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Adrian Wild

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Todo lo publicado por Adrian Wild

  1. Te contesto a todo por aquí @@Shelle Katerina Gryffindor jajajaja ¡No te preocupes! Con tu rol vale. Que postee Azrael en cuanto pueda y terminad el turno con la tirada de dados. Es tardecito y me voy a dormir ya de ya, pero lo dejaste más que perfecto <3 *menciona a Azrael* *menciona a Azrael* XD A ver si así conseguimos que lo lea (?) Mañana os leo y me pongo al corriente cuando entregue una tarea muggle ^-^ ¡A tope Venuses! ♥
  2. @@Shelle Katerina Gryffindor ¡¡NOS TOCA!! Bueno, te toca, ¿puedes? ¿Quieres? ARE YOU READYYYY? Jajaja Ok, la emoción. Sólo venía a informar que si te parece rolees que hacemos golpe conjunto, o por lo menos usa el golpe de martillo que le suma +2 a tu tirada, porque si le haces/emos un crítico a Valky, le quitamos cinco puntos de todas sus habilidades *-* ¿Te parece? Por mí bien que gastemos el cojunto para eso. Con que rolees tú, vale. Vamos Venuses Victoriosas ♥
  3. Al leer el trozo de pergamino que Maida nos pasaba arrastrándolo por la superficie de la mesa circular no pude reprimir un sutil bufido acompañado de una sonrisa fugaz que evité que ninguna de las dos notaran. Me sorprendía que le preocupara su integridad física, siendo quién era y manteniendo la relación que mantenía con Aaron Black Lestrange. Para mí, aquel programa de radio y todo el evento habían pasado a un segundo plano, no los temía lo más mínimo después de lo que había visto. Se me había olvidado, no sólo que casi me quedaba allí ahogado por el Lazo del Diablo, sino que todo aquello formaba parte de un aprendizaje. ¡Cómo no la había relacionado nunca por los apellidos! Aquello era lo único que ocupaba mi mente. Callado y con los brazos cruzados por debajo de mi pecho, me dediqué a observar. Pude ver que la mujer llevó sus manos a los bolsillos. Imaginaba que una iba a la varita, pero la otra debía acudir a aquello con lo que había hecho venir al ex-ministro. Algo guardaba muy celosamente en aquel lugar, esaba seguro. Tuve la tentación de mirar por debajo de la mesa, pero me contuve, sabiendo que aquello provocaría reacciones indeseadas por su parte y, seguramente, por la de todos los allí presentes. Era demasiado evidente que estaba muy fuera de lo que allí debíamos hacer. Sin embargo, el increíble y acelerado discurso de Darla me hizo postrar toda mi atención en ella. No sólo me pareció fascinante la cantidad de conocimiento que poseía la mujer sobre aquella planta y las cantidades de vinculaciones que realizaba, sino su repentina actitud mordaz y tajante, la de quién quiere acabar lo antes posible con una situación para nada agradable. En cierta parte, la comprendí. Cuando hubo acabado, algo ocurrió en sus manos que bajó la vista y desapareció en un torbellino de aire. Acababa de trasladarse, pero, ¿cómo? — Ese es el truco... —murmuré en un balbuceo que poco se pudo comprender más allá de mis labios. Claro. Si realizaba mi participación en el programa de radio rápido, saldría de allí cuanto antes. Aunque, por otro lado, no quería perder de vista a Maida, por mucho que me costara cada vez más mirarla. «Argh», casi pude sentir aquella queja como una vibración de rabia en mi cabeza. Y entonces, hubo una pausa y la mujer que nos había hablado antes volvió a preguntar si pensábamos participar. — Si dejara de haber interrupciones, quizá pudiésemos terminar —contesté—. Yo en cuanto ella haya hecho su intervención, hago la mía. Tampoco hay tanto que decir del Sauce Boxeador. Quizá si lo hubiera, pero no había encontrado tanta información relevante como la que había aportado Darla y quería reunirme con ella lo antes posible... Después de Maida.
  4. Vale, pregunta rápida, rápida para si alguna vez toca hacerlo: El Golpe Conjunto de los golpeadores, si se quiere hacer, ¿sólo debe rolear el golpeador que vaya a tirar el dado o deben hacerlo ambos? Entiendo que sólo el que vaya a hacer la jugada y, evidentemente, roleando que suma fuerzas con su compañerx para efectuar el golpe y ya, ¿cierto? A veces creo que me respondo yo sólo, pero hay que confirmar XD Grazie mille ♥ Flechas de Oro.
  5. Completamente de acuerdo, @@David James Dumbledore. He estado revisando y claro, es que es la que más disparo tiene, hay que noquearla (?) JAJAJA A ver cuando le vuelva a tocar. Lo que no tengo claro es si, aunque sea "golpe conjunto" sólo lo rolea uno. Llegado el caso plantearé la pregunta en el topic correspondiente. ¡Gracias por comentarlo! Y venga, equipo, que seguro que podemos recuperar la delantera. *masajea a David como goleador estrella para que se prepare* Venuses Victoriosas Power ♥
  6. ¡Hoola @@Martin N Roses! Vale, duda rápida respecto al rol de Valky. En él, al final, dice: Entiendo que va a hacer un "Disparo con amague", por lo que nos deja fuera de juego a los golpeadores, ¿no? Es decir, consigamos lo que consigamos, nos va a evitar. Pero entonces, ¿hacemos rol igualmente y lanzamos (bueno, en singular, a quién le toque) dados o directamente sólo rolea y lanza el guardián? Sólo eso. Flechas de Oro.
  7. Pues si me da tiempo hoy, que ando haciendo copias de mi ordenador porque mañana se lo llevan y va lentito, hago algo de blinkies pero no prometo nada. Y si no los hago hoy o mañana en la mañana ya no podré en estas semanas porque el ordenador que le he robado a mi hermana no tiene casi capacidad como para poner el programa (creo). Si puedo, los traigo xd Edito para avisar de la respuesta que me ha dado Martin en cuanto a la jugada de Valky: http://www.harrylatino.org/topic/115131-reglas-y-consultas/?p=5421276 Azrael puede pasar a rolear directamente, porque ella usó disparo con amague y por tanto esquiva cualquier intento de golpearla con una bludger. Nos privó a los golpeadores de disfrutar Ya se la devolveremos
  8. Bueno, bueno, bueno, ¡vaya goleadores tenemos en el equipo! (Bueno, goleador, pero el resto también lo son con los pases) \o/ Vengo a avisar que estoy por aquí, pero esperaré un ratito por si aparece @@Shelle Katerina Gryffindor para jugar ella el intento del golpeador de disuadir el disparo que haya Valky. Ando pendiente, cualquier cosa me mencionan si ven que tarda Shelle y voy a enviar rol ºvº
  9. Resultado del dado: 7 Espero, como Azrael, que no haya problema con que hayamos lanzado cambiados, que así ni yo moría de sueño ni el tenía que condenarse a esperarme si tiene un día ajetreado ^-^' Entiendo que paro el golpe, Valky se lleva un golpe y recuperamos la pelota, ¿no? \0/
  10. ¡Holi, holi! Vale, ya estoy de nuevo. Voy a tirar los dados porque intuyo que no pasa nada aunque no lo hayamos hecho en orden. Martin determinará en cualquier caso, así que hago la tirada ya que lancé rol para tener más chances. ¡Qué geniales las imágenes! En cuanto tenga foto te la traigo Azrael. Nos leemos ºvº
  11. Hola muchachos. Vengo por consulta rápida, y por sueño. Quedan 5 minutos para entrar en las "horas inactivas", aquí son ya las 4am y no puedo esperar más. Como quedarían 2 horas de turno, esas horas se cuentan a partir de reanudar en las "horas activas" (en mi caso a las 13:00h, por lo que se podría terminar el turno entre mis 13:00 y 15:00), ¿cierto? Por aprovechar el bache e irme a dormir ya X.X Flechas de oro.
  12. Turno 2 Golpeador 2 Venus Victory «Estás loco, Adrian». Aquello era lo que pensaba mientras manteníamos la formación sobrevolando en el centro del campo, a la espera de que la quaffle fuera lanzada y el partido comenzase. Pero no era un reproche, sino un aliento. Me enorgullecía haber llegado a un punto de aquella larga y pesada existencia como ser semi-inmortal en el que había decidido que todo lo que hiciera, sería impulsado por el espíritu de la aventura. Si algo había perdido después de sobrepasar un par de siglos, era la vergüenza o la indecisión. No frené la sonrisa que la emoción del momento me pedía. Quizá sí me creyera aquellas palabras algo más al verme sujetando un bate de golpeador. Es cierto que, a pesar de mi complexión estrecha y aparentemente escuálida, poseía una gran fuerza que había mantenido con mi normal actividad diaria, así como en aquellas actividades exigidas por mi condición que normalmente disimulaba. Pero jamás había jugado como golpeador. Aquel había sido el aliciente para apuntarme en el partido de exhibición que, además de causar furor, atraería de nuevo a las masas y trataría de mantener vivo aquel deporte que había sufrido tantas desgracias como la cultura mágica en aquel último año a causa del miedo, el abandono y la falta de valoración. Quizá estuviera loco, sí, pero el rugido de la gente, la adrenalina corriendo por mis venas y las ganas que tenía de gritar me indicaban que estaba en el sitio correcto. Había ido a Roma para aprovechar al máximo aquel viaje. Apenas hacía unos días había deseado huir, y aquel evento me había dado la oportunidad de llenar los pulmones de aires nuevos. Además, el tiempo que durara el partido, aquel juego de ratones y gatos que me traía un poco de cabeza se detendría. Al detenerme a observar a los contrincantes, di con una melena castaña y una mirada que creía olvidadas y que me transportaban a tiempos muy pretéritos. — ¡¿MICA?! —grité, incontenible. Pero el pitido que daba comienzo al partido tapó mi grito y pronto tuve que acercarme a los aros que pertenecían a nuestro equipo, para observar la jugada. El tiempo se convirtió en liebre y enseguida vi cómo aquella muchacha con la que había estudiado años atrás le pasaba la pelota a otra cazadora que de la que no tenía ningún dato más que el nombre que figuraba en los listados y que ahora relucía en su camiseta. Por suerte, una bludger venía en mi dirección y si acertaba a darle en el ángulo correcto, podría desviar el tiro que Kaori pretendía lanzar.
  13. ¡Buenas! Traigo por aquí la duda para no hacer un corte en el topic de lanzamiento de dados. Si pudieras, Martin, aclarar un poco las tiradas de golpeadores. O sea, entiendo que, si tienes fuerza 10, tu tirada es un dado de diez caras, ¿no? Y si tienes fuerza 11, de 11 caras (1d10 / 1d11). Y ya, esa sería la tirada para evitar la entrada de la Quaffle. Hasta ahí creo que bien. Entonces, ¿la precisión? ¿Es sólo para el golpe conjunto, no? Y, por último, respecto a esto: ¿Eso es que si el resultado de la tirada del golpeador es 8, 9 o 10, además de parar el gol y recuperar la Quaffle, golpean al cazador que ha lanzado y al acumular 3 golpes, le restan esos puntos? Lo digo por que cada cazador indique siempre el número de golpes que lleva al inicio o final del rol, ¿no? (Por hacer esa aclaración cuando proceda). Dime si he entendido todo bien. Millones de gracias por todo el trabajazo, olé tú. @@Martin N Roses
  14. ¡Vale, vale, vale! Bueno, me estoy poniendo al corriente equipo. ¡Qué emoción! Perdonad por tardar apenas empezar pero tenía que parar si no quería que se me saliera el cerebro por la nariz (él, super descriptivo XD). ¿Vamos a darle caña a esto no? Informo que puedo pasarme a rolear y lanzar dado como guardián, pero no puedo tirarme horas con la jugada que aquí ya empieza la madrugada. Si me dáis luz verde porque Shelle no esté, roleo y espero a la tirada de dados. Termino mientras de ponerme al corriente. Trataré de ayudar con la imaginería del equipo y la estética del primer post. Vamos Venuses Victoriosas <3
  15. Bueno venga, que no quiero que Mica me lo esté recordando toda la vida si me lo pierdo UvU Equipo: Jupiter Justice Posición: Golpeador 2 Posición secundaria: Buscador (o la que quedase en cualquiera de los equipos) Disponibilidad: Media Iba a unirme a Venus pero entonces sí que recibiría balonazos T_T #coaccionado (?) Flechas de oro
  16. No dejé de mirar al árbol-hombre. Escuchaba cuidadosamente todas las palabras de Zoella, pues las energías que nos rodeaban así parecían obligar a hacer todo: con sumo cuidado. Sin embargo, también lo hacía porque me sorprendía lo mucho que parecía saber la mujer sobre aquella maldición y, de alguna manera, su tono de voz me transmitía algo que no quería terminar de procesar, una verdad escondida que parecía estar a punto de revelarse. Estaba tan sumido en aquella percepción que cuando aludió a mi tobillo no pude reprimir un gesto de desconcierto; me había sacado por completo de la concentración pasiva en la que se había sumido mi mente. Por sus palabras siguientes intuí que me quería fuerte para ser capaz de lanzar una maldición. Aquello me mantuvo alerta el resto de su monólogo. Siendo sinceros, había asistido a aquella clase con la intención de conocer más acerca de maldiciones, estudiarlas, interpretarlas, pero... ¿Lanzar una? Aunque algo en mi interior se sentía tentado, y si era honesto no sería la primera vez que lanzara una, aunque fuera pequeñita, no me sentía del todo cómodo con la idea. Además, ¿a quién se la lanzaríamos? ¿Tendríamos que hacerlo entre mi compañero y yo? Aproveché el momento en el que Zoella se alejó un poco en busca de algo en los árboles de alrededor para sacar a Dror y apuntar a mi tobillo, pensando un claro «Episkey» que me alivió casi por completo el dolor que había tratado de eludir. Al regresar la mirada a la bruja calva, esta sujetaba con una de sus manos una gran aguja. No dije nada, simplemente, seguí manteniéndome alerta. Quizá fuera haber trabajado con ella, aunque apenas nos habíamos podido conocer en aquella época, pero, por extraño que pudiera parecer, siempre me había inspirado confianza. Y si cada vez era más raro que confiara en alguien, aún más cuando esa confianza se basaba únicamente en una sensación. Entonces, las suposiciones que se habían deslizado momentos antes por mi cabeza, guiadas por las palabras y el tono de Zoella, aquella verdad oculta, se reveló y las confirmó. Ella había lanzado la maldición de la que ahora éramos testigos mi compañero y yo. No hubo sorpresa. No se necesitaron más explicaciones. No hubo juicio alguno. El Adrian de hacía unos cuantos años atrás jamás hubiera comprendido que algo así pudiera surgir incontrolablemente, que alguien pudiera usar aquel tipo de magia para acabar con algo dañino. El de ahora, lo entendía perfectamente. Y en este caso, me parecía hasta legítimo. Vi la espesa —bastante espesa— sangre descender por la raíz hacia el suelo cubierto de ramas y hojas secas. Y ahí llegó la segunda suposición confirmada. La mujer nos preguntó si queríamos aprender alguna maldición. — Claro. No, yo tampoco me esperaba que aquella respuesta saliera de mi boca.
  17. Aquel aventurado tentáculo había rodeado completamente mi cuello haciéndome levantar ligeramente la barbilla. Por suerte, no sentí que apretara como para cortarme la respiración —de momento—, pero siguió subiendo por mi cabeza, cubriendo una de mis orejas. Pude ver, gracias a que unas débiles luces fluorescentes aparecieron por todos lados, la silueta de Darla, igualmente atrapada, y noté algo raro allí donde debería ver la forma de su mano. «Sea lo que sea que estés haciendo, rápido, por favor», pensaba, sintiendo como el tentáculo atravesaba mi coronilla y volvía a descender por el otro lado, llegando a mi otra oreja. ¿Se estaba transformando? ¿Qué pretendía, convertirse en planta también? No pudimos desvelar su truco, pues de pronto una alta y recta figura hizo acto de presencia, lanzando un Lumus Solem que hizo retroceder abruptamente a la planta que ya sí había comenzado a apretar todo mi cráneo y cuello. Sólo necesité dos segundos desde que aquel hombre apareció para reconocerle entre el espacio libre que la planta había dejado para mis ojos, como si esta supiera lo que iba a suceder y deseara que lo presenciara. Y no era de extrañar, pues que el ex-ministro de magia se presentase en Castelobruxo para salvarnos de aquel apuro ante algún tipo de llamado que Maida había efectuado era algo que no hubiera creído de no haberlo visto. Mi mente fue por detrás de mis ojos y tardó en procesarlo. Aaron Black Yaxley acababa de estar allí, bromeando con su... ¿Prima? Y nos había salvado. Me había salvado. A pesar de que la planta ya no me apresaba por ninguna de mis extremidades, me quedé quieto en la misma postura, hierático. Darla conjuró otro Lumus Solem para agilizar el retroceso del lazo del diablo y Maida comenzó a pedir explicaciones. Yo no pude ni quitar el sello que había cerrado mi boca a cal y canto. Tenía la garganta reseca y paralizada, y no por haber tenido a la planta apretándola segundos antes. Se me estaban acumulando toda clase de sentimientos y emociones ahí. Me sentí est****o, inútil, incompetente. Sentía rabia, impotencia, odio, frustración. Y mi orgullo se había hecho añicos. Todas las palabras que se dijeron en voz alta entre aquellas dos salas pasaron por mis oídos. Sentía que llegaban a mi cerebro, pero por unos instantes, no podía siquiera reaccionar a ellas. Fueron las últimas palabras de Darla hacia la directora del programa las que me sacaron del trance. Con el rostro tremendamente largo y una seriedad que trataba de ocultar toda aquella vergüenza que me invadía, y sin poder mirar a mis compañeras, dije: — Venga, vamos. Me senté en una de las sillas que había alrededor de la mesa redonda donde Toots ya se había acomodado para continuar con su programa. Pude interceptar la ironía de que este estuviera hablando sobre las diferencias entre el lazo del diablo y la tentácula venenosa, pero ni siquiera aquello abrió la hendidura de mi molestia. Maida era prima de Aaron. Aaron en persona había estado allí para ayudarnos. ¡Ayudarnos! Un mago y dos brujas completamente inútiles a los que un déspota enormemente odiado y que tantos males había causado en el último año había tenido que salvar. Y yo no había hecho nada. Ni contra la planta, ni contra él. Seguía apretando los dientes y ni me di cuenta. Miré con gesto impertérrito a Darla; de alguna forma mi cabeza pensaba que era su ocasión de hablar. Y después, hice lo mismo con Maida. Maida. Maida tenía una forma secreta de llamar al ex-ministro y este acudía sin reparo, fuera a lo que fuese. Hice mi primer gesto desde que el Yaxley hubiera aparecido en las instalaciones. Me mordí el labio inferior y miré a Tilden Toots. Su programa de pronto me pareció la cosa más insignificante de la Tierra. Qué más me daba a mí la procedencia del Sauce Boxeador. Ahora tenía una información demasiado buena, demasiado importante, relevante se mirase por donde se mirase.
  18. Zoella pareció percatarse del escalofrío que había recorrido mi cuerpo. Es más, casi parecía que se había introducido en él, pues describió la sensación a la perfección; sentía como si me hubieran reducido el estómago al tamaño de un guisante. De no ser por mis conocimientos en Artes Oscuras, en los cuales había profundizado últimamente, aquello me parecería extraño. Pero no había elegido aprender más sobre maldiciones de forma arbitraria. Había comenzado a investigar más sobre temas que, durante muchísimo tiempo, había decidido no remover. Todos aquellos que guardabana relación con mi padre. No fui consciente del dolor de mi tobillo hasta que caminé para ponerme al lado de la mujer y cojeé sin pretenderlo. Apreté los dientes aguantando el dolor y me paré frente al árbol, contemplándolo mejor, mientras escuchaba las palabras de la Triviani. A medida que la escuchaba, fui observando con más atención. Miré alrededor cuando mencionó la sequedad del resto de árboles y la comparé con la de aquella especie de hibridación de hombre-árbol. También estaba muy seco y no parecía poseer vida fluyendo en su interior. Ni en sus ramas, ni en el tronco, ni siquiera en algunos trozos de raíces que sobresalían curvadas de la tierra, tenían algo de verde. — No está muerto, ¿verdad? Pretendía simplemente corroborar lo que percibía. Por lo que sabía, las maldiciones que alteraban el estado y la forma de una persona no tenían por qué ser mortales. De alguna forma, mantenían al afectado en una especie de parálisis biológica, aunque si la maldición se rompiese, los años pasados podrían correr en su contra. Traté de prestar atención a los detalles, para descubrir aquel "punto débil" de la maldición que Zoella nos insinuaba. No pude dejar de pararme a observar la rígida expresión que presentaba a la altura de lo que sería el rostro del afectado. Fui descendiendo por la corteza del tronco, recorriendo con mi mirada los diferentes surcos que la recorrían, hasta llegar de nuevo a las raíces que sobresalían. — ¿Las raíces? —pregunté, en un intento de respuesta. Luego, quise aclarar mi suposición—. No estan completamente enterradas en la tierra.
  19. La repentina euforia que salió del altavoz que transmitía las comunicaciones entre el interior y el exterior de la cabina y un toque en mi hombro me hicieron levantar la vista, para cruzar la mirada con la extravagante bruja que segundos antes había estado de espaldas, frente a las pantallas de control. Asentí cuando preguntó por mi identidad y la seguí sin titubear a la puerta de acceso a la sala insonorizada donde se encontraba Tilden Toots. — Sí, todo un honor —respondí, no tan emocionado como lo parecía ella—. Gracias —dije con una leve mueca de mi boca en la que se podía intuyir una sonrisilla cuando hubo cortado su entusiasmo y me cedió el paso. Nada más ingresar en la cabina, el mago se levantó de su asiento y se acercó para saludarme. Un pequeño micrófono orbitaba a su alrededor. Esperaba que me extendiera la mano, pero no lo hizo. Extrañamente, lo agradecí. ¿Había leído alguna vez el motivo de sus dedos verdes? Seguramente se lo habrían preguntado millones de veces, pero me asaltó la duda y quise preguntárselo. No lo hice. Me ceñí a responder su pregunta: — Sí, estoy preparado. En aquel momento escuché, al otro lado de la puerta que se había quedado entreabierta, que la mujer que me había recibido hablaba con otras dos personas; al parecer el resto de invitados había llegado. Me giré para ver de quién se trataba. Invitadas. La mujer pelirroja me resultaba extremadamente familiar, pero no pude pararme a hacer memoria, pues mis ojos se detuvieron descaradamente en la otra. El recuerdo sobre un traslador mal direccionado que me llevó a estar durante una semana perdido me golpeó de sopetón. No recordaba que todavía se la tenía jurada a aquella mujer. — Yo preferiría que estuviésemos todos juntos, seguro que será más ameno —comenté en alto para hacerme oir desde dentro, en respuesta a la pregunta que la mujer le había hecho a las otras dos invitadas al programa del señor Toots, al que volví a mirar—. Si al señor Toots le parece bien. Entonces, las luces titilaron y se apagaron, dejando el lugar en la más absoluta penumbra. Me mantuve alerta y pude diferenciar las siluetas de los demás. Algo parecía deslizarse por el suelo. Me dio tiempo a agarrar mi varita, pero para cuando lo hube hecho ya tenía algo enganchado a mis piernas. Era un lazo del diablo; la voz de la mujer pelirroja, a quién entonces reconocí, me lo confirmó. Fui a conjurar alguna luz potente con mi varita pero uno de los tentáculos apresó mi muñeca, imposibilitándome moverla. — No puedo mover la muñeca, así es imposible que conjure ni un mísero Lumos —indiqué a los presentes, confiando en que alguno todavía estuviera libre para poder iluminar todo el lugar. ¿De verdad aquel hombre había llevado semejante planta a la escuela mágica? ¿Es que siempre viajaba con todo su jardín? ¿O no le pertenecía? Dudaba que aquella monstruosa planta se hubiera escapado de algún lugar de Castelobruxo. Por mucha fama que tuviera aquel colegio como uno de los más reputados en conocimientos de Herbología, no creía que contaran con ella en sus instalaciones. Tuve que parar mis pensamientos al respecto; uno de los tentáculos comenzaba a subir por mi pecho hacia el cuello. — Emm... ¿Ayuda? A cada segundo que pasaba me sentía más inmovilizado y era difícil mantener la calma para evitar ser desmembrado o... Estrangulado.
  20. Ahora sí... Aish, la cabecita. Gracias Darlis <3 ID: 83911 Nick: Adrian Wild Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Trastero (Nº 107285) Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Personal (Nº 78776) Link a Tópic de la clase o a la prueba: Link al Libro del Druida aprobado // Link a aprobación en ficha Nivel Mágico: 19 (20 cuando actualicen niveles T_T) Fecha: 2021-02-07 Nombre del producto: Libro del Caos Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Nivel (del libro): 20 Precio: 20000 G Precio total: 20000 G
  21. Esto me va a doler... >-< ID: 83911 Nick: Adrian Wild Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Trastero (Nº 107285) Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Personal (Nº 78776) Link a Tópic de la clase o a la prueba: Link al Libro del Equilibrio aprobado // Link a aprobación en ficha Nivel Mágico: 19 (20 cuando actualicen niveles T_T) Fecha: 2021-02-07 Nombre del producto: Libro del Caos Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Nivel (del libro): 20 Precio: 20000 G Precio total: 20000 G Anúlenlo, que no cambié links de la clase y la prueba *facepalm*
  22. No había sido una buena idea abrir el sobre en el jardín. Tras leer la misiva y comprobar el interior de este, me di cuenta de que lo había volcado para extraerla y, por tanto, ahora aquella piedra que debía activar para que me trasladase al "lugar desconocido" se hallaba entremezclada con el resto de piedrecitas que había entre la hierba. Cerré los ojos y apreté los labios, tratando de contener el sentimiento de crispación. Aquellos días no me había encontrado muy bien y me había levantado con unas ganas terribles de huir, escapar de nuevo de aquella asfixiante realidad, de los compromisos, de las ataduras que en los últimos meses me habían retenido en Londres más de lo que me gustaba. Y lo más lejos que había alcanzado a llegar, había sido a los jardines de la mansión Potter Black. Abrí los ojos frunciendo la boca y miré hacia abajo. Inspiré despacio, permitiendo al frío de la mañana entrar por mis fosas nasales y refrescarme los pulmones. La clase empezaba en cinco minutos; iba a llegar tarde y, encima, la profesora era mi antigua jefa de departamento. Maldije el momento en el que había decidido posponer la apertura del correo que había llegado durante el fin de semana. Saqué a Dror del bolsillo lateral oculto de mi pantalón y apunté a una piedrecita oscura. — Confringo. El estallido que la hizo explotar en mil pedazos casi ni se oyó. Busqué otra y repetí el pequeño movimiento de muñeca. Estalló igual. Respiré profundo y continué con al tarea, tratando de no dejarme llevar por la negatividad que se acumulaba en mi cabeza. La potencia de los estallidos cada vez era mayor, pero el resultado era el mismo. Apreté los labios de nuevo y seguí, apuntando a diestra y siniestra hacia el suelo, cortando en mis intentos gran parte del cesped, que se veía seccionado con los filamentos rocosos que salían disparados. Tras un buen rato, logré dar con el traslador. Las esquirlas de la piedra en cuestión, en lugar de salir disparadas, se quedaron orbitando alrededor de esta y, en cuanto acerqué la mano a una de ellas, el suelo se desvaneció y todo comenzó a girar. Aterricé de pie pero de la rabia con la que había puesto los pies en el suelo, me torcí un tobillo. Contuve el gruñido que quiso brotar de entre mis labios y, tras analizar el lugar donde me hallaba, saludé a las espaldas que había delante de mí: — Siento llegar tarde... Perdí el traslador —Entonces dirigí mis palabras a la mujer de ausentes cabellos—. Hola, Zoella. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, y no fue por el dolorido tobillo. Allí pasaba algo.
  23. La estación de radio de la Red Mágica Inalámbrica había desplegado a todo el equipo que llevaba a cabo el programa del herbólogo Tilden Toots en la escuela de magia brasileña de Castelobruxo, una de las más reconocidas en aquel área de estudio, con motivo de la Competición Anual de Jardinería Mágica Internacional. Todavía repasaba algunas de las notas que había apuntado en trozos de pergamino cuando llegaba a la altura de la cristalera que separaba la sala de emisión de la de control, donde me senté en uno de los sillones dispuestos para aquellos que debían esperar a entrar a acompañar al afamado mago en su charla. Miré rápidamente a izquierda y derecha. Según tenía entendido, no iba a ser el único exponente en aquel programa; otras dos personas habían sido invitadas a tal evento en calidad de alumnos de Herbología. Sin embargo, todavía no parecían haber llegado. Escuchaba la voz de Toots salir de uno de los altavoces del equipo de control que un par de magos y una bruja controlaban, a veces manualmente, y otras, con movimientos rápidos de varita. Parecía estar planteándole un acertijo a los oyentes de Toots, Brotes y Raíces. Debía confesar que, aunque no me había detenido demasiado en ampliar mis conocimientos herbológicos, alguna que otra vez me había parado a escuchar partes de aquel programa. De alguna forma u otra acababa recopilando datos sobre el mundo vegetal, la mayoría de las veces obligado en mi estudio y profundización de las pociones, materia a la que sí que le había dedicado mucho más tiempo. Debo reconocer que cuando recibí la carta de la clase, tras haberme decidido a enmendar tal desatención a la rama de estudio dedicada al mundo vegetal, mágico y muggle, me resultó extraño que el profesor nos enviara directamente a exponer nuestros conocimientos sobre algunas de las áreas de la materia en un programa de radio extensamente escuchado y de cierta influencia. Nadie en el mundo mágico podía negar que los consejos que repartía Toots a diestro y siniestro en su espacio radial —muy imprudentemente, a mi parecer— eran seguidos por muchos de sus radioyentes; más de una vez alguna mala interpretación de los mismos había llevado a algún que otro individuo a enviar un mensaje al programa para solucionar el problema causado por la derivada mala praxis. Y sin embargo, no había pensado en ningún momento que sería absurdo hacerlo. Todo era prepararse la intervención, y echarle morro. Así que allí estaba, sin ninguna indicación, repasando las escasas notas que había logrado recopilar sobre la especie del sauce boxeador. — Ha llegado uno de los invitados —pude escuchar, con la mirada fija en mis notas, la voz de la bruja que parecía comunicarse con el hombre dentro de la cabina. Levanté la vista, observando la situación y, tras echar un último vistazo a mi alrededor y comprobar que seguía solo en la zona de espera, volví a enfocarme en las notas. No tenía claro lo que debía hacer, así que me mantendría a la espera de instrucciones.
  24. Donaciones desde y hacia Bóvedas Personales: Nombre con link de Bóveda Familiar que permite la donación: Familia Dumbledore Nombre con link a la Ficha: Adrian Wild Bóveda con link de la que se extraerá la donación: 78776 Cantidad total de Galeones de la donación: 5000 G Beneficiario de la donación: Datura Nick del usuario con link a ID (perfil): Datura Relación Familiar con Donante: Ancestro Nombre con link a Ficha: Datura Número con link a Bóveda Personal: 80251 Cantidad de galeones: 5000 G

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