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Veronica Prince Rambaldi

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Todo lo publicado por Veronica Prince Rambaldi

  1. sentir-miedo-es-un-instinto-de-supervivi

    Hoy sí siento, pero no lo puedo evitar.

  2. ID: 80580 Libro de Hechizos: Libro de la Fortaleza Justificante de compra del Libro (Link al post del Concilio de la bóveda trastero): Bóveda Trastero No. 106785 Link a la Bóveda: Bóveda No.98860 Link a la Ficha: Ficha de Verónica Prince Rambaldi Gracias
  3. ID: 80580 Nick (con link a la ficha) Verónica Prince Rambaldi Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Trastero No. 106785 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda No.98860 Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): Fecha: 2022-06-17 Objeto: Monedero de piel de Moke Puntos: 10 Precio: 500 G Objeto: - Puntos: - Precio: - Total de puntos: 10 Total de Galeones: 500 Gracias
  4. El joven me había disculpado y comentado que él también venía distraído, en realidad no podía culparle, había muy bellas damas en la despedida de mi madre, le devolví una sonrisa afectuosa, intentando expresar una nueva disculpa al notar que le había incomodad con mi observación del detalle en sus ojos. Si consideraba que los míos se volvían dorado cuando mi demonio interior me dominaba y había visto algunos magos y brujas cambiar sus ojos a tonos más llamativos solo para elevar su ego, el saber que él era alguien que nada que ver con esos egocéntricos me encantaba y debería tener cuidado de no hacerle sentir mal una vez más. —En verdad lo son, me encantan los bailes de máscaras, aunque no puedo negarte, me sale la periodista de adentro, aunque ahora no estoy trabajando, me encanta fijarme en los detalles e intentar descubrir quién hay detrás de alguna de ellas —lo dije en tono de confidencialidad, sonriendo divertida ante el hecho de que me llamara hermosa dama de negro. Hice una grácil genuflexión ante sus palabras y le tendí la mano. —Me permites compensarte con un baile o acompañándote a buscar un bocadillo o un trago, aunque el mío sería sin alcohol, —en cierta forma sabía que actuaba como anfitriona, solo esperaba no hacerle sentir que era una loca acosadora —¿qué me dice Monsieur William? —la idea de que llevara el nombre de Shakespeare me parecía interesante, aunque haber utilizado la forma francesa para mencionarle podía resultar raro, una costumbre quizás de cuando enseñaba Idiomas en el Claustro mágico. —Y cuéntame William, ¿tú a qué te dedicas? —dije mirándolo a los ojos, mientras notaba como los cantantes de la fiesta entonaban una melodía algo más movida que la anterior pero igual de bella. @ William Mortensen
  5. "Nuestra vida es un gran libro, cada hoja representa una memoria, un recuerdo, una vivencia trascendental, o tan solo un momento fugaz, pero también nos podemos topar con hojas en blanco, pertenecientes a aquellas historias que quisiste vivir y que no lo hiciste" Víctor de la Hoz (Gotas de amor y sabiduría)

  6. Mi mirada ojimiel se posó en las instalaciones que habían elegido mis padres para llevar adelante su boda y conjuntamente su negocio. El jardín y el lago eran algo que enamoraba y sí, en verdad el lugar era de ensueño para una boda, aún a pesar o quizás gracias al ramo para el que había sido destinado. Algo nerviosa jugaba con el lazo con cintas doradas y plateadas que debía llevar para la ceremonia. En ese momento algo llamó mi atención, una embarcación que hacía su arribo, a los muelles del lago, parecía embrujada y desde la distancia distinguí la figura que sobresalía en la proa, distinguí en la suave brisa unos cabellos morados bajo la capucha del atuendo, debía ser la sacerdotiza que llevaría a cabo la ceremonia, vaya ingreso, pensé con una sonrisa en mis labios, mientras mi mente tomaba notas, no podía dejar de ser reportera. Lo más sorprendente no sería solo la sacerdotisa, sino el descubrimiento que tenía una nueva media hermana, por parte del futuro marido de mi madre adoptiva. Interesante, sonreí a la joven bruja y le hizo un gesto con mi mano libre, para luego volver mi atención a una nueva embarcación, vaya cosa, la familia era de llegar con todas las luces en verdad. Caminé despacio, sintiendo una emoción especial, el arribo de mi futuro padre adoptivo junto a sus dama y damo de honor marcaban mi momento de entrada, despacio comencé a recorrer la senda que llevaba hacia el altar, pasando por el pasillo que había entre las sillas de los invitados. Por unos segundos la emoción me embargo pero me obligué a continuar mi camino hasta ubicarme frente al altar, a un costado, dejando lugar para el ingreso del resto de las damas y finalmente a mi madre. Respiré profundo, era la hora del amor.
  7. La luna y la primavera suelen ser cómplices del amor, por eso la magia de las máscaras le agregan a la noche un velo que le da aún más romanticismo y misterio. Caminaba entre los invitados, intentando espiar quién podía ser quien y me preguntaba si eso era lo que éramos todos, máscaras que representábamos una función ante los demás. Es verdad que en ese año me había preguntado muchas veces el porqué de mis elecciones y el de quien me había cruzado para ser mi primera vez. Esta noche parecía haber algunas parejas que disfrutaban de lo mismo, pensé mientras desviaba la mirada para darles intimidad, no estaba allí para hacer uso de mi vuelapluma. Fue así, que escapando a los más románticos y observando la llegada de un mago que me pareció recurría a metamorfomagia o a una poción para cambiar lo que hubiera jurado era cabello verde y no marrón de pronto me vi tropezando, como la más torpe de todas, con un joven de traje azul y sombrero de copa. Me sostuve de su brazo y le sostuve a la vez, porque en mi repentina torpeza por poco nos tumbo a ambos al suelo [ @ William Mortensen ]. —Oh, mil perdones, venía distraída, ¿estás bien? —pregunté clavando mi mirada en el par de ojos tras el antifaz, heterocromía, incliné suavemente mi rostro, observándole con más curiosidad aún —hola, creo que no nos han presentado, claro que las máscaras son para eso ¿no? Que descubramos luego de un rato quién es nuestro compañero de charla y bueno, un gusto mi querido desconocido, soy por ahora solo la dama de negro—hice una reverencia a la antigua tomando mi vestido, que de hecho no era el único negro en la fiesta, para luego extender mi mano con el objeto de estrechar la suya. La música a nuestro alrededor y las charlas se habían vuelto una misma cosa mientras me presentaba al joven mago y había olvidado mi primer objeto de curiosidad, el joven de los cabellos cambiantes. Por otra parte, aún faltaba para que Mefistófeles llegara, mi madre me había advertido de sus costumbres, aunque también me había dicho que en parte aún confiaba en él, por lo cual, esperarle no era algo que me asombrara, pero no era yo una de esas niñas románticas que esperan sentadas su cita como las novatas recién presentadas. De hecho ya había dado claras muestras de que yo misma salía adelante en la vida por mi cuenta.
  8. Preparativos en la Mansión Luxure Me quedé unos largos minutos observándome en el espejo. Por mí mente pasa sn recuerdos de un año atrás, los nueve meses siguientes, el día mas especial de mí vida hasta entonces, un veinticuatro de enero, mí ritmo de vida de los últimos tres meses y como frutilla del postre los últimos días desde mí visita a Hell Moon . No había nada más excitante que esa noche. Sonreí y miré el reloj en la cómoda. Me estaba demorando más de lo que agradaría a mis padres, ya no era una niña y hasta mis responsabilidades lo demostraban. Había jugado con Merlín, le había alimentado tras un baño refrescante y ahora él dormía plácidamente. Nahir me había ayudado a trenzar con magia mis cabellos que se entrelazaban con cintas del mismo color que mi vestido. Me puse de pie, aún continuaba con la toalla envuelta en mi cuerpo, había esperado para vestirme a terminar de trenzar mis cabellos, elegí un conjunto de encaje de un bordeau oscuro y enganché el portaligas con delicadeza para luego dejar que mi elfina me ayudara con el corset y finalmente el vestido medieval que había seleccionado para asistir a la boda de mi madre. ¿Qué podía decir? Era un día importante para ella y por ende para mí, sobre todo pensando en la persona que había invitado, detalle algo preocupante y para nada insignificante de hecho. –Nahir, cuídalo y si necesita algo me buscas. –Merlin estará bien, está cansado y dormirá una de sus siestas –me tranquilizó la pequeña a mi servicio, a lo cual asentí, terminando de calzarme y tomando luego entre mis manos un lazo dorado que había sobre un almohadón de terciopelo negro. Me tocaba llevar el lazo de la unión de mis padres y aquel momento era algo que me producía una emoción intensa. Me despedí con un beso suave en la frente de mi bebé y desaparecí rumbo al Complejo Cajita Feliz.
  9. No veía tanta piel caliente desde, el verano pasado, creo xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

  10. Juguemos en el bosque mientras el lobo no está 🎶

  11. Respiré profundo y tomé un sorbo de mi bebida, debía calmarme, lo estaba logrando lentamente, pero podía sentir esa inquietud en él y no sabía si había cometido un error al dejarme llevar por mis instintos. No esperaba que él se incomodara, pero no me había podido resistir. Le miraba de reojo mientras movía su bebida y la probaba a su vez, casi la terminó de un trago. Su expresión era pensativa, no voy a negar que me preocupé hasta que volvió a hablar. Sí contuve las ganas de invitarlo a que se quedara en la Luxure, seguramente querría tener libertad y no estar en el hogar donde mi madre pasaría las horas antes de abandonar su soltería. Sonreí, asintiendo y volví a notar su gesto, pensativo acariciaba sus labios, como secando alguna gota de la ambarina bebida que había consumido. —Sí, la prudencia —dije repitiendo la palabra que me estaba faltando cuando él hizo mención de que debía marcharse, me puse de pie para despedirle —oh, —sus palabras me habían hecho sonrojar, la idea de que me buscara era encantadora y nunca le había dicho en dónde estaba parando —bueno, tienes suerte, no me estoy hospedando en mi departamento en Londres, sino que me he instalado en la casa de madre, el hogar de los Luxure, así que solo basta que asistas a la despedida y allí me encontrarás, solo debo bajar de mi habitación a la fiesta —una vez más contuve el invitarle a la habitación y sonreí con lo último que decía que quería volver a verme —pues es un deseo mutuo y es un viaje corto, solo ven a casa y disfrutemos de la fiesta, te espero en la Mansión Luxure, estoy segura que a pesar de las máscaras serás capaz de reconocerme —le guiñé un ojo y me acerqué a él, para darle un nuevo beso, de despedida, pero esta vez en su mejilla mientras apoyaba distraídamente mi mano acariciando su brazo —nos vemos pronto —agregué como saludo final. @ Alexander Joseph Luthor @ Malum Luxure
  12. ¿Quieres descubrir si hacemos magia tú y yo?

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  13. Parecía que había puesto el dedo en la llaga, observé el gesto pensativo de Mefis y me pregunté si había hecho mal en preguntar sobre su relación con mis hermanos. Asentí, sí, tendríamos tiempo y quizás para entonces con una botella de por medio o dos, junto a una chimenea. Bueno, más bien en esta época sería en una piscina, porque el clima se acercaba ya a un verano tórrido. ¿O lo tórrido sería la sensación que inundaba mi cuerpo en cada instante? Me obligué a volver mi mente a Hell Moon o tal vez fuera su mano sosteniendo la mía, si la vez anterior había sentido una corriente que recorría mi cuerpo ahora fue más como una certeza, me acerqué a él viéndolo a los ojos. Mi nombre en sus labios sonaba más que genial y no tenía por qué me sentía tan bien sabiendo que él me notaba y en verdad deseaba estar a mi lado. Sin poder evitarlo me acerqué más a él y rocé mis labios con los suyos y viéndolo a los ojos me alejé nuevamente con una sonrisa. —Pues sí, que lo que tenga que pasar que pase —le guiñé un ojo y acariciando su mano volví a mi lugar, dándome cuenta que de nuevo había dejado a mi madre de lado para actuar como, dude unos segundos hasta para conmigo misma, pero sí, debía reconocerlo, actuaba con todos los instintos de demonio súcubo que podía sentir vibrando dentro de mi ser, buscando entregarse de forma completa a lo que sentía en ese momento. —¿Dónde te quedarás estos días? —pregunté como si no hubiera ocurrido nada segundos antes y continuáramos la charla de forma amena y familiar. Mientras lo observaba con una expresión que podía sentir era totalmente la de una joven inocente, llevé el vaso a mis labios sin llegar a beber aún su contenido, más bien dejé deslizar mi lengua por sobre mis labios, disfrutando el sabor de los labios que acababa de probar tan descaradamente. Definitivamente mi mente estaba sin el control total sobre mí, o quizás el único control en ese momento era el de mis instintos más básicos. @ Malum Luxure @ Alexander Joseph Luthor
  14. Cuando una puerta se cierra...

    utiliza "alohomora" u.u

  15. Me desplazaba entre las mesas de la fiesta en la Luxure, viendo a las personas que iban llegando. Intentaba que la ansiedad no me ganara, cada tanto acomodaba el vestido, notando que mis senos se veían más abultados de lo que eran antes, efecto de ello o de Merlín. Como fuera quizás no había sido buena idea la elección de un strapless. Por nonagésima vez acomodé mi cabello cuando vi llegar a otra bruja vestida de negro y dirigirse hacia donde estaban la tía Ada que acababa de bajar para luego dirigirse junto a un joven rubio al que se acercaba a saludarle. Aún no lograba reconocer más que a ella, y a nadie más, aunque, la altura del mago que estaba en la barra junto a la bruja del vestido negro me recordó al hombre que había acudido ante la explosión de la Mansión Malfoy. Pensé en acercarme a los demás, pero eso de hacer racimos de personas en un solo lugar era algo que, aunque me permitía desarrollar mis instintos de reportera, en ese momento era como meterse en la boca del lobo. Y hablando de lobos y bocas, volví a mirar hacia la puerta de entrada, esperando ver aparecer al dueño de mis pensamientos. ¿Desde cuándo era yo una persona de una sola meta? Me sorprendía a mí misma, solo una vez había tenido un objetivo obsesivo así y el resultado estaba durmiendo junto a mi elfina en el piso de arriba. —Bueno, creo que debo calmarme —me susurré a mí misma mientras me acercaba a la barra de bebidas, buscando algo que pudiera consumir en ese momento, maldiciendo el no poder meter alcohol a mi cuerpo por unos cuantos meses más.
  16. Me quité la chaqueta dejándola doblada en una de las bancas junto a mí y me dirigí hacia el otro lado de la barra, aunque observaba a mi madre y era obvio que jamás llegaría a mover el cubilete de la forma en que ella lo hacía, pero notaba en cansancio en su rostro. Quizás más que cansancio lo de ella era ansiedad y preocupación por lo que vendría. El cariño en su voz y su gesto tierno era algo tan íntimo habitualmente, y en cierta forma lo estábamos. Mefis estaba contando en ese momento sobre mi hermano. Lo que me hizo sentir un ligero estremecimiento por todo el cuerpo. —¿Y para qué están destinados tus hijos? —me giré viéndole a los ojos, con curiosidad, era extraño saber que acababa de invitar a un par de citas al padre de mis medio hermanos y sin embargo aquello era a la vez excitante, sobre todo por cómo él que veía cuando su expresión se suavizaba desprendiendo una sexualidad que casi podía sentir vibrando sobre mi piel. Reí ante sus palabras, en verdad no sabía si le envidiarían pero sí tenía en claro que como él mismo planteaba los sentimientos que me despertaba desde que le vi eran algo así como un volcán a punto de hacer erupción. Se sentía tan fuerte y tan ardiente, pero sabía que no éramos mera humareda, había más en esto y lo quería vivir y disfrutar plenamente. —¿Has visto como la lava corre por las laderas de un volcán? Es primero una explosión que sacude todo y luego va quemando todo a su paso lento y sin pausa —me detuve viendo de reojo a mi madre, en serio que Mefis lograba que olvidara por un momento que había alguien más a nuestro lado aparte de nosotros dos. Sostuve su mirada y sonreí. —No sé si te envidien y no sé si me importa lo que los demás sientan al respecto de nosotros, quiero estar contigo y lo que ocurra pues que sea lo que deba ser, solo disfrutemos el momento —ayudé a mi madre a acomodar las bebidas en los posavasos que fui disponiendo en la barra.
  17. Dicen que las aguas de los mares más bellos tienen el color de las esmeraldas reflejados en ellas. Debía ser verdad porque era un mar de tranquilidad y perfección el que encontraba en aquella mirada tan profunda que no se separaba de la mía. Debía reconocer que por un momento me había olvidado de todo y de todos los que nos rodeaban. ¿Estaba tan mal? No quería ser descortés para con mi madre pero por más que lo intentaba no lograba dejar de ver al hombre justo frente a mí. Era como si mi alma se hubiera enredado con la suya y no quisiera soltar ese fuego que parecía abrazarme pero sin llegar a ser dañino, al contrario, era como algo cálido que ascendía desde mis entrañas. —El tiempo exacto, supongo que las coincidencias no existen y sí ha sido el destino el que me trajo hoy aquí —en ese momento recordé el recuerdo que había traído para enseñarle a mi madre y que yacía oculto en el bolsillo de mi chaqueta. Mordí levemente mi labio, no quería que eso fuera a arruinar nada, pero no podía negar lo que yo era, una bruja poseída por un demonio súcubo y, sí, madre de Merlín. ¿Querría él ir conmigo aún a pesar de las circunstancias? En algún momento sería evidente pero que mencionara una cita hizo que mi mente dejara de lado todo instinto maternal y sonriera como una adolescente. ¿Cómo podía ser eso posible? Yo no era una niña pero a su lado sentía esa exquisita ilusión de la primera vez. —Una boda formal y de sangre, por lo que tengo entendido y un baile de máscaras para la despedida de solteros, al estilo veneciano —mordí mi labio una vez más para luego humedecerlo antes de agregar —si te animas serían dos citas Mefis —en ese momento recordé que me había dicho el querida Vero con un tono de voz que había logrado derretirme ¿vería él lo que provocaba en mí? ¿le provocaría yo algo similar? Agradecí que en ese momento mirara la barra porque logró que volviera yo mismo a este mundo y no alcanzó a ver mis temores reflejados en mi rostro. Al igual que él me volví hacia la barra para ver la expresión de mi madre, estaba segura que algo de reprobación habría en ella, o tal vez no.
  18. Dirigí mi mirada por unos segundos hacia un portal que se había abierto, por instinto levanté mi varita para luego bajarla al reconocer algunos de los rostros que lo atravesaban. Aunque hacía un año que no estaba en Ottery sí me había mantenido al tanto de las figuras que habían ido regresando durante mi ausencia, además, con los trajes de novio era difícil no reconocerles, pensé mientras aplicaba un tergeo a algunos de los muebles que habían sobrevivido a la explosión y que habían quedado empapados por los aguamenti que se habían lanzado en el lugar. El rubio caballero se me acercó presentándose y efectivamente me encontraba ante un Malfoy, aprecié su aspecto, y sí, eral el Malfoy que acababa de dar el sí horas antes de que toda la mansión explotara por los aires. —Encantada de conocerle Señor Malfoy, no tiene nada que agradecer, estamos tan complicados en el mundo mágico que necesitamos ayudarnos, además, hace un año mi editorial sufrió un daño similar al suyo —noté su expresión preocupada, no era precisamente por la explosión, o al menos no solo por ella, tal cual sus palabras lo reflejaban de manera muy directa. —Puede usted estar tranquilo que lo que vaya a publicar no hará ninguna referencia a situaciones incómodas para su familia, aunque debo confesar que no es la primera vez que debo cubrir una explosión en la que la familia Malfoy se ve envuelta, hace muchos años para El Profeta cubrí la explosión del local del patriarca de la familia, por cierto, que mal educada he sido, mi nombre es Verónica Prince, y actualmente soy reportera independiente para el United King Today o para quién me contrate para hacer alguna nota para su periódico, tengo una familia que mantener y pues aquí me ve, ayudando y cubriendo mis trabajo favorito, ambos por igual —tras quedar tranquilo con mis palabras, o al menos eso esperaba, el Malfoy continuó agradeciendo a los presentes, entre ellos a un hombre tan alto que hubiera creído que era primo de Hagrid, me encogí de hombros mientras el Malfoy limpia, reparaba y guardaba todo aquello que había sobrevivido a la explosión. @ Ludwig Malfoy Haughton
  19. Tenía que reconocer que mi insistencia por ayudar a mi madre era por la necesidad de no dejar que él notara como su presencia me hacía sentir ¿Cómo definirlo? Era algo agradable, sin dudas, hacía un año había experimentado algo similar, pero en una situación bastante distinta. Pero no, con Mefis mis instintos, mi piel, toda mi esencia vibraba. Y era algo que no entendía cómo me podía pasar con alguien que acababa de conocer. –¿Azazel? Interesante nombre para un elfo, sí, mamá ha decidido su boda casi de un día para el otro. Hummm interesante esperemos se dé la oportunidad de conocerlo –comenté observando la sonrisa maliciosa que se dibujaba en sus labios al hablar de fiestas. ¿Cuáles habrían venido a su mente? Sus ojos volvieron a encontrarse con los míos, casi pescándome infraganti viéndolo con esa curiosidad y deseo de conocerle que me estaba provocando inclinarme hacía él, aunque con un cierto temor al escuchar que hacía mucho no iba a una fiesta. ¿Y si decía que no? ¿Por qué me importaba? Y de pronto se produjo el contacto, me sorprendió casi tanto como sus palabras. Una suave corriente recorrió todo mi cuerpo y separé mis labios dejando escapar un suspiro. Fue fugaz, demasiado fugaz, y cuando retiró la mano hice un movimiento más que inconsciente porque a mitad de camino lo retuve, volviendo a sentir un calor agradable en los más recónditos rincones de mí ser. –Me encantaría, no solo a la boda, la despedida es en la Luxure –sonreí con timidez, retirando yo ahora mi mano para dejar libre la suya –no tengo otros planes, creo que te esperaba. @ Mefistofeles Evil @ Malum Luxure
  20. En verdad se siente muy bien  :rolleyes:

    1. Mefistofeles Evil

      Mefistofeles Evil

      demasiado bien diría yo...

    2. Veronica Prince Rambaldi

      Veronica Prince Rambaldi

      No, nunca es "demasiado" siempre se puede hacer sentir aún más y es lo que espero llegar a provocar.

  21. Hola Jack, que bueno que te animes a presentarte por aquí. Como ya te dije cualquier cosa que necesites por aquí andaré e incluso Ada, es muy buena para guiar gente también, es una buena amiga de mi familia mágica. Lo único que espero es que no te quiera llevar para el lado oscuro, disfruta de ser neutral por un tiempo y luego descubre que bando realmente te gusta, no te dejes guiar por la magia original de HP acá somos más cool
  22. No pude evitar una sonrisa al escuchar las palabras que me dirigía el hombre a mi lado. Lo observé con curiosidad una vez más ante sus palabras. Así que ser amigo de mi madre lo hacía amigo mío también, aquello era interesante. Y bueno, a mí tampoco me gustaba la burocracia ni el protocolo, así que ¿por qué no? —¿Entonces te llamo Mefis? Me gusta, Mefis, pero hagamos de esto algo mutuo, tú también trátame de tú o mejor llámame Vero ya que vamos a tutearnos —le dediqué una sonrisa aún más amplia mientras me acomodaba mejor en la silla, girando un poco el cuerpo hacia él y cruzando mis piernas delicadamente. Escuché atentamente lo que me contaba y tomaba nota mental, mala costumbre de periodista, de los detalles que me daba sobre sí mismo: ha estado en ¿esta tierra?, durante generaciones, dato curioso por cierto; sus negocios, remarcado especialmente el término por él, hacían que viajara. No pude evitar levantar una ceja y hacer un gesto con mis labios ante sus ojos tan profundamente verdes clavados en los míos. Y sí, sonreí con coquetería al escuchar que planeaba prolongar su estancia y su guiño, un sonrojo aún más pronunciado cubrió de calor mis mejillas y por algún motivo que no terminaba de entender me sentí demasiado bien con la idea de que se quedara. —La boda de mi madre aún no te la pierdes y podrías incluso asistir a la despedida de solteros que han planeado en la Mansión Luxure—las palabras me habían salido casi sin pensar pero al menos había logrado contener el decirle que si quería fuera conmigo. A decir verdad en ese momento no estaba segura si a alguien le interesaría jugarse a estar de pareja conmigo, luego de un año fuera de Ottery y sí, él también había estado fuera mucho tiempo. Pero vamos, dadas mis circunstancias y jolines, ¿Qué hacía yo pensando en tener pareja y con el amigo de mi madre? Sacudí la cabeza con gesto de fuera ideas locas Vero. —Ehmm, creo que lo que él dijo estaría bien para beber ¿lo preparo yo madre? —pues sí, me había vuelto pésima para cambiar de tema, en verdad estaba hecha una desconocida hasta para mí misma. @ Malum Luxure @ Mefistofeles Evil
  23. En ese momento tuve la sensación de que caminaba por una pasarela iluminada cuyos focos se centraban en mí. Nubes por suelo y la mente atraída hacia un pensamiento como un imán. Si no fuera consciente del cuero de las botas hasta mis rodillas, de la gasa rozando mis piernas y la tela de la parka sobre mis brazos hubiera jurado que me encontraba en bikini caminando por la playa, tal la extraña sensación de desnudez y calor que se revolvía en mi ser. Así que él era amigo de mi madre, elevé una ceja, aún no entendía cómo Malum estaba ahora en su lugar, pero podía sentir su calor y afectó, por ello me sentía a su lado como en casa. Entre abrí los labios para preguntar qué le relacionaba con mi madre ante sus palabras que lo demostraban tan seguro de sí mismo pero se me adelantó, haciendo mención al significado de mi nombre. No pude evitar sonreír aún cuando el rubor en mis mejillas pudiera resultar algo obvio, quizás disimulado por las luces, aunque no sabía qué tanto ante su atenta mirada. –Lo hace sonar más espléndido de lo que a veces es –respondí, consciente que ante él me sentía como una adolescente en falta, sin saber por qué –un placer conocer a un amigo de mi madre, Señor Evil –cuidado, dijo algo en el fondo de mi mente, aquella sonrisa había hecho estremecer más de una fibra de mi ser: resultaba encantador y ya sabíamos lo que podía ocurrir cuando una sonrisa encantadora me atraía. Por suerte para mí se giró hacía la barra, aunque solo para pedirle a mi madre que nos sirviera una bebida para celebrar. Sonreí, acercándome y tomando asiento a su lado, sonriendo con afecto a Malum. –Me temo que solo probaré un jugo de naranja, o de alguna fruta, de momento tengo vedado el alcohol, parece que hay muchas cosas para celebrar además de su llegada Señor Evil –me giré levemente para ver su perfil –¿Y por cuánto tiempo disfrutaremos del placer de su presencia? –pregunté consciente de la cercanía de un abismo cálido y atrayente, por lo que giré de nuevo hacia Malum –¿Quieres que te ayude? @Malum Luxure @ Mefistofeles Evil @ Malum Luxure
  24. - Edición no autorizada - Temporada de Bodas y sorpresas por Pluma de Pavo Real En el mes de mayo parece haberse desatado la chispa del amor, curioso, uno hubiera imaginado que ésta surgiría en el mes de febrero, pero San Valentín parece haber sido quizás la chispa que encendió el amor que se derramaría al final tres meses después. Claro que los rumores que me han llegado es que no hubo una Gala con querubines ni corazones, sino que la gente atravesó portales que los llevaron ambiciosos a otros mundos. Pero no nos vayamos de tema. El amor dio sus frutos para el “vivieron felices para siempre” de Ludwig Malfoy Triviani, este rubio tejón nacido de las más temida pareja en el pasado, cuyos orígenes mortífagos no caben dudas, colocó el anillo en el dedo de otro caballero rubio y coqueto, Cillian R. Haughton. ¿Qué decir de esta bella pareja? Felices los cuatro dicen las malas lenguas, aunque no queda claro a qué dama harían felices, ya que han corrido rumores de que los besos en las despedidas fueron con unas y unos y en la noche de bodas pues. ¡¡BOOM!! Explotó la Malfoy, hogar original de Ludwig, suerte que la fiesta de bodas fue en la Haughton que si no, tendríamos más de una familia mágica llorando a sus invitados. Más, hablemos de temas más felices, al fin han logrado que la Señorita Malum Luxure, heredera de la familia Luxure y emperatriz de Austria ha decidido dar el sí. Aunque la curiosa transformación familiar aún es un misterio para algunos de sus miembros y más para los ajenos. El Canciller General de Suiza, Eterno Blackthorn Macnair, ha visto que no puede dejar escapar por más tiempo a tan bella y codiciada mujer. Es por eso que se ha decidido a pedir en matrimonio a la matriarca Luxure. Dos potencias serán unidas y no por rumores de maternidad, ya que se dice que la castidad pre matrimonial se ha mantenido. Cosa que no podemos decir del resto de los miembros de la familia. Porque sí, por más que trabajemos para la pluma maternal, no podemos dejar de contar el rumor ya confirmado de que la desaparecida editora de nuestro periódico no se había tomado un año sabático desde su último reportaje. Ni había huído tras la explosión de sus oficinas editoriales. No señor, la señorita Prince estaba desaparecida por embarazo y le ha traído a su madre de regalo un querubín de ojos grises y cabellos castaños para deleite de la muy joven abuela. ¿Deleite? Bueno, aún no sabemos, ya que han los rumores que nos llegan es que en la familia más de un miembro está afilando las tijeras, las hachas y las cuchillas. ¿Nadie se pregunta para quién será? Bueno, no hay un padre visible ni presente para el pequeño Merlín.

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