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Adrian Wild

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Todo lo publicado por Adrian Wild

  1. Ficha para indicar que se terminó una Mazmorra: Participantes: Nick 1: Adrian Wild Link al perfil: http://www.harrylati...11-adrian-wild/ Nivel del Personaje: 17 Link a la ficha: http://www.harrylati...de-adrian-wild/ Link a la bóveda: http://www.harrylati...de-adrian-wild/ Mazmorra: Título de la Mazmorra: La Torre del Dragón Link al Topic abierto para realizar la Mazmorra: http://www.harrylati...rre-del-dragon/ Resultado post 10 (último dado): 8
  2. Resultado del dado: 2 Lo que coronaba la última puerta eran runas. Y la interpretación que extraje de su combinación no me gustó nada. Todo apuntaba a una sala de una gran peligrosidad, puede que incluso mortal. Aunque las otras también podían haberlo sido, de no resolver adecuadamente los acertijos de sus puertas. Me volví consciente de mi respiración, tratando de descifrar mi estado físico y mental. Estaba todo bajo control; sabía que podría con cualquier cosa que me encontrase al otro lado. Mis alarmas saltaron cuando descubrí con bastante celeridad el sistema de apertura de aquella oscura puerta de mármol. No podía haber sido tan sencillo como desear con toda mi voluntad que se abriera. Pero así fue. Mantuve mi varita en ristre, abriendo bien mis ojos para observar cualquier movimiento dentro de la estancia, pero estos se toparon con una densa oscuridad. Avancé sigiloso hasta el marco de la puerta completamente abierta, donde volví a pararme. Revisé mis espaldas y, una vez hube comprobado que nada subía por las escaleras, volví a fijar la vista al frente, tratando de apreciar algo. Agudicé el oído. Podía escuchar una especie de aire circulando por la habitación, como... Una respiración. — Lumos —murmuré instintivamente al notar movimiento. Al principio casi no pude diferenciar más que el reflejo de la luz de mi varita en una superficie tan blanca como la nieve, pero enseguida me di cuenta de que apuntaba directamente a un enorme iris multicolor. La criatura parpadeó, molesta por la luz que parecía haberla despertado de su sueño y pronto se alzó en aquel espacio que, a juzgar por la torpeza de movimientos de aquel animal, no debía ser mucho más grande que él. — Pues no, no es una broma. El dragón, cuyas escamas brillaron a la luz de unas esferas que aparecieron, levitando por toda la sala, gruñó sin perderme de vista. Aparentemente no iba a iniciar ningún tipo de ataque, pero no podía esperar a que lo hiciera. Sin embargo, aproveché aquel momento de tregua para mirar por todos los rincones visibles de la sala, en busca de más posibles páginas o de alguna posible distracción para la criatura. No vi nada de aquello, aunque el voluminoso cuerpo del dragón tampoco permitía demasiado espacio para la vista. — Avis —conjuré apuntando con mi varita hacia una esquina del techo. Los pequeños pajarillos salieron despedidos hacia allí, atravesando el campo de esferas luminosas, pero su vuelo no duró mucho. Una fuerte llamarada escarlata los atrapó y cayeron sobre el espacio que mi cuerpo había dejado vacío para meterse entre las patas del tremendo animal, aprovechando el despiste. Con aquel rápido desplazamiento había logrado ver un cuarto más de la habitación, pero también me acarreó un buen rasguño propinado con una de sus zarpas. Me alejé de sus patas traseras y apunté al suelo debajo de cada una de ellas para hundirlo con un par de "Deprimo". Conseguí que cada pata se colara en el hueco formado en el suelo de la habitación, limitando así sus movimientos. Tuve que agacharme al ver que de sus fauces volvía a salir una gran llamarada que caldeó el ambiente y, por mi falta de rapidez y la falta de espacio, quemó parte de mi brazo anteriormente rasguñado. Apreté los dientes conteniendo el grito y rodeé al Opaleye de las Antípodas, poniéndome a su espalda. Casi no podía girarse a mirarme, con su cuerpo apoyado sobre el suelo y sus patas aprisionadas en los agujeros. — ¡Aquí no hay nada! —chillé al comprobar que el resto de la sala estaba vacía. Pero entonces, ¿qué protegía aquel dragón? ¿Acaso había fallado al abrir la última puerta? Fuera como fuese, tenía que salir de allí sin ser completamente chamuscado. Aproveché para aplicarme un rápido "Episkey" en aquel momento en el que el dragón intentaba desatorarse con enérgicos impulsos, ya que no podía extender casi sus alas en tan reducido espacio para poder volar. La quemadura me rabiaba, pero en cuanto escapara de allí podría tomarme el Remedio para Quemaduras que tenía en mi monedero de piel de Moke. Debía actuar rápido y con seguridad. Miré la luz que alumbraba el marco de la puerta abierta y luego, al hocico del dragón que gruñía, luchaba por girarse y lanzaba llamaradas al techo, explotando algunas de las esferas de luz. Esperé a que girase la cabeza de nuevo hacia mí y, antes de que pudiera mostrar sus temibles dientes, grité: — ¡Incárcerus! Tres robustas cuerdas se amarraron alrededor de su hocico, momento en el que corrí de nuevo por debajo de sus patas delanteras y salí sin mirar atrás de la habitación. — Glisseo —conjuré apuntando a la escalera. Los escalones se alisaron, pasando a formar una rampa en caracol por la que me deslicé hasta toparme de nuevo con la puerta de entrada a la torre. La torre de aquel Opaleye de las Antípodas. Chasqueé mi lengua tras beber un trago del Remedio para las Quemaduras y salí de nuevo a cobijarme en la torrencial tormenta de fuera. Sí, cobijarme. La oscuridad de la noche y aquella lluvia intensa eran mucho más seguras que el interior de la torre. — Maldición Adrian... —me reproché—. Ya les puede bastar con tres páginas recuperadas.
  3. Adrian Wild

    Libro del Druida

    Por lo general, la gente no asociaba las palabras "desierto" y "frío". Por suerte, yo sabía que aquello no era un error común únicamente evidenciado por la situación presente en la que me encontraba, con los pies sobre aquel paraje en el que el Guerrero Uzza me había citado, sino que, de por sí, había experimentado anteriormente en carne propia que al caer la noche, las temperaturas de los desiertos descendían considerablemente, incluso a cifras bajo cero. El desierto de Dungeness estaba helado. Podría decir que mi propio conocimiento de aquellos datos de los desiertos era lo que me había hecho aprovisionarme y llevar puesta una amplia y gruesa chaqueta de piel sintética de color tierra, pantalones ceñidos y botas negras, pero en realidad, no había pensado que en aquel desierto al suroeste de Gran Bretaña fuera a encontrar una temperatura baja, sino que había acudido tal y como hubiera ido a cualquier punto de Londres. Por suerte, aquello incluía la ropa abrigada, aunque, quitando el aire que parecía levantarse por momentos, no sentía casi el frío; era lo suficientemente resitente a este como para que me bastase con aquella chaqueta gruesa. De cualquier forma, y comprobando que todavía quedaban diez minutos para las doce, paré un momento en mitad de aquel territorio desolado para otear a lo lejos y, de paso, aspirar un poco del Polen de Lirios de Fuego que tenía guardado en el monedero de piel de Moke. Había leído previamente en el Libro del Druida que aquello era bueno para proteger los órganos internos y agudizar los sentidos del olfato y el tacto en relación con las fuentes de calor más próximas, así que supuse que era conveniente empezar a probar los efectos de los poderes y artilugios que aquel libro me ofrecía. Tras guardar de nuevo el frasquito, que había decidido no colgarme en vistas a lo que ya ocupaban algunos de los otros amuletos en mi colgante, giré sobre mí mismo forzando un poco más la vista, hasta que divisé un punto oscuro entre las corrientes de aire que levantaban la tierra y dificultaban la vista. A pesar de que aquel bulto parecía no moverse, estaba demasiado próximo al suelo y demasiado en medio de la nada como para que no fuera el maestro guerrero. Encaminé mis pasos hacia allí y, según me acercaba, me fui cerciorando de que aquel era Badru. Revisé el reloj de pulsera cuando apenas me faltaban unos pasos para llegar hasta donde el hombre esperaba en posición meditatoria. Las doce en punto. Casi no pude creerlo. Al llegar a su altura, me mantuve unos segundos en silencio, por cortesía y respeto a lo que pudiera estar haciendo. Una nueva ráfaga de aire nos envolvió. Contemplé su azabache trenza y sus pies descalzos. «A la mínima oportunidad, me descalzo también», pensé. Y entonces, pacientemente, me senté frente a él, y cerré los ojos, acompañándole.
  4. Resultado del dado: 1 Lo que vi al llegar frente a la tercera puerta me sorprendió. De lejos podría identificarse como una puerta de madera con muchos relieves y algunos pequeños bulbos de color púrpura, pero de cerca lo que se veía era un entramado de ramas de las que sobresalían pequeños brotes con capullos de una especie de flor, completamente cerrada sobre sí misma, que parecían palpitar. Aquella puerta estaba viva. Y si algo sabía de herbología, era que los colores vivos de las flores en las plantas muchas veces escondían un perfecto sistema de defensa, pues con ellos atraían a los insectos para después poder atacarlos. Aquello no presagiaba nada bueno. Tenía que neutralizar aquella puerta antes de intentar abrirla. Hice un repaso en mi cabeza de todos los agentes que podían conseguir que neutralizara cualquiera que fuese el efecto de aquellas flores. Y por supuesto, había pensado directamente en neutralizar y no matar, pues si mataba aquella planta probablemente las consecuencias fueran aún peores o quizá esa puerta jamás pudiera volverse a abrir. Pensé también en todo lo que había metido en mi monedero de piel de Moke mientras examinaba con cuidado todas aquellas ramas y las florecillas. Podía casi percibir el movimiento vital dentro de todo aquel entramado. — Cómo freno lo que me podáis hacer sin destruiros por completo... —murmuré, concentrado, alumbrando con mi varita todos los recovecos—. Y qué es lo que me haríais si no lo hiciera... Entonces lo vi. El símbolo de aquella puerta. Esta vez sí me dio una pista. Veneno. Estaba tremendamente oculto, inscrito en una de las ramas. Así que aquello era: aquellas flores desprenderían veneno, posiblemente por el otro lado de la puerta, para matar casi instantáneamente a quién la atravesara sin haber evitado que las flores lo excretasen. Después de varios minutos pensando diferentes alternativas y rebuscando en el monedero, di con una poción ralentizante y recordé una maldición para sumir a cualquier organismo vivo en un profundo sueño. Debía servir, y si no, siempre podría entrar con un casco-burbuja. Me apresuré en mis acciones. Apliqué cuidadosamente la poción por toda la puerta y después conjuré la maldición. En principio, había surtido efecto. Respiré hondo y, por si acaso, contuve la respiración mientras abría la puerta tirando de una de las ramas hacia abajo. No pareció ocurrir nada. Corrí dentro de la habitación y vi que toda ella estaba cubierta por aquel mismo entramado, como si la puerta no fuera nada más que la conexión de toda una valla que recubría suelo, paredes y techo. Las flores no se abrieron y el pulso vital que había percibido antes ahora parecía estar... Sosegado. Me di prisa en buscar las posibles páginas del libro de Albus Dumbledore escondidas en aquella sala y, por suerte, un sutil brillo me indicó su paradero. Estaban metidas en un cofre de oro, escondido entre la maleza. Lo tomé entre mis manos y salí de la habitación. Esta vez la puerta se cerró tras de mí sin problema. — Pues no está siendo tan difícil —dije con una risa un poco nerviosa y a pesar de la gota de sudor que descendía por mi sien. Empezaba a creer que todo aquello era una tomadura de pelo o una especie de prueba psicológica. Pero debía continuar. Comprobé que el cofre cabía dentro de mi monedero y aproveché para guardar ahí todas las páginas recuperadas. Después, continué mi ascenso hasta lo que parecía el final de la escalera. Quedaba una última puerta. Si la cosa no se complicaba ahora, sí que pensaría que aquello era una broma.
  5. Resultado del dado: 1 Era una puerta de hierro. Esta tenía cuatro símbolos, cuatro triángulos que reconocí al instante. Eran los símbolos alquímicos correspondientes a los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego. Sin embargo, el del fuego predominaba sobre los otros, en la parte norte de la cruz que formaban, y parecía tener un color muy apagado, rojizo. Como la otra puerta, esta no tenía cerradura, pero sí una aldaba justo en su centro, por debajo de los símbolos. La agarré para hacer una primera comprobación y corroborar que no se movía hacia ningún lado, ni giraba. Busqué marcas como en la puerta anterior, pero no encontré nada más que la lisa plancha metálica. Era un hierro rudo, pero sin ningún tipo de deformidad o relieve. Con la varita todavía en la mano, deslicé su punta por toda la superficie de la puerta y conjuré algunos encantamientos que permitiesen revelar mensajes ocultos. No ocurrió nada. — A lo mejor... Una idea, tan simple que me pareció absurda, se formó en mi mente. Si era una puerta de los elementos, quizá reaccionaba a estos. Lancé un hechizo para invocar un puñado de tierra, pero no ocurrió nada. Volví a conjurar el encantamiento que había usado para secarme al entrar en la torre, invocando aquella fuente de aire caliente. Tampoco ocurrió nada. — Bueno, pues... Aguamenti. En cuanto el chorro de agua impactó en la superficie de hierro, el color ocre del símbolo de fuego desapareció, quedando este como el resto, completamente gris. No sonó ningún chasquido, pero la aldaba se elevó sutilmente. Al agarrarla, fue ella la que tiró de mi mano, empujando la puerta, que se abrió hacia dentro, conmigo a rastras. A pesar del calor que sentí al entrar, la habitación goteaba. En el centro había un pedestal cubierto por una campana de cristal. Y dentro, una hoja amarillenta. Había encontrado otra de las páginas perdidas. Me adelanté con cuidado por si toda esa calma formaba parte de una trampa, pero pude llegar hasta la campana y, al levantarla para coger la hoja... No ocurrió nada. Igual que había hecho anteriormente, salí de la habitación apresurado e intenté cerrar la puerta, pero esta no se movió; la aldaba tenía el control. Guardé junto a la otra página la nueva y seguí mi ascenso hasta toparme con la siguiente puerta. Ojalá volviera a dar en el clavo.
  6. Resultado del dado: 1 Eran los surcos que había en la madera nada pulida de la parte baja de la puerta. Había tardado un buen rato en encontrar alguna conexión entre todos los elementos que podían ser susceptibles de conformar un mecanismo de apertura. Aquella puerta parecía haber sido construida con maderas de diferentes árboles, poseía tonos tan dispares y tantas líneas que apenas me había fijado que la zona de abajo a la derecha era una especie de corteza envejecida con surcos por los que podía pasar la punta de mi varita. Y al hacerlo, se iluminaban sutilmente. Ahora sólo debía encontrar la combinación correcta, pero debía tener cuidado, pues quizá si fallaba un número determinado de veces, el resultado podía ser catastrófico. Volví a mirar el símbolo que coronaba la puerta. No parecía dar ninguna pista respecto a la apertura. Tampoco parecía una runa. Pensé varias opciones, y quizá la que más me convencía era un símbolo que alguna vez había visto en algún libro referido a las criaturas mágicas, pero no estaba muy seguro. De cualquier forma, no cuadraba con los surcos del sistema de apertura. Revisé motas, líneas, marcas a lo largo y ancho de la puerta. Y entonces, decidí probar una combinación. Sonó un chasquido y la puerta se entreabrió. — Bendita intuición. En realidad, de alguna forma, mi cabeza había establecido una conexión entre algunas de las marcas de la puerta que coincidían con un dibujo fácilmente reproducible en los surcos. Pero por otra parte, lo había considerado una majadería. Una majadería que había dado resultado. Me sentí como si hubiera tenido suerte en una tirada de azar. Entré cauteloso en la habitación, tenuemente iluminada e igual de silenciosa que las escaleras. Estaba vacía. Completamente vacía. «No puede ser», maldije caminando hasta el centro de la cuadrada sala, mirando a todas partes, al vacío. Una ventana muy pequeña daba vistas a las copas de los árboles del bosque circundante. Caminé hacia ella, y entonces sentí bajo mis pies que la baldosa de piedra del suelo se movió. Me arrodillé y la levanté. Allí estaba, la primera página perdida. La guardé todavía con la vista pendiente alrededor y, en cuanto estuvo a buen recaudo en mi monedero de piel de Moke, salí apresuradamente de la habitación, tirando de la puerta tras de mí para que volviese a cerrarse, aunque no pareció bloquearse. No perdí tiempo en aquello, confiaba en que nada saliera de la habitación, así que seguí subiendo hasta toparme con la siguiente puerta. Otro símbolo. Otra puerta, completamente diferente a la anterior. Otro acertijo.
  7. Hacía mucho tiempo que había decidido que, si iba a vivir durante siglos y siglos, no me quedaría en la tranquilidad del hogar. En realidad, decidí no tener nunca un hogar fijo, y aunque aquello era más un ideal que una realidad, había logrado mantenerme en tal actividad transitoria que ninguno de los lugares que podía llamar "hogar" me había hecho sentir que formaba parte de él plenamente. Siempre había una aventura nueva, un trabajo nuevo, un contacto nuevo, un encargo nuevo... Un viaje nuevo. Y así fue como un amigo de Washington me había dicho que un amigo suyo neoyorkino que trabajaba en el MACUSA necesitaba a alguien con la suficiente experiencia en investigaciones de campo para recuperar unos documentos en Papúa Nueva Guinea. «Pero mis "investigaciones de campo" suelen ser más referidas a motivos diplomáticos, ¿lo sabes, no?», le había dicho cuando me hubo explicado algunos de los pormenores de la misión. «Ah, ¿y las páginas del libro de investigaciones de uno de los más grandes magos de la historia, que aumentaría el reconocimiento de sus grandes méritos y abriría las puertas a un posible acuerdo entre el MACUSA y el Ministerio de Magia británico para compartir en sus museos este documento histórico, no es lo suficientemente diplomático para ti, Wild?». Por supuesto, lo único que pude hacer ante aquella respuesta fue callar y sólo nos quedó ponernos manos a la obra. De modo que allí estaba, a los pies de aquella alta torre cuyo pequeño, casi diminuto hall, me recibió con un poco más de dulzura que lo que lo había hecho la tormenta que había fuera y que me había empapado por completo. Me aparté el pelo mojado de la cara y saqué como pude de entre la larga capa de viaje a Dror, mi varita, que había guardado en el estrechísimo bolsillo semioculto lateral del pantalón, ahora pegado totalmente a mis piernas. Con un complicado movimiento logré que un fuerte aire caliente saliera de ella y dediqué unos minutos a secarme por completo, haciendo desaparecer mi capa para quedarme únicamente con el pantalón y la camiseta de manga corta negra cubriendo mi cuerpo. No, esta vez no iba descalzo, también llevaba mi par de botas negras. — Pues ya hemos llegado —me dije a mí mismo, rompiendo el más absoluto silencio que me rodeaba. Aquello me sorprendió. ¿Cómo era posible que no se escuchara ni un sólo silbido del fuerte rugido de la tormenta de fuera? Definitivamente, aquella torre tenía demasiado escondido, y por tanto, demasiado que revelar. Entonces me di cuenta que al igual que el silencio, la oscuridad invadía también todo y mi percepción del recibidor había sido gracias a la poca luz que había entrado al abrir la puerta minutos antes. — Lumos —conjuré. Justo delante de mí comenzaba ya una escalera ascendente en espiral. De haber dado un paso más, me hubiera tropezado con el primer escalón. A un lado, vi una antorcha. Aquello facilitaría las cosas, así que apagué la luz de mi varita y, todavía apuntando a la antorcha, la iluminé con un sutil Incendio. Sin embargo, no sólo se prendió aquella, sino que todas las que alumbraban el camino de ascenso por la escalera se fueron encendiendo sucesivamente. No me demoré más, no podía dejar que el tiempo pasara en balde. Comencé a subir y vi, tras pasar dos antorchas, una puerta de madera que parecía contar con un buen grosor. Tenía un símbolo en la parte alta, y no tenía pomo. Aquel era el primer misterio a resolver.
  8. Sets Fabricados Nombre Set Objeto Fabricado 1 Objeto Fabricado 2
  9. Ingredientes y Reliquias Disponibles Ingredientes Normales: Nombre: Cantidad: Ingredientes de rareza media: Nombre: Cantidad: Ingredientes raros: Nombre: Cantidad: Reliquias: Nombre: Cantidad:
  10. ¡Holi! :3 No sé muy bien si es duda tonta o no, pero bueno, más tonto sería no hacerla xD En las mazmorras de bandos, ¿no se puede participar como neutral descarriado? jajajaja Es decir, ¿no puede meterse un "neutral como apoyo a X bando", no? Imagino que no porque entonces esto sería una fiesta, un día con un bando otro con el otro, pero al ser un poco sistema para conseguir ingredientes y como algo un poco "aparte" (entre muchas comillas) del juego de bandos como historia de personajes, pues me ha surgido la duda. Entiendo que lo de los ingredientes estará revisado para que aun sin pertenecer a bandos, puedas conseguir todos los ingredientes en las mazmorras que no lo son, no lo he revisado la verdad ^-^' Gracias de antemano. Pasad muy buen día y que tengáis una noche estupenda ^-^ Edito porque: Acabo de ver que las de bandos son 1/3 de las que hay, así que evidentemente esto será así, sorry. Igualmente, la duda de si es posible participar por si quisiera meterme en las de asedio se mantiene
  11. Los pasillos del Colegio Ilvermorny de Magia y Hechicería estaban todo lo vacíos que cabía esperar en aquellas fechas, pero no tanto como deberían. Era una suerte que el gobierno mágico norteamericano hubiera creado, junto al equipo directivo de su principal escuela mágica, un proyecto de investigación que permitiera albergar en sus terrenos laboratorios personales para magos y brujas de todas partes del mundo. Habían dado luz verde justo para finales de año, de forma que los interesados pudiésemos mandar las solicitudes para construir o apropiarnos de los laboratorios ya creados durante las vacaciones de invierno, evitando de esta manera mezclar la actividad normal del período lectivo con la integración del proyecto de laboratorios, que traería a numerosos e internacionales desconocidos al espacio académico. Así, en mi camino a lo que sería mi propio laboratorio de fabricación, me crucé en numerosas ocasiones con magos y brujas de todas las nacionalidades, además de con alguna que otra mirada curiosa de los alumnos y alumnas que habían decidido pasar sus vacaciones entre los cálidos muros del castillo. Seguía los pasos de Ariadna, una de las coordinadoras del proyecto que residiría desde ese momento allí, proveyendo y controlando todo lo necesario para los investigadores. Esta me iba indicando el camino más rápido para llegar a mi destino, enseñándome pasadizos y trucos, casi como si fuera el hilo que su homónima le brindó a Teseo para saber por qué camino regresar en su incursión al laberinto del Minotauro. — Al parecer las zonas más elevadas del castillo han sido bastante solicitadas —comentó la mujer de cabellos azabaches—, pero hemos conseguido un espacio en la torre más alta. Apenas coincidirás con gente en esa zona y podrás asegurar la entrada a las escaleras que dan al laboratorio como creas conveniente. Asentí aun sabiendo que no me vería, puesto que me mantenía ligeramente por detrás y ella no había girado la cabeza para mirarme. Me centré en el recorrido y en menos de lo que esperaba, estábamos frente a unas escaleras de caracol tras un arco en la pared. No eran muy largas; apenas daban media vuelta hasta llegar a una puerta con símbolos en algunas de las piedras de su marco. — Hemos adecuado todo según lo solicitaste, pero cualquier cambio dentro de la sala puedes hacerlo sin ningún tipo de permiso; es todo tuyo —me informó mientras subía los primeros escalones—. Eso sí, si haces cambios en la forma de la planta de la habitación infórmanos para registrarlo. Había terminado de decir aquello ya parada en el último escalón, que se extendía como un pequeño rellano frente a la puerta, y acto seguido tocó la madera pulida de esta con la varita y la abrió. — No hemos activado ningún sistema de cierre y apertura determinado, te lo dejamos a ti también —Agradecí la confianza y su trato cercano—. Pero de eso sí debes informarme cuando termines, para avisar al personal de seguridad que se encargará de tener registrados todos los accesos por si necesitara utilizarlos en caso de emergencia —Esto lo dijo dándose la vuelta para mirarme de frente y terminó haciéndose a un lado, indicándome que entrara primero—. Adelante. Lo primero que llamó mi atención y uno de los requisitos que había marcado como indispensables en mi solicitud fue el gran ventanal que cubría toda la pared del fondo, delimitado por un armario a su derecha y unas escaleras de madera a su izquierda, que subían hasta un ancho balcón que cubría toda la parte superior, creando un segundo piso con forma de una especie de corrala alrededor de toda la habitación. Tras la barandilla, hecha de la misma madera labrada de la escalera y el suelo de aquel balcón, había estanterías repletas de algunos de los libros que había enviado la semana anterior para que fueran ya colocados. En un espacio que había entre estanterías se podía apreciar un hueco con una ventana, debajo de la cual había un pequeño sofá empotrado, una mesa circular y dos sillas, conformando un pequeño rinconcito. Al avanzar, mis pies pisaron una gran alfombra oscura que cubría el centro del suelo de madera, donde había colocado un mueble circular de mi altura con repisas y puertas de cristal, repleto de frascos vacíos de distintos tamaños. A los laterales, pegadas a la pared, había un par de mesas con diferentes instrumentos de elaboración y objetos. Sobre ellas, un par de anaqueles con algunos recipientes y material. Me hallaba contemplando los cristales de la lámpara colgada en el centro del alto techo cuando Ariadna, con un toque de varita, hizo descender por el ventanal una densa cortinilla que tapó la luz solar que inundaba todo el espacio y sumió el laboratorio en una completa oscuridad, hasta que, con otro toque, la lámpara central y varias luces cálidas colocadas todo alrededor bajo el suelo del balcón iluminaron la estancia. — Perfecto —dije quitándome la capa de viaje y colgándola sobre uno de los brazos del perchero de madera que salían como ramas de un árbol de él. Estiré la tela de mi chaleco y Ariadna movió de nuevo su varita. Las luces se apagaron y la cortinilla se elevó, permitiendo que la claridad del día volviera a ser la principal fuente de luz. — Cualquier cosa que necesites, puedes enviarme un mensaje al despacho 708, en el ala oeste. Puedes dárselo a un elfo, él lo traerá. Cualquier otro día me podrás encontrar fácilmente ahí, pero hoy tengo que seguir ayudando a los nuevos ingresos. — Tranquila. Gracias. Y tras aquellas palabras, la mujer asintió y salió del laboratorio, dejándome libre para instalarme a gusto. Lo primero era lo primero: debía sellar la puerta y establecería algunas protecciones en el tramo de escaleras para evitar que cualquier alumno despistado o malintencionado pudiera siquiera subir hasta la puerta. Al salir de la habitación, observé de nuevo los símbolos grabados en las piedras del marco. Podrían parecer runas, pero no lo eran. Eran símbolos alquímicos. Sería fácil establecer relaciones entre ellos y conectarlos para crear un sello; eran suficientes como para que las combinaciones fueran muchísimas, pero además, podía crear un encantamiento de comprobación de varita, de manera que sólo las varitas permitidas pudieran activarlos. Así lo haría, y después, terminaría de organizar dentro antes de deleitarme con las vistas del bosque que tenía desde allí arriba. — Manos a la obra. Índice a Sets de Fabricación
  12. Derecho a cupones: Nick: Adrian Wild Link al perfil: 83911 Compra en Magic Mall - 160 P ( 160 cupones) Total de cupones: 160 cupones ---------------------- ¿Así, no? Espero que esté bien :3
  13. ID: 83911 Nick: Adrian Wild Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Nº 107285 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Nº 78776 Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): -- Fecha: 2020-12-31 Llave utilizada: Llave de Ravenclaw Objeto (Grimorio, Ford Anglia o Huevo de Dragón): Grimorio de Ravenclaw Puntos por unidad: 160 P Precio: 8000 G Precio Total: 8000 G Total de puntos: 160 P
  14. El Buque de las Sombras 27 de noviembre Aquel sombrío ser me preguntó que a qué temía. No me había parado siquiera a pensar en aquello. ¿A qué se le teme cuando se está sumido en una batalla prácticamente personal, con la adrenalina a flor de piel casi todo el rato? No le temía a nada en aquellos momentos, y le temía a todo. A ganar. A perder. A que todo fuera en balde. Pero no podía confiar así como así en una criatura que no había visto en mi larga vida y que parecía basar su existencia en tratos llenos de artimañas. — Sólo necesito salir de aquí sin ser visto hasta volver a estar a salvo. No revelaría más, no por el momento. Si de verdad aquella criatura podía ayudarme con aquello, dejaría que me detallara el cómo y luego decidiría si confiar a no en ella. Sin embargo, aquella sombra se desvaneció, como me había dado a entender con sus últimas palabras. — Sin Rostro —llamé, extrañado. No conocía la naturaleza de aquel ser, así que no sabía si era normal que desapareciese sin más y tuviera que llamarle de nuevo, o si simplemente se había vuelto a ocultar entre las sombras, las cuales traté de desmenuzar con mi mirada. Siguiera o no, era hora de comenzar a preparar una bolsa con las cosas que necesitaría para mi viaje. Debía asegurarme que la información había llegado a Londres. «No te vayas sin avisar a Golliver», mi mente traicionó mi intención. Pero tenía razón. No podía perder su confianza, por mucho que se opusiera. «Maldición», pensé, metiendo un recambio de ropa en la bolsa que cuyo interior había extendido mágicamente, sin dejar de echar algún que otro vistazo a la sombra por si el ser "sin rostro" regresaba.
  15. Vale, dejo una dudita por aquí, que creo que es donde corresponde. Según he entendido, al obtener ingredientes para la fabricación de Sets, estos se anotan directamente en el registro de ingredientes de tu laboratorio de fabricación de sets, por lo que no se debería hacer ninguna mazmorra que de como premios ingredientes si todavía no se ha abierto un laboratorio, ¿no? Es decir, si hago una mazmorra que me de 5 tipos de ingredientes pero no tengo laboratorio abierto, ¿perdería ese premio o se queda registrado en alguna parte para cuando lo abra? Grazie mille ^-^
  16. Ficha para indicar que se comenzó una Mazmorra: Participantes: Nick 1: Adrian Wild Link al perfil: http://www.harrylatino.org/user/83911-adrian-wild/ Nivel del Personaje: 17 Link a la ficha: http://www.harrylatino.org/topic/78654-ficha-de-adrian-wild/ Link a la bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/78776-boveda-de-adrian-wild/ Mazmorra: Título de la Mazmorra: La Torre del Dragón Link al Topic abierto para realizar la Mazmorra: http://www.harrylatino.org/topic/114832-la-torre-del-dragon/
  17. Mazmorra: Torre del Dragón Nivel mínimo: 2 Participantes: Máximo 1 (modalidad individual) Repeticiones: Una vez por semana (los roles tienen que ser diferentes, no se admiten copias) Experiencia: Por cada vez que se realice completa da 1 punto en el apartado de Mazmorras. En 1897 Albus Dumbledore fue reconocido con el Premio Barnabus Finkley de Hechizos Excepcionales. Por entonces, era un destacado alumno de Hogwarts, íntimo amigo de Elphias Doge. Desconocemos qué hechizo inventó Albus Dumbledore que le hizo acreedor de tan notoria distinción a tan temprana edad. Lo que sí sabemos es que el antiguo Director de Hogwarts fue alguien de extraordinario poder mágico, con una mente muy brillante. Sin duda alguna, no todos los hechizos que inventó a lo largo de su vida, trascendieron a la opinión pública. Después de graduarse de Hogwarts, en junio de 1899, Dumbledore iba a realizar el tradicional "Gran Viaje" alrededor del mundo con su amigo Elphias Doge. No obstante, la muerte de su madre, Kendra Dumbledore, la víspera del viaje, por causa de una explosión de la incontrolable magia de Ariana, impidió tal propósito. Doge marchó sólo a aquel viaje, pero su rumorea que llevaba consigo un libro escrito por Albus Dumbledore, con todas sus investigaciones durante sus años en Hogwarts. Lamentablemente, Elphias perdió aquel libro en Papúa Nueva Guinea, en circunstancias muy poco claras. No hace mucho, funcionarios de MACUSA descubrieron el libro en poder de una tribu de salvajes, pero aunque lograron recuperarlo, el libro tenía muchas páginas arrancadas. Algunas de ellas, fueron descubiertas en la Torre del Dragón, un misterioso lugar en Papúa Nueva Guinea, donde habita un poderoso Opaleye de las Antípodas, modificado al parecer con los poderes del libro de Albus Dumbledore. Ayuda al MACUSA a recuperar las páginas perdidas y a controlar al Gran Drakan, el misterioso Opaleye que habita en la Torre del Dragón. A cambio recibirás importantes recompensas. Hitos de la Mazmorra: Debes hacer 5 posteos de rol (total 10 posteos) (mínimo 15 líneas cada posteo). Los objetos del Magic Mall que se piden, deben estar en la ficha de personaje al momento de comenzar esta mazmorra. No se gastan, una vez en ficha, pueden usarse todas las veces que se quiera para realizar la mazmorra. Hay que tener en cuenta las instrucciones para el manejo de dados. No nos hacemos responsables si los dados cambian de valor por no haber seguido bien las instrucciones indicadas. Te recomendamos leer bien los hitos de la mazmorra que se detallan a continuación. Primer posteo (rol): Entras en la Torre del Dragón y encontrarás un pequeño hall de pequeñas dimensiones, de donde nace una escalera de caracol que se eleva hacia arriba. La escalera lleva a varios pisos, cada uno de ellos con una puerta cerrada. En el primer posteo, entrarás a la Torre investigarás la escalera. Observarás que las puertas cerradas de cada piso tienen un mecanismo mágico y un símbolo que las identifica. Segundo posteo (dados): Lanza los dados para abrir la puerta del primer piso. Debes lanzar 1 dado de 2 caras. [roll]1d2[/roll] Si el resultado es 1, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico a la perfección y entras en el primer piso sin problemas. Si el resultado es 2, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico y entras en el primer piso, pero la sala está llena de doxys. Tercer posteo (rol): Entras en el primer piso. Si sacaste un 2, deberás exterminar a las doxys para poder hacerte con 1 de las páginas del libro de Albus Dumbledore. Para ello, deberás llevar contigo Doxycida (comprado en el Magic Mall). Si sacaste un 1, encontrárás la primera página del libro sin problemas. Una vez encontrada la página del libro, sal del primer piso, hacia la escalera de caracol y sube hasta el segundo piso. Cuarto posteo (dados): Lanza los dados para abrir la puerta del segundo piso. Debes lanzar 1 dado de 2 caras. [roll]1d2[/roll] Si el resultado del dado es 1, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico a la perfección y entras en el segundo piso sin problemas. Si el resultado del dado es 2, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico, pero en el segundo piso hay un fuego que no se apaga con nada. Quinto posteo (rol): Entras en el segundo piso. Si sacaste un 2, deberás recuperar la segunda página del libro de Dumbledore, pero el incendio que hay dentro está a punto de destruirla y no se apaga con nada. Debes introducirte en el incendio y recuperar la página antes de que se destruya. Pero al hacerlo, te quemarás y deberás usar Remedio para Quemaduras comprado en el Magic Mall. Si no lo usas, morirás antes de llegar al cuarto piso (el tercer piso, podrías hacerlo). Si sacaste un 1, encontrarás la segunda página del libro de Albus Dumbledore sin problemas. Una vez encontrada la página del libro, sal del segundo piso, hacia la escalera de caracol y sube hasta el tercer piso. Sexto posteo (dados): Lanza los dados para abrir la puerta del tercer piso. Debes lanzar 1 dado de 5 caras. [roll]1d5[/roll] Si el resultado del dado es 1 o 2, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico a la perfección y entras en el tercer piso sin problemas. Si el resultado del dado es 3 o 4, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico y entras en el tercer piso, pero una nube tóxica te impide respirar. Usa un hechizo que te abra las vías respiratorias y otro que te permita pasar sin respirar al piso para recoger la tercera página del libro de Albus Dumbledore. Si el reultado del dado es 5, el mecanismo explota y te deja malherido. Deberás abandonar la mazmorra. Podrás intentarlo otra vez en una semana, volviendo a repetir la mazmorra desde el principio. Sólo tendrás opción a la recompensa por las páginas encontradas en los pisos primero y segundo. Séptimo posteo (rol): Si has sacado 1, 2, 3 o 4 puedes continuar con la mazmorra. Rolea en consecuencia, en función del resultado del dado que te haya salido. Recuerda, si has obtenido un 3 o un 4 rolear los dos hechizos que se piden de forma correcta. Márcalos en rojo. Si no haces bien este paso, la mazmorra no se te contará como correcta y no obtendrás las recompensas. Una vez recuperada la tercera página del libro de Albus Dumbledore, avanza hacia el último piso. Octavo posteo (dados): Lanza los dados para abrir la puerta del cuarto piso. Debes lanzar 1 dado de 5 caras. [roll]1d5[/roll] Si el resultado del dado es 1, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico a la perfección, entras en el último piso y encuentras al Gran Drakan, el misterioso Opaleye de la Torre del Dragón. Además, justo ante ti, nada más abrir la puerta, observas que hay una página adicional del libro de Albus Dumbledore. Si el resultado del dado es 2, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico a la perfección, entras en el último piso y encuentras al Gran Drakan, el misterioso Opaleye de la Torre del Dragón. No encuentras ninguna página más del libro. Si el resultado del dado es 3 o 4, descubres el funcionamiento del mecanismo mágico, pero encuentras, que no hay suelo bajo tus pies y el Gran Drakan está volando. Deberás derrotarlo desde el aire y necesitarás una escoba voladora comprada en el Magic Mall (sirve cualquiera). Si el resultado del dado es 5, el mecanismo explota y te deja malherido. Deberás abandonar la mazmorra. Podrás intentarlo otra vez en una semana, volviendo a repetir la mazmorra desde el principio. Sólo tendrás opción a la recompensa por las páginas encontradas en los pisos primero, segundo y tercero. Noveno posteo (rol): Si has sacado 1, 2, 3 o 4 puedes continuar con la mazmorra. Rolea en consecuencia, en función del resultado del dado que te haya salido. Para vencer al Gran Drakan, debes usar 5 hechizos de la lista de neutrales y no se pueden repetir (márcalos en rojo y negrita). Décimo posteo (dados): Lanza los dados una última vez para determinar las recompensas otorgadas por el Gran Drakan y por el MACUSA. Lanza 1 dado de 30 caras. [roll]1d30[/roll] Si el resultado es < 6 -- 2000 G Si el resultado es 6 - 10 -- 1000 G Si el resultado es 11 -- 25 -- 500 G Si el resultado es > 25 -- 0 G Recompensas: Por cada página del libro de Albus Dumbledore: Primer piso superado y encontrada la página: 500 G. Segundo piso superado y encontrada la página: 500 G. Tercer piso superado y encontrada la página: 500 G. Cuarto piso, si sacaste un 1 y, por tanto, encontraste la página adicional: 1000 G. Por vencer al Gran Drakan: 500 G + drop según el resultado de la última tirada (posteo Décimo). Si el resultado es < 6 -- 2000 G Si el resultado es 6 - 10 -- 1000 G Si el resultado es 11 -- 25 -- 500 G Si el resultado es > 25 -- 0 G Posteo opcional: Si has completado la mazmorra, puedes hacer un posteo adicional roleando las recompensas y el reporte al MACUSA de lo que has descubierto en la Mazmorra, entregándole las páginas del libro.
  18. Nick del Usuario: Adrian Wild Familia que Permite la Participación: Familia Dumbledore (Goderic) y/o Familia Potter Black (Sagitas) Nº de Actividad Cumplida: 1. Participar de las firmas temáticas y llevar la Firma Temática mínimo una semana Link(s) de Evidencia: Del 08-12-20 al 26-12-20 Nº de Actividad Cumplida: 2. Llevar el Blinkie de Apoyo en la Firma Link(s) de Evidencia: Link Nº de Actividad Cumplida: 3. Votar por el topic para elección de las películas a ver en Netflix Party Link(s) de Evidencia: Link Nº de Actividad Cumplida: 4. Llevar el blinkie de promoción de los premios durante todo el evento. Link(s) de Evidencia: Del 08-12-20 al 26-12-20 Nº de Actividad Cumplida: 7. Participar de al menos un visionado por Netflix Party Link(s) de Evidencia: Visionado 1 Nº de Actividad Cumplida: 8. Participar de DOS visionados por Netflix Party Link(s) de Evidencia: Visionado 2 (espero que sirva como prueba, hay testigos xD) Nº de Actividad Cumplida: 9. Participar en todos los visionados por Netflix Party Link(s) de Evidencia: Nadia y Sandra pueden confirmar XD (sólo tengo los dos posts de los links anteriores de referencia de Nadia en el topic) Nº de Actividad Cumplida: 10. Completar 3 roles (en uno o más mini-roles) en "Extiende la magia de Ghibili" Link(s) de Evidencia: 1 – 2 – 3 Nº de Actividad Cumplida: 15. Colocar 5 status (en diferentes días) haciendo referencia a la gala Link(s) de Evidencia: http://www.harrylatino.org/statuses/user/83911-adrian-wild/ Esta la dejo aparte, porque completé 1 puzzle, pero es que creo que hubo sólo 2, ¿no? Por si acaso, lo pongo: Nº de Actividad Cumplida: 5. Completar 3 puzzle/sopa/Adivina el PJ Link(s) de Evidencia: 1 – 2 – 3
  19. ¡Holi! Pues no sabía muy bien dónde dejar la "reclamación", creo que corresponderá aquí porque es trabajo en bóvedas. Resulta que he ido a comprar algo con la Llave de Ravenclaw, recordando que había ganado una llave en la Gala de Halloween, y al revisar lo de la llave, no tá en la Bóveda Trastero (no sé si es reclamación o denuncia por robo (?) jajajaja). Supongo que se les escapó añadirla, por eso paso a notificar. Dejo los comprobantes de todo: Petición en el topic de cambios de nick, subnick, llaves y premios: http://www.harrylatino.org/topic/114726-cambios-de-nick-y-subnick-llaves-y-magic-mall/?p=5391699 Confirmación del trámite hecho (el Jobberknoll sí llegó, así como el subnick): http://www.harrylatino.org/topic/114726-cambios-de-nick-y-subnick-llaves-y-magic-mall/?p=5391805 Índice de bienes de la Bóveda Trastero: http://www.harrylatino.org/topic/107285-boveda-trastero-de-adrian-wild/?p=4901523 Espero que con eso baste, si necesitan algún otro link me avisan y lo traigo. ¡Gracias!
  20. Creo que la pedí pero no se actualizó del todo, o se actualizó pero ya necesita un repasín jajaja En cualquier caso, vine a molestar ^-^' ID del foro: 83911 Número de Comprador Frecuente: 52 Link al perfil en la Web del Magic Mall: http://magicmall.harrylatino.org/mago_detalle.php?buscar_mago=83911&button=Ir

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