→~*Mansión Delacour*~← (MM B: 94786)

[Kamra Ashryver D.]

Kamra frunció el seño ligeramente ante la presentación poco ortodoxa de Sean. Ella era - a leguas - una persona pervertida hasta la médula, pero jamás lo iba diciendo por ahí. Más bien se le notaba... sabía que su andar y sus maneras delicadas aunque brutales (según algunos) podría hacer estremecer de deseo al alma más fuerte o débil...o hacerla huir. Se obligó a si misma a sonreír y asentir.

 

- Es un gusto conocerte - y lo era dejando de lado sus indiscreciones - y en efecto, Helike y yo fuimos matriarcas a la vez en un periodo de tiempo minúsculo, aunque no se qué fué de ella luego de eso.

 

Rodaba los ojos mientras escuchaba a Lisa - sin poder dejar de intentar fastidiarla - cuándo Kaori hizo acto de presencia. Tambíen le fue imposible evitar soltar una risita al ver a Alessandra tan celosa por un niño al que ni siquiera le habían salido bellos en el pecho.

 

- Kaori bonita, muchas gracias - mientras saludaba, su esposa agitaba los brazos hacia una niña apartada de la multitud, pero que parecía cómoda con su soledad, observando a todos. Al instante se sintió un poco identificada y la saludó con una sonrisa genuina - bienvenida a nuestra casa, joven Luna - ¿Era coincidencia que su cabello tuviera el color de la luna? Decidió que era mejor dejar de filosofar, pero cuando se giraba a susurrar alguna cosa escandalosa en el oído de su rubia, Lisa la apartaba de un tirón y se la llevaba no muy lejos de ellos.

 

Al ser híbrida entre demonio y vampiro, Kamra logró escuchar a la perfección la conversación que tenían las dos Delacours. Su mirada dorada se trasladó hacia el futuro padre de Alessandra y sintió un hormigueo subir por su espalda. Era Nyx intentado salir a la superficie, como siempre pasaba cuando a Lisa se le erizaba la melena de lobo.

 

- Me parece que tenemos un problema aquí, querido casi suegro - éste estaba arrodillado frente a la loba de la soberana y no era bueno para él hacerse del domador de bestias - Esa loba solo obedece a cuatro personas: a Lisa aquí presente, Luca Van Halen, Dimitri y a quien te habla...elige tus movimientos correctamente y si me dejas darte un concejo - Kamra se acercó hacia él sin despegae su mirada dorada, ahora aremolinada de color Ónix gracias a la cercanía de su demonio, de los ojos de Sean - no le des ningún filete, porque el único trozo de carne que quiere tiene nombre y está peligrosamente cerca de ella.

 

La peliblanca al ser comandante miembro de Hunyad no podía dejar de cumplir con los deseos de Lisa. Era oriunda de Rumanía, por lo tanto estaba bajo su mandato, pero ver el rostro de su esposa afligido entre que hacer y que no la hizo dudar. Miró hacia la morena de ojos verdes, suplicando alguna alternativa. Pero ya conocía la respuesta.

 

- Levántate Sean.

 

@@Lisa Weasley Delacour @ @ @@Dennis Delacour @ @

[Zoella Triviani]

Y sentí ese dulce olor de ella acercarse. Y junto a eso, la barrera que había armado se derrumbó cuando abrió la puerta. La vi, justo como la primera vez, tan hermosa, tan angelical, tan dulce. Sus ojos se iluminaron al verme y yo sentí los míos cristalizarse. Sentí sus brazos rodearme y un pequeño quejido junto a un sollozo apareció, sin siquiera darme tiempo a retenerlo. Sentí como se alejó y con su rostro preocupado tomo mis mejillas entre sus delicadas manos, para acariciar mi suave y demacrado rostro. Cerré los ojos ante su tacto y sentí como algo en mi interior comenzaba a rearmarse.

 

Relamí mis labios y sólo pude apretar más su cuerpo entre ese abrazo y aparecer en su habitación. Pero, con la debilidad que me encontraba caí en su cama sentada, en medio de un quejido. Ella, por su parte se quedó de pie frente a mi cuerpo. Le dí una ultima mirada, no podía ocultarle esto, no a ella. Cerré mis ojos y quité mi chaqueta para levantar el vestido y quedar en ropa interior. Dejando a la vista la venda que ahora se encontraba levemente manchada de sangre.

 

Había optado por asistir a mi curandero personal, contratado por mi para los casos extremos donde me metía en riñas. Sin embargo, el joven poca experiencia tenía en cuanto a suturas y me tocó realizarlas yo misma. Tanto en mi abdomen, como en mi espalda. Lagrimas se escaparon de mis ojos al ver la expresión en el rostro de la Delacour, y con un suave tono de voz comencé a hablar, mientras la veía comenzar a retirar las vendas de mi abdomen.

 

- Fui a Azkaban... Con mamá y Jeremy - Me quejé un poco, se me estaba haciendo difícil contarle todo - Los dementores y algunos demonios rondaban la antigua cárcel, no lo sabíamos - negué con la cabeza, mientras lágrimas brotaron de mis ojos - Algo me seguía, no se qué. Y en un momento solo caí por unas escaleras, y cuando me percaté estaba suspendida en el suelo. Un fierro atravesaba mi abdomen - bajé a ver mi herida - No se cuanto tiempo estuve ahí, gritando y desangrándome hasta que Jeremy y una bruja amiga de él llegaron. Dennis, ahí morí - finalicé. Sintiendo mi rostro empapado.

 

@@Dennis Delacour

[Hannity Ollivander Evans]

Le había tomado bastante tiempo pensar en lo que iba a hacer, no sabía si era oportuno ir, ya que había pasado el tiempo y ella se había alejado de aquel mundo, de las personas, de su familia... Ni siquiera había estado presente después del nacimiento de sus sobrinos, de los cuales una de ellas sería su ahijada ¿Habría tomado una buena decisión al tomar aquél compromiso? Claro que sí, esa pequeña criatura iba a anclar a la rubia a aquel mundo, a su mundo, dónde pertenecía y al que tanto trabajo le había costado adaptarse.

 

Los pensamientos la habían llevado por otro camino, pero si volvía por él, sabía la razón por la que no le hacía mucha gracia pensar en ello, los Delacour eran su familia adoptiva, aunque ella nunca hubiera puesto un pie en aquella casa y no conociera a casi nadie de la familia por esa razón le resultaba un poco difícil el asistir a la fiesta de aniversario de su hermana.

 

Siguió con las labores en la Heredad, aquella casa que cambiaba a gusto y disgusto sus habitaciones y al cruzar el pasillo por donde se dirigiría al salón a arreglar un poco aquella habitación había desaparecido dando paso a la habitación de la rubia, probablemente aquella era la señal que esperaba o tal vez su deseo de ir a aquella reunión y ver a sus hermanas, a las que desde hace mucho no veia, había hecho que la casa decidiera por ella, parecía una tontería...

 

Después de bastante rato en su habitación la rubia salió bañada y arreglada con un vestido corto en tono rosa claro de amplio escote en la espalda, tacones y cartera negros y un juego de joyería que combinaba a la perfección con su atuendo.

 

Dió instrucciones a Darrell, su elfo para continuar con las labores de aquel lugar y el cuidado del tigre, para posteriormente girar sobre si misma y aparecer en un camino que la llevaria a la mansión Delacour.

 

Sólo caminó un par de metros u se encontró con el lugar, la vista era hermosa, había demasiada iluminación y un ambiente festivo del que últimamente no había visto en la comunidad, sonrió y llegó al Hall, dónde había ya bastantes personas de las cuales Hannity sólo reconocía a su hermana Kamra y a Alessandra.

 

Se dirigió hacia ellas, aunque se percató de que ese momento era un poco incómodo con uno de los invitados, así que solo saludó en general.

 

- Buena noche tengan todos

 

 

@ @

[Dennis Delacour]

Sabia que algo andaba mal desde el momento en que entre sus brazos la Triviani había dejado escapar aquel suave lamento cual si fuera un suspiro, algo involuntario sin duda alguna ya que nunca le gustaba mostrarse debil ante sus ojos pero los meses juntas habían hecho que aprendiera a conocer sus gestos, sus movimientos y hasta sus miradas al menos una pequeña parte y eso le permitía saber que algo ocurría. Solo esperaba que en esta ocasión si quisiera contarle las cosas y no se las guardará solo para ella.

La fiesta estaba empezando a tomar más forma cada vez, de reojo pudo ver llegar a su tía Lisa acompañada de un joven, sabía que debía ir a saludarla o terminaría con un buen golpe por no prestarle la atención requerida por alguien de su linaje y por ser familia pero eso tendría que esperar un poco. Mientras abrazaba a su novia también llegó su prima Kaori quien le lanzó un saludo en broma porque realmente lo que menos estaba haciendo era estar en una situación como para querer un cuarto pero antes de que pudiera decir algo se fue rápido a unirse a los demás. Aunque pensándolo bien era buena su idea ya que necesitaban privacidad para hablar sobre lo que estuviera sucediendo. Y como siempre tan conectada estaba con Zoe que antes que le ofreciera ir a un lugar más alejado para hablar ella ya lo había decidido por lo que aparecieron en la habitación de la ojiazul.

Se quedó de pie ante la Triviani que agotada de dejó caer sentada en la cama y empezó a hablar con la voz entrecortada lo que pasaba. Mantuvo silencio todo el tiempo solo observando a la ojigris relatarle todo lo acontecido mientras las lágrimas bañaban su dulce rostro. Se acercó para limpiar aquellas gotas que resbalaban por su mejilla con la mayor suavidad posible. Luego sus ojos se fueron angustiados a las venda que la cubría y que estaba cubierta de sangre. Apretó los puños tratando de contener la rabia. Eso era lo que pasaba cuando se alejaba de las personas que quería, no podía protegerlas y estar para ellas. Como había podido permitirse no estar junto a ella cuando la necesito y enterarse días después. Estaba enojada consigo misma por no poder estar siempre cuidando a quienes amaba.

Le ayudó a quitarse la venda y observó aquellas heridas mal cuidadas, definitivamente quien la había atendido después no sabía lo que hacía. La Delacour siempre portaba su amuleto de curación al cuello así que colocando sus manos sobre aquella herida pensó - curación - eso hizo que esas heridas mal curadas sanarán dejando como si nada la piel de su novia. Pero cuando escucho aquellas últimas palabras, escuchar ese fatídico desenlace que tuvo ese momento hizo que todo en su interior se rompiera y sus lágrimas empezarán a brotar. No sabía que había logrado que ella estuviera de nuevo a su lado pero por un instante la perdió y ni se dio por enterada. Tal vez esa había sido la sensación de vacío que tuvo en su viaje, se sintió así porque había perdido su razón de vivir. No pudo evitarlo y cayó de rodillas a su lado y abrazo su regazo con tanta fuerza porque no quería perderla, ni ahora ni nunca. La adoraba con locura y sólo pensar en que no estuviera más a su lado era un dolor el cual no podría soportar. Sabía que debía preguntar como había podido volver pero en ese momento sólo le importaba estar abrazada a ella y no soltarla nunca.

 

@

Editado 19 de Octubre del 2019 por Dennis Delacour

[Mia Zoeh]

Mi madre estaba radiante, como siempre. El tiempo no pasaba para ella, y los quintillizos tampoco se le notaban en el rostro, por lo que cuando me dijo que no había descansado bien, tuve que enarcar una ceja. Me abrazó, y al devolverle el gesto pude sentir cómo apretaba mi brazo. Ella lo sabía; sabía que había algo fuera de lugar conmigo. Tragué saliva; no estaba lista para dar las explicaciones. Pero también sabía que ella no preguntaría en este momento. No iba a insistir; era su noche y la de @, y no iba a arruinarla con mis propios problemas.

 

-Claro mamá, cuando quieras. Pero por esta noche quiero que tú y Kamra disfruten.- le dije, apartándome para mirarla y dedicarle una sonrisa, intentando tranquilizarla. No estábamos solas por lo que el contacto fue breve, con su brazo en mi cintura y mi mano en la suya. Habíamos tenido una relación complicada durante un tiempo pero yo quería demasiado a esa mujer rubia a la que me parecía en demasía.

 

Invitados comenzaban a llegar; rostros que me eran conocidos y otros que no lo eran tanto. Hacía tantos meses que no salía de mi habitación que tampoco había sido parte de reuniones familiares si es que las había habido en algún momento. Mis brazos colgaban a los lados de mi cuerpo mientras iba recibiendo a los invitados con una sonrisa y un saludo amable. Por el momento estaba funcionando, mi mente se estaba manteniendo despejada y lejos de los pensamientos que me había hecho llegar al estado en el que me había encontrado un par de horas atrás.

 

Mi tía @@Dennis Delacour llegó y la abracé. Había pasado tiempo sin verla y era de las personas que más extrañaba. Nuestra relación siempre había sido muy buena; ella había sido la primera en saber... sólo que aún no le había dicho que habíamos terminado. No lo iba a hacer esa noche tampoco. Alejé la idea de mi cabeza antes de que cobrase fuerza, y parpadeé con fuerza para alejar las lágrimas de mis ojos azules disimuladamente.

 

Cuando oí bajar a @ me volteé a mirarla. Mi madre se veía espléndida en el vestido que había elegido. Otra más a la que no parecía afectarle tener cinco bebés pequeños en la casa. Me pregunté cómo lo harían, y supe a quién iba a pedirle consejos cuando fuera mi turno. Me reí para mis adentros mientras una punzada de dolor me atravesó el pecho ante la simple idea de que eso no iba a ocurrir. No ahora, y por como venía mi historial, no iba a ocurrir nunca. Dejé que ella y Alessandra se saludaran, y que los demás invitados fuesen hacia ellas. Conjuré un Accio con mi varita y sostuve en mi mano el regalo que había conseguido para ambas. Era algo muy muggle, pero esperaba que a ellas les gustara. Repasé que todo estuviese en orden: un marco con múltiples fotografías de ellas, de ellas en su boda, con los quintillizos, con la familia... Eventos especiales, fechas importantes y sus nombres se entrelazaban mediante letras mágicas alrededor de las fotos, apareciendo y desapareciendo, brillando con más o menos intensidad y cambiando de lugar a cada rato. Las fotos eran mágicas, obviamente, por lo que se movían, saludaban, bailaban y se reían en todas ellas. Además iban cambiando cada poco. Dentro de la caja, un sobre para cada una contenía una carta que había escrito para cada una de ellas, y que esperaba pudieran leer.

 

Cuando llegó mi turno, me acerqué a ella y la abracé. -Felicidades, mamá. Estás hermosa hoy.- le dije, apartándome del abrazo y sosteniéndola de los hombros. Aquella mujer me había abierto los brazos y me había aceptado desde el día uno, y no sabía cómo podría pagárselo algún día. Llamé a Ale con la cabeza. -En este día tan especial para ambas, quiero darles este regalo. Espero que les guste, y sirva para mantener vivos los momentos que han pasado juntas hasta ahora. Felicidades a ambas.- les dije y les entregué la caja.

 

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[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Satisfecho por ser bien recibido por la otra festejada y con una hermosa loba en frente podria decir que la velada seria entretenida. Si, estaba Lisa, pero que se fuera con esas infulas de manda mas a Rumania. Ante el desconocimiento de quien era el dueño/a de esta belleza lubuna vino en mi ayuda Kamra. Supongo que sus palabras me hicieron entender muchas cosas. Ya que no tenia ninguna animosidad con Kamra, que de hecho me parecia sumamente interesante...en todo sentido, conclui que la loba era de Lisa y ahora ya entendia el porque me gruñia y mostraba los dientes. Claro el hecho de que la peliblanca me pudiera como filete tampoco era comodo, pero la mirada de la chica hizo que no importara mucho.

 

-Mmmm supongo que entonces la charla con Alessandra sera sobre mi -dije incorporandome a la par que mi ego se inflaba, realmente no me consideraba tan importante para tamaña deferencia. Supongo que Lisa era de esas que guardaban las cosas en su interior por mucho tiempo, avinagrandose con el tiempo. A saber que habia visto la buena de Xell en ella. -En mi defensa admito que no he coqueteado mas con Xell y sus negocios (de Lisa)...pues generan tan poco dinero que no son atractivos ni para robarlos.

 

Mire de reojo a Alessandra y me encogi de hombros. Lo menos que queria era que el vinagre de Lisa salpicara esta hermosa velada. A fin de cuentas la celebracion no iba ni de mi ni de Lisa..asi que podria ser perfectamente prescindible.

 

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[Leslie Ashryver PB]

Estaba todo tan bien, porque se tiene que arruinar asi, Alessandra sintió como Lisa la tomaba del brazo y tiraba de ella lejos de los invitados.

 

-Auch- se quejo la Nigromante al sentir la presión en su brazo.

 

Aquello dejaría cardenales mañana, se dijo molesta pero las palabras de la rumana la dejaron en shock, entre todos los invitados tenía que ser Sean, el Linmer había ido en presentación de su madre y para forzar vínculos con ella y ahora resulta que...¿debía hecharlo? Aquello no estaba a condición, odiaba ir en contra de la familia porque para ella siempre había sido lo primero pero ahora le dieron ganas de darles unas buenas patadas tanto a Sean como a Lisa.

 

-Estamos en una fiesta, no tienes porque hablarle o estar cerca de él- le explicó a la morena dándole miradas de desolayo a Sean esperando que Kam no diera su cuerpo en sacrificio al lobo presente.

 

Algo le decía que aquélla noche estaría alejada de su esposa, Kamra estaría con Lisa si está le decía algo aunque por la actitud que vio de reojo a la Snegovik no le caía en gracia Linmer.

 

Le dieron ganas sin razón, como también le picaba la mano a causa de la irá. Muchos cambios de humor pensó.

 

-No puedes dejar eso de lado esta noche- le pidió - lo mantendré alejado de ti si asi lo quieres pero vamos ya haz visto a Sean por lo que se ve y sabes que es un bocaza- le explicó.

 

En otro tiempo lo hubiera sacado a patadas, porque no se habían llevado bien en un principio pero ahora con la futura unión con su madre estaba haciendo un gran sacrificio para llevarse bien.

 

Claro que eso no quitaba que le daría un buen regaño al mago. Quitó su brazo del agarré de Lisa para acercarse a Kamra y Mía que estaban junto a Sean, Kaori, Luna y al parecer su tia Hannity que acaba de llegar.

 

-Hola tía Hanny- saludo con una sonrisa a la Rambaldi.

 

Mía su hija, había estado hablando con Kamra cuando la llamó con la cabeza a lo que acercándose a su esposa está led tendió un caja grande, Alessandra le agradeció a su hija con un abrazo y un gran beso en la mejilla.

 

-Cielo sabes que no debiste molestarte- le dijo a su hija apretandola entre sus brazos -con tu presencia basta y sobra- le miró divertida.

 

Pero tomó la caja y la abrió frente a Kamra, un bello collage de fotos, con eso sus ganas de llorar se derrumbaron, quizás sea por el reciente nacimiento de los niños que la ponía sensible o la casi falta de sueño tapado con su metamorfomagia pero las lágrimas caían sin detenerse ante el regalo, se notaba la felicidad en cada una de las fotos irradiar fuera de ellas y sus nombres mezclados parecía que habían nacido para estar juntas.

 

-Oh Mía, es hermoso- hipo llorando -Kam mira quiero que lo colguemos en el cuarto de los quintillizos- le pidió entre sollozos.

 

Estaba encantada con el regalo de su pequeña que le dio el cuadro a Kam y se llenó de besos y lágrimas a su hija las mejillas.

 

 

 

@@Lisa Weasley Delacour @ @ @@Mia Zoeh @ @ @ @@Dennis Delacour @

[Ada Camille Dumbledore]

Luna Cristal Gryffindor Dumbledore

 

Estaba dedicada a mirar a las personas en la fiesta, era demasiado tímida para ir por hay saludando a quienes no conocía, sabia inicialmente el que mi madre me enviara en representación de la familia Dumbledore era porque quería que me habituara a Ottery, sus costumbres, sus gentes, pero yo no era demasiado dada a estas cosas. estuve en París yendo a un curso de pintura e historia del arte y en 6 meses no había hecho ninguna amiga.

 

La voz de la señorita Alessandra Delacour me saco de mis quejas interiores ante mi madre, camine hacia ella que estaba rodeada de muchas personas, no se como podía manejar toda esa atención con esa delicadeza y alegría.

 

- Si señora Alessandra...

 

Me estrecho entre sus brazos dulcemente y me presento a las personas que estaban con ella, sonroje pero sonreí ante todos.

 

- Mucho gusto de conocerlos

 

La voz me salio casi sin aire, estaba nerviosa de conocerlos y si no les agradaba que pensarían, no era como ella que brillaba con solo verla y su esposa Kamra hermosa y radiante, como podían ser así tan desenvueltas, to seguía hay de pie con mis ensoñaciones y reflexiones. No veía a nadie bailando, ¿En estas reuniones se bailaba?. La música estaba pero no sabia si bailaban en reuniones tan lindas y elegantes como estas.

 

 

@ @Sean di Spinneto @@Mia Zoeh @ @

Editado 21 de Octubre del 2019 por Ariane Dumbledore

[Zoella Triviani]

En silencio observé su rostro, estaba tan hermosa como siempre y me sentía completa al poder verla de nuevo, en mi alma sólo recordaba el temor que sentía al no poder despedirme, verla una última vez, no poder entregarle ese anillo que guardo en mi alcoba en el castillo Triviani. Los últimos meses, por mi cabeza había rondado el pensamiento de pedirle matrimonio, pero estaba esperando el viaje, esperando a saber si después de enterarse de todo quería seguir conmigo. Sin embargo, los recientes sucesos me hicieron sentir desesperada por su legada, por verla, por volver a besarla.

 

Sentí su dulce tacto limpiar las lagrimas que corrían por mi rostro, y con la gran tristeza que albergaba en mi rostro tomé sus manos empuñadas para intentar calmarla. Sabía que se estaba echando la culpa de lo sucedido, sin embargo, nadie tenía la culpa más que yo... Con sus manos en mi torso le permití quitar la venda de mi torso, dejando a la vista mi ensangrentada herida. Sacó su amuleto de curación de su cuello y colocandolo sobre mi herida pronunció aquel hechizo sanador. Solté un quejido, varias veces a lo largo de estas semanas había usado mi amuleto en ello, pero a herida sanaba de forma muy lenta.

 

Sus palabras pronunciadas sólo lograron cambiar el aspecto de dicha marca, dejando una pequeña cicatriz cerrada. Pero, por dentro aún dolía. Había investigado, sobre el porque de esa herida, y nada había logrado saciar mi curiosidad sobre el extraño sanar, cosa que para un vampiro era de forma veloz. Lamentablemente al morir, y mi alma regresar mi cuerpo había perdido esa vitalidad que me caracterizaba y debía sólo tener paciencia.

 

Y cuando la vi, romper en llanto mi corazón se quebró. Sentí como abrazo mi regazo y solo pude tomar su rostro y hacerla verme- Aquí estoy, viva. Tuvieron que ir hasta el tártaro a salvarme, mi alma fue raptada por un demonio y comenzó a torturarme. Fue el peor momento de mi vida, sólo podía pensar en ti, en que no iba a volver a verte. Poco a poco mi alba se fue quebrando hasta que llegó Jeremy y su amiga, haciéndome Nigromancia para regresarme a la vida - Sequé sus lagrimas con mis dedos y dejé un suave beso en sus labios - Aquí estoy, la herida lleva semanas sanando, y he hecho un montón de hechizos para sanar, cosa que ayuda pero sólo un poco - con la poca fuerza que albergaba en mi interior la hice levantarse y sentarse en mis piernas.

 

Tomé su rostro, junté nuestras frentes y la besé lento - Quiero casarme contigo Dennis, se que esta no es la forma de pedirlo, me encargaré de hacerlo como se debe, pero tengo un gran temor alojado en mi interior luego de lo que pasó, que no quiero privarme de ningún deseo - Solté, a penas nos separamos para verla a sus ojos.

 

@@Dennis Delacour

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra se despegó de su hija limpiándose las lágrimas, agradecía a Merlin que había usado maquillaje contra el agua porque sino estaría horrible frente a todos los invitados. Se limpio el rostro con cuidado para no tocarse el maquillaje tanto.

 

-Luna cielo no me digas señora- le pidio a la joven que seguía a su lado -me haces sentir vieja- río.

 

La fiesta seguía su curso con una suave música de fondo, Alessandra llamó a su elfina Mar para que se llevará el cuadro y lo colocará en el cuarto de los quintillizos. No quería que le pasará nada, aquéllo sería su tesoro más preciado, todos los buenos momentos y recuerdos estaban puestos.

 

-Dime Luna, cuántos años tienes?- le preguntó a la joven.

 

Calculaba que estaba rondando a los mismos que Jayden, quizás ambas cuando se conocieran podrían llegar a ser amigas, la Myrddin era sociable pero con sus hermanos aparte de ellos la adolescente no tenia amigos o conocidos con los que salir.

 

O incluso Lucie, aunque esta era más brusca al tratar a las personas por lo general tenían charlas bastante fuerte con la Gryffindor lo que muchas veces terminaba de intermediaria con ambas féminas.

 

 

 

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