La Taberna de la Tia (MM B: 78619)

[Helike R V PB]

Me dirigí hasta la barra para ir preparándole la consumición que había pedido Sherlyn, aunque no tenía ni idea de dónde estaba las cosas, con un par de movimientos de varita, y estaría el asunto arreglado en un periquete.

 

-Pues, no sé si es bueno la verdad, a mí me gustan más las cosas fuertes -y solté una risilla. Detrás de la barra fui haciendo varios accios.

 

Con una jarra en la mano, la llevé hasta el fregadero y la llené de agua. Cortaba varios limones y los echaba en su interior. Después de otros movimientos había "llamado" una bolsa de hielo, y eché la mitad para que así fuese enfriando, luego, un par de cucharadas de azúcar y listo. Removí con una cuchara grande, para que se notase el dulce pero al mismo tiempo el amargo.

 

Encima de la barra puse varios vasos para todos y los fui llenando poco a poco.

 

-Bueno, aquí tienes Sherlyn, espero que te guste -sonreí -hice para todos, ya me diréis que tal está -puse cara inocente, no había echado nada, pero era la primera vez que preparaba algo sin ayuda de mi elfina, y esperaba que estuviese en su punto.

 

-Me parece raro que los elfos estén afuera y no aquí dentro, aunque tendría que ver que sean los nuestros. ¿No has visto a Galadriel fuera verdad? -Pregunté- porque claro, cuando yo llegué no había nadie -mejor dicho, no había un alma y eso era extraño, el callejón siempre estaba lleno de gente a cualquier hora.

[Matt Blackner]

El día despuésd el ataque de la niebla había sido un poco raro. Las chicas decían no recordar nada, pero no le di más importancia que aquella del cansancio. Después de un suceso asi y del esfuerzo por derrotarlo, la amnesia se debía seguramente al cansancio que se había acumulado tras derrotarla.

 

Habíamos estado alli, los elfos me habían ayudado a reparar los daños antes de que ellas llegasen, y más tarde, con Sherlyn, acabamos por darle unos limones...

 

Pero aquello ya había pasado, y yo regresaba a la Taberna para tomar algo después de un día de trabajo. ME senté en la barra, en un rincón, frotándome los ojos. La primavera se acercaba, y con ella, las alergias, empezaba a notarlo.

 

- Una cerveza de mantequilla y algo para comer - pedí al elfo.

 

había pasado el día persiguiendo al pomo de la habitación blanca. Nunca había imaginado una cosa igual, aunqeu claro, si teníamos en cuenta que era del departamento accidentoso del que hablábamos...

[Sagitas E. Potter Blue]

La charla con Kirara era amena y divertida. No sabía eso de los limones, pero ella lo decía con tanta seguridad que seguro que no le llevé la contraria. Pero vamos, que tal como lo había dicho, no volvía a probar un limón helado en mi vida. Sólo me faltaba que el cerebro se me congelara, con lo poco que lo usaba.

 

-- Marchando una limonada para Kirara -- dije, posando una gran jarra a su lado, con un hermoso vaso de cristal con relieve de florecitas. Me encantaba esos vasos que había adquirido en una tienda del Callejón Diagon. -- Espero que no esté muy helado, sólo fresco. Aunque...

 

Puse un posavasos blanco con un ligero pespunte de flores bajo el vaso y me incliné hacia ella, como si le contara un secreto.

 

-- ... Si lo que quieres es una crema especial para la piel, en Mega Ayudas vendo una casera hecha con ralladuras de limón y miel de abejas blancas que hace maravillas para las manos y la cara. Y sin ningún efecto secundario. Tengo un elfo allá que es experto en pociones dermatológicas. La usamos mucho en el circo cuando se nos corta la piel de las manos.

 

Volví a retroceder y limpié la barra del mostrador.

 

-- ¿Elfos en la entrada? No sé, los nuestros están en la trastienda, creo. Aunque les diré que miren, no vaya a ser que haya algo sucio y que por eso la miraran. Me gusta tener los cristales limpios.

 

Si hubiera venido cuando pasó lo de la niebla... Veía que Heliké se había metido tras la barra (la confianza da asco, jajajaj) y meneaba utensilios y cortaba limones y... La dejé hacer, aunque puse una mueca de asco al ver lo que estaba preparando. Le hice una seña a Kirara de que "no, no, no pruebes eso sin un antiácido en el estómago" pero disimulé al ver que Heliké me miraba. Cuando lo puso delante de la chica, sonreí, divertida.

 

-- ¡Qué bien, Kirara! Esto se llama dos por uno. Ahora podrás probar y decidir cual está más bueno.

 

Decidí alejarme un poco, no fuera que Heliké decidiera tirármelo a la cara. En aquel momento había entrado Matt y pedía algo de comer. Miré el reloj.

 

-- ¡Ay, madre!¿Tan tarde es? No me va a dar tiempo...

 

Salí de detrás de la barra y, con la varita, empecé a mover mesas y sillas, juntándolas un poco y dejando un hueco algo más grande junto al piano.

 

-- Esta noche hay una fiesta de Karaoke y me gustaría que os presentárais, chicos. Iba a venir a cantar la mujer esa que asesinaron el otro día. Así que supongo que, como no sea su fantasma, me he quedado sin estrella para el programa. ¿Os gusta cantar? -- pregunté, de la forma más inocente posible.

[Sherlyn Stark]

Kirara pensaba que los elfos que había visto en la entrada quizás se trataban de otro grupo y, no había visto a Galadriel ya que la mirada de aquella elfina llegaba a ser muy reconocible además que la habría saludado al instante si así fuera. Heliké preparaba la limonada de una forma que no podía descubrir ya que, una vez había intentado realizar jugo de naranja de una forma tradicional muggle y, también de manera mágica aunque se le olvidó en el instante.

Agradecía la sugerencia de Sagitas quien le decía que en el negocio de Mega Ayudas vendían una receta casera realizada por un elfo experto en dermatología. Debía ser una criatura encantadora al tener tanto conocimiento en su cabeza. Los elfos en sí, sabían más de lo que debía por eso y muchas cosas más, debían tratarlos a todos con mucho honor. El vaso ofrecido era precioso y de un tono cristalino.

Heliké también ofrecía su limonada así que en ese momento se dedicaría a probar las dos bebidas y distinguir quién lo había realizado el más delicioso. Ambos lucían un color estupendo, le encantaba la limonada aunque también los limones naturales recién cortados del árbol. Había escuchado que cuando cortaban los frutos de los árboles a ellos no le molestaban para nada, sino que eran una bendición para ellos.

Agarró el vaso preparado por Heliké, estaba a punt0o de acercarlo para probarlo, pero al instante Matt entró a la taberna. Sin darse cuenta había estado varias horas en el sitio por lo que era muy de noche. No fue la única de preocuparse por el reloj, sino que Sagitas se puso de pie de repente para informar sobre un karaoke en el sitio. La cantante asesinada el otro día no podía asistir, así que no había función.

— Oh, no, cantar no es lo mío ¿Los elfinos suelen cantar también? — Preguntó la castaña al imaginarse una docena de elfos cantantes, sin dudas sería una gran ternura para ella. Sin pensarlo dejó el vaso sobre la barra para probar el otro, y así comprobar cual tenía mejor sabor, aunque no expresaría su respuesta en alto.

[Xell Vladimir Potter Black]

Creo que todo lo sucedido quedaría como un misterio de esos que es mejor no conocer, por si acaso. La puerta se abrió y apareció Kirara, nuestra compañera del Departamento. Su pregunta me dejó descolocada. ¿Limones? Mi cabeza estaba rodeada aún por todo lo acaecido el día anterior, con la niebla. Pero ya había pasado, sin explicaciones, estaba perdida con todo lo sucedido. ¿Cómo iba a pensar en limones? Menos mal que la tía Sagitas la contestó.

 

Heliké también la contestó y la invitó a tomar algo. Me di cuenta que había quedado callada y que parecía más boba de lo habitual.

 

- Hola, Kirara. Perdona que no te contestara antes, estoy algo dispersa y he tenido que tomar una poción para el dolor de cabeza.

 

No era justificación, pero es que había sido maleducada. Heliké preguntó por los elfos y Kirara dijo que había elfos fuera, en la entrada.

 

- Eso es raro. ¿Hay alguna manifestación de elfos en la puerta de la Taberna?

 

El primo Matt entró y pidió una cerveza de mantequilla. Yo miré de reojo las dos limonadas que le habían preparado a Kirara. ¿Estarían buenas? Tal vez me diera la que no se bebiera ella. Entonces la tía Sagitas dijo algo de una fiesta de Karaoke. Me sujeté la cabeza.

 

- Canto muy bien, tía, pero la cabeza aúnme da vueltas. No sé si podré cantar nada esta noche.

 

Kirara dijo que a ella no le gustaba cantar y preguntó si los elfos cantaban. Me puse a reír.

 

- Espero que no, con la voz chillona que tienen, seguro que parecerán gatos chillones.

 

Vi que Kirara probaba las dos limonadas, así que yo miré a mi tía con carita de niña buena.

 

- ¿Me preparas una limonada para mí, tía Sagitas?

[Matt Blackner]

Me acerqué hasta las chicas. Heliké estaba tras la barra preparando lo qeu parecía limonada para Sherlyn y Xell, qeu pedía también una. Sagitas mientras, organizaba las cosas para un karaoke, atacada por si no le daba tiempo.

 

Di un trago a la cerveza, mirando las limonadas. Estaban ricas, aunqeu a mi lo qeu me gustaba era el granizado de limón cuando hacía mucho calor.

 

...mmmm granizado....

 

- Karaoke? yo no se cantar, ni bailar ni... - noté la mirada de Sagitas clavada en mi, y de repente supe que me iba a pedir qeu le ayudase con aquello....y no solo a organizar. - A menos que necesites...que te ayude. - terminé.

 

Ojalá que no me vistiera de peluche gigante al menos.

 

- Pero necesito comer algo, o lo que cantará serán mis tripas

[Panterrosa]

Caminando con paso preciso, a pesar de ir sin un rumbo especifico aun (quiza por lo perdido que estaba o simplemente el hecho de no llegar aun a su destino); un 'post adolecente' lleva consigo y a rastras una maleta de viaje, y encima de este un maletin, sobre su espalda una mochila de expedicion y sobre su hombro izquierdo una peculiar lechuza la cual tenia un plumaje dorado, en varias tonalidades, en la parte superior de su cuerpo que al pegarle los rayos solares este destellaba, o le hacia brillar mejor dicho, y en su pecho varios puntos o grupos de plumas pequenas venian de un color bronce; aquel hombre, bien parecido a un paladin, iba encapuchado con un traje largo y un tanto grueso de color azul marino, verdozo a la luz, en sus bordes tenia bordado de oro opaco (posiblemente por lo desgastado, lo viejo o el uso dado) podria ser un tipo de tunica, lo mas probable pero era poco vista eso si; por alguna extrana razon decide parar y descanzar un poco, mas que nada reanudar energias y pues relagarse... Observando a su alrededor y contemplando el lugar en busca de un lugar al cual entrar, observa un local que de entrada poseia simplemente una puert,a misteriosamente, nada mas y nada menos. Encima de la misma un cartel ondulado con el nombre del local cual rezada las palabras 'La Taberna de la Tia'. Puede que haya sido el nombre que lo llamaba a adentrarse a aquel lugar, o el rechineo del cartel, incluso el misterio que este mismo trasmitia; el no lo sabia simplemente deseaba saciar su necesidad como curioso y achantarse un rato.

 

Sin pensarlo mas alla de ver, emprende camino acercandose a la puerta de la Taberna. Al abrir nota una escencia un tanto desagradable pero si mas termino de meter lo que llevaba a rastras y, con algo de dificultad por culpa de una -aparentemente- bruja que se encontraba atravesada entre el perchero y el espacio que habia hacia la pared..

Sin tomar asiento, pide a uno de los elfos- ..una bebida 'energetica' por favor. - de entre las sombras de su capucha y con voz queda. Al ver la expresion del elfo, noto que debia especificar que tipo de bebida.. puede que hayan muchas o simplemente quizas no tuviesen - Me conformaria con un 'Toddy', o lo mas parecido. -culmino diciendo el extrangero descansando el brazo derecho sobre la barra.

Al acentar el elfo con la cabeza, nuestro encapuchado decide darle un vistazo un poco mas profundo al lugar con la mirada. En eso ve a una cantidad de gente que, a pesar del tamano del local.. ahi estaban, era increible que estuviesen tan comodos platicando, charlando y demas en aquella taberna. Mientras esperaba la bebida, solo se limito a ver la barra y su mano enguantada.

[Sira Loveless Haughton]

Había salido del edificio del que ahora era matriarca para despejarse la mente después de tantas emociones. La primera había sido la aparición de su padre en la Loveless, lo que había llevado a su padre Cillian a mostrar bastantes celos ante su presencia, suponía que temía por su puesto como macho en la familia… Pero lo que más le traía de cabeza era otra cosa, un sentimiento guardado en el fondo de ella misma:

 

- Les gusta pisotear las ilusiones- Sus manos empujaron la puerta de la taberna, necesitaba beber hasta quedarse inconsciente, no estaba acostumbrada a ello pero no tenía ganas de otra cosa, de eso y de llorar, sobre todo de llorar y sacar la rabia que tenia dentro.

 

No tenía ganas de que nadie la conociera, por lo que había decidido tomar su túnica con capucha, de un color verde oscuro y cubrir su rostro, ahora triste y dolorido con ojos vidriosos e hinchados. Sus pasos apenas audibles se acercaron a la barra. Agachando su capucha dejando ver su cabello castaño, el cual caía sobre ella:- Un whisky de fuego, doble- Ordenó con voz queda mirando al cantinero, sin percatarse de su alrededor.

[Panterrosa]

Alli parado, esperando su bebida, y con su ave posando sobre su hombro ya desde hace bastante rato, decide poner agudo su sentido del audio. Cada vez le resultaba menos comodo todo aquello. Habia sido el primer lugar al que, por ser extranjero en muchos de los casos (o forarstero como muchas veces le llamaban en dichas circunstancias), no se oigan cuchicheos alrededor ni gente observandolo con miradas llenas de intriga, miedo, e incluso repudio; no por que oliera mal [jaja] ni mucho menos por su perfil o comportamiento, sino por que transmitia en aquellas personas mucha curiosidad, desprecio (tal vez por su vestimenta, quien sabe.. la envidia es grande en terminos de estupidez ajena) y aunque sea dificil de creerlo: atraccion social.

Uno está hecho por tres cosas; mente, coranzon (refiriendose al cuerpo) y.. alma. Donde ésta ultima irradia algo que muchos llaman aura, puede que ese sea su garfio.. o, simplemente el defecto humano, la curiosidad. No se sabe, impredecible es todo, y mas este paladin; seh.. Paladin.

Su ave dormia placida sobre su hombro, que apesar de para él no pesarle nada, ya le comenzaba a fastidiar y era entendible tras levarla ahi encima una gran cantidad de tiempo. Para apartar aquella molestia que nacia, decidio despejar la mente de ello.. creia en que todo ha de ser mental por ello tambien estaba alli metido.. tratando de relajarse, olvidando la fatiga y todo el recorrido que aun le faltaba para llegar al destino que le esperaba luego de una supuesta estacion cuarta.
En eso agudiza su sentidio del oido para, ademas de apartarse de todo pensamiento negativo, tratar de oir lo que los demas decian; le parecia aun mas curioso, sin mencionar incomodo, eso de que él no fuese el topic de algunos dentro del lugar. Mientras decodificaba en su mente las palabras que medio lograba oir, se sentia mas adentrado a todo aquello; experimentaba una sensacion de.. bueno de, alli estaba su lugar, en ese mundo a pesar de la incomodidad y desagrado que percibia. - seguro es por estar en un lugar donde jamas habia estado antes.. - pensó.

Siguio escuchando, o tratando de; unos hablan muy bajo, pero sin prisa y confiados. Otros en lenguas desconocidas, o con poca familiarizacion. Y algunos tal como lo abitual.. incluso llego a deducir algo sobre un concierto o musical que pronto a una de esas personas le tocaria recitar. (@)
Entre cuchilleos, charlas regulares, palabras en otros idiomas y una que otra utileria del lugar.. se escuchó la puerta abrir detras de él, un poco mas alla. Solo movió un poco su cabeza a la izquierda para medio ver.

Se trataba de una, a su parecer, mujer, lo imagino por lo que llevaba puesto en sus pues, solo la logró visualizar hasta no mas de la entrepierna, al instante termina sentada a su lado derecho dando un rechineo las patas de la silla contra el suelo de hizo que la lechuza con plumaje dorado abriese los ojos. Trató de verla de reojo, pero lo unico que logró ver fue unos cabellos castaños, tambien iba encapuchada, tenia la vista pegada a la parte superficie del bar. - Estara llorando - se preguntó mentalmente, mientras en eso llegaba el elfo con su jarra de lo que fuese que le hubiesen dado parecido a 'Toddy'.

Antes de poder agradecer a la creatura, oyó a la dama pedir, en voz queda, un doble de Whisky; vacilo la procedencia del whysky, -¿de fuego?- dijo moviendo los labios, sin emitir sonido alguno, antes de pegar y mojar sus labios contra su bebida. El elfo desaparecio de la vista, y mietras él saboreaba el liquido. Se hacia la idea de a lo mejor poder ayudar, siempre llevaba dentro (sin importale las mala experiencias) la necesidad de socializar e interactuar un rato con los demas, sin hacer prejuicio alguno por tan malo o bueno que se vea un ser, y aquella oportunidad se encontraba. Solo debia emitir alguna palabra, con un 'buenas..' pudo haber sido suficiente, pero éste sólo volvio a beber de su jarra que por cierto no le resultó; estaba cediento, se lo bebio todo de una vez. Chocando el envase contra la barra, terminando con un -Aaah, tienen buenas bebidas aqui eh- con voz seria. Se arrecostó sobre su antebrazo izquierdo, donde tenia a su lechuza, para descanzarlo un poco.. aun no sentia el malestar que hace rato empezaba pero si estaba conciente de que seria buena idea.

 

Con la vista aun en el frente, antes habia sido la barra lo que visualizada, esta vez era la encapuchada que llevaba una tunica verde y con la mirada baja; esperando alguna reaccion en respuesta de lo que él habia dicho. Ahi, de pie recostado sobre su extremidad superior izquierda, con una bebida siendo digerida y un envase esperando ser nuevamente llenado.

[Sira Loveless Haughton]

Terminó de quitar su túnica de su cuerpo, dejando ver un jean azul, una blusa blanca y un tenis igual de blancos que la blusa. Era una vestimenta relajada y cómoda, algo que no acostumbraba a llevar la demonio, pero aquel día no tenía ganas de aparentar nada que no era verdad. ¿Para qué?

 

La bebida apareció delante de ella, tomándola en sus manos la llevo a sus labios y de un trago termino el vaso dejando los pequeños hielos solos, sin nada que enfriar:- Ponme otro y deja la botella- Su garganta ardía, pero no le importaba, aquel gusto que dejaba el líquido ámbar en su boca lo hacía más llevadero.

 

A su lado, un misterioso joven también ataviado con una túnica muy parecida a la de ella se terminaba su bebida, haciendo un ruido sordo con el vaso sobre la barra de madera. Ella lo miró de reojo, pero su rostro quedaba cubierto por aquella capucha, pero notaba como la miraba tras las sombras que lucía alrededor:

 

 

- Si, es lo que necesito, buena bebida- Dijo esbozando una sonrisa desganada, pues lo que menos le apetecía era sonreír, solo quería llorar, pero conseguía controlarse, tampoco quería darle una mala impresión a aquel misterioso joven que aun la seguía mirando. Ahora su vista se habia dirigido de mirar a la nada hacia él.