Doyle´s (MM B: 104907)

[Juliene Black Lestrange]

— Exacto. ¡Yo soy la mejor!—coincidió la castaña— Así que mueve esas piernas, Roberto o ya sabes lo que haré con tu sueldo—exigió llevando otro trago hacia sus labios e ingiriéndolo por completo,

 

Relajada estaba desde que la octava botella de vodka llegó a su organismo vampirico. Santus, de seguro, aprobaría su consumo insaciable de alcohol, pero mas le valía a ese ser no aparecerse por allí, suficiente con verlo en Silver y en Rendez. En uno como jefe y en el otro como cliente indeseado, pero eso le pasaba por querer abrir un maldito burdel con Kurt. Hasta ese momento se daba cuenta de lo increíblemente tentador que sería un lugar así, para personajes como el vampiro Crowley.

 

— Bueno, esos son detalles, Helen—se alzó de hombros, llevando otra botella de licor hacia sus labios— ¡Culpemos a Cygnus! Es fácil cuando no está presente ¿a qué no? Igual no te preocupes, tus desastres fueron resueltos por los elfos en segundos.— chasqueó los dedos, como una muestra de la facilidad con que sus sirvientes habían cumplido su labor.

 

La castaña decidió levantarse de su cómodo asiento en la barra, pero el mundo parecía estar dispuesto a bailar de un lado a otro, se sujetó de la silla impidiendo su inminente caída, le sonrió a su acompañante de tragos, mientras llevaba sus manos hacia sus zapatos, quitándoselos, esos endemoniados lograrían que se cayera con más rapidez. Fue entonces cuando se encaminó a la pista de baile, haciendo una exagerada reverencia a nadie en especial, mientras fijaba su vista en el Cartairs.

 

— ¡Arriba el volumen de esa música, Cartairs! ¡Y tráeme más alcohol!—exigió, mientras comenzaba a dar saltitos al ritmo de la música— Helen...¡arriba de esa silla! ¡Hay que bailar!

 

El blondo negó, su jefa estaba completamente enloquecida.

[Helen Evans]

Bebía un vaso tras a otro y mientras mas tomaba menos sentía el sabor del vodka, incluso llego a parecerme agua(?) ... lo cual solo demostraba lo ebria que debía estar, pero no le di importancia y reí ante las amenazas de May a Roberto.

 

- ¡Si, si, quitale el sueldo! - y luego escuchando aquel nombre casi me atraganté con la bebida - ¡¡si culpemos a Cygnus!! es fácil cuando no está... pero también cuando está

 

May intentó levantarse y casi se cae lo cual provocó que riera, acto seguido se quitó los zapatos y se dispuso a bailar, no iba a esperar que lo repitiera dos veces así que casi tropezando me uní a ella en la pista del baile, cuando Carlos subió la música y llegó con más bebida para May, lo jalé sin mucha delicadeza y le dije:

 

- Sé un caballero,¡ baila con nosotras!

[Nats Rambaldi Crowley]

Roberto Matínez (rol hecho desde el celular, por eso falta imagen pero luego edito y la pongo y adorno mas el rolesito también.)

 

Estaba cerca de su jefa esperando ordenes cuando ésta solo le pidió que le diese un masaje. - Como guste jefa. - Dijo el moreno pero se quedó distraido con las chicas que entraban al local. <<Si no fuese porque debo trabajar aquí podría tener las presas suficientes para que caigan a mis pies.>> pensó Martínez, bien, era un hombre mujeriego como la mayoria.

 

Entre tanto observar a las chicas del lugar y en tanto pensar en técnicas de conquista se le había olvidado darle el masaje a May y para cuando éste recordo que debía hacerlo ya la mujer se había puesto de pie quitándose sus zapatos y comenzando a dar saltitos por el lugar.

 

- La acompaño en esta... "pieza" mi señora. - Dijo tomando a su jefa por la cintura y llevándola a un mejor ritmo, el ritmo en el que en realidad iba la música. Pudo ver a la otra mujer que le acompañaba, (Helen) era una mujer guapa pero no le prestó atención, su jefa tenía más dinero que ella y se le notaba a simple vista.

[Juliene Black Lestrange]

http://i.imgur.com/BP6OYtO.png

 

La castaña estaba loca, ciertamente, primero le tomaba de la camisa de esa forma y lo arrastraba hasta la barra para que le sirviera botella tras botella, al notar que su estado etílico avanzaba a limites insospechados, se negó a darle un trago más, pero ella siguió ordenándole y amenazándolo, así que no tuvo más remedio que seguirle la corriente a su jefa, cuando Joana llegó al local ya el estado de la Black Lestrange era bastante divertido.

 

Y el parecía su esclavo, pero por lo menos así podía vigilar que no cometiera ninguna locura. Continuó exigiendo tragos, entonces llegaron Helen y más tarde Roberto a "cumplir el masaje" pero para esos momentos ya la Malfoy andaba dando saltitos en el centro de la pista, exigiendo que le subiera a la música y que le llevara más bebidas. Notó como Martinez guiaba el vaivén de la castaña y frunció su ceño, conocía a los de su género, por alguna razón ese chico no terminaba de agradarle.

 

— Mas te vale cuidar de que la jefa no se caiga, Martinez— mencionó con una arrogante sonrisa el Cartairs.

 

Vigilaría a ese personaje, porque buena espina no le daba. Entre tanto él fue jalado por Helen, lo que logró que sonriera brevemente, tenía razón, debía mostrarse como un caballero y bailar con las damiselas, así podría cuidarlas mejor. Y sin más comenzó a bailar con la mujer, mientras subía un poco más el volumen de la música.

 

— Tienes razón, Helen, debo ser un caballero—acotó, haciendo una reverencia— ¿Me permite esta pieza?—inquirió con una sonrisa divertida en sus facciones.

 

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Maylis la borracha Black Lestrange

 

— ¡Eh, eh! Cuidado con lo que tocas muchachito que sé de tus andadas— mencionó la Black Lestrange—. Además, según un Crowley loco, soy de su propiedad ¡Ja! ¡Imagínate! ¡Como si yo fuera un objeto! Estos Crowleys son tan peculiares... ¡Que le diga Helen! ¿o no, querida? — inquirió volteando su rostro hacia su empleada.

 

Se dejo guiar por Roberto, después de todo él sabría bailar mejor que ella. Groter nunca terminó de darle bien su clase, pero ¡que importaba saber bailar! cuando el estado de alcohol era tan alto como el de la castaña, nada importaba, ni siquiera dar saltito y pensar que estaba bailando. Ni que fuera el desesperado bailarin de Carlos que siempre tenía que practicar coreagrafias, incluso ahora que era un baile relajado y para divertirse hacia girar a Helen varias veces.

 

— ¡Hey, Cartairs! ¡No vayas a marear a la Helen! ¡Suficiente con el alcohol!—opinó con una breve sonrisita.

 

Delineó el contorno, notando que un par de personas se volteaban a ver su escandaloso espectaculo ¡al diablo! si querían que se uniera, esa noche todo sería cortesía de la casa, después de todo el negocio era lo suficientemente prospero como para darse esos lujos. Sonrió brevemente y siguió bailando con su empleado, tomando tragos de su botella.

 

— Me debes un masaje, Roberto, más te vale dármelo algún día.

[Keira Katina]

Las calles del Callejón Diagón estaban concurridas, después de todo era el momento perfecto del día para salir a pasear y visitar alguno de los muchos bares y restaurantes que se encontraban allí. Una figura femenina caminaba entre la gente lentamente, iba comiendo una tableta de chocolate de a trozos grandes y dejaba migas en el suelo sin darse cuenta. Se detuvo enfrente de un local y guardó el envoltorio vacío en su abrigo verde oscuro. «Ahora necesito un trago» pensó la joven al entrar en el bar llamado Doyle's del que nunca antes había escuchado.

 

Se acercó a la barra viendo como un grupo de personas estaban bailando y bebiendo en medio de la pista, parecían estar pasándola muy bien. Una de ellas era más ruidosa, seguramente estaba borracha, ella sabía muy bien como se comportaba la gente así. Recordó sonriendo como había acabo de su última borrachera, con su piel teñida de verde y siendo utilizada como conejillo de indias en un laboratorio.

 

Se sentó en un taburete alto y pidió un trago dulce, necesitaba azúcar para sentirse mejor luego de haber sido succionada por un vampiro durante diez minutos, tenía bastante suerte de no haberse desmayado por eso. Se quitó el abrigo dejando a la vista el vestido negro que llevaba y lo apoyo en sus piernas, sus brazaletes tintinearon con el movimiento. Ese sonido comenzaba a molestarle pero debía usarlos para tapar las marcas de mordidas.

 

— Aquí sí que saben divertirse eh... — le dijo la chica al bartender mientras bebía su trago que estaba comenzando a hacer efecto en su sangre.

 

Se giró para seguir viendo a aquella gente, le pareció que conocía a al menos una de ellas. Siguió mirando fijamente a la castaña alta con la botella, su rostro lo había visto antes en alguna parte pero por más que se esforzaba en hacer memoria no recordaba dónde. Estaba tan concentrada en ella que al querer dejar el vaso sobre la barra, lo apoyó muy al borde y éste cayó al suelo rompiéndose.

 

— Ups, lo siento — dijo disculpándose.

 

De todas formas no era nada, con un simple hechizo lo podían reparar.

Editado 30 de Septiembre del 2013 por *Keira

[Nats Rambaldi Crowley]

Roberto Matínez.

 

- No te preocupes Carlos, está en muy buenas manos. Solo relájate un poco y deja los celos. - Respondió el moreno a su compañero mientras continuaba bailando con su jefa.

 

- ¡Oh! disculpe mi señora si la posición de mis manos le incomodan pero si la suelto puede caer. - Dijo con una sonrisa picara mientras guiñeaba su ojo derecho. - Usted no es propiedad de nadie, usted es un alma libre jefa. - Agregó ante el comentario de May quién definitivamente estaba pasada de tragos. Al decir eso con su mano derecha acarició las mejillas de la Black Lestrange y con su otra mano la seguía tomando de la cintura.- Comparta un poco. - Dijo mientras le quitaba la botella y tomaba un gran trago de ella.

 

- Cuando gustes te puedo dar el masaje que deseas hermosa. Estas manos son mágicas. - Vociferó coqueteandole a la mujer. Tomó otro trago de la botella y lo regresó a su compañera de baile mostrandole una.

[Juliene Black Lestrange]

― ¡Exacto, Roberto, exacto! ¡Soy un alma libre! Deberías decírselo a ese ser… ¡Ja! Será divertido ver su cara―acotó la Black Lestrange.

 

Estaba ebria por completo, continuó moviéndose al ritmo de la música, siendo guiada por su empleado. Suspiró, ya se estaba cansando de bailar quería hacer algo más divertido, aunque estaba disfrutando bastante del momento y de los intentos coquetos de Roberto por acercarse a ella, típico, le hablaban de sueldo y sus ojos brillaban como niñato enamorado. Además de mujeriego, era interesado, negó, esos empleados que se gastaba.

 

― Bueno, podrías empezar ahora―concretó―. Me aburrí de bailar, ahora quiero… ¡Cantar!―exclamó dando aplausos, emocionada por su idea alocada― ¡Dracomiens, Corz, Enigma y Looner! ¡Traigan lo necesario para un karaoke mágico!

 

Notó como sus elfos domésticos cumplían sus órdenes, mientras ella seguía bailando con Roberto, más bien siendo movida de un lado a otro por el chico, se le hacía que disfrutaba el andarla toqueteando, pero como estaba tan ebria y podría caerse, mejor aguantar cualquier cosa que la comodidad del suelo.

 

― Listo, ama May―informó Enigma.

 

La castaña asintió y se soltó del agarre de Martinez, lo que ocasionó que casi se fuera de bruces al suelo, se salvó nuevamente al agarrarse del elfo, ciertamente seguía borracha, y aun así no soltaba la botella que minutos antes el osado de su esclavo, que digo, empleado le arrebató y le volvió a dar.

 

― ¡Hey tú!―señaló a una singular joven que se encontraba en la barra y que había roto uno de los vasos donde se servía el alcohol― ¡Ven acá! ¡Únete a la fiesta! ¡Quiero que todos vengan a cantar! ¡Oh sí!― se agarró de una silla, mientras le berreaba a Dracomiens para que le diera el bendito micrófono, sonrió, cuando su elfo cumplió sus órdenes.

 

Aun teniendo a la silla como muleta, se giró en redondo para encarar a sus empleados y a la desconocida que había invitado a su íntima celebración alocada, seguramente en sus cincos sentidos nada de aquello hubiese sucedido, pero si la captaban las cámaras de El Profeta… culparía a Cygnus de todo.

 

― Pues yo empiezo―acotó con una sonrisita, llevando el micrófono a sus labios― Yo tengo pila y loco haciendo cola, Tengo a palomo metió en lió, Y yo te quiero atracao ahí, ¡ratata!―comenzó a berrear mirando con atención la pantalla, mientras intentaba imitar los bailes de Shakira (¿?), pero con varios tragos encimas lo único que hacía era tambalearse e impedir caerse, gracias a Merlín que ya no tenía los tacones puestos.

 

Esperaba que Merlín fuera lo suficientemente bondadoso como para no aparecer a nadie conocido por allí, mejor que sus socios siguieran desaparecidos, porque el show que estaba dando era digno para sentarse a reír de la risa.

 

― Oye mami, vuélvete loca, Aráñame la espalda y muérdeme la boca―continuó con su “canto”― Rabiosa, rabiosa; Rabiosa, rabiosa…Yo soy rabiosa, rabiosa; Rabiosa, rabiosa.―sonrió, soltando su melena castaña y comenzando a moverla de un lado a otro―Rabiosa, rabiosa; Rabiosa, tu eres rabiosa

 

Off: Alguien que le quité el micrófono a May xDDDDDD

Editado 29 de Septiembre del 2013 por May Juliene Malfoy Feltom

[Nats Rambaldi Crowley]

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Roberto Matínez.

 

- Si usted dice que será divertido ver la cara de ese tipo que se quiere adueñas de usted, seguro que lo sera mi señora. - Respondió al primer comentario de su jefa, la seguí agarrando con suavidad para que no se cayera. - Cuida tus movimiento si no quieres besar el suelo querida. - Agregó al ver como se movía la mujer.

 

Bien, le interesaban las mujeres y el dinero, nada del otro mundo para los hombres, ¿y qué mejor para él que una mujer apuesta, con suficiente dinero para mantenerlo de por vida con sus tantos negocios y trabajos?...

 

- Ya le he dicho, cuando quiera podrá tener estas manos mágicas dándole un buen y merecido masaje por sus trabajos. - Dijo a la Black Lestrange e instantes después esta escapó de sus manos con la excusa de que quería cantar. Cuando estaba a una distancia cercana al moreno él ponía sus manos en la espalda de la mujer cuidando de que no fuese a parar al piso. Se quedó allí parado cruzándose de brazos observando el espectác*** que daba su jefa, solo pudo sonreír de manera burlesca, la mujer se la hacía muy divertida en el estado que estaba.

 

Luego de que May comenzó a cantar pudo ver que cometió un error al dejarla hacerlo, puede ser que su fuerte eran los negocios pero el canto no se le daba nada bien. Se acercó a la mujer y le quitó el micrófono. - No te avergüences más, hermosa. - Le dijo al oído tomándola de nuevo por la cintura con su mano izquierda para que no se tambaleara tanto. - ¿Quién desea cantar?. - Subió su mano derecha donde tenía el micrófono para quien quisiese mostrar sus talentos, solo esperaba que fuese alguien mejor que su jefa.

Editado 29 de Septiembre del 2013 por Nats Moon Rambaldi Crouchs

[Helen Evans]

Reí ante el comentario de May, tal vez más alto de lo necesario.

 

- ¿Peculiares? Estas siendo muy generosa con ellos, la palabra adecuada sería... sería - intentaba encontrar la palabra que según yo sería la adecuada para la situación, pero mi cabeza no podía hilar muchas ideas así que me limité a tomar más vodka y bailar sin intentar caerme - No somos de su propiedad, Roberto tiene razón ¡Alma libre! ¡Eres un alma libre!

 

Pero con Carlos dándome vueltas al ritmo de la música cada vez se hacía mas complicado mantener el equilibrio, gracias a Merlín aquel día usaba botas sin tacón alguno, que si no fuera por ello, hace mucho estaría en el suelo. Sin previo aviso comencé a reír.

 

- ¡Esto esta divertido! - gritaba mientras daba vueltas

 

Pero la diversión apenas comenzaba, mientras los elfos continuaban instalando el karaoke ordenado por May, llené mi vaso (derramando gran parte de trago en el intento) y levantándolo muy alto, grité:

 

- ¡Únanse todos a la fiesta!

 

Había dejado de ver, en realidad, intentar reconocer a las personas que se encontraban allí, de todos modos, daba igual, el espectáculo que hiciera... solo esperaba que a mi mamá no se le ocurriera pasar por allí en aquel momento. Intentaba bailar al ritmo de la canción de May, pero en realidad no podía moverme mucho.

 

- ¡¡Yo quiero cantar!! - dije recibiendo el micrófono de Roberto, y sin esperar más, comencé:

 

- Hace calor, hace calor, yo estaba esperando que cantes mi canción, y que abras esa botella, y brindemos por ella

 

Pero no estaba segura de estar pronunciado correctamente cada una de las palabras

 

[Fokker]

Fokker Cygnus

 

El chico regreso a su negocio, luego de su corto paseo en moto por los alrededores. Mientras caminaba, se preguntaba si no iba a encontrarse con otra sorpresa, porque hasta ahora había vivido buenos momentos en aquel pequeño negocio puesto en el callejón Diagon. La noche llego y varios negocios encendían las luces de sus locales Doyles no fue la excepción, lo excepcional estaba ocurriendo dentro.

 

Cruzo la puerta, poca gente se encontraba en el lugar, pero eso paso desapercibido a sus ojos, porque inmediatamente que cruzo las puertas pudo distinguir la voz familiar de alguien en el fondo del local, donde se levantaba una especie de escenario, que aun no tenia un uso en especial hasta ese momento, porque era que la gente estaba rodeando tal sitio y pudo ver que era May quien cantaba a voz en cuello.

 

Sonrió y se quedo a observar el espectáculo, se notaba que se encontraba completamente ebria pero no estaba para impedirlo. Se acerco a la barra y consiguió un vaso de Whisky, y volvía al improvisado escenario, pero esta vez se llevo una gran sorpresa, porque pudo ver que era Helen, su novia quien subía, pero no podía ser ella, no...

 

La boca de Fokker quedo abierta por uno minutos, porque pudo distinguir que estaba pasada de copas. Nunca la había visto así, y eso contribuyo mas a su sorpresa. Y mas cuando comenzó a cantar. No podía dejar que siguiera con eso, pero Slyfer lo detenía.

 

—Jefe sabe algo, creo que ella necesita disfrutar de la noche. Vi todo lo que paso aquí, así que un momento de relajación le caería muy bien a su novia. Es mas creo que usted debería hacer lo mismo—

 

Se detuvo entonces y comprendió que tenia razón. Así que se puso a ver el show sonriente, y aplaudiendo y chiflando fuerte cuando ella termino de cantar. Claro que lo había hecho bien, aunque desafino muchas veces ella no pareció notarlo. Esperaba que ella lo viera, aunque no sabia como iba a reaccionar cuando eso pasara.