la mayoría nos distanciamos, yo no fui una buena matriarca, pero es el costo por ser de carne y hueso-- se encogió de hombros restandole importancia, no a la separación, sino al motivo como muestra de "superado aunque jamás olvidado". --¡Claro que si! Por suerte en este castillo tenemos el mejor té de Inglaterra-- declaro de forma jocosa, disipando el velo de tristeza del ambiente y colgandose del brazo del mago para ir al centro neurálgico de todo hogar, la cocina, donde ya se encontraban los elfos domésticos. En el camino Corrolo, uno de los elfos personales de Cye se cruzo con ellos y saludo con una pequeña reverencia y un "Niño Alex bienvenido a casa" luego sacudió algunas migas que habian caído a su overol de aquel gran trozo de tarta que aun saboreaba. @@Alexander Fox
  15. Cye miro a la bruja frente a ella con respeto, ahora notaba lo mucho que había recrido internamente, lo que había madurado y se sentía orgullosa de ella, la Alexandra que conociera antes quizás no hubiera tenido la entereza ni el tacto para callar y dejar que el silencio respondiera por ella. La vio negociar con el infante como toda una sabia mamá y se reconoció en ella, lo que la hizo ampliar su sonrisa y sentirse tan cómoda que no queria que la madre y el niño se marcharan del local. Con curiosidad siguió la negociación, aparecía un Pete que no tenia idea de que o quien era, hasta que el niño aclaro que era un escarabajo ¿Que daño podía hacer algo tan pequeño? Al principio pensó mantenerse al margen, era algo entre madre e hijo, pero cuando el infante acudió a ella con esos ojitos hermosos, ella se derritio y carraspeando dijo. --Bueno mi cielo, Mami siempre tiene razón-- aclaro para no desautorizarla --Tal vez si le prometemos a mamí tomar ciertas medidas con Pete, quizás y solo quizás ella te permita llevarlo-- volvio a carraspear luego de darle un beso en la nariz al peque, esta vez dirigió su mirada a la madre en espera de respuesta, pero para calmar las ancias de Richard. --¿Qué tal si mientras Mami decide comemos algo rico? Unos churros con chocolate, un rico trozo de torta o un helado de caramelo y chocolate, ¿Cual sera tu preferido?-- claro que la rubia ya había pensado darle una bolsa con algunos bombones y ranas de chocolate antes de que se marchara para que las comiera en casa. @
  16. Era la primera vez que acudía a aquel lugar, desde su partida, el mundo mágico había dado giros inesperados, la Orden del Fénix había renacido de las cenizas, mismas que muchos intentaron esparcir sin lograrlo. Ahora tenia ante si un casa de madera de dos plantas, de apariencia rústica, aunque pintada en un color que le encantaba. Como siempre los muggles no eran bienvenidos, aunque no estaban tan lejos, no por discriminación, sino por protección de ellos y de los miembros de la orden que habitaban el lugar. La Lockhart que era una sacerdotisa afín con la naturaleza de inmediato detecto el flujo de los árboles y el ruido del agua en las cercanías, la presencia de criaturas, un bonito hogar en definitiva. Había llegado en su alfombra voladora porque le permitía ir cómoda y al dejar de usarse podía enrollarla y guardarla en cualquier lugar sin ocupar mucho espacio. Y eso fue exactamente lo que hizo al descender ante la verja de hierro, la enrrollo y ato con una cinta dorada que tenia grabado "propiedad de C.L." luego camino el trecho que la separaba de la puerta de entrada. Al encontrar paso franco al interior de la vivienda, supo que no era la única allí y la anterior persona era quien había dejado o mantenido la puerta entre-abierta. --¡Hola! ¿alguien por estos lados?-- medio grito con su voz cantarina y cargada de entusiasmo, pues no todos los días se conocía uno de los lugares seguros al servicio de la Orden. Y camino hasta la sala con la alfombra bajo el brazo y un bolso que parecía pesar mucho, de cuanta cosa había puesto dentro. Allí la escena era tranquila, Madeleine recostada en un sillón como si durmiera plácidamente, aunque en realidad tenia la vista fija en el techo y cercanas a un jarrón de flores dos brujas que parecían conversar, a una la recordaba. --¡Que emoción! De nuevo entre fenixianos-- comento y volviéndose a Madeleine --Hola Made, ¿hay muchos en casa?¿Donde están todos?-- pregunto aunque su percepción de energías ya se había activado, y había una especialmente que no reconocía y que provenía de la parte superior de la casa (la de Mackenzie Malfoy).
  17. Buenos días recién hago rol y por ende pase a ver la historia de la familia, así que también me anoto y espero disfrutar de muchas aventuras en la Scamander. Nick: Cye Lockhart Ficha: Ficha Cye Lockhart Bóveda: B: 78480
  18. Una lechuza había llegado a sus manos, no sabia quien estaba enterado de su regreso tan pronto, sin embargo, la curiosidad la impulso a abrirla y leer su contenido, se trataba de una invitación para un celebración de Halloween en el propio Ministerio. Estrujo el pergamino contra su pecho sintiendo que el corazón comenzaba a latir con más rapidez. --Llego el momento de enfrentarlo-- si, era la primera celebración a la que iría sola, sus labios temblaron pero se negó a sucumbir, en cambio alzó la barbilla y fue directo a uno de sus armarios para escoger lo que se pondría. La hora de la fiesta había llegado, la rubia lucía un largo vestido negro con una abertura que subía desde el ruedo hasta la rodilla derecha de la fémina, dejando ver cuando caminaba un poco de la pierna. Las zapatillas de taco alto del mismo color la estilizaban, lo mismo que los tirantes anchos que anclaban el vestido en la parte superior. La larga cabellera caía cual cascada alrededor de los hombros y espalda de la chica, como joyas solo portaba un collar, su reloj de pulsera y el anillo de casada que aun no había retirado de su dedo. Pronto estuvo transitando el pulido piso del atrio, no pudo evitar sorprenderse por la decoración, la forma en que habían sido ubicadas las mesas y sillas, el centro de mesa era una enorme calabaza rodeado de las copas, platos y cubiertos de la más exquisita ornamenta. --Pues esto va por todo lo alto-- dijo un poco para si, observando a las personas que ya estaban allí, claro que sentía curiosidad por la celebración sobre todo por el decreto de guerra confirmado recientemente, ¿acaso el Ministro de Magia Londinense lo estaba desestimando deliberadamente? Negó con la cabeza pensando que si esto llegaba a las esferas ministeriales italianas mucho seria el disgusto y quizás el gatillo que activara otras medidas en contra de los británicos.
  19. Cye desvío los ojos del pequeño al notar la incomodidad de Alessandra al hacer referencia a Ishaya, no había sido fácil, para nada, pero el tiempo era una poción que se bebía de a gotas hasta que al fin se notaba el efecto sedante, o lo que algunos llaman mejoría; para la Lockhart era solo aprender a vivir con el recuerdo y que este no lastimara al punto de hacerla perder la cordura o impedirle respirar. --Tranquila-- palmeo la mano de la chica --Tu abuelo siempre estará aquí y aquí-- señalo su corazón y su cien --Así que no hay manera de no mencionarlo-- sonrrio nostálgica --Es parte de lo que soy, la mejor parte, pero estoy bien, lista para continuar-- esta vez su sonrisa fue más enérgica y contagiosa como la del pequeño a quien le debia una respuesta. --Tus mamás estaban guapísisisimas, ni te lo imaginas-- y no mentia al respecto, aun tenia un recuerdo de esa fecha y era totalmente sincera su apreciación, además que a los niños no debia mentirseles. --Jajajaajajaja-- la carcajada que la rubia pego al oír la petición del niño luego de la aparente reprensión era inevitable, era un pillin que se las sabia todas, mucho le gustaría que hiciera migas con su hijo Ezra de cinco años y su gata Lucy. --Pues me encantaría-- dijo en el mismo tono secreto que el había usado, y luego carraspeó, sabiendo que pocas veces a una madre se le escapaban las cosas por muy silenciosas que fueran, el amor al hijo y el instinto maternal eran algo que solo quienes tenían babys entendían. --Tal vez yo te visite en tu casa y tu Mami me deje llevarte a dar un paseo a la mía?-- dijo en tono normal mirando a la Delacour y levantando una ceja en espera de un si de parte de la chica.
  20. Aquel fragmento de la nota que reposaba en su mano se había quedado grabado en su mente tras unos segundos de haber leído todo. La guerra estaba declarada y era casi imposible dar vuelta atrás. Pero esto le afectaba de forma más directa y la vinculaba a decisiones transcendentales: como británica, debería sentirse ofendida por dicho manifiesto y apoyar a su gobierno, como historiadora... su mente daba vueltas elucubrando sobre el posible escenario de allí en más. Como sacersotisa del "Concilio de las Eras" sabia que más sacerdotes estaban en riesgo de desaparecer como los tres que ya se encontraban perdidos junto con las reliquias que protegían y sus propios poderes. Giro a ver al pequeño de año y medio cuya estampa era ver a Ishaya en miniatura, a excepción de los ojos que eran idénticos a los de Cye, se movió en su cama ajeno a los acontecimientos. El era precisamente la razón por la que tenia que ser sabia eligiendo, e Ishaya era la razón por la que sin salir de casa había recibido dos lechuzas una tras otra. La primera era la que llevaba el panfleto cortesía de El Profeta, algún reportero que quizás hubiera trabajado cuando Ishaya era el director del afamado diario había tenido la gentileza de enviarselo. La segunda nota provenía del gobierno frances que le recomendaba dejar suelo londinense y le garantizaba que todos los bienes materiales y económicos del fallecido Tonks incluyendo el inmueble que ya la rubia conocía, estaban a su disposición, junto con protección. --Pero... ¡ni que yo me hubiese robado el fragmento!-- protesto ofendida por el hecho de sugerir que necesitaba protección o de que abandonara Inglaterra como si fuera una traidora. Claro que estaba extrapolando su molestia, quizás solo fuera un gesto de cortesía y respeto debido a su marido, y siendo honesta como sacerdotisa corría el mismo peligro que los demás, y como historiadora pues conocía de buena fuente el asuntito con el fragmento egipcio que había desatado este caos.
  21. Ficha de Inscripción Nick: Cye Lockhart ID: 73553 Conocimiento: Runas Antiguas Link a la Bóveda: B: 78480 Link a la Ficha: Cye Lockhart
  22. Ficha de Inscripción Nick: Cye Lockhart ID: 73553 Conocimiento: Runas Antiguas Link a la Bóveda: B: 78480 Link a la Ficha: Cye Lockhart
  23. Nick: Cye Lockhart Link a la bóveda: Bóveda Rol del Personaje: Suma Sacerdotisa del Concilio de las Eras, Sanadora de San Mungo e Historiadora Mágica, herbologa-pocionera. Información Adicional: Apasionada por historia del mundo, con la capacidad de sanar tras su larga carrea en San Mungo, conjuga todo lo que es y lo que sabe para ir a donde se le necesite, ya sea preparando pociones, sanado o investigando y todo ello sirve a otro propósito más grande: mantener, fomentar y proteger el Concilio de las Eras que agrupar todo el conocimiento mágico sacerdotal del mundo que amenaza con desplomarse tras la inminente gerra. Las sacerdotísas y Sacerdotes del mundo en todas las épocas han sido garantes del origen de la magia, de objetos milenarios y de lugares que muchos ni se imaginan. Ahora el Concilio debe asegurarse de que nada de esto se pierda o caiga en manos indebidas o el mundo como se conoce en breve no existirá.
  24. La reacción de @ fue un bálsamo para su soledad, esa a la que se había obligado a sufrir para sanar sus heridas. El calor de aquel abrazo realmente la reanimo y ella lo correspondió no solo con los brazos sino con el corazón. --Hola querida, ¿Como has estado?-- murmuro luego de acariciarle el rostro con delicadeza escuchando sus disculpas, que por cierto no merecía. --Oye tranquila, yo estaba de viaje, pero ahora he vuelto para recuperar el tiempo perdidos-- dijo con una sonrisa que llego hasta sus orbes celestes. Fue entonces cuando la voz del infante las interrumpió preguntando quien era la propietaria. La respuesta de la Delacour fue más que acertada y cuando los tres estuvieron sentados a la mesa Cye pudo observar el rostro del infante más de cerca, sucedió la presentación y el niño salto a sus brazos y le beso. --Hola Richard, es un gusto conocerte-- dijo abrazandolo con ese afecto maternal tan arraigado en la Lockhart y depositando dos sonoros besos, uno en cada mejilla del niño. --Sabes que estuve en la boda de tus progenitoras? No importa, en adelante puedes visitarme cuando gustes, mi castillo es tu castillo y mi negocio es tu negocio-- dijo en tono solemne esperando la reacción del niño, a la vez que le quitaba el menú de la manita y sugería --Y como eres mi socio puedes ordenar lo que quieras-- dijo en tono complaciente y acerco sus labios al oído del chico para susurrarle a modo de secreto --Hay mucho chocolate y dulces en este negocio-- luego río al ver el color de los ojos del niño y adivino sus genética vampirica junto con algo más.

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