Floristería Las Tres Hermanas (MM B: 78830)

[Ashley Peverell]

-Una niña estudiante.

Repitió la chiquilla de cabellos dorados como los girasoles que esperaba que fuera a comprar su hermana mayor en algún momento, después de todo a todas las personas ya fueran mágicas o no les gustaba grandemente el color amarillo que les traía una gran calidez.

Pero no había pensado en volver a estudiar o ni siquiera en trabajar en nada, no le gustaban las cosas con tierras o picudas porque podía dañarse la piel y eso luego le dejaría callos seguramente que harían que sus manos dejaran de verse delicadas y estaba segura de que a los caballeros le gustarían mucho mas como estaban en ese instante, siendo suaves y blancas. aún así respiró profundo, casi como si suspirara al leer algun cuento romántico de esos que gustaba entre las noches y miró con sus enormes ojos almendrados a la hechicera de cabello rojo.

A veces se preguntaba ¿porqué ella no tenía el cabello así de rojo, rojo como la lava interna de los volcanes al estallar?

-La verdad es que no sé si en algún lugar quisieran contratar a una persona como yo

Dijo bajando la mirada y moviendo un poco más la escoba que sostenía entre sus manos para acumular hacia un lado el polvo y la tierra que iba retirando de los suelos que se iban viendo cada vez mas limpios y sin tanta mugre. Odiaba la mugre.

-No tengo ninguna experiencia profesional y a lo más es que sé servir el té y no creo que eso sea de utilidad para nadie

Encogió sus hombros pretendiendo que no le importaba en lo absoluto.

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame dejó escapar una buena risa al escuchar a la pequeña que de hecho en esos instantes tenía un gesto acongojado del que no la culpaba en lo absoluto

Después de todo, habían pasado bastante años desde que la Ketchum hubiera estado en Ottery por lo que todas las reformas, las nuevas leyes y regulaciones realmente la tomaban desprevenida y no era una situación que la chiquilla disfrutase para nada; la pelirroja regreso en sus pasos para ubicarse cerca de la más pequeña de sus hermanas y sin pensar en nada más la tomó entre sus brazos y le pasó una mano por la cabeza, apretándola contra su cuerpo

-Esta bien Ash, no sucede nada malo, vas a estar bien...

Le aseguró sonriendo y apoyando su cabeza de lado en la de la rubia, era una de las ventajas del hecho de ser más alta que esta a pesar de que seguía siendo más baja que Sagitas

-Todos te vamos a dar la bienvenida, anda, entra a trabajar aquí conmigo y aunque hasta que no hagas tus papeles y la escuela no puedo hacer mucho, al menos trata de dar lo tuyo y vas a ver como todo sale mejor que nunca

Le sonrió y le acarició la cabeza con cariño

-Vale?

[Ashley Peverell]

-Muy bien.

Asintió con la cabeza aquella chica ante las palabras de su hermana mayor y una ligera sonrisa pareció asomar en su rostro a sabiendas de que no tenía de qué preocuparse si le daba una mano amiga.

-Pero a decir verdad no se muy bien cómo moverme en un pueblo como este, ha cambiado demasiado desde la última vez que vine.

Dejó escapar lo que parecía ser un gemido de completa tristeza y los ojos se humedecieron de manera que brillaban un poco por el líquido de las lágrimas.

-Ni siquiera está mi castillo y yo quería llegar ahí y acostarme en mi cama gigante con dosel de seda y todos los peluches que había estado comprando por las temporadas nuevas de pokemon

Comenzó a caminar hacia el mostrador de plantas aunque parecía que su hermana la hechicera vampiro estaba retirando las cosas a la parte de atrás de la tienda

-¿Qué haces?

[Hayame Snape Potter Black]

-Ahmmm

La Snape abrió mucho los ojos cuando terminó de hacer lo que tenía pensado desde un inicio pero entonces, movió rápidamente las manos en dirección de la menor que lucia bastante confundida; y es que ya se imaginaba que como sucediera alguna desgracia con su cabello o su vestido que la chiquilla quería tanto, le iba a armar una romana de la que no se iba a librar de ahí hasta la siguiente era de hielo... y solo pensarlo le daba escalofríos

-Lo mejor sería... si, que fueras a la parte posterior de la tienda, por tu propia seguridad

Intentó sonreír grandemente y corrió para ponerse por detrás de su hermanita, moviendo las dos manos para empujarla un poco hacia la trastienda, duende o no duende, lo que podía hacerle esa mocosa cuando se ponía de rabias era legendario

Que no olvidaba como habían dejado una de las tiendas de su hermana la payasa y solo esperaba el momento en que esta les cayera encima con toda su furia de ahora bruja todopoderosa

Un tic apareció encima de sus ojos y tembló

-Estamos bien muertas...

[Ashley Peverell]

-¡Oye!.

La niña se volteó a ver a la hechicera más alta por la manera en la que era empujada sin cuidado ni decoro a un sitio que se veía todavía más abarrotado de lo que había estado ese cuarto cuando entrara según ella a comprar unas bonitas plantitas para tratar de alegrarse la vida.

Flores doradas y rosadas como su vida y sus cabellos, que reflejasen su pureza y su inocencia como persona que podía enamorar hasta a la bestia más violenta.

Pero en esos momentos la bestia más violenta era su hermana Hayame que a base de empellones la dejó en un cuarto que daba olor a:

-Aquí apesta a estiércol.

Se quejó dándose la vuelta en el marco de la puerta de madera para poner una mirada de enojo y molestia, tratando de encarar a la mujer más alta.

-Ese bebé tuyo va a nacer con tu cara despiadada y de mal humor por maltratar a las niñas como yo.

Le mostró la lengua con un gesto tierno. Ella siempre era buena.

[Hayame Snape Potter Black]

-Como quieras pequeño pedazo de tonta, que yo solo estaba tratando de protegerte ¬¬

Gruñó la Snape que se frotó los brazos hacia arriba como si estuviera levantándose los guantes (aunque mas bien debería bajárselos por lo que estaba a punto de hacer, era un alivio que la salud mental de Amya no fuera diferente a la propia porque eso le ahorraba bastantes líos en lo referente a lo que estaba por hacerle a la pobre floristería)

Sacó la varita y la alzó en el aire, clavando su mirada en los aspersores que colgaban del techo de madera y que habían sido instalados en caso de que algun incendio se diese

Y es que bueno, que madera, plantas, cosas secas y un duende parecían a la receta perfecta para un buen desastre, el cual las tres hermanas siempre solía atraer

Aunque en aquellosmomentos no estaba demasiado ansiosa por convertirse en alguna especie de pollo frito

Ni siquiera tendría un sabor tan especial

"O quizás sí"

Pensó para si misma ampliando la sonrisa hasta que finalmente dió una larga vuelta agitando su varita mágica para activar aquellas cosas y que empezasen a soltar toda el agua posible, lo que fuera que pudiese llevarse el lodo y los desperdicios hasta afuera de la tienda y quizás al patio también

[Ashley Peverell]

-¡AHHHH!

La niña de cabellos rubios dió un salto hacia atrás al ver como la lluvia comenzaba a caer desde los techos hasta el piso dejádolo todo cubierto de lodo y de hojas y de más mugrero por lo que habían recogido y que el tono café de los muros y del mostrador ahora se volvía oscuro por la humedad que iban absorbiendo las maderas de manera que de poco no tardarían en hincharse por el agua que corría entre sus grietas.

Incluso ya le parecía sentir el aroma de tierra mojada o maderas en este caso y le parecía sentir que todo se iba a enmohecer, las maderas a pudrir y a salir insectos por todos lados.

Movió un brazo para alejarlo de una maceta y vió esta durante algunos segundos con un gesto serio y un movimiento contínuo sobre una de sus cejas.

Después de todo, ese lugar era una florería.

-¿Porqué no hay más personas en este lugar?

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame reía un poco por la manera en que la menor de sus hermanas se comportaba, casi como si el agua que caía sobre su cabeza más que esta fuese alguna especie de ácido; el cabello y las ropas de la Snape comenzaban a empaparse pero esta parecía no darse por aludida conforme se cruzaba sencillamente de brazos y observaba a la Ketchum que se encontraba por lo pronto a salvo de la lluvia de los aspersores

-Cuál es tu problema con el agua?

Inquirió bajando los párpados a la mitad de sus ojos como si no pudiera comprender la aversión de la chiquilla de moño rosado cuando siendo la que según era "más higiénica" debía de estar encantada con aquello

El agua seguía llevándose el lodo y la suciedad de la superficie de aquella habitación mientras que el sonido del chispido golpeteaba las superficies de todo; al menos esperaba que el duende o enano que se había instalado en la floristería no le diera por asomarse

-Pues... la verdad yo tampoco lo sé- dijo Hayame con cuidado, mirando a los ojos a su hermana menor- desde que llegué ya no he visto a casi nadie por las calles...

[Ashley Peverell]

-Entonces ¿son de verdad los rumores?

La hermosa pequeña rubia aún desde el marco de la puerta ahora veía con seriedad a su hermana mayor que se mojaba y chorreaba agua ahora por su cabeza y sus ropas de chica rara y poco decente aunque en aquellos momentos no era el tema que la pequeña angelical tenía en la cabeza sino asuntos mucho más serios puesto que nunca antes en su vida recordaba haber visto tan vacío aquel pueblo ya no se dijera a las tiendas de comercio que estaban por todas partes.

Abrió y cerró sus encantadoras manos de porcelana y comenzó a mecerlas a los lados de sus vestidos naranjas y se meció de la misma forma sobre sus talones.

Al menos hasta que vió el agua que empezaba a escurrir hacia donde ella estaba parada por lo que retrocedió poque no quería mojarse ni siquiera la planta de las zapatillas negras aunque parecía que para las circunstancias y a esas alturas de la situación tarde o temprano iba a ser inevitable.

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame parpadeó un par de veces con extrañeza puesto que no entendía muy bien a qué podría referirse la menor

-Los rumores? -frunció el ceño cruzándose de brazos y ladeando la cabeza como si no pudiese comprender las palabras de su hermana menor- excatamente qué rumores?

Quizás si lo sabia o quizás no

A decir verdad ya a esas alturas en Ottery se oía de todo y se veían todavía más cosas pero ninguna era igual de rara o diferente que la anterior; aunque en realidad si tomaba en cuenta la diferencia entre lo que había transcurrido en años pasados cuando las situaciones se volviesen todavía más delicadas que nunca

-Te refieres... -comenzó a decir despacio- a la desaparición lenta de los magos de aqui?

Se removió un poco de su sitio y sacudió la cabeza comenzando a sentir el peso del agua. Era el único punto malo de tener el cabello tan largo, que para ciertas cosas era un verdadero embrollo cuando estaba de aquella forma; por ello terminó por darse un poco la vuelta de forma que casi le daba la espalda a su hermana menor y empezó a torcerse el pelo para poderlo escurrir aunque con los aspersores todavía funcionando lo que hacía no iba a servir de mucho

-Es eso, Ash?