Dana Gryffindor
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El torneo había terminado y era el momento de festejar, si bien habíamos quedado abajo en los tablones, nuestro espíritu se mantenía fuerte y tenía muchas ganas de compartir con mis compañeros y cruzar algunas copas con los rivales quienes abajo de las escobas se convertían en colegas.
Sofía se había vestido de gala y ya se encontraba repleta de jugadores y de los más prestigiosos invitados del mundo. Decidí asistir con un vestido corto, plateado y con brillo .
Al llegar al gran salón donde podía ver a Martín en el estrado dando los anuncios, miré por todos lados en busca de mis compañeros hasta que a lo lejos visualice a Arya junto con Ada y Mael. Dirigí mis pasos hacia mis compañeros, en el camino escuché que uno de los premios era para nuestra buscadora y mi pecho se infló de orgullo al ver un reconocimiento hacia nuestra jugadora, realmente lo merecía.
@ Arya Macnair @ Ada Camille Dumbledore @ Lisa Weasley Delacour @ Cillian @ Malum Luxure @ Mael Blackfyre
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La risa se torció en la boca de la mortifaga al recibir esos ataques, podía sentir la adrenalina corriendo por sus venas y la euforia de sentir a la Macnair a su lado, la única mortifaga que se ha atrevido a responder al ataque.
Antes de perder la vista pudo ver que fue la Potter Black la que disparó, la emplumada favorita del líder. Sin embargo un ataque más provocó que Shelle pierda la conciencia no sin antes escuchar la aguda voz de su hermana.
Arya ayudó a la Gryffindor a ponerse de pie, poco a poco iba recuperando su vista pero aún le costaba centrarse en un objetivo.
Se mantuvo cerca de Arya mientras se iba el efecto, le agarró la mano para identificar su ubicación y apuntó su varita en dirección contraria a las mortifagas.
-Cyclone maximus-.
Una enorme ráfaga de viento empezó a levantar todo a su paso, el sonido era similar a un ventilador gigante, eso evitaría que pudieran atacar por el momento, una especie de campo protector. El ciclón empezó a moverse por todos lados sin control alguno, sujete fuerte la mano de @ Arya Macnair para seguir sus pasos.
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DANA GRYFFINDOR
La purpúrea llamarada se apagó tras el tacto de sus dedos, así como mis ganas de jugar. Su basta fue una sentencia que no pude eludir con facilidad, pues él ya tenía lo que quería mientras que yo me quedaba con las manos vacías. Lo que seguía probablemente resultara muy mal, pero ya estaba en el baile... una sonrisa tan ancha se formó en mis labios que casi dejé escapar una risa levemente desquiciada... pues solo quedaba bailar.
Rodee su cuello con ambos brazos, pude notar que alguien más llamaba la atención del muchacho y arqueé una ceja.
-¿Acaso no quieres que alguien en particular se percate del show, mortífago?- susurré -¿qué dirán esas mortífagas cuando vean que me fui con tu máscara? serás el hazme reír seguro... pues hazlo más sencillo para ambos y dame las respuestas que necesito o tendrás que soportarme por más tiempo. Me gustaría saber más de esa organización, de ese culto. Sus ideales siempre me han parecido... peculiares. Necesito saber más y creo que lo que ocurrió en King Cross no es coincidencia, creo que tu-mis piernas empezaron a formar un ocho mientras al ritmo de un tango que sonaba en la fiesta -te has condenado a soportarme en el momento mismo en que me rescataste.
***
(Shelle Gryffindor)
-Fuego maldito- El dragón de fuego abrazó los jardines de la Moody llevándose consigo las macetas y todo aquello que rodeaba la austera casa de campo donde la familia de conocidas inclinaciones fenixianas llevaba a cabo una fiesta a la cual la Gryffindor no había sido invitada ¿Siendo dueña del periódico más reconocido de Londres? La pelirroja bufó por dentro mientras sus tacones rechinaban en las tablas de madera del suelo.
Una sonrisa se figuraba en el rostro de la Lugarteniente pues sabía que en el lugar se encontraba nada más y nada menos que el mismo líder de La Marca Tenebrosa ¿qué hacía allí? ¡El siempre tan diplomático! ¡Fingiendo ser encantador cuando en realidad...! ash, era lo de menos, no tocaría a su líder, al menos no de momento... aunque la Gryffindor llevaba en su bolso el maldito cuerno que podría volar a todos en pedazos, aunque estaba casi segura que Ada estaría allí, aquella francesa...¡Ministra! con sus gustos por la coctelería y el placer de la compañía, igualita a su abuelo tenía que ser la condenada.
Agitando su varita provocó que el dragón estallara en la puerta y empezara a consumir las paredes de la mansión ingresó con su ajustado pantalón negro y su camisa del mismo color, cubierta por la capa que resguardaba su cabello. Alzó en lo alto con la zurda una invitación la cual le había hecho llegar la Dumbledore para que asistiera, quizás no asistió del modo que Camille esperaba.
Visualizó a su hijo, @ Mael Blackfyre junto con una chiquilla y a @ Aaron Black Yaxley en compañía de Ada, más adelante pudo visualizar a @ Juv Macnair Hasani ¿otra vendida por un poco de licor? Basta de cháchara... las cosas terminarían allí, aquello era una amenaza para que supieran que la marca tenebrosa estaba presente, para darle el honor que aquellos idi***s le estaban quitando al bando. Clavó la punta de su varita en la serpiente que se enroscaba en su cuello llamando a todos aquellos que se consideren leales al bando.
-Que comience la verdadera fiesta- sentenció.
@ Sagitas Potter Blue @ Xell Vladimir Potter Black @ Arya Macnair @ Lisa Weasley Delacour @ Matthew B. Triviani @ Albus Renaldi Macnair @ Maida Black Yaxley @ Cillian @ Ernest Dumbledore @ Crazy Malfoy @ Sybilla Macnair @ Kamra Ashryver D. @todos?
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Turno 29 PENAL
Cilian utilizara DISPARO FUERTE SESGADO
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Turno 28
No usaremos habilidades.
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La incomodidad del mago lo desnudó ante mis ojos, el contacto físico era su talón de aquiles. Muchos podían ser grandes y poderosos pero todos tenían alguna debilidad. ¿Acaso no estaba acostumbrado a tanta cercanía? Quizás mi taco en su zapato lo había traído de regreso a su zona de confort pero aquello me demostraba solo una cosa: yo tenía el control.
Sin embargo sus ojos cuán esmeraldas en un sutil parpadeo se volvieron negros como el ébano de los barcos noruegos. Mantuve mi temple en calma y ni una mueca se torció en mis labios por más de que aquella mirada me aterraba y ¡qué cerca que la tenía!
En lo que parecía una caricia logró disipar la máscara de mi rostro dejando el rubor de mis mejillas al descubierto y mis anchos labios ligeramente separados ¿convertir la fiesta en un velorio? Algo se cinismo se reflejó en mis labios y si bien sabía que había dos miradas a mis espaldas, una de ellas del ex ministro de magia, aquello me dio la noción de que ambos sabían el significado de la máscara que había portado hasta esos momentos con lo cual tenía claro que ambos pertenecían a uno de los bandos pero...¿a cual?
Llevé la mano hacia el tajo de mi vestido y retiré suavemente la varita de la liga en la cual la tenía envainada, sonriente y juguetona observé al chico de la máscara apuntando con la varita y girandola como si fuera un espiral.
-¿Ya no bailará conmigo?- dije inflando los cachetes mientras en mi mente susurraba Fuego púrpura.
Una pequeña y fina llamarada color púrpura se extendió hacia el muchacho para rodearlo sin tocarlo conforme me acercaba hasta quedar juntos atrapados en un circulo de fuego. La llamarada era muy fina, apenas se percibía como un gran anillo resplandeciente, sutilmente me acerqué al muchacho con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Crees que tengo miedo?- dije con tranquilidad -Aún no me dices de qué me salvas y por qué.
Una muchacha se acercaba a nosotros con una bandeja de bebidas y al observar la línea de fuego decidió cambiar de dirección. Las personas más allegadas empezaron a intercambiar miradas en nuestra dirección, todos con discreción, todos unos hipócritas.
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Turno 19
Arya Macnair
Anuncio Golpe rapido
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Turno 15
-¡Uhauu!- Casi caigo de mi escoba tras dar un salto de alegría, logre mantenerme firme no sin antes dar un giro de 360 grados a modo de pirueta y así fue como bati el cielo con mis pies empujando me hacia la Quaffle que Cilian, mi compañero, había logrado conseguir para luego lanzarla en mi dirección.
-¡La tengo!- grité al tiempo que la agarraba con ambas manos para que no se me escape.
Me preguntaba qué lanzamiento hacer mientras observaba en todas direcciones de que ninguna Bludger me rompiera la cara.
En mi búsqueda me centré en Malum y Arya, ambas preparadas para atacar al guardián enemigo.
-Esto recién empieza- murmuré para mi misma, pensando si la mejor opción era darle a la quaffle con el mango de mi escoba o disparar directo con mis manos.
Hacia algo de frío, la lluvia caía suave pero mi cuerpo hervía gracias a la adrenalina.
Me preguntaba si sería posible que la suerte empezara a estar de nuestro lado, parecía un chiste del destino o quizas que unos dados controlaran nuestros movimientos. Cual fuera el caso definitivamente no estaba de nuestro lado. Sin embargo no perdería la esperanza.
La tribuna estalló al ver que me preparaba para lanzar y mi corazón palpitaba con violencia. Temia que una Bludger evitara que anote, esperaba que Ary o Lady lograra dar el golpe.
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Turno 13
Luca Van Halen (Lisa) usará Robo Speelman
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Turno 10
No era de mis mejores torneos, por falsa destreza o quizás ¿azar? Nuestro equipo se había desviado hacia el último puesto del fixture y nuestras chances de ganar caían en picada. Sin embargo todos habían dejado sus corazones en la cancha aunque une de mis compañeres se quedó con el mío.
Miré al cielo, 28 de junio... las sacerdotisas descansaban en el cielo, una en la luna y la otra volaba como polvo al rededor del sol, la magia del amor estaba en el aire y aquel día en particular sentía ganas de festejar, cantar y bailar junto a mis amigos en pos del amor.
Sofía estallaba en gritos y festejos, en aliento hacia ambos equipos. El torneo entero había sido en nuestra casa, allí donde alguna vez llegue como una simple jugadora de la casa de Hogwarts con el deseo de ganar suficiente para poder cumplir mis sueños, lejos de la cancha.
Mi mente regresó al partido y Cilian me pasó la quaffle la cual, estando yo posicionada a tres metros del aro lateral derecho, tomé mi escoba con ambas manos en lo que pudo ser una fracción de segundo, y como si flotara gracias al viento, golpee la quaffle con el mango de mi nimbus y esta al golpear rebotó a toda velocidad en dirección a uno de los aros (efecto finbough) no sin antes evadir una Bludger que Jeremy lanzó hacia mi con un tiro de revés cambiando la dirección hacia donde me encontraba. Por suerte logré esquivarla tras lanzar la quaffle.
Y Arya Macnair realiza el mismo ataque, amaga para golpear hacia adelante pero en una agil maniobra le pega a la bludger con un revés y la envía hacia atrás en lugar de hacia delante para dar con Maida. (Bludger Backbeat)
¡Esa mujer era brillante! Sin embargo Maida, la guardiana de los TT logró evadir pero la quaffle dio de lleno en el aro.
30 a 10 anunciaba el gran cartel en el cielo. Eso apenas iniciaba.
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Era hora de que Moneda estuviera al tanto de la situación, los Dumbledore habían sido muy amables conmigo pero debía regresar a casa y compensar a Ada de alguna forma por su generosa atención. Aún me preguntaba qué me llevó a aparecer en su jardín tras escapar de las garras del mortifago.
Llevé una mano a la máscara y deslice los dedos entre los surcos de la corteza mientras mis pasos me llevaban de forma automática a la salida.
-No viniste...- susurré entre pensamientos.
El apellido Ollivander llegó a mis oídos, al parecer había sido el primero en realizar una donación para las personas afectadas por la guerra ¡cien mil galeones! Una donación de aquella magnitud seria complicada de superar. Me pregunté si otras familias donarán una suma mayor simplemente para figurar, con la brecha que existía entre uno u otro bando no era de sorprender que familias simpatizantes del bandos opuestos deseen aumentar el número de sus donaciones.
Sin embargo aquello me tenía sin cuidado, aunque hasta hace dos días hubiera deseado con toda mi alma estar allí y a hacerme de un montón de contactos, ahora solo quería pasar desapercibida y volver a casa.
En aquel momento frente a la estación tomé una decisión, cuando evadi los guardias para meterme de lleno en King Cross mi vida cambió de dirección y el chico de ojos negros no se detendrá hasta atraparme y yo no me detendé hasta conseguir lo que quiero.
Ya próxima a la salida un hombre me sorprendió tomándome la mano y la cintura como si fuéramos a bailar. Levanté mi mano dispuesta a darle una cachetada por desubicado cuando quedé completamente paralizada al ver en esos ojos verdes al resguardo de una máscara al verdadero hombre que me dedicaba esas palabras.
¡Era él!
Intenté disimular el temblor de mis manos pero fue inútil, estas parecían bailar más que nadie en el salón. Mi labio también temblaba pero estaba protegido por la máscara.
Algo en su voz no me inspiraba miedo, más bien parecía que algo más lo había inquietado y las amenazas que confería eran de lo más desorbitadas, aún así yo tenía miedo.
Me dejé llevar por la música sin saber que el mayor peligro me observaba a la distancia.
Inspiré hondo intentando recobrar la compostura y me dejé seducir por la música sosteniendo la mirada con el ahora rubio personaje que me tenía prisionera en medio de esa multitud. ¿La música? Jazz. Mis pasos empezaron a controlar la situación y de pronto era yo quien llevaba al muchacho y no él a mi. Benditas clases de danza en Hogwarts.
Apoye mi barbilla en su hombro mientras sostenía su mano con mi zurda y con la otra mano llevaba su espalda. Su olor era particular pero agradable.
-Puede que seas fuerte, pero no est.up.ido- hablé muy suave dejando escapar un tono de voz más seductor de lo que hubiera querido -Hay aqui ministros, empresarios, personas poderosas que están divididos por un fanatismo enfermizo a causa de dos bandos, uno a los cuales tú mismo perteneces.
Di dos pasos hacia atrás y uno adelante clavando el filo de mi tacón en su zapato.
-Te esperaba- una sonrisa se instaló en mis labios.
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~Mansión de la Familia Gryffindor~ (MM: B 104490)
en Familias Mágicas
Publicado
Shelle Gryffindor con @ Arya Macnair
Solo había dos lugares seguros: la editorial y la Gryffindor. Pues para ser sincera la Gryffindor soportaría mejor un ataque que las frágiles paredes del Magisk y actualmente no estaba en posición de afrontar los gastos de reconstrucción en caso de que un maldito cuerno de erupement vuele todo al demonio. Entonces aparecimos directo en mi habitación, el primer sitio que se me ocurrió. Había agarrado su mano para desaparecer, quizás tan fuerte que no note el dolor que le podría estar causando a la reo, aunque francamente poco me importaba en esos momentos dado que estaba yendo en contra de una orden del mismo Black Yaxley. Sabia bien que decirle en caso de un enfrentamiento, me lo debía, me debía al menos una y me la estaba cobrando.
Solté la mano de la Macnair al tiempo que nos encontrábamos en la calidez de mi cuarto. La cama de dos plazas bien tendida repleta de almohadones color gris oscuro haciendo juego con el acolchado que era apenas un tono más claro de gris. Solo había tres muebles: un escritorio con dos pilas de pergaminos, cuatro tinteros y dos plumas; una pequeña mesita con un elegante jarrón de vidrio con tapa y whisky en su contenido y cuatros vasos también de vidrio con borde dorado haciendo juego con el líquido; por ultimo un placar napolitano con un gran espejo en una de sus puertas. Dos sillones de terciopelo gris rodeaban la mesa de tragos y sin preguntarle a la mujer si bebía serví dos vasos con whisky y me senté en el sillón a contemplar a la mujer.
Black me debía una y me la estaba cobrando salvando a esta mujer que apenas conocía. Diablos, la muerte de mi padre me había afectado más se lo que pensé.
-Todavia no cantes victoria- dije intentando relajar mi mente tras un trágico largo de bebida- aún puedo devolverte a la celda mugrosa de la que te saqué.
Empecé a chasquear los dedos y Wicky apareció de golpe.
-Prepara la habitación continua para la dama- dije a la elfina quien tras asentir dio un chasquido con sus dedos y la pared que había entre la cama y el placard se separó al tiempo que una puerta de roble aparecía y por donde Wicky desapareció.
Regresé la mirada a la bruja.
-¿Qué es lo que buscas, Macnair?