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Veronica Prince Rambaldi

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Todo lo publicado por Veronica Prince Rambaldi

  1. Envié a Nahir a las habitaciones que me habían sido asignadas originalmente y la elfina se encargó de hacer todas las modificaciones necesarias para que pudiéramos estar los tres cómodos, incluyendo la camita de ella y la cunita de Merlín. Sí, desde que tenía a mi niño dormía con la elfina en mi habitación, era como que necesitaba que estuviéramos ambas al pendiente de él. Si bien era cierto que desde que había regresado a Ottery ya habían acontecido un par de cosas que hacían que me alejara por primera vez de mi pequeño. —Nahir, ¿has notado las diferencias? —pregunté a la elfina mientras ella acomodaba todo y yo jugaba con mi pequeño en mis brazos dándole el pecho. —¿Diferencias ama? —era obvio que la elfina no me entendería, ella no había pasado mucho tiempo junto a mi madre ni en la Luxure, negué con la cabeza mientras mi pequeño parecía haberse llenado. —Tienes razón, no son tan notorias para quienes no le conocen —dije mientras me ponía de pie y mecía con delicadeza al pequeño —debo prepararme para la fiesta de despedida de solteros de mi madre —y la elfina extendió sus brazos hacia mí —no, aún no, esperaré que se duerma, he visto que mi tía está acomodando todo y la noche es tan bonita —dije mientras observaba por la ventana y la elfina asentía terminando de acomodar todo. Cuando mi pequeño demonio estuvo dormido y en su cuna, dejé todo en manos de Nahir para que lo cuidara mientras asistía a la fiesta que se produciría en el piso de abajo. Había ido de una escapada a observar las máscaras y había tomado una para mí. Esa noche me pintaba estar de negro, no era luto, ya que no me invadía la tristeza por la boda de mi madre, al contrario. Tampoco era por mi pequeño pero sentía que ese color con algún pequeño detalle de luz era el más adecuado para mí. Así me maquillé oscureciendo mis párpados, poniéndome unos aros y una gargantilla de color negro, a tono con el vestido. Hasta las uñas y los guanteletes eran de ese color esa noche. Esperaba que el color no molestara a mi madre, pero me sentía con esa sensación en el alma. Despacio me dirigí hacia el lugar, la cantante y el pianista charlaban eligiendo algunas de las tonadas que harían sonar aquella noche. Dude unos segundos, ¿sería conveniente que tomara alcohol? En ese momento lo dudaba, pero se sentía tan infantil pedir una bebida sin él o un jugo. Vaya Merlín, eso no lo esperaba tener que hacer por ti.
  2. Lancé un suspiro de alivio cuando la vi tras la barra, pero ahí al fin me percaté de la presencia que había sentido. ¿Cómo podía sentirlo? Era extraño, la demonio en mi interior parecía vibrar en la misma sintonía que mi madre y él, como si pudiera sentir los demonios que se movían en nuestros seres. La observé, había cambiado mucho, ambas lo habíamos hecho, era curioso, que cuando llegué hace más de un año me encontré con una mujer plena y exquisita. Ahora tenía frente a mí una dama llena de esencia y felicidad. Las notas habían llegado, mantenernos en contacto de forma tan efímera había hecho que ni una ni otra contara toda la verdad a la otra. Yo no le había dicho de Merlín y ella… ¿qué sorpresa me deparaba el encuentro con mi madre de esencia? Mi ojimiel mirada se desvió sin embargo hacia la figura cuya reunión con ella parecía haber interrumpido. —Lamento haber llegado en mal momento madre, no sabía que tenías visitas hummm… ¿pecadoras de oficio has dicho? —sonreí e hice una inclinación de saludo y disculpas a la vez —ah no, pecador y sin oficio… encantada… soy Verónica—me acerqué aún con la mirada puesta en su figura. En verdad era alto, pero eso no era algo que me llamara del todo la atención en nadie, sí sobresalían ese par de farolas verde esmeralda que parecían iluminar el lugar a la vez que sondeaban hasta el fondo del alma. Sin embargo podía notar que se debatía en observar a los presentes más allá de la barra, incluyéndome y darse vuelta hacia la mujer que le había hablado, mi madre. Sí, a él no le importaba yo más que porque ella me había hablado con tanto afecto, y a mí, por ahora era la reportera curiosa la que me ganaba en mantenerme fija en él. —Pensé en tener una reunión de madre a hija, pero supongo que tendrá que esperar si tienes visitas —agregué girando mi atención hacia la mujer frente a mí, podía sentir también esa mezcla de esencias perfectas, puras, similares y ajenas, presentes y del pasado. ¿Qué me había perdido por haberme alejado del mundo mágico más cercano a mí? @ Malum Luxure @ Mefistofeles Evil
  3. ¿Me estaré poniendo metas muy altas? 🤔

  4. ID: 80580 Nick (con link a la ficha) Verónica Prince Rambaldi Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Trastero No. 106785 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda No.98860 Link a Tópic de la clase o a la prueba: no corresponde Fecha: 2022-06-03 Nombre del producto: Libro de la Fortaleza Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Nivel (del libro): 5 Precio: 5000 Precio total: 5000 Gracias
  5. ID: 80580 Nick (con link a la ficha) Verónica Prince Rambaldi Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Trastero No. 106785 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda No.98860 Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): Fecha: 2022-06-03 Objeto: Pensadero Puntos: 40 Precio: 2000 G Objeto: Reloj Mágico Familiar Puntos: 20 Precio: 1000 G Total de puntos: 60 Total de Galeones: 3000 Gracias
  6. Las emociones eran encontradas, me sentía ansiosa por lo que ocurría y a la vez entusiasmada. No podía negar que el hecho de que a mi regreso hubiera acaecido un acontecimiento tan extraordinario me volvía las ganas de escribir en mi periódico. Pero a su vez, la inseguridad que se sentía en el aire al descubrir que la familia de más influencia en el mundo mágico podía ser alcanzada por un atentado me hacía preocupar por la seguridad de mi hijo en esta ciudad. Mientras caminaba entre las ruinas apuntando con mi varita, lanzando aguamentis y reparos a todo aquello que pudiera aún servir de algo, mi vuela pluma tomaba notas a mi lado. Iba dejando por escrito mis impresiones y los nombres de los que reconocía iban llegando, aunque muchos de ellos eran ilustres desconocidos para mí tras un año fuera de Inglaterra. Con un movimiento de mi varita recogí mis cabellos mientras me adentraba apagando el incendio en un área que parecía de servicio, el daño allí era menor. Todo parecía haberse centrado en el lugar en que, según había escuchado por los comentarios, estaba armada la escena de la boda que se había celebrado algunas horas antes en aquella mansión. Dirigí mis pasos hacia aquel lado tras haber hecho algunos hechizos de seguridad sobre mis ropas y me calé los antojos alfa, esperaba descubrir algo nuevo con ellos, aunque no estaba segura de la utilidad luego podría revisar las grabaciones de la misma. Lo malo es que no había llevado mi capa camaleón, pequeño error, quizás sí hubiera sido muy útil para ese momento. Aquello me hizo pensar que debía ir al Magic Mall a realizar algunas compras. De seguro además del vestido para la boda me vendría bien un par de objetos para mis investigaciones y ¿tendrían algo para que mi pequeño jugara? Quizás otro par de orejas extensibles, ya que cada vez que las utilizaba para cuidarlo se ponía a jugar con ellas. Lancé un suspiro mientras lanzaba un nuevo chorro de aguamenti al notar un objeto interesante frente a mí. Era mejor que me centrara en lo que hacía y no en mi vida personal.
  7. Había dado vueltas y vueltas con el tema en mi cabeza. Sabía que mi madre era la que mejor me podría llegar a entender. Solo esperaba no estropear su boda con mi historia. Igualmente, ella tenía que conocer a su nieto, no podía ir a la boda sin Merlín, aunque Nahir se ocupara de él como si niñera, yo seguía siendo su madre y mi pequeño demonio tenía apenas unos meses, aunque sospechaba que su desarrollo era algo especial. Tras muchas indecisiones tomé lo que parecía un tubo de ensayo de laboratorio pero era en realidad una especie de pipeta o frasco de muestras para contener recuerdos, con una tapa de metal color plateada en la cual se grababan las iniciales y la fecha del recuerdo que se guardaba. Uno de los chiches mágicos que había adquirido durante mi viaje. —Por San Dimas —murmuré, una frase que se me había pegado de un libro que había leído hacía algún tiempo y tomando mi varita extraje un recuerdo, modificado, que deposité en el recipiente, inmediatamente se grabaron en él mis iniciales VPR y la fecha 24-V-2021. Sonreí, los recuerdos estaban modificados por el bien de mi madre y a decir verdad, ni el rostro del hombro en el jacuzzi se vería, pero ella merecía saber cómo habían ocurrido las cosas y por qué me había tenido que ir. Guardé cuidadosamente mi tesoro escondido envolviéndolo en un paño de terciopelo negro y lo ubiqué entre mi chaqueta, en un bolsillo oculto junto al corazón. Nahir cuidaría el niño mientras yo me dirigía hacia un edificio de mármol negro en el que me habían informado estaría mi madre ese día. Debíamos hablar, o tendría que escuchar su sermonéo, n o estaba segura. Tomé la moto voladora y me dirigí hacia Hello Moon, el local de mi progenitora demoníaca. Cuando aterricé a unos metros de las puertas de vidrio negro respiré profundo mientras aseguraba con magia mi moto voladora y me dirigía hacia el ingreso del local. Me deslicé con gracia, haciendo flotar entre mis piernas la gasa del vestido veraniego que llevaba puesto, era graciosa la combinación de la chaqueta larga, las botas y el vestido, pero para utilizar una moto y llevar varias cosas entre mis ropajes era lo adecuado, al menos para mi gusto. Tras pasar la puerta mis ojos no llegaron a habituarse a la penumbra cuando las luces de la barra y los reflejos de las mismas en el vidrio espejado me dejaron un poco desorientada. Noté la presencia de alguien más que no era mi madre, sin poderlo evitar llevé mi mano al bolsillo en que guardaba mi varita. —¿Hola? —saludé aún dudando.
  8. No me pude resistir, la explosión había sido notoria. No era una mala madre, pero ante todo era una reportera, por eso pensé en ellos y sacudí mis instintos, no, no podía confiar en que Jimmy apareciera. Por eso dejé todo preparado para que la elfina se ocupara, una vez más, del pequeño Merlín y me dispuse a ir a averiguar qué había explotado. —Nahir, ya sabes, si me necesitas, me buscas, pero no pongas en peligro a Merlín —miré a mi pequeño demonio y sonreí, era tan bonito, aunque odiaba que se pareciera tanto a su padre quien me había dejado claro que no quería saber nada con él y mucho menos que se conociera que él era el padre. Bueno, solo mi madre lo sabría, o no, aún no me decidía. Tomé mi vuela pluma, una libreta, guardé todo entre mis ropas y me puse la más cómoda para utilizar la moto voladora, vamos, ¿por qué no? Ya hacía más de tres meses desde el nacimiento de mi niño. Salí de nuestro hogar a vuelo de pájaro, o más bien de moto y me seguí las señas del fuego. La sorpresa me invadió cuando al fin pude ubicar el lugar de la explosión, descendí con cuidado, en pequeños círculos mientras tomaba fotografías con mi máquina de fotografías mágicas e intentaba entender el por qué alguien se atrevería a atentar tan fuertemente contra la Mansión Malfoy. Recordaba aún cuando otra explosión había acontecido en un local del antiguo patriarca, Crazy Malfoy. Ese hombre sí que atraía el fuego, pensé sorprendida, nunca había podido reportarle y la aún no ministra Sagitas Potter Blue había sido un filtro que había intentado impedir, inútil mente, qué había ocurrido realmente aquella vez. Cuando toqué al fin tierra, lancé un hechizo para proteger la mota y caminé despacio dejando pateando con mi bota algunos restos humeantes. Aquello era un verdadero caos, realmente habían querido eliminar por completo a los Malfoy, o al menos lo que ellos significaban. ¿Se trataría de su vieja rivalidad con los Black? No, de ellos tampoco había muchas noticias. ¿Serían los fenixianos? No, según me habían informado habían tomado un perfil nuevamente bajo. ¿Serían los seguidores de la desaparecida inquisidora? Lo dudaba, era más probable que fueran o los que buscaban los minerales de los planetas o peor aún, el grupo de los G.R.I.N.C.H, cuya intervención en Navidad y fechas posteriores sabía habían dejado más de un mago desaparecido y lo más gracioso de aquello, nadie, absolutamente nadie, ni sus familias, habían hecho nada para recuperarlos. ¿Y si ese era el motivo? Quizás culpaban a una de las familias de más renombre o quizás los ponían de ejemplo. Todas aquellas ideas se iban plasmando en mi libreta gracias a mi vuela pluma, estaban juntando buen material para United King Today. Aunque desde la explosión de mi imprenta, ocurrida pocos meses antes de mi embarazo, aquello estaba muy complicado. Miré a mi alrededor, había sacado la varita y buscaba si había algún herido o alguien necesitaba ayuda.
  9. Me sentía algo inquieta, ¿cuánto hacía que no veía a mi madre? Más de un año era seguro. Sí, había pasado mucho tiempo, pero había tenido mis motivos, me miré en el espejo, me veía tal cual en el pasado, pero algo había cambiado en mí. Miré a Nahir, mi elfina, quien se veía muy ocupada a mis espaldas acomodando nuestras cosas desde que le había dicho que íbamos a volver a la Luxure. La pequeña elfina se había visto preocupada y algo nerviosa, pero yo la había calmado, estaba segura que mi madre entendería mi regreso, más si considerábamos que estábamos a un paso de su boda. Sonreí, bueno, no sabía si era el regalo que ella esperaba que le llevara, pero estaba segura que la haría feliz el vernos. Así, listas, partimos hacia la Luxure, nos aparecimos en la entrada, quería caminar hasta el ingreso más que nada porque aunque nuestro equipaje era poco, necesitaba intentar procesar la manera en que saludaría a mamá al llegar. ¿Estarían mis hermanos? Imaginaba que todos estarían allí o llegando pronto para la boda de mamá. Aun pensaba en sus palabras mientras caminaba hacia la puerta “Bueno.. sobre mi hijo....que aparezca ahora de la nada....pues evidentemente me haría perder mi relación.” Que gracioso, nunca había pensado que una demonio como yo tuviera la consciencia de no dejar que un matrimonio se perdiera y me había ido junto a mi elfina, alejándome del mundo mágico para ocuparnos solas de mi “problema”. No, no era un problema, no para mí. Golpee a la puerta de la mansión, esperando que me atendieran, había algo que no podía romper en ese momento y era la promesa de que nadie lo supiera. Miré a Nahir, ella sostenía en sus brazos el motivo por el cual me había desaparecido del mundo mágico por tanto tiempo. Sus pequeños ojos grises clavados en mí, abría sus labios y sonreía moviendo sus manitas, “despeinando” una pelusa castaña y rebelde que cubría su cabecita. —Cuidado Nahir, hoy parece algo inquieto —la elfina asintió y lo sostuvo con más fuerza mientras esperaba que nos atendieran, le sonreí y acaricié la mejilla del pequeño Merlín. off: ¡Hola Familia! ¡Sorpresa!
  10. Sacudí mis botas, había recorrido muchísimo camino desde mi última viaje y allí estaba, observando con asombro la fachada del castillo Rambaldi. No era capaz de recordar cuándo había sido la última vez que había estado allí ni el motivo. Desde que Deiwan se perdiera no había sido nada lo mismo. Había intentado mantener el contacto con mi prima, pero había sido yo la que me había perdido entonces. Luego las convulsiones de Londres, la pérdida de mi trabajo, las vueltas de la vida. Mi ojimiel mirada pasó por todo el lugar, buscando reconocer algún detalle, difícil en realidad. Sacudí mi capa de viaje y sonreí mientras la echaba hacia atrás dejando mis cabellos claros a la vista. Así que los rumores eran verdaderos, las puertas se habían vuelto a abrir y a pesar del frío invierno que ya estaba sobre nosotros no le restaba belleza al lugar. Fue extraño, me sentía como una desconocida en mi propio hogar, Deiwan me había refugiado en él en el pasado, pero ahora. ¿Quién estaría a cargo de la familia? ¿Me recibiría? ¿Podía pensar en la Rambaldi como un hogar tal cual lo era para mí la Luxure? Un escalofrío recorrió mi espalda. A mi madre no le haría nada de gracia saber que iría de una puerta a la otra, solo esperaba que no arrojara sobre mí a Cornelia. Claro que siempre había la posibilidad que quien habitase ahora en la Rambaldi fuera quien me arrojara algo sobre mi cabeza. Toqué mi bolsillo, asegurándome que aún tenía mi varita. Que nervios, dobles, una recepción posiblemente extraña y por otro lado tendría que enfrentar el hecho de que tenía dos hogares. Pero lo que no podía olvidar nunca era que soy una Prince y eso me daba más obligaciones que las que los Luxures o los Rambaldis podrían alguna vez comprender. La demonio en mí se sacudió satisfecha de saber que no olvidaba mis orígenes. ¡Como si eso fuera posible!
  11. No, no, nada de tronos, que luego hay que mantener el matriarcado como dice Nairobi, y a ver si termino como ella, joer, no no. Así light todo light. Era hija adoptiva de Deiwan, en mi historia creo que está, tendría que buscar si en el registro viejo está mi solicitud de ingreso y su aceptación. Si reconozco que he sido una hija, prima, hermana vaga, mis roles en la antigua Rambaldi y mis posteos en el club fuero pfff escasos como quien dice. Que me ha costado encontrar mi link de adopción joer: https://www.harrylatino.org/forums/topic/92241-familia-rambaldi-mm/?do=findComment&comment=4345707&_rid=80580
  12. Hola @ Helike R V PB , ¿cómo estás? ¿Cómo pido el reingreso a la familia? Era hija de Deiwan. No sé si al no estar él en actividad puedo solicitar que me lo devuelvan como papá o necesitas su autorización. Pero me hace ilusión ser de nuevo Rambaldi.
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    ¿Usted ya no me quiere verdad? Humm, en realidad no sé si alguna vez me quiso pero me refiero a no me quiere para rolear. [Y ella debía como mil roles también]

    1. Mostrar comentarios anteriores  4 más
    2. Ada Camille Dumbledore

      Ada Camille Dumbledore

      Pues porque pensé que algún atrevido le había hecho algo a mi sobrinita, pero ya viendo que es solo rol no hay lío XD. 

      Benjamín siii yo también fui a ver que era jajajaja

    3. Adrian Wild

      Adrian Wild

      Jelp :ninja: Uno no se puede desaparecer a gusto oye (?)

    4. Ada Camille Dumbledore
  14. Aquella situación se me había antojado más que complicada, en resumen: tras declarar el estado de guerra los mortífagos habían atacado King Cross. ¿O había sido más bien simultáneo? Los muggles también habían reaccionado, no podía creer que hubieran mandado al ejercito para resistirse a la magia. Lo que era preocupante ¿Qué pasaba si tenían las mismas armas que nos quitaban la magia y que ya habíamos experimentado, incluso antes de la llegada del inquisidor? El inquisidor parecía haber desaparecido momentáneamente de la escena, pero los efectos de las reacciones contra él, el ataque al bar con los miembros de la ONU, las decisiones tomadas por el propio organismo muggle contra los magos. Todo esos nos llevaba a este punto: la magia estaba revelada, como había querido el anterior ministro. Las consecuencias: éramos unos parias indeseables y peligrosos. Todas aquellas ideas pasaban por mi mente mientras intentaba escabullirme entre la milicia hacia King Cross y entonces lo vi entre los escombros, una figura parecía encargarse de coordinar a los magos, el Secretario y lo seguí, hasta conseguir una entrevista con él. Quizás cuando finalmente lo logré no fue en las condiciones más ortodoxas que hubiéramos podido esperar, pero allí estaba yo y allí estaba él, para hablar a calzón quitado, o mejor no, que con su fama perder los calzones no era la mejor opción. Pero reconozcámoslo, con su fama y todo, fue correcto y dio su parecer sin necesidad de recurrir a las artes más antiguas.
  15. UN SECRETARIO ÍNTIMO por Verónica Prince. Todos nos hemos ido enterando de los Edictos de la Ministra Potter Blue, quien no es porque realmente vive encerrado en la Torre de Londres, momento, si fuera así ya murió. Mejor no ahondamos en el humor negro. En resumen, el Edicto n° 1 afectó nuestra relación con los muggles y obligó a los que tuvieran dicha ascendencia a realizar un censo. El Edicto n° 2 nos tocó el tema educacional, más censos y más quejas. Y en medio de estos dos edictos tenemos los decretos del Secretario Privado de la Ministra, primero su intento de disolución del Wizengamot, los Jueces se aferran a su birrete y sus asientos y luego, tomad fuerte vuestras varitas: la declaración de estado de guerra, con servicio militar obligatorio incluído. Pero ¿es todo tan así? La Conferencia de Prensa del Señor Secretario apenas iniciaba cuando la comunidad mágica sufrió un nuevo ataque. Nuestros antiguos conocidos los Mortífagos atacaron el emblemático King Cross, destruyendo la defensa mágica que separaba el Andén 9 ¾ de los andenes muggles y un oscurus a sus órdenes destruyó las vías del ferrocarril sobre el paso del puente elevado y aunque se intentó salvar la formación, la locomotora y algunos de sus vagones se perdieron. De esta situación tenemos la estación y el tren mágico destruídos, varios muertos muggles y algunos dicen que algún mago, lo que no queda claro si a manos de autoridades muggles o mágicas, un oscurus desaparecido, mortífagos escapados de las manos del Ministerio cuya seguridad no es que brilló por su ausencia, que sí se vió aurores casi desde el principio pero en poco número, pero que no supieron estar a las alturas de las circunstancias y finalmente una Orden del Fénix inexistente. Sin embargo, no podíamos quedarnos con las ganas y por eso acudimos al Señor Secretario, quien en una cálida aunque húmeda locación, nos respondió algunas de las preguntas que no pudimos realizar en su conferencia de prensa, aunque el tema King Cross se tocó en la intimidad de la conversación, no fue una respuesta concluyente respecto a qué ocurrirá de ahora en más con los estudiantes que utilizaban nuestro antiguo y conocido Expreso de Hogwarts. Sean Linmer (SL) - Primero las presentaciones.... pues no es que hayamos interactuado mucho. Verónica Prince (VP) – Verónica Prince del United King’s Today. SL - Por cierto...un placer…soy Sean Linmer. VP - Quería ir a su conferencia por la declaración de estado de guerra y no pude por los muggles. SL - Bahhh...pues te ofrezco una entrevista una vez este despedido. VP - ¿Le van a despedir? Oh, eso sí que es primicia. SL - jajajaja tal vez....quien sabe, ahora mismo tengo a Ministra enfurecida por "mis excesos". VP - Un hombre con excesos, que interesante SL - Que se puede decir...uno humildemente hace lo que puede... jajaja VP - ¿Y qué es lo que puede hacer el Señor Secretario? SL - Pues de todo....desde declarar la guerra a un país...hasta robar en un museo....y de ahí a festejar lleno de chicas desnudas en un jacuzzi. VP - Que estilo, guerra, robo y orgía, habrá que llevar pergaminos y plumas anti agua para el reportaje, ¿Cuál era el hechizo para impermeabilizar? SL – Impervius, tampoco es para tanto... la parte de mujeriego… pervertido… si... la de ladrón también...ya de tanto poder como para la guerra...pues solo ahora. VP - ¿Cuáles han sido sus intenciones al declarar el estado de guerra, y es verdad que la Ministra no está feliz con ello? SL - Bueno mis intenciones son simples...estamos en un estado de guerra...solo que no se había declarado esa condición. Ya nos han atacado... primero los búlgaros... después los muggles el día de la Ira... después tomaron los puertos los egipcios... en fin... que todo el mundo parece que puede atacarnos... por eso hay que modernizar el Ministerio. Hacer departamentos y movilizar a la población para tomar la iniciativa, teniendo como prioridad acabar con el inquisidor. VP - Uy, el Inquisidor da miedo. ¿Y no cree que el ataque a King Cross es una reacción a su iniciativa y de ahí el enfado de la Ministra? SL - No se preocupe... aquí está segura, lo cierto es que la verdad nada se sabe de ese inquisidor...pudiera ser cualquiera... Sobre lo de King Cross...pues ni idea...seguro...fue ese grupo sin protagonismo ya... los mortifagos... ahora que no tienen a los de la Orden para jugar… solo quieren llamar la atención. Usted sí que sabe... y está bien informada... no... los problemas con la Ministra no vienen de King Cross. VP - Y ¿Qué cree que ha pasado con los de la Orden? ¿Y cuál es el problema con la Ministra? ¿Qué la ha impulsado a esos edictos? ¿Usted se los ha sugerido? SL - Muy perspicaz usted...y sugerente...a este paso no lograre centrarme en la entrevista. La verdad es que la Ministra me quiere proteger... piensa que me he expuesto demasiado… y ya que preguntas por los edictos... pues te digo... que es la Ministra la primera que evolucionó su pensamiento. Ella no odia a los muggles... de hecho los quiere mucho... solo que dada la situación reinante hay que actuar en consecuencia. VP - Hay amores que matan dice una frase ¿Ese es el tipo de amor de la Ministra a los muggles? ¿Y cómo es su amor Señor Secretario? SL - No....la Ministra en si no quiere hacerles mal a lo muggles… solo quiere que las cosas no escalen a más. O sea a posiciones que no permitan en un futuro una convivencia... aceptable entre ambos mundos. Y mi amor... pues intenso... ahora mismo cierta bruja tiene prendado mi corazón. VP - Y con ese amor intenso por los muggles y las brujas ¿Cuál es su posición en todo esto? SL - Yo simplemente soy un roba bragas que ahora estoy de servidor público. Mi posición es que ya nada es igual... y mientras más rápido lo aceptemos... pues mejor. VP – Entonces, para terminar ¿Quiere hacer una reflexión final o lo que ha dicho la considera como tal? SL - No....esa es toda la reflexión que debe conservar el mundo mágico. Ya nada será igual... por mucho que uno lo desee. Y aquí dimos por finalizado el diálogo con el Secretario Linmer, no sin antes acordar una nueva cita, para conocerle más íntimamente en cuanto a sus posturas y gustos de política, poder y sus muy "particulares" especialidades.
  16. Un pequeño puesto flotante aparecía y desaparecía en los rincones más insólitos del Callejón Diagon, el Callejón Knockturn, el Andén 9 3/4 [cerrado hasta nuevo aviso], el Caldero Chorreante y Ottery St'Catchpole. En él había varios estantes cerrados con fechas donde se podían encontrar las ediciones anteriores del periódico mágico y cada tanto, al ser una gacetilla de ediciones discontinuas, aparecía una caja dorada brillando con letras negras que decían: ULTIMA EDICIÓN. Mayo 19, 2018 - Un día del libro en el Bosque Prohibido. Mayo 29, 2018 - Un incidente Ministerial y van... Junio 8, 2019 - Un empleo para cada gusto o disgusto. Junio 12, 2019 - Hogwarts, el mejor Colegio Mágico ¿o no? Agosto 01, 2019 - Vientos de Cambio Noviembre 28, 2020 - Stea Umbra, Los arrestos en Sidney Febrero 17, 2021 - Un buscado menos y queda uno ¿Quién cobra los galeones?
  17. Tras el ataque en King Cross, calles de Londres Me detuve molesta en la barrera que habían levantado los muggles a varios metros de King Cross, vehículos con luces azules y pintado “Police” a los lados más algunos de tonos verdes con el agregado de “Militar” delante del pólice. Me alejé un poco y fingí hablar por un “celular” mientras me veía a un espejo. El espejo comunicador. —Te digo Jimmy, no llegué a tiempo a Ministerio, cuando lo hacía ocurrió esto y me vine para aquí —al otro lado del espejo James me preguntó qué que hacía con ese aparato raro en mi mano y fruncí el ceño. —Cállate, es mi celular nuevo y ¿en serio no te gusta mi espejo? Toda la policía de Londres parece estar aquí, atacan King Cross, parece que con magia, sí, magia James, eso que está prohibido —mi amigo pareció comprender al fin y bajó su voz, no podíamos dejar que nadie notara que no salía el altavoz del celular sino del espejo en mi mano. —Dicen que el secretario vino para aquí pero no logro llegar, esto es un desastre, dicen que iba a haber un ataque aéreo pero han logrado desviarlo, sí, no se sabe, pero que King Cross ha caído y se rumorea que encontraron una sección mágica allí, si James, sí —el gesto al otro lado era de clara preocupación, no lo culpaba, si el Andén 9 ¾ era ahora visible el Expreso de Hogwarts también —hablaron de enmascarados y una sombra oscura —aparte mi vista unos segundos y me apresuré a agregar —debo cortar e irme de aquí, algo va a pasar, viene más milicia —dije apurándome a guardar el celular y el espejo en mi bolso y alejarme, debía encontrar a alguien de ministerio de magia con urgencia.
  18. En mi departamento en Londres, casi en los suburbios al otro lado de la ciudad, con @ Rory Despard y @ Adrian Wild Habíamos traspasado las puertas mágicas y las había vuelto a cerrar tras nosotros dándole una vez más las contraseñas en sirenio, todo estaba resultando extraño y con torpeza había empujado a nuestro compañero el "mudo" hacia el interior de mi departamento, pequeño, de dos dormitorios, aunque las puertas estaban enclavadas en el pasillo entre ellos junto a una cortina en la sala. Tan brusca había sido que el mudo estaba ahora en el piso tras hundir su rostro buscando algo en su mochila o no. —Pero qué demonios —murmuré volviendo a apuntar al desconocido en mi sala, ya no era el mismo hombre del callejón y sin embargo parecía conocer al Despard. Mi mirada fue de uno a otro sin dejar de apuntar al hombre anónimo en el que acababa dejado de ser mi seguro hogar. Pensé unos segundos, metamorfomago quizás o sería poción multijugos, no tenía hechizos que eliminaran los hechizos al estilo finite, pero sí podría haber pasado que se había acabado el efecto de la misma. —¿Qué está pasando? —pregunté mirando al Despard y luego al hombre que le había hablado. En verdad intentaba entender cómo de una mañana extraña con un sin rostro siguiéndome, quizás por mi ascendencia demoníaca, a terminar con dos hombres en mi departamento, uno buscando a su amiga desaparecida y manejando la magia de manera rudimentaria, según su expresar y el otro, bueno, el otro ya no sabía quién era ni qué buscaba al haberse chocado con nosotros. Quizás ahora menos que nunca estábamos a salvo. —¿Para quién trabajas? —gruñí molesta tratando de recordar todo el entrenamiento que había recibido.
  19. FORMULARIO: Nick del usuario: Veronica Prince Rambaldi Id: 80580 Link a la bóveda del usuario: https://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=98860 Galeones a depositar: 6752
  20. Intentando ubicarme en este nuevo mundo.

  21. Me había parecido oír fuera un grito, pero no pude profundizar demasiado en ello ya que unos rápidos pasos se dejaron oír y la voz de Agatha llenó el ambiente con un grito de felicidad. Mi ojimiel mirada se desvió hacia ella y de nuevo hacia el hombre en el sillón a quien ella abrazaba en ese momento. Respiré profundo, intentando asimilar la idea, le había dicho papá. En Navidad apenas habíamos podido compartir un tiempo juntas, yo había llegado tarde y luego todo se había descontrolado. Me mantuve en silencio, sin poder evitarlo, sonreí cuando Agatha me llamó hermanita, yo tampoco era más una niña, sonreí y di un paso acercándome a ellos, no sin cierta timidez. Había sido una hija ausente en cierta forma. —Lo es —dije esbozando una sonrisa ante su comentario y pregunta, clavando mi mirada en él, no habíamos tenido la oportunidad de tratarnos demasiado el último tiempo, o más bien mi última vida. Agatha además de preguntarle a nuestro padre sobre qué había hecho el último tiempo, le contaba sobre sus excelentes notas en Hogwarts, no pude evitar sonreír orgullosa, era algo de familia en realidad. Sonreí por lo del hipogrifo, de hecho ni yo estaba aún capacitada y de hecho ni galeones tenía actualmente para ello. Si no lograba cobrar lo que me debían u obtenía un nuevo trabajo no podría hacer nada, pero no estaba aquí por ello. Bueno, la razón por la que había venido había pasado a segundo plano, en parte por la presencia de mi padre y en parte por el grito que había escuchado que aún daba vueltas en mi cabeza.
  22. La puerta cedió ante mi primer intento, parecía que mi madre había dejado instrucciones para que pudiera ingresar al hogar. Eso era bueno, aunque yo fuera una desaparecida total. Seguí con la mirada un movimiento hacia la cocina y dio un suave silbido, poco femenino pero aprendido de mi compañero de departamento. —¿Puedes traerme una taza de chocolate caliente y unas masas por favor? —dije a la elfina que se alejaba hacia la cocina y me respondió con un gesto asustado asintiendo. ¿Qué le ocurría? Me pregunté y encogí mis hombros cuando el sonido de una voz llegó hasta mis oídos haciéndome girar hacia la sala cercana de dónde provenía. Me detuve en la entrada de la misma observándole con curiosidad. Se trataba de un hombre algo mayor y elegante, sonreí y negué, aunque últimamente había conocido a mucha gente nueva y como reportera me había cruzado con más gente de la que recordaba, no hubiera olvidado su porte. —Buenas tardes caballero, igualmente y muchas gracias. Aunque no niego me sorprende, no recuerdo que tuviéramos la suerte de cruzarnos y solo estoy aquí por mi madre, hace algunos días no sé nada de ella, bueno —hice una pausa pensativa —a decir verdad fui yo la que me alejé luego de la fiesta de navidad, en un intento de recuperar mi trabajo —mencioné, para luego darme cuenta de un pequeño detalle que se me había escapado. Di unos pasos hacia él, sin quitarme aún el abrigo, guardé mis guantes en el bolsillo y extendí mi mano hacia el desconocido. —Verónica Prince Rambaldi, hija de Lady. Interiormente pensaba: o más bien de su sangre demoníaca, ese es el puente que nos unía, nuestros demonios interiores eran madre e hija, por eso nosotras lo éramos también, aunque no lográbamos terminar de unir nuestras vidas por la misma senda. ------------ off: Hola @@Eterno Black Triviani perdón, con todo éste lío no pasé a leer y te has comido una n en mi apellido así que no me había llegado tu mención. Un gusto ^^
  23. Londres, Oficina de United King Today -cuando el día va llegando a su fin- Escuchar al mago siendo así de sincero me preocupó, yo sí había sido instruída formalmente en la magia, es verdad que tras dejar Hogwarts, me había dedicado más a enseñar idiomas, aunque sí había aprendido a lidiar con los encantamientos, maldiciones y la defensa contra las artes oscuras. Eso sí, no había podido desarrollar ninguna habilidad ni me había tomado el tiempo para adquirir y cursar los libros. De hecho, mi situación económica actual me hacía aún más pobre que Harry Potter en el armario bajo la escalera. El planteo de Rory tenía su lógica, sin embargo blandí mi varita e hice una rápida floritura con ella. Un cisne blanco comenzó a volar sobre nuestras cabezas tras que de la punta de mi varita unos hilos plateados se conjugaron como tejiéndose para formar la figura de la criatura. —Expecto Patronum —había pronunciado para luego de aparecer la criatura agregar —crees que mi alma realmente no está corrompida —clavé mi ojimiel mirada en los azules ojos de él, esperando una respuesta, que no sabía si llegaría. El ave voló inquieta hasta posarse sobre el alfeizar de la ventana mientras el pelirrojo invocaba su propio patronus, un buey, interesante, pensé al ver al animal de carga, sin embargo el inexperto mago me parecía mucho más decidido que un simple laborante. La inquietud del mago me hizo levantar la vista y sacudí la cabeza. —Es relativamente seguro, pero dudo soporte un ataque, deberíamos ir a otra parte —señalé hacia el joven mudo —pero ¿con él qué hacemos? —a estas alturas ya no sabía si él no era un Caballo de Troya. —He levantado los mejores hechizos que conozco Señor Despard, pero si vamos a un lugar más seguro, creo que será lo mejor —dije comenzando a sentir la inquietud en mi propio ser demoníaco. —Pero vamos atrás, —dije apresurándome y tomando la mano del mago que había llegado con nosotros —no sé quién eres pero te haré arrepentir lo que te quede de vida si nos traicionas —le susurré mientras le arrastraba hacia la que hacía funciones de mi oficina —vamos —le dije al Despard, señalándole la puerta que había en el rincón más alejado de la oficina. —Esta puerta mágica nos llevará a mi departamento en el centro de Londres —dije mientras le hacía unas suaves cosquillas bajo su aldaba y en sirenio le daba la contraseña mágica para ingresar lo que permitió abriera la puerta y empujara al joven desconocido [@@Adrian Wild] para girarme luego a jalar hacia el interior a @@Rory Despard. En mi departamento en Londres, casi en los suburbios al otro lado de la ciudad. Traspasé segundos después la puerta cerrándola tras de mí sin enterarme que un fuego compacto iría minutos después a estrellarse contra el edificio en que estaba mi oficina. Ya en mi departamento había empujado hacia la sala a ambos hombres tras abrir la puerta que hacía juego con la de mi oficina. —Bien, ya estamos aquí, no es el lugar más seguro del mundo, pero desde aquí podemos ir a donde sea, luego que él nos diga quién demonios es y qué está pasando —agregué apuntando una vez más contra el silencioso desconocido. @@Adrian Wild @@Rory Despard

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