¤ Ladurée ¤ (MM B: 102947)

[Helike R V PB]

- ¿Quieren jugar al póker? - mi cara era entre un poema y una sonrisa de satisfacción.

 

- Entonces éste no es el lugar apropiado. Es mejor ir al salón... Le Paéva - es el más adecuado...

 

- Vengan señores @@Albus Severus Black y @ -Me levanté de la mesa e indiqué a una de mis empleadas.

 

- Ese lugar está hoy restringido. No quiero que nos molesten por ninguna causa. Bueno salvo las urgentes, ¿entendido? Creo que éstos dos - indiqué a los magos - están más pendientes de beber así que, del almacén trae el mejor licor que tengas. Sé que al cocinero no le gustará, pero es lo que hay - me encogí de hombros con una sonrisa y ella respondió de la misma manera.

 

- Por mí excelente... Por cierto, no sé si conozco el nombre del señor - le dije con una sonrisa - Heliké Rambaldi, mucho gusto - les dije, mientras les indicaba el lugar para empezar la partida. Uno que a mí me encantaba por lo elegante y sobrio que era. Lo más propicio para jugar al póker y beber sin ser molestados.

 

- Creo que tengo por aquí una baraja y también fichas - dije, susurrando. Vi el lugar y fui derechita hacia él. Con un toque de varita mágica, se abrió un compartimento secreto en dónde podía guardar todas las cosas que quisiese.

 

- Pueden sentarse en las mesas que prefieran - les indiqué a los brujos.

[Albus Severus Black]

@, La mujer de grandes y provocativos labios nos invitó a otra área de su negocio.. Un área al que ni sabía que existía y mira que había antes venido a laduree. @ y yo íbamos en pos de la rambaldi, solo se detuvo para decirle a un empleado que no quería ser molestada por nada.

 

Cuando oí que la mujer le digo eso, algo me dijo que estuviera alerta.. Fue así como llegamos a dicho salón y nos sentamos. La mujer fue a unos pocos metros y de un compartimiento secreto saco las herramientas para jugar. A darius se le veía despreocupado, él siempre era así..

 

Al ya estar casi preparados para iniciar la partida de póker, nos sirvieron un licor.. Yo lo tome y le olí, era de buena calidad y muy rico. Lo bebí porque antes la mujer lo hizo, Puse el vaso en la mesa, desdesabotono mi chaqueta y me aliste para comenzar..

 

Mire a darius quien estaba tomando mucho y ya estaba haciéndole efecto el licor. El tenía bastante aguante ante la bebida pero había tomado como mucho..

 

veremos que trae consigo esta partida.

[Helike R V PB]

@ veo que cambiaste de nick jajjajaj espero que funcione jajajjaja

@@Albus Severus Black

 

On:

 

Con un toque de mi varita mágica hice que las cartas se barajaran solas. Además fui poniendo las fichas en cuatro cantidades y que contenían diferentes valores. Cuando se terminaron de barajar repartí dos cartas a cada uno. Revisé las mías y me gustaba lo que veía... Ahora sólo esperaba empezar a iniciar las apuestas.

 

- Ustedes dirán, señores - asentí con la cabeza.

 

Di un trago a mi bebida, y saqué del monedero de piel de moke una petaca en dónde tenía guardados mis cigarrillos. Saqué uno y lo encendí usando de nuevo, la varita. Yo hice mi apuesta y esperé a los demás.

[Albus Severus Black]

Miraba todo aquello en silencio.. era un poco extraño que @ estuviera así de callado. La bebida hacia eso en él? Donde estaba aquel bocón que soportaba no sé qué cuantas cosas por ser un licaón?

 

Mire el barajar de la bruja.. Ella era como enigmática y no sé por qué pero todo lo que hacía en cierta manera era como sensual.. Seductor. La tipa poseía una belleza casi infinita y atributos muy interesantes que si me iba bien en las siguientes mangas de póker, podría ver de primera mano.

 

-qué tipo de apuestas serian?- saque de mi bolsillo de la chaqueta una pequeña bolsita de galeones y los puse encima de la mesa. – comenzamos por 5 galeones? O iremos más allá? Comenzamos por quitarnos 3 prendas? Que dice usted srita @ ? Demian?

[Helike R V PB]

No pude evitarlo, estallé a carcajadas....

 

- Oye Albus - me limpié las lágrimas a causa de la risa - ésto no es un local apropiado para eso... Acepté lo del póquer porque no sé.. quizá era buena idea... Pero lo de las prendas... Lo siento, eso sí que no - seguía riéndome sin poder evitarlo...

 

- Pero por mi parte, no tengo problema, cinco galeones la puesta, estaría bien, ¿porqué mejor, no apostamos chupitos? - alcé las cejas rápidamente - ya sabéis... tengo por ahí un buen whisky de fuego, el que pierda, se tiene que tomar uno... Si tenéis elfos, mejor que estén por aquí por si os pasáis y bueno, os tienen que llevar a casa...

 

Seguía riéndome por la ocurrencia del chico. Si es que...

 

- Además, tengo pareja - alcé el dedo índice. Recogí mis cartas y puse las fichas encima de la mesa para iniciar el juego.

 

@@Albus Severus Black

[Albus Severus Black]

Mire a @ soltar una gran carcajada.. Que le hacía gracia? Aquella mujer que aparentaba seguridad, sobrades (termino que se usa en donde vengo), aquella que siempre se veía como implacable ahora reía de nervios? Será que la gran helike rambaldi se asustó por mi propuesta?

 

A todas estas, cuando le oí decir lo que dijo, solo le mire y una leve sonrisa se dibujó en mi boca. –tienes pareja? Pues y eso.. Que importa.. – fue lo que respondí pero en mi mente, en mis pensamientos.. No le diría esto a esta mujer en su propio negocio.

 

Saque entonces 5 moneditas de oro y las puse en la mesa. Guarde el saquito en mi chaqueta de nuevo y le dije -5 galeones la primera ronda. Luego vamos duplicando la apuesta, está bien?- le pregunte acercándome a la mesa más y entrelazando mis manos. –lo del whisky.. Pues podemos comenzar desde ya, eso no es apuesta.. Disfrutar de un buen whisky con una compañía así es un privilegio.-

 

Voltee y mire a @ quien seguía callado observando todo. Yo le conocía y cundo él era así, algo tremendo tramaba..

 

Veremos en que para esta partida de póker..

[Helike R V PB]

Mientras estaba en el castillo Rambaldi, había decidido ir a echar un vistazo a la contabilidad del Ladurée. No es que me hiciese mucha gracia, pero era, conjuntamente, con el Dragón Verde, que me daba algunos beneficios extras, a pesar de ser socia. Aún recordaba la última vez que había estado ahí; con una partida de póker y que habíamos acabado un tanto perjudicados... Bueno, unos más que otros. No pude evitar sonreír maliciosamente...

 

El sol iba despuntando poco a poco en el horizonte, dando paso a un nuevo día. Eché un vistazo al despertador y éste marcaba las ocho de la mañana. A pesar de que estábamos en la primavera, parecía que poco a pocos los días iban siendo más largos... Me levanté de un salto y me vestí cómodamente; me puse (además de mi ropa interior) una camiseta, tejanos, botas de piel de dragón y una cazadora de cuero.

 

Até mi pelo en una cola de caballo alta, recogí el monedero de piel de moke con todos los cachivaches que me serían de utilidad y lo guardé dentro de la cazadora de cuero, recogí mi varita y me aparecí delante del negocio, dispuesta a abrirlo.

 

Al cabo de diez minutos fueron entrando las recepcionistas mientras iba disponiéndolo todo para cuando empezaran a entrar los primeros clientes del día...

 

Le avisé a una de las chicass...

 

- Estaré en el despacho revisando cuentas, cualquier cosa -la mujer asintió y le pedí - un poleo menta con gotas de whisky - y me encaminé al lugar a revisar las dichosas cuentas.

[Alexander Fox]

Nuevamente iniciaba sus aventuras por el callejón, se había detenido por un poco debido a un malestar que le había atacado la última vez, pero ahora con más energía se dignaba a pasearse de un lado, pero para esa ocasión tenía una nueva tarea, su joven sobrino le había comentado que tenía una hermana, algo que sorprendió mucho a Alexander, la señorita había regresado, pero al parecer no estaba muy familiarizada con los nuevos lugares de Ottery.

Así que aunque no se lo pidiera decidió intentar ayudar a la dama, que al parecer iría a un lugar llamado “Ladurée” por recomendación, conocía el sitio había ido allí en una ocasión para hacer una entrega, sabía que tenía un ambiente encantador, elegante y tranquilizador, era perfecto para comenzar o eso pensaba Alexander.

Cuando llegó, se adentro con mucha curiosidad, preguntandose si la encontraría rapidamente, sus orbes dorados viajaban de un extremo a otro buscando a la joven dama, intentando adivinar donde podría estar, no deseaba incomodarla, y por desgracia no había preguntado su nombre aunque si su descripción, eso fue un error por su parte.

Cuando se adentró a uno de los salones pudo percibir a una joven dama de cabellera roja, y ojos de la misma tonalidad, comprendía ahora porque no podría pasar desapercibida, con suavidad se acercó mostrándose tranquilo y educado.

-Disculpe señorita, espero no molestarla – habló con suavidad, quizás se había acercado un poco brusco, pero de por si él era muy confiado cuando se trataba de conocer a alguien nuevo – ¿Es usted hermana del joven Antony? – Preguntó para averiguar sino se equivocaba y además mostrar que no era un total extraño.

-Soy Alexander F. Lockhart, tío del caballero – se presentó como familiar mientras se acomodaba su cabellera roja y sonreia encantadoramente, deseaba no mostrarse como un loco que apreció de pronto.

@ (disculpe la tardanza)

[Malum Luxure]

Me sentía algo nerviosa y perdida...mi hermanito me había dicho que había realizado para mi una cita con su tío Alexander del cual no sabia mucho, solo su nombre, que era joven y al igual que yo tiene el cabello rojo.

 

Suspire lentamente de un momento había perdido toda mi seguridad al estar allí sola entre la gente...quizá debería irme, no sabia de donde había sacado tanta inseguridad en mi persona...seguro era culpa de aquel que se llevo lo mejor de mis recuerdos, no quería admitir que me sentía algo tonta esperando a aun desconocido.

 

-Disculpe señorita, espero no molestarla – habló con suavidad un joven tomándome un poco por sorpresa, quizás se había acercado un poco brusco a mi.–¿Es usted hermana del joven Antony? – Preguntó curioso.

 

Me gire frente a el y le mire con detenimiento, su presencia irradiaba algo de despreocupación y tranquilidad lo cual me calmo un poco, antes que pueda responder adecuadamente...

 

-Soy Alexander F. Lockhart, tío del caballero – se presentó mientras se acomodaba su cabellera roja tan símil a la mía, sonriendo encantadoramente demostrando su confianza.

 

-Si...soy la hermana de Antoni.-Le respondí algo tímida regalandole una pequeña sonrisa de labios rojos.-Me llamo Lady dark Rambaldi.-Extendiendo mi mano hacia el.

 

El lugar aunque poco oscuro había parecido cambiar su semblante...la cafetería y pastelería con un toque de París...me resultaba un poco mas cómoda ahora, quizá era hora de buscar una mesa y pedir algo de tomar para poder dedicarme de lleno a conocer al tío de mi pequeño hermanito.

[Alexander Fox]

Había acertado con la dama, era la hermana de su pequeño sobrino, aunque se quedó un momento en silencio al escuchar su nombre, “Lady” le recordó de inmediato a ella, pero siguió sonriendo, evitando pensar demasiado en el asunto, sus recuerdos eran algo que debía encerrar. Estaba feliz de haber encontrado rápidamente a la dama y que ella aparentemente no se hubiera molestado con él por acercarse tan fácilmente.

-Un placer para mi conocerle señorita Dark– hizo una leve reverencia para sonreír divertido -¿oh Rambaldi? Tengo a algunos amigos con ese apellido – comentó casualmente realmente un compañero de aventura tenía ese apellido le tenia mucho respeto a esa familia. En ese momento se percató que no debían seguir allí, sería más tranquilo irse a sentar y seguir disfrutando del ambiente.

-Si me permite acompañarle, podríamos tomar un te o disfrutar de algún dulce, para poder seguir admirando el lugar y conocerle un poco más – habló con una suave voz, y en ese momento se dio el permiso de guiar a la señorita por el lugar, ya que lo conocía un poco, podía darse la libertad de moverse con tranquilidad.

La llevó hacia unos de los salones para escoger una mesa, primero deslizó la silla para dejar que se sentara y luego fue a su propio puesto, debía ser siempre respetuoso y educado con todos. La observó con atención, pensando en que clase de persona seria, no transmitía el mismo aire que su sobrino, resultaba diferente.

-Cuénteme un poco de usted, ¿ha logrado adaptarse? – Preguntó curioso, esperando ser atendido, y queriendo averiguar un poco más de la dama - digame si le molesto - hacer muchas preguntas podía molestar.

@