Floristería Las Tres Hermanas (MM B: 78830)

[Amya An]

o.O xDDD que esas endiabladas espinas de rosal habrían de tener algo podrido porque de tanto "chuppi-chupi", la lengua (primero) se le quedó dormida, y luego la quijada. Tampoco pudo zafarse ahora el dedo de la boca.

 

Ey! no podía moverla mano ni el brazo entero!!!

 

O.O Qué rayos estaba pasandooooooo!?!

 

Puso los ojos de plato, ya no podía ni mover la cabeza para dirigirla con la mirada mas que nada a Sagitas, quien se le perdía del rango visual (!).

 

Trató de inhalar para gritar y fue cuando notó que quizás (tal vez) los músculos (¿?) respiratorios estaban afectándose de pronto.

 

O.O Aquello había sido mas eficaz que ver a Doña Gorgona y petrificarse en el acto, xDDD.

 

La bruja pensó que quizás mandrágoras ... ¬¬ seeeee! seguro que alguno de esos bichos habían chillado y ... no, no, entonces OwO por qué sería la única afectada???

 

De acuerdo, Jack estaba muerto, Tamarindo ya no estaría para ese entonces, la anterior clienta se fue antes (lo mas probable) ... Sagitas ... y qué con ella??? : << ... ¬¬ seguro que los "tacos" de cerumen en sus canales auditivos la habrían protegido ... >>, pensó ya que no podía articular palabra (a penas T-T si sentía que se le movía el Diafragma ... ¬¬ el que sirve para respirar, xDDD).

 

<< Ayuda! >.< AYUDA!!! >>, gritó mentalmente a ver si se daban cuenta que algo no andaba "bien" con ella ... ¬¬ bueno, de acuerdo, ^^ no mucho "anda bien" con la adleriana OwO ...

[Sagitas E. Potter Blue]

Uff, el libro era útil pero inflaba la cabeza con tantos datos que, posiblemente, podrían ser útiles. Pero era un chismoso, prefería los datos muy concretos y que se callara. Por eso le puse el modo silencio y le pasé el librico a Reena para que ella decidiera qué especies quería. Creo que lo agradeció y fue pasando páginas. Estuve a punto de interrumpir sus pensamientos con mi verborrea, para explicarle las flores que me gustaban a mí para la Vladimir, pero entonces pensé que me parecería al libro. Y yo soy muy original para parecerme a nada. Así que mantuve el silencio todo lo que pude mientras ella se decidía.

 

Me distraje mirando unos esquejes mientras esperaba, pensando en Amya (no mucho, aunque la echaba de menos, en cuanto aparecía se acababa la tranquilidad en el local) y mirando la puerta, por la que entraba Galadriel. Conocía a aquella elfina, era la de mi sobrina Heliké.

 

-- ¿Lo sencillo? -- pregunté a Reena, sin saber a qué se refería en aquel momento.

 

Miré a los lados. Definitivamente, Amya no estaba por el lugar. ¿Dónde narices se había metido?

 

-- ¿Heliké te envía? Genial. Hazme un favor. Entra y busca a mi hermana, a ver si en los viveros, dando de comer a los cardos o regando las mandrágoras. Dile que digo si ha preparado el pedido de las plantas de navidad, que no se tarde, que para que estén rojas hay que trasplantarlas con mes y medio máximo para que les dé tiempo de teñirse.

 

Y le dice el ademán de que entrara a la trastienda.

 

-- Dime, sobrina... ¿Qué sencillo? Perdona, no estaba por la labor, me distraje un poquito [días y días].

 

[Helike R V PB]

A pesar de que la floristería estaba en el otro lado del callejón Diagon decidí usar la aparición para trasladarme. Sí, era toda una vaga, pero en el tiempo que usaría para caminar estaría comprando cosas para el confesionario. O mejor dicho para el hada. Y esperaba que hiciésemos un hábitat propio y cómodo para ella.

 

Aún repetía mentalmente las cosas que me había encargado mi tía, y me adentré en su interior. Ya había estado de la otra vez, cuando tenía que comprar un ramo y que en ese momento no recordaba para quién había sido.

 

El aroma de las plantas me embriagó por tan sólo unos momentos y me acerqué hasta el mostrador, mi elfina estaba allí y me alegró de comprobar que seguía mis órdenes, por supuesto mi tía no podía faltar y también estaba otro familiar que reconocí enseguida:

 

-¡Hola Reena! –Saludé con alegría- ¡Hola tía Sagitas! Venía a comprar unas cosillas y si tienes un momento claro, es para consultarte sobre el hábitat de un hada –comenté tranquila observando todas las plantas que había por allí.

[Sagitas E. Potter Blue]

Harpo murmuró un insulto a quien había dejado un caldero de hierro en medio del pasillo tres, junto a las caléndulas. ¿Quién de las dos habría sido? Él votaba por la Ama Sagitas, por lo despistada, aunque la ama Amya era también una clara candidata en eso. Sentado en el pasillo, se frotó la espinilla; le había quedado un hueco, aunque no sangraba. Se levantó. Cojeaba un poco mientras se acercaba al mostrador. Sólo asomaba las orejotas por encima, así que se subió al caldero.

 

-- Perdone, Ama Sagitas. Perdone, ama Reena. ¿Sabe que las medidas de seguridad aconsejan no dejar objetos que puedan hacer tropezar a los clientes. Yo he tropezado con su caldero metálico. Por poco me rompo la pierna.

 

Su tono era enfadado, aunque sabía que eso no haría que ninguna de las dos siguiera siendo despistada. Y se refería a la dos dueñas, no a la sobrina, que esa era mucho más atenta en los detalles. En aquel momento llegó la sobrina Heliké. Parecía alegre y decía que quería comprar algunas cosillas.

 

-- Ya le atiendo yo, siga usted con su sobrina Reena. ¿Habitat de una hada? ¿Tiene hadas en su casa? ¿En la Vladimir o en la Rambaldi, señorita Heliké?

 

Harpo se bajó del caldero y lo tomó en la mano por el asa.

 

-- Vamos, acompáñame. Sé el mejor arbolito para que un hada se enamore. ¿De qué clase es la hada, Ama Heliké?

[Helike R V PB]

Enseguida vino alguien a recibirme me di cuenta de que era Harpo, el elfo de mi tía. Me rasqué la barbilla dudando un poco sobre lo referente a hadas, no tenía ni idea:

 

-Pues, la verdad Harpo es para el confesionario, su ama me encomendó que viniese a comprar bonsáis. Y no tengo la menor idea de qué tipo –respondí confundida- además plantas y flores, supongo que con variedad.

 

Preguntaba si era para las mansiones de las familias a las que pertenecía. Negué con la cabeza:

 

-¿Tipo de hada? –Pregunté, Sagitas no me había dicho nada de eso- pues no lo sé, sólo que se pusieron enfermos con un polvo azul –quizá eso le diese la pista- pero están bien, todos –solté rápidamente para tranquilizar al elfo.

Editado 13 de Octubre del 2013 por Heliké Rambaldi Vladimir

[Sagitas E. Potter Blue]

Harpo caminaba por delante de ella cuando se paró en seco. ¿No era para ella?

 

-- ¿Para el confesionario? ¿Es que no podemos tener un sólo lugar libre de animalitos?

 

¿Qué tendría que ver una hada en en confesionario, si era un lugar espiritual Harpo no entendía como era posible que Sagitas recogiera a cualquier animal desarrapado que encontrara por ahí fuera. Si por ella fuera, haría una reserva con ellos.

 

-- Un bonsai... hum... ¿Azul?

 

Harpo se estremeció y se volvió a parar.

 

-- ¿Ha dicho azul? ¿Pero es que la Ama Sagitas está loca? -- no se dio cuenta que chillaba. -- ¿Las hadas azules? ¿Las de la Isla de Mann? ¡Pero si están protegidas por la ley y su tenencia está penalizada por el Ministerio1 ¿Es qué quiere que la acusen de contrabando?

 

Harpo subió las manos al cielo, implorando ayuda a los dioses para la cabezota de su ama, sin acordarse de que llevaba el caldero en la mano, que rebotó contra su cabeza. Lo que le faltaba, un chichón en la cabeza y un chichón en la pata por el mismo maldito y dichoso calderito.

 

-- Vale, vale, le enseño bonsais aptos para las hadas azules. ¡Qué los dioses nos pillen confesados! Mire, ahí tiene los más apropiados. Podemos montar un paisaje de varios juntos para que juguetee entre ellos.

 

http://noticiasburgos.com/Portals/13/abril/bonsai.jpg http://farm1.static.flickr.com/202/508065869_63bedbeb1d.jpg http://www.infojardin.com/galeria/data/500/glicine3.jpg

http://fichas.infojardin.com/foto-bonsais/pseudolarix-amabilis-bonsai.jpghttp://www.parentesys.es/images/bonsai-azalea.jpg

[Helike R V PB]

Sonreí ante el enfado del elfo. La verdad es que no conocía la faceta de recoger animales extraviados y que los llevase a sus negocios.

 

Vi cómo el elfo preguntaba.

 

-Sí, azul, ¿Qué pasa? –después el sirviente parecía que le iba a dar un ataque.

 

-Pues no sé si serán a ese tipo de hadas, eso fue lo que me dijo ella, que enfermaron por eso.

 

Ahora yo era la que estaba preocupada. Si eran de contrabando podían cerrarle el confesionario y no creía que mi tía estuviese dispuesta a eso. Vi cómo el pequeño ser se llevaba un buen coscorrón con un caldero, me acerqué a él corriendo:

 

-¿Estás bien Harpo? –Parecía que tenía otro en la cabeza –si quieres puedo curarte esos golpes –le dije amablemente.

 

Enseguida fuimos a ver esos árboles en miniatura. Eran maravillosos, yo los miraba fascinada, estaban geniales:

 

-pues, escogeré éste –le dije señalando el que tenía la maceta negra- y éste –volví a señalar a otro que tenía forma redondeada de color rosa –imagino que con eso será suficiente –le sonreí.

 

-También recuerdo que quería un acuario, como si fuese para peces, pero abierto por la zona superior ¡ah! y flores de todo tipo–y temiendo que me iban a salir por un ojo de la cara “suspiré”. Y rogaba que no fuese muy caro.

 

-Se puede enviar al confesionario ¿no Harpo? –pregunté- es que no quiero que con la desaparición perder algo –dije un poco sonriente ante esa ocurrencia. Si lo hacía, Sagitas me mataría. Eso seguro.

[Sagitas E. Potter Blue]

¡Demonios arrugados! ¿Cómo que qué pasaba porque fuera una hada azul? Suspiró y la miró a los ojos.

 

-- Ay, amita Heliké. Qué poco conoce el mundo de las bestias... Tal vez debería visitar más el circo, ay... Las hadas azules son las más frágiles y más en estado de peligro del mundo mágico. Hay una orden de restricción en su tráfico. Está perseguido y se acaba en Azkabán si se descubre que alguien hace contrabando con las haditas de fuego. Además que...

 

Caminaba arreglando alguna hojita de los bonsais que le había ofrecido, para que tuvieran el mejor aspecto.

 

-- Ahora sólo habitan en una isla cerca de Mann, el último lugar donde se han desarrollado, territorio considerado Reserva Natural. Ese lugar desprende un brillo azul que es tóxico para los humanos. Esta ama... Siempre recoge los más perjudiciales para la salud, no aprende.

 

El elfo movía la cabeza de un lado a otro, suspirando por las acciones irracionales de su ama. Apartó los dos modelos que ella había apreciado. Eran ideales.

 

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Después ella pidió un acuario, el elfo rodó un poco los ojos. Pues claro, le iba a preparar una cas bien montada.

 

-- Sí, se refiere a ésto -- y señaló uno que había en otra estantería. -- Es abierta por arriba pero tiene incorporada una luz blanca que les da calor pero no quema, para que no se incineren. Ya veo que está dispuesta a mantener vivas esos especímenes. Pues tendrá que llevar flores de decoración para que absorban el polvillo de sus alas.

 

Buscó burbujas de algas, eran muy finas y limpiaban el aire, pasando todo lo que recogían al agua, un pequeño estanque de decoración a un lado del acuario que con una depuradora mágica eliminarían el polvo y dejarían el agua limpia para su uso por ellas.

 

-- No se preocupe, yo me encargo de que todo llegue al confesionario lo antes posible. Si quiere pasar por el mostrador, le haré firmar la factura y así ya la Ama Sagitas lo pagará con la cuenta de su negocio.

 

Harpo seguía diciendo que estaban locos, pero no se podía ir en contra de Sagitas cuando había decidido una cosa.

[Helike R V PB]

Escuché las palabras del sirviente. La verdad tenía razón apenas conocía el mundo salvaje del mundo mágico. Me sorprendía cómo un ser pequeñito podía conocer tanto. Vi como arreglaba los bonsáis que había escogido para que estuviesen presentables.

-Bueno, pues mantendremos su secreto y no se lo diremos a nadie –le sonreí.

-Yo creo que más bien esa hada quizá se haya desorientado y apareció en ese negocio, y por tanto mi tía la haya ayudado y ahora con esto para recuperarse mejor.

Me enseñó el tipo de acuario que quería, Harpo estaba en todo, parecía como si me conociese de toda la vida.

-Sí, ese es perfecto –asentí con la cabeza.

-Claro por supuesto, firmaré en dónde sea necesario –luego escuché sus palabras, que decía que su ama pagaría eso. Suspiré, la verdad le iba a salir bastante caro.

Ésta vez me dirigí al mostrador para firmar la factura para que constase que se había hecho la compra. Mientras esperaba que el ser se presentase para hacer una pequeña rúbrica en el pergamino que me indicase. Seguro que hacía un excelente trabajo.

Editado 18 de Octubre del 2013 por Heliké Rambaldi Vladimir

[Reena Vladimir]

Observé con satisfacción como Sagitas se deshacía de la elfina de Heliké, daba gusto la enorme eficiencia que demostraban esas criaturas cuando querían. Pero tras intentar continuar con la compra apareció la propia vampira que iba con un encargo. No la hacía yo a ella muy de aceptar ir a comprar flores, pero bueno tal vez se le hubiera suavizado un poco el carácter voluble tan propio de los de su especie.

 

Dejé que la atendiera mientras yo seguía mirando las flores, pero como si fuera llamado por la providencia apareció Harpo y dijo que se hacía cargo de mi prima tras reñir a mi tía. No pude evitar negar con la cabeza ante las libertades del domestico, en casa estaba muy bien, pero no en un local publico y yo me tomaría la libertad de comentárselo cuando estuviéremos en privado.

 

-Con lo sencillo tía, me refería a que quiero de esas olorosas. Quiero dos docenas para empezar.

 

Si con ellas podría ver si a mi quimera le gusta el nuevo menú o si prefiere cazar ardillas como siempre hizo. Sería la única forma de que no me desaparecieran todos los piñones del bosque Vladimir. Me gustaban los piñones y no solo para comer, porque sabía de buena tinta que tenían un montón de buenas propiedades que como sacerdotisa tenía que saber aprovechar.

 

-¿Para cuando podrías tenerlas?

 

Impaciente yo, quería tenerlas cuanto antes mejor, mas que nada porque empezaba a ser época de trasplantes y aun teníamos los últimos rayos de sol veraniegos aunque el otoño avanzase implacable sobre nosotros.