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Gyvraine C. Sullivan

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Todo lo publicado por Gyvraine C. Sullivan

  1. - Anular strellatus - dijo de inmediato la mortífaga viendo a través de una ventana como es que Anael que no había entrado a la mansión. Eso bastaría para que la varita de la líder fenixiana vibrara en señal de que no podría hacer más ese hechizo a lo largo del tiempo que estuvieran ahí - Odio las luces - dijo Gyvraine encogiéndose de hombros. - Anular aqueora - murmuró aun mirando a Anael, sabiendo que la varita de la fenixiana volvería a dar señal de que no podría hacer ese hechizo que tanto le molestaba a la mago oscuro. A pesar de que la líder se encontrara, incluso, fuera de la mansión al saber la Malfoy su posición ambos hechizos harían efecto, pues no necesitaba tenerla frente a frente. De un momento a otro los fenixianos comenzarían a llegar en manada, o mejor dicho, en parvada y tendrían que defenderse lo mejor posible.
  2. Gyvraine sentía como la brisa fresca de la noche acariciaba sus pálidas mejillas, mientras su largo cabello castaño ondeaba a su espalda, después de haber estado horas evitando entrar a la mansión Malfoy, procurando mantener la distancia entre ella y su madre. La Mago Oscuro sabía que después de todo Absinthe Malfoy se iría de nuevo y de nada serviría quererla un poco más. - Justo lo que necesitaba - dijo al sentir un escozor en su antebrazo izquierdo, sabiendo perfectamente que sus compañeros de bando la necesitaban. De inmediato se puso de pie como movida por un resorte, dejando completamente abandonado el libro que por fin se había propuesto terminar, y haciendo girar su varita de arce entre sus dedos una delgadísima túnica hecha de hilos de oscuridad le envolvió la delgada figura, al tiempo que apareció una máscara blanca que dejó en anónimo su identidad. Soltó un último suspiro de resignación, dispuesta a morir o matar y dio vuelta sobre su propio eje para perderse en medio de zarcillos de oscuridad, con el único pensamiento en a mente de aparecer en el lugar donde los mortífagos ya estaban congregados. Al abrir de par en par los ojos se dio plena cuenta que se encontraba a las afueras del castillo Lestrange Lupin, pero sin detenerse a pensar en nada, la Mago Oscuro avanzó a grandes zancadas hasta donde se encontraba sus compañeros de bando. - Espero no haber llegado demasiado tarde, tuve unos contratiempos - comentó, con la varita en ristre, dispuesta a todo y los zafiros clavados en su presa que se encontraba a diez metros de ella, al igual que todo enemigo posible.
  3. Cuando su jefa de oficina le había encomendado el visitar algunos de los departamentos para ser consciente de su funcionamiento, nunca creyó que en verdad se involucraría a tal grado. Su larga túnica gris perla rozaba apenas las empedradas calles de Ottery por las que Gyvraine avanzaba con paso apresurado al lado de Goshi, miembro de El Profeta y a quién debía acompañar aquel día. - No, tampoco había venido a visitar a los Crowley - respondió a su acompañante, que por alguna extraña razón se veía inquieta -, aunque conozco a uno de los patriarcas - siguió hablando, como para hacer algo además de pensar en qué tendría qué hacer en los demás departamentos como parte de su trabajo -. León fue un excelente alumno cuando estuvo en la academia y me vendría bien verlo después de tanto tiempo - agregó, recordando cuán meticuloso había sido el mago en su etapa de estudiante. Aquel pensamiento le había recordado el hecho de que, en realidad, había visitado a muy pocas personas desde hacía mucho tiempo, sobre todo después de regresar del extranjero. Era como si su vida social hubiera pasado de la agonía a la inevitable muerte y todo se hubiera simplemente transformado en viaje tras viaje más trabajo y trabajo, sin darse el tiempo suficiente de mirar a su alrededor. - Yo solo espero que nos reciban - bromeó con una sonrisa y manteniendo los brazos cruzados frente al pecho, recorriendo con sus celestes ojos el paisaje, como si quisiera grabar en su memoria el camino recorrido - ¿Mi trabajo? - preguntó confundida - Terrible - contestó con sinceridad -, hay que visitar todo el ministerio, saber lo que están haciendo y qué tienen pensado hacer para después ayudarles a coordinarse y no invadan las funciones de otros departamentos. Es todo un lío, más ahora pues ese puesto ha estado muy descuidado. Había omitido apropósito el mencionar el hecho de que si las cosas salían como planeaba con las reformas necesarias, podría, al cabo de un tiempo, tener en sus manos la información de cada paso en el ministerio, pero declararlo en medio de la calle podría levantar sospechas. - Creo que te aburrirías en la Oficina, siento que eres más del tipo aventurero - comentó con una sonrisa de lado, cuando ya pudo ver la imponente imagen del castillo Crowley frente a ellas - y algo me dice que yo los visitaré en el profeta antes que tú a mí - terminó, recordando de nuevo su encomienda de tener información de cada director. Esperó en silencio después de que Goshi llamó a la puerta e intercambiando una mirada con ella, Gyvraine se acercó hasta la hoja de madera como intentando escuchar algún sonido proveniente del interior y, después de unos minutos, volvió a llamar a la puerta. Justo a eso se refería con que solo esperaba que las recibieran.
  4. A través del reflejo del espejo, Gyvraine, pudo notar el gesto de extrañeza de la primer cliente del barco y fingiendo no haber visto aquel ceño fruncido, que pudo interpretarse más como molestia, se encogió de hombros y olvidó por completo por un minuto a quienes estaban a bordo, para seguir examinando los artículos expuestos. Escuchaba lejana las voces del dueño del barco y la joven, completamente inentendibles, pero la procedencia de la mercancía terminó por captar su atención al cien por ciento. Se paseó por el barco un par de veces, escuchando bajo sus pies el crujido de la madera y preguntándose de cuando en cuando si es que aquel piso era seguro o si de un momento a otro se vería un nivel más abajo; hasta que una ligera brisa le acarició la mejilla, señal de que alguien había pasado a su lado. Giró apenas a ver cómo la cliente bajaba del barco y su mirada celeste se quedó escudriñando entre la multitud del callejón, en busca aun de los “defensores del bien” que pudieran estar al acecho. Después de estar completamente segura que nadie la seguía, y con algo de decepción ante el hecho de que las persecuciones fueran cada vez menos frecuentes, giró en redondo directo hasta donde estaba Axel. - Lindo bote – le saludó con una sonrisa una vez que estuvo frente a él y, aun portando el parche, se recargó contra el límite de la nave, para sentarse de un salto en la barandilla de madera, esperando que las remodelaciones hechas por el Rexdemort fueran lo suficientemente resistentes –. Creo que a tu clienta le gusta ser la única comprando estas cosas – bromeó enarcando una ceja con voz cantarina propia de un juego en el que un par de niños se molestan. A pesar de que en realidad su presencia era más una visita social que en calidad de cliente, sus zafiros comenzaron a recorrer el exterior en busca de algo en particular: un animalito verde y emplumado. Mentalmente enlistaba cada objeto que podía encontrarse en un barco pirata, pero la famosa mascota no se veía por ningún lado. - ¿Qué tal si alguien quiere un producto en especial y no lo encuentra? ¿Tienes algo así como una política de “sino lo encuentra, se lo conseguimos” o “sino está lo que buscaba le recompensamos”? – preguntó Gyvraine, después de levantar el parche, y clavar ambos ojos en Axel con mirada pícara -, porque creo que te falta un amiguito – terminó tocando con la yema de su dedo índice la nariz del Rexdemort al momento de pronunciar aquella última palabra.
  5. En medio del ajetreo propio del callejón diagón, Gyvraine se abría paso después de haber su propio negocio en cuidado de uno de los elfos de su familia, movida principalmente por el sonido de un canto lúgubre que reconoció de inmediato como el de su Augurey. Su celeste mirada solo se desviaba de la silueta del ave que sobrevolaba el callejón para mirar sobre su hombro y asegurarse de que nadie sospechoso siguiera de cerca sus pasos. - ¿Qué es...? - la pregunta quedó inconclusa ante el asombro de ver frente a ella un enorme barco, que más parecía sacado de un cuento de terror en el que los cuerpos ya muertos de los piratas regresaban a la vida que un negocio - Esperemos que esto no sea augurio de muerte - se dijo lanzando una fugaz mirada a su mascota que volaba en círculos sobre el barco. Tomó aire, como preparándose para sacar un florete y entrar a combatir zombies. Solo cuando estuvo suficientemente cerca, pudo percatarse del peculiar nombre de aquella tienda y sin poder evitarlo una sonrisa se dibujó en su rostro, sabía de quién era aquel barco. Aun con la cautela de que alguien pudiera estarla siguiendo subió al barco y quedó convencida que aquel navío había estado el suficiente tiempo en las aguas como para adquirir más que una imagen terrorífica, sino un olor igual de impactante. Sin hacer el mayor ruido y saludando al dueño del negocio con una silenciosa inclinación de la cabeza, comenzó a mirar la mercancía, esperando no interrumpir la primer venta. Después de todo estaba en el negocio más de visita que como una clienta más. - ¡Oh un parche! - se sorprendió a ella misma probando cómo le quedaba aquel look pirata. Esperando no distraer la posible venta del Rexdemort comenzó a buscar en algún lugar un espejo de cuerpo entero, sabiendo de antemano que su larga túnica blanca poco tenía que ver con el tema del lugar, pero no podía evitar el recordar a Audrey y su afán de comparar su antigua forma de vestir con la de los antiguos navegantes del océano atlántico.
  6. Una voz conocida le hizo levantar la mirada y cruzarse con unos ojos igualmente azules que parecieron incrédulos de verla allí de pie. Una oleada de sentimientos le invadió de pronto, tanto que por un fugaz momento cada músculo de su rostro mostró sorpresa; y en verdad lo era, ver ahí al Black, a una de las personas que más la habían atado a su vida en Ottery y por las que en más de una ocasión había tomado la decisión avasalladora de regresar de su viaje interminable. - Con una bienvenida así, vas a tener que decirme cada lugar en el que trabajas para visitarte en cada uno de ellos - dijo, componiendo su gesto se transformó de una total sorpresa a una radiante sonrisa, de esas tan cálidas y rebosantes de sentimientos que parecían pertenecer a una persona completamente diferente a ella -. Tengo tiempo en Londres y apenas te he visto, ¿acaso te escondes? - preguntó enarcando una ceja, pero sin dejar de sonreír. Apenas vio a su nueva criatura llegar pareció que ésta la embelesó con su belleza y natural misterio. Ahora había una cosa menos en la lista de las cosas que debía hacer antes de aceptar una nueva misión en el extranjero que la alejara de Ottery. Solo el escuchar a Zack nombrar la fortaleza le hizo salir de la hipnosis en la que el ave la había sumergido, estando en un lugar así debían tener especial cuidado con sus palabras. - Cierto, nos veremos en la fortaleza... - hizo una pausa mientras miraba directo a los ojos de su compañero de bando para que comprendiera el posible peligro - la fortaleza de tu castillo o la fortaleza de mi mansión - añadió con una media sonrisa -, después de todo, parecen fortalezas con toda la seguridad que tienen - continuó, para que aquello no pareciera lo que era, una forma de cubrir la existencia de la Fortaleza Oscura y que tanto el Black como ella sabían de su ubicación. Estiró un mano hasta encontrarse con el Augurey enjaulado y por primera vez pudo sentir la suavidad de sus plumas. "Una pena que no puedan usarse para escribir, serían un bello ejemplar" pensó Gyvraine mirando a su nueva mascota. Prometiéndole con una mirada estar en libertad en cuanto llegaran a la mansión Malfoy. - Muchas gracias por la atención, Zack, ya nos veremos por allí - se despidió, regresándole el guiñó y llevando con ella la jaula del ave, rumbo al callejón y luego a la mansión Malfoy. Escuchar aunque fuera tan solo unas palabras del Black le habían transportado mágicamente a todas esas batallas en las que habían estado codo a codo, luchando más por diversión que por deber, saboreando el dulce placer de ser quienes decidían la vida o muerte de quien les hiciera frente.
  7. Había aplazado tanto tiempo aquella visita al Magic Mall que tuvo que recurrir a viejas anotaciones de dónde debía ir para al fin conseguir una criatura que siempre le había fascinado. Sus pasos eran lentos, casi cautelosos pues, a pesar de visitar miles de veces el callejón Diagón, jamás había puesto un pie en aquel lugar. - Muy bien, la próxima vez conseguiré un guía, esto es muy complicado - se dijo a sí misma buscando con la mirada algún señalamiento que le dijera cómo continuar. Estaba perdida, claro estaba, pero en su expresión no había señal de ello, por el contrario, tal parecía que iba al Magic Mall todos los días y simplemente estaba en una de aquellas ocasionales visitas. Cuando estaba a punto de rendirse, como por señal "divina" un recuerdo llegó a su mente, "es en la trastienda donde están las criaturas". Sin detenerse a pensarlo dos veces fue directo a la trastienda acortando la distancia a grandes zancadas, quería hacer su compra y salir de ahí lo más rápidamente posible. - Buen día - saludó casi aliviada de encontrar un mostrador y ver el peculiar decorado, propio de un almacén de criaturas. Sin decir ni una palabra más fue directo a los formularios que tenía que llenar, repasando en su mente una y otra vez lo que quería comprar. - Espero que esté todo en orden - dijo en el momento en que la pluma dejó de rasgar el pergamino en el que estaban todos los datos que se requerían - Es mi primera vez - añadió con una sonrisa al entregarle el formulario a Kurt, el encargado.
  8. Hola!! hace mucho no vengo por aquí o.o xD en fin.. vengo a que por favor actualicen mi ficha xD Solo serán tres apartados: .___. tengo mucho que actualizar, pero por ahora y hasta que llegue inspiración de nuevo.. cambiaré lo demás! Eso, de antemano, muchas gracias!
  9. *o* antes de que me conteste Dan en el perfil, vengo a decir que yo quiero.. xD si.. sé que soy desaparecida y todos los defectos que una buena (?) hija puede tener.. pero o.ó es que amo con todo mi corazón (?) a esta familia u.u y no quiero dejarla.. así que.. como llené líneas.. vengo pidiendo que por favor me conserven *O* No prometo mantenerlos, porque estoy desempleada u_u peeero xD si trataré de venir y visitar el castillo en mis noches de insomnio (?) xD Los quiero familia, se los he dicho? aunque.. me dan un poco de miedo.. xD
  10. Aun con la mirada clavada en la alfombra sonrió apenas escuchó ese mote, habían pasado años sin que alguien se le dirigiera así, ella misma casi olvidaba que era también una Triviani. A pesar de que sus delgados labios formaban una sonrisa estaban muy alejados de ser de felicidad, más bien parecía un gesto nostálgico que ocultaba cuan dividida estaba su mente en ese mismo instante, entre encarar a Danyellus y hacerlo sufrir por revivir recuerdos que quería mantener muertos; y, por otro lado, arrojarse sobre él y aferrarse a su frío cuerpo buscando un refugio, como aquella noche en la que la perdió. - Podría haber pasado una eternidad y te aseguro que sería como nuestro ultimo encuentro - respondió tranquilamente, para sorpresa suya y poniéndose de pie, por fin sus celestes ojos se encontraron con los del patriarca que, a pesar de ser de un color tan parecido, reflejaban un ser totalmente diferente. Gyvraine estaba plenamente consciente que su corazón, de estar vivo, latiría a mil por hora con tan solo esos segundos que llevaba frente al mortífago, había algo que había desaparecido y la Malfoy aun no lograba descubrir qué, gracias a todos los pensamientos y sentimientos que le inundaron. Su cuerpo tan fuerte como su naturaleza vampírica le concedía, estaba inmóvil, como si temiera que cualquier movimiento pudiera hacerle perder el sentido. El aroma que su primo despedía se le antojaba tan familiar y solo al estar ahí, tan cerca de él, fue que se dio plena cuenta de cuanto había extrañado esa sensación, como si no tuviera que hacerlo todo ella sola, aquello que aprendió en su época de estudiante, cuando sus mejillas aun podían colorearse de un brillante y penoso rojo. - No diré que estás igual a la ultima vez - continuó, manteniendo la sonrisa que apenas si se había dado cuenta que tenía dibujada en el rostro - Creo... - hizo una pausa mientras avanzaba un par de pasos hacia él, fingiendo una mirada crítica - que has ganado un poco de peso - cuando un pequeño paso era lo único que los separaba, Gyvraine comenzó a caminar a su alrededor, para "reconocer" al mago que estaba en su habitación y que hacía años no veía -. Debes comenzar a elegir mejor tu dieta, no es que serás eterno - bromeó justo cuando quedó de nuevo frente a frente. Lo había descubierto, Gyvraine sabía que era lo que había desaparecido, ya no estaba más aquel doloroso muro que se extendía entre ellos y que la obligaba a aborrecer a su primo. El eterno sufrimiento de aquella pérdida se había ido y, con él, se había llevado todo sentimiento de odio a Danyellus, por fin podía verlo de la misma forma que lo veía al momento de tomar la foto que estaba sobre su escritorio. - ¿Hace cuanto volviste a casa? - tuvo que obligarse a sí misma a pasar el nudo que comenzaba a formarse en su garganta para mantener el tono de voz, después de todo era una Malfoy y la apariencia lo era todo, por lo menos así la había educado su madre - Yo acabo de llegar - continuó para mantenerse haciendo algo y señaló la maleta que había dejado abandonada a unos metros de donde ellos continuaban de pie, como si hubiera olvidado lo que debía hacer frente alguien que no sería su cena. Se sentía tan torpe y sin saber qué hacer, que por un segundo pareció que una maquina del tiempo los había hecho volver al momento en que se conocieron en la sala común de los Dragones, sin saber como continuar, pero sin querer moverse ni un centímetro hacia otro lugar. Por un minuto, Gyvraine prefirió que aquel muro regresara, después de todo era más fácil odiarlo que tenerlo ahí, de pie, con ese perfume que le hacía volver en el tiempo hacia agradables recuerdos.
  11. Un crujido del piso justo frente a su habitación alertó cada uno de sus sentidos y, aunque no se movió ni un centímetro de su posición, su mente se concentró en identificar a su visitante. Casi había olvidado la adrenalina de esperar a que la presa se acercara a ella para atacar, pues su método era siempre disfrutar de la comida antes en lugar de destrozarla por completo. - Si vas a entrar, hazlo de una vez - dijo Gyvraine como si charlara con alguien en la habitación, reconociendo aquel aroma tan familiar y que permanecía guardado y sepultado junto con todos los recuerdos que se había empeñado en dejar donde hacían menos daño, el pasado. No podía recordar la ultima vez que había visto a aquel Triviani, que seguramente estaría exactamente igual a la ultima vez o por lo menos eso aparentemente, porque la Malfoy sabía muy bien donde buscar para saber cuánto había cambiado el mortífago. Se incorporó apenas y se quedó sentada, en la orilla de su cama, esperando a que Danyellus se decidiera al fin a entrar. Miles de escenas de momentos pasados se agolparon en su mente, como si de una interminable y dolorosa película se tratara, ahora entendía el porque se había mantenido tanto tiempo lejos de aquel lugar, recordaba al fin por que se había prometido no volver a poner un pie en el castillo Triviani, aun dolía demasiado. Sacudió la cabeza un par de veces, evitando mirar si es que su primo había entrado o no, aun no estaba segura de querer verlo, no estaba ni siquiera segura de saber cómo reaccionaría al tener una prueba "viviente" de que todas aquellas escenas fueron verdad y no un simple sueño. Mantenía la mirada clavada en el alfombrado piso, con mechones castaños cayendo a los lados de su pálido rostro, mientras que entre sus dedos su varita de arce giraba haciendo que su túnica se secara con tan solo un pensamiento de la mortífaga. - Hola - saludó Gyvraine con la mirada aun clavada en el suelo, como esperanzada a que las respuestas a lo que había ido a buscar al castillo las encontrara en medio de los tejidos de la alfombra. El aroma de su primo había invadido toda la habitación y, para su sorpresa, no perdió la razón al llevar con él tantos dolorosos recuerdos, sino por el contrario una sonrisa se dibujó en sus rosados labios, parecía todo tan familiar que se sintió tonta por no querer enfrentar aquella azul mirada propiedad de Danyellus.
  12. En medio de las penumbras de la noche una solitaria figura encapuchada avanzaba lentamente desde la entrada de los terrenos hasta la puerta principal, sus pasos dejaban tras de sí sus huellas impregnadas en la nieve, las cuales se borrarían a las pocas horas si las nevadas continuaban como hasta entonces. A pesar del intenso frío, parecía que la joven no irradiaba calor alguno, pues su respiración pasaba inadvertida y su avanzar era integro y elegante, casi como si estuviera en pleno verano. A pesar de poder aparecer dentro del castillo, Gyvraine había preferido caminar por todo el pueblo y entrar por su propio pie al lugar que alguna vez había llamado hogar, aquel que le enseñó cosas que no podía encontrar en libros de magia avanzada. Sus zafiros se concentraron en la gruesa puerta de roble y procuró que aquellas risas lejanas no entraran a su mente producto de recuerdos que había decidido sepultar. - Ama - dijo el Chuck que abrió la puerta apenas ella se paró frente a ella, la criatura tenía sus redondos ojos mucho más abiertos que de costumbre y por un segundo se quedó helado, más por la sorpresa que por el clima. Gyvraine le dedicó apenas una fuga mirada de desprecio y siguió avanzando, mientras el elfo hacía reverencias y cerraba la puerta tras ella para seguirla con un sinnúmero de preguntas - ¿Desea algo de comer? No sabe cuanto me alegro de ver a la ama ¿Se quedará con la familia? "Comer" Gyvraine sonrió apenas escuchó esa palabra, apenas unas horas antes un apuesto joven había encontrado la muerte justo después de ser seducido y enredado en redes que solo, quien llevaba en la genética un rastro de banshee, podía tender. Pero a pesar de aquel gesto que casi pareció humano, la Mortífaga fulminó al sirviente con la mirada para que se callara de una vez, no quería despertar a nadie. Sin saber exactamente por qué, la Malfoy no quería que ningún miembro de la familia percibiera su presencia, ni siquiera sabía por qué después de tanto tiempo en el extranjero, pretendiendo vivir como si aquel pueblo en el que había crecido no existía, incluso esforzándose lo más posible en olvidar todo lo que había pasado para ser simplemente una viajera. No quería aceptar a ella misma que estaba ahí, subiendo las escaleras a su abandonada habitación en el castillo Triviani por no querer regresar a la mansión Malfoy, por alguna razón sentía vergüenza y se iba a su refugio de siempre. Pasó frente a la puerta de doble hoja que una vez atravesó en medio de la noche gracias a una pesadilla y tras la cual encontró a su hermana, dispuesta a prometerle que nada pasaría, pero esta vez no dolió, apenas si se dio cuenta de lo que aquel recuerdo representaba. Solo quería entrar a su habitación y cerrar con llave, para después refugiarse y encontrar respuestas en el único lugar en el que se había sentido segura después de la casa de su familia sanguínea. A pesar de estar todo sumergido en las tinieblas, sabía que su habitación estaba exactamente igual a como la había dejado años atrás, los Chucks habían hecho un trabajo monumental para que ni una partícula de polvo invadiera sus cosas y sin siquiera encender la luz, fue directo a la cama, la cual pareció darle la bienvenida que necesitaba. Cerró los ojos apenas unos segundos, olvidándose del equipaje que había arrastrado todo su camino e ignorando por completo que su larga túnica estuviera empapada por la nieve, de todas formas no sentía frío. Se quedó lo que pareció una eternidad entera así, solo escuchando el crujido de los árboles al ser mecidos por el viento y el sonido de la noche. Sabía perfectamente que no dormiría pero le gustaba perderse en sus pensamientos y al mismo tiempo no pensar en nada, solo ser consciente que estaba sobre su cama, en su refugio y de nuevo en Londres. - Volví - susurró en medio de la oscuridad, con los celestes ojos fijos en la fotografía sobre su escritorio y que parecía brillar con luz plateada, gracias a la luna que entraba por entre las rendijas de la cortina. Las imágenes que se podían ver moviéndose solo podían pertenecer a cuatro Trivianis, que aunque no estaban en esos momentos físicamente en el castillo, su simple recuerdo le daba las respuestas que había buscado por todo el mundo en aquel largo viaje del que por fin se había decidido regresar.
  13. http://i.imgur.com/JVpyteF.png La dirección de la Academia de Magia y Hechicería informa que el periodo vacacional por temporada navideña comienza a partir del 9 de diciembre del 2012 al 8 de Enero del 2013. Las clases se reanudarán normalmente el 9 de Enero. En cuanto a las clases de conocimientos, las clases comenzarán, como única ocasión, el 8 de Enero del 2012, con su duración normal de 21 días (tres semanas). Esperamos que pasen lindas fiestas y disfruten de la jornada navideña que las casas han preparado con mucho esfuerzo. Atte: La Dirección de la Academia de Magia y Hechicería
  14. http://i.imgur.com/LFGL7.png La Dirección de la Academia de Magia y Hechicería certifica que, RoomiiMusic95 ha aprobado satisfactoriamente la clase del profesor Kurt Ayrton Ravenclaw, adquiriendo así el conocimiento de Conocimiento de Maldiciones. Atte. Ginn Potter Black, Gyvraine C. Sullivan & Deiwan Rambaldi Directores de la Academia de Magia y Hechicería
  15. http://i.imgur.com/LFGL7.png La Dirección de la Academia de Magia y Hechicería certifica que, Zeth Black Lestrange ha aprobado satisfactoriamente la clase del profesor Taurogirl Crouchs, adquiriendo así el conocimiento de Pociones. Atte. Ginn Potter Black, Gyvraine C. Sullivan & Deiwan Rambaldi Directores de la Academia de Magia y Hechicería
  16. http://i.imgur.com/LFGL7.png La Dirección de la Academia de Magia y Hechicería certifica que, Sunar PBT ha aprobado satisfactoriamente la clase de la profesora Taurogirl Crouchs, adquiriendo así el conocimiento de Cuidado de Criaturas Mágicas a cambio de Primeros Auxilios. Atte. Ginn Potter Black, Gyvraine C. Sullivan & Deiwan Rambaldi Directores de la Academia de Magia y Hechicería
  17. http://i.imgur.com/LFGL7.png La Dirección de la Academia de Magia y Hechicería certifica que, Leah Black Ravenclaw ha aprobado satisfactoriamente la clase del profesor Kurt Ayrton Ravenclaw, adquiriendo así el conocimiento de Conocimiento de Maldiciones. Atte. Ginn Potter Black, Gyvraine C. Sullivan & Deiwan Rambaldi Directores de la Academia de Magia y Hechicería
  18. http://i.imgur.com/LFGL7.png La Dirección de la Academia de Magia y Hechicería certifica que, Andromeda Perseus ha aprobado satisfactoriamente la clase del profesor Hugo J. Haughton, adquiriendo así el conocimiento de Leyes Mágicas. Atte. Ginn Potter Black, Gyvraine C. Sullivan & Deiwan Rambaldi Directores de la Academia de Magia y Hechicería
  19. http://i.imgur.com/mpZA7.png La Dirección de la Academia de Magia y Hechicería certifica que, Alex Dominus ha aprobado todas sus clases, adquiriendo el status de Graduado y el rango de Unicornios de Bronce. Atte. Ginn Potter Black, Gyvraine C. Sullivan & Deiwan Rambaldi Directores de la Academia de Magia y Hechicería
  20. http://i.imgur.com/mpZA7.png La Dirección de la Academia de Magia y Hechicería certifica que, Fokker ha aprobado todas sus clases, adquiriendo el status de Graduado y el rango de Unicornios de Bronce. Atte. Ginn Potter Black, Gyvraine C. Sullivan & Deiwan Rambaldi Directores de la Academia de Magia y Hechicería
  21. http://i.imgur.com/mpZA7.png La Dirección de la Academia de Magia y Hechicería certifica que, Verónica's ha aprobado todas sus clases, adquiriendo el status de Graduado y el rango de Unicornios de Bronce. Atte. Ginn Potter Black, Gyvraine C. Sullivan & Deiwan Rambaldi Directores de la Academia de Magia y Hechicería
  22. http://i.imgur.com/mpZA7.png La Dirección de la Academia de Magia y Hechicería certifica que, Heliké Rambaldi Vladimir ha aprobado todas sus clases, adquiriendo el status de Graduado y el rango de Unicornios de Bronce. Atte. Ginn Potter Black, Gyvraine C. Sullivan & Deiwan Rambaldi Directores de la Academia de Magia y Hechicería
  23. http://i.imgur.com/mpZA7.png La Dirección de la Academia de Magia y Hechicería certifica que, Kriss Black ha aprobado todas sus clases, adquiriendo el status de Graduado y el rango de Unicornios de Bronce. Atte. Ginn Potter Black, Gyvraine C. Sullivan & Deiwan Rambaldi Directores de la Academia de Magia y Hechicería
  24. http://i.imgur.com/mpZA7.png La Dirección de la Academia de Magia y Hechicería certifica que, ~Erath Anarion~ ha aprobado todas sus clases, adquiriendo el status de Graduado y el rango de Unicornios de Bronce. Atte. Ginn Potter Black, Gyvraine C. Sullivan & Deiwan Rambaldi Directores de la Academia de Magia y Hechicería
  25. http://i.imgur.com/LFGL7.png La Dirección de la Academia de Magia y Hechicería certifica que, Lisa Weasley Rambaldi ha aprobado satisfactoriamente la clase de la profesora Taurogirl Crouchs, adquiriendo así el conocimiento de Pociones. Atte. Ginn Potter Black, Gyvraine C. Sullivan & Deiwan Rambaldi Directores de la Academia de Magia y Hechicería

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