La Taberna de la Tia (MM B: 78619)

[Aysha Potter Black T.]

Aysha S. Potter Black Triviani

 

Al caminar por el callejón la demonio se dio cuenta que quería ir a tomar un te a un lugar tranquilo y sin mucha gente, así que con un gran suspiro fue caminando hasta la Taberna que había o era de su hermana, con una sonrisa moderada entró al local y miro a su alrededor.

 

No había tanta gente como suponía, así que fue hasta una mesa alejada para sentarse y mirar la carta para ver que podía ingerir sentada y descansando sin nisiquiera moverse de allí.

 

La caminata había sido demasiado matadora por el gentío y por el hecho que todo para ella era aburrido, necesitaba comprar objetos pero esos objetos no se daban lugar para encontrarlos, todas las tiendas vendian casi lo mismo, y para la demonio era la cosa mas aburrida del mundo.

 

--Por favor un te de jemgibre sin mucha azucar y un toque de limon, y... me traes unas galletas .. Y un vaso de vodka sin hielo.. Ahh y el te frio, sin hielo pero frio.. por favor.-

 

Al ultima parte la añadio con un poco de esfuerzo por el hecho que nunca decia esas palabras dos veces.

[Sergio Thaddeus Weasley]

Aparecí en el callejón Diagon bastante cansado, me dolían las piernas y tenía mucho hambre, decidí caminar un poco para buscar un lugar donde comer algo y descansar, al cabo de unos pocos minutos me encontré parado en la puerta de un local llamado “La Taberna de la Tia”, tenía buen aspecto y decidí entrar.

 

Eché un vistazo alrededor y en una mesa vi a una joven sentada, me acerque caminando hasta estar lo suficientemente cerca para hablarle. No vendría mal un poco de compañía luego de tanto tiempo de estar solo.

 

Esbocé algo parecido a una sonrisa, aunque hacía tanto tiempo que no lo hacía que hasta me dolieron los músculos de la cara.

 

-Buenos días señorita, disculpe que la moleste, ¿podría sentarme con usted?

 

Esperaba la respuesta de la muchacha parado, rogando no haber sonado atrevido ni descortés.

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame reía con su familia, ahora todos reunidos y preparandose para cantar y tocar algo de musica como lo hiciesen en los viejos tiempos... pero una joven clienta ingresó en el lugar, por lo que la pelirroja levantó un dedo

 

-Esperen un segundo, que yo atiendo...- dijo guiñandole un ojo a su hermana que al parecer todavía no pillaba bien que se trataba de la vampiro

 

Pero esta con la costumbre arraigada se dirigió hacia la joven recién llegada, asintiendo hacia su orden y ladeando la cabeza

 

-Te de jengibre frio, neutro, galletas, vodka- repitió rapidamente antes de hacer una breve inclinación- en un momento te lo preparo linda...

 

Dijo levantando el rostro con alegría antes de partir hacia la barra, dispuesta a cumplir con la orden

 

Después de todo... tenía que mantener el personaje de una "tia", que para eso le había puesto el nombre al negocio, no?

 

-Tu hermana va a saltarte al cuello por estar haciendo estas cosas y yo quiero ver- la sisseante voz sedosa de Voldemort se presento, así como una sonrisa sin sentimientos por lo que la vampiro le vió de reojo, levantando una ceja

 

-Estoy segura, de que le parecera maravilloso como mi sangre pinte la taberna- replicó la joven sonriendo con diversión

[Sophie M.]

Sophie Haughton.

 

Departamento de Transportes Mágicos.

 

Dirección de la Red Flú, Trasladores y Control de Calidad.

 

Jefa.

 

 

Rústico seguramente era la palabra más adecuada para describir aquel local, aunque antiguo también de estar por allí en algún lugar. Me encantaba todo lo que veía y de hecho me reprendí por no haberme acercado a aquel lugar con anterioridad, en el aire incluso flotaba un dulce aroma a limón. El solo inspirar me hizo sentir más relajada.

 

De pronto un recuerdo acudió hasta mi memoria y eran los documentos de Sagitas, la mujer que tenía varios negocios en el Callejón y que había conocido en circunstancias semejantes, lo que recordaba eran los formularios archivados. Sonreí de pronto, aquel era de todos mi local favorito.

 

- Buenas - dije cunado estuve cerca del mostrador de la Taberna - vengo a entregar una traslador solicitado por Sunar Potter Black en el Departamento de Transportes Mágicos, mi nombre es Sophie Haughton- extraje de mi bolso el último traslador que resultaba ser el más pesado, una gran botella de whisky noruego, de pronto me alarmé un poco, debía hacer énfasis en que aquel no podía ser consumido sino hasta que el traslador hubiera surtido efecto. Aún así lo toqué con mi varita al ponerlo sobre la superficie también hecha de madera, y emitió un pequeño temblor y resplandor indicado que era una traslador que llevaría directamente a La Carpa de Recepción de la Fiesta.

 

- Aségurese de que los encargados del local se enteren y sobre todo de que la botella no se utilice con otro propósito que no sea funcionar como traslador - expliqué con gravedad. - Gracias por su atención que tenga un buen día - añadí y me dirigí hasta la salida, volvería acompañada a aquel lugar, parecía bastante acogedor. Suspiré, al fin había terminado con aquel evento y reí con alivio, seguramente habría más trabajo al volver al Departamento, así era como funcionaba.

 

 

 

 

 

 

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame había parpadeado ante la presencia de aquella persona del ministerio aunque era su hermana la verdadera encargada del local

 

Ya había entregado la bebida que le habían pedido y mientras los demás hacían nuevos arreglos ella se había quedado a como lo hacía antiguamente, usando un trapito para limpiar y tallar a cada rato la barra y acomodar una y otra vez los vasos y tarros de bebidas, canturreando

 

EL cuadro de Lord Voldemort hacia gestos y muecas pero finalmente se había callado, dedicandose a acariciar a su adorada serpiente mientras veía las actividades de la vampiro

 

-Crees que ya te hayan reconocido?- preguntó finalmente aquel ser en la pintura

 

Hayame se encogió suavemente de hombros antes de colocarse el trapito en el hombro y verle de lado

 

-Pues con lo que estoy haciendo, ya se me haría raor si no- replicó con seguridad

[Sagitas E. Potter Blue]

¡Cabezona, cabezona y más cabezona! Yo quería que ella cantara y demostrara que era mi hermana cuando mi corazón ya me decía que era ella. Pero mejor confirmarlo, porque en cuanto lo supiera con certeza le iba a dar tal torta que se le iba a caer la cabeza al suelo y ella saldría corriendo, como las gallinas que aún salen corriendo cuando ya no tienen parte de arriba.

 

Ante todo, previsora. Si era otra persona, non quería darle el sopapo.

 

-- El piano no está en desuso. Lo mantengo afinado para esta ocasión y en varias ocasiones yo misma he tocado alguna pieza, aunque no tengo la pericia que tú, digo que mi hermana.

 

Matt llegó en ese momento y digo que si tendría que cantar.

 

-- Por supuesto, aquí nadie se libra. Aunque cantes de espalda para que nadie te vea la cara roja -- siempre se le ponía bien roja cuando pasaba vergüenza. -- Pero entonces valorarán tus pompisonalidad.

 

La confesión de Haya de que hacía tiempo que no cantaba, me sorprendió.

 

-- ¿No cantas ya? Pero si cuando eras sacerdotisa cantabas muy bien nuestros himnos...

 

Merde, ya casi había confesado que la creía. Y no, me tenía que hacer de rogar.

 

-- Piano afinado, compruébelo por ´si misma -- le dije y le invité con la mano a acercarse a él.

 

Pero en vez de ponerse a tocar, se puso a servir. Bufé, si es que era tozuda, como yo, no podíamos negar que éramos hermanas, aunque a mí me costara dar mi brazo a torcer.

 

-- Y encima Lord Voldy habla con ella y conmigo no me dirige la palabra -- dije algo enfadada. Sin embargo, que estuviera mi hermana (la otra, dioses, ¿cuántas hermanas tengo?) reunido con un perfecto desconocido me hizo arquear una ceja. -- Vale, es día de la hermandad potterblackensis o algo así...

 

Un elfo se acercó con una botella de whisky muy especial y lo miré, extrañada.

 

-- ¿Quién ha traído ésto? Si yo no he comprado esta marca.

 

El elfo me explicó que era el traslador para la fiesta de Argentum y suspiré. Vaya traslador, ¿y si me lo bebía por descuido? ¿Aparecerían mis tripas en el lugar de la fiesta?

[Matt Blackner]

Oh si, definitivamnete tendría que cantar. Por ella lo haría, pero iba a morirme de vergüenza, me pondría rojo y Sagitas lo sabía bien, pero tampoco me pondrá de espaldas, aquello no era decorativo, y tampoco quería que alguien me metiera mano y no lo viera

 

El caso es qeu hablaba con hayame para que ella también participase. La tía sabía tocar el piano, incluso cantaba, auqneu tan pronto charlaban como se ponía a servir mesas.

 

- La tía sabe tocar el piano? - pregunté. Jack también sabía tocar, pero era algo que se había reservado para Sagitas, con lo cual yo tampoco tenía muchas más ideas. Sostenía una botella de whisky en la mano, preguntando que de donde había salido. la miré y tragué, a mi no me importaría probarlo, a ver si era de calidad o no, pero mejor contenerse, lo qeu faltaba era tener qeu salir a cantar borracho.

 

- Y tu vas a cantar mamá? - pregunté.

[Hayame Snape Potter Black]

Una vez la barra completamente tallada tal cuál le gustaba, la joven de cabellos rojos se colocó el trapito en el hombro para luego, caminar hacia su hermana y sonreirle con diversión

 

Eso hasta que un momento después observase aquella botella

 

-Y eso?- preguntó parpadeando durante varios segundos con confusión- cuando hicieron la nueva petición de reservas, que ya no me entero de nada?

 

Dijo antes de dejar salir un suspiro cansino, rascandose un lado de la cabeza con la mano en un gesto indicio de frustración

 

Demasiado tiempo afuera y en verdad, se estaba perdiendo de demasiadas cosas

 

Volvió la cabeza hacia el piano antes de dirigirse a este mientras su hermana la observaba con algo de dudas acerca de ella y acerca de aquella botella que ahora tenía en las manos; la pelirroja se hizo tronar los dedos con suavidad antes de sentarse enfrente del piano y quedarse pensando suavemente

 

-Deje de cantar en cuanto estuve en la guerra- musitó con suavidad antes de comenzar a tocar el piano, cerrando los ojos y dejando que sus dedos se moviesen sobre las teclas, una bella melodía que recordaba de una misteriosa isla donde hubiese seguido a su hermana y a su madre, en alguna ocasión- no tenía porque hacerlo cuando creía que tenía que tener a mi familia por encima de cualquier cosa... pero estaba sola- susurró

[Helike R V PB]

Me quedé absorta, pensando en mi cosas (últimamente me pasaba mucho) y apenas escuché lo que pasaba en el interior de la taberna. Al final mi tía aprobó el cartel que había escogido Kirara y yo me encogí de hombros, no era muy buena escogiendo la temática así que, decidí que era mejor que ellas se pusiesen de acuerdo en ese tema.

 

Me encogí de hombros y bebí un sorbo de mi bebida, mientras que inconscientemente escuchaba que mi tía hablaba con un elfo del negocio, al parecer alguien importante para ella acababa de aparecer por ahí. Pero no hice caso y seguí bebiendo y fumando. La charla ahora seguía con la chica pelirroja, y se ofrecía a cantar y a tocar el piano, suponía que era para el karaoke, sólo esperaba que no me lo ofreciesen, porque entonces rompería muchos tímpanos, con esa sóla ocurrencia me puse a reír por lo bajo ante esa idea.

 

La tarde seguía avanzando y al parecer una empleada del ministerio había venido a poner un traslador. Con una botella muy cara de whisky de fuego, lo miré sorprendida y con muchas ganas de probarlo, pero era un objeto para llevarnos a otro lugar, mejor sería no tocar nada si no quería que me cortasen las manos...

 

-Sagitas -llamé a mi tía -al parecer ésta botella es un traslador, para una fiesta, según tengo entendido -eso había escuchado de las bocas de la chica del ministerio- aunque no sé, creo que es de Sunar -y recordando la invitación que había recibido en la mansión Rambaldi- creo que es para asistir a la fiesta de su hijo Argentus -terminé de decir.

[Hayame Snape Potter Black]

La joven de cabellos rojos continuaba deslizando sus dedos por la superficie de las teclas del piano, los ojos cerrados y dejando que las voces del pasado tomasen el control por medio de las suaves y dulces melodías que le brindaban una imagen cada vez mas clara de esos momentos felices que pasase

 

La fiesta en la mansión de la que luego sería su familia...

 

Aquella hermosa isla, tan misteriosa y llena de secretos...

 

El haber sido recibida con los brazos abiertos y una sonrisa, casi como diciendole "finalmente estas en casa"

 

Las risas y todo lo que había llevado a cabo para ahora tener a sus hermanas, esas personas tan maravillosas...

 

Aquella charla a la luz de la luna con el chico lobo cuando se conociesen por primera vez...

 

Comenzó a mecerse con suavidad conforme iba intensificando la velocidad y el movimiento de sus dedos sobre aquel teclado, tratando de sacarle todas las emociones posibles al viejo piano que parecía no haberla olvidado en absoluto a pesar del tiempo que habían estado separados

 

Heliké ahora llamaba a su hermana y bajó unos tonos la intensidad de la musica, para que pudiesen charlar sin molestias