Doyle´s (MM B: 104907)

[Fokker]

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Tan de pronto como dieron su aprobación, el lugar fue arreglado para tan magnifico evento (?. Slyfer solo se limito a observar primero y luego a preparar una gran variedad de tragos, por si los posibles compradores necesitaban de alguna ayuda para verlos mas hermosos. <<Unas cervezas siempre ayudan para mejorar la visión>>, pensaba sonriente.

 

Se respiraba aire navideño, algo que agradaba mucho al rubio. Claro que la tranquilidad del ambiente se vio interrumpida por la pequeña discusión entre May y su empleado. Luego de aquella lucha a muerte por la desicion de quien subastaba a quien, la Lestrange salio victoriosa. El se fue a reunir con sus demás compañeros, con un vaso de buen pisco, algo raro porque a pesar de ser francés, parecía que prefería mas aquella bebida que una buena bebida francesa.

 

Les sonrió a sus compañeros y fue lo único que pudo hacer, porque fue casi arrastrado por los elfos para ser llevado al frente.

 

—Con cuidado que esta mercancía es muy valiosa— alcanzo a decir, acomodándose la chaqueta que traía puesta, y sonriendo picaramente en dirección al publico. Aunque no pudo hacer alguna gracia mas, porque fue derribado por alguien que se le lanzo desde la mesa, sin que pudiera hacer nada.

 

Y busco con la mirada si alguien le podía quitar esa cosa de encima, y se ponía a pensar que tal vez esto no era tan buena idea después de todo.

 

—Ayuda...

[Helen Evans]

Bueno, ahora Roberto también se unía a la subasta, no pude evitar sonreír ¿Es que Doyle's estaba lleno de hombres arrogantes y autosuficientes?, aunque tenía que admitir que todos eran lo suficientemente atractivos como para volver locas a las clientas, como en ese momento pasaba con Slyfer. A duras penas podía mantener a la loca clienta a raya, y esta se negaba a soltar al barman. En ese momento vi que Nats estaba sentada tranquilamente en la barra tomando un vaso de agua, me alegraba que no estuviera siendo subastada, de lo contrario su padre se volvería loco... ¿Y hablando de él dónde estaría?

 

-Hi.. - me contuve a tiempo, aún no estaba ni cerca de poder llamar así a Nats - Nats, ¿Me ayudarías aquí por favor? Mantén a Slyfer lejos... mientras le ponemos un precio.

[Juliene Black Lestrange]

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Subasta de Personal en Fin de año :ohsi:
Con el dúo de la historia
Carlos y May /o/

-- ¡Carlos! ¡Carlos!--exclamó Juliene.

El Cartairs adoptó una pose militar cuando se acercó a su jefa. La Black Lestrange estuvo a punto de echarse a reír, pero se contuvo, no iba a dar una buena imagen al público. Era lo malo de ser jefa y peor que eso tener una reputación que cuidar.

-- ¿Qué se le ofrece a su real majestad?-- inquirió el blondo.

Maylis suspiró.

-- Controla a esa mujer-- ordenó-- ¡Me va a dejar sin empleado! ¡Y no quiero a Cygnus reclamandome! De paso que es un vago y...

Dracomiens carraspeó un poco interrumpiendo el monólogo de Juliene, quien captó la indirecta y se mordió la lengua para dejar de hablar de su socio. Era el que mas le ayudaba, de alguna u otra forma, aun no tenia idea de como es que había terminado rodeada de Crowley's.

-- De inmediato, jefa--hizo una exagerada reverencia para disponerse a controlar a la fémina alborotada.

La Black Lestrange sonrió un poco y antes de que el Cartairs se encargara de la situación soltó una orden más.

-- Carlos, por cierto, creí escuchar a Roberto ofrecerse voluntario...haz que pase con los demás subastados-- sentenció.

Y si algo odiaba el integrante del dúo de la historia es que alguien le robara el protagonismo, por lo que era muy seguro que pasara la subasta al pendiente de los movimientos del moreno, porque tendría que superarlos.

-- Martinez al frente, la jefa te va a subastar-- dijo al pasar a un lado del muchacho.

«Y yo tengo que lidiar con una mujer hormonal» pensó con amargura el Cartairs. Sus pasos lo guíaron hacia donde su compañera de locuras, la Helen, intentaba proteger el honor de Slyfer.

-- ¡Quietos todos!-exclamó.

---

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Compradora Compulsiva

Sedienta de Slyfer (?

-- No te hagas del rogar, niño bonito (?) ven conmigo, pagaré el precio que sea-- acotó la señorita todo lo compro y todo es mío.

La mujer saco un mazo de billetes de su cartera, a la par que otro guapo empleado se acercaba hasta ellos pidiendo que se quedaran quietos. No le importaba que la consideraran una loca se llevaría a ese empleado así tuviera que vaciar Gringotts.

-- ¿Quieren un precio? Bien, ofrezco cincuenta mil galeones por ese bombón (?)-- alzó bastante su voz para ser escuchada por la organizadora.

-- Pues... ¿Qué es lo que le ve? No parece estar tan buen dotado...-- opinó a lo lejos la Black Lestrange, pero al darse cuenta que había dicho lo que pensaba en voz alta carraspeó-- Bueno, bueno... ¿Alguien ofrece más?

La señorita todo es mio fulminó con la mirada a todos, pobre del que osara a quitarle su nueva adquisición.

-- ¡Vendido! -- proclamó la Malfoy azotando el mazo-- Slyfer al frente...

Y sin mas Carlos empujó al susodicho a los brazos de quien clamaba ansiadamente su atención, quien sonrió como si se hubiese ganado la lotería, llevándoselo consigo a una mesa apartada del tumulto (?).

-- A ver, guapo, ¿En que consiste tu subasta? ¿Harás todo lo que te pida?-- preguntó la hormonal clienta abrazando mas de lo debido a su presa.

---

Volviendo con el dúo de la historia...

-- Oh, gran majestad Juliene-- comenzó el blondo después de apurar el asunto de Slyfer y la hormonal mujer.

La Black Lestrange lo miró con atención, conocía a ese bailarín y algo se tramaba, lo podía ver en esa cara que ahora transmitia inocencia.

-- ¿Qué se te ha ocurrido esta vez?-- inquirió-- Te recuerdo que debemos seguir subastando al personal.

-- Lo sé, pero...

-- ¿Qué?

-- Es 31 de diciembre

-- ¿Y eso qué?

-- Pues hay que celebrar...

-- Hay que terminar la subasta. Eso es lo que sé.

-- Pero hoy termina el año.

-- ¿Y que pretendes que yo haga?

El Cartairs no podía creer el poco espíritu festivo que tenia aquella mujer, abrió la boca para debatir con la susodicha, convencerla de que algo tenían que hacer para celebrar.

-- Es obvio que hay que festejar este día-- se escuchó decir a Dracomiens.

Al menos no era el único que pensaba en eso. La Black Lestrange rodó los ojos y bajo el mazo.

-- Bien, ¿Qué proponen para "celebrar" este día?-- posó sus orbes sobre los presentes-- Por cierto, Helen al frente tenemos que subastarte.

Editado 31 de Diciembre del 2013 por Juliene Black Lestrange

[Fokker]

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—Ayuda...

 

Era lo ultimo que llego a pronunciar el pobre chico, bajo las garras de la mujer que lo aprisionaba sin ningún pudor. No podía escabullirse, ya sentía como comenzaba a asfixiarse. Menos mal que May mando en su rescate a Carlos, quien tranquilizo por algunos minutos a la compulsiva mujer. El rubio respiro tranquilo por unos minutos, los suficientes para ver como su libertad pasaba a la historia.

 

—¿No hay nadie mas?—

 

Susurro con la esperanza de que otra dama sea la que se lo llevara, pero no aquella.

 

—Jefa no lo haga—

 

Pero ya era tarde, y sin darse cuenta ya era arrastrado a una mesa apartada sin poder hacer nada. Con aquella loca colgada de su cuello, de quien no sabia el nombre. Y vio como fugazmente su vida comenzó a desfilar por su mente, porque estaba seguro de que no se salvaría y moriría irremediablemente.

 

 

 

Fokker C. Crowley

 

 

El Cygnus se iba a dar una ultima vuelta por Doyles, el fin de año había llegado y pasarlo en un local de su propiedad iba a ser genial. No contaba con encontrarse con cierta celebración no prevista en su itinerario, o peor donde su novia estaba participando. Estuvo observando desde la entrada lo que le pasaba a su pobre empleado, no se podía pensar que estaba molesto sino divertido con lo que estaba viendo.

 

Saco su varita y pues señalo el techo del improvisado estrado, y un gran cartel hizo aparición con la leyenda: ¡Feliz Año 2014! . Varias copas aparecieron flotando frente a cada uno de los presentes, a excepción del pobre Slyfer, estaba demasiado entretenido como para brindar con ellos. Ademas sospechaba que su empleado traficaba con las bebidas, así podía darse por satisfecho con su "castigo" bien merecido.

 

—¡Feliz Año Nuevo!— saludo sonriente, tomando su copa y acercándose al estrado.

 

No iba a participar de esto, pero tampoco iba a impedirlo. Si Helen estaba metida en esto, debió haber sido por decisión propia, la conocía muy bien para pensar de que estuviera siendo obligada, ademas llego en el momento indicado para ser su comprador. Miro mas bien a su socia, y le dijo:

 

—Creo que tu deberías ponerte a la venta también como el trofeo final, socia—

 

Sostuvo su copa y le dirigió aquella sonrisa irónica que alguna le dedico cuando se conocieron en otro negocio del callejón.

 

—No me parece justo que los varones solo puedan comprar a mi... NOVIA—

 

Miro a todos los presentes como queriendo marcar territorio y encendiendo las orbes rojas, dispuesto a amenazar a quien se atreviera a competir contra él. Volvió la vista a May, esperando su respuesta y obviamente no iba aceptar una negativa de su parte.

[Helen Evans]

Ante las palabras de May, solté a Slyfer el cual cayó directamente a los brazos de la loca compradora, él quería que lo compraran, bien allí estaba su jueguito, las siguientes palabras de May me pusieron nerviosa, sí, sabía que había aceptado la idea, pero ver a la mujer loca me estaba haciéndolo pensar dos veces. Subí al estrado lentamente cuando vi a la única persona que haría que yo me subastara prácticamente sola.

 

Fokker acababa de ingresar al lugar, poniendo copas en manos de todos y festejando el año nuevo, además claro, gritando a los cuatro vientos que nadie que no fuera él compraría a su novia. Puse los ojos en blanco ante el ataque de posesión del mago, bien, si creía que nadie lo iba a retar, se equivocaba, tomé la copa de champagne rápidamente y luego dirigí mi mirada hacía uno de los clientes que había entrado hace poco y me miraba atentamente. Dije:

 

— Me toca a mi, y.... ¿Cuánto ofrecerán por mi?

 

Sabía perfecto que eso molestaría al Crowley, mientras que May no podía evitar soltar una carcajada.

 

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¿Una subasta de personal? Vaya, vaya que lugar más interesante, me preguntaba si habrían chicas bonitas a quien poder... "comprar", bien, no perdía nada echando un vistazo, a ver con que me encontraba, en el momento en que entraba una mujer loca peleaba por uno de los empleados, no pude evitar sonreír ante el espectáculo y sentir compasión por el pobre muchacho. Vi otros dos chicos más en el estrado pero ninguna mujer.

 

La subastadora, ¿sería subastada también? Porque podría pagar una buena cantidad de dinero por ella, vi a otra chica que miraba atentamente cerca de la barra, ¿también participaría? En ese momento entró un hombre decorando todo con motivos para celebrar el año nuevo, y una copa apareció en mi mano, asentí la cabeza en señal de agradecimiento mientras gritaba a los cuatro vientos sobre la subasta de su novia. ¿Sería la subastadora? ¿O la chica de la barra?

 

En ese momento una castaña apareció en el estrado, así que era ella la novia... bien, si ella misma se ofrecía... además podía casi jurar que me miraba mientras hablaba, bien...

 

— ¿Entonces participas? Tengo muchos galeones esperando por ti...

Editado 4 de Enero del 2014 por Helen Reyes

[Juliene Black Lestrange]

Subasta de Personal
Auspiciado por el dúo de la historia
Maylis y Carlos

-- Lo siento, Slyfer, te prometo aumento de sueldo-- mencionó la Black Lestrange sintiendo un poco de lástima por su empleado, pero ni modos, nadie había querido salvarlo.

Quizás si llegaba a notar que la mujer incumplía alguna regla pues solo haría un leve movimiento de su varita y el joven seria libre de nuevo. Le ordenó a Looner que vigilará a la pareja, manteniéndola informada ante cualquier cosa turbia que sucediera.

Y hablando de cosas turbias...

La voz del Crowley la sacó de su preocupación dejándole un aire de sorpresa en su rostro, no era común ver a ese personaje haciendo acto de aparición, claro que le causaría mas conmoción ver a Claudia o alguno de sus otros socios merodeando por el local.

-- Feliz año para ti también, socio-- respondió.

Tuvo que contener la carcajada cuando el susodicho mencionó que ella también debería ponerse a la venta, ¿había enloquecido? Era lo mas seguro, no, ella nunca haría tal cosa por voluntad propia, al menos que le proporcionase algún beneficio significativo. Entonces recordó cierta subasta de mortifagos y miró a Cygnus con cierto brillo en sus ojos.

-- Podría hacerlo, socio, sólo si...-- se permitió saborear unos segundos de suspenso-- tu te ofreces a subastarte, también.-- sentenció-- En cuanto a Helen, nadie la ha obligado a ofrecerse ¿no es así, querida?

Pero no fue precisamente con palabras que la Evans le respondió, si unos minutos atrás había tenido miedo, pues parecía haberse disipado a la velocidad del rayo, mejor dicho, de las palabras de su novio. Sonrió, complice, mientras veía a su mas servicial empleada dar un paso al frente y rezar las palabras mágicas para que varios hombres posaran su vista en ella.

-- Bueno, parece que alguien ha tomado clases con Carlos o Roberto...ya me dirás el secreto, Helen.-- comentó, divertida-- Y comencemos esto de nuevo, a ver, caballeros... ¿quien desea la compañía de esta hermosa dama? No le tengáis miedo al novio, bien dicen, perro que ladra no muerde-- soltó una sonrisita mirando atentamente al Cygnus-- ¿Y bien? ¿Quién hace la primera oferta?

[Fokker]

Fokker Cygnus

—Lo dudo mucho socia— respondió en referencia que el también entrara al juego —sabes que por mi no ofertarían y no estoy dispuesto a que me pase lo mismo que mi pobre empleado— dijo mirando de reojo al rubio.

Estaba en esas cuando su novia se ofrecio sola a ser subastada. No estaba para nada enojado y menos sorprendido por su accionar, la conocia muy bien para saber que iba muy en serio y solo lo hacia por molestarlo. Bien si ese era el juego, esto le iba a salir caro a el, mas que todo porque no llevaba galeones suficientes para competir. Pero desde cuando eso le preocupaba.

Subio entonces a la tarima y le quito el mazo a May, si ella estaba dispuesta a venderse, el seria quien dirigiera la subasta, pero necesitaba que alguien mas ofertara por ella, sino esto no seria para nada divertido.

—A ver mi estimado Cliente, cuanto esta dispuesto a pagar por esta bella chica, le advierto que no es nada barata, pero se llevara una belleza si es que logra ganarla...

Claro que tenia ganas de asesinar a aquel sujeto por tal osadía.

[Helen Evans]

Sonreí ante las palabras de May

 

— No hay secreto May, es solo divertirse... — dije dirigiendo la mirada hacía mi novio.

 

Este último me sorprendió al ser el quien dirigiese la subasta, ¿Así que quería subastarme? Bien... pues entonces haríamos que tuviera mucho trabajo por hacer, me quité el abrigo que llevaba dejando al descubierto un sencillo vestido rojo de tiritas y solté el cabello que llevaba amarrado en una coleta alta, de tal modo que este cayó sobre mi espalda moviéndose al compás de mis pasos.

 

— Así que... empecemos con las ofertas — dije dando unos pasos adelante — Podríamos compartir un muy agradable momento y, quien sabe.... Luego ser... amigos

 

Evitaba mirar a Fokker y me concentraba en mirar al público donde varios magos miraban interesados, bien no era fea tampoco, y aunque no me agradaba demasiado la idea de la subasta, si mi novio estaba dispuesto a jugar a eso, pues bien, no sería yo quien lo desanimara.

 

En ese momento un mago, diferente al que había hablado primero se acercó y dijo:

 

— Entonces, preciosa... ¿Podría conocerte fuera del lugar? — y de pronto tomó mi mano

 

El primer mago que habló se acercó y dijo con paciencia:

 

— Eso, si ganas tú la subasta .... de todos modos pienso venir más seguido por aquí...

 

La situación me incomodaba un poco, pero no se notó, pareciera que estaba de lo más feliz con los cumplidos y miré hacia Fokker que nos miraba fijamente.

 

— Entonces señor subastador ¿Empezará de una vez?

[Fokker]

Cygnus Fokker

 

—Vaya quien dirigirá la subasta tu o yo—

 

Sonrió mirando a la Evans, sin quitar su mirada sobre ella, el vestido que llevaba era muy revelador. Pero Fokker estaba dispuesto a jugar su juego. Golpeo con el martillo y miro a todos los presentes.

 

—Bien, cuanto están dispuestos a pagar por la bella dama—

 

Algunos magos se acercaron y se alistaron a pelear por ella, con sus billeteras. Una a una las propuestas iban y venían, algunas de ellas subidas de tono, hasta llegar a la suma de 80000 galeones, y esta no se detenía. Cygnus prácticamente no decía nada, la subasta se desarrollaba por si sola, y con cada propuesta el demonio se estaba molestando.

 

Helen, o lo fingía muy bien o en realidad no le molestaba esto, porque no cambiaba su expresión y hasta parecía disfrutarlo. Pero al final alguno de ellos tenia que vencer, porque inevitablemente algún mago debía quedarse sin dinero. Y esto parecía pasar cuando el primero de los magos se quedaba con la mayor oferta. Fokker estaba haciendo el conteo final, cuando una voz conocida lo interrumpía, una que no pensó volver a oír.

 

—¡Ciento veinte mil galeones!... Por favor Fokker no me vas a decir que la volverás a perder.

 

*********

 

Dominic Mills L.

 

Aquel hombre de cabello castaño ingreso al bar donde escucho que se llevaría una subasta de personal. Desde que volvió a Ottery, había ido por diferentes centros de diversión nocturna a buscar a sus posibles victimas (?. Era conocido por su capacidad monetaria de una herencia que nadie sabe como obtuvo, porque nunca se le conoció familiar alguno.

 

Cuando entro al local, no pudo evitar reconocer a dos personas que no veía desde hace mucho tiempo. Y sonrió sinicamente, y fue cuando decidió participar del evento.

 

 

********

 

 

Fokker sorprendido de pronto por que no podía creer que el estuviera ahí, porque el... Volteo la vista para saber si estaba en lo correcto. Su mirada cambio a uno de completo enojo y furia. Dejo el martillo en la mesa, pero se controlo

 

—¡Ciento treinta mil galeones!— fue lo único que Cygnus dijo, sin responder al recién llegado—Nada impide que pueda participar, Carlos toma mi puesto—

 

—No me digas que no saludaras a un viejo amigo, ¡ciento cincuenta mil galeones!—

 

Dominic se acerco peligrosamente a ellos. Fokker entonces camino en su dirección y saco su varita —Dime que me impide que te asesine aquí mismo ¡Doscientos mil galeones!—

 

Dominic no cambio la expresión —no vine a pelear mi viejo amigo, solo quería ver si estabas dispuesto a perder a tu novia de nuevo— Le dio la espalda —... pero Recuerda Cygnus, no todo esta saldado— fue lo ultimo que dijo antes de abandonar el lugar.

 

Fokker lo observo con furia, Carlos había terminado la venta, pero nada había que celebrar se fue en dirección a su oficina, saliendo de aquel lugar.

 

—Continúen sin mi...

Editado 13 de Enero del 2014 por Fokker

[Helen Evans]

— Tú por supuesto — le dije sonriendo

 

Habían propuestas de todo tipo algunas eran la verdad ofensiva, pero no pensaba demostrarlo, miraba de reojo a Fokker y veía que se iba enojando, fue una voz la que me distrajo, esa voz... no podía ser, ¿Él? ¿Aquí? Miré atentamente la barbaridad de galeones que ofrecía por mi y no pude evitar sonreír, lo hacía por molestar a Fokker lo sabía. Pero todo se estaba saliendo de control y yo miraba sorprendida los eventos ocurridos.

 

Casi salté de la tarima y grité:

 

— ¡Dominic! regresa, regresa

 

Di unos cuantos pasos cuando una voz, una presencia frente mío me congeló me detuvo en seco e instintivamente saqué mi varita.

 

— No, tu no

 

— ¿Porque no? Soy cliente, todos pueden participar .... Quinientos mil galeones por ti

 

— Tu no eres bienvenido aquí, lárgate Patric