Ravenclaw ╬ » Castillo de la Familia Ravenclaw « ╬ (MM B: 101487)

[Mia Torres]

Emma Ravenclaw

 

Soltó una carcajada cuando su madre le guiño un ojo, la verdad era que no se veía tan mal, pero Emma nunca lo iba a admitir en voz alta, llevaba casi toda su vida molestándola con sus fachas de sábado.

 

-Por supuesto que te ves bien -sonrió- Es cosa de familia, ya sabes. Las Ravenclaw nos vemos bien hasta con una toalla -aquello no era cierto, claro, Emma había tenido una época en la que se cuestionaba si tenia amigas que no la querían o si la calidad de sus espejos era realmente mala.

Se llevo a la boca otra gran cucharada de pastel, amaba aquel postre y amaba aun mas a su madre por pedirlo siempre que se veían. Se lo paso con un poco de te y centro de nuevo su atencion en Athena, pero sus próximas palabras no le agradaron demasiado.

 

-Oh! Por favor! Tu vienes conmigo a viajar, por que vienes y no se hable mas del asunto -respondió con un gruñido- Ademas podrías dejar a los enanos con algún familiar.

 

 

 

Mia Loveless H.

 

Se sentía desorientada. Volvió a mirara las habitación a la que no recordaba haber entrado, soltó un bufido de exasperación y se volvió hacia la puerta para salir justo cuando sintió una mano suave en su brazo, Mia estuvo a punto de soltar un grito pero simplemente dio un pequeño brinco mientras observaba con atencion la mano que sostenía su brazo. El chico hablo amablemente, lo que probablemente evito que la castaña le pegara una patada a lo Chuck Norris y saliera de ahí

Lentamente levanto la mirada, encontrándose con unos profundos ojos azules, mas oscuros que los de la chica, dibujo su mejor sonrisa intentando que pareciera real.

 

-Ya decía yo que esta no era mi habitación -respondió con un fuerte timbre de ironía marcando sus palabras. Con un movimiento rápido se zafo del agarre del ojiazul y se dirigió a la puerta, era tan testaruda que sentía como si debiera probarle al chico que ella podía encontrar la habitación de Athena por su cuenta, pero no dio muchos pasos hasta sentir que la mano del pelinegro Ravenclaw agarraba la suya y la arrastraba fuera de la desconocida habitación.

 

-Esta bien, tu ganas -murmuro a regaña dientes mientras era llevada por el pasillo.

[Circe Atkins C.]

Athena Ravenclaw.~

Con Emma.

—Jajaj de eso no tengo duda mi niña. —Se acercó hasta ella y le dio un golpecito en la frente, pues se estaba imaginando muy bien lo que en su mente estaba pasando, aquella época en la que su hija pensaba que era fea y demás, cosas de adolescente pero sabía que le afectaba bastante a su hija.— Sabes que eres hermosa Emma, no pienses tonterías.

 

Suspiró mientra se dirigía hasta su ropero y buscaba la ropa para cambiarse, era tarde y necesitaba hacer sus deberes como buena matriarca. Sacó unos jeans y una blusa de color blanco y las puso sobre su cama, arrugó la nariz ante los gruñidos de su hija a la respuesta que había hecho anterior mente la Ravenclaw.

 

—Sabes muy bien que no los puedo dejar, son mis hijos. —Se tocó la frente cerrando los ojos.— Pero prometo irme de viaje contigo pero no prometo nada ¿si? —le sonrió con dulzura, se acercó y le comenzó a hacer cosquillas como cuando era pequeña, adoraba estar así con ella y lo había extrañado bastante.

 

Matthew Ravenclaw~

Con Mia en mi habitación /o/

Es en otro tiempo ¿eh? XD

—Venga no te enojes, en cuanto más seamos más rápidos vamos a encontrarla ¿no? Además no tuve la oportunidad de conocer a tan bella joven. —Sonreí con dulzura mientras entraba a la habitación de mi hermana; me sorprendí bastante ya que parecía de esas habitaciones de la realeza con colores bastante delicados, jamás lo había creído de mi hermana.

 

Suspiré y cerré la puerta mientras soltaba la mano de aquella joven que recorría la habitación tocando los objetos con delicadeza, me pareció un poco tierno, sonreí ante eso y me senté en la gran cama de dos plazas que se encontraba en el centro, crucé mis brazos y la miré alzando una ceja.

 

—Y bien, ¿cómo te llamas? y por cierto, ¿qué eres de la loca de Athena? te aconsejo que no te acerques mucho si deseas ser "normal" —Reí ante lo último, pues lo decía en broma ya que no era cierto, Athena era una gran persona aunque bastante distraída y un poco torpe.— Mi nombre es Matthew Ravenclaw pero dime Matt. —Terminé de hablar y la quedé mirando esperando su respuesta.

 

Kira~ Elfina de Athena.

Atendiendo a Lifa.

Corrí hasta la cocina mientras que sostenía el collar de Ryou que le había regalado mi ama, pues estaba molestándolo ya que anteriormente me había retado por una tontería, bueno, era mi turno de vengarme. Comencé a reír y correr más rápido hasta que me resbalé y me golpeé con el refrigerador y caí de espaldas, en ese momento apareció un elfo del amo Byron con cara de asustado.

 

Me levanté y me limpié mientras me colgaba el collar y miraba a mi compañero con una mueca de duda pues estaba bastante aterrado, como si hubiese visto un fantasma aunque en realidad podría ser puesto que estaba la Señorita Rowena, Helena y demás. Alcé una ceja mientras le tocaba el hombro con delicadeza.

 

—¿Qué pasa amigo? —Le pregunté y el me respondió con gran apuro que una joven estaba en la puerta y decía que era parte de la familia pero que jamás había visto en todos sus años, le dije que no se preocupara y que le iba atender yo. Me dirigí hasta la puerta y miré a aquella joven con una gran duda.

 

—Hola y bienvenida, disculpe al elfo que le atendió recién, es que no sabíamos de usted señorita. —Agarré sus maletas y le hice pasar a dentro mientras cerraba la puerta, le señalé el sofá y la miré mientras me preguntaba quien era. Carraspeé la garganta.— Dígame, ¿quién es usted y a quien busca? —Esperé a que me contestara.

[Juliene Black Lestrange]

― Retirate, Kira ― se escuchó una voz cercana.

 

La etérea figura de la Black Lestrange fue vislumbrada por las personalidades ubicadas en el umbral del castillo, sonrió, lo cierto es que más de uno se sorprenderia al verle allí, aunque podrían deducir que su última visita aún no había terminado.

 

Y no lo haría.

 

Era una nueva Ravenclaw y, como tal, su misión era mantenerse en el castillo el mayor tiempo posible claramente no contaba las veces que debía ir al trabajo o a encargarse de asuntos más divertidos. Esos que tenían mucho que ver con la máscara que reposaba celosamente en un rincón de su habitación y con la.marca que latía en su antebrazo.

 

Pero a final de cuentas lo que la mantenía mirando fijamente hacia la nueva presencia femenina que acogía su hogar era el hecho de que la reconocía: se trataba de su hija. Se cruzó de brazos, sin dejar de observarla, era momento del encuentro familiar... ¿cómo se suponía que debía empezar la conversación? Ni siquiera enfrentaba la realidad de haber tenido dos hijas con su marido y ahora resultaba que tenía una por su cuenta. Negó. Tenía que empezar a ordenar su vida, ciertamente.

 

― Bienvenida a casa, hija mía ― sentenció.

[Mia Torres]

Emma Ravenclaw

 

-Nunca he tenido duda de eso, se que soy hermosa -le hizo una seña de modestia fingida con la mano -Pero por otro lado ... Mi ropa ... -Introdujo un dedo en su boca y empujo su lengua mientras hacia sonidos de querer vomitar.

Aquel tema le dolía, claro, pero no mas que ver fotos de cuando era mas pequeña; le encantaba mezclar colores. Cuando había visto aquellas imágenes en el álbum de su madre tiempo atrás, se había golpeado la cabeza repetidamente en la pared mas cercana.

 

-Pues .... Que mis hermanos vengan conmigo! -sugirió al fin, en verdad quería llevar a su madre de viaje y que saliera un poco de su rutina diaria. Athena ahora se encontraba revolcando en su armario, Emma giro en si misma y apoyo la cabeza en los codos mientras le ponía su mejor cara de suplica -Ademas ... El viaje puede ser una buena oportunidad de conocerlos, no te parece?.

 

 

Mia Loveless H.

 

Miro al chico de cabellos negros con una ceja alzada cuando le dijo "Bella Joven" y bufo pisando con fuerza el piso y tratando de zafarse de su agarre, pero era imposible su mano mantuvo su posición todo el viaje hasta llegar a la habitación de Athena.

Al entrar, Matt cerro la puerta y se sentó en la gran cama con los brazos cruzados mirándola, mientras que Mia admiraba toda la habitación, habían adornos muy bellos allí, la joven demonio camino hacia un estante con figuras decorativas de porcelana y paseo delicadamente su mano por cada una de ellas, eran preciosas y no podía negar que Athena tenia un muy buen gusto ya que la habitación en si era completamente hermosa.

La voz del ojiazul la saco de sus pensamientos.

 

-Oh, para mi ya es tarde para ser "Normal" -admitió volteándose hacia el con una sonrisa en su rostro y una figura decorativa en sus manos. - Soy la ahijada perdida de Athena -respondió, rápidamente se giro hacia la vitrina y dejo con suma delicadeza la pieza de porcelana en su lugar. Sonrió hacia las decoraciones antes de voltearse y caminar hacia el Ravenclaw, se quedo parada frente a el, quien seguía sentado así que la castaña lo miraba hacia abajo, aquello me agradaba ya que en si el era mas alto, le extendió la mano antes de volver a hablar.

 

-Un gusto, Matt. yo soy Mia Loveless -espero a que le estrechara la mano, eso era lo que siempre hacia cuando conocía a alguien nuevo, ya era una costumbre. - y tu que eres de Athena?

[Randal Ravenclaw]

Randal Ravenclaw : Perdido Vagando por todo el castillo en búsqueda de atención

 

De repente se encontraba solo en su habitación, no se acordaba de mucho, acaso había perdido la conciencia? , Acaso se había desmayado?, lo último que recordaba era que estaba con dos chicas tomando el Té, y ahora estaba loco, de pronto eso era, o todo era un sueño , si todo era un sueño entonces podía hacer todo lo que quisiera ( aunque de por si siempre lo hacía), así que decidió que la segunda opción era la mejor, se puso un tutu rosa , muy colorido.

 

- Demás que todo es un sueño – dijo mirándose al espejo – Seré lo que siempre quise ser – añadio

 

Salió de su habitación, con el tutu puesto, y se dispuso a pasear por el castillo, dando salticos y cantando una canción del dominio público.

 

- A la víbora, víbora, de la mar, de la mar por aquí pueden pasar. Los de adelante corren mucho, y los de atrás se quedarán tras, tras, tras. – cantaba a todo el pulmón recorriendo las habitaciones y pasillos

 

-vervena vervena jardin de matatena , vervena vervena jardin de matatena campanita de oro dejame pasar con todos mis hijos menos el de atras tras tras tras tras – pasaba por el jardín, las estancias y todo lado posible

Editado 10 de Septiembre del 2014 por Randal Ravenclaw

[Circe Atkins C.]

Athena Ravenclaw~

Con Emma

 

—Bueno, admito que tus preferencias cuando eras chica no era las mejores pero ahora es distinto ¿no? y no debería importarte en lo más mínimo lo que piensen de ti. —Acotó un poco molesta mientras recogía las prendas de ropa e iba hasta el baño, ahí e miró a un espejo y suspiró, comenzó a vestirse agudizando un poco más el oído para escuchar a su hija hablar.

 

Alzó una ceja ante la idea de su hija, pues no era mala pero tampoco de las mejores, sus hijos eran un poco bastante revoltosos y si los llevaba de viaje en esos instantes de seguro terminaban destruyendo el lugar. Salió del baño acomodándose el vestido que había tomado después de descartar los jeans y la blusa.

 

—¿A tus hermanos? ¿Quieres que el país entero se destruya? —Rió ante lo dicho un poco preocupada, a decir verdad había otro asunto del porque Athena no podía irse de viaje, se sentó al lado de su hija y la despeino a modo de cariño.— Hija, me encantaría ir pero hay algo que me lo impide... El tema es que parece que estoy embarazada. —Hizo una mueca de disgusto al recordar que esa criatura era de un error del pasado.

 

Matt Ravenclaw.~ Con Mia

en la habitación de Athe.

 

Sonreí ante la respuesta de aquella joven, jamás le habían dicho eso y le agradaba mucho esa mujer que para serles sinceros, esta bastante guapa. Asentí ante sus comentarios y esperé a que terminara, pues como buen caballero era de muy mala educación interrumpir a una dama o eso bien me lo había enseñado.

 

—Así que eres la ahijada de Athena. —Me paré a su lado y le sostuve su mano dándole un beso delicado. Sonreí ante su pregunta, de verdad nadie sabía que era de Athena y eso era algo bueno para mi.— Se podría decir que soy el hermano perdido de Athena, nuestra madre nos separó al nacer por lo que sé aunque ella dice que no es así. —Me encogí de hombros soltando su mano y arrancandome el cabello, la verdad odiaba ese tema pues le tenía rencor a esa mujer que era mi madre.

 

—En fin, Mia, ¿me concederías el honor de invitarte a un té en la cocina? Así podemos platicar más. —Le ofrecí mientras abría la puerta y la miraba directamente a los ojos con una sonrisa dulce.

[Mia Torres]

~ Emma Ravenclaw

 

 

Sonrió con agradecimiento hacia Athena, ella era la única que tenía pruebas de su época del mal vestir -Cometí muchísimos errores en ese entonces, de los cuales no estoy muy orgullosa, no sólo la ropa -respondió, mientras se miraba las uñas pintadas de un azul eléctrico.

Espero unos minutos hasta que la rubia salió del cuarto de baño, ahora bien vestida y se sentó al lado de su hija. Emma dio una vuelta en su estómago para darle la cara y fijó su mirada en el blanco techo.

 

-Olle, he vivido allá por más de cinco años y la ciudad apenas ha sufrido algunos terremotos -sonrió- Tal vez aguante a mis hermanos. -de pronto su sonrisa desapareció y se inclinó un poco para adelante para mirar a su madre a los ojos -Aunque sí no pueden acompañarme, supongo que igual me encantaría conocerlos. -se recostó de nuevo y miro de nuevo el techo, antes de sentarse de golpe ante la inesperada noticia - ¿qué estás que? -le reprendió- ¿De nuevo? Deberías dejar la diversión por algún tiempo.

 

 

~ Mia Loveless H.

 

Lo miro con un semblante de suficiencia cuando tomo su mano y la beso, aquello le recordaba a Sain pero tan sólo pensar en el chico le entristecía así que alejó ese pensamiento de su cabeza y se dedicó a prestar atención de nuevo a la voz de Matt. Entrecerró los ojos hacia el, esa respuesta la había confundido un poco, pero decidió dejar sus preguntas de lado, se notaba que ese tema no le agradaba demasiado al Ravenclaw.

 

Sonrió y lo miro a los ojos -Me encantaría -no quitó su vista de los ojos azules de Matt hasta salir por la puerta con dirección a la cocina.

[Anthony R. Dracony M.]

Llegue a la mansión nuevamente con ayuda de "Sombra", baje de él y distraidamente camine hasta la puesrta de entrada. Sin ninguna prisa camine cruzando la suntuosa sala, alcance las scaleras y comense a subir.

 

Estaba especialmente cansado, pero aún peor estaba fastidiado. Llegaría hasta la habitación que mi madrina Issy le ordenara a su elfo que me preparara, estaba seguro que seguiria disponible. Tomaria un baño para relajarme y dormiria hasta el día siguiente.

 

No había nada interesante que hacer, subi los cuatro pisos y luego camine por el pasillo. Recorde que habian hablado de una biblioteca, si no fuera porque estaba tan agotado, de buena gana me pasaria a leer, quizas más despues y fuera algo de que disfrutaria.

 

Por alguna razón me entraron ganas de escuchar música, que rayos, si que estaba loco. Movi con enojo la cabeza, queriendo sacudirme esas ideas que me venian por quien sabe que misteriosa razón.

El ambiente se veia aparentemente tranquilo, pero ya había visto lo rapido que cambia el humor en aquella mansión. Me apresure a abrir la puesta de mi cuarto para descansar un poco.

Si es que venía el elfo le pediria que le anunciará a mi madrina que había vuelto.

[Circe Atkins C.]

Athena Ravenclaw~

Con Emma

 

―Esos errores de los que no estás orgullosa se pueden arreglar. ―Suspiró mirándola de reojo.― Sabes que todo tiene arreglo aunque no lo parezca. ―Acotó haciendo un además con la mano, pues para ella siempre era así, confiar en que en todos los problemas había una pizca de solución aunque no lo pareciera o mismo cuando todo se encuentra mal siempre habrá algo de felicidad.

 

―¿Terremotos? ¿segura? ¿no sería tu padre desaparecido gruñendo? ―Se rió ante aquel comentario y luego negó con la cabeza bastante divertida.―Está bien, los conocerás a su debido tiempo. ―Miró un poco sorprendida ante la reacción de su hija al saber que estaba embarazada y si, estaba un poco molesta ante su comentario, ¿cómo era eso de diversión?― Emma Ravenclaw, ¡que estás diciendo! Soy tu madre, deberías respetarme más. ―Sentenció con fingido enojo levantándose de la cama.

 

Comenzó a caminar por toda la habitación fingiendo que estaba bastante molesta con ella, quería vengarse un poco ante su comentario y bien lo estaba logrando pues su hija tenía una cara de terror y sorpresa a la misma vez, Athena no pudo evitar reírse ante eso y la abrazó con mucho cariño.― Supongo que eso no me lo quita nadie... Venga, que estaba bromeando. ―Le besó la mejilla sonriendole con dulzura.

 

Matt con Mia

Ya no sé donde ando o.o

 

Salimos en seguida por la puerta y me tomé el atrevimiento de tomarle la mano y dirigirnos a la cocina, ahí abajo se encontraba un chico que recién había llegado pero le ignoré pues no lo conocía de ningún lado; al llegar a la cocina divisé a los dos elfos de mi hermana peleando por un ¿revista? ¿qué hacían con esa revista?, negué con la cabeza soltando a Mia ofreciéndole una silla.

 

―Kira, ¿me puedes preparas dos té? el mío que sea con miel por favor. ―La elfina me asintió y comenzó a prepararlo, yo viré mi vista a la joven que estaba en frente mío y le sonreí.― Y bien, ¿de que familias eres? ¿qué aspiras ser? Venga, cuéntame de ti que estoy intrigado. ―Le pregunté mientras me sentaba en la silla contraria a ella.

Editado 15 de Septiembre del 2014 por Kissa L.

[Mia Torres]

~Emma Ravenclaw

 

-Se que se pueden arreglar, de algún modo -suspiro sin quitar la mirada de la mancha del techo- Es sólo que aveces pienso que no deseó cambiar el pasado, por que ya son memorias- En ese momento, se sorprendió de que aquellas palabras hubieran salido de su propia boca, pero la conversación estaba dando un giro demasiado drástico para el gusto de Emma, así que decidió mejorarlo con uno de sus típicos comentarios irónicos -Oh, tal vez me de demasiada pereza intentar arreglar algo.

 

Con las siguientes palabras de su madre, la Ravenclaw río con ganas, no había conocido a su padre; apenas le quedaban bastos recuerdos de cuando era muy pequeña, pero ella no sentía ningún afecto por el hombre. -Sabes que no soy muy paciente -agrego en tono cantarín mientras miraba de reojo a Athena -Además, si mis nuevos hermanos se parecen a mi como dices, me dan muchas ganas de conocerlos lo antes posible.

Sonrió con afecto a la nada, como extrañaba aquellas tardes de conversa con su madre. Apenas tuvo tiempo de volver a la realidad para notar el tono enojado de su madre, que ahora estaba de espaldas a ella parada a unos centímetros de la cama, Emma se levanto de golpe con una expresión entre confusa y sorprendida, no pensó que ese comentario pudiera afectar de algún modo a su madre. Estaba preparándose para levantarse y pedirle perdón a su madre con un gran abrazo, pero Athena se le adelantó - ¡En tu vida vuelvas a darme ese susto, Athena Ravenclaw! -la regaño mientras la estrechaba contra si.

 

 

 

~Mia Loveless

 

Se dejo guiar de la mano por el pasillo hasta llegar a la gran cocina, después se dejo caer en la silla que Matt le ofreció y lo observo con una sonrisa pedir el te a una elfina.

 

-Bueno, Pertenezco a las familias Loveless y Haughton, aunque hace milenios que no visto el castillo Haughton así que mayormente Loveless, soy aspirante e ser Mortifaga, aunque soy un completo desastre en duelo así que confió en que mis malas intenciones me mantengan a salvo -comento, sin dejar de lado aquella sonrisa. Y así le comento algunas cosas más mientras se tomaba de a sorbos el te que la elfina había dejado delante de ella - Debo admitir que a mi también me das curiosidad, ¿qué me puedes decir de ti, Sr perfecto?