Floristería Las Tres Hermanas (MM B: 78830)

[Sagitas E. Potter Blue]

Pues claro que había que mantener el secreto. Si alguien se enteraba de que la ama Sagitas tenía hadas ilegales y se lo decía a alguien, si se corría la voz, si llegaba a oídos del Ministerio... No quería ni saber lo que le iba a suceder. Ay, pobre elfo Harpo, siempre guardando los secretos de su ama.

 

-- Sí, sí, seguro que es eso, que apareció sin más.

 

¡Y un cuerno! Sagitas soñaba con una hada de fuego desde hacía años y ahora tenía una entre las manos. Pero era mejor creer en esa versión y hacer que entrara en su cabeza por si alguien le preguntaba. Esperó a que la muchacha firmara la factura y la guardó en el cajón. El negocio era de Sagitas, pero también de Amya y de la tercera hermana. No iba a dejar que "se le olvidara" el pagarla.

 

-- Pues ya está, en breve aparecerá alguien en el Confesionario con la compra, señorita Heliké. Y que los dioses nos protejan, como se entere alguien...

 

El elfo notaba que la sobrina de la dueña, la señorita Vladimir, seguía por allá, hablando de flores para la mansión. Harpo estaba cansado, como le tocara a él llevar las flores... La última vez aquella mascota voladora le había mordisqueado el pompis.

 

-- ¿Necesita algo más, Amita Heliké?

[Reena Vladimir]

Esperaba una respuesta por parte de mi tía cuando su elfo volvió y le hizo firmar algo a mi prima ¿que demonios sería aquello? Yo no tenía intención de firmarle nada que a saber que hacía despues con mi rubrica, siendo directora en un departamento del ministerio no podría arriesgarme a juguetear con esas cosas, tenía una responsabilidad publica y yo me consideraba una persona honrada y respetable.

-Harpo, que mala cara has puesto. ¿Estás bien?

Miré a Sagitas por si ella quería responder por el elfo y luego miré a Heliké ya que era su clienta y bien podía haber presenciado algún ataque plantar, como el de esas plantas que te besuquean. Tal vez sean venenosas, llegué a pensar. Pero como ninguno estaba por responderme decidí que era mejor dejar correr el tema y centrarme en el plazo de entrega que pudieran tener mis flores no comestibles pero coloridas y por eso volví mis ojos nuevamente hacia Sagitas, en busca de respuestas.

[Helike R V PB]

Enseguida llegamos al mostrador para firmar lo que yo había encargado para llevarlo al confesionario. Por lo menos estaba aliviada en pensar que no se perdería nada, por el camino y que no me gritarían (?) por eso.

 

Tomé el pergamino y echándole una ojeada tomé una pluma y tinta y estampé mi firma en el documento, cómo dando constancia de que se había realizado las adquisiciones.

 

Ahí estaba Reena hablando con mi tía:

 

-Hola de nuevo prima (?) –y la saludé con una inclinación de mi cabeza.

 

Ésta vez me dirigí de nuevo a Harpo que parecía contrariado por lo que le acababa de contar en la trastienda de la floristería.

 

-No, no necesito nada más, gracias Harpo así está bien –le sonreí al sirviente.

 

-Es urgente, así que espero que no tarde mucho el envío –y mordí el labio inferior, me despedí de la familia que estaba en parte congregada en el negocio.

 

-Adiós tía, adiós Reena, nos vemos en casa –y con un ademán de la mano, salí por la puerta, y al estar en la calle me giré sobre mis talones para aparecerme en el confesionario segundos más tarde.

[Sagitas E. Potter Blue]

Quería seguir con la compra de Reena pero parecía que nos interrumpñian. No era malo, claro, cuantos más clientes mejor, pero no acababa de entrar una elfina que aparecía la dueña. Eso me hizo sonreír, parecían haberse puesto de acuerdo. Contemplé como Harpo se hacía cargo de Heliké, cosa que agradecí para poder seguir con Reena.

 

-- ¿Prefieres las olorosa, entonces? Me parece genial. Creo que Moitié disfrutará con ellas -- le dije en tono sarcástico, sabiendo que quería decir todo lo contrario. Las odiaría por no poder acercarse a ellas.

 

¿Dos docenas? Interesante... Normalmente se vendían por unidades por lo caras que eran, que a la vez el precio relacionaba lo difícil que era conseguirlas.

 

-- Dos docenas... Pues como mucho una semana, no más. Aquí sólo tengo un ejemplar que te puedes llevar de inmediato. Las otras las tengo que pedir a mi proveedor de ejemplares raros y extraordinarios. Una semana, no creo que tarden más, Reena.

 

Hasta allá llegaba la charla de Harpo con Heliké y me pareció que éste le decía algo sobre las hadas ilegales. Ay, este Harpo... Siempre preocupándose. Sonreí y volví hacia Reena.

 

-- Pronto nevará y Moitié no saldrá tanto, odia dejar surcos en la nieve. -- Me di cuenta que Reena también se había dado cuenta del gesto adusto de mi elfo.-- No le hagas caso. Cree que me van a detener por todos los animalitos que tengo recogidos que, según él, pueden ser contrarios a la política del Ministerio. Como si ellos se fueran a preocupar de un par de hadas de fuego perdidas.

 

Heliké se despidió de nosotras y moví las manos en señal de adiós.

 

-- Nos vemos en casa, sobrina. Bueno, Reena, dos docenas. ¿Algo más que quieras comprar? Se acerca navidad, espero que reserves un árbol de navidad. Este año pienso traer sorpresas decorativas para estas fiestas.

[Sherlyn Stark]

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● Sherlyn “Kirara” Gryffindor Tonks

Una vez fuera del Ministerio de la Magia siguieron el camino hacia el Callejon Diagon, y así encaminarse a la floristería que era el lugar donde junto a los globos compraría flores para la directora desaparecida. Obedeció la sugerencia de la Era una gran responsabilidad llevar a los globos de paseo, pues cualquier viento fuerte podría darle un destino bastante frustrante. No quería ni pensar en lo que sucedería si algo así llegara a pasar, pero eso no importaba en aquel momento. No debía pensar en cosas malas ya que más por su trabajo le preocupaban los inocentes globitos.

A los globos les parecía agradar el exterior del departamento y eso era una buena señal. "¿Serían todos los globos con ellos?" No podría saberlo ya que ellos eran criaturas mágicas estupendas y no uno simples globos con los que podía hablar. Estaban llegando y tenía la sensación que tanto ella como los globos tendrían una buena visión acerca de la floristería, jamás había ingresado, pero sí visto de lejos. No era un lugar que pueda pasar desapercibido, puesto que su exterior estaba repleto de flores y, creía que el exterior también.

Quizás para muchas personas era difícil distinguir cuales de los globos estaban hablando, pero con el poco tiempo que llevaba relacionándose con ellos había aprendido cada tono de memoria. No podía ocultar que el rosita era su favorito porque tenía un aura más emotiva aunque a la hora de comprender y ayudar, todos lo hacían. Mantuvo su mano firme para mantener bien cuidados a los globos. Podía imaginarse que la directora había utilizado una posición para que las aves no se acercaran a ellos, o podría ser que estaban hecho de un material para que nada punzante que esta vivo se acerque o era lo que ella prefería pensar.

—Deben comunicarme si no se sienten bien arriba —Sugirió la castaña pensando que lo mejor era ser atenta ante cualquier interrupción que le estuviera molestando a los pequeños globitos. —Si se sienten amenazados con algo o alguien en el departamento podrían decirme, si es que quieren dar una queja anónima —Sugirió Sherlyn pensando que era lo único que podía ser, prestarle atención aunque muchos también lo hacían. Desde esa posición no podía saber en que condición estaban ellos aunque si podía sentir su peso lo que aseguraba que ellos estaban bien. —Como decía, si no se sienten bien podríamos regresar al departamento, aunque ya estamos llegando —Volvió a decir al ver la tienda frente a ella.

Era un lugar que estaba repleto de flores por fuera. El tono verdoso que se podía percibir sobre las flores eran brillantes, eso era una señal para pensar que estaban bien cuidadas. No había dudas que aunque la directora no estaba por ningún lado, mantenían estables las bonitas plantas. Tenía la sensación que las paredes estaban hechas de aquel material, pero podía tratarse de una ilusión óptica en el momento. —Llegamos, no me dejen sola ahora —Reprochó la castaña, era muy divertido estar en compañía de ellos. —Estamos muy cerca de terminar la misión, además de que sería estupendo encontrar a la directora con ayuda de ustedes —Prosiguió ella mientras miraba a su alrededor. — ¿Qué gustos de flores tiene Sagitas? —Les preguntó.

Editado 15 de Noviembre del 2013 por kirara7

[Eledhwen]

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- Oohh, mirad ese escaparate, ¡menudas escobas! - exclamaba el verde, emocionado.

 

El resto asentía, pero a los pocos segundos otro comentario de admiración salía de la boca de algún otro.

 

- ¡Y allí! ¡Menudos helados más ricos! Es una lástima que no los podamos probar... - manifestó el amarillo, que había vuelto a su negativismo habitual.

 

Sherlyn se interesaba por su bienestar.

 

- Estamos bien, Sherlyn, el aire fresco nos sienta bien - le dijo el globito rosa, alegre - pero recuerda, ¡sujeta nuestro cordel fuertemente!!

 

Alguno de ellos estaba relleno de helio, lo que les haría subir hasta las nubes, y les gustaba la excursión pero no tanto. Mientras caminaba Sherlyn, la indebida les preguntó si se sentían amenazados en el Departamento de Accidentes, o si estaban incómodos allí.

 

Los globos se miraron entre sí, y el morado habló por todos:

 

- En el Departamento estamos muy contentos, todo el mundo nos trata bien. Bueno, algunos nos ignoran, pero nosotros, desde las alturas, nos enteramos de todo, somos un poco cotillas.

 

Rieron entre sí.

 

Finalmente, la Gryffindor anunció que habían llegado a la Floristería. Los globos leyeron el nombre de aquel negocio.

 

- Floristería Las Tres Hermanas, ¡bonito nombre! - dijo el naranja - adelante Sherlyn, entramos contigo, aunque vigila que no nos roce ninguna rosa, tienen objetos punzantes en los tallos.

 

El rojo tembló, algo temeroso:

 

- Se llaman espinas... son peligrosas...

 

Se quedaron pensativos, pensando en la pregunta de Sherlyn. El azulito se animó a contestar:

 

- ¡Creo que le gustan mucho las horquillas!

 

El azulito, de haber tenido cejas, hubiese enarcado una.

 

- ¿No serán orquídeas?

[Reena Vladimir]

Una semana, no mas, perfecto porque así podía plantarlas y dejarlas que se aclimatasen antes de que llegaran las primeras nieves de la temporada, aunque lo cierto era que ya hacía verdadero frío, me iba a costar bastante cavar los agujeritos en los que las situaría.

 

-Mejor me las llevo todas juntas y así si se las come todas al menos me ahorraré darle de comer.

 

Si me llevaba la que tenía mi tía en la tienda y resultaba comestible, me iba a dar pena pagar las otras cuando las recibiera Sagitas, si esperaba sería menos cargo de conciencia.

 

-Bueno, creo que me voy a retirar tía, te espero para comer o tendrás mucho trabajo por aquí?

 

Se me ocurría que me apetecía ponerme las botas en un restaurante o en algún lugar en el que estar tranquilas y no tener que preocuparme de nada mas que comer y hablar durante unas horas.

[Helike R V PB]

Galadriel –Elfina de Heliké

 

Estaba revisando varias cosas en el almacén trasero de la tienda, mirando el inventario y que todas las flores estuviesen correctamente sanas para luego ponerlas a la venta. Gracias a mi magia lo había organizado todo estupendamente, colocando las cajas unas encima de otras para que estuviese más ordenado, quitando el polvo y algunas telarañas que ya estaban haciendo su propia casa.

 

Escuché el tintineo de la puerta y enseguida con un chasquido me puse en la entrada, una joven que parecía que trabajaba en el ministerio estaba acompañada, por lo que parecían ¿globos parlantes? Me llamó mucho la atención así que decidí no preguntar. Con un movimiento de mi cabeza, me presenté:

 

-Hola, me llamo Galadriel, bienvenida a la Floristería las Tres Hermanas ¿en qué puedo servirla? –agaché de nuevo la cabeza, y esperé a que la joven me diese instrucciones para lo que necesitase del establecimiento.

[Sherlyn Stark]

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● Sherlyn “Kirara” Gryffindor Tonks

Era un tema que lo estaba tomando con sumo cuidado para que ninguno de los globos terminase lastimado. Miró a su alrededor, había una diversidad de plantas con sus encantadoras flores decorando la habitación. Cada vez que miraba hacia un costado se quedaba asombrada, eran hermosas y tenía la sensación que algunas eran parlantes. Su memoria automáticamente recordó su primer día en departamento, cuando las margaritas estaban felices de darle la bienvenida a un nuevo miembro.

Si los globos no eran felices en el departamento, estaba claro que se los llevaría a su casa para prestarle atención cuando lo necesitaban. Ellos eran criaturas maravillosas y merecían ser feliz, aunque conocía que en el departamento los querían mucho aunque en ciertas ocasiones no le prestaban mucha atención. Todavía no había tomado la decisión de ir al circo para comprarse un globo, pero si encontraba a Sagitas tal vez podría optar por uno gratis; pero ella seguía prefiriendo a los del departamento.

— ¿Ustedes tienen nombres? —Les preguntó con curiosidad. Jamás se le había ocurrido preguntar acerca de sus nombres, por lo tanto tenía mucha intriga. Todos los llamaban en plural “globitos”, pero necesitaban que los reconozcan a cada uno para no sentirse menospreciados, si no tenía ella les pondría apodos bonitos aunque primero se lo consultaría.

Ellos estaban teniendo una conversación bastante activa desde arriba, pero no tan arriba ya que había bajado su cordel para moverlas hacia donde ella se dirigía. —Tengan mucho cuidado, globitos —Mencionó la castaña, aunque al tenerlos cerca podía caminar con más libertad. —Si ven que algo no anda bien avísenme que nos atenderán afuera —Prosiguió Sherlyn cuando una elfina se acercó a ella. Ella se llamaba Galadriel, era bastante bonita y le recordaba mucho a Blondie, su elfa. Su elfina solía ser muy sensible y se ofendía con cada cosa que decía.

— ¿Podríamos llevar orquídeas? —Preguntó Sherlyn, también podrían comprar más flores, de esa manera la directora estaría contenta. —Buenos días, Galadriel —Saludó después al percatarse que en realidad la elfina estaba ofreciéndole sus servicios. Las margaritas eran hermosas, ella quería comprarlas pero ya había de ellas en el departamento. —Me gustaría comprar orquídeas, Galadriel —Mencionó mientras seguía observando los hermosos colores de las flores. — ¿Tendría en rosa? —Preguntó aunque aún no había escuchado la opinión de los globitos.

[Helike R V PB]

Galadriel –elfina de Heliké

 

La joven era amable y eso me animaba a seguir atendiéndola con gusto. Muy pocos clientes eran así, los había noobs y groseros, pero ésta a pesar de que llevaba globos parlantes era bastante graciosa. Por supuesto pensando para mí que sin ánimo de ofenderla, para nada.

 

Preguntaba educadamente si teníamos ese tipo de flores, asentí contenta y dando palmaditas:

 

-por supuesto señorita, aquí tenemos de todo tipo, además vinieron hace poquito una remesa nueva, ya que las que teníamos se fueron volando –alcé un poco la voz, alegre. Y enseguida me puse detrás de la mesa a sacar varios tipos de flores de esa especie tan especial, no sin antes limpiar un poco de tierra con una bayeta que había por ahí desperdigada.

 

-¿Si no es indiscreción, para quién son señorita? Quizá conozca a la persona y puedo ayudarle a escoger, aunque por lo que veo ya tiene seleccionado el tipo de flor –y mientras saqué de una estantería varias macetas con diferentes tipos de orquídeas. Además de la tonalidad que me había pedido la bruja.

 

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-Cómo aquí ve joven -le dije amablemente- tenemos muchas variedades sólo tiene que escoger la que más le guste, todas tienen el mismo precio, rondan aproximadamente unos veinte galeones según la cantidad que desee llevarse claro -sonreí.

 

-Además el servicio a domicilio es gratuito -le comenté guiñándole un ojo, ahora esperaba la decisión de la chica para ir preparándole lo que fuese decidiendo. Estaba súper contenta de poder ayudar a la ama Sagitas porque sobre todo no estaría aburrida en casa, haciendo las mismas tareas que cualquier otro sirviente. Aunque si pensaba eso en voz alta, no dudaría que recibiría unos buenos azotes, aunque fuese verbalmente.