Jump to content

El Valle de los Reyes


Mael Blackfyre
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Al parecer Goderic y Edmund se entendían mejor que bien, una relación que alguna vez tuve con viejos compañeros de bando y que ahora ninguno pertenecía al mismo. Sonreí sin decir palabra alguna, confiaba en aquellos que habían sido líderes de la Orden del Fénix porque sabía que requería el puesto, no me predisponía a sus palabras, simplemente aprendí a confiar en que tal vez ellos tenían mejor experiencia que otros.

 

Le di otro trago a mi bebida y bajé de la balsa despidiéndome de los hombres que iban con nosotros, ninguno fue lo suficientemente educado como para responderme, al contrario, cuando alcé mi mano hacia ellos se voltearon de inmediato y se alejaron de mi vista. Muy bien, no me preocuparía por unos cuantos hombres, lo realmente interesante apenas comenzaría con la caminata hasta nuestro destino.

 

- Caminemos, pues, - sugería mientras pasaba al lado del resto de mis compañeros de viaje - que debemos de alejarnos un poco de la balsa si queremos comenzar a realizar ciertos conjuros. ¿Dónde dijiste que quedaba el traslador, Elvis? ¿Por allá? Perfecto, avancemos mi estimado Linmer.

 

Tomé de los hombros al hombre rubio, Sean, para que avanzara conmigo. Ya tenía la experiencia necesaria en estas travesías para entender que si quería realizar ciertos movimientos o comportarme de cierta forma, era mejor hacerlo al lado de quien no se encontraba metido en situaciones 'reglamentarias' por cuestiones de comportamiento, y en ese momento él era el único que no había conocido en el grupo del fénix.

 

Avanzamos durante unos metros mientras seguía bebiendo de mi cantinflora, sin que ni hijo Niko se diera cuenta que era mi bebida, con el licor suficiente para inyectarme energía y nada para sobre pasarme para quedar tirado sobre la arena sin poder moverme. Era una clase, no una fiesta. Le ofrecía a mi compañero Sean mientras discretamente con mi varita lanzaba conjuros de vez en vez para proteger nuestro camino de miradas curiosas, incluso de posibles peligros; era algo que siempre tenía conmigo, el sentido de protección, que nada tenía que ver con seguir ciertos ideales.

 

- Creo que esos son los trasladores, - le comentaba Sean pero con la intención de que todos me escucharan - pensé que iba a elegir réplicas de las pirámides, de la esfinge o de sarcófagos, ya saben, porque estamos en Egipto.

 

Miré de reojo a nuestro profesor y le dediqué una amplia sonrisa, sabía perfectamente que el Gryffindor no se tomaría a mal mis comentarios, pero de todas formas debía de asegurarme.

 

Los objetos encantados eran, al contrario, lo que cualquiera podría considerar como basura. Una lata de conservas vacía, una barra de metal, lo que parecía ser una pata de una silla de madera, una especia de red, entre otras cosas del estilo, nada que atrajera la atención de los curiosos. Al lado de estos, enterrados en la arena con sumo cuidado, lo que parecían ser las carpas para dormir, ocultas, apenas perceptibles a la vista.

 

Estuve a punto de realizar otra broma respecto a las carpas, pero un sonido a la lejanía me distrajo un momento. ¿Acaso había sido un cañón lo que escuché? Giré mi cabeza y cuerpo hacia donde provenía el sonido y observé a mis compañeros para comprobar que también lo habían escuchado, alcé la vista detrás de Sally y de Emily para toparme con una extraña sorpresa.

 

- Una columna de humo...

- Varias columnas, querrás decir.

 

Sean seguía a mi lado y, después de su comentario, observaba como de donde había dejado el Nilo se alzaban unas cuantas columnas de humo, siendo una la más grade y que parecía ser la más cercana. Esto no pintaba nada bien.

SfuMfvY.gif7h7ZSBT.gif80NOUjM.gif


p7PNraO.png


kbJcSlc.gifGyhyROf.gifxdFxo1G.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- ¿Sean? Al menos ya puedo decir que Sean es un iluso, y no el desconocido - Pensó, era bueno conocer los nombres de todos sus compañeros y solo no conocía el de dicho mago. Al parecer el mago quería ser recordado en caso de morir, pero Elvis se haría cargo de ello, aunque seguro no le gustaría tener que realizar todos los trámites por muerte de un alumno. Niko nunca había tenido que hacerlo cuando era Director pero seguramente no era un trámite emocionante.

 

- Bueno, puedo aceptar el un kilometro, al menos nos vamos a evitar 9 kilometros con el traslador - Sonrió, todo podía ser peor. No obstante, caminar solo un kilometro era algo muy bueno, el sol estaba llegando a su punto máximo, y con ello la noche, y sin duda el factor climático era muy importante en dicho momento. En particular, dado que todos los magos venían de Londres en donde la mayoría del tiempo el clima es frío.

 

- Yo la verdad prefiero no perder tiempo. Así que si podemos tomar el traslador hoy, sería genial - El tiempo era una muy buena excusa, pero en realidad no quería tener que pasar la noche en medio de la nada y menos con tanto misterio y cosas extrañas que había en el lugar, prefería algo mucho más tranquilo - Jum pero no creo que la zona cercana sea más tranquila - Pensó, mientras encogía sus hombros, nada podía hacer para evitar ir.

 

- Ay pero eso no a ayudar a mis nervios - Las palabras de Goderic no habían sido muy alentadoras y por la cabeza del Tonks pasaban muchas cosas, no quería morir en ese lugar pero todos eran muy pesimistas y lo ponían más nervioso.

 

- Creo que lo mejor es no delatarnos tan rápido. Las criaturas mágicas son muy obvias y no es una buena idea, aunque lo de los encantamientos sí me parece bien. Y de paso, podemos usar todos nuestros objetos, espero que la poca magia que hemos aprendido de los Uzza pueda ser útil - Dijo mientras observaba a su padre y bajaba de la barca.

 

Unos minutos después, llegaron a la zona de los trasladores que era bien típicos: basura y cosas así. No obstante, eran los objetos ideales para ellos, los muggles nunca se acercarían a tocarlos por asco - Nooo, siempre debe ocurrir algo - Gruñó al escuchar un ruido y ver humo en el aire, algo no estaba bien y tendrían que prepararse, pero con los hechizos básicos y de los libros - ¿Qué será eso? ¿Estamos en peligro? ¿Qué debemos hacer? - Los nervios lo hicieron hablar muy rápido y realizar demasiadas preguntas en poco tiempo.

w3PBwnw.png


Zn4buB8.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Me di vuelta, observando aquellas columnas de humo. Eran varias y el ruido nos había alertado a todos. Miré a Jay, algo alarmado, mientras éste miraba hacia el punto de distracción mitad pensativo mitad esperando que aquello sucediera realmente. No sabía que aquella leyenda fuera cierta. Eran parte de la comunidad mágica. Hasta allí todo había resultado como esperábamos. Me había divertido con los chicos en la barca, e incluso me gustaba su decisión de partir ahora para no perder tiempo. Pero al parecer, aquellos tripulantes eran más que trabajadores de su capitán.

»khata fi nahn«


Jay comentó aquello mirando al cielo. No sabía árabe, ni siquiera las palabras me resultaban conocidas como para saber de qué estaban hablando. Ishaya y Niko estaban alertados. Ed y Gode comentaron que sería mejor partir. Y estaba de acuerdo con ellos. Las jóvenes alumnas también lo estaría, porque no las dejaríamos solas y la mayoría estábamos pensando que lo mejor era irnos. Y más con lo que estaba sucediendo alrededor. El sitio donde habíamos desbordado de la barca, parecía que expulsaba parte de aquel humo. Me giré, sin preocupar a los chicos.

Creo que tienen razón, lo mejor es tomar el traslador ahora mismo —Jay pareció no exclamar nada más. Y parecía estar de acuerdo con nosotros, porque enseguida nos ayudó a reagruparnos para tomar los trasladores que Ishaya encontró hacía unos segundos. No me mostraba preocupado en ningún momento, pero tenía que decir algo al respecto. ¿Y si nos encontraban en la tumba de Tutankamon? Esperaba que todo eso no fuera parte de la Maldición Dorada—. A veces suele ocurrir algunos problemas entre los ciudadanos. La vez pasada, Jay me comentó, que hicieron estallar un bar. Al parecer era alguien buscado por las autoridades de aquí —les comenté mientras tomaba aquel pañuelo corroído y lleno de arena—. ¿Están listos?

Con un movimiento de mi varita, terminé de completar el proceso que habíamos realizado con mi ayudante y guía de aquel lugar. Todos los objetos que eran tomados por los chicos, a veces compartidos y otras veces solos, brillaron de un azul intenso. Se escuchó otra explosión a lo lejos y varias chispas doradas salieron hacia el cielo. Solo esperaba que los chicos no se desconcentraran porque deberían hacer aquellos diez kilómetros a pie. Y no quería perder más tiempo. Era cierto, teníamos que adentrarnos en la misma tumba. La oscuridad nos envolvió por completo y cuando todos abriéramos los ojos, nos encontraríamos en el mismo punto.

[Valle de los Reyes.

Horario de visita de 08:00 a 16:00hs]


Creo que tenemos suerte, para cuando lleguemos al Valle, el lugar va a estar cerrado. ¿Vamos? —dejé caído el pañuelo, leyendo el cartel. Tal vez era mejor que los dejáramos allí en un rincón, por si decidíamos regresar en traslador. Para aquel entonces mi varita estaba nuevamente dentro de mi manga izquierda. Iban a ser casi las 17 de la tarde, el sol se estaba acercando cada vez más al horizonte. Pero allí, era un sitio mucho más concurrido que donde habíamos encontrado aquel bar, al principio de la clase, ya que se trataba de una zona turística donde era visitada por miles de personas de diferentes partes del mundo—. Tenemos que actuar con normalidad hasta que nos acerquemos. Se van a dar cuenta que la entrada está cerca. Hasta ése momento, no saquen su varita por favor.

Les comenté a los chicos, esperando que se pusieran a caminar. Les comentaba aquello con algunas palabras como advertencia pero de eso se trataba de la clase. Si les indicaba todo, si les contaba como iba a hacer todo, ninguno iba a aprender por su cuenta. Cada uno iría averiguando lo que sus habilidades le permitía. Estaba seguro que todos los presentes eran demasiado curiosos para empezar nuestra travesía, no necesitaba incentivarlos. Eso era algo bueno. Jay parecía que me quería decir algo, pero aún no se animaba. Tampoco lo iba obligar.

Un grupo de niñitos exclamaban todo tipo de palabras que no entendía. ¿Eran chinos o japoneses? Sus ojos estirados y su emoción por haber visitado aquellas tumbas les producían demasiada felicidad. Sonreí ante ésa escena y esquivamos el grupo, caminando por aquel sendero que nos llevaría directamente. El suelo arenoso empezaba a ascender, en pequeñas colinas. Éstas seguramente tomarían mayor tamaño hasta convertirse casi en montañas. Estaba ansioso, quería llegar ya a la entrada. Con la cantidad de carteles incluso los chicos mismos se guiarían sin problema.

|| 1yqixEK.gif || Marca-1.gif.664cbd85ef4de2f10b959916cce5||
Chw3Ljs.png
GOLDOR ♦ DEMONIUM MERIDIANUM

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No mucho después salieron de aquel negocio para emprender el pequeño viaje hacia la tumba del famoso faraón. La Dumbledore tomó algunos bocadillos que se guardó en la cartera y vació su vaso antes de salir detrás del grupo. Estaba segura de que irían hasta las orillas del Niño sobre camellos y se sorprendió al ver que no sería así.

 

- Definitivamente, Elvis es un tacaño o no tiene demasiada imaginación - le susurró a Edmund que estaba a su lado. No creía que fuera necesario gastar muchos galeones para rentar algunos camellos, con lo fácil que hubiera sido morphear algunos sin que nadie se enterara. Pero debía verle el lado bueno a la larga caminata, al menos podía considerarlo un paseo turístico.

 

Cuando subieron a la embarcación se relajó y empezó a picar los bocadillos guardados en su bolso, ofreciéndole alguno a Edmund pero entonces hubo un pequeño sobresalto general por lo que parecía ser la aparición de algo en las aguas del río. Ella no había llegado a ver nada pero sintió una ligera vibración de la pulsera ensartada con los amuletos y diges que venían con los libros de hechizos que había adquirido. No creía que fuera tan preocupante, todos eran magos capacitados y aunque Elvis les había instruido guardar las apariencias estaba segura de que nadie se lo pensaría dos veces antes de actuar en defensa propia.

 

- Jajaja, un gusto conocerte Sean, yo soy Sally - le había dicho al mago después de echarse una buena carcajada ante las palabras del hasta entonces desconocido mago. De alguna forma aquello había roto la tensión del momento y llegaron a destino sin mayores contratiempos.

 

Bajó junto al resto, sin darse cuenta de lo que Edmund había logrado descifrar. Aunque no pudo evitar notar la preocupación en el semblante de sus amigos, al parecer algo no andaba bien y cuando escuchó aquel estruendo y vio las volutas de humo supo que no estaban equivocados. Se apresuró a tomar uno de los trasladores, respirando profundamente antes de ser arrastrada al Valle de los dioses junto a los demás.

 

- Edmund, ¿qué pasó en el río? Siento que tú sabes algo que el resto no, lo veo en tu rostro, estás preocupado - le dijo tras acercarse al mago y tomar su varita por debajo de la manga. El verdadero viaje estaba a punto de empezar y tenía que estar preparada para cualquier cosa.

http://i.imgur.com/Wb0Wb33.gif
http://i.imgur.com/XoZy7kJ.jpg

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Obliteración.


Había realizado aquel hechizo cuando la barca ya se encontraba fuera de su vista, asegurándose que ninguno de los tripulantes lo observara. A pesar de ser muy tarde para eso, Browsler siempre resultaba muy precavido. «En todo momento, los prudentes han prevalecido sobre los audaces» aquella afirmación la recordaba aún de las muchas lecciones que Aldair le había impartido décadas atrás. Su varita se encontraba eliminando el rastro que los pies de los magos iban dejando en la arena mientras se dirigían hacia los trasladores. Para ello había decidido cerrar la marcha, ubicándose de último junto a Sally, quién le ayudaba en este sentido.


Goderic se había mostrado de acuerdo a utilizar los trasladores de una vez pero por motivos diferentes a los suyos, pues desconocía lo que Browsler había escuchado. Ishaya ya había alcanzado a localizar los trasladores, objetos viejos y comunes, que utilizarían para alejarse de allí. Hubo un murmullo de aprobación general pero antes de partir Ishaya llamó la atención de todos. Edmund giró su rostro para ver como del lugar del que habían partido se alzaban unas cuantas columnas de humo, ¿qué había sucedido? ¿Se trataba de la tripulación? Jay soltó unas palabras y miró al cielo pero el mago no había alcanzado a escuchar lo que había dicho su guía pues estaba muy lejos de donde este se encontraba.


Creo que estás en lo correcto, el peligro se acerca —respondió a las interrogantes de Niko sin dejar de observar las columnas de humo.


Edmund decidió tomar el mismo traslador que su abuela había tomado. Y juntos desaparecieron en un torbellino que los arrastró al Valle de los Reyes lo más cerca posible pues aún debían caminar un kilómetro. El mago se dispuso a caminar nuevamente al lado izquierdo de Sally, la bruja se había acercado hasta él para preguntarle por su semblante de preocupación.


— Los tripulantes nos descubrieron —afirmó en un tono de voz alto pero aun así sólo ella había logrado escucharlo pues su anillo mágico salvaguardaba sus conversaciones—. Mencionaron algo sobre avisar a los “demás”. Honestamente no sé bien a quiénes se referían.


Llegaron al Valle de los Reyes con el inicio del ocaso. Este ya había cerrado y los turistas restantes se disponían a irse en unos artefactos muggles que había visto pero que no sabía cómo se llamaban ni cómo funcionaban. Desactivó el poder de su anillo salvaguarda pues Goderic y Emily se acercaban hacia ellos cuando Elvis daba ciertas indicaciones. Browsler sacó su reloj de bolsillo para observar la hora, eran las cinco y treinta minutos, al tiempo que caminaba sobre el sendero de arena que comenzaba a empinarse cada vez más. Un grupo de turistas japonés pasó a su lado, estos conversaban sobre lo que habían vivido en aquel viaje, estaban emocionados y alegres; caso contrario al de ellos, quiénes iban a develar y aprender sobre las maldiciones más poderosas y ocultas en aquellas antiguas tumbas.


Creo que ya estamos llegando —comentó al observar las estructuras—, pero tenemos un pequeño inconveniente. —Unos cuantos guardias muggles se encontraban custodiando aquel patrimonio universal pues se suponía que nadie más debía ingresar.


Había llegado el momento de utilizar sus varitas.


BA 4GfTlba.gif TT


s5GyAv7.jpg


http://i.imgur.com/uqzq7Rd.gifhttp://i.imgur.com/6uQOEDh.gifhttp://i.imgur.com/IoFtBOl.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

En parte el chiste habia dado en el blanco...primero me habia liberado de la tension de momento...y mi insipiente miendo a caer en el agua a nadar con cacodrilos o algo. y segundo..pero no menos importante...le habia sacado una carcajada a la chica de ojos violeaceos. Y claro...su nombre son a musica Celestial...si..un nombre acorde al la belleza que ostentaba...en fin..ahora si no veria nada mal un trago para entrar en calor...aunque supongo que el desierto se encargaria de eso. Al bajar segui a Ishaya...que se las habia arreglado para conservar su bebida..algo que agradecia..pues comenzaba a atardecer...Caminamnos un tramo...y llegamos a donde los trasladores y las carpas...sin mas tome una de las carpas cuando...

 

Una explosion???...hileras de humo???...bueno....eso sonaba raro...pero no creia que tuviese que ver exactamente con la maldicion...a fin y al cabo puede que tal vez se nos hubiera ido alguna palabra sospechosa...o incluso mostrar alguna varita...pero si realmente fuera un peligro tan grande..y tan temido como la maldicion..no creo que avisara de esa forma...o al menos yo si realizaba una maldicion no lo haria asi...

 

A fin de cuentas cual era el sentido de avisar al estilo...¨si entras encontraras te sucedera algo terrible....bla..bla..bla..¨ o...¨vamos a por ti¨..como mas bien parecia este caso. Eso mas bien incentivaba a uno...no lo desmotivaba....si fuera yo...pues que lo descubriesen en carne propia si se atrevian entrar...ya despues con algun miembro desmembrado...entocnes que se acordasen de la maldicion. Pero no habia nada que hacer..era hora de desaparecer...asi que....antes tomamos un traslador..mientras con mis manos agiles..le quitaba momentaneamente la cantimplora a Ishaya..para beber un sorbo justo antes de desaparecer..

 

Casi caigo...no por la bebida...sino..porque nunca me acostumbraria a algo como un traslador...sin mas regrese la cantimplora a mi colega. Si..al fin en el Valle....caminamos un poco siguiendo a Elvis....el horario de visita habia terminado...pero eso no era lo importante..sino mas bien....la conversacion que a mis espaldas tenian Sally y otro colega.

 

-Bueno si esos ¨demas¨...resultan ser muggles..no creo que debamos preocuparnos...a lo mejor son como decirlos..carroñeros- dije metiendome en una conversacion que a lo mejor era privada...aunque claro...compartir informacion en estas expediciones era algo importante.

 

Nunca me habian gustados los carroñeros...solo se limitaban a esperar....o sea..te metias a robar algo...y ellos esperaban a que saliese malherido o al menos cansado..para atacar o quedarse con todo...y claro..estaba la otra opcion..que la misma tumba prescindiese de las victimas y las lanzace lejos de su locacion..asi ellos solo tenian que esperar...y desvalijar a las victimas mortales. la idea no era mala..al final una victima anterior....podia alertar a alguien que intentase desafiar por primera vez las maldiciones de una tumba...Asi seguimos...un poco mas...hasta que llegamos a unas estructuras y el mismo chico...de la otra vez...anuncio la ubicacion de guardias de seguridad...sin mas saque mi varita..

 

-Si me preguntan....lo mejor seria una distraccion...aunqe dado el caso..no se limiten..soy desmemorizador...asi que se pudiera decir..que es mi trabajo que no recuerden nada

MATADORES-FINAL.gifSean-y-Leslie.gif

T9wDvtJ.gif

XXBPo79.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Se queda callada mientras los demás deciden si acampar o avanzar hasta el valle con los trasladores, está más ocupada buscando ropa abrigada entre las cosas que lleva en la maleta, donde todo es difícil de encontrar por el hechizo de expansión. Todavía se percibe el calor sofocante, pero sabe que cuando caiga la noche la temperatura descenderá de forma drástica y ella, al ser humana, se vería altamente afectada. Agradece que deban tomar los trasladores; la idea de acampar era la que menos le gustaba. Mas considerando el humo que veían a lo lejos; no entendía lo que estaba pasando pero claramente era cosa de los muggles y Emily no quería meterse en sus asuntos.

 

Agarra una de las latas viejas cuando recibe la orden de Elvis y siente el típico mareo y la presión en su pecho cuando esta se vuelve de color azul y la levanta. Aguanta la respiración hasta que nota cómo sus pies tocan el suelo nuevamente y abre los ojos. Imita a su profesor y deja la lata junto al pañuelo y los otros objetos que habían utilizado como trasladores. Sigue caminando siguiendo al grupo y con la varita guardada en uno de sus bolsillos, lo suficientemente oculta para que no se note de ninguna forma. Van caminando contra la corriente, pero conversan y se ríen de forma tan natural, que nadie podría sospechar de ellos.

 

-¿Me das un poco? - pregunta mirando a Ishaya, claramente refiriéndose a su bebida, el no poder usar magia por tanto tiempo la tiene intranquila y una copa podría ayudar a calmar sus nervios.

 

Al pasar cerca de un grupo de niños, nota como a uno se le cae una especie de mapa. Emily se separa por un instante para recoger lo que, efectivamente, era una guía de las tumbas conocidas. No cree necesitarlo gracias a la presencia de Jay y de Elvis, pero de todas formas lo lleva entre sus manos ¿qué más muggle que eso? Regresa con el grupo y, para cuando han llegado lo suficientemente cerca, se dan cuenta de que deben detenerse.

 

A lo lejos pueden ver que la entrada al valle no es diferente a una calle. Una calle rodeada de montañas y arena, pero una calle al fin. Tiene casetas donde hay guardias las veinticuatro horas del día, mismos que son señalados por Edmund. Pero el pequeoñ grupo de magos está lo suficientemente oculto en lo alto de una montaña como para que alguien pueda verlos. Frunce el entrecejo ante la idea de tener que hacer algo para despistarlos, pero sabe que es el momento de empezar a usar magia para poder llegar a la tumba.

 

-Entonces los guardias… -dice, pensativa - ¿alguien tiene el anillo para evitar que nos escuchen? O quizás alguien podría crear una tormenta de arena que los aleje de aquí lo suficiente... -pregunta y sugiere. El que Sean sea un desmemorizador les da una especie de ventaja. Por su parte, lo que Emily puede hacer no es mucho, con el nivel de magia que tiene, a parte de tirar desmaius o petrificar a los guardias, lo cual no es suficiente para crear una distracción.

Editado por Emily Cartwright

fwb3AQB.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

De a poco habíamos llegado. El camino se hacía cada vez más fácil porque nos dirigíamos justamente hacia el punto donde las personas se empezaban a alejar. Aunque hacía algunos minutos que la tumba había cerrado, las personas se quedaban charlando sobre lo último visto o debatiendo de qué otras tumbas debían ver. Pero era cierto, teníamos un inoportuno y no habíamos pensando eso. Por un segundo, pensé que íbamos a quedarnos a dormir en las orillas del río Nilo y llegaríamos cuando no había nadie. Ni guardias.

Creo que no están viendo el foco del problema. Los guardias son lo de menos. Son simples muggles, un encantamientos bastará, y estoy seguro que Sean nos ayudará con eso luego. ¿No? —le pregunté al joven que se había ofrecido para borrarles la memoria. Era buen plan, por lo que podían desmayarlos o hacerles cualquier cosa. Había varias cosas que hablar antes de entrar. Señalé con la mano aquel cartel en la entrada de la tumba.

»La muerte vendrá con alas ligeras
sobre todo aquel que se atreva a violar esta tumba«



Creo que tenemos otras cosas por las que preocuparnos, y una señal de que existe una maldición, es que muchas tienen una especie de alerta a la vista. ¿Alguno recuerda lo que dice en la entrada de Gringotts? —tal vez los chicos no lo veían como tal, pero aquella maldición era inocente, aunque muchos no supieran de verdad que los Duendes eran tan codiciosos que no les importaba que algún mago o bruja muriera en sus bóvedas, por atreverse a tocar su oro. ¿Acaso aquello no era igual?—. Necesito que lo vivan por experiencia propia. De ésa manera van a poder ver cada centímetro de la maldición. ¡y claro está! Que no es una sola, sino son muchas. Así que deben abrirse paso hacia la tumba y analicen qué maldiciones puede haber. Analicen de qué manera pueden anularla. ¡Y lo más importante! No se lleven nada...

 

Les exclamé con una sonrisa. No estaba seguro de como tomarían la idea. Tal vez mis palabras los estaba confundiendo porque les estaba encomendando una tarea y no me estaba incluyendo. ¿Acaso pensaban que sería una visita guiada? Estaban equivocados. Miré alrededor. Cerca de nosotros no había nadie, podíamos hablar todo aquello tranquilo .Pero si empezábamos a utilizar nuestras varitas y a llamar demasiado la atención, aquellos presentes verían y seguramente se acercarían. Así que mi trabajo era otro, mientras los alumnos entraban en la tumba.

 

Yo debo pensar en hacer algo para alejar a todos de aquí. Por lo menos de mantenerlos lejos —miré a los chicos. No tenía claro las ideas, pero para plantar protecciones, debía alejarlos un poco. Con alguna distracción alcanzaba—. Jay se quedara en la puerta. Ustedes entren y hagan lo que les pedi. Allí si van a necesitar su varita. Hay cosas que parecen que están con vida allí dentro —les comenté, esperando no asustarlos. Sabía que no lo haría—. ¿Está bien? Ya regreso. Ustedes avancen y nos encontramos dentro.

 

Y sin más tiempo que perder, me giré luego de saludarlos con una reverencia con la cabeza. Con paso apresurado, esquivé algunas personas y regresé por donde habíamos llegado. Miré hacia ambos lados intentando ver algo qué sirviera. Había unas pequeñas escaleras, hechas con la misma piedra del valle, que llevaban a una especie de terraza. De allí alto, podría ver mejor todo. Mi varita esperaba ansiosa, dentro de la manga de mi camisa.

|| 1yqixEK.gif || Marca-1.gif.664cbd85ef4de2f10b959916cce5||
Chw3Ljs.png
GOLDOR ♦ DEMONIUM MERIDIANUM

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- Por supuesto, - dije al momento en que estiraba mi brazo para entregarle la cantinflora a Emily - siempre traigo bastante conmigo para que nunca nos quedemos sin nuestras reservas.

 

Habíamos llegado a la calle que daba a la entrada del lugar donde tendríamos que comenzar con nuestro aprendizaje, al fin, aunque las miradas de los muggles siempre podrían causar algún tipo de problema. Escuchaba las sugerencias de unos y observaba la reacción de los que preferían matenerse en silencio, sobre todo porque con cada uno de ellos había vivido ciertas experiencias que me daban una ventaja al momento de leer su experión corporal y notar más allá de las apariencias lo que en realidad sentían. ¿Magia? Muy lejos de ello, simple intuición.

 

Habían hablado acerca de creaar una distracción, una tormenta de arena, por lo que decidí que en ese aspecto podría hacer algo más que lanzarle indirectas a mi amigo y profesor Elvis, todo porque ambos éramos paladines de alto rango y teníamos cierta ventaja al momento de controlar las fuerzas de la naturaleza, sobre todo aquellas que tenían que ver con la tierra, el trueno y el viento, una combinación perfecta para mis objetivos.

 

- Muy bien jóvenes, manténganse juntos, - comencé a decir mientras me preparaba para comenzar con la invocación, al tiempo en el que me colocaba al lado de Elvis Gryffindor - crearemos una distracción pero a todos les resultará difícil el ver durante unos veinte minutos, los suficientes para ingresar al lugar. De preferencia siganme, muy de cerca, Elvis supongo se quedará afuera para controlar la misma y yo, al ser parte de la creación, podré ver sin problemas, ¿de acuerdo?

 

Comencé a pasar mi cantinflora por todas las manos de los presentes, apra relajars eun poco y para calmar las posibles ansías que pudieran tener. Al terminar cerré los ojos para concentrarme en acumular la energía que nos rodeaba, que vibraba en el ambiente, y el tatuaje del mazo comenzó a brillar debajo de mi oreja. Suponía que el conocimiento de meteorología me ayudaría a que aquel conjuro no se saliera de control, porque cuando el ser humano se metía con la anturaleza nunca se estaba seguro como reaccionaría.

 

- Tormenta de arena. - Murmuré justo cuando abrí los párpados, mi mirada se clavó en la del Mazo Diamante, ambas voces sonaron al unísono y el espectáculo comenzó.

 

De inmediato los muggles comenzaron a reunirse, corriendo hacia no se donde para protegerse y los guardias de seguridad comenzaron a evacuar la zona. Con un simple gesto dejé al profesor en su lugar y comencé a guiar a nuestro grupo por en medo de aquel caos hasta la entrada de la tumba, cuidando de no llamar la atención de ninguna mirada curiosa; aunque tuvieramos a Sean con nosotros, prefería no meterme con aquellas personas para lanzarles hechizos desmemorizantes.

 

- ¡No se separen! - Alcé mi voz lo suficiente para que todos me escucharan en medio de los fuertes vientos. - ¡Estamos bastante cerca, continúen caminando!

 

Estaba seguro que más de uno había activado el anillo de salvaguarda mágica ya que esto permitiría que la arena atravesar asus cuerpos, de cierta forma, para evitar cualquier daño. Quienes no poseían ese conocimiento se aferrarían de alguien que lo tuviera, o eso esperaba, ninguno de mis acompañantes era tan ingenuo como para dejar arrastrarse tan fácilmente.

 

Unos cuantos pasos más y estábamos dentro, me detuve justo en la entrada para dirigir a todos mis compañeros, uno a uno, hasta que el último ingresara. Miré hacia la posición de mi amigo Demon Hunter, parado en el mismo lugar como a unos cien metros de distancia, sonreí e ingresé de inmediato. Era momento de jugar.

Editado por Ishaya

SfuMfvY.gif7h7ZSBT.gif80NOUjM.gif


p7PNraO.png


kbJcSlc.gifGyhyROf.gifxdFxo1G.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- Aja... ¿un bar? Seguro Jay sabe algo y no nos quiere contar - Susurró el Tonks, no confiaba en extraños y en dicho momento era el único que no conocía. Al menos a los demás al menos los había visto o eran miembros de su bando y había compartido con ellos. Elvis decidió que lo mejor sería usar los trasladores, Niko había tomado uno previamente y desaparecieron al tiempo.

 

- ¿Y en dónde estamos? - Pensó, mientras escuchaba a Elvis - No sacar mi varita, entendido - Su mente iba demasiado rápido en algunas ocasiones y esta no era la excepción, las indicaciones de su profesor eran claras y tendría que seguirlas si quería salir del lugar con vida o si no quería mostrarle a los muggles que eran magos, no sería muy bueno provocar una crisis con el gobierno egipcio.

 

- Creo que era mejor cuando eras un desconocido. Así no debo decir que conozco a alguien que les llama "carroñeros" a los muggles - Dijo Niko mientras miraba a Sean, no le agradaba mucho la actitud del mago, pero por suerte era el único del grupo. Todos los demás eran sus compañeros y tenía una muy buena relación con ellos.

- ¿Un poco de qué? - Agregó el Dumbledore al escuchar las palabras de Emily, sin duda su padre estaba haciendo algo malo, pero quería confirmarlo o que él mismo se lo dijera. Un par de horas antes, le había quitado una bebida poco adecuada para la clase y no había sido muy receptivo.
- ¿Resevas? ¿Bastante? Cye no va a estar muy feliz - Agregó, mientras lo miraba fijamente, aunque definitivamente no era una mirada de amigos, tendría muchos problemas al regresar a la Tonks. En especial, cuando le contara a Cye lo irresponsable que había sido su padre en medio de una situación tan tensa.

Todos siguieron caminando , Niko odiaba a los muggles aunque no mucho. Sin embargo, simplemente caminó con la vista hacia bajo, no deseaba mirar las actividades que realizaban en dicho lugar. Todo iba bien hasta que Edmund mencionó algo, en definitiva era un pequeño inconveniente, aunque podían utilizar uno que otro hechizo - Creo que es bien pequeño, algo podremos hacer para distraerlos. Nada muy elaborado - Mencionó.

 

- Y yo pensando que este sería nuestro problema más grande - El Tonks había sido demasiado ingenuo, tendría que replantear sus clases, siempre lo llevaban al borde de la muerte y era algo muy extraño - Pero cómo así que no debemos llevar nada? ¿Cómo nos vamos a defender? Hay algo que no entiendo - El Tonks había estado muy atento, pero no lograba entender toda la situación.

 

Esperaba las respuestas de Elvis, pero Ishaya había decidido realizar algo extraño con el clima y el momento de ingresar había llegado, los guardias habían abandonado sus lugares para ayudar a los muggles - Pero... - El Tonks encogió los hombros y siguió a su padre, esperaba que las respuestas a sus preguntas no fueran demasiado importantes o se enojaría mucho.

 

 

 

 

w3PBwnw.png


Zn4buB8.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.