Doyle´s (MM B: 104907)

[Joa Macnair Crowley]

Felizmente se ubicó detrás de la barra, aparentemente los otros empleados se encargaban de diferentes tareas. Por ella no había problema alguno, entre menos contacto tuviese con los clientes, era mejor. Sin embargo, los contratiempos de la noche no irían a cuenta de usuarios ajenos al negocio, sino de mano de una de las mismísimas dueñas.

 

Al escuchar las exclamaciones y aplausos de May, era imposible apartar la atención de ella. Dirigió una mirada intrigada y divertida a Carlos y al otro empleado al que la Malfoy había llamado Roberto, quienes en aquella velada parecían tener el papel de sirvientes personales de la vampiresa. La Macnair muchas veces había llegado a pensar que ella y sus socios tenían cierta tendencia a armar dramas en el Silver, pero sin duda alguna, podía asegurar que los propietarios de Doyle’s les ganaban por mucho.

 

No sabía si reír o compadecerse de su jefa, puesto que entendía lo que era llevar dicho peso sobre los hombros, pero el hecho de nunca haber visto a la Black Lestrange en ese estado, definitivamente resultaba divertido.

 

Mas la entrada de una nueva cliente indicaba que el momento de reírse un poco sería pospuesto. De nuevo debía encargarse del área del restaurante. Odiaba por completo aquella labor, pero ya que los demás estaban atendiendo a una muy borracha May, no le quedaba más que encargarse de ello y subir las escaleras con resignación.

 

—Buenas noches —saludó educada para llamar la atención de la mujer que leía atenta el menú—. ¿Desea ordenar ya?

[Radamantys]

El viento se agito ante la aparición de una silueta en los límites del Callejón Diagon, vestido totalmente de negro como era su costumbre, más la ropa era distinta pues en su rostro no se encontraba la negra mascara que le cubría las facciones ni a la vista estaban aquellos tatuajes, en si a la vista no estaba que él era un Mortifago, lo que si eran los negros ojos, atentos y brillantes como siempre, el demonio empezó a avanzar lentamente mientras sus pasos eran amortiguados por los sonidos de la noche, el ir y venir de magos que o bien se dirigían sus hogares o gustaban de salir a una vuelta nocturna.

 

Radamantys ignoraba todo a su paso simplemente avanzaba como si ningún propósito le moviese a hacerlo y si bien lo pensaba, ni el mismo sabía qué hacía en el callejón a aquella hora, suponía que simplemente había deseado dar una vuelta, ver si había alguna posible victima para ser muerta en sus manos, así Rada continuaba avanzando mientras la noche se seguía extendiendo majestuosa en el cielo, la capa negra del demonio cubría todo su cuerpo.

 

Así al fin la vista del demonio se posó en un lugar, bastante ruidoso y extravagante para su gusto pero decidió que había que echar un vistazo en el sitio, así Radamantys ingreso avanzando despacio mientras sus negros ojos recorrían centímetro a centímetro y analizaban a todos los presentes, al parecer no había nada que valiera la pena en el lugar, Rada estaba por irse cuando noto una escalerilla que conducía a una parte as alta.

 

El patriarca Slytherin decidió echar un vistazo, así que con elegancia subió los escalones, una vez en la parte superior pudo notar que se trataba de lo que parecía un Restaurant, lo que menos le apetecía a Rada era comer, así que decidió retirarse, cuando estaba por irse, su atención fue poderosamente llamada.

 

Giro la cabeza un par de milímetros para descubrir la figura de una mujer, que se concentraba, en la carta de platillos, algo le atraía a Rada de ella, era como si la conociera, así que dando media vuelta el Slytherin empezó a caminar hasta la mesa en la cual se encontraba sentada la joven, El demonio analizo cada uno de sus rasgos de manera rápida, mas estaba seguro de no haberla visto antes, pero algo de ella le decía que se conocían.

 

-Buenas noches- Saludo el demonio en un tono e voz baja pero audible, clavando los negros ojos en el rostro de la chica, -Me han dicho que aquí sirven buenos platillos, tal vez pudieras recomendarme algo- añadió el demonio con una media sonrisa, -Claro está sin faltarte al respeto de ninguna manera- finalizo Radamantys esperando una respuesta de la joven.

 

[Sol Lestrange Black]

Una joven bruja llegó hasta la mesa preguntándome si deseaba ordenar. No estaba muy segura de lo que debía pedir, por lo que me tomé un minuto mas revisando nuevamente la carta, decidiéndome al fin por una de las pastas que recordaba haber probado con anterioridad. De manera distraída coloqué uno de mis rizos tras mi oreja izquierda, mientras la frotaba un poco de manera inconsciente.

 

- Fettuccini Diavolo por favor,,,- pedí con una amable sonrisa a la chica- y de beber me gustaría una naranjada,,,con mucho hielo- indiqué sin mucho pensar, mientras le devolvía la carta- Gracias- la mujer se retiro tras anotar el pedido, y yo volví a distraerme con uno de los cuadros que decoraban la pared mas cercana.

 

De la nada una voz se dejó escuchar, levanté la ceja como si la hubiera escuchado en algún otro lugar, aunque al mirar aquel rostro no encontré en el nada conocido, aun así seguía teniendo algo bastante familiar, por lo que sonreí ante su pregunta. Me tomé mi tiempo para observarle antes de responderle.

 

- Buenas noches- respondí en un susurro mientras nuestras miradas se cruzaban- Me temo caballero que también es mi primera visita...- me encogí de hombros y me mordí el labio sin dejar de sonreír.- Por supuesto que no esta faltandome. - continué ante su preocupación, sin duda aquel mago era un perfecto y educado caballero- Acabo de ordenar una pasta, no la he probado aquí , pero la recuerdo de algún viaje a Italia, y es exquisita, espero que aquí también lo sea- continué-¿ Le gustaría sentarse?- pregunté en un arranque de sinceridad mirando sus ojos oscuros- A menos que este esperando a alguien, no quisiera ser inoportuna- Bajé la mirada con coquetería, esperando su respuesta.

Editado 27 de Septiembre del 2013 por Sol Lestrange Black R

[Radamantys]

Al escuchar la voz de la joven, la duda se clavó más en su ser, estaba seguro de haber escuchado la voz anteriormente, mas no podía estar cien por ciento seguro de ello, la sonrisa de la joven era hermosa, esta hacia juego con todos los demás rasgos de la bruja, sin duda era una mujer hermosa, de eso no cabía la menor duda, una sonrisa más amplia se posó en los labios de Radamantys al escuchar las palabras de la chica.

 

-Por supuesto que no espero a nadie y si te soy sincero- dijo Radamantys empezando a tutear a la bruja, -No sé muy bien cómo es que termine aquí, generalmente no suelo salir mucho y menos acudir a lugares tan concurridos- agrego el demonio mientras observaba la silla que ella le indicaba.

 

-Un verdadero placer para mi acompañarte- dijo Radamantys al tiempo que separaba la silla y se sentaba a un lado de la chica, en se momento Rada se percató que no sabía su nombre, así que antes de sentarse completamente extendió su mano derecha en dirección de la joven bruja.

 

-Qué mala educación la mía- susurro el mago, -Mi nombre es Radamantys Slytherin y es para mí un verdadero placer, el poder acompañarte, así como el placer es más extenso ante tu encantadora presencia y deslumbrante belleza- dijo Radamantys cargando cada una de sus palabras con un toque de coquetería y galantería, sin duda la joven le había gustado enormemente, siendo así que a eso se debía su presencia y su acercamiento.

 

Después de aquello Slytherin tomo asiento en el sitio que la dama le había indicado, de un momento a otro la orden de la bruja seria servida y entonces Radamantys aprovecharía para hacer algún pedido, ya que estaba en el lugar, había que aprovechar la oportunidad, ya que o siempre se cenaba en tan agradable compañía.

 

[Sol Lestrange Black]

Levanté la mirada mientras para mi buena fortuna, indicó que estaba solo, aquello fue suficiente aunado a que comenzó a tutearme, lo cual me pareció magnifico. Sin duda aquel hombre sabia la forma de alagar a una mujer, haciendo gala de aquella facilidad. Mis mejillas comenzaron a arder, producto de sus piropos, entrelacé los dedos y recargué mi barbilla sobre mis manos sin dejar de sonreír ante sus palabras.

 

- Radamantys Slytherin...- dije repitiendo su nombre- Es un placer compartido...- continué sonriendo mientras lo miraba sentarse en la silla a mi izquierda, aceptando mi invitación. - Yo soy Sol, Sol Lestrange- me presenté finalmente- La verdad es que odio comer sola, me agrada que otro solitario apareciera justo ahora- bromeé- ¿Te puedo ser sincera?- pregunté al galante mago que asintió suavemente con la cabeza ante mi pregunta- No recuerdo que nos hayamos visto antes...- dije entre cerrando los ojos- pero me pareces sumamente familiar...

 

La charla tuvo que detenerse por unos momentos, la mesera había vuelto con mi pasta, el aroma era delicioso, de inmediato mi estomago se inquieto, mientra mi mirada se posaba en aquel delicioso platillo.Levante la vista y la volví a fijar en el mago que parecía muy interesado en mi comida.

 

- Justo de esto te hablaba - indiqué atrayendo su atención - Fettuccini Diavolo , es simplemente perfecta, camarones y un toque picante...- advertí mordiéndome los labios con un coqueteo dirigido- Aunque si no te gusta arriesgarte, sera mejor que pidas algo mas común ..- me encogí de hombros y comencé a enrollar un poco de la pasta en el tenedor, sintiendo su mirada clavada en mi- ¿quieres probar un poco?

Editado 27 de Septiembre del 2013 por Sol Lestrange Black R

[Radamantys]

Radamantys escucho con atención el nombre de la joven mientras sonreía, -Así que Sol- dijo Radamantys deleitando cada una de las letras en su boca, -Al parecer quisieron hacerle justicia a tu belleza con tan hermoso nombre- agrego el demonio posando la mirada directamente en los ojos de Sol.

 

El demonio escucho las siguientes palabras de la joven y se llenó de sorpresa, así que ella sentía lo mismo que él, siendo así no podía ser que fuese una coincidencia, pero si no la recordaba y ella a el tampoco, eso solo quería decir que se habían conocido en situaciones adversas y en situaciones que sus identidades estaban ocultas.

 

-Pues respondiendo a tu sinceridad, a mí me pasa lo mismo, es como si te conociera, como si tu voz reviviera algo en mí- le respondió Radamantys pensativo pero en ese momento llego la persona encargada de atender siendo así que la charla fue interrumpida mas no concluida.

 

Radamantys contemplo con curiosidad la comida que a Sol le había sido llevada, el aroma que esta producía era exquisito, también la apariencia de este era cautivante, siendo así que el demonio no dudaba que tuviese un gusto exquisito, así como la Lestrange hacía gala de uno igual.

 

-Me gustan las cosas que me puedan sorprender- respondió el demonio con una sonrisa en los labios, -No me gusta lo común y corriente- agrego, -Me han dicho que las cosas tienen un mejor sabor si se prueban de los labios de una hermosa dama- le dijo Radamantys sin ocultar la atracción.

 

-Si es así, entonces claro que quiero probar un poco- dijo el Slytherin con un tono de voz bajo, en ese momento todo a su alrededor dejo de existir en su mente solo circulaba el rostro de la bruja, cada movimiento, cada gesto de ella se estaban impregnando en Radamantys.

 

[Sol Lestrange Black]

Cada palabra estaba impregnada de un halo de misterio y un delicioso coqueteo, definitivamente aquel mago sabía lo que tenía y como aplicarlo. No pude reprimir una sonrisa mientras sus ojos oscuros volvían a posarse en los míos envolviéndome completamente. Sonreí maliciosa mientras acercaba el tenedor a sus labios, sin perder detalle de cada una de sus afirmaciones.

 

- Los sabores nuevos pueden llegar a ser muy agradables- dije posando suavemente el tenedor entre sus labios, que se abrieron despacio dándole entrada. - suspiré suavemente sin perder detalle, Aquello era una de las cosas mas extrañas que había hecho en mi vida, estaba compartiendo mesa con un desconocido, que me parecía tan familiar, mientras le ofrecía probar de mis alimentos, lo cual en otras circunstancias hubiera parecido totalmente fuera de lugar. Deslice el tenedor de nuevo fuera de sus labios y lo mantuve en mi mano firmemente sujeto.

 

Aquello fluía de forma tan natural que lejos de incomodarme, me parecía sumamente divertido y a la vez arriesgado. Sonreí al ver su gesto, saboreando aquella pasta que si sabia tan delicioso como olía, definitivamente había sido una buena elección. Le di tiempo a saborearlo, antes de volver a hablarle.

 

- ¿Que tal? ¿Te gusta?- pregunté sin dejar de mirar sus ojos negros, profundos y brillantes.

Editado 27 de Septiembre del 2013 por Sol Lestrange Black R

[Helen Evans]

Había decidido no ir a aquel lugar durante algún tiempo, sin embargo necesitaba algo para distraerme y no volverme loca, además estaba casi segura que ni Nats ni Fokker se aparecerían allí en un buen tiempo de tal forma que me encaminé hacia el bar, antes de entrar al lugar trate de relajarme y poner mi mejor sonrisa, algo que era realmente complicado en ese momento. Pero era necesario.

 

Al entrar me di cuenta que había más gente que la última vez que había estado allí, por lo que decidí dar una vuelta a ver si se ofrecía algo, pude ver a algunas personas conocidas pero no tenía demasiadas ganas de hablar con nadie, pero algo me llamó la atención, un grupo de elfos cuchicheaban y se reían seguí la dirección de sus miradas y vi nada más y nada menos que a May bebiendo en grandes cantidades(?)

 

Fui directo a la barra, y sin dudarlo un segundo saqué una botella de vodka, me acerqué hacía la dueña y dije:

 

- ¿Te acompaño?

 

Estaba más que claro que necesitaba distraerme de algún modo, sonreí cuando May asintió entusiastamente y me serví un vaso lleno

 

- Bueno pues, salud.

[Juliene Black Lestrange]

— ¿Helen? ¡Volviste! Si, claro que puedes.—la invitó a sentarse a un lado de si, mientras continuaba ingiriendo de su propia botella.

 

Carlos estaba preocupado, podía percibirlo, y el Roberto aun no se acercaba a masajear a su jefa ¡insensato! podría subirle el sueldo si lo hacía, porque en verdad necesitaba uno. Suspiró, mientras ingería otra botella, genial, ahora se le había pegado el mismo vicio de Santus, sólo faltaba que se le ofreciera a cualquier hombre, pero eso nunca. Joa se había marchado a atender a una recién llegada, aplaudió. Sus empleados eran tan eficientes, si tan sólo sus socios fuesen como ellos, ni modos, no podías pedirle peras al olmo.

 

— ¡Otra ronda, bailarin! ¡Y dame del mejor licor a mi y a Helen! ¡Mi mejor empleada! Sin ofender a los demás, pero es la verdad— mencionó la castaña dando un fuerte golpe a la barra— ¡Roberto! ¡Ven a hacerle masajes a tu jefa o te despides de tu paga de este mes!— exclamó— Y si, Helen... ¡Salud!

 

Le importaba muy poco lo que pensaran los clientes, igual ellos estaban demasiado metidos en sus asuntos para prestar su atención a una borracha, eso era bueno, la confundirían con una cliente cualquiera, sonrió, si tan sólo supieran que se trataba de la dueña. Ingirió de la nueva botella que le proporcionaba el Cartairs, pellizcándole los cachetes en el proceso al blondo.

 

— ¿No es buen chico, Helen? Siempre hace lo que le pido, sólo para que lo deje andar en mallas por ahí— comentó con una leve sonrisita.

[Helen Evans]

- Si volví - respondí con una sonrisa viendo como May pedía más licor a aquel muchacho, pero no pude evitar reír ante su comentario - yo no soy tu mejor empleada

 

Tomé otro vaso lleno de vodka y noté como empezaba a relajarme, estaba menos tensa eso era evidente.

 

- Destruí el local, y luego abandoné el trabajo, pero no es mi culpa - dije elevando un poco la voz. Enseguida observé a un joven del que no me había percatado antes - ¿Roberto? No lo había visto antes por aquí - comenté mirándolo de pies a cabeza - Si, si, ¡¡ven a hacerle masajes a May que es la mejor!!

 

- Bueno, pero si esta siempre cumpliendo tus deseos es genial - dije a May acerca el comentario sobre Carlos - ¡Más Vodka!